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ORACIONES POR LOS SACERDOTES -


"Señor Jesús, Pastor Supremo del rebaño,

te rogamos que por el inmenso amor y misericordia

de Tu Sagrado Corazón,

atiendas todas las necesidades de tus sacerdotes.

Te pedimos que retomes en Tu Corazón

todos aquellos sacerdotes que se han alejado de tu camino,

que enciendas de nuevo el deseo de santidad

en los corazones de aquellos sacerdotes

que han caído en la tibieza,

y que continúes otorgando a tus sacerdotes fervientes

el deseo de una mayor santidad.

Unidos a tu Corazón y el Corazón de María,

te pedimos que envíes esta petición a Tu Padre celestial

en la unidad del Espíritu Santo. Amén."



Omnipotente y Eterno Dios: dígnate mirar el rostro de tu Cristo, eterno y Sumo Sacerdote, y por amor a ÉL, ten piedad de tus Sacerdotes.

Recuerda, oh Dios misericordioso, que no son sino débiles y frágiles criaturas. Mantén vivo en ellos el fuego de tu amor. Guárdalos junto a Ti, para que el enemigo no prevalezca contra ellos, y para que en ningún momento sean indignos de su sublime vocación.

¡Oh Jesús!, te ruego por tus fieles y fervorosos Sacerdotes, por tus Sacerdotes tibios e infieles; por tus Sacerdotes que trabajan cerca o en lejanas misiones; por tus Sacerdotes que sufren la tentación; por tus Sacerdotes que sufren soledad y desolación; por tus jóvenes Sacerdotes; por tus ancianos Sacerdotes; por tus Sacerdotes agonizantes; por las almas de tus Sacerdotes que padecen en el Purgatorio.

Pero sobre todo. Te encomiendo a los Sacerdotes que me son más queridos; al Sacerdote que me bautizó, al que me absolvió de mis pecados; a los Sacerdotes a cuyas Misas he asistido y que me dieron tu Cuerpo y Sangre en la Sagrada Comunión; a los Sacerdotes que me enseñaron e instruyeron, me alentaron y aconsejaron; a todos los Sacerdotes a quienes me liga una deuda de gratitud.

¡Oh Jesús!, guárdalos a todos junto a tu Corazón y concédeles abundantes bendiciones en el tiempo y la eternidad. Así sea. 

Roguemos a Nuestro Señor Jesucristo para que nos mande sacerdotes con verdadera vocación de servicio y que crezcan en amor y santidad.



Buen Pastor y Señor Jesucristo

que sentiste compasión al 

ver a las muchedumbres

como ovejas sin pastor.



Te pedimos que envíes a la Iglesia

sacerdotes según tu corazón.



Que ellos presidan la oración y

las alabanzas de tu pueblo,

que alimenten nuestras vidas

con el pan de tu Palabra

y nos congreguen a celebrar

el Bautismo, el Perdón, la Eucaristía

y todos los sacramentos de la fe.



Hoy ponemos en tus manos

a todos los sacerdotes que has llamado

ayúdalos a crecer en amor y santidad

para que vivan plenamente su vocación.



Santa María, Madre de la Iglesia,

Virgen de la fidelidad y del servicio

ruega por nosotros. Amén

LA BIBLIA, LOS PADRES DE LA IGLESIA Y LOS SANTOS NOS HABLAN SOBRE EL DEMONIO


Citas para defenderse del demonio.

El demonio, como nombre de un personaje que actúa el mal, es una profesión de fe en el catolicismo, sin embargo hoy no es políticamente correcto referirse públicamente a él entre los católicos y sobre todo los sacerdotes, incluso a pesar de que el papa Francisco habitualmente lo hace, porque lo ven como una forma de predicar la conversión por el miedo en lugar de por el amor. Sin embargo, en rigor, ambos conceptos no son ni teórica ni comunicacionalmente contradictorios y perfectamente pueden coexistir y comunicarse en el discurso. Por eso es bueno conocer que dice la Biblia y que han dicho los Padres de la Iglesia respecto del demonio.

Que los católicos consideren que nuestro Dios es el Dios del Amor, que pide a sus seguidores actuar con amor y que el último día nos juzgará por el amor, no requiere “esconder” la existencia del demonio como contrario a los planes de Dios y que busca que los hombres no se salven. Es más, por el propio amor que nos tiene Dios, nos ha revelado la existencia del demonio, nos avisa de tenerlo presente y como combatirlo.

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CITAS DE LA SAGRADA ESCRITURA SOBRE LA EXISTENCIA DEL DEMONIO

He visto a Satanas caer del cielo a manera del relampago. Lc 10,18.

Vosotros sois hijos del diablo [. . . ]. El fue homicida desde el principio, no permanecio en la verdad. Jn 8,44.

Dios no perdono a los angeles que pecaron, sino que, amarrados con cadenas infernales, los precipito al abismo donde son atormentados. 2P 2,4.

A los angeles que no conservaron su dignidad, sino que abandonaron su morada, los echo (Dios) en el abismo tenebroso con cadenas eternas. Jud 6.

Apartaos de mi, malditos, al fuego eterno, que fue destinado para el diablo y sus angeles. Mt 25,41.



SOBRE LA OPOSICIÓN ENTRE JESÚS Y EL DIABLO 

Jesús fue conducido por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo [. . . ]. El diablo le dijo: Todas estas cosas te dare si postrandote ante mi me adorares. Respondiole Jesús: Apartate de mi, Satanas. Mt 4,1-9 Mc 1,12-13 Lc 4,1-13.

El enemigo que sembro la cizaha es el diablo. Mt 13,39.

Los escribas decian: Esta poseido de Belcebu, y así por arte del principe de los demonios es como lanza los demonios. Mas les contestaba con estos similes: ¿Como puede Satanas arrojar al mismo Satanas? Si un reino se divide no puede subsistir: Mc 3,22-24.

Curo (Jesús) a muchas personas, afligidas de varias dolencias, y lanzo a muchos demonios, sin permitirles decir que sabian quien era. Mc 1,34.

Señor, ten compasión de mi hijo, porque es lunatico [. . . ] y lo he presentaao a tus discípulos y no han podido curarle. Jesús dijo: Traedmelo aca. Y Jesús amenazo al demonio y salio del muchacho, que quedo curado. Mt 17,14-17 Mc 9,17-28 Lc 9,38-44.

Los que creyeren lanzaran los demonios en mi nombre. Mc 16,17.

