FRASES PARA SACERDOTES

"TODO LO QUE EL SACERDOTE VISTE, TIENE UNA BATALLA ESPIRITUAL". De: Marino Restrepo.

Una misa de campaña en medio de las bombas


Al césar lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Así como este Santo sacerdote quiero decir que primero sirvamos a Dios y después, a los hombres.

VISIONES Y REVELACIONES COMPLETAS. Ana Catalina Emmerick.

NECESIDAD DE ROGAR POR LAS BENDITAS ALMAS.


Esta noche he estado en el Purgatorio. Me parecía que era conducida a un abismo profundo. Había allí un gran espacio. Causa lástima ver cuán triste están las pobres almas en aquel lugar. Pero en su semblante hay algo que revela la alegría de sus corazones cuando consideran la misericordia del Señor. Ví también a la Madre de Dios en un magnífico trono, tan hermosa cual nunca la había visto. Diga usted (Ana Catalina se dirige al Deán Rensing, que estaba presente) a los fieles en el confesionario, que rueguen fervorosamente por las almas del Purgatorio, que ellas, muy agradecidas, de seguro rogarán mucho por sus bienhechores. La oración por las almas es muy agradable a Dios, pues por este medio se les anticipa el gozar de la presencia de Dios.


La mayor parte de los hombres están allí expiando la indiferencia con que miran ordinariamente los pecados veniales; esto les impide practicar actos de bondad, de mansedumbre y de conseguir victorias sobre sí mismos. La relación de las almas del Purgatorio con la tierra es tan delicada que con sólo desear su bien y aliviarlas y consolarlas desde la tierra, reciben ellas gran consuelo. ¡Cuánto bien hace aquél que constantemente está haciendo actos de vencimiento de sí mismo, en favor de ellas,deseando vivamente ayudarlas!


SALEN DOS SACERDOTES DEL PURGATORIO.


He tenido un placer muy grande, aunque muy breve, que me ha llenado de consuelo. He visto que durante este tiempo pascual muchos grandes pecadores volvieron a Dios y que muchas almas salen del Purgatorio. He visto el lugar de purificación y he notado un aire de indecible contento en los rostros de esas almas como signo de su próxima liberación. Fué para mi causa de gran alegría verlas libres de sus tormentos. Así he reconocido las almas de dos sacerdotes que fueron admitidas ya en el cielo. Tuvieron que sufrir muchos años, el uno a causa de su negligencia en cumplir las obligaciones de su estado en las pequeñas cosas; el otro, por su inclinación a burlas y chanzas.

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