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MENSAJES DE JESÚS EL BUEN PASTOR -MENSAJES RECIENTES- PARTE 14.


 

 
¡EL SONIDO DE LAS TROMPETAS, ANUNCIAN EL TIEMPO DE MI JUSTICIA!
 
Enero 16 de 2012 – 10:00 a.m.

LLAMADO URGENTÍSIMO DE DIOS PADRE A LA HUMANIDAD

El sonido de las trompetas, anuncian el tiempo de mi justicia. Estad listos y preparados para el combate espiritual; permaneced ya en acuartelamiento espiritual; tened lista y aceitada vuestra armadura, orad a todo instante, porque mi adversario está por desencadenar el combate. ¡Despertad, despertad, oh humanidad, porque el tiempo ya no es tiempo!. El Universo ha comenzado su transformación, fenómenos nunca antes vistos por ojo alguno se verán en el cielo y en la tierra; el tiempo ha comenzado a acelerarse, los días y sus noches serán más cortos.

Mis Ángeles han comenzado a hacer sonar mis trompetas, que anuncian la proximidad de mi Aviso; la gloriosa cruz de mi Hijo, muy pronto en el firmamento aparecerá; recogeos en oración, no perdáis más el tiempo en vanidades y preocupaciones mundanas, para que no os pase como en los tiempos de Noé y de Lot, que andaban en la cotidianidad de la vida y no prestaron atención a los llamados del cielo, como sucede al presente y vino el desastre y fue muy tarde para la humanidad de aquellos tiempos.

¡Recapacitad, habitantes de la tierra, prestad atención a mis llamados, porque la hora de mi justicia está cerca; más cerca de lo que vosotros pensáis!. Reconciliaos con la Trinidad Santa, lo más pronto posible, porque las trompetas ya están sonando y llaman a la conversión. Os hago un llamado urgente a todos vosotros los que andáis sumidos en el pecado y cabalgáis por este mundo sin Dios y sin ley; volved a Mí, o pereceréis. Tibios de corazón, definíos de una vez y ponedle orden a vuestras vidas; juventud rebelde, despertad de vuestro letargo espiritual y no sigáis quebrantando mis preceptos, para que no sigáis cayendo en el abismo.

¡Habitantes de la tierra, no quiero vuestra muerte!. El tiempo de mi justicia está tocando a la puerta; si no volvéis a Mí, de corazón ahora, corréis el peligro de perderos. Mi creación ha comenzado sus dolores de parto y sus gemidos van a sentirse en los cuatro puntos de la tierra. Preparaos, para mi despertar de conciencias, llegaré como ladrón en la noche; estad listos con vuestras lámparas encendidas, porque vengo a tocar a las puertas de vuestras almas. Os bendigo pueblo mío, heredad mía, con la bendición Trinitaria.
+ Bendición del Padre Creador
+ Bendición del Hijo Redentor.
+ Bendición del Espíritu Santificador.

VUESTRO PADRE: YHAVE, SEÑOR DE LAS NACIONES.

Oración dictada por Nuestro Señor Jesucristo después de este mensaje, para proteger nuestra mente, potencias, sentidos, pensamientos, consciente, inconsciente, subconsciente y memoria de los dardos incendiarios del maligno.

ARMADURA ESPIRITUAL

Hacer todos los días al levantarse y al acostarse.

Señor Jesús, Yo ….. (nombre y apellidos) te consagro mi mente con sus potencias, sentidos, pensamientos, memoria, consciente, inconsciente y subconsciente, a tu gloriosa sangre derramada por ti, a mi favor Me sello y protejo con tu sangre redentora de todo falso pensamiento, de toda sugestión negativa, de toda falsa imaginación, de todo temor, de todo engaño. Que tu sangre redentora, Señor Jesús, me limpie, purifique, descontamine y libere y me conceda la gracia de poder tener dominio propio en mi integridad física, psíquica, biológica y espiritual. Amén.

Poderosa Sangre de Salvación, combate al enemigo en mi cuerpo, mente, y espíritu (3 veces esta jaculatoria cuando sintáis ataques fuertes del enemigo).

Mi paz os dejo, mi paz os doy. Vuestro Maestro, Jesús de Nazareth.



CAMINAD COMO HIJOS DE LA LUZ QUE SOIS, PARA QUE ALUMBRÉIS LA OSCURIDAD QUE SE APROXIMA

 
Enero 9 / 2012 4:30 p.m.

LLAMADO URGENTE DE JESÚS EL BUEN PASTOR A SU REBAÑO

Rebaño mío, que mi paz esté con todos vosotros.

