Páginas

ORACIÓN PARA QUE NUESTRO SACERDOTES SEAN VERDADEROS SANTOS



Cada año, durante el Jueves Santo, comienzo del Triduo Pascual, todos los Católicos recordamos la extrema importancia de lo que significa el sacerdocio en la Iglesia Católica.

En esta celebración, revivimos la Última Cena, donde Jesús instituyó la Sagrada Eucaristía y dio a los apóstoles un nuevo mandato: “Hagan esto en memoria mía”.

Además, este es el día (por tradición) cuando el Obispo local celebra la Misa Crismal, donde bendice los santos óleos que se utilizan en los diferentes sacramentos de la Iglesia.

Durante esta misma Misa, todos los sacerdotes de la Diócesis son invitados a la Catedral para renovar sus votos sacerdotales. Este es otro gran signo de la belleza y el poder del sacerdocio y nos recuerda una vez más acerca de la dependencia que tenemos de nuestros sacerdotes, ya que sin nuestros sacerdotes no tendríamos Eucaristía y sin Eucaristía no tendríamos sacerdotes. No tendríamos la Presencia Real de Jesús Cristo en nuestros templos y no existiría el Santo Sacrificio de la Misa.
Por qué necesitamos Sacerdotes Santos

No solamente necesitamos sacerdotes para sobrevivir espiritualmente en este mundo, sino que también necesitamos que sean SANTOS. Necesitamos que sean verdaderos pastores, dispuestos a entregar su vida por las ovejas.

Existe un texto de Dom Jean Baptiste Chautard, resumido en 5 puntos, que encuadra perfectamente el por qué necesitamos sacerdotes que vivan una vida de santidad:
  • Si el sacerdote es santo, la gente será devota
  • Pero si el sacerdote solo es devoto, la gente será piadosa
  • Y si el sacerdote solo es piadoso, la gente será, por lo menos, decente
  • Pero si el sacerdote solamente es decente, la gente no encontrará a Dios
  • La generación espiritual que le sigue al sacerdote es siempre un grado menos intenso en la vida de los feligreses que la que el sacerdote recibe de Cristo.

Necesitamos sacerdotes que sean firme ejemplo para nosotros, de manera que conozcamos a través de ellos el modo de vivir la vida de Cristo.

Ellos son nuestros padres espirituales y constantemente los miramos. Frecuentemente se dice que la visión que los feligreses tienen de Dios, se basa en la forma en que el pastor predica y vive el Evangelio.

Bueno, ya está dicho, necesitamos sacerdotes santos.


Cómo orar por los Sacerdotes

Aunque los sacerdotes que necesitamos deben ser santos, gran parte de esa responsabilidad recae sobre nuestros hombros. Los Sacerdotes, Obispos, y el mismo Papa, necesitan nuestras oraciones todos los días.

Sin estas oraciones, ellos son más propensos a caer en las tentaciones. Por esto debemos orar por ellos sin cesar, aquí hay tres maneras:


1.- Ofrecer el Viacrucis por los Sacerdotes

Ellos llevan una gran carga tratando de imitar a Cristo. Seamos como Simón de Cirene y ayudemos a nuestro “alter cristus” a cargar la cruz.


2.- Sábados de oración por los Sacerdotes.

El sábado es un día dedicado a la Virgen, y también a todos los sacerdotes. Ofrezcamos nuestras oraciones y sacrificios por ellos durante todo el día. Esta es una oración que puede ayudarnos:


"Divino Salvador Jesucristo, que has confiado toda la obra de tu redención, el bienestar y la salvación del mundo al sacerdote como representante tuyo, te ofrezco a través de las manos de tu Santísima Madre, todas las oraciones, obras, sacrificios, alegrías y penas de este día por la santificación de los sacerdotes.

Danos Sacerdotes verdaderamente Santos que busquen tu mayor gloria y la salvación de nuestras almas.

Bendice sus palabras y oraciones en el altar, en el confesionario, en el púlpito, en su trabajo con los jóvenes, enfermos, ancianos y todo aquel que busque tu auxilio a través de él.

¿No eres tú, oh María, Madre del Sumo Sacerdote, que protege a todos los sacerdotes de los peligros que atentan contra su vocación?.

Obtenme un verdadero espíritu de fe y humilde obediencia para que pueda encontrar en el sacerdote al representante de Dios y voluntariamente seguirlo en el camino, la verdad y la vida de Cristo.

Amén".


3.- Orar por los Sacerdotes durante cada Misa.

Cada vez que asistimos a la Misa, tenemos un excelente momento para orar por ese cura y pedirle a Dios que lo bendiga y lo haga santo. Esta es otra oración que nos puede servir (se puede orar al recibir la Sagrada Comunión)

"Oh Señor, encuentra refugio y suave descanso dentro del corazón de tu amado sacerdote:

- Nombra a tu querido sacerdote -

Haz de él, oh Señor, un cura conforme a tu corazón: manso, humilde, celoso, de modo que todo lo que haga, tenga tu honra y gloria.

Moldéalo como un hombre de oración y trabajo, insensible a las cosas terrenas, y sensible únicamente a tu amor y a las gracias del Espíritu Santo. 

Amén".

Oremos por nuestros sacerdotes y pidamos a Dios que les conceda abundantes gracias. Que puedan seguir el ejemplo humilde de San Juan Vianney, patrono de todos los sacerdotes.

Tal y como le dijo el diablo al Santo Cura de Ars:

“Si hubiera tres sacerdotes como tú, mi reino sería arruinado”


No hay comentarios:

Publicar un comentario