MÁRTIRES EN EL ESPÍRITU
Los pocos que permanecieron acompañando a Jesús hasta Su muerte en el calvario (la Virgen María, San Juan, María Magdalena, las santas mujeres) fueron mártires en el espíritu ya que con su fidelidad incondicional a su Amado, enfrentaron al infierno entero (esa turba enardecida y diabólica) frente a frente, cuerpo a cuerpo pues ellos todavía no poseían al Espíritu Santo, excepto la Virgen María que es la esposa del Espíritu Santo.
El mayor ejemplo de amor incondicional a la humanidad es el de Dios Padre a través de Su único Hijo Jesucristo, seguido por este pequeño grupo de santos y de la Santísima Virgen María.
Este reducido grupo de amigos del Salvador se repite hasta el presente pues Jesús tiene pocos verdaderos amigos. Quieres tú ser uno de estos?
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