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ARRAIJÁN: DEVOCIÓN EN EL DOMINGO DE RAMOS


Decenas de familias y fieles participaron en la procesión y bendición de ramos y palmas para inaugurar la Semana Santa que se celebró en la cabecera del Distrito de Arraiján, provincia de Panamá Oeste . El Domingo de Ramos puso de manifiesto la gran devoción expresada con el recogimiento del momento que se estuvo viviendo. 

La Misa conmemoró la entrada de Jesús a Jerusalén el domingo antes de Pascua. Además de la bendición de los ramos, el sacerdote Ramón Pérez Franco CP fue quien ofició la celebración y la homilía.

En la histórica plaza de Arraiján Cabecera, las personas se dieron cita por la mañana, uno de los actos más emotivos que marca el inicio de la Semana Santa, el domingo de ramos. Para ello, pequeños y mayores se agolparon a las puertas de la iglesia San Nicolás de Bari en la que el padre Ramón bendecía las palmas de los fieles que acudieron.

Tras la bendición, el séquito eclesiástico encabezó la procesión de las palmas junto con cientos de feligreses que a ritmo de Hossana caminaron por los alrededores y acudieron hasta la Iglesia para realizar la Eucaristía. 

Conforme a la tradición cristiana, se dio la lectura del Evangelio: El Padre Ramón Pérez personificaba el drama de la entrada de Jesús en el templo de Jerusalén antes de su crucifixión encabezando el diálogo como Jesús y los jóvenes Antonio Ifmi y Manuel Monroy, eran sus antagonistas. Por su parte el salmo responsorial fue cantado por el señor Vladimir Tenorio. 

Jesús vino a abrirnos el cielo, a darnos vida eterna y nadie le quitó la vida, Él la ofreció voluntariamente y así cumplía la voluntad de su Padre. Muchas veces trataron de matarlo pero no pudieron porque todavía no había llegado su hora. En el Viacrucis hacia el calvario Jesús llevó en un cortejo fúnebre a todos los demonios y los enterró para siempre con la Cruz. En ese momento de la muerte de Jesús los demonios se dieron cuenta del error eterno que habían cometido: eran ellos los que por su desobediencia el Señor les quito la visión beatífica de Dios y no supieron discernir que con la muerte de Jesús en el calvario el Hijo de Dios nos daba a nosotros vida eterna y ellos precipitados para siempre el en infierno.



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Fotos y video:  Narcisa Olayvar

25 COSAS QUE DEBERÍAS SABER SOBRE EL SANTO ROSARIO Y SU SORPRENDENTE PODER



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Cada familia debería designar un tiempo, un lugar y formar el hábito de rezar el Santo Rosario todos los días y ser bendecido con su sorprendente poder.

En honor a Nuestra Señora del Santo Rosario, conocida como Nuestra Señora de Fátima, hemos recopilado una sencilla lista de 25 cosas que deberíamos saber acerca del Santo Rosario y de su increíble y sorprendente poder

Esperamos que el leer esta lista, te motive a conocer mejor el Rosario. Mejor aún, esperamos que te motive a rezar el Rosario todos los días de tu vida. Sigue el estilo del Santo Papa Juan Pablo II:

"Para contemplar la Cara de Jesús a través de los ojos y del corazón de Nuestra Señora"

1.- Nombre dado en Fátima.

Nuestra Señora apareció en Fátima, Portugal seis veces iniciando en 1917 y la última aparición fue el tremendo Milagro del Sol. Ella reveló su identidad: "Nuestra Señora del Rosario".


2.- Virgen de Fátima y el Rosario.

Nuestra Señora apareció seis veces en Fátima, Portugal. Cada vez que apareció, insistió en el rezo del Rosario.

3-. Los sacerdotes están ahí para ayudarte.

¿El sacerdote del Rosario? ¿Cuál fue su nombre? ¡Padre Patrick Peyton!

4.- El Padre Peyton sobre el Rosario.

Hay dos comentarios a memorizar del sacerdote Patrick Peyton: "Un mundo que está en oración es un mundo en paz". Y ahora el más famoso: "La familia que reza unida, permanece unida". ¡Cuán cierto es esto, hoy más que nunca!

5.- La oración preferida de un Papa.

A inicios de su pontificado, el Papa San Juan Pablo II dijo que el Rosario era su oración favorita.

"El Rosario nos transporta místicamente junto a María, dedicada a seguir el crecimiento humano de Cristo en la casa de Nazaret. Eso le permite educarnos y modelarnos con la misma solicitud, hasta que Cristo «sea formado» plenamente en nosotros (cf. Ga 4,19)" (San Juan Pablo II)

6.- Un gran Papa escribió sobre el Rosario.

El Santo Papa Juan Pablo II escribió una obra maestra espiritual sobre el tema del Rosario: "El Rosario de la Santísima Virgen María" (Rosarium Virginis Mariae). En este,


7.- Los Misterios Luminosos.

En el documento citado arriba, San Juan Pablo II añadió, lo que nosotros llamaríamos un "eslabón perdido" en la serie de los misterios, los Misterios Luminosos.

8.- Los nombres de los Misterios Luminosos.

¿Puedes nombrar en orden los misterios Luminosos y el día en que el Santo Papa Juan Pablo II sugirió que se rezaran?

El Bautismo de Jesús, la Boda en Caná, el Anuncio del Reino de Dios y su llamado a la conversión, la Transfiguración, y la Institución de la Eucaristía. El día que el Papa sugirió rezarlos: ¡Jueves!

9.- Otros Papas recientes amaron el Rosario.

El Santo Papa Juan XXIII – quien recientemente fue canonizado junto al Santo Papa Juan Pablo II – usualmente rezaba las quince decenas cada día.

El buen San Juan XXIII llamó al Santo Rosario: "Un resumen del Evangelio completo".

10.- El Rosario es una oración Bíblica.

El Rosario es una oración Bíblica donde cada rezo y meditación tiene su fuente en la Biblia. Quizás entonces los Protestantes, amantes de la Biblia, pueden rezarlo también.

11.- Composición Bíblica.

Las oraciones que lo forman son el Padre Nuestro, que se reza seis veces y el Ave María que se reza por lo menos cincuenta y tres veces. Ambos, el Padre Nuestro y el Ave María, tienen su origen en la Biblia.

12.- Los Misterios.

Casi todos los Misterios del Santo Rosario son tomados de algún pasaje Bíblico o escena Bíblica.

13.- El Papa del Rosario.

El Papa Leo XIII (1878 – 1903), entre otros títulos, es conocido como el "Papa del Rosario". En el mes de Septiembre, durante seis años, este gran Pontífice escribió una breve encíclica sobre el Santo Rosario - ¡Cuánto amaba el Rosario y cuánto motivaba a la gente a rezarlo!

14.- El Rosario comparado a una persona humana.

San Luis de Montfort compara el Rosario con la composición de una persona humana. La persona humana tiene tanto un alma como un cuerpo; de igual manera el Santo Rosario.

El cuerpo del Rosario está formado por las oraciones centrales; el alma del Rosario es la contemplación de los misterios del Rosario. Si se reza y se contempla, el Rosario es una oración de monumentalimportancia y fuerza.

15.- Es también la oración preferida de María.

La oración preferida de Nuestra Señora es el Ave María. ¡Mejor aún! La oración predilecta de Nuestra Señora es el Santo Rosario, un ramo de cincuenta rosas ofrecidas al Corazón de nuestra Reina Celestial.

16.- El Rosario y la victoria naval.

La batalla de Lepanto, esa famosa victoria naval del siglo XVI, es atribuida a las súplicas del Santo Papa Pío V a los fieles Católicos para rezar el Rosario.

Ciertamente, los vientos y la marea cambiaron y las flotas Católicas vencieron a la flota Musulmana – ¡una gran victoria que cambió el curso de la historia!

El 7 de Octubre es la Fiesta Litúrgica de Nuestra Señora del Rosario – conmemorando la victoria del Rosario de Lepanto.

17.- El factor tiempo.

Muchos se quejan de no tener tiempo para rezar y, mucho menos, para rezar el Santo Rosario. ¡Prioridades!

En el tiempo de la novela o del programa que veamos por las noches (60 minutos), cuatro Rosarios podrían rezarse, 15 minutos cada uno. ¡Pongamos a Jesús, María y su oración en el centro de nuestras vidas!

18.- La fórmula de San Juan Pablo II.

