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SOMBRAS DE MI CUERPO MÍSTICO. Confidencias de Jesús a un Sacerdote (Monseñor Ottavio Michelini)
SOMBRAS DE MI CUERPO MÍSTICO.
Hijo, todos los miembros de un cuerpo tienden armoniosamente a un único fin,la conservación y el crecimiento del mismo cuerpo. Así en mi Cuerpo Místico, todos los mienbros deberían tender razonablemente al supremo bien del Cuerpo Místico, que es la salvación de todos los miembros de los que esta formado. El hecho de que estos miembros sean libres e inteligentes, capaces de discernir y de querer el bien o el mal, constituye una razón más para que todos tiendan al bien común.
Sin embargo no es así.
Seducidos y engañados muchos miembros, rompiendo la armonía del Cuerpo del que forman parte, persiguen el mal tenaz mente, dañando no sólo a si mismos, sino a todos los otros miembros del cuerpo.
Si además, estos miembros son sacerdotes, ellos destruyen la armoniosa cohesión con un daño incalculable para si mismos y para comunidad cristiana entera.
En mi iglesia todos los sacerdotes deben tender esforzadamente al bien común de todas las almas, para esto han sido llamados, sin ninguna excepción.
No hay en Mi Iglesia distinción de fines: La finalidad es una sola para todos los miembros, de modo muy particular para mis sacerdotes: salvar almas, salvar almas, salvar almas.
El último sacerdote, (último en la forma vuestra de decir, porque podría ser el primero, como el Santo cura de Ars, último y primero), digo el último sacerdote que gasta su vida en el ofrecimiento de si mismo en el Santo Sacrificio de la Misa en comunión Conmigo delante de mi Padre, es hasta más grande que muchos dignatarios que no siempre lo hacen.
En mi Cuerpo Místico hay muchos miembros terriblemente enfermos de presunción, de soberbia, de lujuria.
En mi Cuerpo Místico hay muchos sacerdotes obreros, más preocupados por el lucro que por la salvación de las almas.
Hay muchos sacerdotes orgullosos de su "saber hacer", es decir de su astucia. Olvidando que a menudo,aunque no siempre, el arte del saber hacer es el arte del mentir: esta es la perfidia o la astucia de Satanás.
Vuestro lenguaje sea simple y sincero: si es si,si; si es no, no: la verdad es caridad.
UN HABITO APROPIADO. Confidencias de Jesús a un Sacerdote. (Monseñor Ottavio Michelini).
UN HABITO APROPIADO.
De lo alto han sido impartidas disposiciones con relación al hábito sacerdotal. Mis sacerdotes, viviendo en el mundo han sido segregados del mundo. Quiero a mis sacerdotes distintos de los laicos, no sólo por un tenor de vida espiritual más perfecta, sino también exteriormente deben distinguirse con su hábito propio. ¡Cuántos escándalos, cuántos abusos y cuántas ocasiones más de pecado y cuántos pecados más! ¡Qué inadmisible condescendencia por parte de los que tienen el poder de legislar! Y junto con el poder, tienen también el deber de hacer respetar sus leyes. ¿Porqué no se hace? Lo sé: las molestias no serian pocas. Pero Yo no he prometido jamás a nadie una vida fácil, cómoda, exenta de disgustos. Quizá teman reacciones contraproducentes. No, el relajamiento provoca un mayor relajamiento. Funcionarios estatales, de empresas, de entes militares visten su uniforme. Muchos sacerdotes míos se avergüenzan, contraviniendo las disposiciones, compitiendo en coquetería con los mundanos. ¿Como, hijo, puedo no dolerme amorosamente? Quien no es fiel en lo poco, tampoco lo es en lo mucho. ¿Que decir, luego, del modo en que se administran mis Sacramentos por tantos de mis sacerdotes? Se va al confesionario en mangas de camisa, y no siempre con la camisa, sin estola. Si se debe hacer una visita a una familia de respeto, se ponen la chaqueta, pero la de Dios es mucho más que cualquier familia de respeto. También está prescrito vestido talar para el ejercicio del propio ministerio: asistencia a los enfermos, enseñanza en las escuelas, visitas a los hospitales, celebración de la Santa Misa, administración de los Sacramentos. ¿Quién se pone ahora el vestido talar para todo esto? Esto, hijo mio, es indisciplina que roza en ala anarquía. ¿Que decirte de tantos sacerdotes míos que no tienen tiempo de rezar, atosigados como están en tantas actividades inútiles, aunque aparentemente santas? Actividades inútiles porque les falta su alma, porque las falta mi presencia. Donde Yo no estoy no hay fecundidad espiritual. Pero cuántos sacerdotes tienen tiempo para ir a ver películas inmorales y pornográficas, con el pretexto de que se necesita conocer para juzgar. Esta justificación es satánica. Los santos sacerdotes, que jamás se permitirían tales inmoralidades, no serían hábiles para orientar y aconsejar a las almas...
