Reproduzco esta reciente entrevista hecha al padre Teófilo Rodriguez, sacerdote panameño, fundador y responsable de la “Fraternidad de la Divina Misericordia de los Sagrados Corazones de Jesús y María” en América y Europa entre numerosos apostolados y conductor de “Keritma” en el canal Ewtn de EE.UU.
POR NORMA BARCELO
"La Iglesia está en un momento coyuntural muy importante"
POR NORMA BARCELO
- Si bien entre sus diversas actividades es un sacerdote evangelizador ¿Tiene un carisma en especial?
Pues, el carisma no es mío Dios es el que hace, creo que soy un facilitador de la gracia.
- Pero según el conocimiento de los carismáticos, dicen que cada uno tiene un don especial, ¿Cuál es el suyo?
En ese sentido si, pues el ministerio que ejercemos es de sanación y liberación de las almas oprimidas.
- Según se sabe usted es un “especialista” por así decirlo, de la sanción de las mentes y problemas psicológicos ¿Es cierto?
- Pues sí, ha sido una gracia que también el Señor nos ha confiado, pero creo que nuestro ministerio que es el de la Iglesia, todos somos servidores de Cristo en ella, El ha venido a sanar los corazones afligidos, a proclamar el año de gracia. El sacerdote, lo dije en la mañana de ayer, como es la doctrina de la Iglesia, actúa en la persona de Cristo y si nosotros confesamos que Jesucristo está vivo, lo normal es que actúe, lo anormal es que no lo haga. Entonces, como lo hace, cuando se promueve la fe; por eso en este año de gracia que es el año de la fe, hemos tenido oportunidad de que Jujuy sea bendecida con este acto público de fe que estamos viviendo.
- Entonces ¿Cómo se hace para llegar a las mentes que están algo confundidas o mal psicológicamente y no pueden recibir claro el mensaje?
Creo que lo importante que dice la Escritura es que la fe viene por el oído, cuando uno escucha la palabra y abre su corazón, porque Dios no quiere que nadie se condene, que nadie se pierda, El ha venido a proclamar una buena noticia, y la Iglesia es una continuadora de Jesús. Ella no anuncia nada que no sea el mensaje central de Jesucristo, entonces, cuando ese mensaje se acoge, se rompen cadenas, se liberan oprimidos, se sanan corazones, se sanan cuerpos. O sea que no nos debe de extrañar esto porque es la promesa de Jesús. Aparte de que comisionó a su Iglesia para esta misión. Yo creo que estamos en un momento coyuntural muy importante, el Papa Benedicto XVI ha declarado cómo evangelizar en este nuevo Europa que es el mundo, -y me encantó también lo que hace poco dijo a la juventud- de entrar en el continente digital. Es decir, el uso del internet con tanta basura, tantas cosas que no edifican, la Iglesia tiene que incursionar en todos los ámbitos para proclamar la nueva noticia, y esa es la misión. Creo que Jujuy ha sido estos días un lugar de bendición, están acogiendo la palabra y los frutos los vamos a ver, van a darse.
- De su experiencia de conocer a la Madre Teresa ¿Qué es lo que más rescata de ella?
El acto de su confianza a pesar de lo que dije que sentía distancia de Dios en ocasiones, era su amor. Dice Juan de la Cruz que cuando seamos examinados, Dios no me preguntará a cuántas misas fui o cuántos rosarios hice, sino haber practicado el bien al prójimo: tuve hambre y me diste de comer; estuve enfermo y me visitaste también en la cárcel. Cada vez que realizas el bien se lo estás haciendo a Dios y esa es la verdadera misión del cristiano, practicar el bien, nos vamos a salvar por el bien hecho. Que de todos se diga “pasó haciendo el bien”. Lo que nos justifica delante de Dios es la práctica de la caridad y eso Madre Teresa lo tenía perfectamente entendido, a tal punto que la persona más desgraciada, paupérrima o abandonada, veía el rostro de Cristo; qué bonito sería este mundo si en cada persona también viéramos el rostro de Jesús. Sería otra cosa.
- La Iglesia en estas últimas décadas ha perdido muchos adeptos y han crecido muchas sectas, ¿qué trabajo está haciendo la Iglesia para revertirlo?
Creo que estamos en un momento cuyuntural bueno, o sea, cuando todo parece perdido, es lo que hablábamos un poco (en la evangelización) de esta nave que está casi como naufragando, es el tiempo de Dios y que también sirva para nosotros los cristianos y pastores, como una introspección. Tenemos que examinarnos humildemente ante Dios de que no hemos hecho bien, y si creo que si algo ha faltado es esa Evangelización con poder, con motivación, que la tenemos pero ha estado un poquito tibia y es tiempo de sacudir. No pierdo las esperanzas en el futuro de la Iglesia porque es la Iglesia de Cristo.
