El hábito
Por alguna razón después del
Concilio Vaticano II sucedieron muchas interpretaciones del Concilio que
causaron mucho escándalo y mucha confusión porque obviamente dentro de la
Iglesia había mucha gente que no estaba en obediencia a las tradiciones
sagradas ni a la sana doctrina y estaban reprimidos. Cuando se dio el Concilio
muchas de las decisiones que se tomaron fueron interpretadas libremente por
muchas comunidades religiosas, por mucho clero en el mundo entero, y entre
esas fue la liberación de los hábitos y el clériman. … De todas las tradiciones
de la Iglesia en las cuales las comunidades identificaban su carisma a través de
sus hábitos como lo tienen ustedes por su carisma que viene de San Francisco y
de Santa Clara. Esta es una tradición sagrada de muchos siglos que identifica
la experiencia mística de sus fundadores (que es el encuentro que ellos han
tenido con una experiencia trascendental) y todo lo que ustedes tienen puesto, tiene que ver con lo que ellos usaron y la razón por la cual la usaron y la
razón por la cual caminaron usando eso.
La obediencia se prueba por medio
de la sana doctrina y las tradiciones sagradas ¿y cómo se cumplen las
tradiciones sagradas? Las tradiciones sagradas se cumplen observando lo que es
tradicional y que ha sido establecido en la Iglesia como una cultura religiosa
que está completamente con la espiritualidad de esos carismas que han revelado
a la iglesia por medio de sus místicos, y sus instrumentos, un camino de vida
en Jesucristo como el carisma Franciscano de ustedes. Entonces el hábito está
ligado a mucho más que una ley como lo interpretaron tan mal en tantas
comunidades después del Concilio Vaticano II. No era una ley la que imponía un
hábito sobre el religioso sino un carisma, representa una experiencia
espiritual trascendental de sus fundadores. Es como la Iglesia dentro del todo,
el conjunto especial de normas que establece a los sacerdotes vestirse de una
manera especial pues el sacerdote debe representar el sacerdocio. En si la
iglesia siempre le ha pedido a los sacerdotes diocesanos usar el cleriman.
Yo mismo viví una experiencia
viajando de Frankfurt, Alemania a Abuya, Nigeria, a un congreso a donde estaba
invitado a predicar. Al lado mío iba un hombre que miraba mucho un libro que yo
estaba escribiendo en el computador y me miraba por encima de mi hombro. Este hombre
parecía cualquier hombre y yo estaba escribiendo casualmente sobre los
sacerdotes que no usan el clériman. Cuando llegué a Abuya estando ya en el área
donde están todos los sacerdotes y todos los que iban a hablar pues era un
estadio apareció este hombre vestido de sacerdote que me buscaba y me contó
quien era él y yo ni lo reconocí. Ya el Señor lo había tocado y se había dado
cuenta que él había vivido una vida de hipócrita en una doble vida porque la
razón por la cual el no usaba el clériman es porque él quería estar en los dos
mundos. Quería estar en el sacerdocio pero también quería vivir en el mundo sin
que nadie supiera que era sacerdote para estar libre. Eso es como el hombre que
esconde su sortija de matrimonio para que las mujeres crean que es soltero. Más
o menos es lo mismo de acuerdo a lo que el mismo me contó. En pocas palabras el
mensaje de todo esto es no es el hábito el que hace al monje, obviamente que
no. No es el clériman el que hace al sacerdote, es la obediencia, es la
observación de lo que representamos que es la observación de con quién y con
qué caminamos porque miren cuanta gente se oculta detrás de un hábito, cuántos
hombres se ocultan detrás de un cleriman porque llevan por dentro un espíritu que
no es de Dios.
Todo el tiempo nos encontramos
con un sacerdote que dejó el sacerdocio y resultó ser un vividor. Aquí en Colombia
tenemos un sacerdote, Lineros, que era un astuto que entró al seminario, buscó estatus social, luego fama, luego dinero y luego se fue diciendo que se sentía
solo. Ustedes se pueden imaginar algo más absurdo que eso, un sacerdote
consagrado que se siente solo, entonces con quién se casó, cómo se puede estar solo si se casó con
Jesús? Eso es directamente el testimonio de alguien que negó directamente a
Jesús porque dice que estaba solo. Un sacerdote consagrado que dice que
está solo, no es sacerdote. Nunca se ordenó con el corazón, nunca abrazó a
Jesús como su esposo. Cada vez que veo a un curita vestido con ropitas muy
finas, sin clériman, en su carrito de carreras ya sé que el diablo se lo llevó,
por mucho cuento que me traiga, por mucha excusa que tenga, yo sé que ese
curita anda mal.
Mucha gente me llama fanático y
me dicen que esto es exagerado porque yo no conozco el corazón de esos curitas
pero saben una cosa?: es blanco o negro, en las cosas de Dios no hay territorio gris.
Uno o es o no es. Una persona que se entregó a Dios se tiene que presentar como
una persona de Dios. Y un sacerdote que no es usa su clériman o un monje que no
usa su hábito ¿ese en qué anda? O sea para dónde se fue, con que se consagró?. El hábito no hace al
monje ni a la monja pero lo que hace de nuestra vida religiosa en el caso de
ustedes es el conocer profundamente por qué tenemos ese hábito puesto, qué
representa y que está haciendo en mi vida. Esto no es un atuendo para
esconderme, no es un atuendo para vestirme de santita, no es un atuendo para
vestirme de monja. Es un atuendo que me recuerda todo el tiempo de que yo soy
una esclava del Señor, que me he encadenado a su corazón y que le pertenezco
solo a él. Hay que honrar ese hábito que tienen puesto pero honrarlo desde las
entrañas de su corazón, ustedes sienten ese hábito cuando caminan, cuando están
sentadas, cuando están arrodilladas, cuando están orando. Ustedes lo sienten
todo el tiempo porque es algo que le recuerda en qué andan. No es que andan en
el hábito, es que andan con una promesa y un compromiso y ese hábito les
recuerda eso y es importante honrar lo que nos identifica.