Señor, hasta los demonios mismos se sujetan a nosotros por la virtud de tu nombre. Lc 10,17.

Un hombre poseido del espiritu inmundo exclamo diciendo: ¿Que tenemos nosotros que ver contigo, oh Jesús Nazareno? ¿Has venido a perdernos? Mt 8,29Mc 1,24 Mc 5,7 Lc 8,28.

Ahora “el principe de este mundo” va a ser lanzado fuera. Jn 12,31.

¿Que compañia puede haber entre la luz y las tinieblas? ¿que concordia entre Cristo y Belial? 2Co 6,14-15.


SU ACTUACIÓN SOBRE EL HOMBRE

Sed sobrios y vigilantes: porque vuestro enemigo el diablo anda girando como leon rugiente alrededor de vosotros, en busca de presa que devorar. 1P 5,8.

Quisimos pasar a visitaros y en particular yo, Pablo, lo he resuelto varias veces; pero Satanas nos lo ha estropeado [. . . ]. 1Th 2,18.

Los que contradicen la verdad [. . . ] estan enredados en los lazos del diablo, que los tiene presos a su arbitrio. 2Tm 2,25-26.

Dijo también el Señor: Simon, mira que Satanas va tras de vosotros para zarandearos como el trigo. Mas yo he rogado por ti. Lc 22,31.

El que oye la palabra del reino y no para en ella su atención, viene el mal espiritu y le arrebata aquello que se había sembrado en su corazon. Mt 13,19.

Se me ha dado el estimulo de mi carne, un angel de Satanas para que me abofetee. 2Co 12,7.

El mismo Satanas se transforma en angel de luz, así no es mucho que sus ministros se transfiguren en ministros de justicia. 2Co 11,14-15.

Satanas se apodero de Judas, el cual fue a tratar con los principes de los sacerdotes: Lc 22,3-4 Jn 13,17.

Temo que así como la serpiente engaño a Eva con su astucia, así sean manchados vuestros espiritus. 2Co 11,3.

Revestios de toda la armadura Je Dios, para poder contrarrestar las asechanzas del diablo, pues [. . . ] nuestra pelea es contra los espiritus malignos. Ep 6,11-12.

Si os enojais, no querais pecar [. . . ]. No deis lugar al diablo. Ep 4,26-27.

Estos son espiritus de demonios, que hacen prodigios y van a los reyes de la tierra para coaligarlos en batalla el gran dia del Dios todopoderoso. Ap 16,14.

Satanas saldra de su prisión y engañara a las naciones que hay sobre los cuatro angulos del mundo. Ap 20,7.

Quien comete pecado, del diablo es; porque el diablo desde el momento de su caida continua pecando. Por eso vino el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. 1Jn 3,8.

Estad, pues, sujetos a Dios y resistid al diablo y huira de vosotros. Jc 4,7.



CITAS DE LOS PADRES DE LA IGLESIA SOBRE SU ACTUACIÓN CONSTANTE CERCA DEL HOMBRE

Si miras hacia el sol serás inmediatamente iluminado; si miras hacia la sombra, necesariamente quedarás rodeado de tinieblas. El diablo es malo por haber escogido la maldad libre y conscientemente, no porque su naturaleza esté de por sí en oposición con el bien (SAN BASILIO, Sermon 15).

Siempre está ojo avizor contra nosotros el enemigo antiguo; no nos durmamos. Sugiere halagos, pone celadas, introduce malos pensamientos y, para llevarnos a dolorosa ruina, pone delante lucros y amenaza con perjuicios. Todos ahora y cada uno es probado, cada cual a su modo (SAN AGusTiN, Sermon 6).

Las cosas que proceden de la naturaleza y las que parten de nuestra voluntad, son de poca importancia, comparadas con la guerra implacable que nos tiene declarada el demonio (SAN JUAN CRISOSTOMO,en Catena Aurea,vol I, p.374).

Nos dice también San Pedro: Vigilad constantemente, pues el demonio esta rondando cerca de vosotros como león rugiente ,que busca a quien devorar. Y el mismo Jesucristo nos dice: Orad sin cesar, para que no caigáis en la tentación: es decir, que el demonio nos acecha en todas partes. De manera que es preciso contar con que, en cualquier parte o en cualquier estado que nos hallemos, nos acompañará la tentación (SANTO CURA DE ARS, Sermon sobre las tentaciones).

Nuestro enemigo el diablo nos rodea siempre, tratando de quitarnos la semilla de la palabra que ha sido puesta en nosotros (SAN ATANASIO, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 396).



LO QUE DICEN LOS PADRES DE LA IGLESIA SOBRE LA TENTACIÓN

Como general competente que asedia un fortín, estudia el demonio los puntos flacos del hombre a quien intenta derrotar, y lo tienta por su parte más débil (SANTO TOMAS, Sobre el Padrenuestro, 1. c., p. 162).

Sus armas son la astucia, el engaño y la torpeza espiritual y sus despojos los hombres engañados por él (SAN BEDA, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 30).

Dos pasos del diablo: primero engaña, y después de engañar intenta retener en el pecado cometido (SANTO TOMAS, Sobre el Padrenuestro, 1. c. , p. 163).

Las tentaciones de Nuestro Señor son también las tentaciones de sus servidores de un modo individual. Pero su escala, naturalmente, es diferente: el demonio no va a ofreceros a vosotros ni a mí todos los reinos del mundo. Conoce el mercado y, como buen vendedor, ofrece exactamente lo que calcula que el comprador tomará. Supongo que pensará, con bastante razón, que la mayor parte de nosotros podemos ser comprados por cinco mil libras al año, y una gran parte de nosotros por mucho menos. Tampoco nos ofrece sus condiciones de modo tan abierto, sino que sus ofertas vienen envueltas en toda especie de formas plausibles. Pero si ve la oportunidad, no tarda mucho en señalarnos a vosotros y a mí cómo podemos conseguir aquello que queremos si aceptamos ser infieles a nosotros mismos y, en muchas ocasiones, si aceptamos ser infieles a nuestra lealtad catolica (R. A.KNOX,Sermones pastorales, P. 79).


SOBRE SU LÓGICA DE TRATAR SIEMPRE DE SEMBRAR LA CONFUSIÓN

El diablo no permite a aquellos que no velan, que vean el mal hasta que lo han consumado (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, vol. III, p. 345).

