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LA EUCARISTÍA (Primera parte)

Jesucristo está ahora glorioso en el Cielo y en el sagrario.

Jesucristo es Dios y Hombre verdadero. Como Dios está en todas partes. Como Hombre está solamente en el Cielo y en el sagrario, en el Sacramento de la Eucaristía. La eucaristía es la última prueba del amor de Dios a los hombres.

Amar es dar: Dios nos lo ha dado todo con la CREACIÓN.
Amar es comunicarse: Dios se nos ha comunicado con la REVELACIÓN.
Amar es hacerse semejante al amado: Dios se ha hecho uno de nosotros en la ENCARNACIÓN.
Amar es sacrificarse por el amado: Dios nos ha dado su vida en la REDENCIÓN.
Amar es obsequiar al amado: Dios nos da el supremo bien de la SALVACIÓN.
Amar es acompañar al amado: Dios se ha quedado, para siempre, a nuestro lado en la EUCARISTÍA.

El sagrario es lo principal de la iglesia; aunque a veces no está en el altar mayor. El sagrario es una especie de casita, con su puerta y con su llave. Allí está Jesucristo, y por eso, al lado hay encendida una lamparita. Siempre que pasemos por delante, debemos poner la rodilla derecha en tierra, en señal de adoración, lo mismo si está reservado que si está expuesto.

Las imágenes merecen nuestra veneración y respeto porque están en lugar del Señor, de la Virgen y de los Santos, a quienes representan. Son sus retratos, sus estatuas. Pero lo que hay en el sagrario no es un retrato o estatua de Jesucristo, sino el mismo Jesucristo, vivo, pero glorioso: como está ahora en el cielo.

Las imágenes no se adoran, se veneran. Adorar es poner un ídolo en el lugar de Dios, reemplazándolo. La adoración sólo es para Dios. Venerar es reconocer el valor que tiene para mí alguien o algo, por lo cual merece nuestro respeto. Yo venero a mis padres y a mi patria, pero no por eso los adoro. Adoro sólo a Dios.

A Jesucristo, en el sagrario, sí lo adoramos. Adoración consiste en tributar a una persona o cosa honores de Dios. Se llama culto de latría. Se diferencia del culto de dulía que consiste en la veneración que se tributa a todo lo que no es Dios, pero se relaciona con Él (imágenes, reliquias, etc.).
A los santos se les tributa culto de dulía, como de intercesores ante Dios. La adoración sólo se tributa a Dios. Por eso, en el Imperio Romano, muchos cristianos fueron mártires por no querer adorar a los ídolos.

El doblar la rodilla tiene distintos significados, según la voluntad del que lo hace: ante la Eucaristía es adoración, ante una imagen es veneración, ante los reyes es reverencia.

La veneración de las imágenes no va dirigida a la materia de la que está hecha (piedra, madera, lienzo o papel) sino a la persona a la que representa. Cuando tú besas la foto de tu madre, tu beso no se dirige al papel fotográfico sino a tu madre en persona. La idolatría se dirige a la imagen misma como a un dios. Dice el Concilio II de Nicea: «el honor tributado a la imagen va dirigido a quien está representado en ella».

Los textos del Nuevo Testamento que hablan de los ídolos, se refieren a auténticos ídolos adorados por paganos, pero no a simples imágenes.
Por eso el Concilio Ecuménico de Nicea del año 787, justificó el culto de las sagradas imágenes.

Los Testigos de Jehová, hasta el saludo a la bandera nacional lo consideran como un acto de idolatría. Esto es absurdo.

Es muy importante que consideres a Jesucristo en el sagrario, no como una cosa, sino como una Persona que siente, que ama, que te está esperando.
Jesucristo está en el sagrario, deseando que vayamos a visitarle. Debemos ir con frecuencia a contarle nuestras penas y necesidades, y a pedirle consuelo y ayuda. Es muy buena costumbre entrar a saludar a Jesucristo al pasar por delante de una iglesia, al menos una vez al día. Aunque sea brevemente.
Por mucha prisa que tengas puedes entrar un momento y decir:

«Señor:
Yo creo que estás aquí presente en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía.
Te adoro con todo mi corazón, como al único Dios verdadero.
Te amo sobre todas las cosas.
Te doy gracias por todos los beneficios que de Ti he recibido.
Te pido por todas mis intenciones.
Te ruego que me ayudes en todo lo que necesite. Amén».

No has tardado ni un minuto. Y si tienes tiempo, el P. Jesús María Granero S.I.. te sugiere que digas: “Señor, lo necesito todo; pero no te pido nada. Vengo a estar contigo”.

Algunas veces, se hace la exposición del Santísimo Sacramento. Los fieles se arrodillan ante Él para adorar al Señor, darle gracias por su amor, y pedirle su ayuda.
Al final de la exposición, se da la bendición con el Santísimo a los fieles: entonces, es el mismo Cristo quien les bendice y derrama sobre ellos sus gracias.

JESUCRISTO ESTÁ REAL Y VERDADERAMENTE PRESENTE EN EL SAGRARIO, AUNQUE ENCUBIERTO BAJO APARIENCIAS DE PAN, EN LA HOSTIA CONSAGRADA.

JESUCRISTO TAMBIÉN ESTÁ ENCUBIERTO BAJO APARIENCIAS DE VINO EN EL CÁLIZ CONSAGRADO.

En la Eucaristía permanecen el olor, color y sabor del pan y del vino; pero su substancia se ha convertido en el Cuerpo y en la Sangre de Jesucristo .

Esta conversión se llama transubstanciación. Es el tránsito de una cosa a otra. Cesan las sustancias del pan y el vino porque suceden en su lugar el cuerpo y la sangre de Cristo.

La transustanciación es una conversión milagrosa y singular, distinta de las conversiones naturales. Porque en ella, tanto la materia como la forma del pan y del vino se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Sólo los accidentes permanecen sin cambiar: seguimos viendo el pan y el vino pero substancialmente ya no lo son, porque en ellos está realmente el cuerpo, sangre, alma y divinidad de Cristo.

Substancia es aquello por lo cual algo es lo que es. Lo que hay de permanente en el ser, por lo cual subsiste. No lo que es transitorio y accidental, que no es esencial y constante, y que necesita una substancia donde residir: como son el color, el olor y el sabor.

Cristo está presente en el sacramento del altar por transustanciarse toda la sustancia de pan en su cuerpo, y toda la sustancia de vino en su sangre.

La Hostia, antes de la Consagración, es pan de trigo. La Hostia, después de la Consagración, es el Cuerpo de Jesucristo, con su Sangre, su Alma y su Divinidad.
Del pan sólo quedan las apariencias, que se llaman especies sacramentales.

En el cáliz, antes de la Consagración, hay vino de uva. En el cáliz, después de la Consagración, está la Sangre de Cristo, con su Cuerpo, su Alma y su Divinidad.
Del vino sólo quedan las apariencias, que se llaman especies sacramentales.
Jesucristo, en razón de su única Persona, está entero en cada una de las dos especies sacramentales; por eso, para recibirlo, no es necesario comulgar bajo las dos especies de pan y vino: basta cualquiera de las dos para recibirlo entero.

La palabra griega “soma”, en la antropología hebrea, significa “cuerpo” en su totalidad; no en contraposición con la sangre. Igualmente la palabra “airna” (sangre) significa lo que es el hombre en su totalidad.
Cristo repite la misma idea para confirmarla, para remacharla. Es un paralelismo llamado «climático» muy frecuente en el modo de hablar hebreo.

Cristo en la eucaristía está vivo, resucitado. «No se trata de una venerable reliquia, como sería el cuerpo muerto de Cristo; sino de Jesús vivo como dice San Juan pan vivo . Y por ello vivificante. Comer el cuerpo vivo y resucitado de Jesús nos llevará a nosotros mismos a la resurrección final gloriosa» «El que come mi carne y bebe mi sangre tiene la vida eterna y yo lo resucitaré en el último día».

Autor del texto: P. Jorge Loring

A continuación, podremos leer unas reflexiones de Fray Antonio Corredor:

LA EUCARISTÍA ...
Es misterio,
Es sacramento.
Es sacrificio.
Como misterio, se cree.
Como sacramento, se recibe.
Como sacrificio, se ofrece.
Se propone al entendimiento como misterio.
Se da al alma como alimento.
Se ofrece a Dios como homenaje .
Como misterio, asombra.
Como sacramento, alimenta.
Como sacrificio, redime.
Como sacramento, esfuerza.
Como sacrificio, rescata.
Como misterio, es admirable.
Como sacramento, es deleitable.
Como sacrificio, es inefable.
Como misterio, es un portento.
Como sacramento, es un compañero.
Como sacrificio, alimenta.
Como misterio, es impenetrable.
Como sacramento, es sabrosísimo.
Como sacrificio, es valiosísimo.
Como misterio... debo meditarlo.
Como sacramento... debo gustarlo.
Como sacrificio... debo apreciarlo sobre todo
Es misterio de fe. Debo creerlo.
Es sacramento de amor. Debo amarlo .
Es sacrificio de un Dios. Debo confiar en él.
Como misterio, se esconde ... Es el sagrario.
Como sacramento, alimenta... Es convite... Es la comunión.
Como sacrificio, se inmola ...Es víctima... Es la Santa Misa.
¡OH MISTERIO ADORABLE! El sagrario será mi refugio.
¡OH SACRAMENTO DULCÍSIMO! Comulgar será mi mayor deseo.
¡OH SACRIFICIO ESTUPENDO! La misa será mi devoción primera.

UN SACERDOTE VISITA EL INFIERNO.






Primera parte...
por María Ferraz


Impactante relato de un sacerdote católico visitado por un ángel, quien lo llevó al infierno para que viera en las condiciones que se encuentran las almas condenadas, los que rechazaron el amor de Dios.


Apocalipsis 21, 8: “… los impíos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre y allí serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos…”

Después de los sueños que tuviera la semana pasada no tenía dudas de que el ángel se me apareciera, nuevamente, para llevarme al Infierno. Yo debía visitar el lugar de los réprobos en la condenación eterna, para examinar de cerca, los horrores sufridos por las almas condenadas, por causa de sus pecados cometidos en la tierra. Hacia muchas noches que dormía sobresaltado. 

Y rezaba, rezaba mucho, pidiéndole a Dios que me dispensara de ver el sufrimiento de las almas del Infierno.

Y algunos días pasaron pero al final el mismo ángel, de fisonomía alegre y tan divina, que me había llevado al Cielo, y, antes al Purgatorio, se presentaba delante de mí, con semblante cargado y austero. Pregunté: 

¿Porqué estas tan serio? 

El Infierno es tan horrible que los mismos ángeles de Dios se transforman cuando tienen que ir a él, en el cumplimiento de alguna misión. Yo mismo no deseaba mostrárselo a nadie, pero esta es la tercera vez que tengo encargado de hacerlo. 

Pues, pensé para mi mismo: 

¡Si este ángel quien mora en el Cielo y lo puede todo, no desea ir al Infierno, cuánto menos yo! 