La humanidad se lamentará por no haberse querido acoger a mis llamados a la conversión. Mi misericordia cada vez se aleja más y más, para dar paso a mi justicia; los dolores de parto han comenzado y los ayes, muy pronto se dejarán escuchar. Todo comenzará a cambiar, todo dará un giro que el hombre no podrá detener; el reloj del tiempo ya comenzó su cuenta regresiva, todos los acontecimientos están a punto de desencadenarse; después de mi Aviso y Milagro, vienen las pruebas para la creación y sus criaturas.

Seréis probados como se prueba el oro en el fuego; vuestra fe será probada, vuestra caridad será puesta a prueba y vuestra fidelidad para con Dios y vuestros hermanos también será puesta a prueba. Os digo, que ningún mortal podrá entrar por la puerta de la nueva creación, sin antes ser purificado. Los nuevos cielos y la nueva tierra que mi Padre creará, serán para los valientes, para el pueblo fiel que se mantuvo firme y leal a Dios en el tiempo de la purificación. Permaneced pues firmes rebaño mío, porque mi adversario pondrá a prueba vuestra fe, el conoce vuestras debilidades; reforzad con la oración vuestras puertas abiertas, para que las fuerzas del mal no puedan entrar y haceros daño.

Mis jóvenes os pido castidad, para que no os perdáis por la lujuria; esposos, amad a vuestras esposas y esposas amad a vuestros esposos y guardad fidelidad, para que no os perdáis por el adulterio; os digo esto, porque muchos se perderán por los pecados de la carne; por eso os advierto, para que oréis, ayunéis y hagáis penitencia, en las áreas donde sois más susceptibles a caer. Todos los pecados con los cuales los malvados se han condenado, mi adversario los esparcirá por la creación y sus ángeles demoníacos probarán a la humanidad y buscarán la forma de hacerla perder. Por eso hijos míos, no os canséis de orar, ayunar y hacer penitencia, para que podáis destruir todas estas miserias con las cuales mi adversario y sus ejércitos del mal os pondrán a prueba para haceros perder.

Amaos y perdonaos los unos a los otros a imitación mía, perdonad a vuestros enemigos; acordaos que el amor es la base del perdón, sin amor no hay vida; no lo olvidéis. Caminad como hijos de la luz que sois, para que alumbréis la oscuridad que se aproxima. No os apartéis de Mi y de mi Madre, para que no os perdáis; permaneced firmes y levantaos lo más pronto posible si caéis, mi Madre os mostrará refugios donde encontraréis consuelo y protección en aquellos días. Cuidaos de caer en pecado mortal, porque mis ministros van a estar dispersos y sean muy escasos; mi adversario atacará con mayor fuerza a mis sacerdotes y demás ministros de mi Iglesia. Si caéis en pecado mortal, haced ayuno, oración y penitencia; rezad el salmo 51, que os será de gran ayuda en estos días de prueba, pedidle a mi Madre que os lleve a los refugios marianos, donde encontraréis sacerdotes fieles a mi evangelio, que os ayudará a que os reconciliéis nuevamente conmigo. Estad pues pueblo mío, alerta y vigilantes, que no pase un día sin colocaros vuestra armadura espiritual, haciéndola extensiva a vuestros familiares; no entréis en batalla espiritual sin vuestra armadura puesta, para que no os llevéis sorpresas desagradables; acordaos, sin la ayuda del cielo estáis perdidos, porque vuestra lucha no es con gente de carne y hueso, sino contra los principados y potestades, contra dominadores de este mundo tenebroso, contra los espíritus del mal, que moran en los espacios celestes (Efesios 6,12).
Estas pues listo mi ejército militante, uníos en oración a mi Madre y a los ejércitos celestiales, para que juntos derroten al príncipe de este mundo y sus huestes del mal. Que nada, ni nadie os robe mi paz. Os bendigo en el nombre de mi Padre, en mi Nombre y el nombre del Santo Espíritu de Dios.

Quedad en mi Paz. Vuestro libertador, Jesús, el Buen Pastor de todos los tiempos.

Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.



TENED EN CUENTA VUESTROS PECADOS DE OMISIÓN, PARA QUE HAGÁIS UNA BUENA CONFESIÓN
 
SANTUARIO MARÍA SANTIFICADORA. ALTO DE GUARNE (ANT)

ENERO 3 / 2012 1:10 P.M.

Amadísimos hijitos de mi corazón, que la paz de Dios esté con todos vosotros y mi santa protección os asista siempre.