1518 Suponed, por ejemplo, que sobre las calles de una populosa ciudad cayera de repente la oscuridad; podéis imaginar, sin que yo os lo cuente, el ruido y el clamor que se produciría. Transeúntes, carruajes, coches, caballos, todos se hallarían mezclados. Asi es el estado del mundo. El espíritu maligno que actúa sobre los hijos de la incredulidad, el dios de este mundo, como dice S. Pablo, ha cegado los ojos de los que no creen, y he aquí que se hallan forzados a reñir y discutir porque han perdido su camino; y disputan unos con otros, diciendo uno esto y otro aquello, porque no ven (CARD.J. H. NEWMAN, Sermon para el Domingo II de Cuaresma. Mundo y pecado).

El lobo roba y dispersa las ovejas, porque a unos los arrastra a la impureza, a otros inflama con la avaricia, a otros los hincha con la soberbia, a otros los separa por medio de la ira, a este le estimula con la envidia, al otro le incita con el engaño. De la misma manera que el lobo dispersa las ovejas de un rebaño y las mata, así también hace el diablo con las almas de los fieles por medio de las tentaciones (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 14 sobre los Evang.).

Siendo un ángel apostata, no alcanza su poder mas que a seducir y apartar el espíritu humano para que viole los preceptos de Dios, oscureciendo poco a poco el corazón de aquellos que tratarían de servirle, con el propósito de que olviden al verdadero Dios, sirviéndole a el como si fuera Dios. Esto es lo que descubre su obra desde el principio (SAN IRENEO, Trat. contra las herejias, 5).

Perverso maestro es el diablo, que mezcla muchas veces lo falso con lo verdadero, para encubrir con apariencia de verdad el testimonio del engaño (SAN BEDA, en Catena Aurea, vol. IV, p. 76).


EL DEMONIO EN LA HORA DE LA MUERTE

Debemos procurar pensar con santo temor cuan furioso y terrible se presentará el demonio en el día de nuestra muerte, buscando en nosotros sus obras; cuando vemos que se presentó a Dios al morir en su carne, y buscó alguna de sus obras en Aquel en quien nada pudo encontrar (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 39 sobre los Evang.).


TRATA DE APROVECHAR CUALQUIER CIRCUNSTANCIA Y ESTADO DE ÁNIMO, ESPECIALMENTE LA TRISTEZA

Alguien podría quizá preguntar: ¿como se explica que el diablo utilice las citas de la Sagrada Escritura?

No tiene mas que abrir el Evangelio y leer. Encontrará escrito: Entonces el diablo lo tomo—se trata del Señor, del Salvador—y lo puso sobre lo alto del templo y le dijo: si eres el Hijo de Dios, échate de aquí abajo; pues está escrito: te he encomendado a los ángeles, los cuales te tomarán en sus manos para que tu pie no tropiece con ninguna piedra (Mt 4, 5-6).

¿Que no hará a los pobres mortales el que tuvo la osadía de asaltar, con testimonios de la Escritura, al mismo Señor de la majestad? (SAN VICENTE DE LERINS, Conmonitorio, n. 26).

Después (de cometido el mal) el diablo exageró de tal manera su tristeza que llego a perder al desgraciado. Algo semejante pasó en Judas, pues después que se arrepintió no supo contener su corazón, sino que se dejó llevar por la tristeza inspirada por el diablo, la cual le perdió (ORIGENES, enCatena Aurea, vol. III, p. 346).


EL PECADOR QUEDA, EN CIERTO MODO, BAJO LA POTESTAD DEL DEMONIO

De la misma manera que la nave (una vez roto el timón) es llevada a donde quiere la tempestad, así también el hombre, cuando pierde el auxilio de la gracia divina por su pecado, ya no hace lo que quiere, sino lo que quiere el demonio (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, vol. III, p.

Cuando el demonio se aparta de alguno, acecha el instante oportuno, y cuando le ha inducido a un segundo pecado, acecha la ocasión para el tercero (ORIGENES, en Catena Aurea, vol. III, p. 346).


“NO TIENE TANTO PODER PARA VENCERNOS COMO PARA TENTARNOS”. INCLUSO TIENE LIMITADO EL PODER DE TENTAR

El afirmar que estos enemigos se oponen a nuestro progreso, lo decimos solamente en cuanto nos mueven al mal, no que creamos que nos determinen efectivamente a él. Por lo demás, ningún hombre podría en absoluto evitar cualquier pecado, si tuvieran tanto poder para vencernos como lo tienen para tentarnos. Si por una parte es verdad que tienen el poder de incitarnos al mal, por otra es también cierto que se nos ha dado a nosotros la fuerza de rechazar sus sugestiones y la libertad de consentir en ellas. Pero si su poder y sus ataques engendran en nosotros el temor, no perdamos de vista que contamos con la protección y la ayuda del Señor. Su gracia combate a nuestro favor con un poder incomparablemente superior al de toda esa multitud de adversarios que nos acosan. Dios no se limita únicamente a inspirarnos el bien. Nos secunda y nos empuja a cumplirlo. Y mas de una vez, sin percatarnos de ello y a pesar nuestro, nos atrae a la salvación. Es, pues, un hecho cierto que el demonio no puede seducir a nadie, si no es a aquel que libremente le presta el consentimiento de su voluntad (CASIANO, Colaciones, 7).

El diablo tiene un cierto poder; sin embargo, las más de las veces quiere hacer daño y no puede porque este poder esta bajo otro poder […], ya que Quien da facultad al tentador, da también su misericordia al que es tentado. Ha limitado al diablo los permisos de tentar (SAN AGUSTIN, Sobre el Sermon dde la Montafla, 2).

El diablo no puede dominar a los siervos de Dios que de todo corazón confían en El. Puede, sí, combatirlos, pero no derrotarlos (PASTOR DE HERMAS, Epilogo sobre los Mandamientos, 2).


NO CONOCE DIRECTAMENTE LA NATURALEZA DE NUESTROS PENSAMIENTOS

Los espíritus inmundos no pueden conocer la naturaleza de nuestros pensamientos. Únicamente les es dado columbrarlos merced a indicios sensibles o bien examinando nuestras disposiciones, nuestras palabras o las cosas hacia las cuales advierten una propensión por nuestra parte. En cambio, lo que no hemos exteriorizado y permanece oculto en nuestras almas les es totalmente inaccesible.

Inclusive los mismos pensamientos que ellos nos sugieren, la acogida que les damos, la reacción que causan en nosotros, todo esto no lo conocen por la misma esencia del alma, antes bien, por los movimientos y manifestaciones del hombre exterior (CASIANO, Colaciones, 7).


