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XLI CENA DE PAN Y VINO. POR LAS VOCACIONES SACERDOTALES.

CIUDAD DE PANAMÁ

XLI CENA DE PAN Y VINO
 POR LAS VOCACIONES SACERDOTALES



Grupo de seminaristas durante la 41 Cena de Pan y Vino.

El centellar de la fe encendida palpitó en los corazones de una inmensa cantidad de católicos ante la  celebración de 41ª “Cena Pan y Vino” en pro del Seminario Mayor San José de Panamá por las vocaciones sacerdotales y en Acción de Gracias por la Beatificación de Juan Pablo II que tuvo como escenario el Gimnasio del Colegio La Salle , el pasado 31 de mayo, de este año 2011. El Semanario ”Panorama Católico”  difundió entre sus páginas que: “Es deber de la comunidad cristiana fomentar y apoyar las vocaciones sacerdotales. Somos una iglesia que camina en la Esperanza”.


Arzobispo Jose Domingo Ulloa.
Un Comité de la curia metropolitana lleva a cabo la organización de La Cena de Pan y Vino.

Uriah Ashley, Oscar Mario Brown y Jose Domingo Ulloa (Monseñores)

Resulta sumamente alentador en nuestro país la decisión de jóvenes que responden con un SI entusiasta, de gran alegría, encaminarse a una noble vida religiosa a sabiendas que conlleva a la renuncia a derechos en el campo personal, profesional, político, con el fin de ofrecer al mundo una imagen particularmente eficaz de Jesús, el Buen Pastor que ofrece toda su vida por el rebaño... Los Evangelios de San Juan, (15-16) y Mateo (9-37b -38) clarifican la vocación cristiana y la Misión de los llamados en anunciar el Reino de Dios: “No son ustedes los que me han elegido a mí. Yo soy quien los ha elegido. La mies es mucha y pocos los obreros. Rogad pues al dueño de las mie que envíen mas obreros”. De ahí que la Iglesia a través de eventos como esta tradicional Cena Pan y Vino cuente con las generosas colaboraciones del sector empresarial , de notables artistas, deportistas y laicos comprometidos en el logro y éxito de esta actividad eclesial, cuyos fondos económicos estarán destinados a la cosecha en el semillero del Seminario San José de sacerdotes que se extenderán en las diversas comunidades de nuestro territorio, enseñándoles una manera de vivir y de convivir, tal como lo hizo Jesús, al servicio de la humanidad en el amor de Dios.


Monseñor Jose Luis Lacunza Arzobispo de la Diócesis de David y Presidente de la Conferencia Episcopal de Panamá.

Arzobispos de las diferentes regiones de Panamá en su entrada a la celebración de la XLI Cena de Pan y Vino.

Recordemos una vez más a San Francisco de Asís, cuando refiriéndose a las vocaciones sacerdotales enfatizaba: “ Hijos míos salgan al mundo con la antorcha en las manos, donde haya hogueras pongan manantiales, donde hay espada pongan rosas, transformen en jardines los campos de batallas, abran surcos y siembren amor, planten banderas de libertad en la patria de la pobreza y anuncien que llega pronto la era del amor.” En nuestras parroquias, lo podemos hacer en las alabanzas y las plegarias a Jesús Sacramentado, las plegarias se elevan a la Divina Providencia: “Danos muchos sacerdotes y Sacerdotes Santos.


Padre Ángel Alonso

La 41 Cena Pan y Vino, este año, se propone para exaltar con Acción de Gracias la Beatificación de Juan Pablo II, propulsor de la unidad de los cristianos y su mensaje al mundo de Hoy: “ ¡Hombres y mujeres del tercer milenio ¡ Dejadme que os repita: abrid el Corazón a Cristo crucificado que viene ofreciendo la paz . Donde entra Cristo resucitado, con Él entra la verdadera Paz”.