Recuerdo que en el sueño, me arrodillaba en el suelo y le decía al ángel que yo tampoco quería ir, pero, si esa era la voluntad de Dios, estaba listo. Le pedí que me ayudara a no estar impresionado con lo que tuviese que ver allá. 

El me respondió que Dios quería que yo observara los horrores de la condenación eterna, por causa de mi misión de Sacerdote, a fin de que pudiese predicar mejor contra el pecado.

Y diciéndome estas palabras, me sujetó por la cintura y de repente nos encontramos en el espacio volando por entre nubes pesadas y amenazadoras. 

Y me abracé con mi protector, cuya fisonomía cada vez me abatía más. Noté entonces que, al contrario de otras veces, íbamos descendiendo. Y aquella sensación desagradable de que iba a llevar una gran caída, me asustaba en cada momento. Pensaba, de instante en instante, que algún obstáculo se presentara delante de nosotros y mi corazón se encogió como si fuera a dejar de bombear. Esto se acentuaba mas cuando entramos en una nube espesa, oscura, aterradora. Tenía la impresión horrible de que algo extraordinario estaba a punto de suceder y comencé a llorar. 

El ángel me abrazó con cariño y me dice: 

No temas nada. Estás con mi asistencia y tengo poderes de Dios para protegerte.

Y queriendo distraerme un poco, añadió: 

¡Mira para arriba! 

Fue entonces que, por primera vez observé la Tierra distanciándose de nosotros. Perdida en el espacio, girando, vertiginosamente, y en la proporción que descendíamos, ella se volvía cada vez menor.

Un viento caliente como si fuera de un horno comenzó a soplar. Tenía los labios resecos, los ojos hinchados y las orejas prendidas en fuego. ¿Mi Dios, qué será de mí? El ángel no hablaba. Estaba serio y preocupado, continuaba sujetándome por la cintura. Aquel su brazo era el único alivio que experimentaba en aquellas circunstancias.

Y la certeza de que habría de protegerme, me daba aliento para continuar aquel misterioso viaje. 

¡Estamos llegando!, oí. Era el ángel anunciando que estábamos próximos a la gran puerta del Infierno. 

¿Porqué tu voz suena tan diferente? Le pregunté. Aquella voz, antes tan suave y delicada, ahora parecía un sollozo del infinito.

¡Allí está la grande y amplia puerta del Infierno! 

El ángel me apuntó para abajo, donde podía ver una enorme ráfaga de humo negra, saliendo por las rendijas de las puertas, un fuego aterrador, que parecía consumir todo lo de adentro. 

¿Será que el fuego está destruyendo el Infierno? Pregunté. 

¡No! Respondió el ángel. El fuego del Infierno es eterno y no se acaba nunca. Ni tampoco consume las almas que moran allí. ¡Ellas son quemadas, mas no destruidas! 

Nos aproximábamos cada vez más a la puerta grande.

Ahora disminuía la velocidad de nuestro descender y podíamos ver claramente por las pasaduras de la puerta, el fuego caliente y voraz de infelicidad eterna. Llegamos, “ya están ahí en la sala de espera. Piensan que somos condenados”.

Miré para un lado y me encontré con más de un centenar de demonios. Espectáculo horrible, que no quería describir.

Eran como grandes hombres, con colas y cuernos, trayendo en las manos, unas grandes rastrillos tan caliente como si fueran de hierro incandescente. Cuando abrían la boca, dejaban salir llamas de fuego por entre los dientes y los ojos estaban abiertos de par en par casi fuera de órbita. Agarré fuertemente a mi compañero, sintiendo la calentura de una de aquellas feas bocas abiertas junto a mi rostro, cuando una risa infernal, histérica como de un loco, se hizo oír por las quebradas del Infierno. Parecía un trueno retumbando por la eternidad.

¿Qué es eso? Pregunté asustadísimo.

Es la señal que ellos dan cuando llegan almas para su reino. Esta risa horrible es de satisfacción que ellos sienten en su triunfo pasajero en contra de Dios.

El ángel había puesto su espada de oro apuntando a los demonios aglomerados delante de nosotros, exclamando: 

Vine de parte de Dios, váyanse enseguida. 

Al escuchar el nombre de Dios, los diablos se habían ido, con gran alboroto y relinchando de rebelión, dejando cada uno tras otro, un rastro de fuego, dando rugidos que agitaron las puertas de la entrada infernal. 

Ahora estamos solos. Nadie nos molestará. Lee aquella inscripción. 

Obedeciendo la indicación de mi protector, levanté los ojos para lo alto de la puerta del infierno y leí estas palabras: 

“¡Ustedes que entran aquí, dejen afuera todas sus esperanzas porque nunca mas saldrán de aquí!” 

Esta leyenda está escrita en letras de fuego y solo pensar en el destino de los condenados al fuego eterno, me estremecí de horror. 

¿Vamos a entrar? Me invito el ángel. 

Dentro un cuadro horrible se presentó ante mis ojos. Eran unas almas envueltas en grades hogueras, cuyas llamas devoraban amenazadoramente, las paredes tétricas de la cárcel de Infierno. Me fui aproximando, lentamente, completamente asombrado, aquellos infelices que proferían y rugían como fieras embravecidas. Delante de mi espanto me dice el ángel: 

Esto no es nada. Estamos en el primer grado de condenación eterna. 

Y marchando mas rápidamente exclamó: 

Ven conmigo. 

Atravesamos un mar de fuego, donde los demonios histéricos daban risas de locos, abriendo aquellas enormes bocas cerca de mi cara, dejándome temblando de pavor. Un aliento caliente salía de sus entrañas, viniendo a borbotones una fumarada fétida.

El ángel me mostró un departamento de los que estaban todavía esperando el grado de condenación que Lucifer, el jefe del Infierno les daría dentro de pocos días. Ví en estas almas una fisonomía pavorosa de sufrimiento. Ímpetu de revuelta, una constante proliferación de improperios salían de sus bocas ardientes. Allí se escuchaba llanto y más adelante, el desespero que oímos de rencor. Millares de demonios robustos, armados con rastrillos, empujaban a estas almas para el interior de un oscuro agujero donde solo había llanto y rechinar de dientes.

Cerré los ojos para no presenciar más aquel doloroso espectáculo y fui amparado por mi amigo que se aproximó a mí. Me confortó: 

Dios quiso que vieras estas escenas, pero nada sufrirás.

Quiero mostrarte diversos castigos impuestos a las almas de acuerdo con la calidad de los pecados de cada criatura. 

En este momento pasaron dos demonios terribles dando risas que parecían retumbar de fuertes truenos. 

¿De dónde vienen ellos? Pregunté. 

Vienen de la Tierra. Fueron a buscar un moribundo que acaba de morir. No quiso confesarse y murió en pecado.

Y, apuntándome para la infeliz criatura dice: 

¡Mira quién es!

Cuando miré, me encontré con uno de mis amigos que, realmente, estaba enfermo en la Tierra. Cuando me vio, abrió los ojos, rechinó sus dientes y se contorsionó convulsivamente, revolcándose en el suelo caliente del infierno, dejándome temblando de agonía y miedo.

Quedé impresionado con la muerte y la condenación de mi amigo. 

Si yo estuviese en la Tierra, habría conseguido confesarlo.

Imposible, dice el ángel. Rechazó la gracia de Dios y fue destinado a su propio destino. 

Llegamos, finalmente, a un lugar descampado, donde el ángel me mostró varias clases de sufrimientos.

Vimos rostros contorsionados por la amargura de dolor, parecían querer devorarnos con sus ojos. Los brazos descarnados por el fuego se extendían hacia nuestra dirección. Como pidiendo un socorro que no podíamos dar. Comencé a sentirme mal en aquel ambiente de sufrimiento y abracé al ángel, llorando convulsivamente. 

¿Tienes miedo? 

Tengo, sí. Sobre todo pena por estas almas. Pienso en por qué fue que se condenaron. ¿De quién sería la culpa? ¿De ellas mismas? 

¡En tu pregunta, leo tu pensamiento…sé lo que quieres decir! 

Si querido ángel. Pienso en la gran responsabilidad de los Sacerdotes. ¿Muchos se pierden por nuestra negligencia, no es verdad?

En el Cielo, no me quisiste mostrar el lugar de gloria de los sacerdotes. ¿Será que vas a mostrarme aquí su condenación?

Fue una orden que recibí de Dios. Mostrarte el lugar donde están las almas de los sacerdotes que no se salvaron. 

A medida que marchábamos, el espectáculo de horror iba creciendo. El ángel me dice: 

Recuerda que este sufrimiento aquí es eterno. En le Purgatorio todavía hay esperanza de salvación. Pero aquí, todo termina con la entrada del condenado a esta ciudad maldita. 

Y volteándose rápidamente para mí, añadió: 

¿Pero, sabes cuál es el mayor sufrimiento en el Infierno? Es la ausencia de Dios. El saber que existe una felicidad suprema, un lugar de tranquilidad donde todos nuestros deseos son satisfechos, un lugar de gloria, donde no hay dolores ni lamentos, para el cual fueron todos creados, sin poder, nunca más, salir de aquí. Y lo peor todavía es que las almas condenadas saben perfectamente que están aquí por libre y espontánea voluntad. ¡Dejar al Cielo por este sufrimiento eterno! 

Así pues, ¿la ausencia de Dios es todavía peor que eso? 

Sí. Este sufrimiento es impuesto por el propio pecado. Recuerda, por lo tanto, que el hombre fue hecho para Dios, pues Dios es su último fin. ¡Y no tienen a Dios! Siempre tendrán ese eterno deseo, esa eterna insatisfacción. 

Llegamos a un lugar exquisito, donde el ángel paró, ¡diciéndome que yo iba a ver lo que jamás pensaba ver! 

Es un lugar de misterio dice el ángel. Un lugar misterioso, diferente a los otros, donde están las almas predilectas de Satanás… 

¿Las almas predilectas de Satanás? ¿Quiénes son?

Predilectas de Satanás y de Dios también… 

Yo estaba jadeante, con una respiración de desespero, sin saber de que se trataba. En cuanto el ángel seguía su explicación. 

Estas almas son escogidas por Dios para un lugar destacado en el Cielo. Pero Satanás con envidia, las desea más que a otras y manda legiones de demonios para la Tierra para buscarlas. Ellos tienen orden de Lucifer de emplear todos los medios para que se pierdan. 

Pues, ¿por qué no me dices quienes son esas almas? 

Y, apuntándome a unas nubes de fuego, me mostró algunos demonios que viven en agonías horribles, acompañados por los gritos proferidos por una alma que no podía saber quién era. 

¿Qué alma es esta? Pregunté. 

¡Pobre alma! Exclamó el ángel. Alma querida de Dios, hecha por Dios para salvar al mundo, para dar santos al mundo y, ahora, aquí se quedará eternamente sin poder gozar de la gran recompensa que Dios le había reservado. 

Querido ángel, dime, ¿de quién se trata? 

Su lugar estará vacío por siempre en el Cielo. Jamás será ocupado por otra alma. 

Ahora vas a saber de quién es esta alma. Ellos van a abrir la cárcel de esta infeliz criatura. ¡Ella estará junto a otras compañeras de eterno infortunio! Ves, están abriendo la puerta. 