Hijitos, alabad y bendecid la gloria de Dios, porque grande es su amor y eterna es su misericordia. No temáis, os lo digo una vez más pequeños míos, nada os pasará si permanecéis unidos a vuestro Padre y Madre celestial. Hijitos, en cualquier momento todo se desatará, permaneced en gracia de Dios, para que el llamado de mi Padre no os coja por sorpresa y tengáis que experimentar en vuestras almas el fuego de la purificación espiritual. Haced una buena confesión de vuestras faltas, ante mis hijos predilectos; tened en cuenta vuestros pecados de omisión, para que hagáis una buena confesión. A continuación os hago una lista de pecados de omisión, para que los tengáis en cuenta y confeséis lo más pronto posible.

Malos pensamientos contra vuestro prójimo, recibir en la Eucaristía a mi Hijo, sin el debido honor y respeto; no desagraviar a mi Hijo, por todas las comuniones que se hacen al recibirlo en la mano; estar distraídos en la Santa Misa, no meditar el Santo Evangelio, vestir indecorosamente o descomplicadamente para asistir a la Santa Misa; no prepararse con oración, antes de la confesión y la comunión; ir a la Santa Misa, sólo por cumplir; no hacer el propósito de enmendar las faltas cometidas; no destinar el tiempo necesario para la oración, pasar de largo ante el Sagrario, no orar por los difuntos, no rezar el Angelus, no alabar a Dios y darle gracias al levantarse y al acostarse; la falta de caridad con vuestros hermanos, no rezar el Santo Rosario con devoción, no leer la Santa Palabra de Dios y meditarla, dudar de la misericordia de Dios, tener poca autoestima, abstenerse de comer por espacio de media hora antes o después de recibir la comunión, ser pesimista y negativo, orar a las carreras, sin meditar en la oración, comulgar sin escuchar la Santa Palabra de Dios, salir del templo sin terminar el santo sacrificio y no recibir la bendición. Todos estos son pecados de omisión, que se van acumulando y se van volviendo en faltas graves; tened pues muy presente todo esto para que hagáis una buena confesión; rezad antes de confesaros y comulgaros el acto de contrición y el salmo 51, para que seáis irreprochables ante mi Padre y os de su bendición.

Hijitos míos, la cercanía del aviso, llama a la conversión; estad pues alerta y vigilantes, porque cuando menos penséis, mi Padre tocará a la puerta de vuestras almas, para despertar vuestras conciencias y mostraros el estado en que os encontráis ante Dios y vuestros hermanos

Hijitos, mi Padre no sólo quiere mostraros el estado de vuestras almas, sino también el estado en que se encuentran las almas de vuestros antepasados y familiares difuntos en el purgatorio, para que cuando regreséis a vuestros cuerpos, oréis por ellos más intensamente y ofrezcáis vuestra purificación por su eterno descanso, para que os ayuden a interceder y batallar con vosotros, y así, unidos al ejército triunfante y a vuestra Madre Celestial, derrotemos de la faz de la tierra al príncipe de este mundo y sus huestes del mal. Recogeos pues mis pequeños, en oración y alabanza, porque la batalla por vuestra libertad ya comenzó; colocaos vuestra Armadura Espiritual a mañana y noche; rezad mi Santo Rosario; consagraos a mi Corazón Inmaculado, y la preciosísima Sangre de mi Hijo; orad a todo instante, para que las fuerzas del mal no puedan haceros daño. Consagrad a mi Corazón Inmaculado, vuestro descanso nocturno; acordaos que es en la noche, donde el ejército de mi adversario estará más activo; no se os olvide sellar vuestros hogares e hijos y familiares y todo cuanto Dios os ha dado, con la Preciosa Sangre de mi Hijo; todos los días y sus noches bendecid a vuestros hijos y familiares, así: una bendición por el Padre, otra bendición por el Hijo, otra por el Espíritu Santo y una bendición por mi santa intercesión; no olvidéis la oración de protección de vuestro amado Miguel el conjuro de lo Ángeles y el rezo a vuestro Ángel custodio, tan necesario en estos últimos tiempos. Acatad pues las instrucciones que os iremos dando a través de nuestros profetas e instrumentos de estos últimos tiempos y os aseguro que la paz de Dios estará con vosotros. Gloria a Dios en el cielo y paz a los hombres de buena voluntad. Vuestra Madre, María Santificadora.

Bendición de María Santificadora: Cúbrenos
Bendición de María Santificadora: Ampáranos
Bendición de María Santificadora: Guíanos
Bendición de María Santificadora: Santifícanos y llévanos a la gloria del Padre. Amén. Rezar las 7 Ave Marías en honor a nuestra Madre Santificadora.

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