FRASES PARA SACERDOTES

"TODO LO QUE EL SACERDOTE VISTE, TIENE UNA BATALLA ESPIRITUAL". De: Marino Restrepo.

Una misa de campaña en medio de las bombas


Al césar lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Así como este Santo sacerdote quiero decir que primero sirvamos a Dios y después, a los hombres.

¿CÓMO VIVIR ADECUADAMENTE CON TU HIJO SU PRIMERA COMUNIÓN?


Prepárate para acompañar a tu hijo en ese día especial, con la correcta disposición espiritual y sin convertirlo en una fiesta social.

La primera comunión constituye un paso espiritual muy importante en la vida de los niños, es ese primer encuentro con aquel que los ama infinitamente en la Eucaristía y la posibilidad de iniciar una vida de comunión frecuente caminando de la mano de la gracia de este hermoso sacramento. Normalmente la realizan entre los 10 y 12 años y durante la preparación para ella, tienen muchas inquietudes que deben ser resueltas por los catequistas, pero sobre todo por los padres, quienes deben estar preparados para dar respuestas sobre la fe católica en el hogar.

¿Estás preparado para responder adecuadamente las preguntas sobre la fe que tienen tus hijos?

Si tu respuesta es no, estás a buen momento para empezar a formarte, es tu responsabilidad primordial. Recuerda que el catequista escasamente compartirá con tu hijo unas pocas horas a la semana, pero es en el día a día donde es esencial que aprenda a hacer de Dios su mejor amigo, aclare todas sus dudas y afiance su fe, por eso tú serás el principal encargado de esa misión, y mientras más temprano en la vida de tu hijo la inicies, mucho más fácil será.

Como Padre, debes aprovechar las oportunidades que te brinde tu parroquia para formarte simultáneamente a que tu hijo esté desarrollando su catequesis infantil (catequesis para Padres). Anímate a participar, no lo sabes todo, quizás solo manejas los conceptos que recibiste en tu propia Primera Comunión hace muchos años. Estás invitado a vivir, junto con los catequistas, esta experiencia de fe con la misma ilusión y alegría que lo hará tu hijo.

Tu hijo también será un maestro de fe para ti, los niños creen facilmente, tienen una apertura especial para la fe. Es la oportunidad para que también te dejes enseñar por él esa inocencia, para que refresques en tu interior esa seguridad de que Dios te ama y que está siempre dispuesto a perdonarte, que quiere tu felicidad verdadera tanto en la tierra como en el cielo. No llenes a tu hijo de tus propios prejuicios y dudas adquiridos durante tu vida, preserva su inocencia y contágiate de ella para acercarte con más fuerza a Dios

La mejor forma en la que puedes acompañar a tu hijo en su preparación a la Primera Comunión es viviendo tu propia conversión, revisa tu vida de cara a Dios, mira aquellas cosas que será necesario cambiar y da los pasos necesarios para acercarte más a Él a través del sacramento de la reconciliación. Si tu te acercas a Dios y participas de los sacramentos también, será la mejor ayuda que puedas dar a tu hijo para vivir su vida de fe.
Se acerca el día de la Primera Comunión de mi hijo ¿Cómo me preparo?

Cuando se acerca la fecha de la Primera Comunión de tu hijo, te invito a reflexionar sobre el verdadero sentido de esta celebración. No es una fiesta social, es la ocasión en que tu niño va a recibir por primera vez a Cristo en su totalidad en el Santísimo Sacramento. No hagas de esto una oportunidad de derrecho y gastos exagerados en fiesta de celebración o ropa lujosa, no es lo exterior lo importante ese día. Evita distraer a tu hijo ni a ti mismo de la belleza esencial de ese momento que es Cristo mismo como mayor don para tu familia, no son los trajes ni la fiesta el motivo de ese día, es el Señor, tu Creador que te ama incondicionalmente, regálale el puesto que merece. Es mejor que dediques tu esfuerzo a preparar tu corazón y el de tu hijo a una verdadera apertura hacia el Señor Jesús que los espera con alegría en el altar.

