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SEMANA SANTA - HORARIO DE CULTOS

PARROQUIA "SAN NICOLÁS DE BARI"





El Domingo de Ramos, 20 de marzo, a las 8:30 a.m. se rememora la “entrada de Jesús triunfante a Jerusalén”.

El Lunes y Martes Santo las 6:00 p.m. se celebran Misas, en tanto que el Miércoles Santo se realiza la procesión conocida como “El Encuentro” a las 7:00 p.m.

El Jueves Santo, a las siete de la noche, se realizará la Misa correspondiente y concluida esta, se inicia la procesión del silencio, a la que concurren solamente varones, y concluye con la hora santa alrededor de las 9 de la noche.

El Viernes Santo, a las 7:00 a.m. se realizará un Via crucis exclusivo para mujeres. Este día, el elenco artístico se toma todo el día para revivir pasajes de la Semana Mayor, especialmente las 14 estaciones de Jesús cargando la cruz, el maltrato de que fue víctima a lo largo del camino, las caídas, su crucifixión y, finalmente, la resurrección. La Procesión del Santo Entierro se llevará a cabo a las 8:00 p.m. según el itinerario aquí publicado. 

Para el Sábado de Gloria, a las 10:00 a.m. se contempla la solemne Misa de vigilia pascual, con la celebración de la ceremonia del fuego y el agua y al día siguiente, la misa de Resurrección a las 9:00 a.m.


ARRAIJANEÑOS PARTICIPAN DE JORNADA DE VIA CRUCIS EN LA PARROQUIA SAN NICOLÁS DE BARI

RECUERDAN EL RECORRIDO DE JESÚS CON LA CRUZ HACIA EL CALVARIO.

Esta pía devoción del Via Crucis la empezó la Virgen María al recorrer los lugares por donde había padecido su Divino Hijo camino al Calvario. Ella se arrodillaba, lloraba y besaba el suelo en cada una de las estaciones donde había caído y derramado Jesús su Preciosísima Sangre. Nosotros recordando con dolor y amor los Santos Dolores de Jesús y María todos los viernes de Cuaresma después de Misa recorremos el Via Crucis alrededor de nuestra Iglesia San Nicolás de Bari, dirigido por la señora Carmen de Requenez. 

Aquí les mostramos algunas imágenes en compañía del grupo de monaguillos.

















Fotos: Narcisa Olayvar 

LAS QUINCE GRACIAS QUE RECIBISTE EL DÍA DE TU BAUTISMO



Enseguida te presento un breve recordatorio enumerado, de todas las Gracias que han fluido en ti y te han sido entregadas desde el día de tu bautismo. Contiene también caminos prácticos que pueden activar todas estas Gracias.

Recuerda tu fecha de bautismo y agradece abundantemente a Dios por todo esto que se te ha regalado:

1) Ser Hijo de Dios Padre.

Reza el Padrenuestro pensando en su profundo significado. Reconócete con este parentesco. A través del bautismo tú eres un verdadero hijo de Dios.

2) Ser hermano de Jesucristo.

Conoce, ama y sigue a Jesús todo el tiempo. ¿Cuál “nombre” con los que se le ha llamado a Jesús, te atrae más?

3) Ser amigo del Espíritu Santo.

Él es tu más íntimo y constante amigo. ¿Cuál nombre que se le ha dado, te atrae más?

4) La Fe.

Haz crecer tu fe estudiando aún más. Ten sed de conocer tu fe, cada vez más y más.

5) La Esperanza.

En este año de la Divina Misericordia, lee el diario de Santa Faustina y ¡Confía en Dios! Durante las pruebas, cree en Dios aún más. Di: “JESÚS, EN TI CONFÍO”

6) La Caridad.

Esfuérzate por amar a Dios desde una oración más profunda, pero a la vez, a través del amor a tu prójimo. Contempla a Jesús colgado en la Cruz por amor a ti y por amor a mí.

7) La Justicia.

Aprende a ser justo contigo mismo y con los demás. Según Santo Tomás de Aquino “La justicia es dar a cada uno su parte”.

8) La Templanza.

Ofrece a tu cuerpo una alimentación correcta, el necesario descanso y el ejercicio adecuado. Aprende que la virtud descansa entre estos dos extremos(Aquino y Aristóteles)

9) La Prudencia.

Aprende y aplica los tres pasos para realizar una obra o tomar una decisión con cautela: 1) Piensa, 2) Decide y 3) Actúa. Permite que esta virtud se perfeccione a través del Don del Consejo. Ora por el gran poder de tomar buenas decisiones basadas en la fe y en la razón. Lee la encíclica “Fides Ratio” (La Fe y la Razón) de San Juan Pablo II.

10) La Fortaleza.

Soporta pacientemente las cosas malas que Dios permite entrar en tu vida en imitación a Cristo, por tu propia perfección, así como por la salvación de las almas. Pide la intercesión de los mártires, ellos son brillantes ejemplos de la paciencia en el sufrimiento.

11) La Gracia Santificante.

¡Permite que la Gracia de Dios permee toda tu vida! Pídelo a la “Llena de Gracia”, Nuestra Señora. Ábrete a las inspiraciones celestiales de Dios.

12) Te hace miembro de la Iglesia.

En este momento estás unido al cuerpo místico de Cristo. Diles a los demás que amar a Cristo es amar a la Iglesia, que es su cuerpo místico.

13) El Exorcismo.

Renuncia a Satanás y a todas sus obras en todo momento. Ora a San Miguel, San José y también a San Benito.

14) Ser una vela ardiente.

Sé una luz para el mundo, esto significa dar un buen ejemplo. El lema del Movimiento Cristiano: "Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad".

15) El Cielo.

Reconoce que a través del bautismo estás llamado a ser seguidor de Cristo, lo que significa llegar a ser un santo. El final del viaje de todos los santos es el cielo. Alégrate que tu nombre se encuentra escrito en el cielo, en el Libro de la Vida. Vive entonces de acuerdo con esta dignidad. ¡Conviértete en un santo!


Adaptación y traducción al español por Rafael Ruiz, para PildorasdeFe.net, de artículo publicado en: Catholic Exchange, autor: Padre Ed Broom, OMV


FUENTE: pildorasdefe.net

¿POR QUÉ DIOS PERMITE UNA POSESIÓN DEMONÍACA?


El famoso exorcista José Antonio Fortea aborda en su nuevo libro, La tiniebla en el exorcismo, la posibilidad de que el demonio sirva como “instrumentum sanctificationis” (“instrumento de santificación”). 

David Ramos cuenta en Aciprensa que el Padre Fortea señaló que si a pesar de que se hayan puesto “todos los medios humanamente posibles para la resolución de un caso” aun así “un exorcismo indefinido no da ningún signo de acercarse a su final, entonces téngase en cuenta que Dios puede permitir que una persona porte sobre sí este sufrimiento como expiación por sus propios pecados y para beneficio del resto de la Iglesia”.

“La única respuesta a por qué Dios permite tal cosa, es la propia purificación y la santificación”, escribió.

El sacerdote español destacó que “si Dios permite la cruz de una enfermedad crónica del cuerpo (como, por ejemplo, la diabetes o la necesidad cada dos días de la hemodiálisis), ¿qué razón encontraremos para que no pudiese permitir este otro tipo de carga sobre la persona, la cruz de la acción extraordinaria del demonio?”.

“Desde luego, los episodios en los que los demonios atacan físicamente a los siervos de Dios, los podemos rastrear en la vida de infinidad de santos, desde la antiquísima vida de San Antonio Abad hasta la reciente y bien documentada vida del padre Pío de Pietrelcina”, señaló.

El P. Fortea recordó también que “en la vida de Santa Catalina de Siena, la acción maligna de los demonios sobre una ciudad es coartada por la oración y penitencia de la Santa, pero a cambio de que Dios permitiera que los demonios atormentaran el cuerpo de Santa Catalina”.

Así como hay casos de “ataques físicos demoníacos provistos de un sentido intercesor pro bono Ecclesiae (para el bien de la Iglesia)”, indicó, también se han producido casos de “auténtica posesión demoníaca” en algunos santos.

El famoso exorcista citó en su libro pasajes de Historia de un alma de Santa Teresa de Lisieux, en el que la santa recordó una enfermedad que “provenía, ciertamente, del demonio”, pues “decía y hacía cosas que no pensaba. Parecía estar en un continuo delirio, diciendo palabras que no tenían sentido, y sin embargo estoy segura de que no perdí ni un solo instante el uso de la razón”.

El sacerdote español señaló que “este tipo de casos lleva a la conclusión de que el misterio de la posesión excede con mucho en su complejidad, a los esquemas simplistas que la consideran completamente explicada, como fruto de un pecado producido por el esoterismo”.

“El sentido teológico de la posesión es bastante más amplio y sus ramificaciones más misteriosas”, advirtió.

El Padre Fortea subrayó que “del mismo modo que no en todas las personas la posesión comienza por el pecado, así tampoco la remoción de los pecados graves asegura que una posesión acabe”.


FUENTE: infovaticana.com

PUNTOS ESENCIALES DEL MINISTERIO SACERDOTAL


Frente a tantas incertidumbres y a tanto cansancio, también en el ejercicio del ministerio sacerdotal -observó el Papa- es urgente recobrar un juicio claro y unívoco sobre el primado absoluto de la gracia divina.

