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PADRE CARLOS CANCELADO - MARÍA, ME AYUDA A CRECER.





EXTRACTO

La anunciación

¿Qué contiene el Ave María para mí? Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad llamada Nazaret de Galilea a una mujer comprometida con un hombre llamado José de la familia de David. La virgen se llamaba María. Llegó el ángel a Esta y le dijo:

Alégrate, llena de Gracia el Señor está contigo.

No estoy de acuerdo con la palabra “Alégrate”, lo han cambiado para entender pero para mí debe dejarse la palabra Dios te Salve María que significa Dios te saluda, María.

Alégrate no, porque ella era alegre, no era triste, ella tenía el fruto del Espíritu Santo.

La palabra “Salve”: saludaban al César

“Salve Cesar”
 La estaba saludando Dios como emperatriz, como una gran mujer.

Dios te Salve María, llena eres de gracia,

No tenía pecado, no tenía mancha alguna. El Señor está, no,

el Señor es contigo, no está. Dios mismo aclara que ella es concebida sin pecado, que es llena de gracia, no le falta nada. Ella tiene totalmente voluntad divina. Ella vino a la tierra y no la perdió. Su voluntad humana sometida a la voluntad divina hizo que jamás se inclinara al pecado. Todos fueron actos divinos de Dios lo que la Virgen hizo en esta tierra.

Como llena eres de gracia inmediatamente el ángel le dice

El Señor es contigo, no está. Ejemplo: el padre Carlos está enfermo significa que es un tiempo y que va a pasar pero el otro ejemplo es: el padre Carlos es enfermo en vez de está, es eterno. El Señor es contigo, nunca Dios había abandonado a la Virgen. En la divina voluntad que ella cumplió Dios moraba en ella aunque el verbo no se había encarnado, Dios ya estaba en ella, no había separación. Sigue el ángel diciendo

Dios te Salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo.

María se queda muy conmovida y se preguntaba qué significaba aquel saludo. Como es posible que Dios me salude así. Pero el ángel le dijo,

No temas María porque has encontrado gracia delante de Dios concebirás en tu seno y darás a luz un Hijo que le pondrás el nombre de Jesús. Sera grande y justamente será Hijo del Altísimo.

Puede un ángel que Dios hablar cosas que Dios no quiera?  No, porque los ángeles que quedaron en el cielo ya viven bajo la voluntad de Dios. No pueden decir una mentira porque entonces dejarían de ser ángeles. María entonces le dijo al ángel como puede ser esto si yo permanezco virgen y decidí ser virgen. Miren cuánto ama la Virgen la pureza. La pureza es lo más apreciado por Dios y lo más odiado por Satanás. Por eso en estos tiempos somos tan impuros; a hasta a los niños se les está dañando la pureza.



ORACIÓN


Padre Santo,
Tú has querido que el misterio de Salvación
que realizó tu Hijo Jesucristo, nuestro Señor,
fuera prolongado en hombres configurados
con su sacerdocio.

Haz que en toda la Iglesia se despierte el deseo
de que muchos sean llamados a tu servicio.

Qué los sacerdotes sean ejemplo por una vida santa
Que la vida consagrada sea testigo de su inefable amor.
Que las familias sean escuela de discernimiento.

Padre, haz de tu Iglesia un seno fecundo
por la acción del Espíritu Santo
en el que muchos escuchen tu llamada al sacerdocio.
Que nuestros seminarios sean lugares de encuentro
y comunión en el corazón de la Iglesia
para la formación de pastores según tu corazón. 

Amén.

EL SORPRENDENTE PODER ESPIRITUAL DE LAS CAMPANAS DE LA IGLESIA


Las campanas no llaman solamente a las personas a orar, también tienen una relevancia espiritual que no es tan conocida.


CHURCH BELLS

En las ciudades más antiguas, en especial en el casco antiguo, las campanas suenan a cada hora desde el campanario de la iglesia o catedral local.

A veces es difícil escucharlas dentro del trajín del tráfico, pero cuando visitamos una parroquia rural las campanas pueden escucharse a kilómetros a la redonda.

Las campanas de las iglesias nos acompañan desde el siglo V y eran de uso común en la Edad Media. Se usaban especialmente en las comunidades monásticas para llamar a los monjes a reunirse para orar en la capilla ya que, a lo largo del día, se encontraban en varios lugares del monasterio.

Más tarde, la costumbre se extendió cada vez más entre iglesias parroquiales y las campanas se usaron para llamar al pueblo a la celebración de la Eucaristía, además de para la recitación del Ángelus durante el día.

Sin embargo, las campanas también tienen un gran poder espiritual. Cuando se instala una campana nueva en una iglesia, tradicionalmente es “bautizada” o “consagrada” por el obispo o sacerdote local.

Las ceremonias antiguas imitaban la del bautismo y la ceremonia actual sigue requiriendo del uso de agua bendita.

Las campanas también reciben un nombre en honor de un santo patrón particular, aunque muchas se nombran en honor de la Santísima Virgen María.

El Ritual Romano contiene una bendición muy solemne de campanas de iglesia y habla del simbolismo espiritual y el poder sacramental que estas campanas poseen ahora.


Dios, que decretó por medio del santo Moisés, tu siervo y legislador, que se crearan e hicieran sonar trompetas de plata en el momento del sacrificio, para recordar al pueblo a través de sus claros tonos que se preparen para tu adoración y se reúnan para su celebración. Concédenos, te imploramos, que esta campana, destinada para tu santa Iglesia, sea santificada por el Espíritu Santo a través de nuestro humilde ministerio, de forma que cuando repique y taña, los fieles sean invitados a la casa de Dios y la recompensa eterna.

Que la fe y la piedad del pueblo crezcan cada vez más fuertes siempre que escuche su melodioso repique. Que su sonido aleje a todo espíritu maligno; que se desvanezcan trueno y rayo, granizo y tormenta; que el poder de tu mano someta a los malignos poderes del aire, que tiemblen con el sonido de esta campana y huyan acto seguido ante la visión de la santa cruz grabada en ella.

Que Nuestro Señor nos conceda esto, Él que venció a la muerte en la cruz y que ahora reina en la gloria de Dios Padre, en la unidad del Padre y del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.

Atención a cómo el sacerdote llama al poder de Dios a alejar a los “espíritus malignos” además del “trueno (…) rayo, granizo y tormenta” a través del sonido de estas campanas. La bendición continúa con una oración final que, de nuevo, evoca el peso espiritual que reciben las campanas.

Oh, Cristo, todopoderoso gobernante, como una vez calmaste la tormenta en el mar al despertar en la barca del sueño de tu naturaleza humana, así acudas ahora con tu benigna ayuda a las necesidades de tu pueblo, y derrames sobre esta campana el rocío del Espíritu Santo.

Siempre que suene, huya el enemigo del bien, que el pueblo cristiano escuche la llamada a la fe, que aterrorice al imperio de Satán, que tu pueblo se fortalezca al ser llamado a unirse al Señor y que el Espíritu Santo esté con los fieles igual que se deleitaba de estar con David cuando tocaba su arpa.

Y al igual que una vez el trueno en el aire ahuyentó una horda de enemigos, cuando Samuel sacrificaba un cordero lactante como holocausto al Rey eterno, así cuando el repique de esta campana resuene en las nubes traiga una legión de ángeles que vigile la asamblea de tu Iglesia, los primeros frutos de los fieles y aspiren a tu protección eterna en su cuerpo y espíritu.

Pedimos esto a través de ti, Señor Jesucristo, que vives y reinas con Dios Padre, en unidad del Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos.

¿Qué te parece esa última línea? El sacerdote ruega que “cuando el repique de esta campana resuene en las nubes traiga una legión de ángeles que vigile la asamblea de tu Iglesia”. ¡Estas campanas no son en absoluto ordinarias!

Así que, la próxima vez que escuches una campana de iglesia, recuerda el poder espiritual que tiene y ofrece una breve oración a Dios, dándole gracias por las muchas bendiciones en tu vida.


FUENTE: es.aleteia.org

REVELAN ESCALOFRIANTES CASOS DE EXORCISMOS HECHOS POR JUAN PABLO II


Al inicio de su pontificado, Juan Pablo II, tuvo que realizar un exorcismo en un pueblo llamado Spoleto.

Actualmente existen muchas películas hollywoodenses que desenvuelven el tema de los 'exorcismos' en el mundo y que autoridades religiosas no han negado pero tampoco confirmado. 

Muchas de estas cintas aseguran estar basadas en hechos reales como el caso de la película "El exorcismo de Emily Rose" o "Las cintas del Vaticano", pero lo que es totalmente cierto es que este tema realmente despierta la curiosidad y sí el miedo de que realmente sucedan esas cosas paranormales en las personas.


Libro escrito por José María Zavala en el 2012.


Y fuera del mundo de las películas existen relatos que la Iglesia jamás ha desmentido y son los que se cuentan sobre dos exorcismos que realizó el pontífice Juan Pablo II.

Estos relatos comenzaron a tomar fuerza después de que se llevara a cabo la publicación de libro "Así se vence al demonio" del periodista y escritor José María Zavala en el 2012.

El libro es un testimonio sobre la realidad de la posesión diabólica, los exorcistas y poseídos, y las armas que ocupa la iglesia católica para luchar contra estas fuerzas.

Con el surgimiento de la psicología y psiquiatría, los temas de las posesiones dieron un giro radical, pues comenzaron a ser catalogados como trastornos mentales. 