Este gran Papa Mariano y ahora Santo nos da la clave para rezar el Rosario:

Contemplar la Cara de Jesús a través de los ojos y el corazón de María".

San Lucas el Evangelista nos recuerda a Nuestra Señora como contemplativa: "Nuestra Señora por su parte guardó todas estas cosas en su corazón".

19.- El Rosario clásico.

Una de las obras maestras espirituales más grande escrita sobre el tema del Santo Rosario es "El Secreto del Rosario" por San Luis de Montfort

Este mismo santo escribió otra obra maestra de consagración a María: "La Verdadera Devoción a María". ¡Ambos se deben leer para llegar a conocer y amar a Nuestra Señora y a Jesús aún más!

20.- El mes del Santo Rosario.

¿Sabías que Junio es el mes del Sagrado Corazón de Jesús, Julio el mes de la Preciosísima Sangre de Jesús y Mayo el mes de María?

Pero además, Octubre es el mes del Santo Rosario. Por lo tanto, deberíamos rezar el Rosario todos los días, pero especialmente en el mes de Octubre.

21.- El Padre Pío y el Santo Rosario

Este gran santo moderno insistió en que sus niños espirituales deberían tener el hábito de rezar el Santo Rosario diariamente.

Tratemos de seguir el consejo de los grandes santos; esto nos ayudará a alcanzar el cielo junto a Nuestra Señora como la Reina y a Jesús como el Rey.

22.- De sacerdote satánico a Santo.

En el documento del Santo Papa Juan Pablo II "Rosarium Virginis Mariae", el Pontífice menciona varias veces a un hombre del que muchos no han escuchado jamás: Bartolomé Longo. Este hombre cayó en prácticas satánicas y fue incluso consagrado como sacerdote de Satanás.

Sin embargo, se convirtió por medio del rezo y la propagación del Santo Rosario. Ahora él es el Beato Bartolomé Longo - ¡de sacerdote de Satanás a santo Católico!

El poder de Nuestra Señora es infinito si nos encomendamos a ella especialmente a través del Santo Rosario.

23.- El Rosario salva a la familia.

Cada familia debería designar un tiempo, un lugar y formar el hábito de rezar el Santo Rosario todos los días.

Oremos para que el padre de familia (sacerdote de la familia) tenga la iniciativa de llevar a su familia al rezo del Santo Rosario para su salvación eterna. Ciertamente, esto es muy cierto:

"Familia que reza unida, permanece unida".

24.- La Rosa Mística.

El poeta Dante describe a Nuestra Señora como la "Rosa Mística". San Juan Diego recoge rosas que Nuestra Señora arregló con sus propias manos.

La rosa más preciosa que le podemos dar a Nuestra Señora es el Rosario. Cada Ave María es una rosa que enviamos al cielo para llenar a Nuestra Señora de inmensa alegría.

25.- El 13 de Mayo de 1981 y el 13 de Mayo de 1982.

Estas fechas jamás serán olvidadas. La primera fue cuando el Santo Papa Juan Pablo II recibió un disparo casi mortal.

El siguiente año, el mismo pontífice se estaba arrodillando con su Rosario en mano, ante la imagen de Nuestra Señora de Fátima agradeciendo por su intercesión para salvarle la vida.

Él depositó la bala que estaba en su cuerpo en la corona de la imagen de Nuestra Señora de Fátima.

El 13 de Mayo fue la primera aparición de Nuestra Señora de Fátima a los tres pastorcitos: Jacinta, Francisco y Lucía.

Que Nuestra Señora del Rosario les bendiga, a sus familias, a sus seres queridos y al mundo entero con su amorosa mirada maternal y su ardiente Corazón Inmaculado.


FUENTE: www.pildorasdefe.net

¿POR QUÉ EL DEMONIO LE TEME A LA VIRGEN MARÍA?


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En las Sagradas Escrituras Dios revela la lucha que existe entre el bien y el mal desde los orígenes y que permanece hasta nuestros días. En este combate, el auxilio maternal de María juega un rol importante, especialmente en la lucha contra el demonio que le teme de manera particular a la Madre de Dios.

El famoso exorcista P. Gabriele Amorth al ser preguntado sobre el intercesor más efectivo de todos, contestó a ACI Prensa sin dudar: "por supuesto que la Virgen es la más efectiva. ¡Y cuando la invocas como María!"

"Una vez le pregunté a Satanás: ‘¿pero por qué te asustas más cuando invoco a Nuestra Señora que cuando invoco a Jesucristo?’ Me contestó: ‘porque me humilla más ser derrotado por una criatura humana que ser derrotado por Él’”, contó el sacerdote.

El P. José Fortea, otro reconocido exorcista, en su libro “Exorcística”, indica dentro de sus consideraciones pastorales en el ministerio del exorcismo que “es muy conveniente que las personas del equipo del exorcista se consagren a María”.

Más adelante señala: “tenemos que reconocer que somos tan poca cosa, tan débiles, que lo único que podemos hacer en esta lucha espiritual es ocultarnos bajo el manto de María, incluso en su santísimo vientre como un niño que está en su seno, tranquilo y dejándose llevar”.


Lo que dicen los santos

San Efrén solía llamar a la devoción a María como la “carta de libertad o salvoconducto para liberarse del infierno”. Mientras que a San Hugo de Cluny, la Madre de Dios se le presentó como la vencedora de Satanás.

En tiempos de Santa Catalina de Siena, Dios le dijo a la Santa: “por mi bondad, y en reverencia al misterio de la Encarnación, he concedido a María, Madre de mi Unigénito Hijo, la gracia de que ningún pecador, por grande que sea, que se encomiende devotamente, llegue a perder su alma en el fuego del infierno”.

Se dice que Santa Brígida tenía un hijo rebelde que decidió irse al ejército y en la guerra perdió la vida. Una noche la Santa tuvo un sueño en el que vio que al trono de Dios llegaban los ángeles de la oscuridad a protestar.

“Venimos a quejarnos porque nosotros tenemos permiso de acercarnos a los moribundos a llevarles tentaciones de desesperación. Pero hace unos días murió el hijo de Brígida, y cuando él estaba herido agonizando, llegó María, la Madre de Jesús, y nos alejó a todos de allí”, dijeron los malignos.

Jesucristo miró a su Madre y la Virgen le dijo: “Hijo: la madre de este joven me había rogado tanto por él, que yo consideré como un gran deber acompañarlo en la hora de su muerte, y como no había sacerdote cercano, le inspiré que hiciera un acto de contrición y muriera rezando con mucho fervor”.

Entonces el Señor dijo a los demonios: “Lo que mi Madre hace está bien hecho, alejaos vosotros de aquí”. Después de aquel sueño, Santa Brígida no volvió a angustiarse por la suerte eterna de su hijo.

Cabe aquí recordar que dentro de las armas poderosas para ganar almas y contra los enemigos de la fe está el Rosario, tal como se lo reveló la Santísima Virgen a Santo Domingo de Guzmán.

Una de las imágenes que más retrata la fuerza de María es en la que aparece ella aplastando la cabeza de la serpiente y que tiene referencia al libro del Génesis (3, 15), cuando Dios dice al enemigo: “enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu linaje y su linaje: él te pisará la cabeza mientras acechas tú su calcañar”.

San Juan Pablo II afirmó que “el Hijo de María obtuvo la victoria definitiva sobre Satanás e hizo beneficiaria anticipadamente a su Madre, preservándola del pecado. Como consecuencia, el Hijo le concedió el poder de resistir al demonio, realizando así en el misterio de la Inmaculada Concepción el más notable efecto de su obra redentora”.

En cierta ocasión el Santo Cura de Ars interrogó a un poseso: “¿Te posesionarás tú de nuestro país (Francia)?” –Y él contestó: “No puedo hacerlo porque esa Señora que Uds. llaman Virgen María, se pasea de norte a sur y de occidente a oriente impidiéndome actuar”.


FUENTE: www.aciprensa.com

POR QUÉ LAS POSESIONES DEMONIACAS FUERTES LA TRATAN LOS CATÓLICOS Y NO PROTESTANTES


Los católicos tienen una elaborada conceptualización para lidiar con los exorcismos que implica un ritual realizado sólo por el obispo o alguien especializado en que él delegue. Mientras que los evangélicos piensan que sólo la fe es necesaria y que cualquiera puede hacerlo.


exorcismo

La diferencia entre los católicos y los protestantes es que el catolicismo se basa en el principio de especialización y el mandato.

Que es lo que le permite ir más a fondo de la mera liberación de opresión.