La misión de cada presbítero dependerá, también y sobre todo, de la conciencia de la realidad sacramental de su nuevo ser.


Audiencia del Papa Benedicto XVI, Julio del 2009


San Juan María Vianney, el santo cura de Ars, en el 150 aniversario de su muerte:

En la existencia del santo se destaca ante todo, dijo Benedicto XVI, "su identificación total con su ministerio. Le gustaba decir que un buen pastor, un pastor según el corazón de Dios, es el tesoro más grande que el buen Dios puede dar a una parroquia".

"En realidad, considerando el binomio identidad-misión-explicó el pontífice- cada sacerdote puede advertir la necesidad de la progresiva asimilación a Cristo que le garantiza la fidelidad y la fecundidad del testimonio evangélico. Así, en la vida del sacerdote, el anuncio misionero y el culto son inseparables, como lo son la identidad sacramental y la misión evangelizadora". "Por otra parte, podríamos decir que el fin de la misión de todo presbítero es ‘cultual’: para que todos los hombres se ofrezcan a Dios como hostia viva, santa y agradable, recibiendo la caridad que están llamados a dar abundantemente unos a otros.

El amor al prójimo, la atención a la justicia y a los pobres, no son solamente el tema de una moral social, sino más bien la expresión de una concepción sacramental de la moralidad cristiana, porque a través del ministerio de los presbíteros se cumple el sacrificio espiritual de los fieles, en unión con Cristo, el único mediador: es el sacrificio que ofrecen los presbíteros de forma incruenta y sacramental en espera de la nueva venida del Señor".

"Frente a tantas incertidumbres y a tanto cansancio, también en el ejercicio del ministerio sacerdotal -observó el Papa- es urgente recobrar un juicio claro y unívoco sobre el primado absoluto de la gracia divina. La misión de cada presbítero dependerá, también y sobre todo, de la conciencia de la realidad sacramental de su nuevo ser. De la certidumbre de su identidad, que no está construida de forma artificial y humana, sino gratuita y divinamente donada, dependerá su entusiasmo por la misión".

"Al recibir un don de gracia tan extraordinario con su consagración, los presbíteros se convierten en testigos permanentes de su encuentro con Cristo" y "pueden desempeñar plenamente su misión mediante el anuncio de la Palabra y la administración de los sacramentos".

"Después del Concilio Vaticano II -señaló Benedicto XVI- aquí y allá se ha tenido la impresión de que en la misión de los sacerdotes en nuestra época hubiera cosas más urgentes; algunos pensaban que en primer lugar había que construir una sociedad nueva".

Pero "los dos elementos esenciales del ministerio sacerdotal" son siempre "anuncio y poder", afirmó el pontífice, recordando que Cristo envió a sus discípulos a anunciar el Evangelio y les dio el poder de expulsar a los demonios. "Anuncio y poder", es decir "palabra y sacramento, son los pilares del servicio sacerdotal, más allá de sus múltiples configuraciones".

"Cuando no se tiene en cuenta el díptico consagración-misión, es muy difícil comprender la identidad del presbítero y su misión en la Iglesia", advirtió el Santo Padre. "Durante este año sacerdotal recemos por todos los sacerdotes. La oración es el primer deber, el verdadero camino de santificación de los sacerdotes y el alma de la auténtica pastoral vocacional".

"La escasez numérica de ordenaciones sacerdotales en algunos países no debe desanimarnos, sino al contrario, movernos a multiplicar los espacios de silencio y escucha de la Palabra, a dedicar más atención a la dirección espiritual y al sacramento de la confesión para que la voz de Dios, que sigue siempre llamando y confirmando, sea escuchada y seguida por tantos jóvenes".


FUENTE: padrepatricio.com


CONFIDENCIAS DE JESÚS A UN SACERDOTE. MONSEÑOR OTTAVIO MICHELINI

Amor sin medida


Hijo, quisiera hacerte comprender con una comparación el grandioso plan de amor de tu Señor: Imagina unos padres que tiene un único hijo al que aman locamente y forma el objeto, la finalidad de su vida. Pues bien, un día se les pide dar ese hijo para salvar de la muerte a otras muchas criaturas humanas.

Estos padres aun amando con un amor indescriptible al hijo, firman ellos mismos su muerte. El hijo, que a su vez ama desmesuradamente a sus padres, consiente sacrificarse por tantos hermanos suyos. Amo sin medida del padre y de la madre por el hijo, amor sin medida del padre y de la madre por los condenados a morir sin el sacrificio del hijo, amor sin medida del hijo por sus padres y por sus hermanos menores que salvar.

El Amor tiende a dar y a darse, Dios ama infinitamente al Hijo y lo da por la salvación de la Humanidad, el Hijo ama infinitamente al Padre y acepta morir por la humanidad. El Padre celestial y la Virgen aman respectivamente a su Hijo y lo dan por la salvación de los hombres.

El amor del Hijo por el Padre celestial y por los hombres se encuentra en su Corazón misericordioso así como el amor de mi Madre y vuestra por Dios Uno y Trino y por vosotros se encuentra en su Corazón Inmaculado. Pero ¿qué saben de este misterio de amor mis incrédulos sacerdotes?  ¡He aquí su aridez espiritual, he aquí porqué no quieren sufrir! El sufrimiento es el alma del amor...

Esto si lo han entendido las almas víctimas. Pero los sacerdotes ¿qué saben de esto y qué cosa tienen para dar a las almas si están privados del amor?  ¿Qué cosa tienen para dar sino a si mismos? He aquí porqué se buscan siempre a sí mismos, aunque hablan hipócritamente con palabras de amor. Sus palabras rebuscadas serán siempre frías y privadas de cualquier fuerza de penetración. Son unos mercenarios que no hacen nada sin contentarse a sí mismos, que no saben qué cosa quiere decir adecuarse a la voluntad divina, ya que esto exige amor.

Son egoístas. Por fuerza: son orgullo, por lo tanto egoísmo; son mercenarios que en una mañana próxima, cuando los lobos entren en medio de la grey para descuartizar a las ovejas, huirán a millares, dejando detrás de si sólo ruinas. Traicionarán a Dios y a los hermanos; no verán sino a sí mismos.

¿Cómo podrían amar si nunca han conocido el amor? Y esto es por culpa de ellos, hijo, por su culpa, porque han dejado caer en el vacío los impulsos de mi Gracia. Que tremenda visión, qué zona oscura son estos sacerdotes míos, hijos de mi Iglesia.  ¡Cuánto frío y hielo en torno a ellos!

"Qui non diligit manet in morte". Están sí, en la muerte porque el alma sin amor esta muerta; están en la oscuridad tanto por no ver, como por no creer lo que las almas simples ven y creen; son peso muerto para mi Iglesia, son miembros gangrenados de mi Cuerpo Místico, son un sufrimiento y un daño incalculable para ellos y para las almas. Son sarmientos separados de la vid, son como la higuera maldita que producía sólo hojas y nunca frutos.

¡Pobres hijos! Orgullo y presunción los han hecho perder el camino firme, son incapaces de ascender hacia las conquistas del bien, no tienen la fuerzas de subir a la cumbre de la Santa Montaña.

Es necesario despertarlos de ese sueño de muerte por el que están atenazados.
-¿Cómo, oh Señor?

"Hijo mío, lo sabes: ¡humildad, oración, y sufrimiento!
Con la humildad se abate la soberbia, con el sufrimiento se enciende el fuego, con la oración se constriñe a Dios a la Piedad y a la Misericordia.

Hijo, he aquí porqué quiero que los Obispos intenten dar vida en las Parroquias a la institución de  mis amigos, a la "Pía Unión Amigos de Jesús Eucaristía". Deben comprender que ésta es una cuestión de fe y de amor. Es mucho más que tantas otras actividades encender el fuego del amor, encender los braseros de fe y de caridad.

En todas partes es posible, no importa el número de los que se adhieran, importa que en todas las parroquias, los amigos de Mí presente en el Misterio de la fe y del amor, se conviertan en mis aliados para salvar a las almas en peligro.

Es necesario para que en la hora de las tinieblas que se avecina, las almas de los fieles sepan dónde pueden templarse y alimentarse y tengan un punto seguro para no perderse en la oscuridad de la noche.

Cuesta poco, por eso háganlo mientras tienen tiempo. ahora basta hijo, quien tenga oídos para oír que oiga.

Te bendigo, ofréceme tus sufrimientos, estáte Conmigo. Esta noche te has desvelado y me has consolado con tu amor.


"A MIS SACERDOTES" DE CONCEPCIÓN CABRERA DE ARMIDA. CAP. XCII: EN LA CRUZ

MENSAJES DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO A SUS HIJOS PREDILECTOS


XCII


EN LA CRUZ


"Y si son otros Yo mis sacerdotes, serán en la tierra lo que Yo fui: la Luz del mundo para guiar a las almas al cielo; el Camino para conducirlas a la Verdad; la Vida que las salve, la Sal de la tierra, etc.

Si son otros Yo, obrarán prodigios mayores que Yo. Pero la manera infalible de atraer y de ganarse a las almas, será cuando estén crucificados al mundo y a los apetitos sensuales; cuando amen el dolor, u voluntariamente acepten, sin restricciones,la voluntad de mi Padre en cualquiera inmolación. Solo la voz de la sangre convierte: y Yo esperé el triunfo,lo anuncié; pero no se realizó sino hasta que las almas me vieron en una cruz.