UN POCO DE HISTORIA DE LA CENA DE PAN Y VINO

En 1970 bajo el Arzobispado de Monseñor Marcos Gregorio McGrath se celebró la primera gran reunión de fieles católicos para recabar fondos para el Seminario Mayor San José, con miras a formar sacerdotes panameños y para satisfacer las necesidades espirituales de nuestra patria. Todavía hoy estamos en déficit, por lo que se espera que los católicos panameños contribuyan con sus oraciones y aportes personales a la obra del Seminario.

El Seminario Mayor San José se abrió por primera vez en el siglo XVII, cerrando sus puertas al cabo de pocos años. En algunos periodos fue Seminario Menor, para enviar a los Seminaristas al exterior. Otras veces se intentó hacerlo Seminario Mayor, es decir, a nivel universitario.

Hoy funciona así impartiendo una formación humanista, bíblica, teológica, intelectual y pastoral.

Correspondió al sacerdote panameño Monseñor José Luis Andrade ser el primer Rector, después de la reapertura del Seminario Mayor San José en 1970.

Los fieles católicos han colaborado con la Cena de Pan y Vino con sus oraciones y otros recursos para sostener dicho Seminario.

La Cena de Pan y Vino tiene un profundo significado para todos los panameños católicos, que nos lleva a una meditación consciente de nuestra Fe y a una vivencia permanente de la Eucaristía y del Sacerdocio.

Los participantes en esta convivencia que se celebra en el mes de mayo tienen además la oportunidad de disfrutar de un programa cultural de alto valor artístico y contribuir con una módica donación al Seminario Mayor San José, en donde se forman los sacerdotes panameños que, respondiendo al llamado de Dios, van por los confines de la Patria a difundir las enseñanzas del Divino Maestro.
Seminaristas durante la XLI Cena de Pan y Vino.


Seminaristas durante la XLI Cena de Pan y Vino.


Seminaristas durante la XLI Cena de Pan y Vino.

Seminaristas durante la XLI Cena de Pan y Vino.


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AGRADECIMIENTOS A LA CENA DE PAN Y VINO 2011.


El Comité de la Cena de Pan y Vino presidido por el Señor Arzobispo Metropolitano S.E.R. Monseñor JOSÉ DOMINGO ULLOA MENDIETA expresa por este medio su agradecimiento sincero a la comunidad por su participación en la 41ª CENA DE PAN Y VINO celebrada el pasado 31 de mayo en el Gimnasio del Colegio La Salle.

De manera especial agradecemos al R. P. René Mauricio Meléndez por su Testimonio Sacerdotal, a César Barría, Cheli de Boyd, P. Angel Alonso y sus acompañantes, Osvaldo Ayala, el Ballet Folclórico Panameño, prof. Edmundo Archibold y demás artistas, a los patrocinadores, bienhechores, medios de comunicación, clubes de jardinería y tantas otras personas que aportaron esfuerzo, cariño y corazón en la realización de esta actividad que este año recordó de manera especial la vida y la obra del Beato Juan Pablo II.

Necesitamos sacerdotes. Necesitamos sacerdotes santos.

Roguemos al Dueño de la Mies que bendiga nuestro país con nuevas vocaciones sacerdotales y sigamos apoyando al Seminario Mayor San José, corazón de nuestra Iglesia Arquidiocesana.


Fotografías: Narcisa Olayvar (Autora del Blog)
Créditos a la información:
           Panorama Católico (Alberto Barrera)
           CuándoDonde: eventos en Panamá.
           

5 comentarios:

  1. Saludos y feliz nuevo Pentecostés.
    Me podrían enviar la frase que pronunció R. P. René Mauricio Meléndez cuando daba su Testimonio Sacerdotal,...era algo así como: "cuando no oro un día lo noto yo, cuando no oro 2 días lo notan mis hermanos; y cuando no oro 3 días lo notan los demás"... era algo así verdad???
    Si tenéis el discurso agradecería me lo enviases..

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  2. Estimada Ing. Ana Cecilia. Siento mucho no poder responderle. He hecho lo posible por ubicar la debida respuesta, incluso envié un correo al Padre René Mauricio, mismo que no ha sido contestado. En el periódico Panorama Católico me prometieron ofrecerme el documento, pero tampoco me ha llegado. En cuanto se logre, estaré agregando una sub-entrada aclarando la inquietud suya, que es de sumo interés igualmente para mí.