Es lógico y hermoso compartir este momento con otros familiares y amigos invitándolos a la Iglesia ese día, procura conversarles previamente sobre el sentido sagrado de esta ocasión para que guarden el respeto debido y el silencio necesario que permitirá que todos los niños se concentren y entreguen en ese precioso momento. Haz tú lo mismo, sé prudente con las fotos en los momentos centrales de la Misa, el misterio espiritual que está viviendo tu familia trasciende a lo que puedes captar en una fotografía, así que concéntrate en vivirlo. En ocasiones se observa un irrespeto de los familiares y fotógrafos ante la sacralidad del momento en que el niño recibe la Eucaristía por vez primera pidiéndole que voltee y sonría para la foto, o que pose aún con el Cuerpo del Señor en su boca. Te invito a ser respetuoso, este es uno de los momentos más hermosos a nivel espiritual en la vida de tu hijo, no lo interrumpas, déjalo concentrarse en Jesús quien es más importante que cualquier otra cosa en ese momento, le harás un regalo que jamás podrá olvidar si lo dejas vivirlo a plenitud.
¿Estoy preparado para comulgar también con mi hijo?

Si es posible y has empezado un camino de conversión, confiésate previamente para que puedas comulgar junto a tu hijo ese día. Si no puedes hacerlo, entonces disponte a vivir este momento especial en oración, haciendo la comunión espiritual, ya que aunque quizás aún no puedas recibir sacramentalmente al Señor, siempre puedes hacerlo espiritualmente y Él te dará las fuerzas y guiará tu camino para que en el tiempo apropiado, puedas recibirlo también sacramentalmente. Lo esencial es que puedas vivir tu conversión, no si puedes comulgar con tu niño ese día, si ya estás en el camino, Dios dispondrá que esto suceda cuando realmente estés preparado y en

No tiene sentido discutir con los catequistas o sacerdotes sobre tu "derecho" a comulgar si sabes que en tu vida hay cosas que deben ser sanadas en el sacramento de la reconciliación. Evita crear discusiones por estos temas que enturbien este momento que es único y vital para tu hijo.
Hermosas sugerencias de un Obispo para esta celebración

Para concluir, te invito a leer este Fragmento extraído de la Carta pastoral del Obispo de Córdoba (España) Demetrio Fernández, sobre este día especial:

"Los niños de primera comunión representan esa eterna infancia llena de inocencia, de ternura, de alegría (...) La primera comunión se trata de un momento feliz en la vida de cada uno de los cristianos, por otra parte inolvidable, como otras experiencias fuertes que vivimos en la infancia. El momento de la primera comunión, con sus antecedentes y consiguientes, es un momento de gracia especial por parte de Dios en la edad temprana de nuestra vida. (...) La referencia a aquella experiencia feliz de la primera comunión ha redimido a muchas personas a lo largo de su vida de adultos. De ahí la importancia de vivir bien esa experiencia de la primera comunión.

Por eso es importante que los mayores, sobre todo los padres, los catequistas, los sacerdotes y todos los que rodeamos a los niños de primera comunión les ayudemos a vivir una experiencia feliz centrada en Jesucristo, como el mejor de los amigos, que nos introduce en la vida de Dios para siempre.

Por otra parte, no hemos de convertir la primera comunión en una simple fiesta social o de familia. Es bueno encontrarse, compartir esa alegría entre toda la familia. Pero la mejor manera de ayudar a estos niños es entrar en la verdad de lo que celebramos. Es decir, el mejor regalo para estos niños es que sus padres y todos los que acuden a la primera comunión comulguen el Cuerpo del Señor, habiendo hecho una sincera confesión fruto de una sincera conversión. Los adultos hemos de evitar atiborrar a los niños con regalos, que incluso a ellos no les interesan.

El mejor regalo, el único insustituible es Jesús y ninguna otra cosa debiera distraer en este día la atención de los niños. Vendrán otras ocasiones en que podremos tener algún detalle, pero no hagamos víctimas a estos niños de una sociedad de consumo que nos asfixia y puede asfixiar en ellos la preciosa experiencia de la primera comunión.

Y, por último, enseñemos a estos niños a compartir: a compartir su fe en Jesús con otros niños, de manera que se hagan misioneros (no proselitistas) ya desde la infancia; a compartir su alegría con otros niños que viven en condiciones de pobreza extrema, y a veces no lejos de nosotros.

A los niños no se les hace difícil todo esto, hagamos un esfuerzo los mayores para entrar en la órbita feliz de los niños de primera comunión. Dios quiere que la primera comunión de un niño o niña sea una ocasión de gracia para todos los que le rodean."


FUENTE: www.pildorasdefe.net



 









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