Hasta que fui crucificado, reiné: hasta que fui Víctima, atraje;  hasta que di mi vida por las almas, las salvé. Y la consecuencia de esto es que, si los sacerdotes son otros Yo, deben subir al Calvario para dar fruto en las almas; que si quieren darme corazones, deben crucificarse primero, y mostrarse a las almas con mi parecido en el Calvario..

Éste es el camino seguro de la conquista de las almas, el apostolado de la Cruz, en la Cruz, éste es el apostolado fecundo, el que se ejerce sobre cualquiera cruz, sacrificados voluntariamente en ella. Es el apostolado al que nada resiste, el que no fracasa y que siempre triunfa, porque el dolor lo diviniza, porque la cruz es fecunda, porque Yo salvé al mundo, y todo lo atraje hacia Mí clavado en ella.

Y si los sacerdotes quieren parecérseme, si quieren ser Yo, si quieren darme almas que me glorifiquen, ya saben el camino seguro para atraer a todas las almas a lo sobrenatural y divino.

Un sacerdote sacrificado siempre salva: un sacerdote tiene que crucificarse. Pero en ese crucificarse, glorifica al Padre; alcanza el perdón para los enemigos, realiza admirables conversiones, y llegará a muy alta santidad. Descollarán mis sacerdotes sacrificados voluntariamente, sobre todo en la más alta unión con mi Padre amado y en el sublime abandono a su voluntad santísima.

Todas las riquezas, todos los tesoros comunicables a las almas obtendrán los sacerdotes que se inmolen por amor al Padre y a las almas en lo alto de sus cruces. Y su confianza se purificará en el sacrificio, porque se purificará su amor.

Pero es muy triste para Mí decirlo, y más, sentirlo. No todos mis sacerdotes aman la Cruz, no todos suben voluntariamente a lo alto de sus calvarios, y éste es el secreto del poco fruto de su apostolado en las almas y del poco atractivo que ejercen en su alrededor, porque nunca un alma desoye la voz que la llama sobre la cruz, nunca resisten los corazones al llamamiento de un mártir voluntario, de un sacerdotes crucificado.

Yo comunico a los sacerdotes transformados mis propiedades, mis virtudes, mis ideales y la fortaleza divina de la que di pruebas. Perno necesito su cooperación, su voluntad, su transformación en Mí. Y de aquí nacen esos heroísmos incompatibles con la flaqueza humana, con la tendencia natural del hombre que rechaza el dolor; nacen, digo, de la unión Conmigo, del amor a las almas que comunico a los sacerdotes en su transformación en Mí.

Que piensen y mediten mis sacerdotes cómo mi apostolado en a tierra no tuvo todo el poder y la fecundidad hasta que la voz de mi sangre, en lo alto de la cruz, se hizo oír del universo entero. Prediqué, luché, hice milagros, enseñé, mas con muy escaso fruto. Pero sufrí, me sacrifiqué, me revelé al mundo en lo alto de la cruz, y todo lo atraje hacia Mí, como lo había profetizado.

Convenía  que el Hijo de Dios padeciese, dije, porque sólo la sangre redime, reconcilia, une; porque es señal de alianza y salvación. Ahí en la cruz se funde todo sentimiento, toda esperanza, todo perdón, toda misericordia; porque ahí está el amor que confía y se abandona.

¡Ah!  ¡Yo tengo hambre y sed de sacerdotes sacrificados! La más intensa sed que experimenté en la cruz no  fue la material, sino la sed ardiente de mis sacerdotes transformados en Mí crucificado; en Mí inmolado; en Mí y por Mí, salvando las almas.

¡Esas almas, sueño de mi vida, no podían salvarse solas, necesitaban instrumentos, maestros, guías! Yo en la cruz conquisté o compré ahí a mi Iglesia --premio a mis dolores--, y al verla nacer de mi costado, pedí también al Padre, en mi ardiente sed, que me diera los elementos santos para completarla, para perfeccionarla. Y le pedí sacerdotes santos, sacerdotes puros; pero con más intensidad en mi agonía, sacerdotes crucificados, sacerdotes enamorados del sacrificio que no tuvieran en cuenta sus martirios y hasta su vida, si esto era para salvar a las almas.

Pedí apóstoles, pero apóstoles de la cruz y crucificados, para que siendo otros Yo, atrajeran hacia mi Iglesia al universo entero para salvarlo.

¿Acaso el desvío de muchas almas, la poca y falsa piedad de otras y hasta los desastres de muchas, no estarán ligados a la santidad del  sacerdote, a su sacrificio, a su generosidad en el dolor, al rechazamiento de la cruz del sacerdote?...

Si los sacerdotes son los destinados a representarme tal cual soy; si deben ser otros Yo, en su transformación en Mí, y por tanto, deben atraer a las almas a donde Yo las atraje, es decir, a la Cruz; ¿estarán exentos de culpa, si no han cumplido con esta condición capital de mi vida al estar sacrificado en mi unión?  ¿No tendrán muchos que ruborizarse por su poco amor al sacrificio, y aún más, por su manifiesto rechazamiento de la cruz, y en ella, de la divina voluntad?

¿No estará acaso vinculada la perfección y quizá, quizá la salvación de alguna o de algunas almas al atractivo y santo imán que produjera el sacerdote a su rededor, si se hubiera dejado crucificar?

Yo no quiero escrúpulos en mis sacerdotes que detiene y entretiene; pero si santas reflexiones que den por resultado propósitos prácticos, y una vida nueva de transformación en Mí en los sacerdotes tibios.

Por eso quiero urgir --para substraer esas deficiencias ocultas pero reales y para prevenir otras--- la transformación de los sacerdotes en Mí.

¡Miedo a los calvarios!  ¿Por qué?  Si estoy con todos en medio de la tribulación; si todo lo endulzo y facilito con suavidades celestiales, con fortaleza en los corazones y hasta con gozo en el espíritu. Entones, ¿por qué temer?

Que escalen los calvarios mis sacerdotes que se renuncien, y tendrán paz, y serán felices, y abundarán en alegría, porque se parecerán a Mí, su Modelo, su Maestro, su Espejo, ¡su Jesús! Y a mi lado, y más en Mí y dentro de Mí concluirá todo temor y toda turbación, que Yo jamás abuso de las fuerzas del alma y sé medir y proporcionar los calvarios. Pero el cielo se compra con dolor y las gracias para las almas con sufrimientos.

Cierto que cuando dije en la cruz: "Todo está consumado", estaba consumada la obra de la redención y de la salvación de las almas, pero tenía en cuenta a mis sacerdotes otros Yo, a mis sacerdotes en Mí, su Cabeza; ellos también serían Conmigo cabezas del cuerpo místico y los primeros que asociaran sus dolores a los míos para continuar mi Pasión en la tierra, para seguir crucificados en lo alto Conmigo, para atraer a las almas y a mil mundos, si los hubiera, y salvarlos.

Mucho hay que medita aquí, mucho que expiar, mucho que reformar; pero también prometo que habrá muchos triunfos en mis sacerdotes, muchas generosidades que ya me glorifican, a Mí y al Padre; y que destruirán el sensualismo --que también ha contagiado a muchos de mis sacerdotes-- y destronarán a Satanás. Reinará entonces la cruz y mis sacerdotes Conmigo en ella.

Y si para venir en pos de Mí, hay que negarse y cargar la cruz, para ser otros Yo mismo, para conquistar y comprar las gracias para las almas, se necesita no tan sólo cargar esa cruz sino estar clavado en lo alto  de ella".

MATEO, EL COBRADOR DE IMPUESTOS ELEGIDO PARA SER APÓSTOL Y EVANGELISTA




Jesús vio a Mateo y le dijo: “Sígueme”. Él se levantó y lo siguió” (Mt9, 9-13). San Mateo es el ejemplo más evidente de cómo el Amor de Dios no hace acepción de personas, y en Mateo, Jesús nos da el ejemplo de cómo deben los cristianos amar a a sus prójimos: Mateo es llamado por Jesús, aun cuando era un cobrador de impuestos para el imperio romano, lo cual era visto por muchos como un acto de traición a la nación, puesto que lo recaudado se destinaba en su totalidad a una potencia ocupante, que sojuzgaba y humillaba al pueblo hebreo. Por otra parte, las amistades de Mateo parecen ser de su misma condición, ya que son descriptas por él mismo como “publicanos y pecadores”.

Al llamar a Mateo para que lo siga, Jesús no parece tener en cuenta estos antecedentes; o más bien, a pesar de estos antecedentes, y por ellos, es que lo elige.

La decisión de Mateo, de dejar todo y seguirlo de inmediato –“se levantó y lo siguió”, dice el Evangelio-, revela que, a pesar de estar ocupado en algo tan material como el dinero, no tiene el corazón apegado a él; en todo caso, lo desapega inmediatamente al conocer a Cristo, y por eso deja todo y lo sigue sin demora. En la llamada de Jesús, pudo entrever la enseñanza evangélica acerca de qué bienes hay que atesorar: “No acumulen tesoros en la tierra (…) Acumulen tesoros en el cielo…” (Mt 6, 19-21).

Ahora bien, siguiendo la lógica no humana, sino la de muchos cristianos, Mateo jamás debería haber sido elegido por Jesús; siguiendo la lógica de quienes están llamados a dar la vida por sus prójimos, tanto más si son sus enemigos –un cristiano debe estar dispuesto a dar la vida por su verdugo, como los mártires-, Mateo nunca habría merecido ser discípulo de Jesús, y sería inimaginable, para estos mismos cristianos, que no solo fuera elegido, sino que fuera elegido entre los elegidos, ya que luego fue consagrado Apóstol y Evangelista.