Mis ojos estaban pegados a la gran puerta, delante de nosotros. Mi corazón pulsaba tan fuerte, que no podía permanecer de pie. Mis piernas temblaban, estaba lleno de gran pánico hasta que sentí desvanecer mis fuerzas. Le aseguré al ángel diciendo: 

Me voy a desmayar… No, dice el ángel.

El poder de Dios te dará la fuerza porque todavía veras otra cosa peor! 

Y, caído en el piso caliente del Infierno, a los pies de mi protector, fui siguiendo los movimientos de los demonios, abriendo aquella cárcel de misterio. Un estruendo horroroso sacudió toda aquella sala inmensa.

En este momento, levantándome por el brazo, me dice el ángel: 

¡Mira las almas que están adentro! 

¡Las miré! ¡Mi Dios, que aflicción, que dolor tan profundo tenía todo mi ser. ¡No puedo creer lo que veo! 

Y, mirando fijamente aquellos animales horribles, aquellas bestias horrorosas, en contorciones y espasmos horripilantes, exclamó el ángel: 

¡Ahí están ellas! Son las almas de todas las madres que se condenaron. Las almas predilectas de Dios, las almas queridas de Dios, aquellas por quienes Dios tenía más predilección. Ellas, las almas de las infelices madres que no supieron ser madres, que despreciaron el gran privilegio de la maternidad, que descuidaron a sus hijos, dejando que muchos se perdieran por causa de su negligencia. 

Yo miraba, atónito, aquel espectáculo tenebroso, en el que asquerosos demonios, amenazadores como perros furiosos, se arrojaban sobre aquellas almas transformadas en insectos, como para querer devorarlas, espetando las puntas de sus rastrillos incandescentes.

Mientras yo estaba tan absorto en mis pensamientos, ví a otro grupo de demonios que arrastraban otra madre que entró en la condenación eterna. Fue entonces que levantando los ojos pude leer en el techo de esa horrible prisión, las siguientes palabras, como un macabro homenaje a las madres que estaban allí. 

“¡Estas son nuestras colaboradoras, en la gran obra de perdición del mundo!”

El Papa a seminaristas: Aprender a usar la razón es esencial para difundir la fe


En sus palabras improvisadas a un grupo de seminaristas con quienes se encontró ayer en el Seminario de Friburgo (Alemania), el Papa Benedicto XVI les recordó que es esencial aprender a usar la razón para difundir la fe.

El encuentro se realizó en la Capilla de San Carlos Borromeo en el citado seminario, en donde unos 60 seminaristas escucharon con mucha atención las palabras del Santo Padre que por primera vez durante su pontificado llega a esta región alemana.

Según informa el Vatican Information Service, luego de la adoración del Santísimo Sacramento y de la presentación del Arzobispo de Friburgo y Presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Mons. Robert Zollitsch, el Papa dirigió a los seminaristas un discurso improvisado.

En sus palabras el Santo Padre animó a los seminaristas, indica la nota del VIS, a "profundizar en sus estudios ya que en nuestra época la relación entre fe y razón asume una importancia capital y, por tanto, aprender a utilizar la razón es fundamental para difundir la fe".

El Santo Padre también habló de la importancia del discernimiento, de la fidelidad y de la oración y subrayó la necesidad de la experiencia comunitaria, es decir, de la vida en comunidad y de la escucha de los demás, para vivir en la fe.

Según afirmó el vocero vaticano y Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, P. Federico Lombardi, las palabras del Papa fueron una exhortación para los seminaristas durante el tiempo de formación y sobre la manera de vivirlo.


PALABRAS DEL SANTO PADRE 
BENEDICTO XVI A SEMINARISTAS
Capilla San Carlos Borromeo del Seminario de Friburgo.

¡Queridos seminaristas, queridos hermanos y hermanas!

Para mí es una gran alegría poder encontrarme con vosotros, jóvenes que se encaminan a servir al Señor, que escuchan su llamada y quieren seguirlo. Quisiera agradecer de modo particularmente caluroso por la bella carta que el Rector del Seminario y los seminaristas me han escrito. Realmente me ha llegado al corazón cómo habéis reflexionado sobre mi carta y sobre ella habéis desarrollado vuestras preguntas y respuestas; con qué seriedad acogéis lo que he intentado proponer y, en base a esto, desarrolláis vuestro propio camino.

Ciertamente lo más bello sería que pudiéramos tener juntos un diálogo, pero el horario del viaje, al cual estoy obligado y debo obedecer, lamentablemente no permite algo así. Por lo tanto sólo puedo tratar de subrayar una vez más algunos pensamientos a la luz de lo que habéis escrito y de lo que yo había escrito.

En el contexto de la pregunta: “¿De qué forma parte el seminario, qué significa este período?” en el fondo me impresiona cada vez más el modo en que San Marcos, en el tercer capítulo de su Evangelio, describe la constitución de la comunidad de los Apóstoles: “El Señor constituyó a los Doce”. Él crea algo, Él hace algo, se trata de un acto creativo. Y Él los hizo “para que estuvieran con Él y para enviarlos” (cfr. Mc. 3,14): ésta es una doble voluntad que, bajo ciertos aspectos, parece contradictoria.

“Para que estuvieran con Él”: deben estar con Él, para llegar a conocerlo, para escucharlo, para dejarse plasmar por Él; deben andar con Él, estar con Él en el camino, en torno a Él y detrás de Él. Pero al mismo tiempo deben ser enviados que parten, que llevan fuera lo que han aprendido, lo llevan a los otros hombres en camino –hacia la periferia, en el vasto ambiente, también hacia lo que está muy lejos de Él. Y, sin embargo, estos aspectos paradójicos van juntos: si ellos están realmente con Él, entonces están siempre también en camino hacia los otros, entonces están en búsqueda de la oveja perdida, entonces van allí, deben transmitir lo que han encontrado, entonces deben hacerlo conocer, convertirse en enviados. Y viceversa: si quieren ser verdaderos enviados, deben estar siempre con Él. San Buenaventura dijo una vez que los Ángeles, donde quiera que vayan, por más lejos que sea, se mueven siempre dentro de Dios.

Así es también aquí: como sacerdotes debemos salir fuera, en los múltiples caminos en los que se encuentran los hombres, para invitarlos a su banquete nupcial. Pero sólo lo podemos hacer permaneciendo siempre con Él. Y aprender esto, esto de salir fuera, ser enviados y estar con Él, permanecer frente a Él, es – creo –precisamente lo que debemos aprender en el seminario. El modo correcto del permanecer con Él, el estar profundamente enraizados en Él – estar cada vez más con Él, conocerlo cada vez más, para no separarse más de Él – y al mismo tiempo salir cada vez más, llevar el mensaje, transmitirlo, no tenerlo para uno mismo, sino llevar la Palabra a aquellos que están lejos y que, sin embargo, en cuanto criaturas de Dios y amados por Cristo, llevan en el corazón el deseo de Él.

El seminario es, por lo tanto, un tiempo del ejercitarnos; ciertamente, también del discernir y del aprender: ¿Él me quiere para esto? La vocación debe ser verificada, y de esto forma parte luego la vida comunitaria y forma parte naturalmente el diálogo con los guías espirituales que tenéis, para aprender a discernir lo que es su voluntad. Y aprender la confianza: si Él lo quiere realmente, entonces puedo fiarme de Él.

En el mundo de hoy, que se transforma de modo increíble y en el que todo cambia continuamente, en el que los vínculos humanos se escinden porque ocurren nuevos encuentros, se hace cada vez más difícil creer: yo resistiré para toda la vida. Ya para nosotros, en nuestros tiempos, no era tan fácil imaginar cuántas décadas habría querido darme Dios, cuánto habría cambiado el mundo. ¿Perseveraré con Él así como le he prometido?… Es una pregunta que exige la verificación de la vocación, pero luego – si reconozco: sí, Él me quiere – también la confianza: si me quiere, entonces también me sostendrá; en la hora de la tentación, en la hora del peligro, estará presente y me dará personas, me mostrará caminos, me sostendrá. Y la fidelidad es posible porque Él está siempre presente, y porque Él existe ayer, hoy y mañana; porque Él no pertenece sólo a este tiempo sino que también es futuro y puede sostenernos en todo momento.

Un tiempo de discernimiento, de aprendizaje, de llamada… Y luego, naturalmente, en cuanto tiempo del estar con Él, tiempo de oración, de escucharlo a Él. Escuchar, aprender a escucharlo realmente – en la Palabra de la Sagrada Escritura, en la fe de la Iglesia, en la liturgia de la Iglesia – y aprender el hoy en su Palabra.

En la exégesis aprendemos muchas cosas sobre el ayer: todo lo que estaba entonces, qué fuentes había, qué comunidades existían y así sucesivamente. También esto es importante. Pero más importante es que en este ayer nosotros aprendamos el hoy; que Él habla ahora con estas palabras y que éstas contienen su hoy y que, más allá de su inicio histórico, llevan en sí mismas una plenitud que habla a todos los tiempos. Y es importante aprender esta actualidad de su hablar – aprender y escuchar – y así poder hablar de esto a los otros hombres. Ciertamente, cuando se prepara la homilía para el domingo, este hablar… ¡Dios mío!, ¡parece a menudo muy lejano! Pero si yo vivo con la Palabra, entonces veo que, de hecho, no es lejana, es actualísima, está presente ahora, concierne a los otros y a mí. Y entonces aprendo también a explicarla. Pero para esto se necesita un camino constante con la Palabra de Dios.

El estar personalmente con Cristo, con el Dios viviente, es una cosa; la otra cosa es que siempre podemos creer solamente en el “nosotros”. A veces digo: san Pablo escribió “La fe viene de la escucha” – no del leer. Tiene necesidad también del leer pero viene de la escucha, es decir, de la palabra viviente, de las palabras que los otros me dirigen y puedo oír; de las palabras de la Iglesia a través de todos los tiempos, de la palabra actual que ella me dirige mediante los sacerdotes, los obispos, los hermanos y las hermanas. Forma parte de la fe el “tú” del prójimo y forma parte de la fe el “nosotros”.

Y precisamente ejercitarnos en este soportarnos mutuamente es algo muy importante; aprender a acoger al otro como otro en su diferencia, y aprender que él debe soportarme en mi diferencia, para convertirnos en un “nosotros”, a fin de que un día en la parroquia podamos formar una comunidad, llamar a las personas a entrar en la comunidad de la Palabra y estar juntos en camino hacia el Dios viviente. Forma parte de esto el “nosotros” muy concreto, como es el seminario, como lo será la parroquia, pero luego siempre también el mirar más allá del “nosotros” concreto y limitado hacia el gran “nosotros” de la Iglesia de todo lugar y de todo tiempo, para no hacer de nosotros el criterio absoluto.

