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Advertencias Del Mas Alla a La Iglesia Contemporánea. (Padre Arnold Renz).

E:  ¡Di solamente la verdad, Verdi Garandieu, únicamente la verdad!

V:  Si los sacerdotes y las instancias ecleciásticas superiores no reconocen pronto que van por el falso camino, miles de templos de Dios dejarán de serlo...Ya hoy no lo son.  Para millares de almas, los sermones de sus sacerdotes sólo contribuyen a aplanar y a que renieguen de la Iglesia.  ¡Pero los sermones deberían conducir a lo bueno y a subir al cielo!  ¡El verdadero motivo de este fracaso es que el propio sacerdote ya no practica el mandamiento principal...y porque los propios sacerdotes llevan el gusano dentro...¡No quiero hablar más!... Si miles y millones de creyentes, guiados por sus sacerdotes, con sermones y buenas misas, hubiesen rezado y hubiesen organizado cruzadas de oración expiatoria, y noches de oración u oficios piadosos, no tendríais hoy el caos que tenéis... Eso tengo que decirlo yo, Verdi Garandieu.

E:  ¡Di la verdad, solamente la verdad...!



REZAR EL BREVIARIO DIARIAMENTE, SALVA AL SACERDOTE.

V:  Miles de sacerdotes se han condenado por causa de las mujeres, pero no lo hubieran sido, si los sacerdotes rezacen como debieran hacerlo. Debería tomar en sus manos diariamente el breviario como se hacía antes y creyesen lo que enseñan los Padres de vuestra Iglesia.
Estos seguramente que no han cogido por los pelos lo que declararon entonces.  Lo que enseñaron entonces, estaba probado. En la vida se ha demostrado que el hacerlo así era lo mejor.  ¡Si se hubiese mantenido y siguiese manteniéndose, no tendrías hoy ese caos!

E:  ¡Di la verdad, Verdi Garandieu, en honor de Dios, en nombre de Jesucristo, de la Santísima Trinidad, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo!

V:  Miles ya no viven en estado de gracia, porque ya no rezan el breviario...como yo, Verdi Garandieu, dejé de hacerlo.  (Grita llorando desesperadamente y aullando).  ¡Si yo hubiese rezado!  ¡Si hubiese permanecido en el camino de la virtud!  Mi Ángel hubiese venido y me hubiera ayudado.  Pero tampoco he rezado a mi Ángel, todo lo he descuidado.  Y así también he descuidado a la juventud que me había sido confiada, como lo hacen ahora los actuales sacerdotes.  Yo puedo decir, que entonces no descuidé a mi juventud de la forma que lo hacen ahora muchos sacerdotes.

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