Pero ¿por qué?, simple porque los 'poseídos' tienen la capacidad de hablar más idiomas, romper ataduras con una fuerza sobrehumana, etc; esto hizo que se les denominara personas con demencia, esquizofrenia o trastornos bipolares.


Exorcismos de Juan Pablo II

Pero es en el capítulo 3 del libro "Así se vence al demonio", Gabriele Amorth, el más prestigioso exorcista del mundo y diócesis de Roma, cuenta los dos exorcismos realizados por Juan Pablo II. 

Ahí se habla que el pontífice tuvo que luchar contra demonios de gran poder que no salieron de sus víctimas tras el primer ritual celebrado, se necesitó de muchos esfuerzos posteriores.

Estos casos sacudieron a la medicina, que no fue capaz de ofrecer respuestas ni soluciones contundentes a conductas anormales de individuos que de pronto vieron cómo su mente se desequilibraba y sus cuerpos realizaban acciones antes imposibles.

Caso Francesca

El pontífice Juan Pablo II llevaba cuatro años a cargo, cuando en abril de 1982, recibió una petición del obispo de la diócesis del pueblo de Spoleto para practicar un exorcismo a una joven llamada Francesca F.

Esta joven de pronto presentó conductas agresivas con su propia familia.

Ante tal petición el pontífice aceptó recibirla en su capilla privada del Vaticano.

En cuanto la vio, quedó impresionado ante semejante espectáculo: la chica escupía y se retorcía ferozmente en el suelo.

El exorcista experto, Gabriele Amorth, estaba presente en ese instante para asistir al Papa.

"Su exorcismo fue de cierta eficacia aunque, siendo sincero, debo añadir que para liberar a Francesca se requirieron cinco años enteros de bendiciones", comentó Amorth.

Fue el primer caso en 400 años en que un papa enfrentaba de manera directa a un demonio por medio de los rituales del exorcismo.

Al año Francesca F. y su marido se presentaban en audiencia privada ante Juan Pablo II para agradecerle su ayuda y contarle con ilusión en su rostro que estaba embarazada de su primer hijo.

El hecho también fue constatado en 1993 por el cardenal francés Jacques Martin en su libro "Mis seis papas".


Segundo caso

Muchos años después, cuando el pontífice, Juan Pablo II, se encontraba ya enfermo tuvo que volver a enfrentar un caso más de posesión, en esta ocasión fue durante su audiencia general en la Plaza de San Pedro, Roma.

Esta vez era una chica de 19 años, proveniente de Monza, al norte de Italia, quien mostraba una actitud violenta en contra de los guardias que intentaban calmarla.

En ese momento Juan Pablo II ofrecía su misa ante miles de peregrinos y la joven gritaba insultos y blasfemias.

Por lo que Gianni Danzi, secretario general de la Gobernación del Vaticano, se acercó hasta la chica para intentar calmar sus ímpetus portando un crucifijo.

Al sospechar que podía estar poseída Danzi informó del hecho al secretario de Juan Pablo II, monseñor Stanislaw Dziwisz, para que se le diera aviso al Papa.

Ante esto se ordenó que llevaran a la chica a un sitio apartado para revisarla una vez culminada la audiencia pública.

Gabriele Amorth relata de la siguiente manera el exorcismo que practicó Juan Pablo II:

"Hicieron entrar así a la joven por el Arco de las Campanas, rodeando la Basílica de San Pedro, para conducirla finalmente hasta un lugar cerrado donde Juan Pablo II la exorcizó en presencia de sus padres, del obispo Danzi y de varios hombres que a duras penas podían sujetarla".

El Papa trató con dulzura y cuidado a la supuesta posesa durante cerca de media hora, atendiendo su pena con oraciones y rituales para intentar sacar al ente que estaba en su interior.

Después fue el propio Amorth, su compañero Giancarlo Gramolazzo y Gianni Danzi los que siguieron con el ritual durante un par de horas más.

En algún punto, la joven gritó con voz gutural y desafiante a los exorcistas: "¡Ni siquiera tu jefe ha logrado hacer nada conmigo!".

Amorth sospechaba que las palabras eran una clara alusión y provocación al Papa.

"Satanás ataca sobre todo al Papa. Su odio por el sucesor de Pedro es feroz. Lo he experimentado en mis exorcismos".

"Después del Papa, Satanás ataca a los cardenales, obispos y a todos los sacerdotes y religiosos. Es normal que sea así. Ninguno se debería escandalizar. Los sacerdotes, religiosos y religiosas, están llamados a una dura lucha espiritual", afirma en su libro "El último exorcista – Mi batalla contra Satanás"

El exorcismo tuvo éxito y la chica fue liberada del demonio que la poseía.

Fue el último ritual de su clase reconocido oficialmente por la Iglesia y adjudicado a Juan Pablo II, quien 9 años después de su muerte fue canonizado en 2014, en una ceremonia oficializada por el papa Francisco.

Con información de La Silla Rota.


FUENTE: laverdadnoticias.com

RECORDATORIO DEL CONFESOR


Oración del sacerdote antes de escuchar las confesiones

Dame, Señor, la sabiduría que me asista cuando me encuentro en el confesionario, para que sepa juzgar a tu pueblo con justicia y a tus pobres con juicio. Haz que utilice las llaves del Reino de los cielos para que no abra a nadie que merece que esté cerrado y no cierre a quien merece que esté abierto. Haz que mi intención sea pura, mi celo sincero, mi caridad paciente y mi ministerio fecundo.

Que sea dócil pero no débil, que mi seriedad no sea severa, que no desprecie al pobre ni alague al rico. Haz que sea amable al confortar a los pecadores, prudente al interrogarlos y experto al instruirlos.

Te pido me concedas la gracia de ser capaz de alejarlos del mal, diligente en confirmarlos en el bien; que les ayude a ser mejores con la madurez de mis respuestas y con la rectitud de mis consejos; que ilumine lo que es oscuro, siendo sagaz en los temas complejos y victorioso en los difíciles; que no me detenga en los coloquios inútiles ni me deje contagiar por lo que está corrompido; que, salvando a los demás, no me pierda a mí mismo. Amén.


Oración del sacerdote después de haber escuchado confesiones

Señor, Jesucristo, dulce amante y santificador de las almas, te ruego, con la infusión del Espíritu Santo, que purifiques mi corazón de todo sentimiento o pensamiento viciado y que suplas, con tu infinita piedad y misericordia, todo lo que en mi ministerio sea causa de pecado, por mi ignorancia o negligencia. Confío a tus amabilísimas heridas todas las almas que has conducido a la penitencia y santificado con tu preciosísima Sangre, para que tú las custodies todas en el temor a ti y las conserves con tu amor, las sostengas cada día con mayores virtudes y las conduzcas a la vida eterna. Tú que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.

Señor, Jesucristo, Hijo del Dios viviente, recibe este mi ministerio como ofrenda por aquel amor dignísimo con el que escuchaste a Santa María Magdalena y a todos los pecadores que a ti han recurido, y cualquier cosa haya hecho de forma negligente o con menor dignidad en la celebración de este Sacramento, súplela y satisfácela dignamente. Confío a tu dulcísimo Corazón a todos y a cada uno de los que he confesado y te ruego que los custodies y los preserves de cualquier recaída y que los conduzcas, después de las miserias de esta vida, a las alegrías eternas. Amén.
Recordatorio para el confesor.


1- Excomunión latae sententiae reservada a la Sede Apostólica

a) Profanación de las Especies eucarísticas (can. 1367)
b) Violación directa del sigilo sacramental (can. 1388 § 1)
c) Absolución del cómplice de un pecado contra la castidad (can. 1378 § 1) INVÁLIDA,
salvo en peligro de muerte (can. 977)
d) Violencia física al Romano Pontífice (can. 1370)
e) Ordenación/Recepción del Episcopado sin mandato pontificio (can. 1382)
f) Atentada Sagrada Ordenación de una mujer o atentada recepción del Sagrado Orden por parte de la mujer (SST, art. 5, n. 1).

2- Pecados reservados a la Sede Apostólica de los fieles de las Iglesias Orientales

a) Violación directa del sigilo sacramental (can. 728 § 1 CCEO)
b) Absolución del cómplice de un pecado contra la castidad (can. 728 § 1 CCEO)

Referir para el recurso, respetando sigilo sacramental: Penitenzieria Apostolica – Palazzo della Cancelleria – 00120 CITTÀ DEL VATICANO

3- Excomunión latae sententiae no reservada a la Sede Apostólica

a) para aborto procurado (can. 1398) 

Condición previa necesaria: effectu secutu. 
Quien normalmente puede absolver:  también en el fuero externo: Obispo – Vicario General (pueden delegar)
en la Confesión: el canónigo penitenciario (can. 508 § 1); los capellanes en los hospitales, en las cárceles, en los viajes marítimos (can. 566 § 2)
Todos los demás autorizados en los tiempos y modos establecidos: cf. Normas diocesanas.

b) por los delitos de apostasía, herejía y cisma (can. 1364 § 1)

4-Entredicho y suspensión latae sententiae reservados al Ordinario por falsa denuncia de sollicitatio ad turpia (can. 1390 y can. 1387)

Negación de la absolución, hasta que se retracte de ella y esté dispuesto a reparar los daños que quizá se hayan ocasionado (cf. can. 982) 

* si es laico o religioso: pena de entredicho l.s.

