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MENSAJES DE SALVACIÓN DE JESÚS EL BUEN PASTOR. (Décima parte)

Mensaje de “El Buen Pastor Enoc” del día 14 de marzo de 2011.


¡MI CASA ES CASA DE ORACIÓN, AYUNO Y PENITENCIA!

Llamado urgente de Jesús Buen Pastor a la Iglesia de hoy.

Hijos míos, que mi paz esté con vosotros.

Pequeños míos: Voy a empezar a purificar mi Iglesia; voy a hacer una poda en el interior de mi Iglesia; voy a sacar a Asmodeo y Jezabel de mi casa. Mis elegidos leales a mi Evangelio permanecerán, los otros los entregaré al lobo para que disponga de ellos. Mi vicario sufre la traición y la desobediencia de muchos de mis predilectos.

Los escándalos en el interior de mi Iglesia están a punto de estallar; Roma se perderá, pero de esta confusión, resucitará una Iglesia santa, humilde, sencilla, pobre y abierta.

No habrá más soberbia, ni orgullo, ni vida fácil a causa de estas y otras miserias; es que mi iglesia se halla a la deriva. Las comodidades y la falta de caridad de muchos de mis elegidos están haciendo de mi Iglesia de hoy no un lugar de espiritualidad, sino más bien un lugar de libertinaje espiritual.

Muchos de mis hijos predilectos se han dejado seducir por los placeres y vanidades de este mundo. ¡Qué tristeza me produce ver la Casa de mi Padre ultrajada y mancillada por los bajos instintos de muchos de mis servidores! Si ayer desalojé a los mercaderes de la Casa de mi Padre, ¡cuánto más no haría hoy con tantísimo pecado, con tantísimos ultrajes a mi Divinidad y con tantísima permisividad que viene desde lo más alto de mi Iglesia! Mi adversario se pasea y se burla en muchas de mis Casas. Dirán qué por qué permito todo esto.

Yo soy paciente e indulgente, mas no condescendiente. Exhorto, reprendo, y por último castigo con mi justicia, cuando se han agotado los mecanismos de reconciliación.

¡Ya es el tiempo de mi justicia! Voy a purificar mi Iglesia; voy a limpiar la cizaña; voy a expulsar el pecado que como telaraña está asfixiando mi Iglesia. Los pastores infieles serán expulsados, juzgados y entregados al carcelero. Mi Casa, es Casa de Oración, de Ayuno y Penitencia; y muchos de mis predilectos, por su displicencia y comodidad, la han convertido en lugar de recreación y centro de inmoralidad.

Preparaos pues pastores de mi rebaño, porque vengo como juez a pediros cuentas de vuestras acciones; todo pastor que haya descuidado el rebaño, mi justicia lo sentenciará y mi evangelio decidirá su suerte.

Soy vuestro Pastor: Jesús el Buen Pastor, Sumo y Eterno Sacerdote.

Dad a conocer mis mensajes de salvación a todas las naciones.



Mensaje de “El Buen Pastor Enoc” del día 10 de marzo de 2011.

¡AY DE LOS TIBIOS DE CORAZÓN!


Hijos míos, que mi paz esté con vosotros y os acompañe siempre.

Hijos míos, el mundo se está enfriando espiritualmente, la pérdida de la fe se está apoderando de la inmensa mayoría de la humanidad y va a caer más profundamente; sólo los que perseveren alcanzarán la corona de la vida.

Mi purificación es necesaria, pues el pecado del hombre de hoy ha rebasado los límites de la convivencia humana, socavando las bases de la fe.

Os digo, que en mi reino sólo estarán mis leales, los que a pesar de las adversidades y pruebas, permanecieron firmes y fieles a mí. Los tibios de corazón si no despiertan con mi aviso, mi purificación se encargará de apartarlos de mi lado, porque solo me buscaron cuando tenían problemas y necesidades y más luego me dieron la espalda y no la cara.

Hijos de doble ánimo, definíos de una vez, o sois fríos, o sois calientes, vuestro término medio no os va a alcanzar para entrar en mi reino. Acordaos lo que dice mi palabra acerca de vosotros: El hombre de doble ánimo, es inconstante en todos sus caminos. (Santiago 1.8).

Piénsenlo bien hijos míos y cambien de actitud, porque el tiempo de mi justicia está tocando a la puerta; ella, mi justicia, es recta, veraz y justa. Su balanza solo conoce de buenas o malas obras, ahí no hay término medio; por lo tanto os exhorto a que os defináis de una vez. O sois, o no sois, o sois ovejas o cabras.

Todavía os queda un poco de tiempo. Dejad pues vuestras dudas y enderezad vuestro camino, para que mañana no tengáis de qué lamentaros. Porque en verdad os digo, que cuando llegue mi justicia, no quiero deciros la dura sentencia: ¡Apartaos de Mí!

Recapacitad pues, hijos de doble ánimo, porque el tiempo se os está acabando. La tarde está feneciendo y la noche está que llega. Recogeos y agrupaos en oración en torno a Mí, y dejaos conducir por mi Madre, para que podáis llegar seguros a las puertas de mi Jerusalén Celestial. De nuevo os digo, que mi paz esté con vosotros. Soy vuestro Padre, Jesús el Buen Pastor.

Dad a conocer mis mensajes de salvación a todas las naciones.

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