EN LAS FUENTES DE
MI DIVINO CORAZÓN
HALLARÉIS MENSAJES
DE CONVERSIÓN.
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(MENSAJES)
Noviembre 5/07 11:00 a. m.
Jesús dice:
Os amo pequeños míos: llevo escrito vuestros nombres en el libro de oro de mi Divino Corazón.
Son tantas mis manifestaciones de amor, que obro en todas partes del mundo; pero, ¡qué estultos son los corazones de los hombres!, por no creer en mis prodigios y milagros y por cerrar sus oídos a la escucha de mi voz: utilizo almas con imperfecciones, con defectos, con debilidades para mostrar que soy Yo el que actúo a través de vuestras miserias humanas; pero son catalogados como locos, esquizofrénicos o fanáticos.
Orad, pequeños míos, para que mi Iglesia vuelva a mi primitiva Iglesia, en donde se daba apertura a los dones y carismas dados por el Espíritu de Dios. Orad hermanos míos, para que no encajonen la acción del Espíritu Santo, para que lo dejen actuar en plena libertad. Estáis viviendo el tiempo del Espíritu Divino
Mis pequeños capullos: cada latido de mi Corazón es un palpitar de amor para con vosotros, destilan gotitas de amor, recogedlas con vuestras manos y llevadlas a vuestro corazón para que estos dos corazones se fundan en un solo sentir y latir. Cómo os amo, cómo os quiero ayudar, cómo os quiero dar albergue en mi Divino Costado; pero: oh, almas de duro corazón que a cambio de tanto amor que os proporciono, recibo ingratitudes y desprecios. El amor es la medicina que os alivia de vuestras enfermedades. . Pedidlo insistentemente para que os hagáis sabios y para que estéis fortalecidos en vuestros momentos de prueba.
El amor es el aliciente que os anima a vivir.
El amor es el aire que os da vida. Amad mucho, perdonad mucho para que en el amor y en el perdón recibáis coronas de gloria que no se marchitarán jamás.
Os amo pequeños retoños de mi divino jardín. Os rocío con el agua viva de las fuentes de mi Divino Corazón.
Os abono con mi Sangre Preciosa y os podo, arrancando vuestras malezas para que florezcáis para el hortelano que os creó.
Os amo pequeños míos: porque sois hechura de mis Divinas manos.
Os amo pequeños míos, porque por amor a vosotros os di mi vida, permitiendo que mi Cuerpo Santísimo fuera injuriado, azotado, fluyendo de Él torrentes de agua viva que servirán para purificar almas putrefactas por el pecado. No os canséis de amarme, porque Yo, os amaré a vosotros por toda la eternidad sin fin.
No os canséis de amarme, porque Yo, de vuestros corazones, hago niditos de amor.
No os canséis de amarme, porque bajo a la profundidad de vuestros corazones a engalanaros con mi Divina presencia, en el augusto Sacramento de la Eucaristía.
Perdonad de corazón todas las ofensas que hayáis recibido de parte de vuestros hermanos; declaradlos libres e inocentes, porque en ellos habitaba el espíritu del aire de la discordia, excusadlos que Yo os excusaré a vosotros cuando os presente ante mi Padre. Mi amor es tan grande por vosotros que no existen medidas en la tierra para medir su magnitud.
Corresponded con amor al Amor de los amores.
Pedid misericordia por la salvación de las almas
Noviembre 5/07 1:18 p.m.
Pequeños adorados de mi Divino Corazón. Mi Corazón tiene sed y hambre de almas y uno de los medios que utilizo es derramar mociones interiores a almas generosas, como vosotras, que pidan y supliquen a un Padre: misericordia por la salvación de las almas. Orad a favor de ellas, orando un Ave María por su conversión y salvación, para que vuestro clamor e intercesión suba como incienso ante la presencia de Dios Padre. Muchas almas se condenan porque no hay quien se sacrifique y ore por ellas. Orad,
pequeños rayitos de luz,
el Rosario del Amor
Cuando estéis en peligro de perecer, decid: ¡, que derrite mi Corazón y lo enternece a favor de las pobrecitas almas pecadoras; depositadlas en la patena de mi Divino Corazón, pidiéndome clemencia por ellas. Reparad por sus pecados, por su desobediencia a mi plan salvador que con vuestra oración incesante, Yo, me apiadaré de ellas.