Por eso exorcismos importantes comenzados por pastores protestantes son llevados luego a exorcistas católicos. Como el caso de exorcismo que dio lugar a la película El Exorcista, donde el pastor luterano que comenzó el exorcismo recomendó que llevaran al niño a un exorcista católico.

El padre Amorth exorcista de Roma dijo: “El poder de expulsar demonios que Jesús confirió a todos los creyentes conserva toda validez.

Es un poder general basado en la fe y en la oración, y puede ser ejercido por individuos o comunidades sin ninguna autorización. Sin embargo, en este caso, se trata de plegarias de liberación, y no se deben llamar exorcismos.

Sólo al sacerdote autorizado, además de al obispo exorcizante, corresponde el nombre de exorcista”. Habla un Exorcista, Planeta + Testimonio, pag. 43-44.

La liberación es una oración para liberar de la opresión del demonio pero sin utilizar el rito de exorcismo.

Nadie debe ejercer este ministerio sin autorización de la Iglesia.

Pero este principio de especialización crea un cuello de botella en las diócesis. 


LA FALTA DE EXORCISTAS

En todos los países hay falta de exorcistas.

Thomas Paprocki obispo de Springfield, la capital del estado de Illinois, por ejemplo, indicó en declaraciones que recoge Catholic News Services, que sólo un pequeño número de sacerdotes de EEUU “tienen la formación y los conocimientos suficientes para realizar un exorcismo”.

Por tanto, estos sacerdotes se han visto a menudo abrumados con solicitudes de realizar exorcismos en diferentes partes del país.

El obispo Paprocki indicó que en EEUU hay muy pocos exorcistas y en su opinión, es deseable que cada diócesis tenga su propia persona capaz de llevar a cabo el rito. 

Y esto a pesar que “No todo el mundo que piensa que necesita un exorcismo realmente lo necesita. Se usa sólo en aquellos casos en los que el demonio está envuelto extraordinariamente de muchas formas y posee a la persona. Esto raro, es extraordinario, como es también raro y extraordinario el uso del exorcismo. Pero tenemos que estar preparados”.

La archidiócesis de Madrid recibe pedidos de otras diócesis que no tienen exorcistas, solicitando ayuda para liberar posesiones demoníacas o influencias maléficas (amarres, magia negra de brujas y quiromantes, mal de ojo, echadores de cartas y esoterismos varios, incluido el reiki). Y llevó al ex Arzobispo, cardenal Rouco Varela a nombrar ocho exorcistas, uno por vicaría para atender la enorme avalancha de peticiones, y los puso en un periodo de formación acelerado.

Los nuevos exorcistas en formación cuentan con un equipo de psiquiatras que ayudarán a discernir si la persona en cuestión sufre alguna alteración psiquiátrica y se descarta la influencia maléfica.

Los exorcistas necesitan especializarse. Están obligados a conocer el mundo de las drogas y las sectas. Y los recursos disponibles para ayudar a las personas implicadas en estas problemáticas, muy ligadas a lo satánico.

Por su parte en México, en Querétaro, se inauguró la primera capilla construida y consagrada para la realización de exorcismos el 6 de febrero de 2011, lo que habla de una necesidad. Pero no sólo en Querétaro abundan los las consultas por exorcismos.

Datos de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) revelan que en el país se realizan hasta cinco consultas de este tipo al día. Y para evaluarlas hay que estar especializado y tener una estructura.

En el Distrito Federal se registran por lo menos 80 solicitudes al mes de personas que padecen algún tipo de malestar causado sobre todo por inmiscuirse en la brujería, “terreno del maligno”, afirmó el padre Pedro Mendoza, coordinador general de exorcistas de la arquidiócesis de México.


LOS CATÓLICOS Y LOS EVANGÉLICOS LOS TRATAN DISTINTO

Sin embargo esto que la Iglesia Católica hace no es bien visto por los evangélicos, que lo consideran superfluo.

La diferencia central entre como tratan el exorcismo los católicos y los evangélicos reside en que en los católicos existe un ritual de exorcismo que puede ser realizado sólo por un sacerdote autorizado.

Mientras que los evangélicos piensan que solamente la fe, que es la que salva, puede tanto prevenir la infestación como provocar la huida de los demonios cuando alguien está poseído. 

Por lo tanto los evangélicos consideran superfluo, burocrático y factor de dominación la existencia de un ritual, que pueda ser usado sólo por algunos, porque cualquiera puede hacerlo.

Por su parte la Conferencia de Obispos de EE.UU. dijo: “Aunque el criterio para hacer un exorcismo está cimentado en el ministerio de Jesucristo (cfr. Mc 1, 34. 39; Lc 4, 35; Mt 17,18), no existe un fundamento bíblico para el rito formal del exorcismo, aparte del uso de las citas o fragmentos de los salmos y del Evangelio, que fueron incluidos en el rito de exorcismo a medida que fue evolucionando. Lo que sí queda claro, sin embargo, es que el Señor Jesús involucró a los discípulos en su misión y al ser enviados continuaron la obra de exorcizar que comenzó Jesús. (cfr. Mt 10, 8; Mc 3, 14-15; 6,13; 16,17; Lc 9,1; 10,17). No fue algo que ellos hicieron en su propio nombre, sino en nombre de Aquel que les había conferido tal poder. Así es que el ministerio del exorcismo continúa en la vida de la Iglesia como parte del cuidado pastoral de las almas”.

Y también dijo que: “Los exorcismos están divididos en dos clases (o formas). Las formas sencillas o menores de exorcismo se encuentran en dos lugares. Primeramente para aquellos que se preparan para el Bautismo, el Rito de la Iniciación Cristiana de Adultos (RICA) y el Rito del Bautismo de Niños ambos contienen exorcismos. Segundo, el apéndice del Rito de Exorcismo incluye una serie de oraciones que pueden ser usadas por los fieles”.

Esto implica que dentro del manual de exorcismos que maneja la Iglesia católica hay instrucciones concretas para que los propios fieles hagan liberaciones, cosa que no tienen organizado los protestantes y evangélicos.


INTERPRETACIÓN DE LA ACCIÓN DE LOS DEMONIOS SEGÚN LA BIBLIA, POR UN PASTOR EVANGÉLICO

El pastor Timoteo Figueirido dice que el diablo y los demonios actúan en el mundo y pueden llegar a poseer a una persona, de acuerdo a lo que se cuenta en la Biblia. O sea que el punto de partida con los católicos es similar.

Los demonios – “se llaman espíritus inmundos o impuros” – son “seres de naturaleza espiritual e invisibles”, también conocidos como “ángeles caídos” puesto que siguieron a satanás en su rebelión contra Dios, su creador. Son de carácter inmortal, son poderosos, superiores al poder de un ser humano, y tienen personalidad”, dice el pastor Figueirido.

La obra de los demonios en las personas no es una explicación temporal que la Biblia hace de las enfermedades, debido a que el desarrollo de la medicina y la ciencia no se pudieran explicarlo en la época de los relatos evangélicos.

Entiende Figueirido que esto: es “difícil de aceptar para una persona que no crea en Dios, en el mundo espiritual, que siempre dirá que cualquier manifestación es una enfermedad”. Desde la medicina se apunta que los casos de posesión se pueden explicar como un trastorno de identidad, disociativa o epilepsia.

Sin embargo:
“los pasajes bíblicos hacen distinción entre enfermedad y posesión. No se mezclan. En Mateo dice que Jesús curaba a endemoniados, epilépticos y paralíticos, haciendo una distinción clara”. 

Pero entonces, ¿cómo identificar una posesión de una enfermedad? “Lo que es distintivo – dice Figueirido – es la respuesta ante la mención de Cristo. Podemos saber que es un problema espiritual cuando reaccionan violentamente ante este mensaje.  Además una persona poseída no responderá a los tratamientos que le estén dando los médicos”.


DIFERENCIA CON LOS EXORCISMOS CATÓLICOS

La Iglesia Católica ha popularizado la idea de que el exorcismo sólo puede ser realizado por una persona específicamente preparada para ello a través de ciertos rituales.

Sin embargo, el pastor evangélico dice que la forma de enfrentar los demonios en la Biblia es bastante más sencilla y directa.

“Los apóstoles y Jesús sacaban los demonios con unas palabras. No hay un ritual con una orden la persona queda liberada. Los apóstoles hicieron lo mismo, y lo hacían en el nombre de Jesús. No hay un enfrentamiento, ni discusión, ni reprensión, ni insultar a los espíritus” apunta Figueirido intentando romper con toda la imaginería creada alrededor del exorcismo. Sin embargo, ¿esto se compadece con la realidad?