Pero Jesús no se guía por los criterios racionalistas y humanos de los cristianos tibios; elige a Mateo, para darnos una lección acerca de cómo debe ser el verdadero amor cristiano al prójimo: sin hacer acepción de personas, sin tener en cuenta su condición de pecador público, con la disposición a dar la vida por él en la Cruz. Ése es el verdadero amor del cristiano para con todo prójimo, principalmente para aquel que es un pecador público.


FUENTE: adoremosalcordero.blogspot.com/

LA MISERICORDIA NO ES PRETEXTO PARA DAR LA COMUNIÓN A DIVORCIADOS


PALABRAS DE UN ARZOBISPO


La misericordia no es pretexto para dar la comunión a divorciados, explica Arzobispo


Por Diego López Marina


El Arzobispo de La Plata (Argentina), Mons. Héctor Aguer, afirmó que “a los sacerdotes no les está permitido hacer su parecer y violar las disposiciones sobre la admisión a la comunión eucarística de los divorciados que han pasado a una segunda unión, como pretexto de ejercer misericordia”.

El Prelado hizo esta advertencia en la instrucción pastoral “La misericordia de Dios y la nuestra”, que fue enviada a la comunidad arquidiocesana de La Plata con motivo del Jubileo Extraordinario de la Misericordia.

Recordó que en este año, especial para la Iglesia, se exige de los sacerdotes “una mayor disponibilidad para el ministerio de la reconciliación, que incluye la predicación y la enseñanza para esclarecer las condiciones necesarias para recibir la absolución sacramental”.

En 1994 la Congregación de la Doctrina para la Fe emitió una carta a todos los obispos donde se determinó como errónea la creencia de algunas personas divorciadas y vueltas a casar, de poder recibir la Eucaristía normalmente.

La doctrina es clara en relación a los divorciados en nueva unión. En el numeral 2382 del Catecismo de la Iglesia Católica se explica el carácter indisoluble del matrimonio y en el 2384 se precisa que contraer una nueva unión aumenta la gravedad de la ruptura pues se convierte “en situación de adulterio público y permanente”, algo que imposibilita el acceso a la Eucaristía.

El Arzobispo de La Plata lamentó que “ahora se plantean las cosas como si se tratara de la reconquista de un derecho humano. Quienes así lo hacen ignoran qué es la Eucaristía, la enseñanza de Jesús expuesta en los tres Evangelios sinópticos acerca del adulterio y la constante disciplina de la Iglesia”.

También puso hincapié en la confusión generada entre la nulidad matrimonial y el divorcio debido a “la algarabía de algunos conocidos periodistas cuando (el Papa) Francisco publicó las nuevas normas para los procesos de nulidad” en septiembre de 2015.

Esta reforma del proceso considera una mayor participación de los obispos, mayor brevedad para la resolución de los casos y la declaración de la gratuidad de los mismos.

Busca además mejorar el sistema de declaración de nulidad, por la salvación de las almas, mientras se reafirma la enseñanza católica de la indisolubilidad del matrimonio.

Finalmente Mons. Aguer puso de ejemplo al Movimiento Camino a Nazaret, perteneciente a su arquidiócesis, “que reúne a parejas que no pueden celebrar el sacramento del matrimonio, pero procuran crecer en la fe y en la caridad, se ejercitan en la oración y aguardan con esperanza la hora de la gracia”.

“Les estoy muy cercano con mi afecto y mi oración”, concluyó el Arzobispo.

El Movimiento Camino a Nazaret es una comunidad formada por divorciados en nueva unión, que pese a su situación buscan imitar a la Sagrada Familia. Cuentan con la asesoría de sacerdotes que los acompañan en el proceso de crecimiento de la fe.

Esta iniciativa empezó en 1995 de la mano de un matrimonio en nueva unión, Silvia y Jorge Castello, y del Padre Juan Francisco Ronconi, párroco de San Carlos de Buenos Aires. Ellos decidieron dar una respuesta a este desafío pastoral en la Iglesia Católica.


FUENTE: blogcatolicogotitasespirituales.blogspot.com


DEVOCIÓN DEL SANTO VIACRUCIS ENFADA AL DEMONIO -


Publicación de es.gaudiumpress.org/

Cerca de 1400 Fieles participaron en el Encuentro Internacional de Solteros para Cristo, movimiento filial de Parejas para Cristo, Llevado un cabo en Singapur. El evento se Extiende Los días 26 al 28 de febrero en el Expo de Singapur. Durante el evento, Cuando Se llevo a cabo de el Rezo del Santo Vía Crucis, el P. Stephen Yim, director espiritual de la Organización, Indico Que esta Devoción molesta notablemente al maligno.


El Santo Vía Crucis ANIMA un ALS Los Cristianos
a Superar Dificultades de la Vida Con
alegría cristiana. Foto: P. Lawrence, OP.

"Las Estaciones de la Cruz recuerdan al demonio su futuro eterno ... El demonio lo odia Porque Es Una Renovación de su destino y condenación eterna", Expreso Predicación el sacerdote en su. "El va a · intentar detenernos párr Que No Lo Oremos, Entre Otras Cosas Muchas .. intentará desmotivarnos". Ante any tentación, el sacerdote invito a la constancia en la Oración.

A Continuación explico EL SENTIDO Que Tiene Para El Cristiano de el Rezo Del vía crucis, practical habitual en Tiempo de Cuaresma. "Cuando hacemos la estaciones de la Cruz, lo HAREMOS AUNQUE la vida del mar Difícil Porque Queremos alegrarnos", indico. El Vía Crucis "TIENE UNA espiritualidad Que NECESITAMOS entendre. Nos Enseña Cuánto sufrio Jesús y Murió Que DEBEMOS Estar Dispuestos un v recorrer ESE camino".

Precisamente el Sufrimiento de Cristo Motiva a Los Fieles En sus Dificultades y Los Habilita un Descubrir La Alegría Cristiana en medio de la prueba. Los Creyentes Deben ORAR Para Que "constantemente Tengan ESA alegría dentro", de forma Que sean "Testigos y heraldos de la ESA alegría".

Con Información de CBCP Noticias.


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Se autoriza su publicación desde que cite la fuente.


10 BENEFICIOS QUE NOS CONCEDE LA PRÁCTICA DEL AYUNO Y LA PENITENCIA


10 beneficios que nos concede la práctica del ayuno y la penitencia

Aquí están una serie de razones por las que debemos tomar en serio nuestra vida sobria del sacrificio, la negación y la autodisciplina.

Para complacer a Dios no sólo debemos "hacer" lo que es correcto, sino también debemos tener la intención correcta; en la espiritualidad esto se llama “pureza de intención” o “rectitud de intención”.

San Pablo nos exhorta: "sea que ustedes coman, sea que beban, o cualquier cosa que hagan, háganlo todo para la gloria de Dios". (1 Cor 10,31) Y esto nos recuerda el lema ignaciano de cuatro letras: AMDG (Ad Maiorem Dei Gloriam) que significa que debemos hacer todo lo posible para mayor honor y gloria de Dios.

Santa Faustina Kowalska constantemente se esforzaba por agradar a Jesús, no a las personas que la rodeaban. Algunos pensaban que era extraña en sus acciones y la criticaban. O somos "agradables a las personas" o "Agradables a Dios". ¡Elige! ¡Luego actúa en consecuencia!

Con respecto al ayuno, la oración y la limosna, Jesús repite la advertencia de que estas acciones no se deben de hacer para ser visto, aplaudido y alabado por los demás, ni siquiera por propio engrandecimiento. Más bien, deben hacerse en secreto, sólo para agradar a Dios, "para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará". (Mt. 6,4)

Dicho esto vamos a dar brevemente una serie de razones por las que debemos tomar en serio nuestra vida sobria del sacrificio, la negación y la autodisciplina para que estas acciones sean agradables a Dios, nuestro Padre Celestial.


1.- Imitación de Cristo

La vida de todo cristiano debe ser una búsqueda ardiente de luchar con toda la energía de nuestra voluntad, para imitar a Cristo hasta el punto en que podamos decir con San Pablo: "Ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí". (Gal 2,20)Obviamente, la mayoría de nosotros no puede ayunar cuarenta días y cuarenta noches en el desierto como Jesús, ¡pero podemos renunciar a algo con generosidad!


2.- Reparación de nuestros pecados.

Por justicia, debido a nuestros muchos pecados, nos vemos obligados a reparar el daño que hicimos al cometerlos. El Papa Juan Pablo II habla de las cinco esferas impactadas por los efectos negativos de nuestros pecados: teológica, personal, social, eclesial y cósmica.

San Pablo dice que lo que sembramos es lo que vamos a cosechar en el Día del Juicio. Un anuncio publicitario decía: ¡Pague ahora o pague después! Creo que es mejor pagar ahora en esta vida con nuestro sacrificio, si no, lo haremos en el Purgatorio, es peor si lo dejamos para después de esta vida.


3.- Reparación por los pecados de nuestra familia.