Dios mío, perdóname
Trabajad, pequeños míos, para mi Reino salvando almas. ! Y Yo tendré compasión por vosotros.
Con la oración lo conseguís todo
Noviembre 7/07 5:00 p.m.
La Santísima Virgen dice:
Que vuestra oración sea incesante, porque a través de la oración lo conseguís todo. Ella debe ser la columna vertebral de vuestra vida espiritual.
La oración es la medicina que os alivia de vuestras
enfermedades; la oración es la vitamina que os fortalece de vuestras debilidades.
Cuando estéis tristes, orad, porque la oración os devuelve la alegría.
Cuando sintáis dudas, orad, porque la oración os lo aclarará todo.
Cuando nuestros espíritus se hallen perturbados, orad, porque la oración os dará la paz.
Cuando os sintáis fatigados, orad, porque la oración dará descanso a vuestras almas.
Cuando sintáis hambre y sed de Dios, orad, porque la oración os dará hartura a vuestros espíritus.
A través de la oración lo conseguiréis todo; que vuestros corazones estén henchidos de oración, de tal modo que no hallan espacios para los goces terrenos y vanaglorias del mundo.
La oración conecta nuestro corazón con el cielo, elevando nuestro espíritu en éxtasis de amor y en gozos celestiales.
La oración hecha desde el corazón, os purifica de vuestras inmundicias del pecado, lavándolo como torrentes de agua viva que fluyen de la fuente Divina
del Sacratísimo Corazón de Jesús, dándoos la limpieza y blancura que un día perdisteis.
Sed almas de oración, de tal manera que vuestros espíritus vuelen como palomas mensajeras por el cielo.
Orando en cada momento y en cada lugar, el demonio no tendrá dominio sobre vosotros, no dejéis apagar el candil de la oración que hay en vuestros corazones.
Encended esa pequeña llama, a la llama de mi corazón Inmaculado, para que ardáis de amor y entréis al puerto seguro de la salvación.
Cuando os sintáis desanimados y en aridez espiritual,
redoblad en vuestra oración, que ella os robustecerá y como gotas de rocío, penetrará en la tierra estéril empapándola con las lluvias del amor de Dios.
Pedid la asistencia del Espíritu Santo y la intercesión del Padre Pío, que como fundador de los grupos de oración, os presentará ante el cielo vuestras súplicas y vuestros ruegos.
Mi oración preferida es el rezo del Santo rosario, oradlo muy despacio, saboreando cada Ave María como dulce miel a vuestros labios y suave néctar a vuestro corazón.
Volved a la oración que el Ángel enseñó a los pastorcitos de Fátima, rezadla en el intermedio de cada misterio:
“Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno y llevad al cielo todas las almas, especialmente las más necesitadas de vuestra misericordia.
Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo, y os pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no os aman.
Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, os adoro profundamente, os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo presente en todos los Tabernáculos del mundo, en reparación de los ultrajes, de los sacrilegios y de las indiferencias con los cuales es ofendido; por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y del Corazón Inmaculado de María, os pido por la conversión de los pobres pecadores”.
Adornad aún más este bellísimo jardín, que es el Santo Rosario, con las letanías a vuestra dulce Madre para que quedéis perplejos ante la hermosura y delicadeza de estás rosas celestiales. Guardad en vuestros corazones estas enseñanzas que como capullos de oro se os abrirán para el cielo.
Os amo pequeños míos, os amo.
Noviembre 7/07 8:32 p.m.