Si a una sóla orden del exorcista el demonio sale, ¿por qué los exorcismos suelen desarrollarse en varias sesiones, e incluso años? ¿Y por qué los pastores protestantes derivan los casos complicados a los exorcistas católicos?

Pero este pastor evangélico va más allá, explicando que: en realidad, “la palabra ‘exorcismo’ sólo aparece en Hechos 19:13 y se refiere a personas que no eran cristianas que practicaban un exorcismo ambulante”.

Se trata, él sostiene, por tanto de un concepto heredado de otras tradiciones culturales o religiosas que no tienen lugar en la Biblia. En caso de que un cristiano enfrente la circunstancia de estar ante una persona poseída por un demonio no necesita, por tanto, tener un cargo específico, ni siquiera una preparación, según este pastor protestante.

“Se nos llama a que, como discípulos, podamos ejercer ese poder de echar demonios en el nombre de Jesús, porque no somos nosotros quienes tenemos poderes, es el Espíritu de Dios. El siervo de Dios actúa en el nombre de Jesús para expulsarlo”.

El único requisito que presenta la Biblia es tener fe.  “Jesús recriminó a sus discípulos en un momento que no fueron capaces de sacar un demonio porque no tuvieron fe. Se requiere fe para que uno pueda expulsar a un demonio de otra persona”, afirma Timoteo Figueirido.


LA MEJOR PROTECCIÓN NO ES EL RITUAL DE EXORCISMO SINO LA FE, DICEN

José de Segovia, teólogo protestante y periodista, es el escritor de‘Ocultismo: parapsicología o fraude’. Este autor explica que: “Lo único que hace el exorcista (católico) son rituales con crucifijos, estampas, agua bendita, velas, conjuraciones y rosarios… Nada de esto tiene poder contra el diablo, según la Escritura. Jesucristo y los apóstoles se enfrentan con demonios, pero no recurren a ninguna fórmula para dominarlos”.

Nuevamente la teoría que no se compadece con la práctica. El teólogo explica que la doctrina bíblica enseña que Cristo“ha vencido” a satanás y a los demonios, por lo que un creyente “no puede ser poseído”.

¿Es así en todos los casos?

Por lo que: “Cuando somos salvos por la obra de Cristo, somos librados de la potestad de las tinieblas (Colosenses 1:13-14). Somos atacados por el diablo, pero tenemos seguridad en Cristo (Romanos 8:37). El maligno no puede tocar a un hijo de Dios (1 Juan 5:18), porque no puede deshacer su obra.

El Señor nos protege con su fidelidad (2 Tesalonicenses 3:3)”.

En esto coincide también Figueirido, que agrega que la mejor protección que podemos tener ante el diablo es: “Como dice Santiago 4:7 someternos a Dios, resistir al diablo, y este huirá.

Teniendo firmeza en Cristo, los demonios huyen. Tener a Cristo – concluye – en la vida es lo principal para protegerse”.

Aunque hay poder en satanás y en los demonios, la Biblia afirma que el poder de Cristo es mucho mayor.

Por ello afirma José de Segovia que quien quiera “ser libre” de toda amenaza espiritual debe: “Confíar en la obra de Jesucristo, que da la victoria frente al mal.  Ya que ‘despojando a los principados y las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz’ (Colosenses 2:15).

¡No tengan miedo!, pero no por la fuerza de un ritual, sino por la obra de Cristo Jesús, que ha vencido en la cruz”.

A todo esto uno se tendría que preguntar si los clientes de este Señor, o sea los protestantes y evangélicos, tienen una fe tan profunda como para que el demonio no los posea, obsesione, veje. Y seguramente la respuesta es NO, sobre todo en este momento de apostasía. Por lo que uno llega a la conclusión que lo suyo es pura teoría. 


LA POSICIÓN DE LA IGLESIA CATÓLICA

La iglesia católica distingue tres áreas que deben estar muy bien definidas para evitar confusiones: Exorcismo Mayor o Solemne, Exorcismo Menor u Oración de Liberación, y Oraciones para pedir la salud de los enfermos.

El Exorcismo Mayor o Solemne se realiza para liberar de alguna posesión diabólica, que efectivamente se dan, pero muy rara vez. Para ello se utiliza el “Ritual de Exorcismos”. Y quien lo realiza debe apegarse a las normas en cuanto al uso de ornamentos, signos sagrados y oraciones.

Entre las que destacan las imperativas, en las que se ordena a Satanás que, en nombre de Jesucristo, salga y deje en libertad a la persona poseída.

El Exorcismo Mayor o Solemne no puede realizarlo más que el obispo o un sacerdote, delegado por él. Y sólo se puede practicar hasta después de un concienzudo discernimiento. Sirviéndose, incluso, de un asesoramiento médico y psiquiátrico que permita tener la certeza de que realmente se trata de una posesión diabólica y no de una histeria, trauma o enfermedad mental.

Incluso hemos visto casos en que se realizan a la par el tratamiento psiquiátrico y el exorcismo para ir cotejando los resultados. El Exorcismo Menor se realiza para liberar de opresiones u obsesiones, maleficios o influencia diabólicas de personas o cosas.

Se le llama también “Oración de Liberación”. Y consiste en oraciones de súplica o de intercesión en las que se pide que, por la sangre preciosa de Cristo, los méritos de la Virgen María o de los santos, sea liberada una persona, casa o cosa, previa renuncia a Satanás y de prácticas esotéricas, de adivinación etc.

Comúnmente se practica para liberar a aquellas personas que creen ser víctimas de la mala suerte, de algún maleficio, que sufren alguna influencia demoníaca o están poseídas de algún espíritu maligno.

También se realiza cuando alguna persona escucha ruidos en su casa, se mueven las cosas, se prenden o apagan las luces, el radio, sienten miedo, angustia, depresión o sufren enfermedades incurables a causa de hechizos o brujería.

Aquí es necesario aclarar que todos estos signos y otros semejantes -tanto en personas como en cosas – nos hablan de una influencia o infestación demoníaca provocada por un desconocimiento y debilidad o falta de fe y confianza en Dios.

Habiendo en cambio una credulidad e, incluso, prácticas – de las mismas personas o como herencia de sus ancestros – en esoterismo, ocultismo, magia, brujería espiritismo, adivinaciones, consultas a la guija, los horóscopos, lecturas de carta, café, etc.

El Exorcismo Menor u Oración de Liberación lo puede hacer cualquier sacerdote sin necesidad de ser nombrado exorcista y puede usar las oraciones que para ello sugiere el “Ritual de Exorcismos”, o aquellas que sean de su preferencia o, incluso, de su cosecha personal.

También las pueden hacer laicos en grupos de sanación por ejemplo.

Se debe tener cuidado de no confundir una verdadera influencia o infestación demoníaca, de aquellas que son más bien problemas psicológicos o enfermedades físicas que provocan una histeria o hipocondriasis, como una manera de atraer la atención y llenar la falta de afecto.

Finalmente, están las oraciones para pedir la salud de los enfermos que son oraciones de petición a Dios por intercesión de santos para la sanación de problemas físicos, emocionales o psíquicos, de recuerdos, resentimientos, rencores, perdón, reconciliación, etc.

Estas son oraciones para pedir a Dios por aquellas enfermedades de orden natural, aunque ciertamente, como consecuencia del pecado, son provocadas por satanás a través de la tentación con la que hace caer al hombre. Esto es lo que habitualmente realizan los laicos.

La distinción de estas tres áreas está sustentada en la “Instrucción sobre las oraciones para obtener de Dios la curación” emitida el 14 de septiembre de 2000 por el entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Joseph Ratzinger.



ES NECESARIO LA ESPECIALIZACIÓN PORQUE HAY NUEVAS MODALIDADES DEL MAL

El portavoz oficial de la Asociación Internacional de Exorcistas, el psiquiatra, Valter Cascioli entrevistado por Radio Vaticano ha alertado sobre las consecuencias del ocultismo, satanismo y el esoterismo dijo,

“Estas prácticas abren el camino a la actividad demoniaca.  El número de las personas que han hecho estas prácticas sufren graves daños sociales, psicológicos, espirituales y morales”.

Pero lo más interesante es que el profesional admite que la Asociación de Exorcistas ha constatado un aumento preocupante de la actividad del demonio, llamada “extraordinaria”, ”que se manifiesta en obsesiones, vejaciones y posesiones demoníacas”.