Evangelio según me ha sido revelado - Jesús a su primo Judas Tadeo, al dejar su casa para seguirlo solo a El.
No te crees remordimientos por ser más de Dios que de tu padre.
Os digo a todos vosotros: Dios es más que el padre, que la madre, que los hermanos. Yo he venido a unir la carne y la sangre según el espíritu y el cielo, no según la tierra. Por ello debo desunir las carnes y las sangres para tomar conmigo a los espíritus aptos para el Cielo ya desde esta Tierra, para tomar a los siervos del Cielo. Por ello he venido a llamar a los "fuertes", a hacerlos aún más fuertes porque de "fuertes" está hecho mi ejercito de mansos: mansos para con los hermanos, fuertes respecto al propio yo y el yo de la sangre familiar.
No llores primo. Tu dolor te lo aseguro- actua anteDios, en favor de tu padre y de tus hermanos, más que cualquier palabra, no solo tuya, sino inclluso mía. No entra la palabra alli donde el prejuicio crea una barrera, creelo. Pero la Gracia entra y el sacrificio es imán de gracia.
SAN CARLOS BORROMEO A LOS SACERDOTES.
San Carlos Borromeo en su discurso dirigido a los Sacerdotes dijo: "Puesto que ejerces el cuidado de las almas no descuides por esto el cuidado de ti mismo, y no te entregues a los demás de tal manera que no quede nada para ti. Tienes que tener ciertamente presente el recuerdo de las almas de que eres Pastor, pero no te olvides de ti mismo. Comprended Hermanos, que nada es tan necesario para todas las personas eclesiásticas como la meditación que precede, acompaña y sigue todas nuestras acciones. Si administras los Sacramentos, oh Hermano medita lo que haces. Si celebras la Misa, medita lo que ofreces. Si rezas los Salmos en coro, medita a quién y que hablas. si guías las almas medita con qué Sangre han sido lavadas; y hágase todo entre vosotros en la Caridad (1 Cor 16,14). De está manera podemos superar las dificultades que encontramos y son innumerables cada día. Por lo demás esto es pedido por la tarea que nos ha sido confiada. Si asi hacemos tendremos fuerza para engendrar a Cristo en nosotros y en los demás".
ORACIONES POR LOS SACERDOTES.
"Te amo, Dios mío, y mi único deseo es amarte hasta el último suspiro de mi vida. Te amo, Dios infinitamente amoroso, y prefiero morir amándote que vivir un solo instante sin ti. Te amo, Dios mío, y sólo temo el infierno porque allí nunca tendría el dulce consuelo de tu amor.
Oh Dios mío, si mi lengua no puede decir en todo momento que te amo, que mi corazón lo repita cada vez que respiro. Concédeme la gracia de sufri amándote, de amarte sufriendo y de expirar un día amándote y sintiendo que te amo.
Te suplico que cuando más cerca esté mi hora final más aumentes y perfecciones mi amor por tí."
(San Juán María Vianney)
Dios Omnipotente y eterno que quieres la salvación de todos los hombres y que no quieres que nadie perezca, da al mundo Sacerdotes Santos, para que con su ejemplo, arrastren a los demás a conocerte mejor, a amarte más y a servirte como a Ti corresponde. Amén.
(Padre Pío de Pietrelcina)
ORACION POR LA SANTIFICACION DEL CLERO.
Oh Dios que para la gloria de tu Majestad y para la Salvación del género humano has constituído a tu Unigénito Sumo y Eterno Sacumplimiento del Ministerio recibido. Por Cristo Nuestro Señor.
PENSAMIENTOS Y FRASES DE SACERDOTES.
- Santo Cura de Ars: "El Sacerdocio es el amor del Corazón de Jesús".
- San Francisco de Asís: "Si tuviese que ver a un Angel del Paraiso y a un Sacerdote, antes doblaría mi rodilla ante el Sacerdote, luego ante el Angel".
- Santo Tomás de Aquino: "La dignidad del Sacerdodte supera a la de los Angeles".
- San Ambrosio decía: "La dignidad del Sacerdote difiere de aquella del Rey, como difiere el oro del plomo".
- San Ignacio mártir: "El Sacerdocio es la dignidad suma entre todas las dignidades creadas".
- San Dionisio llama al Sacerdote "hombre divino", para él el Sacerdocio es "dignidad divina".
- Nuestro Señor le dijo a los Apóstoles que el Sacerdote tiene que ser tratado como a El mismo: "Quien a vosotros os escucha, a Mi me escucha. Quien a vosotros os desprecia, a Mi me desprecia." (Lc 10,16).