Todos estamos conscientes de que hay familiares que se han alejado de Dios, de la Iglesia, es decir, del camino al cielo. Nuestros seres queridos están sufriendo, a pesar de que no pueden admitirlo; y peor aún, su salvación está en peligro. Con el ayuno y la penitencia podemos pedir al Señor por su conversión, su santificación y la salvación eterna de sus almas inmortales.

Santo Tomás de Aquino dice que un alma vale más que todo el universo creado, ¡fue salvada por la sangre preciosa del Cordero de Dios que quita el pecado del mundo!


4.- Conversión de los pecadores.

En las dos apariciones Marianas aprobadas: Lourdes en Francia y Fátima en Portugal, Nuestra Señora no sólo insistió en la oración, sino que también ha insistido en la importancia de los sacrificios por la salvación de los pecadores.

En Fátima, Nuestra Señora dijo que muchas almas se pierden porque no hay nadie que ofrezca sacrificios por ellos. La visión del infierno recibida el 13 de julio de 1917, motivó a los niños pastorcitos a ofrecer sacrificios heroicos y constantes para la conversión de los pecadores.


5.- Solidaridad con los pobres.

A lo largo y ancho del mundo se puede encontrar mucha gente que se irá a la cama esta noche sin haber probado bocado en todo el día; los niños realmente mueren de hambre. Es muy difícil la situación de tantas personas en tantas naciones que mueren de hambre, esto es un escándalo, en especial en los países que tienen una abundancia de bienes. Experimentar un estómago vacío, hacerlo gruñir, a veces nos puede ayudar a identificarnos con nuestros millones de hermanos y hermanas que sufren de esto a diario. Esto se llama “solidaridad con los pobres”.


6.- El espíritu conquista la carne.

Hay una guerra dentro de cada uno de nosotros como resultado del pecado original que se llama concupiscencia (Palabras de Santo Tomás); San Pablo le llama la batalla entre la carne y el espíritu. 

Una de dos: o la carne conquista al espíritu y resulta la esclavitud de la carne y del pecado, o el espíritu vence a la carne y el resultado será la libertad de los hijos e hijas de Dios. Se necesitan: la oración, la penitencia y el ayuno para conquistar los más bajos instintos que hay dentro de nosotros.


7.- Libertad

Cuando somos capaces de decir "no" a nuestros deseos, incluyendo aquellos que son sanos y los merecemos, entonces experimentamos la verdadera libertad. En otras palabras, las cosas materiales no tienen una influencia sobre nosotros. Podemos decir "sí" y "no" al comer con voluntad. Este es el autocontrol, y el autocontrol produce una verdadera libertad interior.

Jesús dice muy claramente que el pecado es una forma de esclavitud. Vemos cómo los alcohólicos, drogadictos, pornoadictos, apostadores en juegos, entre otros, no quieren admitir que no tienen libertad, ¡pero sus adicciones son una forma moderna de esclavitud!


8.- Conquistar al demonio.

Después de que Jesús había expulsado el demonio de un muchacho, los Apóstoles preguntaron a Nuestro Señor el por qué no pudieron expulsarlo ellos. Jesús respondió claramente: "Esta clase de demonios se expulsa sólo con la oración". (Mc 9,29) En exorcismos formales, el exorcista no sólo debe orar por la persona poseída, sino también ayunar. El Santo Cura de Ars (San Juan María Vianney) fue capaz de expulsar a los muchos demonios de su parroquia, ¡así logró la conversión de su parroquia, mediante la oración ferviente y el intenso ayuno!


9.- Crecer en la oración.

Santa Teresa de Ávila afirmó que la sensualidad (o entregarse a la carne) y la oración, no colaboran bien juntas. Una oración verdadera, auténtica y creciente, sin duda incluye la penitencia o el ayuno. En el desierto, Jesús no solamente oró, sino que también ayunó y así conquistó al demonio. La primera novena de la Iglesia fue Pentecostés. En esos nueve días los Apóstoles unidos con la Virgen María oraron y ayunaron. Como resultado hubo viento, un terremoto, el fuego y la transformación de los Apóstoles en verdaderos soldados de Cristo.


10.- Gracias especiales.

San Ignacio de Loyola nos invita a rezar y agregar la penitencia, sobre todo si necesitamos una forma especial de gracia desde lo alto. San Ignacio, en la sexta Regla de discernimiento, sugiere cuatro prácticas para superar el estado de desolación: la oración, la meditación, el examen de conciencia, y además, alguna forma de penitencia (Regla 6 para el discernimiento de los espíritus, San Ignacio de Loyola).

En resumen, la práctica de la penitencia y el ayuno queda muy lejos para una sociedad moderna sensual y materialista, hedonista y consumista. Parece ser un idioma extranjero. Sin embargo, muchas páginas de la Biblia fomentan esta práctica, así como los grandes héroes de Dios, los santos. Por lo tanto, consulta a tu confesor o director espiritual la manera en que puedes comprometerte generosamente con alguna forma de penitencia y ayuno para imitar a Cristo, reparar tus pecados, rogar por la conversión de los pecadores y experimentar así, la libertad de los hijos e hijas de Dios.

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Adaptación y traducción al español por Rafael Ruiz, para PildorasdeFe.net, de artículo publicado originalmente en: Fr. Ed Broom´s Blog, autor: Fr. Ed Broom, OMV



SER CATÓLICO EN CHINA - IMPACTANTES TESTIMONIOS ROMPEN SU SILENCIO




Este vídeo muestra que es cierto lo que dice en la Santa Biblia : "Felices seréis cuando os injurien y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros" (Mt 5, 12) , Lamentablemente nuestros hermanos asiáticos cristianos tienen que estar en la clandestinidad inclusive exiliados por culpa de los politeistas y las antiguas costumbres de idolatría común en la China comunista, sinceramente estos sacerdotes son SUPERHEROES arriesgando su vida ,así es hermano la única iglesia perseguida es la Catolica Universal por que somos perseguidos ? simple la respuesta : por que somos la única fundada por Cristo.

LA LUMINOSIDAD -



La emisión de luz por el cuerpo humano es un fenómeno observado muchas veces, generalmente en circunstancias religiosas. Benedicto XIV, en su Trattato della Canonizzazione, dice que si quisiera relatar todo lo que los autores afirman de rayos, luces, claridades que han brillado milagrosamente sobre el rostro de los Santos,“nunca acabaría”. El Dr. Garmann, en su libro sobre lasMerveilles des Morts, relata numerosos fenómenos luminosos, algunos de los cuales le parecen absolutamente indudables.


LUMINOSIDAD RELIGIOSA

El Antiguo Testamento nos refiere:

“Después de eso Moisés descendió del monte Sinaí, llevando las dos tablas del testimonio; y no sabía que de su entrevista con el Señor, le habían quedado rayos de luz en el rostro.

Mas Aarón y los hijos de Israel, viendo que el rostro de Moisés despedía rayos, temieron acercársele. . .

Cuando Moisés salió del tabernáculo, los Israelitas vieron que su rostro despedía luz; pero él lo velaba de nuevo todas las veces que les hablaba”. (Éxodo, XXXIV, 29-35).

El Evangelio narra la Transfiguración de Nuestro Señor sobre el monte Tabor: “Se transfiguró ante ellos. Su cara se tornó brillante como el sol y su vestidura, blanca como la nieve…” (Mat. XXVII,2).

Benedicto XIV cita fenómenos luminosos presentados porLuis Bertrán, San Ignacio, San Francisco de Paula, San Felipe Neri, San Francisco de Sales.

Mencionaremos los ocurridos en ese antiguo médico de la Facultad de París, que fué el bienaventurado Gilberto de Santarem.

“Gilberto, nos dice Gorres según las Acta Sanctorum, estaba en el coro de Santarem y sintiendo acercarse el éxtasis, quiso correr a la sacristía; pero fue arrebatado ante la puerta que le cerraba y cayó al suelo. Una piadosa mujer de nombre Elvira Duranda, llegada por casualidad, lo vio en ese estado a través de una ventanita. Al cabo de algunos instantes, ella vio una columna de luz descender sobre él y penetrar todo su cuerpo, de forma tal que brillaba como el cristal más puro atravesado por un rayo de sol. Transida de admiración a la vista de ese espectáculo, ella no pudo dejar de mirarlo hasta que al final, al cabo más o menos de dos horas, la luz desapareció poco a poco, y Gilberto se despertó con un profundo suspiro y comenzó a caminar a tientas como un ciego. Siempre ocurría así en todos sus éxtasis; y le parecía cada vez, que pasaba de la luz más viva a un lugar oscuro, casi de repente. Después de su muerte, su rostro estaba tan luminoso, que permitía la lectura del breviario en la oscuridad de la noche”.

La luminosidad del Padre Francisco Suárez (1538-1617), cuyas obras teológicas constituyen autoridad, y de su crucifijo, fue objeto de una declaración jurada del Hermano Da Silva:

“Don Pedro de Aragón me ordenó advertir al Padre Francisco Suárez de que lo acompañara a Santa Cruz para visitar al monasterio… La primera habitación estaba oscura; llamé al Padre; él no me contestó. Y como la cortina del gabinete de trabajo estaba bajada, por el intersticio entre la cortina y el montante de la puerta, vi una grandísima claridad. Levanté la cortina y entré en el gabinete. Vi entonces una gran luz que salía del crucifijo: cegaba a quien quería mirarla; era como cuando el sol se refleja sobre cristales, proyectando rayos muy inflamados. Así salía la luz del Santo Crucifijo y me cegaba si la contemplaba; y era tal la luz que proyectaba, que yo no podía estar en la habitación sin ser deslumhrado por la luz que la llenaba. Esta luz partiendo del crucifijo, daba en la cara y en el pecho del Padre Suárez. Y en esa claridad yo le vi de rodillas delante del crucifijo, con la cabeza descubierta, las manos juntas y el cuerpo levantado sobre el suelo unos cinco palmos en el aire, al nivel de la mesa, sobre la cual se hallaba el crucifijo…”

San Francisco de Sales se presentó muchas veces a los ojos de sus contemporáneos con la cara inflamada y en una irradiación luminosa, ya celebrando la Misa, ya comulgando, ya orando.