Los riesgos de la actividad del demonio, según Cascioli aumentan debido al momento histórico.
“El individualismo, la superficialidad, la secularización, parecen dominar nuestra sociedad”.

Es en estos síntomas, el experto, considera que se encierra una lucha entre el bien el mal. “La lucha contra el maligno que se está convirtiendo en una emergencia”.  La fuerza del mal, la oposición al bien de Dios, aumenta debido a “la debilidad de la fe, a la falta de normas, a la falta de valores, y al relativismo cultural” señaló.

Esta cultura del mal se difunde a través de “libros, programas de televisión, películas” que esconden mensajes ‘sensacionalistas’.

Pensados para llegar a las nuevas generaciones para llevarlos a la“práctica del ocultismo, el satanismo, y muchas veces a practicarlo” directamente.

Por último, el portavoz de la Asociación Internacional de Exorcistas anota que “El diablo – no sólo nos separa de Dios- sino que también separa a las personas, las familias.

Separa además de la realidad porque, lamentablemente, a veces existen situaciones de alienación mental, que siguen a las actividades secundarias del demonio” llamadas extraordinarias. Este cambio se suma a otro registrado por un exorcista estadounidense, el padre Vincente Lampert, que dice que está viendo un tipo nuevo de casos.


ALGO NUEVO ESTÁ VIENDO

El sacerdote católico Vincent Lampert, compartiendo sus experiencias sobre exorcismos y los enfrentamientos con la realidad del mal en el campus de la Universidad de Illinois, dijo que ha experimentado un comportamiento inusual en los últimos años.

Las cosas que suceden en los exorcismos en que él ha participado no son como los de las películas dice, pero últimamente se está encontrando con fenómenos más extraños.

El exorcista del Vaticano dijo que ha experimentado un comportamiento inusual en los últimos años. Él describió la realización del rito en una mujer con una voz profunda que dijo estar poseída por el demonio Leviatán, quien exhibió un comportamiento animal, incluyendo aullidos y gruñidos.

“Ella se abalanzó sobre mí como un perro salvaje”, dijo. Cuando Lampert completó el exorcismo, la voz de la mujer cambió de grave a aguda mientras recitaba las palabras: “Dios te salve María, llena eres de gracia…”. “La mujer cambiaba frente a mí más rápido de lo que podía chasquear los dedos”, dijo. Dijo que una vez vio a una mujer poseída sacudirse violentamente antes de que comenzara a levitar unos 4 o 5 centímetros por encima de una silla durante un exorcismo. “El diablo, el padre de todas las mentiras, utiliza el ilusionismo o el engaño”, dijo.

Lampert dijo que también ha visto a la gente hablar y comprender idiomas que no habían conocido anteriormente.

Una persona poseída, le arrancó la estola que el sacerdote llevaba en su cuello y la pisoteó, presentando lo que Lampert describió como “una fuerza sobrehumana”.

Y otra persona experimentó lo que Lampert llama percepción elevada: conocer información no conocida previamente.

SIN ESPECIALIZACIÓN NO HAY DISCERNIMIENTO DE LA POSESIÓN

Aunque algunas personas creen que los exorcismos son reliquias de la época medieval. Lampert dijo que la Iglesia Católica sigue creyendo que el mal existe.

El Rito de exorcismo revisado de la iglesia entró en vigor, dijo, en 1999, en sustitución de un texto que había estado en uso desde 1614. “El tema principal del Nuevo Testamento es el choque entre el reino de Dios y el reino del mal”, dijo.

Lampert añadió que la mayoría de las personas que experimentan una crisis espiritual no están siendo poseídas por un demonio.

Dijo que muchas de las condiciones físicas o mentales, como la epilepsia, el síndrome de Tourette y la esquizofrenia, pueden imitar los síntomas de posesiones demoníacas.

Y él siempre exige que la víctima tenga una evaluación con un profesional de salud mental, y luego se reúne con el profesional acerca de si en él o en ella hay una causa médica o si pasa algo que no se puede explicar, antes de proceder.

Dijo que el objetivo general es dar a la persona la ayuda que él o ella realmente necesita. “La psicología y la religión no deben estar en contradicción entre sí debido a que el objetivo general es proporcionar ayuda a la persona”, dijo.
Como hemos dicho desde el principio, sólo la fe no basta para eliminar dar la batalla a los demonios.

Es necesario especializarse, conocer experiencias de otros, estudiar sectas, ocultismo, satanismo, etc.. Y tener experiencia de haberse enfrentado a casos.

Pastores protestantes que se enfrentan a casos de posesión difíciles no tienen empacho en derivarlos a exorcistas católicos. Mientras otros “tocan de oído”.

FUENTE: Documento preparado y obtenido en forosdelavirgen.org/


AYUNO Y ABSTINENCIA



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Llamamos "ayuno" a la privación voluntaria de comida durante algún tiempo por motivo religioso, como acto de culto ante Dios.

En la Biblia el ayuno puede ser señal de penitencia, expiación de los pecados, oración intensa o voluntad firme de conseguir algo. Otras veces, como en los cuarenta días de Moisés en el monte o de Elías en el desierto o de Jesús antes de empezar su misión, subraya la preparación intensa para un acontecimiento importante.

El ayuno es símbolo y expresión de una renuncia a todo aquello que nos impide realizar en nosotros el proyecto de Dios.

Junto con el desierto y la oración, el ayuno parece ser una de las mediaciones privilegiadas de todo tiempo penitencial, de revisión de vida y de búsqueda sincera de Dios. Sin embargo, los profetas Joel e Isaías nos indican el verdadero sentido de esta antigua práctica penitencial:

"Vuelvan a mí de todo corazón, con ayuno, llantos y lamentos. Desgarren su corazón y no sus vestiduras, y vuelvan al Señor, su Dios". (Joel 2, 12-18)

"Este es el ayuno que yo amo, oráculo del Señor: soltar las cadenas injustas, desatar los lazos del yugo, dejar en libertad a los oprimidos y romper todos los yugos; compartir tu pan con el hambriento y albergar a los pobres sin techo; cubrir al que veas desnudo..." (Isaías 58, 6-9)

El ayuno debe ser un gesto de solidaridad efectiva con los que pasan hambre (es decir, ayunan forzosamente) trabajando por la eliminación de toda la injusticia en la vida personal y social, y por la liberación de toda opresión, explotación y corrupción.

Tal vez se trate de hablar menos, de hacer menos gestos superfluos, de perder menos tiempo frente al televisor para entregarlo a alguien que necesite nuestra asistencia. Por eso el ayuno tiene que ir unido a la limosna, al gesto caritativo, que es también una acción preferencial de la Cuaresma.

Ayuno y Abstinencia

- El ayuno consiste en hacer una sola comida al día.
- La abstinencia consiste en no comer carne.
- Son días de abstinencia y ayuno: Miércoles de Ceniza y Viernes Santo.
- La abstinencia obliga a partir de los 14 años.
- El ayuno de los 18 hasta los 59.
- Con estos sacrificios, se trata de que todo nuestro ser (espíritu, alma y cuerpo) participe en un acto donde reconozcan la necesidad de hacer obras con las que reparemos el daño ocasionado con nuestros pecados y para el bien de la Iglesia.

Ayuna de juzgar a otros. Descubre a Cristo que vive en ellos.
Ayuna de palabras hirientes. Llénate de frases sanadoras.
Ayuna de descontento. Llénate de gratitud.
Ayuna de enojos. Llénate de paciencia.
Ayuna de pesimismo. Llénate de esperanza cristiana.
Ayuna de preocupaciones. Llénate de confianza en Dios.
Ayuna de quejarte. Llénate de parecio por la maravilla que es la vida.
Ayuna de las presiones. Llénate de una oración que no cesa.
Ayuna de amargura Llénate de perdón.
Ayuna de darte importancia a ti mismo. Llénate de compasión por los demás.
Ayuna de ansiedad sobre tus cosas. Comprométete en la propagación del Reino.
Ayuna de desaliento. Llénate del entusiasmo de la fe.
Ayuna de pensamientos mundanos. Llénate de las verdades que fundamentan la santidad.
Ayuna de todo lo que te separe de Jesús. Llénate de todo lo que te acerque a Él.

El ayuno junto con la oración y la caridad, ha sido desde muy antiguo una "practica cuaresmal" como signo de la conversión interior a los valores fundamentales del evangelio de Cristo.