Jesús dice:
Entra en mi corazón, pequeño Agustín, y escucha mi Divino palpitar que te arrulla como canciones de amor y déjate amar y moldear para esta noble misión de ser mi portavoz a la humanidad entera.
Sé como barro blando, en las manos del alfarero, para que sea Él quien te dé la forma, a imagen y semejanza del que te ha creado.
He esculpido en tu corazón, mi Divino Rostro, para que te sientas acariciado por mis miradas de amor; cada latido de mi Corazón es una suave caricia para tu alma que te arrulla haciendo que tu espíritu duerma plácidamente en mi regazo, regazo que cubre la desnudez de tu ser.
Diles a todos los hombres que en mi Corazón encontrarán paz, paz que el mundo no les puede dar, que mi Corazón es la fuente de agua viva en la que pueden saciar su sed, que es el refugio que los protege del peligro y que es el océano de misericordia ávido en perdonarlos, que es una hermosa mansión con diferentes aposentos en la espera de ser habitada, que es un valle con verde vegetación pronta a darles sombra en los fuertes veranos, que es una hoguera que arde de amor, deseosa en darles calor en los días de frío. Diles que mi Divino Corazón es el libro abierto que les da la verdadera sabiduría, sabiduría que les hace crecer espiritualmente y achicarse para el mundo.
Que mi Sagrado Corazón es el templo el Altísimo en el
que pueden adorar a Dios para rendirle tributos a su grandeza. Cuéntales cuánto los amo, pídeles que no lastimen más mi Corazón con sus desprecios e irreverencias, que luchen por la salvación de sus almas, porque su indiferencia hacia Mí, los aleja del camino al cielo.
Estando dentro de mi Divino Corazón, Satanás no podrá hacerles daño porque el excesivo amor que tengo por todas las almas, lo horrorizan de pavor manifestando en sus alaridos la envidia y el desamor.
Reza conmigo esta oración:
“Padre Eterno os ofrezco el Sagrado Corazón de Jesús inflamado de amor por todas las almas. Acercad a Él los corazones más endurecidos a su amor y transformadlos a semejanza del Divino Corazón de Vuestro adorable Hijo”.
Mensaje del Sagrado Corazón para un alma:
Mi pequeño Francisco: os llevo en mi corazón, porque habéis sabido responder en mi obra; obra que recorrerá todas las partes del mundo, porque los hombres tienen sed de Dios y necesitan beber en las fuentes de mi Divino Corazón. Ayudadme a apagar la sed que los consume, invitándolos a abrevar en mis Sagradas Fuentes
Me dais gloria porque estáis asumiendo con entereza el humilde oficio de secretario del Señor. Como salario por vuestro trabajo os pagaré con mi amor. Merece que os resalte vuestro sacrificio, generosidad y entrega en vuestra misión. , es decir, dando a conocer mis mensajes de amor contenidos en los libros.
Llevo escrito vuestro nombre en el libro de oro de mi
Sagrado Corazón y escribiré, aún, más nombres si estáis dispuesto en trabajar para mi empresa, firmando un contrato a tiempo indefinido.
Que vuestra vida sea una constante ofrenda de amor; amor que derrumbará muros de concreto, acercando almas para mi Reino.
Os necesito despojado de todo, pero abandonado por completo a mi Divina Voluntad para escribir en el libro de vuestra vida mis planes de amor, planes que favorecerán a muchas almas porque la oscuridad de sus ojos y la sordera de sus oídos se cambiarán por luz y anhelos en escuchar mi voz.
Vuestro nombre está además en el Corazón Inmaculado de mi Madre, sus latidos son actos de amor que cubren vuestro ser.
Amando inmensamente a mi Madre, me amáis inmensamente a Mí.
Jesús, quien tanto os ama.
Revelaciones dadas a un alma
a quien Jesús le llama Agustín del Divino Corazón.
Mensajero de los Sagrados Corazones Unidos
y Traspasados de Jesús y de María.
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