La vida de ustedes debe ser un
caminar en gracia, un caminar en ese hábito que tienen encima, un caminar que
representa lo que tiene el vestido, que verdaderamente ustedes son monjas. Esos
curitas que no usan clériman y las monjitas que no usan hábito siempre dicen “¿hay
quien le dijo que el hábito hace a la
monja o que el clériman hace al cura?”. “¿En qué anda usted o en qué planeta vive?”,
así hablan porque eso es como la mujer infiel que tiene su amante y dice: ¿a
usted quién le dijo que una mujer no puede tener amante?. Ese amante es el que
mantiene mi matrimonio porque mi esposo no me quiere y mi amante si, y así me
mantiene bien casada.
Esta es la realidad espiritual de
la filosofía del mundo, de la gente que anda en pecado y que siempre justifica
el amante malo. Cuál es el amante malo de la monja sin hábito y del cura sin
clériman?: la filosofía que se los quitó, algo les quitó el hábito y el clériman
¿quién sería? ¿No creo que haya sido un ángel de Dios? Tenga la seguridad que
no, ¿entonces quién fue? Pues el diablo. Aunque les duela, les moleste y los
escandalice se los quitó el diablo. Hay situaciones excepcionales en México, la
masonería se apoderó del poder por más de 70 años y todavía ahora apareció que
este presidente también es masón. Los masones convirtieron la constitución de
México en una constitución laical, le llaman el laicismo y prohibieron a los sacerdotes
vestirse de sacerdotes. Hasta hace no muchos años les volvieron a dar permiso
de ponerse el clériman pero dio una excusa que los sacerdotes que después de
eso fueron ordenados, ya no se ponen el clériman porque supuestamente eso es lo
que pasa allá pero a quién creen que están engañando?, eso ya no es ley. También
hay lugares como Irlanda que hace como 15 años atrás empezaron escándalos de
pedofilia y homosexualismo gravísimos en la Iglesia. Fue tanta la vergüenza que
muchos sacerdotes no se podían poder el clériman porque les tiraban piedras en
la calle y a muchos les hicieron daño y por un tiempo les mataban cuando salían
con su clériman, las monjas con hábito o cualquiera que representaba a la
Iglesia. Ahora ha cambiado un poco, se ha relajado un poco más pero por varios
años estuvo así.
Esas son situaciones
extraordinarias pero nadie tiene derecho a hacer eso a no ser que haya una
razón que atente contra su vida. La realidad es que vivimos en un mundo que nos
quiere decir que la Iglesia tiene que cambiar con los tiempos, es decir la
palabra de Dios se tiene que adaptar a las filosofías e ideologías del mundo
que son cambiantes con el tiempo. Ustedes saben que uno de los testimonios más
contundentes de Jesús es: todo pasará, cielo y tierra pasarán más mi Palabra no
pasará. Nadie, como dice San Pablo, puede venir a predicarnos un evangelio
nuevo; el que lo haga será maldito, anatema. Y esto es lo que representan todos
estos curas sin clériman, estas monjas sin hábito y estas nuevas doctrinas que
se han inventado nuevas reglas y filosofías que los lleva a actuar así, es un
evangelio nuevo. Esos mismos predican que Adán y Eva no existieron, que no hubo
diluvio, que no se multiplicaron los panes, ustedes se pueden imaginar la herejía
que eso es?. Cuando un cura pretende decirle a alguien que le enseñaron en el
seminario (porque estas son teologías que vienen de Holanda y Alemania que se infiltraron
de los masones) y dicen que Adán y Eva son un símbolo, que es una idea y que
eso no existió, miren lo que sucede, como es de satánico eso. Jesucristo se
encarnó para redimirnos y ¿de que nos vino a redimir el Señor? pues del pecado original, de la caída. De eso
nos redimió. Vino a romper las cadenas que nos ataban al demonio ¿Cómo nos
atamos al diablo? Con la caída del pecado original. Entonces ¿qué sucede cuando un cura cree que
Adan y Eva no existieron? ¿Saben qué sucede? Esa es la herejía más grande que hay
porque entonces no hay redención y Jesús se encarnó para nada. O sea, la redención
es absurda, la redención no tiene sentido. En otras palabras ¿que están
diciendo? Jesucristo no existe, porque si Jesucristo es el redentor y vino a
redimirnos del pecado original y Adán y Eva no existieron muy astutamente están
diciendo: no existe Jesucristo, fue inventado. Se entran en una forma subliminal
y hablan que el diluvio nunca existió. Todo eso lo tumban. Y por eso aparece el
curita perfumado sin clériman, con carrito de carrera, con mujer o con novio y
esos son los que aparecen con esas teologías perversas y también hay muchas monjas
así pervertidas que están con esas teologías torcidas y de allí vienen todos
los pecados tan graves de la Iglesia. Por pecados de ese tamaño, nació la reforma
o el protestantismo, por escándalos o
problemas de la Iglesia y el demonio se aprovecha y nos hace mucho daño.
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