- ¿Es así como volverá a crecer?, porque se habla de una posible división de la Iglesia por sus cuestiones políticas…
Exactamente, es una realidad que no podemos ocultar, pero aún así, las palabras de Jesús son muy claras, van a tener tribulaciones, va a haber división pero al final El vendrá. O sea, si nosotros miramos el futuro con pesimismo, entonces Cristo no ha traído nada bueno. La esperanza pasa por El y tenemos la certeza que vamos a tener; yo creo también, fíjate, es un tiempo de gracia, de unificación de todas las Iglesias. Estoy convencido.
- Sí, la Iglesia se abrió a un gran ecumenismo con las grandes religiones ¿Cómo amalgamará esa unificación?
Creo que va a ser una obra del Espíritu Santo, pero todos tenemos algo que por lo menos, reconocer: qué no hemos hecho bien. Como Iglesia Católica, quizás también examinar algo que a los católicos nos ha faltado, es el estudio de la Palabra de Dios, el amor a la Palabra, de mayor obediencia.
- ¿Tal vez del error de la Iglesia es que cada cristiano haga su interpretación interior de esa Palabra acompañada por la Iglesia? ¿O su miedo a que, a pesar de ello se hayan creado más religiones y sectas?
Sí, por su magisterio. Sin embargo, fíjate algo importante, por eso es que cuando empezamos la evangelización pregunté cuántos tenían la “espada” porque es la simbología de la Palabra. Porque si algo tenemos que promover en la Iglesia y el Papa también insiste mucho en esto, es la meditación de la Palabra y la obediencia de ella. Si no leemos las Escrituras, no podemos saber qué es lo que Dios quiere. Su importancia.
- Pero con una guía para no caer en la libre interpretación a conveniencia…
Sí, el magisterio. Si algo bueno tiene nuestra Madre Iglesia es que aparte de la Palabra o para compartir esa palabra está el catecismo, donde está la doctrina nuestra, que es sólida, firme, y que si es verdad que también ha habido su entredicho y su contestatario, también no es menos cierto que estamos en un momento de renovación. Yo, con humildad digo, soy optimista, creo que vendrá la gran unificación en su momento, pero no va a ser una obra casual, va a ser una obra del Espíritu Santo. Creo que también la humanidad pasará un momento de purificación. Yo creo que a la Iglesia le va a pasar lo mismo que a nuestro Señor, va a experimentar persecución, va a aparentar una aparente muerte, porque realmente no se va a acabar la Iglesia, pero también creo, en un momento de renovación integral de todos los hombres en la unidad.
- Actualmente se nota que ha crecido la violencia, sobre todo en Argentina ¿Por qué cree que se produce?
La razón de todo esto es una causa, hemos perdido el temor de Dios, o sea, del corazón del hombre hemos arrancado a Dios y creemos que podemos ser autónomos, independientes pero sin Dios, que no hay más nada después de esta vida, justamente porque no tenemos temor de Dios y no nos planteamos cosas fundamentales: qué ocurre después de esto, y la Iglesia tiene una palabra, una respuesta a esto dada por Jesús, la muerte no es el final, si así fuera, no tendría sentido nuestra predicación ni nada lo que hacemos. O sea, hay una trascendencia y hay que hablar de trascendencia con plena convicción, porque Jesucristo ya lo demostró El y nosotros estamos seguros de El.
- ¿Y cómo se hace la reversión en la situación en que está el país?
Para mí, humildemente te digo, creo que tenemos que ser más agresivos en lo que respecta a la Evangelización. La Iglesia no puede contentarse con dejar que la gente vaya a los templos, hay que salir, incursionar en todos los ambientes con fuerza en una gran campaña evangelizadora. De hecho en Aparecida, los obispos dispusieron que tendríamos que mantener un continente en permanente estado de evangelización. Palabras bonitas, pero que no nos queremos solo en palabras, sino que hay que aplicar ese documento.
- Finalmente, un mensaje…
Bueno, primero el optimismo. Yo creo que en medio de todo, veo aquí en Jujuy, un pueblo ávido de Dios, temeroso de Dios a pesar de todo, todavía hay algo que es muy valorativo para mí, y es el sentido de familia. Mientras se valore la familia, la unidad, mientras se invoque el nombre de Dios, hay futuro.
Pues, el carisma no es mío Dios es el que hace, creo que soy un facilitador de la gracia.
- Pero según el conocimiento de los carismáticos, dicen que cada uno tiene un don especial, ¿Cuál es el suyo?
En ese sentido si, pues el ministerio que ejercemos es de sanación y liberación de las almas oprimidas.
- Según se sabe usted es un “especialista” por así decirlo, de la sanción de las mentes y problemas psicológicos ¿Es cierto?