    La paz!

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  3. Estimada Ing. Ana Cecilia, próximamente, quizá a mediados de la semana entrante, le estaré enviando la información solicitada al respecto de la Cena de Pan y Vino.

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  4. En el siguiente comentario, estoy respondiendo con la información que la Ing. Ana Cecilia deseaba del testimonio del sacerdote Mauricio Meléndez durante la celebración de la Cena de Pan y Vino.

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  5. Testimonio de Fray Mauricio Meléndez Macay, O.F.M., en la cena de Pan y Vino 24 mayo 2011.


    Saludo:

    Anécdota: Se cuenta que San Francisco oraba en un convento de Vicalvi (cerca de monte casino) y se le apareció un ángel llevando en su mano una ampolla de vidrio que contenía agua transparente “mira Francisco, le dijo el ángel, a sí ha ser quien desea dar a los demás el cuerpo y la sangre de Cristo “El santo en su humildad pensó que jamás alcanzaría tan alta perfección y renunció al Sacerdote.

    • Ordenación en catedral de San Salvador, en construcción. Símbolo de una Iglesia que acompaña al pueblo, sangre de sus mártires y sus sacerdotes unida, tumba de Monseñor Romero, 12 años de guerra civil empantanada. 35 sacerdotes con celebrantes entre ellos algunos sacerdotes Jesuitas que luego serían mártires también. Nota simpática los emplumados que bailaron durante el ofertorio tiesos por hacerlos por primera vez en un templo folclórico, cerca de mi pueblo natal.

    • El Sacerdocio es un don inmerecido, es un don que nace en el corazón de Cristo, no es un simple oficio, es un sacramento. Llevar tesoros en vasijas de barro no ha sido fácil, ha habido tentaciones de dejarlo: Familia integrada, amigos de Guatemala….. Mis hermanos profesionales y yo ¿que?

    • Años de formador: tener que despedir a algún formado secreto de perseverancia. 25 años en vida de oración, la formación permanente que mi congregación me han procurado.

    Pianista famoso cuando no ensayaba
    1er. día el mismo lo notaba
    2do. Día lo notaba su director
    3er día el público entero.

    • Para Juan Pablo II rezar era como respirar, -cardenal Estanislao era secretario del Papa- siempre ante Dios lo buscaba, nunca se canso de estar con Él. 7 años en formación permanente junto a los jóvenes.

    • Valorando en mí el don de predicación por mis hermanos en la Provincia, preparando homilías, ejercicios espirituales para ellos y otros grupos, talleres de formación etc. Consciente de que hay que prepararse ya de un laicado que se forma cada vez más. Cuando hablaba de Jesucristo, no hacia mas que contar sus experiencias, cardenal Estanislao.

    • Saber escuchar a la gente ya que ahora casi nadie escucha, confesión y acompañamiento espiritual.

    • Celebrar con humildad y devoción la Eucaristía. Los malos los echan, los buenos se van, quedan los que Dios quiere. Juan Pablo II con ocasión del día universal de las vocaciones escribió: “Dios ha querido asociar al sacerdote a su obra de salvación de las almas, aunque como creatura humana sea débil e indigno. El Sacerdocio es un regalo especialísimo del cielo y solo se explica por el gran amor que Dios tiene a la humanidad. El Sacerdote es un administrador de la gracia de Dios. Es enviado para predicar las buenas noticias de la salvación a los abatidos para curar las heridas de los corazones humanos, para presidir la asamblea cristiana y ofrecer el santo sacrificio en nombre de todo el pueblo. Jesús que sigue sintiendo compasión por las multitudes, ha enviado a los sacerdotes para que como buenos pastores vayan por todos los pueblos curando a quienes han sido heridos por el pecado y atendiendo a las ovejas sin pastor. ¡Que grande responsabilidad tiene cada Sacerdote!

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