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EXORCISMO DE 1977 CONTRA EL DEMONIO VEROBA Y EL SACERDOTE CONDENADO VERDI GARANDIEU.






















Habla Verdi Garandieu. 

Muchísimos sacerdotes al igual que yo, miramos más a las faldas que a los mandamientos. Hoy día hay miles que como yo, son indolentes y no corresponden a la voz de la clemencia, a estos no les irá mejor que a mí sino se convierten y no admiten el fuego del Espíritu Santo y lo hacen actuar en sí mismos. Los sacerdotes no saben lo que significa estar condenado, no saben lo que es el infierno. Creen que ya no se puede modificar nada del modernismo, lo llaman ir con el tiempo. Sus superiores, cardenales y obispos, tampoco les dan mejor ejemplo. ¿No viven ante pobres mesas con escasos manjares como lo hizo Cristo? Esto no corresponde a la imitación de Cristo. 

El no rezar la oración del Breviario fue mi perdición. Cuando dejé de rezarlo fui cayendo sucesivamente en el pecado. Ya no estaba en estado de gracia y la Biblia era un reproche para Mí. Por eso tengo que decirle a los modernistas que les irá igual que a mí. Como pueden predicar algo que ellos mismos no siguen en su vida. 

El primer y más grande mandamiento es amar a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas. Solamente después al prójimo como a ti mismo. Si los sacerdotes hicieran las paces con el de ahí arriba vendría por Sí mismo el amor al prójimo. Hoy se olvidan hablar del camino de la cruz, de que hay que expiar y hacer penitencia. Miles de sacerdotes se han condenado por causa de las mujeres, no lo hubiera sido si rezaran. Deberían tomar el Breviario como se hacía antes, miles ya no viven en gracia porque ya no rezan el Breviario, como yo Verdi dejé de hacerlo.

El de ahí arriba no cambia de repente las leyes como quisieran los hombres de hoy. El es siempre el mismo y será el mismo; es el hombre el que modifica. La perdición de muchos sacerdotes de hoy ha sido el sexto mandamiento y el lujo. 

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