Cuando decimos “Nosotros somos Iglesia”, sí, es verdad, somos nosotros, no cualquier persona. Pero el “nosotros” es más amplio que el grupo que lo está diciendo. El “nosotros” es la entera comunidad de los fieles, de hoy y de todos los lugares y de todos los tiempos. Y digo luego siempre: en la comunidad de los fieles, sí, allí existe, por así decir, el juicio de la mayoría de hecho, pero no puede haber nunca una mayoría contra los Apóstoles y contra los Santos: esto sería una falsa mayoría. Nosotros somos Iglesia: ¡seámoslo! ¡Seámoslo precisamente en el abrirnos y en el ir más allá de nosotros mismos y en el serlo juntamente con los otros!

Creo que, en razón del horario, tal vez debería concluir. Quisiera sólo deciros todavía algo.

La preparación al sacerdocio, el camino hacia él, requiere en primer lugar también el estudio. No se trata de una casualidad académica que se ha formado en la Iglesia de Occidente, sino que es algo esencial. Todos sabemos que san Pedro ha dicho: “Estad siempre prontos para dar, a quien os lo pidiere, la razón (logos) de vuestra esperanza” (cfr. 1Pedro 3,15).

Nuestro mundo actual es un mundo racionalista y condicionado por el cientificismo, también si muy a menudo se trata de un cientificismo sólo aparente. Pero el espíritu del cientificismo, del comprender, del explicar, del poder saber, del rechazo de todo lo que no es racional, es dominante en nuestro tiempo. En esto hay también algo grande, aún si con frecuencia se esconde detrás mucha presunción e insensatez. La fe no es un mundo paralelo del sentimiento, al que nos permitimos adherirnos, sino que es lo que abraza el todo, le da sentido, lo interpreta y le da también las directivas éticas interiores, a fin de que sea comprendido y vivido en vista de Dios y a partir de Dios. Por eso es importante estar informados, comprender, tener la mente abierta, aprender. Naturalmente, dentro de veinte años estarán de moda corrientes filosóficas totalmente distintas de las de hoy: si pienso en lo que entre nosotros era la más alta y la más moderna moda filosófica y veo cómo todo esto está ya olvidado… Sin embargo, no es inútil aprender estas cosas, porque en ellas hay también elementos duraderos. Y sobre todo con esto aprendemos a juzgar, a seguir mentalmente un pensamiento – y a hacerlo de modo crítico – y aprendemos a hacer que, en el pensar, la luz de Dios nos ilumine y no se apague.

Estudiar es esencial: sólo así podemos hacer frente a nuestro tiempo y anunciar el logos de nuestra fe. Estudiar también de modo crítico – en la conciencia de que mañana otro dirá algo diverso – pero ser estudiantes atentos y abiertos y humildes, para estudiar siempre con el Señor, frente al Señor y por el Señor.

Sí, podría decir todavía muchas cosas, y tal vez debería hacerlo… Pero agradezco por la escucha. Y en la oración todos los seminaristas del mundo están presentes en mi corazón – no así tan bien, con los nombres singulares, como los he recibido aquí, pero sin embargo en un camino interior hacia el Señor: que Él bendiga a todos, a todos les dé luz y a todos les indique el camino correcto, y nos regale muchos buenos sacerdotes.

Gracias de corazón.


FRIBURGO, 25 Sep. 11 / 08:34 am (ACI/EWTN Noticias)
*infocatolica.com

EL DEMONIO, SUS TERRENOS Y SUS COMBATES (Tercera Parte)

LOS TERRENOS DE SATANÁS Y SU INFLUENCIA




a. Consulta de magos y adivinos

Para que el demonio pueda “perturbar” a una persona, es decir tener acceso a ella de manera directa o indirecta, es necesario, aparte del permiso de Dios, el que la misma persona se haya expuesto a lo que se conoce como “los terrenos o dominios de Satanás”. Esto se refiere a actividades en las cuales el demonio tiene una participación directa y activa. Entre ellas están: la lectura de las cartas y de la mano, la consulta de magos o adivinos, y todo lo que sea búsqueda del conocimiento al margen de Dios (incluidos los Horóscopos y la Ouija). Estas actividades, de las cuales la mayoría son charlatanería que sólo buscan sacar dinero, debilitan la fe que es nuestro escudo, pues se pone la confianza no en el Dios providente, en el Dios que nos ama y que hace que “todas las cosas cooperen para aquellos que le aman”. Más grave aún es el hecho de que algunos de estos elementos de adivinación son, como ya lo hemos visto, verdaderamente dirigidos por Satanás, el cual conoce nuestro pasado y puede conocer también nuestro futuro, lo cual acredita a quienes se dedican a esta actividad como verdaderos servidores del demonio. Quien tiene la desgracia de toparse con uno de éstos, ha puesto en grave riesgo su vida espiritual y muchas veces incluso psíquica y física, pues el demonio nunca deja de cobrar lo que se le debe.

b. El curanderismo
Otro de los terrenos favoritos de Satanás se encuentra en el “curanderismo”, el cual es una mezcla (sincretismo) de fe con medicina herbórica (la cual no es mala) y prácticas supersticiosas (amuletos y talismanes). Se presume que mediante el rezo de ciertas oraciones acompañadas de hierbas, comidas o bebidas, o el uso de algunos objetos, la persona puede obtener la salud. Recordemos que nada ni nadie puede condicionar a Dios, que es libre y no se condiciona por nuestras prácticas religiosas. Pensar que rezando un número determinado de oraciones específicas mientras se realiza una acción determinada (comer, beber, ejecutar alguno otro signo) dará la salud al enfermo es equivocado y dañino a la fe, ya que si el enfermo no se cura (cosa que sucede de manera ordinaria), no sólo perderá la fe en el curandero, sino y principalmente en el mismo Dios que es “ineficaz”, con lo cual el demonio habrá logrado su cometido: alejarnos de Dios. Muy relacionado con esto está lo que en México se conoce como el “Fidencismo” en el cual los “Cajitas” (personas que supuestamente guardan en sí el espíritu del “Niño Fidencio”) hacen creer a la gente que tienen el poder para curar. Para ello piden a quienes acuden a ellos (además de una jugosa suma de dinero) el rezo de algunas oraciones y la práctica de algunos ritos de tipo totalmente paganos en los cuales de ordinario se ofende la misma dignidad de la persona. Signo de su irreligiosidad es la sustitución del rostro de la Santísima Virgen de Guadalupe por el del “Niño Fidencio”. La ignorancia religiosa y la falta de fe en el Dios del amor, del Dios providente, es causa de muchos males. «La superstición es la desviación del sentimiento religioso y de las prácticas que impone. Puede afectar también al culto que damos al verdadero Dios, por ejemplo, cuando se atribuye una importancia, de algún modo, mágica a ciertas prácticas, por otra parte, legítimas o necesarias. Atribuir su eficacia a la sola materialidad de las oraciones o de los signos sacramentales, prescindiendo de las disposiciones interiores que exigen, es caer en la superstición (cf. Mt 23,16-22)» CIC 2111

c. La superstición
Un terreno que ha sido siempre utilizado por el demonio para confundir a los cristianos y debilitar su fe es el uso de amuletos y talismanes. Con ellos consigue que en lugar de confiar en la providencia de Dios y caminar en la fe, la vida y la seguridad estén puestas en objetos. La mayoría de estos objetos no tienen ningún valor sino la superstición que se crea al rededor de ella, sin embargo el demonio pude utilizar algunos para causar el mal. Se vale también de la ciencia la cual, por la ignorancia y el deseo de conocer el futuro desvía el corazón y la fe. Esto hace que se le atribuyan poderes “mágicos” o “sobrenaturales” a las pirámides, los cuarzos y otros objetos. Esto es promovido generalmente por ciencias extrañas al cristianismo como la Diabética, el Control mental y la yoga, las cuales se presentan como buenas e inofensivas pero la realidad es que con el tiempo desvían la fe y le pueden dar oportunidad al demonio de perturbar nuestra vida. El demonio es un ser real, capaz de destruir o perturbar nuestra vida y nuestra felicidad; la gracia, la oración y la vida sacramental nos protegen de su acción y sobre todo nos hacen vivir en el amor de Dios. Con gran razón nos dice el Catecismo que: «Todas las prácticas de magia o de hechicería mediante las que se pretende domesticar potencias ocultas para ponerlas a su servicio y obtener un poder sobrenatural sobre el prójimo - aunque sea para procurar la salud -, son gravemente contrarias a la virtud de la religión. Estas prácticas son más condenables aún cuando van acompañadas de una intención de dañar a otro, recurran o no a la intervención de los demonios. Llevar amuletos es también reprensible. El espiritismo implica con frecuencia prácticas adivinatorias o mágicas. Por eso la Iglesia advierte a los fieles que se guarden de él. El recurso a las medicinas llamadas tradicionales no legitima ni la invocación de las potencias malignas, ni la explotación de la credulidad del prójimo» CIC 2117

d. El uso de la Ouija
Un juego que parece inofensivo e incluso divertido puede no serlo tanto. Es común encontrar en los supermercados un “juego” que se llama “Ouija”. Éste consiste en una tabla con una serie de números y letras y una pequeña tablilla en forma de aguja sobre la cual se ponen las manos. El “juego” consiste en preguntarle a la “Ouija” sobre algunos aspectos para que ella nos adivine guiando la pequeña tablilla en forma de aguja hacia las letras y números para formar palabras. Esto no es un juego… sino una TRAMPA DEL DEMONIO. Es cierto, que algunas veces, la tabla es dirigida por la persona de manera intencional, sin embargo, con el tiempo se darán cuenta que la tabla comienza verdaderamente a guiar a quien tiene sus manos puestas en ella y a indicar palabras que van formando frases sobre aspectos “secretos” o “futuros” de las personas. Esto es ADIVINACIÓN, la cual está prohibida por Dios tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Algunos padres de familia no le dan importancia a esto (y lamentablemente algunos sacerdotes tampoco) pensando que es un juego inofensivo… ¡NO LO ES! No es raro encontrarse con personas que tienen serios trastornos de tipo emocional, psicológico e incluso físicos, sin una causa aparente. Estados crónicos de depresión, angustia, insomnio, e incluso alteraciones de la salud física sin que los médicos identifiquen cuál es la causa de la enfermedad. Es interesante descubrir que la mayoría de estos casos (por no decir que todos) han “jugado” alguna vez en su vida con la Ouija.

"A MIS SACERDOTES" De Concepción Cabrera de Armida. CAPITULO XVII: Estudio.

MENSAJES DE NUESTRO SEÑOR
 
JESUCRISTO PARA SUS PREDILECTOS.

(“A mis Sacerdotes” de Concepción Cabrera de Armida)


XVII

ESTUDIO

Lo que mucho perjudica a mis sacerdotes es la falta de estudio; esa ciencia inagotable que nunca deben abandonar. Los libros santos y buenos son la salvación de los sacerdotes y el amor a ellos los librará de muchos males.
 
Aparte de que un sacerdote debe ser instruido y completo en sus estudios para poder aconsejar acertadamente y sólo por servir a Dios y a las almas; estos estudios constantes repito, lo librarán de peligros sin cuento.
 
Pero en la ciencia también hay escollos y peligros para el orgullo, sobre todo en la poca ciencia.
 