Cuaresma: Tiempo de preparación para la pascua del Señor mediante la oración, el ayuno y la entrega de nuestro prójimo; Tiempo de conversión para volver a Dios Padre misericordioso.

Este mensaje, elaborado por Evangelium, tiene como finalidad difundir la Palabra del Señor para que, quien con un corazón sincero lo busque, encuentre en El, el verdadero sentido de su vida.


FUENTE: www.aciprensa.com 

NATURALEZA Y ALCANCE DEL EXORCISMO CATÓLICO


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Padre Carlos Spahn sacerdote exorcista


Por R.P. Raúl Sánchez Abelenda.

1. NOMBRE Y NOCIÓN 

1.1. Inútil es buscarlos fuera del vocabulario y usos cristianos. Los exorcismos designan el medio, el procedimiento empleado para alejar la presencia real o presunta del demonio, a fin de desalojarlo de un lugar, de un objeto, de un cuerpo, sobre todo de un cuerpo humano, que él ocupa, posee —de ahí "posesos"—, infecta u obsesiona.

El término se remite etimológicamente a "exorkismós" , extraño a la grecidad clásica y que por su valor específico y sentido semántico y técnico pertenece, en sí mismo y en sus derivados, al lenguaje eclesiástico. Pero ya "orkós" (juramento, testigo del juramento), "orkízo" (hacer jurar, tomar por testigo un juramento) y "exorkízo" (conjurar, exorcizar) son vocablos que orientan el sentido.

Dos veces emplea este verbo la versión de los LXX, en el sentido de hacer prestar juramento (Génesis, 24, 3) y de abjurar, apelar a la conciencia, al deber (III Reyes, 22, 16), con sus paralelos neotestamentarios San Mateo 26, 63 ("Te abjuro en nombre del Dios vivo que nos digas si tú eres el Cristo, Hijo de Dios") y Hechos 19, 13 ("ciertos judíos exorcistas giraban de una parte a otra invocando sobre los endemoniados el nombre del Señor Jesús..."). 

1.2. Propiamente hablando, el exorcismo es una abjuración al demonio para obligarlo a evacuar un lugar, a abandonar una situación, a dejar en libertad una persona que tiene, más o menos, en su poder. La abjuración se hace ya bajo la forma de una orden intimada directamente al demonio pero en nombre de Dios o de jesucristo, ya de una invocación o de una súplica dirigida a Dios y a Nuestro Señor Jesucristo para conseguir que ellos den la orden de expulsión o que aseguren su ejecución. Esto exige en el cristiano la creencia en el soberano poder de Dios sobre los demonios; es su aplicación práctica. Por esto el exorcismo constituye un acto insigne de fe y de religión. 

1.3. De una manera más general y simplemente como abjuración o conjuro de los demonios y como oración o ceremonia preservativa o defensiva de ellos, ya se encuentra su uso en el judaísmo y en diferentes formas de paganismo moderno y antiguo, mezclado aquí con toda suerte de aberraciones y abusos supersticiosos. Esto no debe extrañarnos, pues aún bajo sus deformaciones manifiesta la creencia y vida religiosa. Y si la malicia, sutilidad curiosa y pereza humanas abusan de un principio, de una costumbre, de una institución, ésto no es razón para que se incrimine o rechace la institución misma, la costumbre o el principio.


2. HISTORIA

2.1. Hemos aludido al ámbito extracristiano. Interesa el ministerio de Nuestro Señor Jesucristo y los Apóstoles. Lugar muy importante tienen los exorcismos durante la vida pública del Salvador, según los refieren los Evangelios (San Marcos, 1, 32 ss., 39; San Mateo, 4, 23 ss.; San Lucas, 7, 21; 8, 2; 13, 22: "He aquí que yo echo a los demonios y curo a los enfermos") y la afir­mación de San Pedro: "Pasó haciendo el bien y curando a todos los que estaban bajo el poder del diablo" (Hechos, 10, 38).

Siete casos especiales narran los evangelistas sinópticos; pero no se tra­ta de acumular citas. Cristo se dirige a los demonios en forma imperativa, con magisterio y como Dios. Laconismo absoluto y autoritario, sin réplicas y sin resistencia del demonio; incluso a distancia. Y cuando suplican intro­ducirse en animales es porque nada pueden sin su permiso. Confiesan su divinidad. Y Cristo refuta la injuria de echar al demonio por su poder: "Si Satán combate a Satán, ¿cómo subsiste su reino? " (San Mateo, 12, 26). El uso de los exorcismos es prueba de su misión divina, incluso si los hacen otros en su nombre. Y al asociarlos a los Apóstoles a su misión divina los asocia a su poder taumatúrgico (San Marcos, 16, 17 ss.), poder comunicado tam­bién a los setenta y dos discípulos (San Lucas, 10, 17): "Los mismos demonios se nos sometían en vuestro nombre" (San Lucas, 18, 20). Poder que con otros carismas no son un mérito del que los emplea y poder en su eficiencia, ade­más, condicionado. Exige una fe viva (San Lucas, 9, 37-44; San Marcos, 9, 13-28; San Mateo, 17, 24 ss.) y la expulsión de algunos demonios requieren ayuno y oración (San Mateo, 17, 19 ss.). El exorcismo en nombre de Jesús no es fatalmente eficaz ni mágico o automático (como el uso judío); debe ser acompañado con virtudes y actos morales particularmente antipáticos a los demonios. 

2.2. La Iglesia primitiva recoge y aplica las directivas de su Fundador. La realidad eficiente del exorcismo fue utilizada por los apologistas en fa­vor de la divinidad del cristianismo (Tertuliano, Apol. 23; Minucio Félix, Oct. 27). San Cipriano y Lactancio testimonian el temor de los cristianos en los demonios. San Hilario de Poitiers señala la Imposición de las manos co­mo parte del rito, en cambio San Martín de Tours usaba el cilicio y la ora­ción; San Eufrasio los signos de la Cruz y Orígenes afirma que no se nece­sita sabiduría sino fe. San Atanasio rechaza la retórica que provoca risas en los demonios, pero que no pueden soportar la Sagrada Escritura. Y Grego­rio de Nisa exige la oración y la imposición de las manos y rechazo de to­da simonía. Quien más ha hablado de exorcismos es San Cirilo de Jerusa­lén, exigiendo orden y decencia y aludiendo al óleo exorcizado. "Ad litte­ram" refiere los exorcismos del milenario rito bautismal.


3. DISCIPLINA Y DOCTRINA DE LA IGLESIA

3.1. Jamás la Iglesia ha abandonado la práctica del exorcismo, aún en su sentido pleno y primitivo, es decir, los ritos destinados a expulsar al demo­nio de las personas, lugares u objetos cuya presencia e influencia se manifiestan sensiblemente. Podemos remitirnos al Código de Derecho Canónico (cánones 1151-1153; cfr. los comentarios respectivos de la B.A.C., Madrid, 1952, pág. 431 s.) y a la meridiana explicación de Santo Tomás de Aquino en su " Suma Teológica " (IIª IIae, 90, 2).

3.2. Exorcismo de los posesos. Cabe señalar que no debe sobreestimar-se ni subestimarse la naturaleza y eficiencia real del exorcismo; en última instancia, la fe católica nos ancla en Dios con plena seguridad y confianza. De ahí que deban agotarse todas las tentativas naturales para que no se confundan los casos de cercanía y/o posesión diabólicas con cuadros psi­cóticos, orgánicos, etc., aún cuando presenten fenómenos de levitación, preanunciaciones, xenoglosia, etc.; no se descartan, por ende, sintomatolo­gías coincidentes. Cualquiera sea el caso de posesión, jamás el demonio puede llegar a ejercer domino directo sobre el alma del endemoniado; esto es propiedad exclusiva del Creador. Por otra parte, es doctrina tradicional, ya expresada por San Atanasio y San Hilario, que con la difusión del cris­tianismo disminuye el caso de posesión, pero recrudece cuando se debilita la influencia de la Iglesia; baste recordar la época renacentista con su auge de prácticas supersticiosas, hasta de idolatría demoníaca, o cuando se pro­fanan los lugares santos, aún cuando alternan cosas sagradas y profanas. De ahí la circunspección prudentísima de la Iglesia, con sus reglas extrema­damente precisas, para evitar que cualquier precipitación no torne incon­venientes y despreciables la naturaleza y finalidad del exorcismo; actitud que reviste una gravedad excepcional en nuestra época confundida y es­céptica. En relación con los malos espíritus deben salvaguardarse los dere­chos soberanos de Dios y la dignidad humana, para que ninguna forma de conjuro degenere en práctica supersticiosa y mágica, de procedimientos mecánicos y casi como homenaje al demonio (cfr. Santo Tomás, op. cit.).