ES “COMO UN GRAN PERRO ENCADENADO, QUE SOLAMENTE MUERDE A QUIENES SE LE ACERCAN DEMASIADO”

Nos dice San Agustín, para consolarnos, que el demonio es un gran perro encadenado, que acosa, que mete mucho ruido, pero que solamente muerde a quienes se le acercan demasiado (SANTO CURA DE ARS, Sermon sobre las tentaciones).


AYUDA DE LOS SACRAMENTOS, DE LA ORACIÓN, DE LA LIMOSNA Y DE LOS SACRAMENTALES PARA VENCER LA TENTACIÓN

Me dices que por qué te recomiendo siempre, con tanto empeño, el uso diario del agua bendita.—Muchas razones te podría dar. Te bastará, de seguro, esta de la Santa de Ávila: “De ninguna cosa huyen mas los demonios, para no tornar, que del agua bendita” (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 5t2).

Dios nos envía amigos, ora sea un santo, ora un angel, para consolarnos […]; nos hace sentir con mayor fuerza la eficacia de sus gracias a fin de fortalecernos y armarnos de valor. Mas, al recibir los sacramentos, no es un santo o un ángel, es El mismo quien viene revestido de todo su poder para aniquilar a nuestro enemigo. El demonio, al verle dentro de nuestro corazón, se precipita a los abismos; aquí tenéis, pues, la razón o motivo por el cual el demonio pone tanto empeño en apartarnos de ellos, o en procurar que los profanemos. En cuanto una persona frecuenta los sacramentos, el demonio pierde todo su poder sobre ella (SANTO CURA DE ARS, Sermon sobre la perseverancia)

(Mas libranos del mal). Nada queda ya que deba pedirse al Señor cuando hemos pedido su protección contra todo lo malo; la cual, una vez obtenida, ya podemos considerarnos seguros contra todas las cosas que el demonio y el mundo pueden hacer. ¿Que miedo puede darnos el siglo, si en el tenemos a Dios por defensor? (SAN CIPRIANO, en Catena Aurea, vol. II, pp. 371-372).

Ningun poder humano puede ser comparado con el suyo y solo el poder divino lo puede vencer y tan solo la luz divina puede desenmascarar sus artimañas. El alma que hubiera de vencer la fuerza del demonio no lo podrá conseguir sin oración ni podra entender sus engaños sin mortificación y sin humildad (SAN JUAN DE LA CRUz, Cantico espiritual, 3, 9).

Donde se da limosna no se atreve a penetrar el diablo (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. sobre la l.a Epistola a los Colosenses, 35).


LA AYUDA DEL ANGEL CUSTODIO

Acude a tu Custodio, a la hora de la prueba, y te amparará contra el demonio y te traerá santas inspiraciones (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 567).


EL HUMILDE VENCE AL DEMONIO

Refiérese en la vida de San Antonio que Dios le hizo ver el mundo sembrado de lazos que el demonio tenía preparados para hacer caer a los hombres en pecado. Quedó de ello tan sorprendido que su cuerpo temblaba como la hoja de un árbol, y dirigiéndose a Dios le dijo: “Señor, ¿quien podrá escapar de tantos lazos?” Y oyó una voz que le dijo: “Antonio, el que sea humilde; pues Dios da a los humildes la gracia necesaria para que puedan resistir a las tentaciones; mientras permite que el demonio se divierta con los orgullosos, los cuales caerán en pecado en cuanto sobrevenga la ocasión. Mas a las personas humildes el demonio no se atreve a atacarlas” (SANTO CURA DE ARS, Sermon sobre la humildad).


LA AYUDA DE LA VIRGEN

El príncipe de este mundo ignora la virginidad de María y su parto y la muerte del Señor: tres misterios resonantes cumplidos en el silencio de Dios (SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA, Carta a los Tralianos, 9, 1).

¿Que por momentos te faltan las fuerzas?—¿Por qué no se lo dices a tu Madre: “consolatrix afflictorum, auxilium christianorum… spes postra, regina apostolorum”? (J. ESCRIVA DE BALAGUER,Camino, n. 515).

¡Que cosas nos dicen los santos de Maria! “¡Quién volvió a su casa sin alegría ni gozo, despues de haber pedido a María, la Madre del Señor, lo que deseaba? (SAN AMADEO, Homilías).

Así como Eva fue seducida por un ángel para que se alejara de Dios, desobedeciendo su palabra, así María fue notificada por otro ángel de que llevaría a Dios en su seno, si obedecía su palabra. Y como aquella fue inducida a no obedecer a Dios, así ésta fue persuadida a obedecerlo, y de esta manera la Virgen María se convirtió en abogada de la virgen Eva (SAN IRENEO, Trat. contra las herejias,5).

En todo peligro puedes alcanzar la salvación de esta Virgen gloriosa; por eso se dice: Mil escudos—mil remedios contra los peligros—cuelgan de ella (Cant 4, 4). Igualmente, para cualquier obra virtuosa puedes invocarla en tu ayuda; por eso dice Ella misma: En mí esta toda esperanza de vida y de virtud (Eclo 24, 25) (SANTO TOMAS, Sobre el Avemaria, 1. c., p. 182).

Fuentes: de “Antología de textos: Para hacer oración y para la predicación” del padre Francisco Fernández-Carvajal, Signos de estos Tiempos


FUENTE: forosdelavirgen.org

EN QUE CONSISTE EL INCREIBLE PODER DE LA ORACIÓN DE INTERCESION


Un miembro de la familia o un amigo se enfrenta a una enfermedad mortal.  Tu vecino necesita desesperadamente Jesús pero se aleja cada vez más.  Una nación comienza a desmoronarse porque su gente sigue malos caminos.  Y luego el pedido del prójimo ¿Orarías por mí?

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La respuesta a estas demandas es una de las cuestiones más importantes de la vida espiritual: la oración por los demás.

Mediante la oración de intercesión, Dios nos está pidiendo entrar más profunda y abiertamente en su amor y misericordia.


ANTE GRANDES PROBLEMAS, CONSTRUCCIÓN DE PUENTES CON DIOS

A menudo, los problemas que enfrentamos como seres humanos parecen demasiado grandes para nosotros.

No importa lo mucho que lo intentemos, no podemos resolverlos por nosotros mismos. 

Es en momentos como estos cuando tenemos que volvernos al Señor en oración de intercesión.

Hay muchas maneras de amar al prójimo, pero la oración de intercesión, la oración en nombre de otras personas, es la demostración más poderosa.