Para dedicar un tiempo a los estudios, necesitan recogimiento, y ésta es una virtud indispensable para el corazón y para la vida exterior del sacerdote. La disipación mata la inteligencia o la amortigua para el estudio, y entorpece la voluntad.
 
En su trato exterior debe el sacerdote ser amable y sencillo, todo para todos; pero ha de conservar el recogimiento interior y la presencia de Dios.”
 
Pero en la ciencia también hay escollos y peligros para el orgullo, sobre todo en la poca ciencia.
 
Que el Espíritu Santo y la Virgen María los transforme en otros Jesús,


************

“A los Sacerdotes, hijos predilectos de la Virgen Santísima.”

Vivid sólo, con perfecto amor y perfecto abandono, el presente que Yo misma –momento por momento- dispongo para vosotros, hijitos míos.
 
Por eso acostumbraos a no mirar a las cosas, sino a Mí sola. No indaguéis lo que os espera, las vicisitudes tan atribuladas de este tiempo vuestro. No miréis todo lo que muchos hoy obran contra mi Hijo y contra Mí y se disponen a hacer contra vosotros.
 
EL SANTO CURA DE ARS

“No conseguiremos la castidad porque no nos negamos a nosotros mismos y no hacer sacrificios. Mortificarse en el comer, en el beber, en el mirar y en el dormir”.

LOS TRES DÍAS DE OSCURIDAD

Quizás sea uno de los temas más profetizados de todos los tiempos. En la biblia, por los santos católicos, por muchos no cristianos, y por videntes de todas las épocas. El siguiente reportaje se entregará en dos partes, la primera es la visión de un sacerdote católico y la segunda es nuestra propia opinión y más antecedentes que serán publicados en breve.





PRIMERA PARTE (La recopilación del sacerdote)

La siguiente recopilación de profecías relacionadas con los tres días de tinieblas, fue hecha por un sacerdote católico que prefirió quedar en el anonimato (En vez de ocultar la cara hay que hablar de frente) Él escribió “Si hablo muchos se burlarán de mí, quizá mis propios hermanos en el sacerdocio, principalmente ellos. Si callo mi conciencia me grita: ¡cobarde!, y me remuerde la Palabra de Dios "Cuando yo digo al malvado: "Vas a morir", y tú no lo amonestas, si no hablas para advertir al malvado, que abandone su mala conducta, de su sangre te pediré cuentas a ti" (Ezequiel 3,18). Por eso hablaré, mejor quedar bien con Dios que temer a los hombres.
.


Por una serie de circunstancias – continúa el sacerdote - tuve acceso a documentos desconocidos en nuestro ambiente, profecías de las épocas más variadas, de países y lenguas muy distantes. Lo asombroso e inexplicable es la UNANIMIDAD e insistencia, con la que se han recibido avisos del Cielo, que dentro de poco tiempo tres cuartas partes de la humanidad perecerán en TRES DÍAS DE DENSAS TINIEBLAS. Leyendo, releyendo, reflexionando y meditando, me convencí de que no es posible que tantas personas de peso a los ojos de Dios (estigmatizados auténticos, santos canonizados, místicos, y tantas apariciones marianas aprobadas por la Iglesia), se equivoquen tan unánimemente. YO SI LO CREO


RESUMEN DE LAS PROFECÍAS COMPILADAS POR EL SACERDOTE



ANA MARÍA TAIGI (1769-1837)

Mujer de1920. Su cuerpo se conserva incorrupto. El Cardenal Salotti escribió su vida. Predijo la abdicación de Carlos IV de España, la caída de Napoleón, la liberación del Papa Pío VII, etc. Con un lujo de detalles que se comprobaron todos. Cuando agonizaba el Papa León XII, piden oraciones a Ana María Taigi y ella contestó: "El Papa no morirá, pero que se prepare Monseñor Strambi (su consejero) que ha ofrecido la vida por él, pues el Señor ha aceptado su generoso ofrecimiento" Y, a la sorpresa de todos, efectivamente León XII sale del peligro y de repente Monseñor Strambi -actualmente beatificado-, cae desvanecido y muere. ¿Qué predijo Ana Maria Taigi para nuestros tiempos? He aquí un resumen: Dios enviará dos castigos: uno en forma de guerra, revoluciones y peligros, originados en la tierra; y otro enviado desde el Cielo. Vendrá sobre la tierra una oscuridad total que durará TRES DIAS y tres noches. Nada será visible y el aire se volverá pestilente, nocivo, y dañará, pero no solo a los enemigos de la Religión. Durante los tres días de tinieblas la luz artificial será imposible. Sólo las velas benditas arderán. Los fieles deben permanecer en sus casas rezando el Santo Rosario, y pidiendo a Dios Misericordia. Los malos perecerán en toda la tierra durante esta oscuridad universal, con excepción de algunos pocos que se convertirán." En otra visión vio "La tierra envuelta en llamas, hundiéndose numerosos edificios. La tierra y el cielo parecía que estaban agonizando. Millones de hombres morirán por el hierro, unos en guerras, otros en luchas civiles; millones perecerán en los tres días de tinieblas. Después de purificar al mundo y a su iglesia, y de arrancar de cuajo toda la mala hierba, Nuestro Señor operará un renacimiento milagroso"

San GASPAR DE BUFALO (1786-1836

Fundador de los Misioneros de la Preciosísima Sangre: "Aquél que sobreviva a los tres días de tinieblas y de espanto, se verá a sí mismo como solo en la tierra. No se ha visto nada semejante desde el diluvio."

Sor MARIA DE JESUS CRUCIFICADO (1878)




Religiosa carmelita, recientemente beatificada: "Durante tres días de tinieblas, las personas entregadas a sus caminos depravados perecerán, de tal modo que sólo sobrevivirá una cuarta parte de la humanidad".

Padre BERNARDO MARIA CLAUSI (1849)

Religioso de la Orden de los Mínimos: "Este azote se hará sentir en todo el mundo y será tan terrible que cada uno de los que sobrevivieren se imaginará ser el único que ha quedado, y todos se arrepentirán. ... Pero antes habrá hecho el mal tantos progresos, que parecerá que los demonios han salido del infierno. Pero cuando la mano del hombre no pueda más, y todo parezca perdido, Dios mismo pondrá su mano y arreglará las cosas en un abrir y cerrar de ojos"

Sor MARIA ADALFUNE (1814)

Religiosa de San Agustín, se ofreció víctima para salvación de los pecadores. Jesús le reveló en la noche del 13 de Mayo 1849 "No puedo ya ahorrar al mundo el castigo tremendo que le está reservado. Entonces todos alzarán los brazos hacia Mí y gritarán: "¡misericordia!" No temas, no abandonaré a la Iglesia en esos días. Vendré en su ayuda." (El Señor le hizo ver las atrocidades que se cometerán en aquellos días, ... un desprecio por todo lo sagrado.) "Los sacerdotes", continuó Jesús, "no deben mezclar tanta ciencia humana con la enseñanza de mi Doctrina, deben renunciar a las vanidades."

LA SALETTE

Aparición aprobada por la Iglesia. La Santísima. Virgen se apareció a dos niños el 19 de Septiembre de 1846, les comunicó un secreto. Fue publicado con Imprimatur del Obispo de Lecce. En 1922 fue dado a conocer en su totalidad por el Vaticano. "Dios va a castigar al mundo de una manera jamás vista... Nadie podrá escapar. ... Las Iglesias serán cerradas y profanadas; los sacerdotes y religiosas serán perseguidos... Los libros malos abundarán. Muchos sacerdotes se alejarán de la fe verdadera, y hasta obispos. El demonio tendrá sus iglesias que le darán culto. Reinará el materialismo, el ateísmo y toda clase de vicios. ... Parecerá que Dios se haya olvidado de la humanidad. Todo estará perdido. Entonces Jesucristo, en un acto de su justicia y su gran misericordia para los buenos, dará orden a sus ángeles que todos los enemigos sean exterminados. Caerá fuego del cielo. El sol se obscurecerá." Los perseguidores de la Iglesia, las personas dadas al pecado, perecerán y la tierra parecerá un desierto"

MARIA JULIA JAHENNY (1850-1941)


Estigmatizada francesa "Vendrán estos TRES DIAS de grandes Tinieblas. Sólo las velas de cera benditas iluminarán durante estas tinieblas. Una vela durará los tres días. Durante estos tres días los demonios aparecerán en formas horribles y abominables y harán resonar el aire con espantosas blasfemias." "Una nube roja como la sangre, atravesará el firmamento. La tierra temblará desde sus cimientos. El mar lanzará sus espumantes olas sobre la tierra. Las tres cuartas partes de la raza humana perecerán. La crisis vendrá sobre todos repentinamente y el castigo será mundial".


ISABEL CANORI-MORA (1774-1825)



ANNA CATHERINA EMMERICH (1774-1824)



Terciaria franciscana estigmatizada, fallecida en olor de santidad. Su proceso de beatificación está en marcha. Vio tremendas batallas que sostendrá la Iglesia, y anunció los terribles castigos que amenazan a la humanidad, que va acercándose al punto culminante de su rebelión contra Dios, contra la religión y contra la Iglesia. En una visión vio, "A los que, cada día con mayor orgullo y desfachatez, van pisoteando la santa religión y la divina ley. Se sirven de las palabras de la Sagrada Escritura y del Evangelio, corrompiendo su verdadero sentido para respaldar así sus perversas intenciones." En otra visión, escribe: "Por todas partes se veían reinar la injusticia, el fraude, el libertinaje. Sacerdotes despreciando la santa ley de Dios, y cómo se cubría el cielo de nubes negras; se levantaba un tremendo huracán. En castigo de los soberbios, que con impía presunción intentaban demoler la Iglesia desde sus cimientos, permitía Dios a los poderes de las tinieblas abandonar los abismos del infierno." "Una legión de demonios se precipitaba por toda la tierra... destruían casas y palacios, ... y daban cruel muerte a una multitud de rebeldes". La sierva de Dios vio a todos aquellos monstruos, en las más espantosas figuras, surgir de los atrios infernales y arrasar todos los lugares donde se haya ofendido gravemente a Dios y se habían perpetrado sacrilegios. Ni rastro quedaba de ellos."


Célebre estigmatizada alemana. Religiosa Agustina. Recibió las llagas de la Pasión del Señor, aceptando los grandes sufrimientos para el alivio de otros, y como víctima expiatoria a Dios, por las culpas y pecados de los demás. "Vi la Iglesia de San Pedro y una cantidad enorme de gente que trabajaba para derribarla, pero a la vez vi otros que la reparaban. Los demoledores se llevaban grandes pedazos; eran sobre todo sectarios y apóstatas en gran número. Vi con horror que entre ellos había también sacerdotes católicos..., vi al Papa en oración, rodeado de falsos amigos, que a menudo hacían lo contrario de lo que él ordenaba. Daba lástima. Cincuenta o sesenta años antes del año 2000 era desencadenado Satanás por algún tiempo. En violentos combates, con escuadrones de espíritus celestiales, San Miguel defenderá a la Iglesia contra los asaltos del mundo." "Sobre la Iglesia apareció una Mujer alta y resplandeciente, María, que extendía su manto radiante de oro. En la Iglesia se observaron actos de reconciliación, acompañados de muestras de humildad; las sectas reconocían a la Iglesia en su admirable victoria, y en las luces de la revelación que por sí mismas habían visto refulgir sobre ella. Sentí un resplandor y una vida superior en toda la naturaleza y en todos los hombres una santa alegría como cuando estaba próximo el nacimiento del Señor.” Hermanos, realmente es terrible, pero si Dios lo ha querido revelar..., ¡es para que sea hecho público!