3.3. Los exorcismos son sacramentales. Éstos —sabemos— son las co­sas, en sentido restringido, o acciones de las que suele servirse la Iglesia pa­ra conseguir por su impetración efectos principalmente espirituales (cfr. canon 1144 del Código de Derecho Canónico). La Iglesia tiene la plena potestad sobre los sacramentales que son de institución eclesiástica, pero vinculados mediatamente al poder santificador de su Fundador, autor de los sacra­mentos. Los hay en un sentido amplio y estricto; a este género pertenecen los exorcismos públicos, tanto solemnes como simples (cfr. los menciona dos comentarios del Código de Derecho Canónico). Por ser sacramental el exorcismo ejerce un influjo no físico sino moral, y en rigor no tiene en cuen­ta principalmente la santidad del exorcista. Su eficiencia no es incondicio­nada ni infalible, pero sí independiente de los méritos del ministro, a quien, empero, la Iglesia le exige condiciones especiales, ante todo, la licencia ex­plícita para cada caso. La eficacia del exorcismo proviene de la victoria de Cristo Redentor sobre el reino diabólico. En efecto, los demonios sienten naturalmente horror hacia los misterios de la fe, por los que se conocen vencidos; de ahí que huyan y se atormenten ante el signo de la Cruz o el nombre de Jesús. La Iglesia con su oración, impetra a Cristo, su Esposo, la fuga de los demonios. Y goza de un poder especial para imperar sobre los demonios (cfr. " Suma Teológica", III ª , 71, 3;118 Ir, 90, 2). En todos los casos, sin embargo, Dios tiene razones para que no se logre dicha fuga; no puede negarse la relación entre las cualidades morales del exorcista y del pacien­te. De ahí, que la Iglesia insista en la conducta irreprochable del exorcista.

3.4. Exorcismos preparatorios del Bautismo. Son exorcismos públicos simples, para los que no se requiere ninguna delegación especial de la au­toridad competente. Sin el bautismo, en cuanto tal, no producen un efecto diferente del bautismo mismo, aunque preparan la adquisición c la gracia con la plena remisión de los pecados —efecto formal del bautismo en cuan­to tal—, en cuanto apartan la influencia externa del demonio y sus esfuer­zos para oponerse a la salvación del bautizando y obstaculizar la liberación del reato de la culpa y de la pena (cfr. "Suma Teológica”, IIIª, 71, 3).

3.5. Exorcismos sobre cosas inanimadas. Su rito considera las vivien­das y otros objetos materiales. La Iglesia sabe que los demonios, en tanto que naturalezas inteligentes y superiores, tienen la capacidad natural de obrar en el mundo visible y de servirse de las fuerzas naturales para sus designios perversos. No obstante esta actividad, como todo accionar munda­no, está siempre subordinada a las reglas y límites impuestos por la Divina Providencia. Además, como consecuencia del pecado original, este poder natural de los espíritus malos tiene una extensión nueva. En consecuencia, lugares y cosas pueden estar sometidos, como las personas, a ciertas in-fluencias diabólicas especiales. Señálese, por ejemplo, un lugar sacro desa­cralizado. El exorcismo en estas eventualidades no es sino una oración o súplica dirigida a Dios, en nombre de la Iglesia —impetración sacramen­tal—, para que se digne rechazar o frenar dichas influencias; oración que implica la fe en la omnipotencia divina y la esperanza y confianza filial en su misericordiosa bondad. Así la Iglesia bendice bajo forma de exorcismos, la sal, el agua, el aceite., que a su vez sirven para la bendición y consagra­ción, sobre todo solemne, de otros objetos o lugares destinados al culto público o privado (templos, altares, ornamentos y vasos sagrados, campanas, etc.). El agua bendita, de uso tan frecuente y popular entre los fieles, es una mezcla de agua y sal exorcizadas, a la que, gracias a las súplicas solemnes de la Iglesia, Dios les ha concedido una virtud de protección especial con­tra los espíritus infernales.


4. CONCLUSIÓN

Cabe señalar, en primer término, el carácter eminentemente religioso y moral del exorcismo. Tal como ha sido recibido y practicado en la Iglesia Católica, el exorcismo es una consecuencia natural, lógica, de la creencia en las posesiones diabólicas. Su aplicación directa a personas y a cosas, está fundada inmediatamente en la promesa de Cristo (San Marcos, 16, 17) y en su ejemplo y el de los apóstoles y conforme a los principios y usos de toda la tradición cristiana. Pero también constituye un acto de religión en cuyo fondo un análisis atento descubre elementos esenciales de diversos actos virtuosos. Exorcizar, dentro de los límites y según las condiciones señala-das por la Iglesia, es dar testimonio de que se cree en la existencia de los ángeles, en la caída de una parte de ellos y en las consecuencias funestas del pecado; y sobre todo, en la omnipotencia y la misericordia divinas, de las que se espera protección y seguridad eficaces contra la influencia de los malos espíritus. Por cuanto los exorcismos constituyen fórmulas rituales imperativas o conminatorias contra los demonios —reclamos humillantes para ellos—, evitan, así, la apariencia de homenaje idólatra. La invocación de Dios o de Nuestro Señor Jesucristo, cuya eficiencia se espera —aunque condicionada a las diversas aptitudes morales del sujeto o del ministro—, el conjunto ritual, con sus órdenes, amenazas y reproches, no tiene nada de carácter mágico o supersticioso; por tanto, sin la mínima analogía con otras prácticas en diversos pueblos antiguos y modernos. No nos extrañen los abusos de algunas épocas; son cuestiones históricas. Pero "abusus non tollit usum". Se ha querido mostrar y esclarecer el principio y la naturaleza del exorcismo, comprobar su legitimidad y las sabias prescripciones que a este respecto tiene reglamentada la Iglesia. Reconocemos la actualización del tema, brindado en estos días por la prensa, a cuyo propósito, objetivamen­te, no nos corresponde opinar. Queremos subrayar que fuera del ámbito religioso este tema no tiene sentido, pero dejamos como punto final estos dos interrogantes: ¿Por qué tanto interés por este tema? Hacen pensar en las oleadas pendulares de la eterna problemática religiosa y la audacia de esta época fagocitadora, en cuanto extraña al espíritu de Cristo, de todo lo sagrado. En segundo lugar, ¿a qué se debe esta especie de dicotomía o dia­léctica entre un proceso aceleradamente tecnológico, característico de nues­tra época, y la "presencia" —sit venia verbi— demoníaca?

FUENTE: catolicosalerta.com.ar

SANTA MISA EN ZONA DE GUERRA





Siete impresionantes videos de Misas celebradas durante la Segunda Guerra Mundial


La Iglesia Católica enseña que “todo ciudadano y todo gobernante están obligados a empeñarse en evitar las guerras” (CEC 2308). Sin embargo, llegado el momento del conflicto, la Iglesia está dispuesta a estar presente asistiendo a los soldados heridos, socorriendo a las víctimas inocentes, dando cristiana sepultura a los muertos y, aunque la situación complique mucho las cosas, ¡celebrando la Santa Misa en zona de guerra!

En estos cortos videos (todos sin sonido) podemos ver a sacerdotes celebrando la Santa Misa en buques de guerra, campos de batalla, cárceles, etc, en medio de la Segunda Guerra Mundial.


1) Misa en un buque portaaviones en las costas de Iwo Jima (12/02/1945)



2) Misa en las Islas Kiribati sobre el capó de un camión (Noviembre del 1943)





3) Misa celebrada para sacerdotes encarcelados en Dachau, Alemania (05/05/1945)





4) Misa en el puerto de Weymouth, Inglaterra (03/06/1944)





5) Misa a bordo de un barco en Normandía, Francia (Junio de 1944)




6) Capellán distribuye la Comunión a bordo de un buque sobre el Océano Pacífico (18/02/1945)




7) Misa Navideña en Pietravairano, Italia. (25/12/1943)




BONUS: Misa con soldados franceses durante la Primera Guerra Mundial




FUENTE: es.churchpop.com

PODEROSA BENDICIÓN - CARLOS CANCELADO (Video)




Pidamos a Dios Padre que bendiga a los enemigos, a los que nos causan o desean mal. 
Espiritualmente se entiende que Dios va a apartar a los demonios de ellos, que son los que encausan mal en ellos. Importante consejo del Padre Carlos Cancelado con este mensaje. 