“En los días que siguieron a la solemnidad pascual —escribe su sobrino Carlos Augusto de Sales— todos los domingos el Santo Obispo explicaba catequísticamente los mandamientos de Dios a sus fieles de Annecy desde el pulpito de su gran iglesia; y una vez después de haber discurrido en forma excelente y maravillosa sobre el primer mandamiento, interrumpiendo su predicación y dirigiendo su palabra a Dios Padre, fué visto por todos los fieles completamente resplandeciente y rodeado de una luz tan grande y viva, que apenas podía ser distinguido en ella, sino que parecía convertirse todo él en luz. Además entre todos los presentes que quedaron asombrados, tuvieron una clara y neta visión de esto, de manera especial Pedro Francisco Jaius, canónico teologal y penitenciario, Juan Luis Qucstán, también canónigo, Pedro Paget, párroco de la iglesia de Civry, Francisco du Nievre, párroco de Metet y los profesores del colegio, sin contar a Sergio Saget, ciudadano y miembro de la audiencia en el Consejo de Ginebra”.

San Felipe Neri, cuando conversaba con San Carlos Borromeo de cosas divinas, veía el rostro del cardenal brillar como el de un ángel. Igualmente, un día que San Ignacio de Loyola escuchaba con gran atención un predicador en Barcelona, su cabeza se iluminó de pronto y San Felipe Neri asegura haberlo visto más de una vez en ese estado.

Más cerca de nosotros, el santo Párroco de Ars fue visto en el pulpito con el rostro transfigurado y rodeado de una aureola. El abate Combes vio a veces un halo luminoso rodear la cabeza de la mística Victoria Clara de Coux(fallecida en 1883), sobre todo cuando ella había comulgado.


LUMINOSIDAD NO RELIGIOSA

En las sesiones mediúmnicas se producen a veces fenómenos luminosos, consistentes la más de las veces en una especie de fuegos fatuos que flotan en el aire a distancia del médium. Home, Stainton Moses y otros presentaron algunos notables. Hemos sido testigos personales de fenómenos de esta clase en Varsovia en 1927, con la señora Popielska; los he reseñado en esa época de esta manera: “Después aparecieron pequeños resplandores como fuegos fatuos, a veces como si fueran vistos a través de una cortina, a veces netamente adelante. Subían, bajaban, iban hacia la derecha y la izquierda. Todos estos fenómenos ocurren sin precipitación; durante su persistencia se puede verificar la posición de los espectadores. Mi vecino, el coronel de ingenieros, comprobaba si yo tenía bien la cinta y si esa cinta estaba en relación con el médium”, que había atado (con nudos cosidos).

La luminosidad humana parecería limitarse a ese orden de fenómenos, por cuanto, dice Carlos Richet, “está demostrado que solamente los médiums tienen ese poder”.Sin embargo se han señalado sudores fosforescentes (Dr. Tremoliéres en Pratique méd. chir., 1911). Por otra parte, el Dr. Charles Fére, en la Revue neurologique de 1905, dice haber visto a dos enfermos afectos de cefaleas presentar luminosidad alrededor de la cabeza y de las manos. Se le comunicó un fenómeno análogo en un paciente víctima de crisis de angustia. Ancel, Bouin y Charpentier habrían observado, con inyecciones de extractos testiculares, una fosforescencia especial de la piel, cerca de la 2° vértebra lumbar, nivel del centro genital de la médula” (Leopold Lévi).


LUMINOSIDAD ANIMAL

Nos parece oportuno agregar a los hechos citados, los ejemplos de luminosidad biológica que se encuentran en la naturaleza. Hay insectos (gusanos relucientes, luciérnagas, piróforos); bacterias, como las que contaminan la carne o el pescado y los torna luminosos en la oscuridad; protozoarios (fosforescencia del mar); vegetales (hongos y algas); pulpos, peces dotados de órganos luminosos y particularmente de verdaderos faros en la cabeza.

Morat y Doyon en su Physiologie escriben: “Esos órganos semejan morfológicamente glándulas mucíparas transformadas. En un comienzo la fosforescencia pudo deberse a la producción de un moco luminoso. En ciertos moluscos la luminosidad es producida por una secreción mucosa de esta clase”. Las investigaciones se han dirigido sobre todo a la luz de los insectos.

La fotogénesis requiere humedad, una temperatura favorable y oxígeno (para la vida celular, pero no, al parecer, para la luminosidad misma). Se halla en dependencia del sistema nervioso: la excitación a distancia la aumenta, los anestésicos (éter, cloroformo) la disminuyen, la estricnina la estimula.


APRECIACIÓN DE LOS HECHOS

Los fenómenos mediánicos parecen ser difícilmente asimilables a los prodigios religiosos y a la luminosidad animal. En realidad, no es el cuerpo del médium el que se torna luminoso; se producen fuegos fatuos errantes, poco parecidos a una producción fisiológica y más a una muestra de un esfuerzo que se es capaz de hacer.

Advirtamos entretanto que una médium, miss Burton, que producía fenómenos luminosos a cuatro pies de distancia, presentaba la saliva fosforecente. ¿Podría compararse esto al mucus luminoso de los moluscos?

De todos modos, en razón de la rareza y debilidad de los fenómenos no religiosos, estamos en presencia de los fenómenos luminosos religiosos por un lado y de la fotogénesis animal por el otro lado.

Nos parece que, como para los demás prodigios biológicos, se imponen distinciones:

a) La Transfiguración del Tabor, que forma un acontecimiento aparte en la vida de Nuestro Señor, y que transforma hasta sus vestiduras, es evidentemente milagrosa, para edificación de los Apóstoles. Lo mismo las luces emitidas por el cadáver de los Santos nos parecen milagrosas: el alma ya no está allí para transformar el cuerpo y además los fenómenos biológicos están extinguidos; esa luminosidad parece ser acordada por Dios para manifestar la santidad de sus servidores.

b) Pero no debemos olvidar lo que hemos dicho acerca de las levitaciones, sobre la posibilidad de acción del alma sobre el cuerpo en ciertas condiciones. Hablando de los cuerpos gloriosos, el Padre Sempé escribe: “El espíritu, reflejo de la inteligencia divina, no conoce las tinieblas de la materia. El alma tornará a su cuerpo más luminoso que los astros: ese cuerpo, como el de Cristo, irradiará claridad”.

Además, la luminosidad podrá ser, en determinados casos, un milagro por sí misma. Pero en otros parece preferible suponer que el hecho divino reside en la unión mística acordad.! por Dios al alma y que la luminosidad es debida a la acción del alma que goza en forma anticipada del poder con que ella animará más tarde al cuerpo resucitado. Y no está prohibido imaginar que para hacerlo -dada la ley biológica que todas las células, en estado elemental, poseen siempre las propiedades que se exaltan y se diferencian en algunas de ellas para especializarlas-, el alma tal vez no hace más que determinar en el cuerpo humano procesos luminosos latentes y que, con excepción de la vida sobrenatural, es incapaz de poner en juego en forma notable.

La luminosidad religiosa, en general, sería, pues, ya un milagro, a la consecuencia biológica de la unión mística.

Fuente: Dr. Henri Bon, Medicina Católica, (1942)


FUENTE: forosdelavirgen.org/


MENSAJES DE MEDJUGORJE - Mensaje del 25 de febrero de 2016


Mensajes de Nuestra Señora Reina de la Paz en Medjugorje 


Al inicio Nuestra Señora regularmente da sus mensajes sólo a los videntes, y a través de ellos a todos los fieles. A partir del 1 de marzo de 1984, Nuestra Señora comienza a entregar regularmente sus mensajes todos los jueves a la comunidad de parroquial de Medjugorje, y a través de ella, al resto del mundo. Puesto que algunas cosas que el Señor había deseado se cumplieron, como lo afirmó Nuestra Señora , a partir del 25 de enero de 1987, Nuestra Señora da sus mensajes a todo el mundo los 25 de cada mes Esto aún continúa.


Mirjana Dragicevic-Soldo, Ivanka Ivankovic-Elez y Jakov Colo tuvieron apariciones diarias hasta 1982, 1985, y 1998 respectivamente. Desde entonces, la Virgen se les aparece una vez al año y les da un mensaje. Debido a que el trabajo sobre los archivos está aún en curso, no estamos en condiciones de publicar los mensajes otorgados antes de 1995.


