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IDENTIDAD SACERDOTAL - CHASE HILGENBRINCK, DE LA CANCHA AL LA IGLESIA.


Chase Hilgenbrinck, el hombre que dejó el fútbol por el sacerdocio





Abandonó las canchas pos su devoción a Dios. Chase Hilgenbrinck, quien durante mucho tiempo fue considerado como un defensa estadounidense destacado, tomó una decisión en el 2008 que cambiaría su vida para siempre. De un momento a otro, colgó los botines y se dirigió a la iglesia para convertirse en sacerdote.

Del 2004 al 2008 se dedicó de lleno a su pasión por el balón. Al no ser requerido en la MLS en su primer año, Chase Hilgenbrinck decidió buscar nuevos retos y viajó a Chile para firmar con Huachipato, sin embargo esta escuadra prefirió cederlo a préstamo aDeportes Naval.

Sin lograr destacar, Hilgenbrinck cambió de equipo y se fue al Ñublense. Fue ahí donde comenzó a ser uno de los ídolos. En 61 partidos y siendo defensa, Chase Hilgenbrincklogró marcar once goles. El ascenso de su escuadra fue el premio ideal.

Para el 2008, el zaguero estadounidense regresó a su país. Su padre sufría de cáncer,por lo que decidió dejar al Ñublense a pesar de la gran etapa que había tenido ahí. Su paso sin protagonismo por Colorado Rapids hizo que fuera cedido a New England Revolution, donde también comenzaba a dar de qué hablar.

Chase Hilgenbrinck tenía futuro en el balompié de la MLS, pero decidió olvidar ese destino para dedicarle de lleno su vida a Dios. En el verano del mismo 2008, el defensor de New England se retiró para convertirse en sacerdote católico.

“Después de años de discernimiento, siento profundamente que el Señor me ha llamado para convertirme en sacerdote de la Iglesia católica. Jugar profesionalmente al fútbol ha sido mi gran pasión durante mucho tiempo y me siento bendecido por haber vivido de manera exitosa este sueño. Pero mi pasión ahora es hacer la voluntad de Dios, que es querer solamente lo que Él quiere 0para mí. Es cierto que extrañaré el deporte pero sé que me estoy moviendo hacia algo mucho más grande”, dijo Hilgenbrinck en sus últimas declaraciones como futbolista de la MLS.

Firme en sus creencias, hoy a sus 31 años, Chase Hilgenbrinck se encuentra contento con la decisión que tomó. Ahora vive para Dios y el futbol es simplemente una base de recuerdos a la que puede voltear y sentirse satisfecho de los dos caminos que ha decidido tomar.


FUENTE: laciudaddeportiva.com/ 



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