PROFECÍAS CONTEMPORÁNEAS SIEMPRE MÁS URGENTES
Sor ELENA AIELLO




Monja estigmatizada italiana, recibió un mensaje el 16 de Abril de 1954, viernes Santo: Escucha bien lo que digo y comunícalo a todos: Mi Corazón está triste por los muchos sufrimientos que amenazan a este mundo. La justicia de nuestro Padre Celestial está ofendida gravemente. El mundo está inundado por una crecida de corrupción. Los gobiernos de los pueblos se han levantado como demonios en carne humana, y mientras hablan de paz, preparan la guerra con instrumentos devastadores, para aniquilar pueblos y naciones. Innumerables escándalos llevan las almas a la ruina, especialmente de la juventud. "El hogar, fuente de la fe y de santidad, está manchado y destruido. (Los hombres) continúan viviendo pertinazmente en sus pecados. Cerca está el azote para limpiar la tierra del mal. La Justicia divina reclama la satisfacción de tantas ofensas y maldades que cubren la tierra y no se puede tolerar más. Los hombres obstinados en sus culpas no se vuelven a su Dios. La gente no se somete a la Iglesia, y desprecia a los sacerdotes por haber muchos malos entre ellos, que son causa de escándalos" "El mundo será invadido por grandes desgracias, revoluciones sangrientas, huracanes terribles, inundaciones de ríos y mares.

Levanta la voz, hasta que los sacerdotes de Dios presten oído a mi mensaje, y avisen a los hombres que el tiempo está cerca, y si no se convierten a Dios con oraciones y sacrificios, el mundo se verá envuelto en una nueva guerra"... Nubes con rayos de fuego, y una tempestad de fuego pasarán sobre el mundo, y el azote será el más terrible que ha conocido la historia. Durará SETENTA HORAS. Los impíos serán aplastados y eliminados. Muchos se perderán, porque permanecen en sus pecados" "Las horas de las Tinieblas están cerca... Yo me inclino sobre el mundo y detengo la Justicia de Dios, de otra manera estas cosas hubieran sucedido ya. Hacen falta oración y sacrificios, que vuelvan a los hombres a Dios y a mi Corazón Inmaculado. Propaga a gritos todo esto, en todo el mundo, como eco verdadero de mi voz. Hazlo saber porque ayudará a salvar muchas almas e impedirá mucha destrucción en la Iglesia y en el mundo." (Texto con imprimátur del Obispo de Cádiz-Ceuta, España)

VENERABLE MADRE DEL BOUR


"Los ángeles exterminadores no esperan más que una señal para herir la tierra. La justicia castigará, pero la misericordia intervendrá y los buenos serán salvos, habrá una crisis terrible. El Señor me ha dado grandes quejas; se queja de ese furor en buscar los placeres, se queja de los bailes escandalosos, de la indecencia y del lujo... Si se prohíbe en el Evangelio hasta una sola mirada, hasta un mal deseo, ¿será de extrañar que castigue de un modo terrible la corrupción de costumbres, que es el resultado necesario, inevitable de todos esos abusos? Los castigos del Señor van a caer sobre nosotros de varias maneras: azotes, desordenes, sangre derramada. Sin embargo, aquellos días serán abreviados en favor de los justos"

PADRE STEFANO GOBBI

Fundador del "Movimiento Mariano Sacerdotal",con miles de sacerdotes y cientos de obispos del mundo entero y vidente de María en Garabandal (M.M.S.) . El Padre Gobbi recibió muchos mensajes: 1de diciembre de 1973 "Trastornos, angustias y tribulaciones aumentarán día a día, porque la humanidad, redimida por mi Hijo, se aleja más de Dios. El demonio de la lujuria lo ha contaminado todo. ¡Pobres hijos míos...!, cuán enfermos y llagados están. El espíritu de rebeldía contra Dios ha seducido a la humanidad; el ateísmo ha entrado en muchas almas y ha apagado toda luz de fe y de amor." "Este es el dragón rojo" del que se ha hablado en la Biblia Cuántos hijos míos son ya víctimas de este error de Satanás. Incluso entre mis Sacerdotes, cuántos son los que no creen ya; sin embargo, permanecen aún en la Iglesia, verdaderos lobos vestidos de corderos, y pierden un ilimitado número de almas. Ya NADA puede detener la Mano de la Justicia de Dios, que pronto se desencadenará contra Satanás y sus secuaces. ¡Si los hombres lo supieran, quizá se arrepentirían! Pero, ¿quién ha escuchado mis mensajes? Casi ninguno. Pocas almas, desconocidas. ¡Estad en vela, estad preparados! Pronto mi Corazón Inmaculado triunfará." (1 -12­-1973). 31 de diciembre de 1982 "La copa de la divina justicia está colmada, extra colmada y desbordante. Mirad cómo se propaga el odio y el pecado. Hoy, la mayoría de los hombres no observan ya los diez Mandamientos del Señor... Cada año en el mundo, se mata a niños inocentes, por decenas de millones en el seno de la madre, y crece el número de los homicidios, violencias, rapiñas y secuestros. La inmoralidad se propaga como un diluvio de fango. Sólo una potente fuerza de oración y de penitencia reparadora puede salvar al mundo"... ¡Escuchad al menos ahora la voz de vuestra Madre Celestial! Rezad siempre vuestro Rosario. Vivid Conmigo en la confianza y en el temor, porque se preparan horas decisivas que marcarán el destino de toda la humanidad."

ELENA PATRIARCA LEONARDI




Religiosa, alma víctima por los pecadores, fundadora de la "Casa del Reino de Dios y Reconciliación de las Almas" en Roma. Recibe actualmente mensajes muy apremiantes sobre el próximo castigo:
"Hija Mía, estoy muy triste y mi Corazón está lleno de dolor. La violencia y las drogas han destruido a tanta juventud; Satanás ha tomado posesión de muchos corazones y les sugiere que Dios no existe. ... Volved a la casa del Padre, saciándoos del Cuerpo y de la Sangre de mi Hijo... De mi Hijo todavía no tenéis piedad: Hostias y Crucifijos rezuman sangre. ¡Volved a Jesús! ... ¡Arrepentíos! "¿Cómo puedo salvaros si no me escucháis? ... Caerán llamas del Cielo, y los impíos lo sufrirán; derrumbamientos y terremotos sobre la humanidad que no se arrepiente. La tierra se abrirá bajo sus pies y no habrá misericordia. ... Satanás quiere triunfar. Traiciones al Papa: la masonería se lanza contra la Iglesia, el Papa será calumniado; le quieren matar; vivirá días de dolor. ... Hija mía, no puedo ya detener la mano de la Justicia de Dios. ¡Cuántas advertencias he dado y ninguno las quiere creer!"... Habla, no temas, y no escondas lo que te digo." Naciones sin Dios serán el azote escogido por Dios mismo, para castigar a la humanidad sin respeto y sin escrúpulos. Después un gran castigo caerá sobre el género humano, FUEGO y HUMO caerán del cielo, las aguas de los océanos se volverán vapores, y la espuma se levantará arrollando a la humanidad, por todas partes a donde se mire habrá angustia, miseria y ruina; quedaréis en completa oscuridad. Mares que se alzarán provocando muerte y desolación".


SANTA BRIGIDA (1303-1373)


:



"Cuarenta años antes del año 2000, el demonio será dejado suelto por un tiempo para tentar a los hombres. Cuando todo parecerá perdido, Dios mismo, de improviso, pondrá fin a toda maldad. La señal de estos eventos será: cuando los sacerdotes habrán dejado el hábito santo, y se vestirán como la gente común, las mujeres como los hombres y los hombres como las mujeres."  

San ANSELMO (siglo XIII)


"¡Ay de ti, villa de las siete colinas (Roma) cuando la letra K sea aclamada dentro de tus murallas! Entonces tu caída estará próxima, tus gobernantes serán destruidos. Has irritado al Altísimo con tus crímenes y blasfemias, perecerás en la derrota y la sangre." 


San VICENTE FERRER (1350-1419)

"Advertid que vendrá un tiempo de relajación religiosa, y catástrofes como no lo ha habido ni habrá. En aquel tiempo las mujeres se vestirán como hombres y se comportarán a su gusto licenciosamente, y los hombres vestirán vilmente como las mujeres. Pero Dios lo purificará todo y regenerará todo, y la tristeza 
se convertirá en gozo."

San JUAN BOSCO (1850-1886)
       

"Italia será sumida en la desolación. Francia castigada. Roma conocerá el exterminio, el Padre tendrá que huir. Habrá una lucha terrible entre la luz y las tinieblas. Cesará la obscuridad, lucirá un sol espléndido. La tierra está arrasada, muchísimos han desaparecido. El Papa vuelve. El pecado tendrá fin" 



San Pío X, Papa
  

Se puso un día, en el curso de una audiencia, muy pálido y como ausente. El mismo explicó después a su secretario "que tuvo la visión de un Papa futuro huyendo del Vaticano, sobre el cadáver de sus Cardenales"

Maximiliano Kolbe



Padre franciscano recién canonizado. Un día la bandera de la Inmaculada Virgen María ondeará sobre el Kremlin, pero antes, la bandera roja flotará sobre el Vaticano" Es decir.



La Venerable MARIA DE AGREDA




La cólera divina camina despacio hacia la venganza, pero el atraso del Castigo será compensado por su enormidad." (Esta vez se prepara una limpieza total de esta sociedad deshonesta y rebelde.) En algunos Mensajes se alude al escándalo que dan los sacerdotes. Por último una enseñanza para muchos sacerdotes que piensan que "todo está bien, no hay razón para alarmar a la gente. "Perece mi pueblo por falta de saber. Ya que tú, sacerdote, has rechazado el saber, yo te rechazaré a ti de mi sacerdocio; más tal será el pueblo como el sacerdote."



¿NO DICE LA BIBLIA NADA SOBRE ESTOS CASTIGOS?
      