* si es clérigo: pena de entredicho l.s. y pena de suspensión l.s.
Principales condiciones para incurrir censuras latae sententiae (nn. 1-3-4)

* Edad: haber cumplido los 18 años
* Conciencia, lucidez, libertad
* Conocimiento de la sanción penal

En ausencia de una sólo una de estas condiciones no se incurre en la pena
El caso más urgente - can. 1357 (para poder absolver nn. 1-3-4)

Cuando se verifique el “caso más urgente” cualquier confesor podrá absolver de la censura latae sententiae de excomunión o de entredicho, es decir, cuando para el penitente sea muy duro permanecer en estado de pecado grave por el tiempo necesario para obtener la remisión.

N.B. No obstante haber concedido la remisión el confesor debe imponer al penitente la obligación de recurrir en el plazo de un mes al Superior competente o a un sacerdote que tenga esa facultad, bajo pena de reincidencia en la misma censura. Entretanto deberá imponer una penitencia conveniente y la reparación del daño. Se aconseja que sea el mismo confesor quien recurra al Superior. Ponerse de acuerdo con el penitente sobre cuándo y dónde tendrá lugar el nuevo encuentro para comunicarle la decisión del Superior competente.

Otros casos a los cuales se daba prestar particular atención

a) El confesor reo de sollicitatio ad turpia (can. 1387)
b) Situaciones matrimoniales irregulares y difíciles (cf CCC, nn. 2382 – 2386)
Fórmula de remisión de las censuras

(excomunión o entredicho)

Por la potestad que se me ha concedido, yo te absuelvo del vínculo de la excomunión (o del entredicho) en el nombre del Padre, y del Hijo † y del Espíritu Santo. Amén.
Fórmula de absolución de los pecados

(eventualmente con la intención de remitir también las censuras)

Dios, Padre misericordioso, que reconcilió consigo al mundo por la muerte y la resurrección de su Hijo, y derramó el Espíritu Santo para la remisión de los pecados, te conceda, por el ministerio de la Iglesia, el perdón y la paz. Y yo te absuelvo de tus pecados en el nombre del Padre, y del Hijo † y del Espíritu Santo. Amén.

FUENTE: vidasacerdotal.org

EL COLOR NEGRO DE CLÉRIGMAN EN EL SACERDOTE: significado gozoso


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En el Código de Derecho Canónico (canon 284) se expresa la obligatoriedad, para el sacerdote, de identificarse como tal en el vestido, ya sea con traje talar (sotana) o clerigman.

La cuestión que toco en este artículo, relacionado con la identidad sacerdotal, es el COLOR preferentemente NEGRO, por si tuviera algún significado y comentarlo no sólo por satisfacer la curiosidad sino para provecho espiritual. En efecto, cada conferencia episcopal manifiesta los colores que, además del negro, pueden llevarse en cada nación. En España, por ejemplo, se mencionan el negro y el gris (ya sea gris claro u oscuro). Hay países tropicales donde el calor es tan intenso que el color recomendado es el blanco (y ello está totalmente justificado).

No obstante es bueno reconocer y valorar el NEGRO como el que, en circunstancias normales, representa mejor la entrega del Sacerdote. En una ocasión un sacerdote mayor en edad, y muy espiritual, me explicó la causa y la verdad es que me encantó, y ahora la comparto en este blog. El color negro es color de LUTO: eso ya lo sabemos todos. Pero en el caso del sacerdote se trata de un LUTO GOZOSO. Cuando el candidato al sacerdocio, en la ceremonia de ordenación, está tumbado en el suelo mientras se recita la letanía de los santos, y ya está muy cercana la imposición de manos del Obispo (momento de gran alegría y expectación), es como si ese hombre MUERE a su vida pasada. Su vida se va a transformar por completo: seguirá siendo EL MISMO pero no LO MISMO. El sacramento del Orden imprime CARÁCTER ETERNO y va a ser sacerdote para toda la eternidad. Eso significa que su vida anterior va a la tumba (por eso está tumbado en el suelo) y desde entonces, una vez ordenado, se vestirá de color negro para recordar a todos, y a si mismo, que está de luto por su pasado y que es un luto gozoso ya que ha recibido, de forma inmerecida y por el amor infinito de Dios, el DON del sacerdocio ministerial para el bien de las almas.

Por eso el color negro (en la sotana o la camisa de clerigman) NO es algo triste ni serio, en absoluto. Es un signo ALEGRE de identidad, pero una alegría que, para asumirla y captarla, precisa de la catequesis sacramental y la apertura del corazón. El sacerdote, vestido de color negro, expresa (sin necesidad de hablar) que:

– Pertenece totalmente a Dios, y desde Dios está al servicio de las almas y de la Iglesia

– Está feliz de haber sido llamado a esa vocación, pero no está orgulloso (ya que no es por su mérito)

– Su vida pasada queda en la memoria y el entendimiento, pero NO en la voluntad presente y futura (al menos no en lo que esa vida anterior, sobre todo, hubiera tenido de lejanía de Dios)

– Se entrega a todas las almas, pero sin exclusividad ni dependencia. El sacerdote dice a su hermano/a que “Estoy a tu servicio, pero ni tú serás el centro de mi corazón ni yo lo seré del tuyo; en el centro de mi corazón está Cristo”

Por tanto, valoremos el color NEGRO en el vestido sacerdotal: muestra el sentido FELIZ del LUTO que es signo de Vida ETERNA.


FUENTE: adelantelafe.com

CARDENAL SARAH: IDEOLOGÍA DE GÉNERO ES MORTAL Y DEMONIACA


Cardenal Robert Sarah. Crédito: Sabrina Fusco (ACI Prensa)El Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos en el Vaticano, Cardenal Robert Sarah, afirmó que la ideología de género es “demoniaca” y un “impulso mortal” que ataca a las familias.

Así lo indicó el Purpurado africano en su intervención en el tradicional Desayuno Nacional de Oración que se realizó en Washington D.C. en Estados Unidos, en el que se reúnen diversos líderes del país para tratar diversos temas de gran importancia.

En su ponencia, el Cardenal dijo que en ningún lugar la persecución religiosa es “más clara que en la amenaza de las sociedades contra las familias a través de la demoniaca ideología de género, un impulso mortal que se experimenta en un mundo que extirpa cada vez más a Dios a través de la colonización ideológica” denunciada en distintas ocasiones por el Papa Francisco.

El Prefecto dijo luego que defender a la familia es una tarea fundamental en la sociedad de hoy: “no es una guerra ideológica. Se trata en realidad de defendernos a nosotros mismos, a nuestros hijos y a las generaciones futuras ante una ideología demoniaca (la ideología de género) que dice que los niños no necesitan madres y padres. Ella niega la naturaleza humana y quiere extirpar a Dios de generaciones enteras”.

“La ruptura de las relaciones fundamentales en la vida de la persona –a través de la separación, el divorcio o las imposiciones distorsionadas de la familia como la convivencia y las uniones del mismo sexo– es una herida profunda que cierra el corazón al amor que se dona hasta la muerte y que lleva al cinismo y a la desesperanza”.

Estas situaciones, continuó el Cardenal, “dañan a los niños pequeños al infligirles una duda existencial profunda sobre el amor. Son un escándalo y un obstáculo que hace que los más vulnerables no crean en tal amor, y un peso que aplasta y que puede impedir que se abran al poder sanador del Evangelio”.

En medio de todo esto, dijo el Purpurado africano, la Iglesia y el Papa Francisco a la cabeza, intentan combatir la globalización de la indiferencia y la enseñanza de siempre sobre la familia.

“Por esta razón el Santo Padre, abierta y vigorosamente, defiende la enseñanza de la Iglesia sobre la anticoncepción, el aborto, la homosexualidad, las tecnologías reproductivas, la educación de los niños y muchas otras más”, indicó el Cardenal.

En el mundo de hoy, continuó el Cardenal Sarah, “la violencia contra los cristianos no es solo física” como la que sufren los fieles de Medio Oriente a manos del Estado Islámico, “sino que es también política, ideológica y cultural”.

“Esta forma de persecución religiosa es tan o más dañina, pero es más escondida. No destruye físicamente pero sí lo hace espiritualmente”, precisó.

El Purpurado dijo luego que actualmente y “en nombre de la ‘tolerancia’ las enseñanzas de la Iglesia sobre el matrimonio, la sexualidad y la persona humana están siendo desmanteladas” y criticó la legalización de las uniones del mismo sexo, el mandato abortivo de la administración Obama y las leyes que permiten el acceso a los baños de acuerdo a la llamada “identidad de género”.

El Cardenal se dirigió a los asistentes al Desayuno Nacional de Oración resaltando que llegó hasta Estados Unidos para “alentarlos a ser proféticos, fieles y sobre todo, para que recen”.

“Estas tres sugerencias –prosiguió– hacen presente que la batalla por el alma de América y el alma del mundo, es básicamente espiritual. Muestran que la batalla se pelea primeramente con nuestra propia conversión a Dios cada día”.

Es importante para esa misión, continuó, un importante discernimiento sobre cómo “en sus vidas, en sus hogares, en sus lugares de trabajo, en su nación, Dios está siendo erosionado, eclipsado y liquidado”.

Recordando el título de su libro, el Cardenal concluyó: “al final, es Dios o nada”.