Porque la oración es la fuerza más potente conocido por la humanidad.

Debido a que hemos sido hechos partícipes de la victoria de Jesús sobre el pecado y la muerte, tenemos la autoridad como hijos e hijas de Dios para orar por los demás, hacer retroceder la oscuridad del pecado y la opresión. 

En la oración, tenemos un arma que tiene el poder divino para derribar fortalezas.

Pero además Dios aprecia a la gente que ora fervientemente por otras personas que enfrentan tribulaciones. 

La Escritura nos dice que cuando decimos oraciones de intercesión, estamos construyendo puentes entre Dios y el pueblo por quien oramos.

Recuerda que esto no es sólo una oración, es una acción deliberada. 

No es sólo decir palabras, se trata de un proyecto de construcción. 

En 1 Timoteo 2: 1-2 Pablo escribe:

“Ante todo recomiendo que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres; por los reyes y por todos los constituidos en autoridad, para que podamos vivir una vida tranquila y apacible con toda piedad y dignidad”.



LA ORACIÓN DE INTERCESIÓN ES UN ARMA DE BATALLA

La intercesión es la oración que ruega a Dios por sus necesidades y las necesidades de los demás. 

Pero es mucho más que eso. La intercesión consiste en apelar a la voluntad de Dios y negarse a abandonarla hasta que su voluntad se cumpla.

La intercesión es la guerra, la clave del plan de batalla de Dios para nuestras vidas. 

Pero el campo de batalla no es el de esta tierra.

La Biblia dice:

“Porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los Principados, contra las Potestades, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra los Espíritus del Mal que están en las alturas” (Efesios 6:12).
La oración de intercesión tiene lugar en este mundo espiritual donde se ganan o pierden las batallas por nuestras propias vidas, nuestras familias, nuestros amigos y nuestra nación.


PRINCIPIOS PARA ORAR POR LOS DEMÁS

Dios nos da instrucciones para orar por otros en varios lugares en la Biblia.

El apóstol Santiago nos dice que “orar unos por otros, para que sean sanados” (Santiago 5:16).

El apóstol Pablo nos anima a interceder por miembros de la Iglesia y los ministros,

“siempre en oración y súplica, orando en toda ocasión en el Espíritu, velando juntos con perseverancia e intercediendo por todos los santos, y también por mí, para que me sea dada la Palabra al abrir mi boca y pueda dar a conocer con valentía el Misterio del Evangelio, del cual soy embajador entre cadenas, y pueda hablar de él valientemente como conviene” (Efesios 6: 18-20).

San Pablo también nos exhorta a que

“Ante todo recomiendo que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres; por los reyes y por todos los constituidos en autoridad, para que podamos vivir una vida tranquila y apacible con toda piedad y dignidad”. (1 Timoteo 2: 1-2).

Jesucristo incluso ordenó:

“Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan” (Mateo 5:44).

¿Por qué Dios quiere que oremos por los demás?

Debido a que la oración de intercesión refleja el carácter del amor y la misericordia de Dios.

Dios quiere que pensemos como lo hacemos, y orar por los demás nos ayuda a pensar más allá de nosotros mismos y crecer en compasión por los demás.

Dios compara la oración con olor dulce incienso que le agrada (Apocalipsis 5: 8).


CONCEPTOS ERRÓNEOS SOBRE LA ORACIÓN DE INTERCESIÓN

La oración de intercesión no es un juego de números. 

Dios no tiene que esperar hasta que 10 o 20 o 100 personas recen sobre una situación con el fin de intervenir.

La oración no es un voto o petición que Dios tiene para actuar si hay suficiente gente.

Nuestras oraciones no pueden obligar a Dios a hacer nada. 

Él puede y debe actuar a Su tiempo, sea uno o un millón que oran al respecto.

Además, la oración de intercesión no es algo que debemos hacer para tratar de ganar puntos con Dios, que podemos recoger cuando algo malo nos suceda.
Nuestra motivación debe ser el amor por los demás, la preocupación desinteresada.

¿Cuál es la responsabilidad de la persona que solicita oraciones?

¿Puede una persona pedir a otros creyentes que oren por ella y luego encontrar que no es necesario orar a sí misma?

No, no podemos delegar la oración.

La oración es parte de nuestra relación personal con Dios, y por lo que debemos ir a Él fervientemente nosotros mismos, sea que otros están orando por nosotros o no.



7 CONSEJOS PRÁCTICOS PARA UNA BUENA ORACIÓN DE INTERCESIÓN


1 – Orar con Fe, en el Espíritu y en Amistad con Dios

La fe es primordial.
La fe es la puerta que nos acerca a Dios.

Siempre que nos acercamos a Dios lo hacemos en la fe.

Como nos recuerda Hebreos 11: 6,

“Sin fe es imposible agradar a Dios, quien quiera acercarse a Él tiene que creer que Él existe y que Él recompensa a aquellos que le buscan”.

Toda buena oración es realizada en el espíritu.

Leemos en Romanos 8: 26-27 que

“el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; para nosotros que no sabemos orar como se debe, el Espíritu mismo intercede por nosotros con susurros más profundos que las palabras.

Y Él, que examina los corazones, sabe cuál es la intención del Espíritu, porque el Espíritu intercede por los santos conforme a la voluntad de Dios”.
La oración es una conversación con Dios, y es en nuestra amistad con Dios, que la oración se vuelve más regular y vivificante.

Santa Teresa de Ávila dijo que

“la oración no es más que estar en términos de amistad con Dios.”


2 – Orar con amor Humilde y Obediente
El amor humilde es el amor altruista y es el fundamento de toda oración de intercesión.

Amar es querer el bien del otro y orar por otros es un gran acto de desear el bien de los demás.

El amor humilde va y busca a las necesidades de otros, porque el amor altruista siempre está dispuesto a dar el regalo del tiempo.
Del amor humilde aprendamos el lenguaje del amor obediente.

La virtud de la obediencia tiene sus raíces en nuestra respuesta gozosa a lo que se nos ha solicitado.

Vemos amor obediente modelado perfectamente en la respuesta de María al Ángel Gabriel:

“Que se haga en mí según tu palabra” (Lucas 1:38).

Es como un alegre deseo de cumplir la voluntad de Dios.


3 – Interceder con Confianza en la Respuesta de Dios

Debemos tener en cuenta que Dios no siempre responde a nuestra oración con un “sí”.

Sino que a veces responde con un “no” o un “aún no.”