(http://www.medjugorje.ws)


Mensaje 25 de febrero de 2016 


“Queridos hijos! En este tiempo de gracia los invito a todos a la conversión. Hijitos, ustedes aman poco y oran aún menos. Están perdidos y no saben cuál es su propósito. Tomen la cruz, miren a Jesús y síganlo. Él se entrega a ustedes hasta la muerte en la cruz, porque Él los ama. Hijitos, los invito a regresar a la oración con el corazón, para que en la oración puedan encontrar la esperanza y el sentido de su existencia. Yo estoy con ustedes y oro por ustedes. Gracias por haber respondido a mi llamado. ”



DOCUMENTACIÓN ACERCA DEL INFIERNO - PARA SIEMPRE JAMÁS


EL INFIERNO ES EL TORMENTO ETERNO DE LOS QUE MUEREN SIN ARREPENTIRSE DE SUS PECADOS MORTALES.


El infierno es el conjunto de todos los males sin mezcla de bien alguno. La existencia del infierno eterno es dogma de fe. Está definido en el Concilio IV de Letrán(982). Siguiendo las enseñanzas de Cristo , la Iglesia advierte a los fieles de la triste y lamentable realidad de la muerte eterna, llamada también infierno.

"Dios quiere que todos los hombres se salven"(983).

Pero el hombre puede decir no al plan salvador de Dios, y elegir el infierno viviendo de espaldas a Él. El pecado es obra del hombre, y el infierno es fruto del pecado. El infierno es la consecuencia de que un pecador ha muerto sin pedir perdón de sus pecados. Lo mismo que el suspenso de una asignatura es la consecuencia de que el estudiante no sabe.

Jesucristo habla en el Evangelio quince veces del infierno, y catorce veces dice que en el infierno hay fuego. Y en el Nuevo Testamento se dice veintitrés veces que hay fuego. Aunque este fuego es de características distintas del de la Tierra, pues atormenta los espíritus , Jesucristo no ha encontrado otra palabra que exprese mejor ese tormento del infierno, y por eso la repite. La Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe dijo, el 17 de mayo de 1979, que "aunque la palabra "fuego" es sólo una "imagen", debe ser tratada con todo respeto".

En el infierno hay otro tormento que es el más terrible de todas las penas del infierno. Según San Juan Crisóstomo , es mil veces peor que el fuego(984).

San Agustín dice que no conocemos un tormento que se le pueda comparar(985).

Los teólogos lo llaman pena de daño. Es una angustia terrible, una especie de desesperación suprema que tortura al condenado, al ver que por su culpa perdió el cielo, no gozará de Dios y se ha condenado para siempre. La Biblia pone en boca del condenado un grito terrible: "Me he equivocado"(986).

Ahora, como no entendemos bien ni el cielo ni el infierno, no comprendemos esta pena, pero entonces veremos todo su horror.

No hay que confundir "el infierno" con "los infiernos" a los que fue Cristo después de morir.

Rezamos en el credo de los Apóstoles: "Descendió a los infiernos".

Aquí "los infiernos" se refiere al "lugar de los muertos", como se dice en el Canon IV de la Misa. Era el "Sheol" para los judíos. Allí fue Cristo a anunciarles la Redención. A la morada de los muertos también la llamamos "el limbo de los justos"(987).

Los Testigos de Jehová niegan la existencia del infierno basados en que Cristo , a veces, empleó la palabra "sheol" que significa tumba.

Pero la palabra "sheol" significa infierno en el sentido teológico, pues si las almas de los justos son librados por Dios del "sheol", éste no podemos considerarlo como domicilio común de todos los muertos. Pero la octrina católica sobre la existencia del infierno no se basa en palabras metafóricas que Cristo pudo emplear en alguna ocasión, sino en la doctrina que desarrolló repetidas veces en sus enseñanzas, tal como se contiene en el Evangelio.

99,2. El infierno es la negación del amor y el fracaso de nuestra libertad. El infierno es la condenación eterna. Es el fracaso definitivo del hombre. Aquel que, con plena conciencia de lo que hace, rechaza la palabra de Cristo y la salvación que le ofrece; o quien , luego de aceptarla, se comporta obstinadamente en contra de su ley; o aquel que vive en oposición con su conciencia: éstos tales no llegarán a su destino de bienaventuranza y quedarán, por desgracia suya, alejados de Dios para siempre.

Puede ser interesante mi vídeo "El infierno: fracaso definitivo".

A algunos, que no han estudiado a fondo la Religión, les parece que siendo Dios misericordioso no va a mandarnos a un castigo eterno. Sin embargo, que el infierno es eterno es dogma de fe(988).

Pero hemos de tener en cuenta que Dios no nos manda al infierno; somos nosotros los que libremente lo elegimos. Él ve con pena que nosotros le rechazamos a Él por el pecado; pero nos ha hecho libres y no quiere privarnos de la libertad que es consecuencia de la inteligencia que nos ha dado. Jesucristo nos enseñó clarísimamente la gran misericordia de Dios. Pero también nos dice que el infierno es eterno. Cristo afirmó la existencia de una pena eterna, entre otras veces, cuando habló del juicio final: "Dirá a los de la izquierda: apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo"(989).

Y después añade que los malos "irán al suplicio eterno y los justos a la vida eterna"(990).

Es dogma de fe que existe un infierno eterno para los pecadores que mueran sin arrepentirse.

Aunque Dios es misericordioso, también es justo. Dice la Sagrada Escritura: "Tan grande como ha sido mi misericordia, será también mi justicia"(991).

Y su misericordia no puede oponerse a su justicia.

Como es misericordioso, perdona siempre al que se arrepiente de su pecado; pero como es justo, no puede perdonar al que no se arrepiente.

La justicia exige reparación del orden violado. Por lo tanto, el que libre y voluntariamente pecó y muere sin arrepentirse de su pecado, merece un castigo. Y este castigo ha de durar mientras no se repare la falta por el arrepentimiento; pues las faltas morales no se pueden reparar sin arrepentimiento. Sería una monstruosidad perdonar al que no quiere arrepentirse.

Dice Santo Tomás que Dios no puede perdonar al pecador sin que éste se arrepienta previamente(992).

Ahora bien, como la muerte pone fin a la vida, el arrepentimiento se hace ya imposible , porque después de la muerte ya no habrá posibilidad de arrepentirse(993).

Después de la muerte no se puede merecer nada: con la muerte se acaba el tiempo de merecer(994).

La falta del pecador que murió sin arrepentirse queda irreparada para siempre, luego para siempre ha de durar también el castigo.

En el infierno no es posible el arrepentimiento, lo mismo que en el cielo no es posible pecar. Los bienaventurados del cielo se sienten tan atraídos por el amor de Dios, que el atractivo del pecado les deja indiferentes.

Dios es infinitamente justo y no puede quedar indiferente ante las maldades que se hacen en este mundo. Cómo van a estar lo mismo en la otra vida, el asesino, el ladrón, el egoísta y el vicioso, que el honrado y caritativo con todo el mundo" Evidentemente tiene que haber un castigo para tanta injusticia, tanto crimen y tanta maldad como queda en este mundo sin castigo. El temor al infierno no es el mejor motivo para servir a Dios. Es mucho mejor servirle por amor, como a un Padre nuestro que es. Pero somos tan miserables que a veces no nos bastará el amor de Dios, y conviene que tengamos en cuenta el castigo eterno, porque es una realidad. Cristo nos lo avisa para que nos libremos de él.

Se oye decir de labios irresponsables: Hoy a la juventud no le interesa la religión del miedo o de las seguridades. Depende: tener miedo a cosas irreales es de idiotas; pero cerrar los ojos a los peligros reales es de imbéciles. Lo mismo: buscar seguridades ficticias es de idiotas; pero despreciar seguridades reales y preferir inseguridades, es de imbéciles.

El concepto de eternidad se opone al concepto de tiempo, que supone un antes y un después. La eternidad supone una duración ilimitada, una permanencia interminable. Una imagen que puede ayudar a entender la eternidad es un reloj pintado a las nueve en punto. Por mucho que esperemos, nunca señalará las nueve y cinco.

99,3. Debemos pedir a Dios muy a menudo que nos proteja en las necesidades de la vida. Dios tiene en su mano todos los acontecimientos de la vida y los gobierna con amorosa Providencia.

Dios está siempre presente en nuestras vidas. Nos ayuda y protege continuamente. Pero muchas personas sólo se acuerdan de Él cuando lo necesitan. Lo mismo pasa con el aire, que sólo nos acordamos de él cuando nos falta para respirar.

Sabemos que Dios es bueno y cuida de nosotros; aunque a veces no entendamos su Providencia.

Fiémonos de Él que está arriba y ve más. El que está en la cumbre señala mejor el camino de la subida que el que está abajo, que no ve que el camino que él cree mejor está cortado por un precipicio tras una peñas. El buen padre de familia quita a su hijo de botones para que aprenda un oficio. De momento deja de ganar unas pesetas; pero de botones sólo aprende a llevar cartas y a cerrar puertas, y cuando, por la edad, tenga que dejar el oficio, será un hombre inútil. Aprender un oficio es a la larga mucho mejor. Dios nos guía como un padre de familia a sus hijos.

El infierno existe, no porque lo quiera Dios, que no lo quiere; sino porque el hombre libre puede optar contra Dios. No es necesario que sea una acción explícita. Se puede negar a Dios implícitamente, con las obras de la vida. Si negamos la posibilidad del hombre para pecar, suprimimos la libertad del hombre. Si el hombre no es libre para decir NO a Dios, tampoco lo sería para decirle SI. La posibilidad de optar por Dios incluye la posibilidad de rechazarlo.