“Dieu o rien” (Dios o nada) es el nombre del libro en el que aparece la extensa entrevista realizada por el periodista francés Nicolas Diat al Cardenal Sarah. Este hombre de prensa también ha escrito un libro sobre Benedicto XVI.

Los temas del libro son variados y no excluyen algunos polémicos como los abusos sexuales de algunos miembros del clero y la enérgica y decisiva reacción de Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco con su política de tolerancia cero; además de las grandes preguntas del mundo posmoderno que vive al margen de Dios.

El Cardenal Sarah fue ordenado sacerdote en 1969 y fue consagrado obispo en 1979, convirtiéndose en el más joven del mundo.

En el año 2001 fue convocado a Roma por el Papa Juan Pablo II para servir como Secretario de la Evangelización de los Pueblos.

Benedicto XVI lo eligió como presidente del Pontificio Consejo Cor Unum en el 2010 y en el año 2014 el Papa Francisco lo nombró Presidente del dicasterio vaticano que se ocupa de la liturgia.


FUENTE: aciprensa.com

EL VATICANO CONDENA LA "IDEOLOGÍA DE GÉNERO" EN LA EDUCACIÓN


 El papa Francisco besa a un bebé en su audiencia del último miércoles

L
a Santa Sede denuncia en un documento, justo en el mes que se celebra el Orgullo Gay, una “emergencia educativa” en la cuestión sexual y afectiva.

El documento no tiene valor doctrinal y recoge ampliamente las teorías esbozadas ya en público por el papa Francisco, pero es la primera vez que el Vaticano se pronuncia por escrito y de forma condenatoria sobre una cuestión como la teoría de género. El texto emitido por la Santa Sede, titulado Varón y mujer los creó, alerta de una supuesta “emergencia educativa en lo que concierne a temas de afectividad y sexualidad" que ha generado un “concepto confuso de libertad que busca “aniquilar la naturaleza” a través de conceptos ideológicos y no científicos. Varios grupos de defensores de los derechos LGTBIQ, que se encuentran celebrando estos días y en todo el mundo el mes del Orgullo Gay, han criticado ya el documento que, consideran, puede alentar al odio y la intolerancia.

El informe, redactado por el prefecto de la Congregación para la Educación Católica, el cardenal Giuseppe Versaldi, es una suerte de vademécum para profesores y padres de escuelas católicas. Unos centros, asegura el propio Versaldi en una entrevista con el medio oficial del Vaticano, donde los niños son inscritos por voluntad propia por los padres, y donde no debería imponerse una visión de la educación contraria a la católica,. "En muchas ocasiones se han propuesto caminos educativos que transmiten una concepción de la persona y de la vida pretendidamente neutra, pero que en realidad son reflejo de una antropología contraria a la fe y la justa razón", señala. "Los esfuerzos para ir más allá de la diferencia sexual constitutiva hombre-mujer, como las ideas de 'intersexual' o 'transgénero', conducen a una masculinidad o feminidad que es ambigua".

Existe en el Vaticano una corriente muy amplia que atribuye el problema de los abusos a menores a las conductas homosexuales de muchos de los sacerdotes de la Iglesia católica. Un fenómeno que el propio Francisco ha calificado de "moda". Esta teoría se circunsribía al principio solo en el sector ultraconservador, pero con el tiempo ha ido calando y la propia Iglesia está modificando los controles y pruebas para acceder a los seminarios. En esta ocasión, el análisis de una situación mucho más amplia atribuye el supuesto problema a “la desorientación antropológica, que caracteriza ampliamente el clima cultural de nuestro tiempo y que contribuye a desestructurar la familia, con la tendencia a cancelar las diferencias entre el hombre y la mujer, que se consideran simples efectos de un condicionamiento histórico-cultural".

El Papa: “Todo feminismo acaba siendo un machismo con falda”

El Vaticano habla del concepto queer y atribuye la supuesta “confusión” a una liquidez característica de los tiempos. “Con esta actitud, la identidad sexual y la familia se convierten en dimensiones de la 'liquidez' y la ‘fluidez’ posmodernas: fundadas solo sobre una mal entendida libertad del sentir y del querer, más que en la verdad del ser; en el deseo momentáneo del impulso emocional y en la voluntad individual”.

El trabajo, de 31 páginas, busca intervenir en la base educativa de las escuelas católicas en este aspecto. Por ello habla directamente de los supuestos retos en esta área. "La misión educativa se enfrenta al desafío que surge de diversas formas de una ideología, genéricamente llamada gender, que niega la diferencia y la reciprocidad natural de hombre y de mujer. Esta presenta una sociedad sin diferencias de sexo y vacía el fundamento antropológico de la familia", señala el documento.

En este sentido, se advierte de que la ideología en cuestión "lleva a proyectos educativos y directrices legislativas que promueven una identidad personal y una intimidad afectiva radicalmente desvinculadas de la diversidad biológica entre hombre y mujer" y se subraya que "la identidad humana viene determinada por una opción individualista, que también cambia con el tiempo".

El informe trata de buscar también algún punto de encuentro, pero se limita a un básico respeto a la diferencia, tal y como ya ha hecho el Papa en otras ocasiones (a menudo recurre a la polémica idea de que los niños que manifiestan inclinaciones homosexuales deben acudir al psicólogo). Los puntos de encuentro, subraya, son la “educación de niños y jóvenes a respetar a cada persona en su particular y diferente condición, de modo que nadie, debido a sus condiciones personales (discapacidad, origen, religión, tendencias afectivas, etc.) pueda convertirse en objeto de acoso, violencia, insultos y discriminación injusta". El Vaticano, en una particular mezcla de conceptos, aprovecha el documento también para pedir que se ayude a los estudiantes a desarrollar "un sentido crítico ante una invasión de propuestas, ante la pornografía descontrolada y la sobrecarga de estímulos que pueden mutilar la sexualidad".


FUENTE: elpais.com

LA ESCALA ESPIRITUAL SAN CLÍMACO - PARTE 25

"LA ESCALERA DEL DIVINO ASCENSO"
DE SAN JUAN CLÍMACO






"Escala al Paraíso"
(Scala Paradisi, o Escala Espiritual)
Juan Clímaco.


Basada en la edición del Obispo Alejandro (Mileant)
Corrección e introducción: Rolando Castillo


Vigésimo Séptimo Escalón: Hesiquia.

1. Somos como esclavos comprados y ligados por contrato a las pasiones impías; por eso conocemos en cierta medida las mañas, la conducta, la tiranía y las estafas de los espíritus que dominan nuestra alma miserable. Pero hay otros que, por la acción del Espíritu Santo y por estar liberados de la dominación de esos espíritus, están plenamente instruidos acerca de sus procedimientos. Uno es el que, a partir del sufrimiento que le causa su enfermedad, puede conjeturar qué consuelo aporta la salud, y otro el que, a partir del bienestar de la salud, se forma una idea de la enfermedad y se representa sus miserias. Por eso en nuestra debilidad, dudamos tratar en nuestro discurso el tema de la hesiquia: sabemos, en efecto, que en torno a la mesa de una buena comunidad vagabundea siempre algún perro que busca arrancar un pedazo de pan, es decir, un alma, y escapar llevándolo en su garganta para devorarlo con tranquilidad. No queremos que nuestras palabras permitan la entrada a este perro y den la ocasión a los que la buscan; por esa razón no creemos lícito hablar ahora de paz a los valientes guerreros de nuestro rey que están combatiendo. Nos contentaremos con decir que las coronas de paz y de serenidad están trenzadas por aquellos que no desfallecen en el combate. Sin embargo, a título de ejemplos que permitan juzgar el resto, si así lo desean, diremos algunas palabras sobre la hesiquia, para no entristecer a nadie al abandonar este tema sin haberlo tratado.

2. La hesiquia del cuerpo es la disciplina y el estado apacible de las costumbres y de los sentimientos; la hesiquia del alma es la disciplina de los pensamientos y es un espíritu inviolable.

3. El amigo de la hesiquia es aquel cuyo pensamiento, siempre despierto, se mantiene con valor e intransigencia en la puerta del corazón para destruir o rechazar los pensamientos que sobrevienen. Quien practique la hesiquia con sentimiento de corazón comprenderá lo que acabo de decir; pero quien todavía es un niño no tiene experiencia de ello y lo ignora. El hesicasta dotado de conocimiento no necesita palabras, pues está iluminado por sus actos acerca de lo que quieren decir las palabras.

4. El comienzo de la hesiquia es alejarse del ruido, porque el ruido perturba las profundidades del alma. Y su perfección es no temer ninguna inquietud y permanecer insensible.

5. Quien sale al exterior sin dejar el silencio interior es amable y llega a ser completamente una morada de la caridad.

6. Quien no deja fácilmente de hablar, tampoco se aleja nunca de la cólera. Lo contrario es evidente.

7. El hesicasta es aquel que aspira a circunscribir lo incorporal en una morada corporal — paradoja suprema.

8. El gato vigila al ratón y el espíritu del hesicasta acecha al ratón espiritual. No consideres que este ejemplo es fútil, pues ello indicaría que todavía no has conocido la hesiquia.

9. No es un solitario el monje que vive con otro monje. El solitario necesita una gran vigilancia y un espíritu que no se deje distraer. A aquel que no está solo lo ayuda su hermano; pero un ángel da su ayuda al solitario.

10. Los poderes espirituales concelebran con el que es hesicasta en el fondo de su alma y les agrada-morar con él. De lo que es contrario a esto, no te hablaré.

