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SITUACIÓN DEL HAMBRE EN EL MUNDO SEGÚN REPORTE DE LA FAO



Papa apela contra el desperdicio de alimentos.



El número representa el 12,5% de la población mundial, una de cada 8 personas que aún hoy padecen “subnutrición crónica”.

El número de personas que padece hambre en el mundo se ha reducido en los últimos años de 1000 millones a 868 millones, según informó ayer la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

En su último reporte, la FAO dijo que el estado de la inseguridad alimentaria en el mundo es aún preocupante, porque hay demasiadas personas en situación de desnutrición crónica. 

Esa cifra representa el 12,5% de la población mundial y equivale a decir que una de cada ocho personas no tienen acceso a alimentos, según el informe.

Pese a que la desnutrición es alta, la cifra global marca una disminución respecto a 2010, cuando esa situación afectaba a 925 millones de seres humanos. En 2009, el número de personas con hambre superó los 1 000 millones.

La FAO, con sede en Roma, explicó que la mayoría de los progresos se logró antes de 2007, pero lamentó que, desde entonces, los avances en la reducción del hambre se hayan estancado. 

Para el director general de la FAO, Jomo Sundaram, el frenazo se debe a múltiples razones como la crisis económica mundial, el alza de precios de los alimentos, la creciente demanda de biocarburantes, la especulación en materias primas alimentarias y a los efectos del cambio climático. 

El informe indica que, de las 868 millones de personas desnutridas en el período 2010-2012, la gran mayoría -unos 852 millones- vive en países en desarrollo, en donde la prevalencia de la subnutrición se estima actualmente en el 14,9% de la población total.

La geografía del hambre se concentra en tres regiones, que suman 705 millones de afectados: el sudeste asiático, con 304 millones, África subsahariana, con 234 millones; y Asia oriental, con 167 millones.

En América Latina y el Caribe, 49 millones de personas padecen de desnutrición, 17 millones menos con respecto a lo registrado en 1990, de los cuales 7 millones están en los países caribeños.

Según los datos de la FAO, se observa en la región un descenso destacado del número de personas que pasan hambre, ya que entre 1990 y 1992 sumaban 65 millones.

De este modo, en términos de porcentaje sobre la población total, la cifra pasó de 14,6% en 1990 a 8,3% en 2010. En función de estos datos, Latinoamérica y el Caribe avanzan por buen camino para lograr sus metas de reducción de la hambruna, que fueron fijadas en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), que persigue para 2015 reducir a la mitad la cantidad de personas que pasan hambre.

El director general de la FAO en América Latina, Jose Graziano da Silva, subrayó ayer en rueda de prensa, que la región se ha beneficiando del crecimiento económico y ha enfocado sus esfuerzos en la ejecución de programas sociales a los sectores más vulnerables, lo que explica el resultado. 

Sin embargo, enfatizó en que no se ha logrado reducir todavía la pobreza en la misma proporción que se registra en otras áreas, entre las que citó a Asia.

Según el estudio de la FAO, entre las regiones en desarrollo, en el sudeste de Asia y en Asia Oriental se ha registrado la reducción más pronunciada de la proporción de personas subnutridas, en los períodos 1990-1992 y 2010-2012, en los que bajó del 13,4% al 7,5 % y del 26,1% al 19,2%, respectivamente.

En cambio, en el mismo lapso, la proporción ha pasado del 32,7% al 35% en Asia meridional, del 17% al 27% en el África subsahariana y del 1,3% al 2,9% en Asia occidental y África del Norte.

El informe advierte además de un deterioro en el caso de países como Costa Rica, Guatemala y Paraguay. Destaca entre los países con mejores resultados en la lucha contra el hambre a Haití, Bolivia, Colombia, Ecuador y El Salvador, aunque insuficientes.


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Barcelona prohíbe repartir comida entre los necesitados.



La asociación Jóvenes de San José denuncia en 'El Gato' que el ayuntamiento catalán considera 'ilegal' su labor de ayuda en las calles.

Los graves datos registrados en Barcelona que reflejan que más de 2.000 escolares sufren malnutrición y apenas tienen nada que llevarse a la boca en el desayuno o la cena marcaron el primer debate de El Gato al Aguade este jueves, que se centró en el hambre y la pobrezaprovocadas por la crisis.

El presidente de Jóvenes de San José, Marcos Vera Pérez, conectó en directo con el programa para denunciar que el Ayuntamiento de Barcelona ha prohibido a su asociación continuar con la labor que desarrollaba: repartir comida a pie de calle entre los más necesitados, con la "caridad que nace del Evangelio".

El Consistorio “nos citó hace tres semanas y nos comunicó que nuestra labor es ilegal y da mala imagen a la ciudad, por lo que debíamos buscar alternativas”, contó Vera. “Nos dijeron que ellos tienen capacidad para atender a todos los que duermen en la calle y nos pidieron que nos uniésemos a los servicios sociales” municipales porque, en caso contrario, “tomarían medidas”.

Sin embargo, el presidente concretó que el Ayuntamiento “se limita a abrir comedores para atenderlos allí”, y hay personas, algunas con “problemas psicológicos”, que no quieren acudir a esos lugares. “No tienen el copyright de la labor social”, recordó.

Asimismo, afirmó que es cierto que “los que venden latas por la noche sí dan mala imagen, pero a ellos no los quieren sacar de en medio”, manifestó.

Sobre el asunto del hambre en los niños que dio pie a la entrevista a Vera, Aleix Vidal-Quadrascriticó que “es escandaloso que haya niños que pasan hambre y se despilfarre dinero en cosas inútiles”, como las "embajadas catalanas"; Javier Algarra recordó los millones de euros destinados a contenidos audiovisuales en catalán; y Juan Carlos Girauta aseveró: “Que un niño pase hambre es el fracaso histórico más grande”.

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