¡Claro que sí lo dice!
El Señor dijo a Moisés: «Extiende tu mano hacia el cielo, y se extenderá sobre el territorio egipcio una oscuridad palpable». Moisés extendió la mano hacia el cielo, y una densa oscuridad cubrió el territorio egipcio durante tres días. Ex 10,21s,

"El quinto ángel derramó su copa sobre el trono de la bestia; y su reino se cubrió de tinieblas, y mordían de dolor sus lenguas, y blasfemaron contra el Dios del cielo por sus dolores y por sus úlceras, y no se arrepintieron de sus obras" (Apocalipsis 16:10-11).
"El Señor devastará la tierra y la dejará asolada, trastornará la superficie de ella y dispersará sus habitantes. Por cuanto el Señor así lo ha decretado. La tierra es profanada por sus habitantes, pues han transgredido las leyes, violado los mandamientos, por eso la maldición devorará la tierra. y quedará solamente un pequeño número." (Isaías 24, 1).
"Yahveh viene en medio del fuego para derramar su ira con furor mediante llamas de fuego. Porque Yahveh ejerce el juicio con fuego y con la espada a toda carne, y serán muchos los que perecerán por la mano de Yahveh. Mandaré a los sobrevivientes y vendrán todos a postrarse delante de Mí, dice el Señor." (Isaías 66,15-23)
"Y sucederá en toda la tierra que dos terceras partes perecerán. Y la tercera parte quedará en ella. Ellos invocarán mi nombre" (Zacarías 13, 8-9.) Véanse también Sofonías I, 14­ 17; 3­9 etc. etc.
“Cerca está el día grande del Señor; próximo está y llega con suma velocidad… día de ira es aquel, día de angustia y aflicción día de devastación y tinieblas.” Joel
Miré a la tierra, y he aquí que era un caos; miré a los cielos, y faltaba su luz. Miré a los montes, y estaban temblando, y todos los cerros trepidaban. Porque así dice Yhaveh: desolación se volverá toda la tierra, aunque no acabaré con ella. Por eso ha de enlutarse la tierra, y se oscurecerán los cielos arriba; pues tengo resuelta mi decisión y no me pesará ni me volveré atrás de ella” Dice Jeremías.


Por último, Pío de la Pietralcina profetizó que


Precedido de tormentas, vientos desencadenados y terribles terremotos, que abrirán la Tierra y la harán temblar, Yo vendré una noche, durante los fríos meses de invierno, a este mundo cargado de pecados: Rayos y centellas, salidos de incandescentes nubes, encenderán y reducirán a cenizas todo lo que está contaminado por el pecado. La destrucción será total. El aire envenenado de gases sulfurosos y levantando asfixiantes humaredas, será llevado a grandes distancias por las ráfagas del viento. Las obras levantadas por el hombre con espíritu loco y atrevido de adoración a sí mismo, queriendo demostrar su ilimitado poder, serán aniquiladas. Entonces la raza humana comprenderá que hay una voluntad muy superior a la suya, que destruirá sus vacíos alardes de vanagloria. Rápidamente, cerrar vuestras puertas y ventanas, tapar toda vista del mundo exterior durante el más terrible de los acontecimientos; no profanéis vuestra vista con miradas curiosas porque SANTA, SANTA ES LA IRA DE DIOS. La Tierra será purificada para vosotros, los restos del fiel rebaño". "Perseverad por una noche y un día y por una noche y un día, y a la siguiente noche se calmarán los terrores. . . al amanecer del próximo día el sol brillará otra vez y su calor y su luz disiparán los horrores de la oscuridad. Aceptad la nueva vida con humilde gratitud. Vividla con sencillez y gratitud en paz y amor, según mi intención. Orad y sacrificaos para que vuestro sacrificio produzca abundantes frutos de bendición y para que florezca una raza nueva que alegre vuestros corazones"


Esto fue lo escribió el sacerdote, que prefirió guardar su nombre para si mismo. Loable querer decirle al pueblo humano lo que se le viene encima, pero ya basta de hacerlo tras el anonimato. Si usted, sacerdote, fuera un valiente debía dar la cara y sería escuchado. La iglesia de San Pedro también pasará por las tribulaciones, como está escrito en Fátima.


                                                              

Escribo en obediencia a Vos, Dios mío, que lo ordenáis por medio de Su Excelencia Reverendísima el Señor Obispo de Leiria y de la Santísima Madre vuestra y mía. (Lucía de Fátima)


"Después de las dos partes que ya he expuesto, hemos visto al lado izquierdo de Nuestra Señora un poco más en lo alto a un ángel con una espada de fuego en la mano izquierda; centelleando emitía llamas que parecía iban a incendiar el mundo; pero se apagaban al contacto con el esplendor que Nuestra Señora irradiaba con su mano derecha dirigida hacia él; el ángel señalando la tierra con su mano derecha, dijo con fuerte voz: ¡Penitencia, Penitencia, Penitencia! Y vimos en una inmensa luz qué es Dios: 'algo semejante a como se ven las personas en un espejo cuando pasan ante él' a un Obispo vestido de Blanco 'hemos tenido el presentimiento de que fuera el Santo Padre'. También a otros Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas subir una montaña empinada, en cuya cumbre había una gran Cruz de maderos toscos como si fueran de alcornoque con la corteza; el Santo Padre, antes de llegar a ella, atravesó una gran ciudad medio en ruinas y medio tembloroso con paso vacilante, apesadumbrado de dolor y pena, rezando por las almas de los cadáveres que encontraba por el camino; llegado a la cima del monte, postrado de rodillas a los pies de la gran Cruz fue muerto por un grupo de soldados que le dispararon varios tiros de arma de fuego y flechas; y del mismo modo murieron unos tras otros los Obispos sacerdotes, religiosos y religiosas y diversas personas seglares, hombres y mujeres de diversas clases y posiciones. Bajo los dos brazos de la Cruz había dos ángeles cada uno de ellos con una jarra de cristal en la mano, en las cuales recogían la sangre de los Mártires y regaban con ella las almas que se acercaban a Dios".

Se ha analizado mucho el tema de las posibles causas de la Gran Oscuridad. Unos dicen que puede ser un enfrentamiento atómico a gran escala, con el consiguiente invierno nuclear pero esto no podría oscurecer la tierra por tres días. Aunque no faltarán las bombas atómicas en la Guerra del Islam. Otros hablan del cinturón de fotones, pero la verdad es que tampoco será esto. Replican que durante el ingreso al cinturón habrá tres días de oscuridad, me pregunto ¿Cómo han medido eso? Muchos piensan en la explosión de un súper volcán y señalan a Yellowstone, y esto es posible, de hecho es un tema que hemos tocado. Ya ha ocurrido, hace aproximadamente 700.000 años y la incipiente humanidad se vio reducida a solo 75.000 seres, que luego pasaron un muy mal tiempo hasta que se disiparon los efectos del estallido. Sin embargo hay una cuarta posibilidad. Le han llamado con muchos nombres, el Dragón, la Serpiente Antigua, Prometeo, pero es más conocido como…
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“EL GRAN COMETA”


La gran estrella durante siete días arderá,
Nublado hará dos soles aparecer.
El gran mastín todas las noches aullará.
Cuando el gran pontífice cambiará de terreno
La caída de Roma y la fuga de “Pedro el Romano”. Nostradamus, profetizó que el cometa será tan grande que parecerá un segundo sol, y que esto pasaría cuando “el Gran Mastín” El enemigo de Dios, esté aullando de odio, el Papa huirá en medio de la invasión de Europa. La Madre Shipton, la vidente inglesa contemporánea a Nostradamus vio lo mismo y así quedó escrito en sus memorias.



Por siete días y siete noches
Se verá esta visión terrible
Los mares subirán e inundarán regiones costeras
Entonces las montañas comenzarán a rugir
Y los terremotos dividirán las planicies y las costas
Se refiere al mismo cometa. En el “la BIblia se dice que la luna será vista quince veces más grande. Es obvio que en la Tierra se producirán mega-catástrofes.



IN PERSECUTIONE EXTREMA SACRAE ROMANAE ECCLESIAE
SEDEBIT PETRUS ROMANUS QUI PASCET OVES IN MULTIS TRIBULATIONIBUS
QUIBUS TRANSACTIS, CIVITAS SEPTICOLLIS DIRUETUR
ET JUDEX TREMENDUS JUDICABIT POPULUM
"En la última persecución a la Santa Iglesia Romana ocupará la silla Pedro Romano, que habría de apacentar a sus ovejas padeciendo muchas tribulaciones, pasadas las cuales la 'Ciudad de las Sietes Colinas' (Roma) será destruida y el juez tremendo vendrá a juzgar a su pueblo" Sentenció San Malaquías en la Profecía de los Papas.


Todo ocurrirá durante la huída de Pedro el Romano. Don Bosco, místico, advirtió al Papa Pío IX de que llegará un día en que una luz brillante resplandecerá en el cielo, en pleno fragor de una batalla. En ese instante, el Papa y sus servidores abandonarán el Vaticano pasando por una plaza de San Pedro cubierta de muertos y heridos ¨El Papa huirá por sobre los cadáveres de sus sacerdotes¨ Pio X tuvo una visión similar en 1909. Durante una audiencia, el Papa se desmayó y, al recobrar el conocimiento, dijo que ¨llegaría un día en el que el Papa abandonará Roma y será transportado, enfermo, por encima de los cadáveres de sus cardenales, Helen Wallraf, Anna Katerina Emmerick, Juan de Vatigueiro, Juan de Roca-Partida, Nicolás de Fluh son místicos cristianos que profetizaron lo mismo entre los siglos XIV y XX.



¿Cuándo vendrá el Gran Cometa?
Hay dos opiniones, la primera afirma que suceso ocurrirá durante la invasión de Europa, Se basa en las profecías Alois Irlmaier, llamado el Nostradamus alemán. Durante la gran oscuridad que vendrá en la guerra, la cual durará 72 horas.” Caerá un impactante granizo, que traerá relámpagos y truenos, fallas y grietas culminando con un terremoto. Aunque su casa esté a punto de caer por favor no salga durante este tiempo. Las luces no prenderán, excepto las luces de velas, la corriente eléctrica cesara. Quien respire en el exterior, tendrá convulsiones y morirá al instante. No abra sus ventanas cúbralas completamente con papel negro. Toda agua posada quedará envenenada y contaminada, también toda la comida expuesta, que no esté selladas. También alimentos que estén en vasos de vidrios, por no estar completamente cubiertos. Afuera, morirán más personas que en todas las guerras. La oscuridad acabará después de 72 horas. ¡NO SALGA DE SU HOGAR!