11. El abismo de los dogmas es profundo; pero el espíritu del hesicasta se sumerge en él sin peligro. No es prudente nadar completamente vestido, ni mezclarse con la teología cuando uno está sujeto a las pasiones.

12. La celda del hesicasta está constituida por los estrechos límites del cuerpo; dentro, contiene una casa de conocimiento.

13. El que sufre una enfermedad del alma y abraza una forma de vida hesicasta se parece a un hombre que salta al mar desde un barco y se imagina que puede alcanzar la orilla sobre una tabla, sin correr peligro.

14. A todos aquellos que combaten contra la arcilla de su carne, el hesicasmo les conviene en su momento, con tal de que tengan un guía; pues quien lleva una vida solitaria necesita la fuerza de los ángeles. Hablo aquí de los que verdaderamente son hesicastas de cuerpo y alma.

15. El hesicasta relajado dirá mentiras para insinuar a los hombres que pongan fin a su forma de vida. Y cuando haya dejado la celda, acusará a los demonios. No ve que él es su propio demonio.

16. He visto a los hesicastas tratando de saciar, sin conseguirlo, su ardiente deseo de Dios, engendrando fuego con fuego, amor con amor, deseo con deseo.

17. El hesicasta es la imagen terrestre de un ángel; con el pergamino del deseo y las letras del fervor, liberó su oración de la negligencia y de la indolencia.

18. El hesicasta es aquel que declara abiertamente: "A punto está mi corazón, oh Dios" (Sal 56:8). Hesicasta es aquel que dice: "Yo dormía, pero mi corazón velaba" (Ct 5:2).

19. Cierra la puerta de tu celda a tu cuerpo, la de tu lengua a los discursos, y la puerta interior a los malos espíritus.

20. El calor del mediodía y la gran calma prueban la paciencia del marino; y la falta de lo que es indispensable prueba la resistencia del hesicasta. Cuando el primero se desanima, se arroja al mar a nadar, si la apatía domina al segundo, se mezcla con la muchedumbre.

21. No temas, ni tomes en serio los ruidos que escuches, pues la aflicción ignora la cobardía y no se espanta de ella.

22. Aquellos cuyo espíritu aprendió a rezar, verdaderamente hablan al Señor cara a cara, como si lo hicieran al oído del emperador; aquellos que rezan con la boca se postran ante él como en presencia de toda su corte; los que viven en el mundo dirigen sus requerimientos al emperador en medio de los clamores de todo el pueblo. Si llegaste a ser sabio en el arte de la oración, comprenderás lo que digo.

23. Instálate en una altura y vigílate; verás cómo entran los ladrones para robar tus racimos de uva, verás cuántos son, de dónde vienen, de qué forma son y cuándo lo hacen.

24. Cuando el que vela está fatigado, se levanta para rezar, después se sienta nuevamente y retoma con ánimo su primer trabajo.

25. Un hombre que tenía experiencia de todo esto quería hablar de ello con precisión y en detalle; pero temía volver indolentes a los trabajadores espirituales y hacer huir por el ruido de las palabras a los que estaban abocados a esto.

26. Quien habla con precisión y por experiencia de la hesy-chía, excita a los demonios en su contra; pues ningún otro sino él puede triunfar sobre sus vergonzosos procedimientos.

27. Quien llegó a la hesiquia conoce el abismo de los misterios; pero no hubiera descendido jamás hasta allí, de no haber visto o escuchado antes el tumulto de las olas y los espíritus malvados y si no hubiera sido mandado con barro. El gran apóstol Pablo confirma lo que acabo de decir; pues de no haber sido arrebatado hasta el paraíso como en la hesiquia, no habría escuchado las palabras inefables (cf. 2 Co 12:4).

28. El oído del hesicasta recibirá de Dios palabras extraordinarias; por eso, en el Libro de Job, decía este hombre tan sabio: "A mí me ha dicho furtivamente una palabra, mi oído ha percibido un susurro" (Jb 4:12).

29. Algunos corren hacia los hombres por falta de coraje, mientras que el hesicasta huye de los mismos sin odio, pues no se quiere privar ni un momento de la suavidad de Dios.

30. "Anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en los cielos, luego, ven y sígueme" (Mt 19:21). Dónalo a los monjes pobres para que, a través de sus oraciones, te acompañen hasta la hesiquia. Y toma tu cruz, llévala por medio de la obediencia, soporta valientemente el peso de tu voluntad restringida; luego ven y sígueme hacia la unión de la muy santa hesiquia (cf. Mt 16:24) y te enseñaré la actividad visible y el género de vida de las fuerzas espirituales. Éstas no se hartan jamás de alabar a su Creador, de la misma manera como no cesa jamás de alabar a su Creador quien ha llegado al cielo de la hesiquia.

Los espíritus inmateriales no tienen ninguna preocupación por lo material; y los que han llegado a ser inmateriales en un cuerpo material no tienen necesidad de estar seguros de que lo recibirán. Los primeros no se preocupan ni por el dinero, ni por las posesiones y los otros no se inquietan más por la malicia de los espíritus.

Entre los habitantes del cielo, no se encuentra ningún deseo de la creación visible y entre los de aquí abajo, ningún deseo de lo que se ve a través de los sentidos. Los primeros no cesan de progresar en la caridad y los segundos hacen otro tanto, rivalizando cada día con los ángeles. Los primeros tienen plena conciencia de la riqueza de sus progresos; los segundos, de su amor apasionado por la ascensión. Los primeros no se detendrán antes de haber alcanzado a los serafines y los segundos, hasta llegar a ser ángeles. Bienaventurado quien lo espera, tres veces bienaventurado quien está punto de alcanzarlo, y quien ha llegado es un ángel.


Los diferentes aspectos de la hesiquia y cómo distinguirlos.

31. Con respecto a todas las ciencias, todos lo sabemos, hay diversas opiniones y diferentes pensamientos. Pues la perfección no se encuentra en nosotros, ya sea por falta de celo o por falta de aptitudes. Por eso, algunos entran en este puerto, mejor aún, en este mar, o quizás en este abismo, porque no pueden controlar su lengua o a causa de una mala predisposición de la carne; otros, porque no dominan su cólera y no pueden controlarla en medio de los hombres; otros, por orgullo, decidieron navegar a su modo y no bajo la conducción de otro; algunos lo hacen porque se hallan apegados a las cosas materiales y no pueden abstenerse de ellas, otros, para llegar a ser fervientes gracias al retiro; otros, para castigarse secretamente por sus pecados; otros, para asegurarse, por este medio, la gloria, otros, incluso — ¡pueda el Hijo del hombre encontrar hombres semejantes cuando venga nuevamente! — han contraído nupcias con la santa hesiquia porque aspiran a las delicias del amor y a la oscuridad de Dios; pero no habrían sabido hacerlo antes de haber repudiado toda apatía, pues cualquier unión con esta última parecería un adulterio con respecto a la primera.

32. Según la medida de la ciencia simple que me fue otorgada, como un arquitecto poco habilidoso, construí una escala para la ascensión. Cada uno debe examinar en qué escalón se encuentra. ¿Qué buscamos? ¿La libre disposición de nosotros mismos? ¿La gloria humana? ¿Un remedio contra la ausencia de control de las palabras, contra la ausencia de dominio de la cólera o contra el exceso de inclinaciones apasionadas? ¿Es para expiar nuestras faltas, para llegar a ser más fervientes o para agregar llama sobre llama? Los últimos serán los primeros y los primeros, últimos. Los siete primeros son las obras de la semana del mundo presente, unos aceptables, otros no. Pero es evidente que el octavo lleva el signo del mundo por venir.

33. Observa monje solitario, los momentos en que rondan las bestias salvajes; de otra manera, no serás capaz de ponerles las trampas convenientes. Si la apatía que repudiaste, te abandonó completamente, la tarea será superflua. Pero si todavía se muestra, no sé cómo podrás vivir en la hesiquia.


34. ¿Por qué los santos padres de Tabennisi no contaron entre ellos con tantos hombres iluminados como los de Scété? No puedo hablar de ello, o mejor aún, no deseo hacerlo.

35. Entre aquellos que pasan su vida en este abismo, algunos se esfuerzan en disminuir sus pasiones; otros cantan salmos y pasan la mayor parte de su tiempo rezando, en tanto que otros se dedican a la contemplación.

36. Existen almas perezosas que viven en los monasterios cenobíticos y que llegan a una ruina completa pues se dejan llevar por lo que puede halagar su indolencia. Pero también existen almas que se despojan de su indolencia cuando están en contacto con otras, lo que no les ocurre solamente a los negligentes, sino también a los fervorosos.

37. Podemos aplicar la misma regla a la hesiquia; muchos, que parecían estar calificados, llegaron a ella, pero fueron descalificados en seguida a causa de su independencia, que los impulsaba a ser amigos del placer; otros, en cambio, abrazaron este género de vida por temor a ser condenados y esto los volvió fervorosos y dedicados.

38. Quien está todavía perturbado por la cólera y el orgullo, por la hipocresía y por el recuerdo de las injurias, jamás debería tomar el camino de la hesiquia, pues sólo ganará que su espíritu se extravíe, y ninguna otra cosa. Pero aquel que está purificado de estos sentimientos, sabrá qué es lo mejor; y no obstante, quizás ni siquiera él mismo podrá saberlo.

