San Carlos Borromeo en su discurso dirigido a los Sacerdotes dijo: "Puesto que ejerces el cuidado de las almas no descuides por esto el cuidado de ti mismo, y no te entregues a los demás de tal manera que no quede nada para ti. Tienes que tener ciertamente presente el recuerdo de las almas de que eres Pastor, pero no te olvides de ti mismo. Comprended Hermanos, que nada es tan necesario para todas las personas eclesiásticas como la meditación que precede, acompaña y sigue todas nuestras acciones. Si administras los Sacramentos, oh Hermano medita lo que haces. Si celebras la Misa, medita lo que ofreces. Si rezas los Salmos en coro, medita a quién y que hablas. si guías las almas medita con qué Sangre han sido lavadas; y hágase todo entre vosotros en la Caridad (1 Cor 16,14). De está manera podemos superar las dificultades que encontramos y son innumerables cada día. Por lo demás esto es pedido por la tarea que nos ha sido confiada. Si asi hacemos tendremos fuerza para engendrar a Cristo en nosotros y en los demás".
No hay comentarios:
Publicar un comentario