¿Por qué? Debido a que la oración más perfecta es “Hágase tu voluntad”.

Podríamos ver algo como un bien, pero tal vez no sea el bien que es voluntad de Dios en ese momento.
Sin embargo, Dios responde, y esto no debe apartarnos de nuestras intenciones y ser específicos en la oración.

Nos abre al plan de amor del Padre para la salvación de todas las personas.

4 – Interceder desde el Corazón y Fervientemente
La Biblia tiene muchos ejemplos de hombres y mujeres orando desde el corazón.

En 2 Reyes 20: 1-3, el profeta Isaías dijo al Rey Ezequías que iba a morir.

En respuesta a este mensaje, el Rey Ezequías volvió su rostro a la pared y llorando amargamente oró:

“Acuérdate ahora, oh Señor, te ruego que haya andado delante de ti con fidelidad, y con todo corazón, y hecho lo que es bueno para tus ojos” (2 Reyes 20: 3).

Al final, Dios quiere algo más que solo el movimiento de la boca quiere un pueblo que acuda a Él con todo el corazón.

La “oración ferviente de un hombre justo es poderosa en sus efectos” (Santiago 5:16), porque él erige como una corriente eléctrica entre Dios y el hombre.

El hombre ferviente está lleno del amor y la gracia de Dios, y por lo tanto está energizado en su fe.

En muchos sentidos, orar fervientemente es añadir leña a la fe ya existente por la que Dios se regocija.
También se agrega leña con el ayuno.

El ayuno es orar con el cuerpo y una gran expresión de nuestra seriedad hacia la oración de intercesión.

Sacrificar lo que nos es más cercano, la comida y la bebida (y también aquellas otras cosas a las que estamos unidos),

En esencia, el ayuno es entrar más profundamente en la exhortación de Pablo a presentar nuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios, nuestro culto espiritual (Romanos 12: 1).

El ayuno es como incienso aromático, un aroma que es agradable a Dios.


5 – Orar Sin Perder Tiempo

Así como debemos responder en obediencia amorosa, deberíamos hacerlo en el momento.
En otras palabras, no debe perderse el tiempo para nuestra oración de intercesión.

Por otra parte, cuando oras en el momento, la persona por la que estás orando sabrá que eres serio acerca de la oración.

Y esto puede ser una fuente de consuelo para la persona que solicita sus oraciones.


6 – Ser Detallado en la Oración
¡No seas genérico delante de Dios! Él desea conocer los detalles de nuestras oraciones de intercesión.

Esto no es por Su bien (Él ya conoce los detalles), es por nuestro bien.

Hay un gran poder cuando escuchamos nuestras oraciones de intercesión.

Y dos consejos prácticos.

Uno es que los intercesores hagan una lista de las personas y sus intenciones en un cuaderno(o en su smartphone).

Esto evita que se olviden, por más que si son muchas quizás no encuentres el tiempo y el lugar para mencionarlas una a una.

Además, nuestras intenciones específicas se deben presentar a Dios Padre en la misa, especialmente durante la consagración de la Eucaristía.

No hay un mejor tiempo para la oración de intercesión que cuando todas las huestes del cielo están mediando en nombre del cuerpo de Cristo.


7 – Hacer una Acción de Gracias

Al comienzo de la oración, la fe abre la puerta del corazón de Dios.
Después de un período de oración, Dios nos llena de esperanza y amor (caridad) para nosotros y para el que estamos orando.

¡Por ello, estamos eternamente agradecidos y alabamos a Dios!

Una plegaria ideal de intercesión es el Memorare.

“Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio y reclamando Vuestro Socorro, haya sido desamparado por Vos.

Animado por esta confianza, a Vos acudo, oh Madre, Virgen de las Vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante Vos.

Oh madre de Dios, no desechéis mis súplicas ante la necesidad, antes bien, escuchadlas y acogedlas benignamente. Amén.”
Tan poderosa es esta plegaria que la santa Teresa de Calcuta instituyó entre las Misioneras de la Caridad recitarla en Novena en el mismo momento, o sea 9 Memorare juntas, la que llamó Flying Novena.

Y tal es su poder que experimentaba la solución a los problemas agudos por los que oraban antes de terminar de recitar las 9 oraciones. Puedes leerlo aquí.

Y después hacía otra Flying Novena en acción de gracias.


FUENTE: forosdelavirgen.org

SACERDOTES: MI JUICIO SOBRE VOSOTROS SERA TREMENDO


*Sacerdotes: Mi Juicio sobre vosotros será tremendo,

Hijitos Míos, Soy vuestro Hermano Jesucristo y lloro, junto con vosotros, al ver cómo el hombre que se ha satanizado, que se ha vuelto del mundo, no quiere seguir lo que a Mí tanto Me costó y Me sigue costando. y Me duele ver lo que se ha hecho con Mi Iglesia,.

Ciertamente, hay muy buenos elementos dentro de ella que están manteniendo su vitalidad, pero se está viendo también cómo la maldad se ha introducido y ya no se está dando lo que se debiera dar.

La Iglesia ha tomado una posición muy cómoda, ya no se lucha por llevarMe a Mí a los pueblos necesitados, a aquellos hermanos vuestros que necesitan conocerMe y amarMe. No se busca el sufrir ya hasta el cansancio o la muerte por parte de muchos de Mis sacerdotes y religiosos. El pueblo necesita de los Sacramentos y ésa posición cómoda, hace que muera sin ellos, cuando debieran ser administrados por Mis ministros y sacerdotes.

Mucha maldad se ha introducido dentro de ella y ya no se busca vivir en el respeto a Mis Leyes y a Mi Amor, por eso, tiene que ser purificada y santificada.

Ciertamente, esto causará una gran expectación mundial, causará muchas dudas, causará mucho dolor pero, al final, Mi Amor se hará sentir entre los hombres, especialmente cuando quede purificada y regresen a ella.

La Iglesia, el Templo en sí, es Casa de Oración y Yo estoy presente ahí, Mis pequeños y así debiera ser, que todo aquel que Me quisiera encontrar, llegara a orar, llegara a arrepentirse de su mal proceder, llegara a convivir un rato con su Dios.

