Páginas

Sacerdote, quién eres tú? Padre Julio Maria Scozzaro.

SACERDOTE FIEL A LAS PROMESAS.

San Clemente I dirige a los Sacerdotes una cordial invitación:   "Obedezcamos a la magnifica y gloriosa Voluntad de Dios. Postrémonos delante del Señor suplicándole que tenga Misericordia y bondad. Convirtámonos sinceramente a su Amor.  Desechemos toda obra de mal, toda clase de discordia y celos, causa de muerte. Seamos siempre humildes de espíritu, Hermanos. Rechacemos toda necia vanidad, la soberbia, el loco orgullo y la cólera. Pongamos en práctica lo que está escrito. Recordemos sobre todo las palabras de Jesús cuando exhortaba a vivir la mansedumbre y la paciencia:  "Sed misericordiosos para obtener Misericordia; perdonad, para que a vosotros también os sea perdonado; como tratáis a los demás así seréis tratados vosotros; dad y seréis retribuidos; no juzguéis y no seréis juzgados; sed bondadosos y experimentaréis la bondad; con la misma vara con que habéis medido a los demás seréis medidos".

Hay que admitir que han sido proféticas las palabras del Cardenal Newman:  "Muchos eclesiásticos se han dejado llevar por la vida de comodidad. Ya no comprenden el valor de su llamada a la vida de POBREZA, HUMILDAD Y CASTIDAD. Despojaos pues de estas vestiduras del mundo que atrapan vuestras almas, Hermanos míos, y destruyen vuestra vocación.  Los años que os quedan SON POCOS para recuperar el rebaño que habéis dispersado.  Despertaos ahora de vuestro sueño...Hermanos míos, estoy plenamente consciente de vuestros dilemas y de los errores que han tomado posesión en vosotros.  Vuestra obediencia tiene que ser dada a vuestro Padre Eterno.  ¡No habrá justificación alguna para el hombre que favorece el error y la herejía!... Regresad pues atrás, Hermanos míos...".

¿Cuántos Sacerdotes se han salido del camino de la santidad POR CAUSA DE LAS AMISTADES HUMANAS!  Si se mirara al Sacerdote con los ojos del alma, se miraría en él a un ser divino, elegido por Dios, en cuanto es "Luz del mundo" (Mt 5, 14). Pero esta  "Luz" tiene que ser sostenida y cargada por las oraciones que cada día se debería ofrecer en el mundo por todos los Sacerdotes. Hoy no se reza mucho por los Sacerdotes, porque generalmente se reza poco.

Sería una cosa grande si el mundo entero cada día rezara esta hermosa oración del Padre Pío de Pietrelcina:   "Dios Omnipotente y Eterno, que quieres la salvación de todos los hombres y no quieres que nadie perezca, da al mundo Sacerdotes Santos, para que su ejemplo arrastre a los demás a conocerte mejor, a amarte más y a servirte como a Ti corresponde. Amén".

¿Qué mejor ejemplo de Sacerdote es propuesto hoy, como es el Padre Pío?  Cuánta oración, cuánto amor a la Santísima ¨Trinidad, a la Virgen y al Papa, cuánta penitencia y ayuno, cuánto amor por las almas hasta llevar en el cuerpo durante cincuenta años los estigmas, llagas abiertas y sangrantes que causan sufrimientos atroces. ¿Por qué? Porque ha vivido plenamente su misión, que no es la misma para cada Sacerdote, pero él ha vivido la suya como mejor podía.

Cada Sacerdote tiene que presentar en su persona a la misma Persona de Jesús.  Tiene que tener sus sentimientos, desear con los mismos deseos de Jesús, buscar lo que está lejos de El, amar a aquellos que no le aman, volver a vivir su misma Pasión. Sí, estar listo para recibir las mismas penas soportadas por Jesús en el día de su muerte.

El Sacerdote encarna a Jesús en la medida en que  llegue a identificarse con El.  Si el Sacerdote es el hombre de Dios (Cristo Hombre), cada uno de sus pensamientos y acciones tienen que ser divinos. De otra manera ¿cómo podrá Jesús decir a sus Sacerdotes:  "Vosotros sois la sal de la tierra?  (Mt 5, 13)? 

Si el sol ya no puede dar calor, ya no tendrá` sentido llamarlo sol. Así el Sacerdote que no reza, que no se sacrifica, que no llora y que no ayuna por la humanidad, "para que otra cosa sirve sino para ser echado y pisoteado por los hombres" (Mt 5, 13).

El Sacerdote necesita tener grandes luces, mucha prudencia, dedicación sin límites e inagotable paciencia.  Jesùs ha podido realizar la misión como mejor podía, pero tú tienes unos límites. Nadie te puede exigir que repitas la misma misión de Jesús, porque Él era Hombre-Dios, PERO CIERTAMENTE TODOS QUIEREN VERTE OBRAR CON EL ESPÍRITU DEL HOMBRE-DIOS.  SERÁ FÁCIL SI AMAS CON TODO EL CORAZÓN A JESÚS Y SIGUES SUS ENSEÑANZAS.


No hay comentarios:

Publicar un comentario