39. Los signos característicos, los ejercicios y las marcas de los que practican la hesiquia son: espíritu siempre despierto, pensamiento puro, éxtasis en el Señor, recuerdo de los tormentos eternos, deseo apremiante de la muerte, hambre insaciable por la oración, vigilancia sin desfallecimiento, extinción de la lujuria; así como el ignorar las inclinaciones apasionadas, el morir a lo mundano, la pérdida de la gula, la aptitud para la teología, la fuente del discernimiento, el don de las lágrimas, el cercenar las habladurías y muchas otras cosas semejantes a las que la mayoría de la gente prefiere permanecer completamente ajena.

40. Las marcas de los que practican el hesicasmo de una manera no razonable son: la penuria de las riquezas espirituales, el acrecentamiento de la cólera, la acumulación del resentimiento, la disminución de la caridad, el aumento del orgullo; y me callaré el resto.

41. Pero, puesto que nuestra exposición ha llegado a este punto, es necesario que consideremos el caso de aquellos que viven en la obediencia; pues esta exposición está dedicada especialmente a ellos. En concreto, y siguiendo las enseñanzas de los padres, los signos de los que desposaron legítimamente, sin adulterio y en toda su pureza, a esta bella y graciosa obediencia, signos que alcanzarán la perfección a su tiempo, si cada día nuestros progresos los desarrollan y los hacen crecer, son: el aumento, desde el comienzo, de la bondad, disminución de la cólera — ¿cómo no va a ser así, si se ha consumido la bilis? — , la iluminación de las tinieblas, el acceso a la caridad, la liberación de las pasiones, la liberación del odio, la disminución de la impureza gracias a la propia condena, la ignorancia de la apatía, el acrecentamiento del celo, el amor compasivo, la expulsión del orgullo. Ésta es la perfección que buscamos todos, pero que pocos alcanzan. Una fuente sin agua no merece ese nombre. Y lo que se sigue de ello, cualquiera que esté dotado de inteligencia lo sabe ya.

42. Una joven que no vela por su cama, mancilla su cuerpo; y el alma que no guarda su promesa, mancilla su espíritu. Los reproches, el odio, los golpes, y lo que es más deplorable de todo, el divorcio, son las cosas que espera la primera. Y la segunda, los pecados, el olvido de la muerte, el ser insaciable en las comidas, la inmodestia de los ojos, la búsqueda de la vanagloria, la irresistible inclinación al sueño, el endurecimiento del corazón, la insensibilidad, la acumulación de los pensamientos y la multiplicación del consentimiento, el corazón cautivo, la agitación en la acción, la desobediencia, la contradicción, la desconfianza, la incertidumbre del corazón, la locuacidad, el apego a los objetos y, más temible que el resto, la libertad de palabra y de acción; y, lo que es más lastimoso todavía, un corazón sin compunción que, en los que no están atentos, engendra el letargo, madre de los demonios y de las caídas.

43. Cinco de los ocho espíritus malvados atacan a los hesicastas y tres, a los que viven en la obediencia.

44. El hesicasta a menudo sufre un gran perjuicio aunque combata la apatía, pues pasa el tiempo que debería estar consagrado a la oración y a la contemplación, inventando estratagemas y luchando contra aquélla.

45. Un día, me encontraba descorazonado en mi celda y soñaba con dejarla. Pero vinieron a verme unos extraños que me alabaron mucho por mi vida de hesicasta. Inmediatamente se retiró el pensamiento desalentador, dominado por el pensamiento de vanagloria. Me sorprendí al ver cómo este demonio de tres puntas se opone a todos los otros espíritus.

46. Debes observar a cada hora del día los golpes y los impulsos que te da tu compañero, sus inclinaciones y sus variaciones; debes ver cómo se producen y adonde tienden. Sólo quien ha alcanzado la calma por medio del Espíritu Santo, posee ese discernimiento.

47. La primera obra de la hesiquia es la falta de preocupación con respecto a cualquier asunto. La segunda obra es la oración diligente. Y la tercera, la actividad inviolable del corazón. Es físicamente imposible para quien no sabe el alfabeto estudiar con libros. Es todavía más imposible para quien no ha cumplido la primera obra, pasar de manera conveniente a las dos últimas.

48. Me encontré, mientras me hallaba comprometido con una de estas obras; con seres que se encuentran entre Dios y los hombres. Uno de ellos, me iluminó. Pregunté: "¿Qué era el Príncipe antes de tomar una forma visible?" Pero el ángel no pudo enseñármelo, pues no le estaba permitido. Entonces le pregunté: "¿En qué estado se encuentra ahora?" Me dijo: "En el estado que le es propio, pero no en el tuyo." Pregunté: "¿Qué significa mantenerse o estar sentado a la derecha del Padre?" Me dijo: "Es imposible, para el oído humano, ser iniciado en esos misterios." Entonces, le rogué que me condujera, desde ese momento, a donde me arrastraba mi deseo; me dijo: "No ha llegado la hora, porque el fuego de la incorruptibilidad no arde suficientemente en ti." ¿Estaba sobre esta tierra? No lo sé. ¿En otra parte? Soy completamente incapaz de decirlo.

49. Es difícil sacudir la somnolencia del mediodía, sobre todo durante el verano; sólo entonces no debe desdeñarse el trabajo manual.

50. Constaté que el demonio de la apatía prepara el camino al demonio de la lujuria. El primero debilita violentamente el cuerpo y lo sumerge en el sueño para que el segundo pueda producir poluciones en los hesicastas, como en ciertos ensueños. Si los resistes vigorosamente, te combatirán con violencia, para obligarte a dejar tus labores como si no te sirvieran para nada. La violencia de esos ataques de los demonios prueba claramente su derrota.

51. Cuando sales, debes velar por lo que has atesorado. Cuando la puerta está abierta, los pájaros vuelan de la jaula. Entonces, no obtendremos ningún beneficio de la hesiquia.

52. Un pequeño pelo perturba al ojo y una leve preocupación arruina la hesiquia, que implica la expulsión de todo pensamiento y de toda preocupación, aunque sea loable.

53. Quien verdaderamente ha alcanzado la hesiquia no se preocupa más por su propia carne; pues no miente Aquel que nos ha hecho la promesa (cf. Tt 1:2; Mt 6:25-34).

54. Quien desea presentar a Dios un intelecto puro, pero que está agitado por preocupaciones, se parece a un hombre que se ata fuertemente los dos pies juntos y pretende caminar rápidamente.

55. Son raros los que poseen un conocimiento muy profundo de la filosofía profana; pero afirmo que más raros todavía son aquellos que poseen esta ciencia divina que es la filosofía de la verdadera hesiquia.

56. Quien todavía no conoce a Dios no está calificado para la hesiquia y se expone a numerosos peligros. La hesiquia sofoca a los inexpertos; como no han gustado todavía la dulzura de Dios, pierden su tiempo en cautiverios, vuelos, apatías y divagaciones.

57. Quien ha tocado las bellezas de la oración, escapará de las multitudes como un asno salvaje; ¿qué, si no la oración, le permitirá estar libre de todo contacto con los hombres, como el asno salvaje?

58. Quien es atacado por las pasiones en todas partes y vive en el desierto, tiene su atención cautivada por la charlatanería de aquéllas. Un anciano santo me hablaba de ello un día para instruirme; me refiero a Jorge Arsilaíta que no es completamente desconocido para su Reverencia. Él, que formaba mi alma indigna y me guiaba hacia la hesiquia, me dijo: "He notado que, a la mañana, los demonios que nos atacan, de ordinario son los demonios de la vanagloria y de la concupiscencia; a mitad del día, los demonios de la apatía, de la tristeza y de la cólera; y a la noche, los tiranos indecentes del miserable vientre."

59. Más vale un cenobita pobre que un hesicasta distraído.

60. A quien ha abrazado la hesiquia de una manera razonable y no constata sus frutos cada día, le sucede que o no lo practica de una manera razonable o se deja robar por el orgullo.

61. La hesiquia es un culto y una constante presencia ante Dios.

62. El recuerdo de Dios debe ser lo mismo que tu respiración; entonces conocerás la utilidad de la hesiquia.

63. Las caídas del cenobita provienen de la propia voluntad; las del hesicasta, de una interrupción de la oración.

64. Si te alegras por la llegada de visitantes, debes saber que es la apatía, y no Dios, quien promueve tu ocio.

65. Que el modelo de tu oración sea la viuda perjudicada por su adversario (cf. Lc 18:1-8) y el de tu hesiquia, el gran Arsenio, igual a los ángeles. En tu soledad, recuerda la conducta de este hesicasta y observa cómo despedía a sus visitantes, para no perder la mejor parte.

66. He comprobado que los demonios persuaden a falsos monjes peregrinos para que visiten a los verdaderos hesicastas, para molestar el camino de estos buenos trabajadores. Ten cuidado con esas personas, mi amigo; y no temas entristecer piadosamente a esos perezosos; quizás esta tristeza haga que cesen en su vagabundear. Pero ten cuidado; no entristezcas, actuando de esta manera, a un alma alterada que viene a pedirte agua. En todas las cosas necesitas luz.

67. La vida de los hesicastas, y sobre todo de los que viven completamente solos, debe ser regida por la conciencia y el sentido íntimo de las cosas. Quien prosigue la carrera como es conveniente y cumple todo lo que emprende, sus palabras, sus pensamientos, sus proyectos y sus movimientos, según el Señor, trabaja con un verdadero sentimiento del alma y en la presencia del Señor. Si no es así, todavía no vive según la virtud.