El gran misterio del infierno es que aunque Dios desea la salvación de todos los hombres, nosotros somos capaces de condenarnos. Dios nos ha creado libres y quiere que nos comportemos como tales. Negar la posibilidad de condenarnos es negar la libertad del hombre. Es anular al hombre. Afirmar que existe el infierno es tomar en serio la libertad del hombre. Dios ofrece la salvación, no la impone. El infierno es el respeto de Dios por tu última voluntad. Si tú libremente elegiste el pecado, mientras no te retractes, Dios te respeta. Y como con la muerte se acaba tu libertad, no cambiarás eternamente.

99,4. Se presenta el problema del mal.

El mal es un misterio que supera el entendimiento humano. Nos debe bastar el saber que Dios saca bienes de los males. Por ejemplo, para que el pecador reconozca su falta y se arrepienta; para que el justo expíe sus faltas en este mundo, gane así mayor gloria en el cielo, y dé buen ejemplo al prójimo con su paciencia; para que los hombres vivan más despegados de las cosas de la Tierra, porque esta vida es tiempo de prueba y no de premio, etc.

A veces, es difícil consolar a unos padres que han perdido a su niño angelical. Pero no podemos olvidar que Dios es padre amorosísimo, y no permite nada que no sea en bien nuestro. Dios conoce el futuro, y sabe si esa criatura angelical va a perseverar así o se va a torcer con gran daño para sí y para sus padres. Puede ser que la muerte angelical de ahora sería muy diferente el día de mañana.

Confiemos en que los planes de Dios son siempre para nuestro mayor bien.

Puede ser que en un caso concreto, no alcancemos a ver el bien que Dios saca de ese mal. Pero ya nos dice San Pablo que para los que aman a Dios, todo coopera en su bien.

Dios en su infinita Sabiduría subordina un bien inferior a un bien superior, el bien material al espiritual, el físico al moral, el profano al religioso, el terreno al celestial; porque no estamos hechos para la tierra sino para el cielo, no para el tiempo sino para la eternidad.

Sin negar el problema del mal, vamos a dar algunas ideas aclaratorias.

Mal es la carencia de un bien debido. Para la piedra no es un mal el no poder ver, pero sí lo sería para mí. En cambio para mí no es mal no tener alas, pero sí lo sería para un águila. Por eso dice Santo Tomás que el mal no es cualquier carencia de un bien, sino la carencia de un bien propio de una determinada criatura.

El único mal absoluto es el infierno: Todos los demás males son relativos: para unos sí, y para otros no; en un sentido sí y en otro no. Un terremoto puede ser un mal para mí, que en él he perdido mi casa y algunos seres queridos; pero no lo es para la Tierra que ha conseguido más estabilidad en su masa. Una enfermedad es un mal para mí en el sentido de que me hace sufrir, pero puede ser un bien si con ella me santifico y merezco más para el cielo.

En el hombre el mal físico produce dolor, y el mal moral es producido por el pecado. El mal físico es consecuencia de las leyes de la Naturaleza. El mal moral es consecuencia del mal uso de la libertad humana. Para evitar el mal moral, Dios tendría que quitar la libertad al hombre. Todo hombre libre es capaz de pecar. Y un hombre sin libertad dejaría de ser hombre. La libertad para ser bueno o ser malo es lo que hace meritorio ser bueno. Y hacer méritos para la vida eterna, es para lo que Dios nos ha puesto en la Tierra. Dice San Pablo : "Sabemos que Dios hace converger todas las cosas para el bien de aquellos que le aman"(995).

Si Dios impidiera al hombre hacer el mal, violentaría su libertad.

Dios tiene sus razones para permitir el mal. A nosotros nos basta con saber que Dios tiene Providencia, aunque desconozcamos sus caminos. La fe nos da la certeza de que Dios no permitiría el mal si no hiciera salir el bien del mal mismo, por caminos que nosotros sólo conoceremos plenamente en la vida eterna.

Evidentemente que Dios pudo haber hecho un mundo con otras leyes físicas. Pero todo mundo imaginable es perfectible. Para no poder ser superado hay que ser Dios, que es el único ser Omniperfecto. Dios ha pensado que este mundo es suficientemente bueno para que en él viva el hombre, y gane la gloria eterna que es el fin para el cual ha sido creado.

Pero, sobre todo, la respuesta al dolor es Cristo , que quiso pasarlo primero para animarnos a sufrir. Como la madre que prueba primero la sopa delante del niño, que no quiere comer, para animarle. El sufrimiento humano, individual o colectivo, a veces sólo tiene una respuesta: Cristo crucificado.

La Redención de la humanidad se ha hecho por el dolor. Por eso muchos santos han amado el dolor. El calvario se ha convertido en la meta ideal, según aquello de San Pablo que "no quería gloriarse de otra cosa que no fuera la cruz de Cristo"(996).

Y por extraña paradoja, el sufrir por amor a Cristo es una fuente inefable de consuelo. También lo dijo San Pablo : "Sobreabundó de gozo en medio de mis tribulaciones"(997).

Y es que el sacrificio realizado por amor pierde toda su dureza.

Incluso se convierte en alegría cuando se ama de verdad. Y además, la esperanza de la gloria. El dolor pasará, las tribulaciones se acabarán, el sufrimiento se extinguirá para siempre. Y todo ello quedará substituido por una sublime e incomparable gloria que no terminará jamás. Por eso dice San Pablo : "qué tienen que ver las amarguras y tribulaciones de la tierra si las comparamos con la inmensa gloria que nos aguarda en la eternidad""(998).

El cristiano no permanece pasivo ante el dolor propio o ajeno, y procura prevenirlo con todos los medios lícitos de que dispone. (...)

Cuando los recursos humanos se han venido abajo, cuando la CIENCIA Y EL AMOR SE HAN DECLARADO IMPOTENTES, EL CRISTIANO TIENE TODAVÍA un refugio. Para él, el cielo no está vacío. En él vive un Dios bueno,sabio y omnipotente del cual dependen todos los acontecimientos de la vida y todos los fenómenos del universo. Un Dios que conoce nuestras miserias y oye nuestras voces de auxilio, y puede, si le parece bien, socorrernos y consolarnos.

Y cuando la oración no es oída enseguida, el cristiano no se desanima.(...) Sabe aceptar con serena resignación los designios inescrutables de Dios, que es el más amoroso de los padres.

99,5. Todas las cosas tienen pros y contras. La electricidad nos trae muchos bienes (iluminación, telecomunicación, motores, etc.); pero también puede provocar un incendio por cortocircuito y matar por electrocución. A pesar de los peligros que supone la electricidad no por eso dejas de poner en tu casa instalación eléctrica. El mundo que Dios ha hecho tiene muchas cosas buenas, pero a veces ocurren adversidades y contratiempos. Son consecuencias de que el mundo es un ser en evolución. La dinámica de la evolución provoca contrastes y conflictos. A veces ocurren cosas que no comprendemos. Pero es absurdo querer entender a Dios al modo humano. Es como si un animal quisiera entender las ideas filosóficas humanas: es imposible. Es lógico que el hombre no entienda a veces el proceder de Dios. A nosotros nos basta saber que Dios es Padre, y permite el sufrimiento para nuestro bien. Lo mismo que una madre le pone a su hijo una inyección que éste necesita, aunque le duela. Dios deja actuar las leyes de la naturaleza y la libertad de los hombres, y no los mueve como el jugador de ajedrez las piezas.

Sin embargo, ha de ser un consuelo para nosotros saber que en igualdad de circunstancias, en el cielo gozan más, los que más han sufrido en este mundo con cristiana resignación. Es consolador saber que el sufrir pasa, pero el premio de haber sufrido por amor a Dios durará eternamente. En el cielo bendeciremos a Dios por aquellos sufrimientos que nos han merecido tanta gloria eterna.

No nos engañemos con el aparente triunfo de algunos malos. En primer lugar, porque el triunfo del malo se limita a esta vida, donde la experiencia enseña que no se da triunfo completo y libre de mal. Pero, sobre todo, porque el que peca es un fracasado para la eternidad, que es donde el fracaso es completo e irremediable. El único que triunfa es quien se salva.



(982) - DENZINGER: Magisterio de la Iglesia, nº 428ss.y 531. Ed. Herder. Barcelona

(983) - SAN PABLO:Primera Carta a Timoteo, 2:4

(984) - SAN JUAN CRISÓSTOMO: Homilía in Mat. XXlll, 7s. MIGNE:

Patrología griega, 47,290ss.

(985) - SAN AGUSTÍN: Ciudad de Dios, XX, 22; XXl, 9s. MIGNE:

Patrología latina, 40,285.

(986) - Libro de la Sabiduría, 5:6

(987) - Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, nº

(988) - Cardenal RATZINGER: Escatología, lll, 7, 1. Ed. Herder.

(989) - Evangelio de San Mateo, 25:41

(990) - Evangelio de San Mateo, 25: 46

(991) - Eclesiástico, 16:12s

(992) - SANTO TOMÁS: Summa Theologica, III

(993) - CÁNDIDO POZO, S.I.: Teología del más allá, 3ª, Vll, 3. Ed.

(994) - DENZINGER: Magisterio de la Iglesia, nº 778. Ed. Herder.

(995) - SAN PABLO: Carta a los Romanos, 8:28

(996) - SAN PABLO: Carta a los Gálatas, 6:14

(997) - SAN PABLO: Segunda Carta a los Corintios, 7:14

(998) - SAN PABLO: Segunda Carta a los Corintios, 4:17