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Advertencias Del Mas Alla a La Iglesia Contemporánea. (Padre Arnold Renz).

EL VERDADERO AMOR AL PRÓJIMO COMIENZA POR EL ALMA.


Yo, Verdi Garandieu, tengo que deciros:  Vuestro tiempo actual está muy mal informado, vuestra Iglesia actual, predica al pueblo que hay que ejercer el amor al prójimo, LO QUE EN REALIDAD NO ES UN AMOR AL PRÓJIMO.  EL VERDADERO AMOR AL PRÓJIMO COMIENZA CON EL ALMA Y NO CON EL CUERPO. Sería mucho mejor que los hombres muriesen de tuberculosis, de la peste, por la guerra, o por cualquier otra enfermedad... y tengan que aguantar grandes y grandísimos sufrimientos.  ¡CON ELLO GANAN LA ESPLENDIDEZ DEL CIELO, Y NO PIERDEN SUS ALMAS!  Por el contrario, los hombres que viven muy lujosamente y que se entregan al mundo, y miran demasiado a lo que se tiene, se encuentran en un gran peligro de perder sus almas.  Tengo que decir que eso que han organizado los FRANCO-MASONES, causa una gran pérdida a vuestra iglesia y a vosotros los hombres.  ¡EN REALIDAD, ESO NO ES AMOR AL PRÓJIMO!  ¡ES HIPOCRESÍA Y MOHO!  ¡ES PERDICIÓN PARA LAS ALMAS! (respira fatigosamente).

E:  ¡Di la verdad, Verdi Garandieu, solamente la verdad!

V:  ¡SI SOLAMENTE SUPIERAN LOS SACERDOTES A QUE PERDICIÓN CONDUCEN A SUS SUBORDINADOS CON ESTE SUPUESTO AMOR AL PRÓJIMO!  Entonces se apartarían de semejantes afirmaciones y hablarían de una forma completamente distinta.  Desde luego, es necesario ayudarse mutuamente y servirse también mutuamente, y ayudar con dinero si alguien se encuentra en una gran necesidad.  PERO ESO NO ES TODO Y NO ES LO IMPORTANTE.  LO IMPORTANTE ES QUE PERMANEZCA FIEL A SÍ MISMO Y NO SE VENDA EL ALMA.  EL AMOR AL PRÓJIMO ES, SI SE PUEDE CONDUCIR AL OTRO A UN CAMINO MEJOR Y BUENO, O SI SE ES CAPAZ DE CONDUCIRLO AL BUEN CAMINO, QUE LLEVA HACIA AHÍ ARRIBA (señala hacia lo alto).

E.  ¡Di la verdad, y solamente la verdad, Verdi Garandieu, en nombre de Jesucristo y de la Santa Cruz!

V:  Es un hecho muy triste, que hoy en día tienden demasiados miles de sacerdotes, y hasta cardenales y obispos a hacer resaltar el amor al prójimo, con lo cual dan la impresión que proviene de Dios y está dentro de la intención de la Iglesia.  Pero en realidad es el principio de la apostasía y de la simplificación, PORQUE NO HAY VERDADERO AMOR AL PRÓJIMO SI NO SIRVE PARA LA SALVACIÓN DEL ALMA DEL OTRO (se queja).

E:  ¡Di Verdi Garandieu, di la verdad, solamente la verdad, di lo que quiere la Santísima Virgen que debes decir sobre el sacerdocio!

2 comentarios:

  1. El amor al ser humano debe ser prioridad en las homilias ,el perdón , y ver al sacerdote entregado a DIOS

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  2. Buenas noches Isabela: Es muy cierto lo que dice gracias, le agradezco su opinión.

    El amor mas grande al prójimo es llevarle a Dios, o sea, que el alma es mas importante que el cuerpo porque es eterna. Pero por supuesto que es misericordia y amor ayudar a las personas en las cosas naturales, tal y como lo hizo Jesús cuando estuvo aqui. Les dio de comer, dio limosnas, sano enfermos, etc.
    Los demonios aqui aclaran que el verdadero amor al prójimo no es como lo predican los Mazones. La Virgen Maria le dijo al padre Steffano Goby (del Movimiento Sacerdotal Mariano) que los Mazones y la television son dos grandes enemigos de la Iglesia.

    En las homilías, tal como usted dice, los sacerdotes harían una gran obra de misericordia y demostrarían amor a sus semejantes si hablaran de los novísimos: Cielo, Purgatorio e Infierno. Hoy muy pocos sacerdotes lo hacen; callan. Demostrarían amor si fueran sacerdotes transformados en Jesús (que es lo que Él les pide como deber) como lo hicieron: el santo Cura de Ars, san Juan Bosco, etc.
    En vez de transformarse en Jesús muchos sacerdotes estan transformados a las comodidades, al modernismo, al respeto humano, etc. O sea obedecen al mundo y desobedecen a Dios.

    Verdi Garandieu: sacerdote depravado (condenado en el infierno) que vivió en un pueblo de los Pirineos, en el siglo XVII. Lo que se sabe sobre su existencia, lo tuvo que declarar el 5 de Abril de 1978 durante un exorcismo del padre Arnold Renz.

    Que el Señor la bendiga.

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