Páginas

CARTAS DE SANTA MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE.

Santa Margarita María de Alacoque
(Francia: 1647-1690)
Mensajera del Sagrado Corazón de Jesús.

Carta I

A LA MADRE MARÍA FRANCISCA DE SAUMAIS, DIJON.

La santa expresa a su antigua Superiora sus sentimientos de gratitud y afecto filial. Ella es una pura cruz en el cuerpo y en el alma.  Amor al padecer.

¡Viva + Jesús!

(Fin de Junio) 1678.

Mi muy Respetable y querida Madre:
Ni la mortificación que me produciría, ni la entrañable amistad que le profeso me consentirán privarme del dulce consuelo de escribirle y decir a vuestra Caridad que siempre seré la misma en estimarla, puesto que sabe bien que nuestro buen Maestro, que unió tan estrechamente mi Corazón al suyo, es el único que los puede separar.  Y como no hallo palabras para expresarle el reconocimiento que tengo por sus bondades maternales, bastará que le diga que conservaré de ellas muy particular recuerdo delante de nuestro Señor, a quien suplico le haga participante de sus más preciosas gracias y amorosas caricias en  esta amable soledad, cuyas delicias comparto con V. C.

Pero para decirle una palabra de aquellas con que su bondad me favorece al presente, no puedo expresarlo sino diciéndola que me parece no ser yo más que una cruz en el cuerpo y en el alma, sin que pueda quejarme ni desear otro consuelo que el de no tener ninguno en este mundo, y vivir escondida con Jesucristo crucificado, ignorada en mi sufrimiento, a fin de que ninguna otra criatura tenga compasión ni recuerdo de mí, sino para aumentar mi tormento.  Persuádome, mi querida Madre, que, pues toma tanta parte en lo que a mí me importa, se regocijará y dará gracias por ello a Nuestro Señor, que no tiene otra cosa más preciosa después de sí mismo, que su amor y su cruz.  Por su misericordia me da parte en ella; porque de mi soy indignísima de don tan precioso, como también del que nos ha hecho en la persona de nuestra muy respetable Madre (1), a quien estimo y aprecio más de lo que podría expresarle, y juntamente tengo en ella perfecta confianza por su caridad, que ya he experimentado muchas veces. Creo poder asegurarle que nuestro buen Dios cumplirá su promesa.

Yo se lo suplico con todo mi corazón, y que pueda recibir de ella toda la gloria que desea. Esta querida Madre es la que me ha dicho que le escriba en esta ocasión; pensaba hacerlo en otra diferente, a causa de una ligera molestia y por juzgar estarà ahora agobiada de cartas. Pero no se dé prisa a escribirme, porque no dudaré de su afecto de cualquier modo que proceda conmigo, que seré suya en el tiempo y en la eternidad en el amor sagrado de Jesús.

Sor Margarita María.
¡Dios sea bendito!

1 comentario:

  1. QUIERO SABER MAS SOBRE LAS ALMAS BENDITAS DEL PURGATORIO YA WUE TENGO UNA SITUACION ESPECIAL REFERENTE A ESTE CASO GRACIAS ME HE TRATADO DE PONER EN CONTACTO CON VALENTINA POPOGNA Y NO HE PODIDO QUISIERA SABER EL EMAIL DE ELLA GRACIAS POR ANTICIPADO

    ResponderEliminar