Vosotros sois Iglesia, vosotros sois templo vivo de Mi Presencia en vuestro ser, vosotros debéis ser ejemplo ante los hombres, simplemente por el hecho de vivir lo que Yo os he enseñado, y eso os debe dar un carácter muy especial entre vuestros hermanos, a tal grado de que se os reconozca como seguidores Míos. Los que Me viven, realmente, Me transmiten sin darse cuenta y ahora no lo estáis viendo con muchos de Mis ministros o sacerdotes. Os acercáis a ellos y viven bien más del mundo, no viven ésa intimidad Conmigo, buscan cosas muy diferentes para la que fueron ellos escogidos. Mis ministros deben ser también ejemplo ante el mundo, pero con muchas más responsabilidades, porque tienen el Sacramento del Sacerdocio y eso les confiere una Gracia muy grande que no han querido aprovechar en pleno.

Me duele ver, Mis pequeños, tanta confusión, maldad, lucha de intereses mundanos y ataques satánicos por parte de ellos, porque muchos de mis ministros se han vuelto instrumentos de satanás y ofrecen sacrificios y ofrendas a Mi enemigo, aún en Mi Templo Santo. ¡Cuánta traición por parte de ellos!, ¡Me duele tanto! Ciertamente, desde un principio, aquí sobre la Tierra, Mi Iglesia tuvo un traidor, no escogí lo mejor que había entre los hombres. Sé y reconozco las debilidades que existen en la humanidad, pero cuando son escogidas estas almas, para el Sacramento Sacerdotal, Mi Gracia se derrama sobre éstas almas importantes para todos vosotros y hay un cambio grande en su ser.

Pero muchos, que han obtenido ésta Gracia, la han hecho a un lado, han traicionado Mis regalos, Mis Bendiciones y no han querido seguirMe. Han regresado al mundo, buscando sus placeres y riquezas, al grado de ser escándalo entre sus mismos hermanos sacerdotes y aún más, para Mi Iglesia Mundial, que sois vosotros. ¡Cuánto dolor Me causáis, Mis pequeños, ministros que habéis traicionado Mi Amor, pero sobre todo, que traicionasteis el que Yo os hubiera escogido para ésta misión grande sobre la Tierra, que es la más grande que un hombre pueda tener, la de ser sacerdote entre los hombres.

No sabéis apreciar la grandiosidad de vuestra posición ante los hombres y ante el Cielo. Habéis desperdiciado Mis regalos pero, sobre todo, el que Yo haya puesto toda Mi Confianza sobre vosotros, Me traicionasteis.

Arrepentíos, ahora que tenéis todavía tiempo para hacerlo, porque, ciertamente, Mi Juicio sobre vosotros será tremendo, porque Me fallasteis a Mí, vuestro Dios, fallasteis y engañasteis a vuestros hermanos en el mundo y causasteis escándalo, a tal grado, de que muchos perdieron la Fe por vuestro mal proceder. Seréis juzgados severamente, ministros de Mi Iglesia que fallasteis porque Me disteis la espalda y quisisteis seguir a Mi enemigo.

De cualquier manera, recibid Mis Bendiciones, para que ellas toquen vuestro corazón y venga vuestro arrepentimiento antes de vuestro Juicio severo.

Gracias, Mis pequeños.

Jesús a J.V

UN EXORCISTA CUENTA ...

cómo el Padre Pío se hace presente en sus exorcismos y hace temblar al demonio

San Pío de Pieltrecina, más conocido como el Padre Pío, es uno de los grandes santos de nuestro tiempo. Convivió durante medio siglo con los estigmas de la Pasión, tenía el don de la bilocación así como el de profetizar y conocer el interior de las conciencias. Confesaba durante horas hasta quedar exhausto y durante años se enfrentó físicamente y de manera frecuente a los ataques del demonio.

Con la ayuda de Dios, el Padre Pío, este humilde fraile capuchino, venció a Satanás y por ello el demonio le odiaba y le temía. De hecho, ahora le teme incluso más. Esto es lo que asegura el sacerdote italiano Piero Catalano, exorcista en la región de Reggio Calabria e hijo espiritual del padre Gabriel Amorth, mítico exorcista de Roma y maestro de muchos, que además conoció al Padre Pío.


Alumno del padre Amorth

Este religioso perteneciente al movimiento de los Focolares y que se ordenó sacerdote en 1988 es también párroco de San Juan Nepomuceno y San Felipe Neri en Villa Arangea. En una entrevista en el Corriere della Sera cuenta que durante años se preparó como exorcista con el padre Amorth.

Durante 18 años ha estado practicando oraciones de liberación y desde hace tres ejerce como exorcista. En la sala en la que realiza los exorcismos tiene reliquias de varios santos pero el demonio tiene especial rechazo a una en particular.


El miedo del demonio al Padre Pío

“Las utilizo durante mis exorcismos, ¿el santo al que invoco más a menudo? Tengo un amor especial por San Pío de Pieltrecina, que a menudo se hace presente durante los exorcismos. La persona poseída tiene miedo y dice: ‘allí está el barbudo’. Y yo le digo: ‘¿por casualidad se puede llamar San Pío de Pieltrecina? Y el poseído dice: ‘No, se llama Francesco Forgione’. El diablo incluso tiene miedo de nombrarlo”.





Algo similar le ocurría al padre Amorth, que en una entrevista hablaba de este mismo asunto: “Me ocurre mucho con las reliquias que utilizo del padre Pío de Pietrelcina, a quien tengo especial devoción. Sale huyendo ante las oraciones y las invocaciones que hago sobre él. ¿Sabe que lo conocí siendo yo muy jovencito? ¡Le tiraba de la barba y él se partía de risa! Yo le adoraba, era una persona de una bondad hiperbólica, un hombre de Dios de pies a cabeza. Un gran santo de nuestro tiempo”.

El padre Catalano asegura que puede conocer la presencia demoniaca, ya sea una posesión o una vejación, a través de las reacciones típicas del demonio. “Por ejemplo, tan pronto como coloco mi mano en la cabeza de la persona, ésta se retira, siente frío, tiene una sensación de asfixia, ganas de vomitar…”. Si no se trata de una presencia del diablo, entonces el exorcista se limita a una oración de liberación.


Las tentaciones a los exorcistas

Este exorcista italiano también cuenta que “el diablo hace todo lo posible para tentarnos a los exorcistas. Una vez me preguntó: ‘¿Cuánto quieres para pasarte a mi lado?’. Yo me reí porque elegí la pobreza. Ni siquiera tengo para pagar el funeral si muero y comparto todo con los pobres. Y él me dijo: ‘si pudiera te mataría al instante’. Luego le respondí: ‘pero no puedes porque yo pertenezco a Jesús’”.

