Sigamos orando por los sacerdotes pero yo también diría que por los seminaristas porque los seminaristas son las semillas del sacerdote. Es la semilla que Jesús va regando en cada seminario. Si rezamos para que los seminaristas sean santos sacerdotes, habrán santos sacerdotes. Mientras hayan sacerdotes sobre la tierra habrá misericordia de Dios, habrá perdón, estará Jesús Eucaristía. Cuando se acabe esta plaga sacerdotal se acabó la misericordia de Dios sobre la humanidad.
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