68. "Al son de la cítara descubriré mi enigma" dijo alguien (Sal 48:5), a causa de su discernimiento todavía imperfecto. En cuanto a mí, ofreceré al Señor mi voluntad en la oración y recibiré de Él la certeza.

69. La fe es el ala de la oración; sin ella, mi oración volvería a mi seno (cf. Sal 34:13).

70. La fe es la firmeza inquebrantable del alma, que no se conmueve ante ninguna adversidad.

71. El hombre de fe no es aquel que cree que Dios lo puede todo, sino aquel que cree que puede obtener todo.

72. La fe pone a nuestro alcance lo que parece no tener esperanza; esto lo prueba el propio ladrón.

73. La madre de la fe es la pena y la rectitud del corazón; la segunda hace constante a la fe y la primera la construye.

74. La fe es la madre del hesicasta; pues si no vive de la fe, ¿cómo puede permanecer en la hesiquia?

75. Quien está encadenado en una prisión teme al que va a castigarlo; y el ermitaño, en su celda, experimenta el temor de Dios. El tribunal no es tan temible para el primero como el trono del Juez para el segundo. Para vivir en la hesiquia, hombre excelente, es necesario que tengas un gran temor, pues nada es tan eficaz para dominar la apatía.

76. El condenado está al acecho constantemente para ver cuándo viene el juez a la prisión; y el verdadero trabajador espiritual se pregunta cuándo se lo llamará de urgencia. Una pesada tristeza oprime al primero; pero el segundo posee una fuente de lágrimas.

77. Si tomas el bastón de la paciencia, los perros perderán rápidamente su atrevimiento.

78. La paciencia hace que el trabajo no abrume al alma y que ésta no vacile jamás ante los golpes justos o inmerecidos.

79. La paciencia es un límite puesto a la tribulación; de hecho la acoge día tras día.

80. El hombre paciente es un trabajador que no se abate con nada y que convierte en victorias hasta sus faltas.

81. La paciencia cercena todo pretexto y nos vuelve atentos sólo a nosotros mismos.

82. El trabajador necesita paciencia más que alimento, pues la falta de éste le vale una corona; la ausencia de aquélla lo conduce a su perdición.

83. El hombre paciente está muerto antes de ser enterrado en la tumba, pues ha hecho una tumba de su celda.

84. La esperanza engendra paciencia y lo mismo ocurre con la aflicción; pero aquel a quien le faltan una y otra es esclavo de la apatía.

85. El atleta de Cristo necesita saber qué adversarios deberá combatir a distancia y con cuáles deberá medirse de cerca. A veces la lucha consigue la corona, el negarse a combatir es causa de descalificación. Es imposible enseñar tales cosas por medio de palabras pues todos nosotros no tenemos las mismas inclinaciones ni las mismas disposiciones.

86. Existe un espíritu que debes vigilar: aquel que te ataca sin descanso, al comienzo, en el camino, sentado o en movimiento, cuando descansas, cuando rezas o cuando duermes.

87. Los panes amasados con el trigo del cielo, que nos alimentan espiritualmente, no son todos de la misma clase. Algunos de los que se encuentran en el camino de la hesiquia y ponen en acción, sin cesar, este pensamiento son: "Pongo a Yahvé ante mí sin cesar" (Sal 15:8); "Con vuestra perseverancia salvaréis nuestras almas" (Lc 21:19); "velad y orad" (Mt 26:41); "Ordena todos tus trabajos" (Pr 24:27); "Estaba yo postrado y me salvó" (Sal 114:6); "Los sufrimientos del tiempo presente no son comparables con la gloria que se ha de manifestar en nosotros" (Rm 8:18); "No sea que yo arrebate y no haya quien os libre" (Sal 49:22). En efecto, todos corren, pero sólo uno consigue el premio.

88. Quien progresa, trabaja no sólo cuando está despierto, sino también durante el sueño; por eso, incluso cuando duermen, algunos injurian a los demonios que se les acercan y exhortan a la castidad a las mujeres de mala vida.

89. No esperes visitas y no te prepares de antemano para recibirlas pues la hesiquia es un estado de simplicidad perfecta y libertad.

90. Quien desea edificar una torre — y esto vale para la celda del hesicasta — no emprenderá nada sin calcular primero y sin examinar en la oración si posee los medios necesarios para llevarlo a cabo, para que después de haber construido los cimientos, no llegue a ser motivo de burla para sus enemigos y obstáculo para otros trabajadores (cf. Lc 14:28-30).

91. Examina cuidadosamente la suavidad que sientes en tu alma, pues puede haber sido preparada fraudulentamente por médicos crueles o por traidores.

92. Consagra la mayor parte de la noche a la oración y una mínima parte a la salmodia. Y durante el día, disponte a hacerlo de nuevo, según tus fuerzas.

93. La lectura ilumina el intelecto y lo ayuda a recogerse, pues estas mismas son las palabras del Espíritu Santo y reglan la vida de los que se aplican a ello.

94. Si eres un verdadero trabajador, debes poseer lecturas que conciernan a la acción; esta actividad vuelve inútil cualquier otra lectura.

95. Busca adquirir la inteligencia de las palabras de salvación, a través de tus obras mejor que a través de los libros.

96. No abordes obras cuyas palabras posean un sentido oculto, antes de haber recibido fuerza espiritual; pues su lenguaje es oscuro y envuelven con tinieblas a los débiles.

97. A menudo una sola copa revela la calidad de un vino; una sola palabra de un hesicasta manifiesta toda su actividad interior y el estado de su alma a aquellos que son capaces de sentir su sabor.

98. El ojo del alma debe vigilar constantemente al orgullo, pues ninguna trampa es tan asesina como la que pone él.

99. Cuando dejes tu celda, sé avaro con tus palabras, pues pueden dilapidar en un momento el fruto de mucho trabajo.

100. Esfuérzate para no mezclarte en los asuntos ajenos; pues esto puede mancillar la hesiquia más que cualquier otra cosa.

101. Provee lo necesario para el cuerpo y para el espíritu a aquellos que vienen a visitarte. Si son más sabios que nosotros, mostremos nuestra sabiduría a través del silencio. Y si son hermanos semejantes a nosotros, abramos moderadamente la puerta de las palabras. Incluso es preferible considerarlos a todos superiores.

102. Hubiera querido prohibirles completamente a los jóvenes el trabajo manual, pero quien durante toda la noche llevó arena en su manto me lo impidió.

103. Quien enseña el dogma acerca de la Santísima Trinidad adorable e increada, parece contradecir la doctrina de la economía de la Encarnación de una de las tres Personas, pues lo que es plural en la Trinidad, es singular en Cristo y lo que es singular en Él, es plural en la Trinidad. De igual manera, unos son los ejercicios que convienen a los hesicastas y otros, los que convienen a los cenobitas.

104. El divino Apóstol dijo: "¿Quién conoció el pensamiento del Señor?" (Rm 11, 34). Y yo diré: "¿Quién conoció el intelecto del que es hesicasta de cuerpo y espíritu?

105. La fuerza de un rey reside en sus riquezas y en la gran cantidad de súbditos; la fuerza del hesicasta, en la abundancia de su oración.


MENSAJES DE MEJUGORJE - 25 de Mayo, 2 de Junio


Mensajes de Nuestra Señora Reina de la Paz en Medjugorje

Al inicio Nuestra Señora regularmente da sus mensajes sólo a los videntes, y a través de ellos a todos los fieles. A partir del 1 de marzo de 1984, Nuestra Señora comienza a entregar regularmente sus mensajes todos los jueves a la comunidad de parroquial de Medjugorje, y a través de ella, al resto del mundo. Puesto que algunas cosas que el Señor había deseado se cumplieron, como lo afirmó Nuestra Señora , a partir del 25 de enero de 1987, Nuestra Señora da sus mensajes a todo el mundo los 25 de cada mes Esto aún continúa.

Mirjana Dragicevic-Soldo, Ivanka Ivankovic-Elez y Jakov Colo tuvieron apariciones diarias hasta 1982, 1985, y 1998 respectivamente. Desde entonces, la Virgen se les aparece una vez al año y les da un mensaje. Debido a que el trabajo sobre los archivos está aún en curso, no estamos en condiciones de publicar los mensajes otorgados antes de 1995.

(http://www.medjugorje.ws)


Mensaje 2 de junio de 2019 - Aparición a Mirjana


“Queridos hijos, solo un corazón puro y abierto hará que realmente conozcáis a mi Hijo, y que todos los que no conocen su amor lo conozcan a través vuestro. Solo el amor os hará comprender que él es más fuerte que la muerte, porque el amor verdadero ha vencido a la muerte y ha hecho que la muerte no exista. 

Hijos míos, el perdón es la forma más sublime del amor. Vosotros, apóstoles de mi amor, debéis orar para que podáis ser más fuertes en el espíritu y podáis comprender y perdonar. Vosotros, apóstoles de mi amor, con la comprensión y con el perdón, dais ejemplo de amor y de misericordia. Poder comprender y perdonar es un don, por el que hay que orar, y que hay que cultivar. Al perdonar, demostráis que sabéis amar. 