Los poderes ordinarios y extraordinarios del demonio
Para conocer bien al diablo hay que saber cuáles son sus poderes ordinarios y extraordinarios. Así lo explicaba el fallecido padre Amorth:

"El poder ordinario es la capacidad de tentar al hombre para distanciarlo de Dios y llevarlo al infierno. Esta acción se realiza contra todos los hombres y las mujeres de todo lugar y religión".

Sobre los poderes extraordinarios, el padre Amorth indicó que estos se concentran en una persona específica y existen cuatro tipos:

"La posesión demoníaca para la cual se requiere un exorcismo, la vejación demoníaca, como la que sufrió en reiteradas ocasiones el Santo Padre Pío de Pietrelcina que era golpeado físicamente por el demonio; las obsesiones que llevan a la persona a la desesperación; y la infestación, que es cuando el demonio ocupa un espacio, un animal o incluso un objeto".


CORONILLA DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL

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Un día San Miguel Arcángel apareció a la devota Sierva de Dios Antonia De Astónac. El arcángel le dijo a la religiosa que deseaba ser honrado mediante la recitación de nueve salutaciones. Estas nueve plegarias corresponden a los nueve coros de ángeles. La corona consiste de un Padrenuestro y tres Ave Marías en honor de cada coro angelical.


Promesas: A los que practican esta devoción en su honor, San Miguel promete grandes bendiciones: Enviar un ángel de cada coro angelical para acompañar a los devotos a la hora de la Santa Comunión. Además, a los que recitasen estas nueve salutaciones todos los días, les asegura que disfrutarán de su asistencia continua. Es decir, durante esta vida y también después de la muerte. Aun mas, serán acompañados de todos los ángeles y con todos sus seres queridos, parientes y familiares serán librados del Purgatorio.

En esta coronilla invocaremos a los nueve coros de ángeles. Después de cada invocación rezaremos 1 Padre Nuestro y 3 Avemarías. Ofreceremos esta coronilla por la Iglesia, para que sea defendida de todas las asechanzas del demonio, y por los que están más alejados de Dios.

En el Nombre del Padre...
Se comienza la Corona rezando, la siguiente invocación:
Dios mío, ven en mi auxilio.
Señor, date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre, etc.

1. Todopoderoso y eterno Dios, por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de los Serafines, enciende en nuestros corazones la llama de la perfecta caridad. Amén.
1 Padre Nuestro y 3 Avemarías
2. Todopoderoso y eterno Dios, por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de los Querubines, dígnate darnos tu gracia para que cada día aborrezcamos más el pecado y corramos con mayor decisión por el camino de la santidad. Amén.
1 Padre Nuestro y 3 Avemarías.
3. Todopoderoso y eterno Dios, por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de los Tronos, derrama en nuestras almas el espíritu de la verdadera humildad. Amén.
1 Padre Nuestro y 3 Avemarías.
4. Todopoderoso y eterno Dios, por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de las Dominaciones, danos señorío sobre nuestros sentidos de modo que no nos dejemos dominar por las malas inclinaciones. Amén.
1 Padre Nuestro y 3 Avemarías.
5. Todopoderoso y eterno Dios, por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de los Principados, infunde en nuestro interior el espíritu de obediencia. Amén.
1 Padre Nuestro y 3 Avemarías.
6. Todopoderoso y eterno Dios, por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de las Potestades, dígnate proteger nuestras almas contra las asechanzas y tentaciones del demonio. Amén.
1 Padre Nuestro y 3 Avemarías.
7. Todopoderoso y eterno Dios, por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de las Virtudes, no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal. Amén.
1 Padre Nuestro y 3 Avemarías.
8. Todopoderoso y eterno Dios, por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de los Arcángeles, concédenos el don de la perseverancia en la fe y buenas obras de modo que podamos llegar a la gloria del cielo. Amén.
1 Padre Nuestro y 3 Avemarías.
9. Todopoderoso y eterno Dios, por la intercesión de San Miguel Arcángel y del coro celestial de los Ángeles, dígnate darnos la gracia de que nos custodien durante esta vida mortal y luego nos conduzcan al Paraíso. Amén.
1 Padre Nuestro y 3 Avemarías.



Se reza un Padre Nuestro en honor de cada uno de los siguientes ángeles:
*En honor a San Miguel...... 1 Padre Nuestro
*En honor a San Gabriel...... 1 Padre Nuestro
*En honor a San Rafael........ 1 Padre Nuestro
*En honor a nuestro ángel de la Guarda..... 1 Padre Nuestro

Glorioso San Miguel, caudillo y príncipe de los ejércitos celestiales, fiel custodio de las almas, vencedor de los espíritus rebeldes, familiar de la casa de Dios, admirable guía después de Jesucristo, de sobrehumana excelencia y virtud, dígnate librar de todo mal a cuantos confiadamente recurrimos a ti y haz que mediante tu incomparable protección adelantemos todos los días en el santo servicio de Dios.

V. Ruega por nosotros, glorioso San Miguel, Príncipe de la Iglesia de Jesucristo.
R. Para que seamos dignos de alcanzar sus promesas.

Oremos. Todopoderoso y Eterno Dios, que por un prodigio de tu bondad y misericordia a favor de la común salvación de los hombres, escogiste por Príncipe de tu Iglesia al gloriosísimo Arcángel San Miguel, te suplicamos nos hagas dignos de ser librados por su poderosa protección de todos nuestros enemigos de modo que en la hora de la muerte ninguno de ellos logre perturbarnos, y podamos ser por él mismo introducidos en la mansión celestial para contemplar eternamente tu augusta y divina Majestad. Por los méritos de Jesucristo nuestro Señor. Amén.  



Si queremos, al final de la Coronilla a San Miguel Arcángel, podemos agregar la siguiente oración:

REINA DE LOS ÁNGELES

¡Oh Augusta Reina de los Cielos y Señora de los Ángeles!

Pues habéis recibido de Dios el poder y la misión de aplastar la cabeza de la serpiente infernal; dignaos escuchar benigna las súplicas que humildemente os dirigimos; enviad las santas legiones para que, bajo vuestras órdenes, combatan a los demonios, donde quiera repriman su audacia y los persigan hasta precipitarlos al abismo.

¿Quién como Dios?

Santos Ángeles y Arcángeles, defendednos y guardadnos. ¡Oh buena y tierna Madre! Vos seréis siempre nuestro amor y nuestra esperanza. ¡Oh divina Madre! Enviad los Santos Ángeles para defendernos y rechazar lejos al demonio, nuestro mortal enemigo. Amén.