¿CÓMO VIVIR ADECUADAMENTE CON TU HIJO SU PRIMERA COMUNIÓN?


Prepárate para acompañar a tu hijo en ese día especial, con la correcta disposición espiritual y sin convertirlo en una fiesta social.

La primera comunión constituye un paso espiritual muy importante en la vida de los niños, es ese primer encuentro con aquel que los ama infinitamente en la Eucaristía y la posibilidad de iniciar una vida de comunión frecuente caminando de la mano de la gracia de este hermoso sacramento. Normalmente la realizan entre los 10 y 12 años y durante la preparación para ella, tienen muchas inquietudes que deben ser resueltas por los catequistas, pero sobre todo por los padres, quienes deben estar preparados para dar respuestas sobre la fe católica en el hogar.

¿Estás preparado para responder adecuadamente las preguntas sobre la fe que tienen tus hijos?

Si tu respuesta es no, estás a buen momento para empezar a formarte, es tu responsabilidad primordial. Recuerda que el catequista escasamente compartirá con tu hijo unas pocas horas a la semana, pero es en el día a día donde es esencial que aprenda a hacer de Dios su mejor amigo, aclare todas sus dudas y afiance su fe, por eso tú serás el principal encargado de esa misión, y mientras más temprano en la vida de tu hijo la inicies, mucho más fácil será.

Como Padre, debes aprovechar las oportunidades que te brinde tu parroquia para formarte simultáneamente a que tu hijo esté desarrollando su catequesis infantil (catequesis para Padres). Anímate a participar, no lo sabes todo, quizás solo manejas los conceptos que recibiste en tu propia Primera Comunión hace muchos años. Estás invitado a vivir, junto con los catequistas, esta experiencia de fe con la misma ilusión y alegría que lo hará tu hijo.

Tu hijo también será un maestro de fe para ti, los niños creen facilmente, tienen una apertura especial para la fe. Es la oportunidad para que también te dejes enseñar por él esa inocencia, para que refresques en tu interior esa seguridad de que Dios te ama y que está siempre dispuesto a perdonarte, que quiere tu felicidad verdadera tanto en la tierra como en el cielo. No llenes a tu hijo de tus propios prejuicios y dudas adquiridos durante tu vida, preserva su inocencia y contágiate de ella para acercarte con más fuerza a Dios

La mejor forma en la que puedes acompañar a tu hijo en su preparación a la Primera Comunión es viviendo tu propia conversión, revisa tu vida de cara a Dios, mira aquellas cosas que será necesario cambiar y da los pasos necesarios para acercarte más a Él a través del sacramento de la reconciliación. Si tu te acercas a Dios y participas de los sacramentos también, será la mejor ayuda que puedas dar a tu hijo para vivir su vida de fe.
Se acerca el día de la Primera Comunión de mi hijo ¿Cómo me preparo?

Cuando se acerca la fecha de la Primera Comunión de tu hijo, te invito a reflexionar sobre el verdadero sentido de esta celebración. No es una fiesta social, es la ocasión en que tu niño va a recibir por primera vez a Cristo en su totalidad en el Santísimo Sacramento. No hagas de esto una oportunidad de derrecho y gastos exagerados en fiesta de celebración o ropa lujosa, no es lo exterior lo importante ese día. Evita distraer a tu hijo ni a ti mismo de la belleza esencial de ese momento que es Cristo mismo como mayor don para tu familia, no son los trajes ni la fiesta el motivo de ese día, es el Señor, tu Creador que te ama incondicionalmente, regálale el puesto que merece. Es mejor que dediques tu esfuerzo a preparar tu corazón y el de tu hijo a una verdadera apertura hacia el Señor Jesús que los espera con alegría en el altar.

Es lógico y hermoso compartir este momento con otros familiares y amigos invitándolos a la Iglesia ese día, procura conversarles previamente sobre el sentido sagrado de esta ocasión para que guarden el respeto debido y el silencio necesario que permitirá que todos los niños se concentren y entreguen en ese precioso momento. Haz tú lo mismo, sé prudente con las fotos en los momentos centrales de la Misa, el misterio espiritual que está viviendo tu familia trasciende a lo que puedes captar en una fotografía, así que concéntrate en vivirlo. En ocasiones se observa un irrespeto de los familiares y fotógrafos ante la sacralidad del momento en que el niño recibe la Eucaristía por vez primera pidiéndole que voltee y sonría para la foto, o que pose aún con el Cuerpo del Señor en su boca. Te invito a ser respetuoso, este es uno de los momentos más hermosos a nivel espiritual en la vida de tu hijo, no lo interrumpas, déjalo concentrarse en Jesús quien es más importante que cualquier otra cosa en ese momento, le harás un regalo que jamás podrá olvidar si lo dejas vivirlo a plenitud.
¿Estoy preparado para comulgar también con mi hijo?

Si es posible y has empezado un camino de conversión, confiésate previamente para que puedas comulgar junto a tu hijo ese día. Si no puedes hacerlo, entonces disponte a vivir este momento especial en oración, haciendo la comunión espiritual, ya que aunque quizás aún no puedas recibir sacramentalmente al Señor, siempre puedes hacerlo espiritualmente y Él te dará las fuerzas y guiará tu camino para que en el tiempo apropiado, puedas recibirlo también sacramentalmente. Lo esencial es que puedas vivir tu conversión, no si puedes comulgar con tu niño ese día, si ya estás en el camino, Dios dispondrá que esto suceda cuando realmente estés preparado y en

No tiene sentido discutir con los catequistas o sacerdotes sobre tu "derecho" a comulgar si sabes que en tu vida hay cosas que deben ser sanadas en el sacramento de la reconciliación. Evita crear discusiones por estos temas que enturbien este momento que es único y vital para tu hijo.
Hermosas sugerencias de un Obispo para esta celebración

Para concluir, te invito a leer este Fragmento extraído de la Carta pastoral del Obispo de Córdoba (España) Demetrio Fernández, sobre este día especial:

"Los niños de primera comunión representan esa eterna infancia llena de inocencia, de ternura, de alegría (...) La primera comunión se trata de un momento feliz en la vida de cada uno de los cristianos, por otra parte inolvidable, como otras experiencias fuertes que vivimos en la infancia. El momento de la primera comunión, con sus antecedentes y consiguientes, es un momento de gracia especial por parte de Dios en la edad temprana de nuestra vida. (...) La referencia a aquella experiencia feliz de la primera comunión ha redimido a muchas personas a lo largo de su vida de adultos. De ahí la importancia de vivir bien esa experiencia de la primera comunión.

Por eso es importante que los mayores, sobre todo los padres, los catequistas, los sacerdotes y todos los que rodeamos a los niños de primera comunión les ayudemos a vivir una experiencia feliz centrada en Jesucristo, como el mejor de los amigos, que nos introduce en la vida de Dios para siempre.

Por otra parte, no hemos de convertir la primera comunión en una simple fiesta social o de familia. Es bueno encontrarse, compartir esa alegría entre toda la familia. Pero la mejor manera de ayudar a estos niños es entrar en la verdad de lo que celebramos. Es decir, el mejor regalo para estos niños es que sus padres y todos los que acuden a la primera comunión comulguen el Cuerpo del Señor, habiendo hecho una sincera confesión fruto de una sincera conversión. Los adultos hemos de evitar atiborrar a los niños con regalos, que incluso a ellos no les interesan.

El mejor regalo, el único insustituible es Jesús y ninguna otra cosa debiera distraer en este día la atención de los niños. Vendrán otras ocasiones en que podremos tener algún detalle, pero no hagamos víctimas a estos niños de una sociedad de consumo que nos asfixia y puede asfixiar en ellos la preciosa experiencia de la primera comunión.

Y, por último, enseñemos a estos niños a compartir: a compartir su fe en Jesús con otros niños, de manera que se hagan misioneros (no proselitistas) ya desde la infancia; a compartir su alegría con otros niños que viven en condiciones de pobreza extrema, y a veces no lejos de nosotros.

A los niños no se les hace difícil todo esto, hagamos un esfuerzo los mayores para entrar en la órbita feliz de los niños de primera comunión. Dios quiere que la primera comunión de un niño o niña sea una ocasión de gracia para todos los que le rodean."


FUENTE: www.pildorasdefe.net