Mirad, hijos míos, cómo el Padre Celestial os ama con gran amor, con comprensión, perdón y justicia; mirad cómo me da a vosotros, Madre de vuestros corazones. Heme aquí, en medio vuestro, para bendeciros con la bendición maternal, para invitaros a la oración y al ayuno, para deciros que creáis, que tengáis esperanza, que perdonéis, que oréis por vuestros pastores y, sobre todo, que améis incondicionalmente. Hijos míos, seguidme. Mi camino es el camino de la paz y del amor, el camino de mi Hijo. Es el camino que conduce al triunfo de mi Corazón. Os doy las gracias. ”


Mensaje 25 de mayo de 2019

“Queridos hijos! Por Su misericordia, Dios me ha permitido estar con ustedes, e instruirlos y guiarlos hacia el camino de la conversión. Hijitos, todos ustedes están invitados a orar con todo el corazón para que se realice el plan de salvación en ustedes y a través de ustedes. Sean conscientes, hijitos, de que la vida es breve y les espera la vida eterna según sus méritos. Por eso oren, oren, oren para que puedan ser instrumentos dignos en las manos de Dios. Gracias por haber respondido a mi llamado. ”


"A MIS SACERDOTES" DE CONCEPCIÓN CABRERA DE ARMIDA. CAP. CXI: RESURRECCIÓN DE LA CARNE.

Mensajes de Nuestro Señor Jesucristo a Sus hijos predilectos.


 CXI

 RESURRECCIÓN DE LA CARNE



 "El cuerpo resucita en virtud de que Yo glorifiqué a la carne con el contacto purísimo de mi Divinidad; y para esa resurrección la carne tiene virtud sólo por Mí.  Esa doble caridad, que el hombre nunca agradece, fue efecto de la Encarnación del Verbo. Porque nada de lo que toca a la Divinidad se destruye o perece; menos el hombre, de quien el Verbo quiso tomar su misma substancia humana, su carne mortal, su materia misma.

 Y mi resurrección es la prenda segura de la resurrección de los cuerpos, no por virtud propia, como la mía: sino por mi virtud, que quise concedérsela al hombre, como una gracia participada, por el contacto de mi Divinidad con la carne humana. Sólo que, por el pecado original, la carne sólo puede tener esa transformación de crisálida en mariposa, por un milagro estupendo de mi Poder infinito que, con el divino Soplo, rehace y vuelve a unir eternamente el cuerpo con el alma que le cupo en suerte, ya para salvarse, ya para condenarse, según sus obras.

 Es un deber de justicia para Mí, a la vez que de misericordia, la unión del alma con el cuerpo, a quien animó y con quien pecó y mereció también. No sería Dios justo , si una carne que se sacrificó en la tierra en su honor pereciera para siempre sin tener su recompensa. Dios es justo y no deja sin premio ni un ápice de los sacrificios que el hombre hace por Dios en su cuerpo o en su alma; es justo en glorificar o en castigar eternamente el cuerpo, instrumento del alma que se santificó, reprimiendo sus apetitos sensuales, o que lo ofendió, siguiendo sus inclinaciones pecaminosas.

 Amo no solo a las almas, sino también a los cuerpos, envolturas de esas almas y templos vivos del Espíritu Santo.

 Claro está que el alma con sus potencias induce al cuerpo al bien o al mal; pero el cuerpo, aunque materia muerta sin el alma, presta su concurso mientras el alma lo alienta, y sirve para el bien como para el mal.

 Por eso también debe participar del premio o del castigo, porque el hombre no es sólo alma ni sólo cuerpo sino, las dos cosas; aunque el cuerpo debe estar subordinado al espíritu, que lleva la imagen divina de la Trinidad, y prestarle su concurso para la mortificación y la Cruz. Mientras más padezca el cuerpo por Cristo, más glorificado será con Cristo.

 Y muy grande misericordia mía es también glorificar la carne sólo por el contacto que tuvo con el Verbo que la purificó, la divinizó, y le comunicó con ese purísimo contacto el derecho de la resurrección en el último día.

 Amo a esa carne humana de la que se revistió un Dios hombre; y entre otras cosas ¿saben por qué? --Porque me ayudó con su concurso a padecer, a redimir con dolor, el género humano.  Por eso a mi carne misma, a la que tomé en el seno purísimo de María, la resucité luego sin esperar la resurrección del fin del mundo, pues fue impecable; y, además, para dar con ella la garantía de la resurrección final. Porque si tuvo un Dios hombre poder para resucitar por Sí solo,  ¿cómo no lo ha de tener para resucitar a todos los muertos de todos los siglos?

Yo vencí a la muerte, y de aquí que los muertos obedezcan mi voz, de lo que di algunos ejemplos a mi paso por la tierra. Era imposible a la ternura de mi Corazón permitir que los cuerpos, perecieran y fueran destruidos para siempre, estando mi Cuerpo glorificado.

La Encarnación tuvo ya, entre sus inmensos actos de caridad para con el hombre, éste de la resurrección de la carne, en virtud de haberse unido la Divinidad con la carne; y éste es un punto en el que casi no se piensa, ni se agradece, a pesar de ser un inmenso beneficio.

Porque Dios no hace las cosas a medias, y al unir el alma con el cuerpo, sabiendo que el pecado había de traer la muerte al mundo; y al enviar a su Verbo, al dar a su propio Hijo para redimir al hombre, en su infinita caridad, ya tenía preconcebida la resurrección de la carne; tanto en virtud de que lo que hace Dios no lo deshace, cuanto por haberse unido en unión hipostática la naturaleza divina con la naturaleza humana; la Persona divina con la carne humana, aunque pura y limpia, tomada de una Virgen sin mancilla, para reparar con esa pureza las manchas de cieno en el cuerpo del hombre.

Necesita venir a la tierra una carne inmaculada para purificar la corrupción del hombre, y más aún, para que la redención de esa carne corrompida alcanzara nueva vida el día de la resurrección final.

Por lo tanto, la Redención del Hijo de Dios en el mundo, no sólo fue para las almas, sino que también con ella compró los cuerpos, fueron también redimidos los cuerpos de la eterna destrucción y guardados como cosas santas que se deben respetar, por llevar algo del sello de la Divinidad, que no desaparece, sino que espera el día de la Resurrección.

La destrucción de los cuerpos es efecto del pecado que mancha el alma y el cuerpo; pero la rehabilitación de los cuerpos es efecto de la Encarnación y de la Redención del Hijo de Dios, Verbo y Carne, que no hace las cosas a medias sino completas para manifestar su munificencia, su grandeza, su poder y su caridad infinita.

Así es que el Soplo del Espíritu Santo hará la resurrección de la carne, y entonces las almas se unirán a sus propios cuerpos para que glorifiquen a Dios, ya sea en la eterna dicha, o en el penar eterno, en el infierno, que ambas cosas lo glorifican en sus atributos.

Esta resurrección de la carne participa de la transformación en Mí, por la unidad; es una participación de mi Resurrección gloriosa, del poder infinito que tuve sobe la muerte cuando resucite glorificado para confirmar mi doctrina salvadora, mi Evangelio.

Si las almas y los sacerdotes se transforman en Mí desde la tierra, esa transformación, ese ser otros Yo, en su vida y en su muerte, alcanza también a la resurrección; no porque ellos no resuciten como todos, sino porque su resurrección será mas gloriosa, mas divina, en el esplendor de sus cuerpos, en las dotes mas especiales con que en el mismo cielo se distinguirán.

A medida que la unión Conmigo en la tierra será la glorificación de los cuerpos en el cielo.  Mientras más unión, más compenetración con mi Carne misma glorificada, más luz, más fulgor, más hermosura, más acercamiento a la misma Divinidad.  Esa carne que alimentó mi Carne, que se transformó en Mí crucificado, que se sustentó con mi Sangre, que se sacrificó en honor mío, tendrá también más premio, más Yo mismo en el cielo.

Pues mis sacerdotes que fueron otros Yo, que tuvieron la dicha de transformarse en Mí en el altar, cuyos labios dijeron centenares de veces, con certeza absoluta: "Este es mi Cuerpo, ésta es mi Sangre", justísimamente en la resurrección de la carne se distinguirá esa carne mía, que se transformó en Mí, se distinguirá de los demás cuerpos resucitados, y más y más, según el grado de unión y de transformación en Mí que tuvo en este mundo.

Hasta allá alcanza mi Bondad y mi santa Justicia a los sacerdotes transformados en Mí; porque voy a descubrirles un secreto y es que la transformación del alma en la tierra alcanza también al cuerpo aun en la tierra; y Dios no destruye este elemento que divinizó al cuerpo y que en su destrucción no se aparta de él, como no se apartó de mi Cuerpo cuando murió. Queda el germen bendito en aquellas cenizas que resurgirán gloriosas con las dotes más elevadas, el día bendito de la Resurrección de la Carne, para más triunfo del cuerpo y del alma, para más gloria de Dios.

Hasta más allá dela muerte alcanzará a los sacerdotes transformados en Mí el premio y mis recompensas eternas; las recompensas de un Dios hombre que les participa de su propia gloria a los que fueron otros Cristos en la tierra y apuraron el mismo cáliz y le consagraron sus cuerpos y sus almas.

Y como Dios con nada se queda, sino que abunda y sobreabunda en bondad y justicia; no se conformó con hacer felices a las almas, sino también con sempiterna dicha a los cuerpos que acompañaron a esas almas; y más, mucho más, infinitamente más a los sacerdotes que se transformaron en Mí".