La segunda opinión afirma que la Gran Oscuridad vendrá durante la Batalla del Armagedón, en el holocausto del Medio oriente. La intervención del cielo desatará la respuesta de Gaia (La tierra) y las gigantescas fuerzas de nuestra madre material impedirán su muerte, pero no podrá evitar la aniquilación de muchos de sus hijos. Este evento también ha sido llamado “El Juicio a las Naciones” La Gran Oscuridad en que la tierra “Bamboleará como un ebrio” ha sido además predicha en prácticamente todas las apariciones Marianas. Se ha creado una nueva casta de videntes que han denominado “Los Videntes de María”

                                                      

Dios va a castigar de una manera sin precedentes. ¡Ay de los habitantes de la tierra! Al primer golpe de su espada fulminante las montañas y la naturaleza entera temerán de espanto, porque los desórdenes y los crímenes de los hombres traspasan la bóveda de los cielos” “Cuando oigáis señales de truenos y veáis destellos de relámpagos, sabréis que ha llegado la hora. La tierra se estremecerá y como estrella fugaz se moverá de su sitio arrancando de sus lugares montañas e islas. Naciones enteras serán aniquiladas y el cielo desaparecerá como un pergamino que se enrolla Vuestra incredulidad os condena, porque rechazasteis creer en Mi tiempo de Misericordia y prohibisteis que Mi Voz se propagara a través de mis portavoces enviados a advertir y salvar a Mis Criaturas” “Diles que Mi misericordia y Mi cólera me pertenecen por igual; que soy Poderoso para perdonar y para derramar furor. Y Mi misericordia es grande pero mi severidad también lo es” Mensaje de la Virgen en La Sallete, Francia en 1846. La espada fulminante es de fuego con que la naturaleza será golpeada. La frase “Por que los desordenes y los crímenes humanos traspasan la bóveda de los cielos” Es terrible por su significado y es lo mismo que el cielo le dijo a Enoch antes del diluvio, cuando rogaba misericordia para los vigilantes (Venidos de Dios) Que prefirieron a las hijas del hombre y cayeron hacia la materia desde el universo del espíritu. También está la presencia de Isaías (El profeta bíblico) cuando se refiere al día de la furia. Pobre pueblo humano ¿Por qué has caído?
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Sin duda merecen una nota especial las apariciones San Sebastián de Garabandal en el País vasco, y Medjugorie, en Bosnia-Herzegovina. En ambos casos se produjo un acontecimiento de masas, con apariciones Marianas a grupos de niños, los que entraban en éxtasis delante de miles de testigos. En ambos casos hubo mensajes parecidos y nuevos. Vendría un aviso, un milagro y un castigo, en ambos caso se dijo “El castigo es inevitable, que se puede disminuir su intensidad por medio de oración y la penitencia, pero que no puede ser eliminado”


EL AVISO
Aparecerá en el cielo el signo de la Cruz y de los orificios donde fueron clavados los pies y las manos del Salvador, saldrán grandes luces que por algún tiempo alumbrarán la Tierra. Esto sucederá poco tiempo antes del Último Día" Será un fenómeno astronómico semejante a un choque de estrellas, con mucho desprendimiento de luz, y ruido ensordecedor, pero no se nos caerá encima. Será como el fuego, pero no quemará la carne, aunque se sentirá física e interiormente. Durará muy poco tiempo, pero sus efectos en el mundo serán grandes. No hay que temer la muerte, sino es por miedo, y en algún caso especial, por la Misericordia de Dios. Cada uno verá en muy poco tiempo, como es su alma a la luz de la verdad de Dios, conocerá que Él existe, y que ha estado presente en cada una de sus faltas. Sor Faustina de Garabandal, San Sebastián de Garabandal. ¿La colisión de dos cometas? ¿Una llamarada Solar? ¿Una Súper Nova? No es fácil aventurar la estructura del portento, pero la luz no solo traspasará la tierra, sino que también los corazones. Imaginemos durante un segundo que una luz extraña inunda la tierra, ¿Qué pasaría con nuestro corazón? Por lo menos palpitaría s gran velocidad.

EL MILAGRO

Un Milagro ocurrirá sobre los pinos de Garabandal y se podrá observar a gran distancia. Algunas personas se curarán y otras recobrarán la fe. El milagro será anunciado con ocho días de antelación, y estará de alguna forma relacionado con la Eucaristía. Será un milagro, mayor que el de Fátima, tan grande y espectacular como el mundo necesita. Se producirá en un intervalo máximo de doce meses a partir del Aviso. Será visible en Garabandal y desde los montes circundantes. Coincidirá con un acontecimiento de la Iglesia poco usual, que no ha tenido lugar durante la vida de Conchita. Como consecuencia del Gran Milagro, quedará una señal visible hasta el Fin del Mundo en los Pinos de Garabandal. Podrá filmarse y fotografiarse, pero no será tangible. Será un testimonio permanente, de lo que allí obró la Gracia y la Misericordia de Dios para salvar al mundo. Un segundo Portento, con un intervalo de menos de un año, después de aviso. Serán tiempos muy especiales y según dice la profecía, una de las videntes, Conchita de Garabandal, estará viva al momento de que ocurra, o sea en nuestro propio tiempo.


EL CASTIGO

La Gran Oscuridad, las 72 horas de dolor, cuando el Gran Cometa pase entre la tierra y el sol, su magnetismo tan grande acercará la luna a la tierra (Ha ocurrido antes, en el diluvio. Lo veremos en el próximo capítulo) Este acercamiento lunar producirá que la tierra se aleje de su órbita, con los consiguientes cataclismos y maremotos. El tamaño del cometa oscurecerá dos terceras partes de la tierra, y solo un tercio quedará con luz. Caerá sobre buenos y sobre malos, sobre niños y sobre ancianos. Nadie se librará. El equivalente del Arca de Noé, será el Inmaculado Corazón de María. "Será peor que tener fuego encima, debajo y por todos los lados. Vi gente tirándose al mar, pero en lugar de apartar el fuego, parecía que ardían más" perecerán las dos terceras partes de la humanidad, y la que se salve preferirá haber muerto antes de enfrentarse al panorama. De los supervivientes muchos se convertirán y se iniciará un periodo para la humanidad en que reine la paz y el amor. San Sebastián de Garabandal y Medjugorie.


¿POR QUÉ OCURRIRÁ?
“Después del año 1900 hacia la mitad del siglo XX, el pueblo de ese tiempo será muy distinto, y según se aproxime el advenimiento del Anticristo, la perversidad irá creciendo. Los deseos y las pasiones carnales crecerán y el deshonor y la ilegalidad se fortalecerán. Las apariencias de las personas cambiarán a tal extremo que será casi imposible reconocer a veces entre los hombres y las mujeres por la forma desvergonzada de vestir y los estilos provocativos del cabello. El verdadero amor desaparecerá en la mayoría y se exaltará la voluptuosidad y el sexo. Los pastores y obispos, así como los sacerdotes y muchas almas consagradas, se convertirán en presuntuosos y arrogantes invadidos por la vanidad y soberbia de su humana sabiduría y serán inútiles e incapacitados para discernir entre el camino recto y el camino del mal. “La codicia, el adulterio, la homosexualidad y las acciones secretas, sembrarán el terror por casi todos los lugares, asesinatos, atracos, secuestros, intimidaciones, etc. reinarán sobre la sociedad de ese tiempo. “A causa de la indiferencia, la tibieza, la incredulidad y la perversidad de las personas, el pueblo en general se verá privado del don del Espíritu Santo y en la Iglesia de Dios escasearán los verdaderos pastores piadosos por la indiferencia con respecto a la divina veneración del Señor en sus Iglesias, todo esto será resultado del inminente reinado del Anticristo y será entonces cuanto la justicia divina caerá sobre la faz de la tierra contra toda la raza humana” San Nilo Ermitaño del siglo V.
Y lo dijo un hombre del año 400 después de Cristo. Pero no nombró el peor de los delitos, el “ABORTO” Pues entregaban a sus hijos para deleite del aquelarre, para ser sacrificados a Moloc. El aborto es una blasfemia contra el Espíritu Santo, pues, es el Aliento de la Vida. Es por eso y por mucho más que vendrá el castigo, un castigo auto-impuesto por el hombre, por el daño que ha hecho a las aves que vuelas por los cielos, y a los animales del campo y el mar, y porque se han bebido unos la sangre de los otros, pero como no se han saciado no se detendrán e incendiarán la tierra para gloria en si mismos. Nunca han comprendido que lo único que emana del espíritu es lo bueno, y que nada que provenga de lo bueno es malo. Son los caídos quienes no lo entienden pues están cegados por el brillo del oro.

                                             

¿Qué hacer para sobrevivir las 72 horas de oscuridad?
LAS NUEVAS TIERRAS y LOS NUEVOS CIELOS, Sudamérica recibirá millones de refugiados, ya hay miles de empresarios y viajeros europeos y norteamericanos que están adquiriendo tierras en el Cono Sur, personas que no actúan por capricho sino que el tener mejores fuentes de información que la gran mayoría, pueden adelantarse a los hechos ¿Cuánta gente está segura que vienen tiempos difíciles? Casi toda la humanidad piensa así y no es una casualidad.
Para quienes no tengan la fortuna de llegar a costas seguras hay varios consejos: A- No salgas de tu casa por ningún motivo, aunque te golpeen la puerta (Todas las videntes advierten sobre el punto, dicen que los demonios serán los dueños de la noche y que tratarán de engañar a las personas) Tapa las ventanas con cortinas gruesas, ojalá negras. Guarda alimentos enlatados o al vacío, en lugares frescos, preferentemente subterráneos o armarios sellados. Afuera el aire será irrespirable, estará envenenado, si sales morirás. No habrá electricidad, por lo que se debe tener velas (No cualquiera) Solo bastará tener una vela, la cual árderá los tres días sin apagarse. Rezar y nombrar al árcangel Miguel cuyo nombre significa "Quién como Dios" serán las únicas armas con las que se contará, pero serán infalibles y asegurarán la vida. También hay que rezar por nuestros seres queridos que no están con nosotros, no hay que olvidar a nadie, pues a pesar del horror habrá misericordia para los elegidos. Punto especial y fundamental, son las velas benditas, en medio de la oscuridad iluminarán el camino de los elegidos.


Para finalizar este reportaje tan triste y terrible, no podemos dejar de lado a la más importante aparición Mariana, me refiero a Fátima, pero no vamos a analizarlo pues las palabras sobran.


Después de las dos partes que ya he expuesto, hemos visto al lado izquierdo de Nuestra Señora un poco más en lo alto a un ángel con una espada de fuego en la mano izquierda; centelleando emitía llamas que parecía iban a incendiar el mundo; pero se apagaban al contacto con el esplendor que Nuestra Señora irradiaba con su mano derecha dirigida hacia él; el ángel señalando la tierra con su mano derecha, dijo con fuerte voz: ¡Penitencia, Penitencia, Penitencia! Y vimos en una inmensa luz qué es Dios: 'algo semejante a como se ven las personas en un espejo cuando pasan ante él' a un Obispo vestido de Blanco 'hemos tenido el presentimiento de que fuera el Santo Padre'. También a otros Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas subir una montaña empinada, en cuya cumbre había una gran Cruz de maderos toscos como si fueran de alcornoque con la corteza; el Santo Padre, antes de llegar a ella, atravesó una gran ciudad medio en ruinas y medio tembloroso con paso vacilante, apesadumbrado de dolor y pena, rezando por las almas de los cadáveres que encontraba por el camino; llegado a la cima del monte, postrado de rodillas a los pies de la gran Cruz fue muerto por un grupo de soldados que le dispararon varios tiros de arma de fuego y flechas; y del mismo modo murieron unos tras otros los Obispos sacerdotes, religiosos y religiosas y diversas personas seglares, hombres y mujeres de diversas clases y posiciones. Bajo los dos brazos de la Cruz había dos ángeles cada uno de ellos con una jarra de cristal en la mano, en las cuales recogían la sangre de los Mártires y regaban con ella las almas que se acercaban a Dios". Lucía de Fátima.


Quién tenga ojos para ver, que vea!

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Tomado del documento
Los 3 días de oscuridad
the-end-in-the-world-v2.blogspot.com/.