- Pues sí, ha sido una gracia que también el Señor nos ha confiado, pero creo que nuestro ministerio que es el de la Iglesia, todos somos servidores de Cristo en ella, El ha venido a sanar los corazones afligidos, a proclamar el año de gracia. El sacerdote, lo dije en la mañana de ayer, como es la doctrina de la Iglesia, actúa en la persona de Cristo y si nosotros confesamos que Jesucristo está vivo, lo normal es que actúe, lo anormal es que no lo haga. Entonces, como lo hace, cuando se promueve la fe; por eso en este año de gracia que es el año de la fe, hemos tenido oportunidad de que Jujuy sea bendecida con este acto público de fe que estamos viviendo.
- Entonces ¿Cómo se hace para llegar a las mentes que están algo confundidas o mal psicológicamente y no pueden recibir claro el mensaje?
Creo que lo importante que dice la Escritura es que la fe viene por el oído, cuando uno escucha la palabra y abre su corazón, porque Dios no quiere que nadie se condene, que nadie se pierda, El ha venido a proclamar una buena noticia, y la Iglesia es una continuadora de Jesús. Ella no anuncia nada que no sea el mensaje central de Jesucristo, entonces, cuando ese mensaje se acoge, se rompen cadenas, se liberan oprimidos, se sanan corazones, se sanan cuerpos. O sea que no nos debe de extrañar esto porque es la promesa de Jesús. Aparte de que comisionó a su Iglesia para esta misión. Yo creo que estamos en un momento coyuntural muy importante, el Papa Benedicto XVI ha declarado cómo evangelizar en este nuevo Europa que es el mundo, -y me encantó también lo que hace poco dijo a la juventud- de entrar en el continente digital. Es decir, el uso del internet con tanta basura, tantas cosas que no edifican, la Iglesia tiene que incursionar en todos los ámbitos para proclamar la nueva noticia, y esa es la misión. Creo que Jujuy ha sido estos días un lugar de bendición, están acogiendo la palabra y los frutos los vamos a ver, van a darse.
- De su experiencia de conocer a la Madre Teresa ¿Qué es lo que más rescata de ella?
El acto de su confianza a pesar de lo que dije que sentía distancia de Dios en ocasiones, era su amor. Dice Juan de la Cruz que cuando seamos examinados, Dios no me preguntará a cuántas misas fui o cuántos rosarios hice, sino haber practicado el bien al prójimo: tuve hambre y me diste de comer; estuve enfermo y me visitaste también en la cárcel. Cada vez que realizas el bien se lo estás haciendo a Dios y esa es la verdadera misión del cristiano, practicar el bien, nos vamos a salvar por el bien hecho. Que de todos se diga “pasó haciendo el bien”. Lo que nos justifica delante de Dios es la práctica de la caridad y eso Madre Teresa lo tenía perfectamente entendido, a tal punto que la persona más desgraciada, paupérrima o abandonada, veía el rostro de Cristo; qué bonito sería este mundo si en cada persona también viéramos el rostro de Jesús. Sería otra cosa.
- La Iglesia en estas últimas décadas ha perdido muchos adeptos y han crecido muchas sectas, ¿qué trabajo está haciendo la Iglesia para revertirlo?
Creo que estamos en un momento cuyuntural bueno, o sea, cuando todo parece perdido, es lo que hablábamos un poco (en la evangelización) de esta nave que está casi como naufragando, es el tiempo de Dios y que también sirva para nosotros los cristianos y pastores, como una introspección. Tenemos que examinarnos humildemente ante Dios de que no hemos hecho bien, y si creo que si algo ha faltado es esa Evangelización con poder, con motivación, que la tenemos pero ha estado un poquito tibia y es tiempo de sacudir. No pierdo las esperanzas en el futuro de la Iglesia porque es la Iglesia de Cristo.
- ¿Es así como volverá a crecer?, porque se habla de una posible división de la Iglesia por sus cuestiones políticas…
Exactamente, es una realidad que no podemos ocultar, pero aún así, las palabras de Jesús son muy claras, van a tener tribulaciones, va a haber división pero al final El vendrá. O sea, si nosotros miramos el futuro con pesimismo, entonces Cristo no ha traído nada bueno. La esperanza pasa por El y tenemos la certeza que vamos a tener; yo creo también, fíjate, es un tiempo de gracia, de unificación de todas las Iglesias. Estoy convencido.
- Sí, la Iglesia se abrió a un gran ecumenismo con las grandes religiones ¿Cómo amalgamará esa unificación?
Creo que va a ser una obra del Espíritu Santo, pero todos tenemos algo que por lo menos, reconocer: qué no hemos hecho bien. Como Iglesia Católica, quizás también examinar algo que a los católicos nos ha faltado, es el estudio de la Palabra de Dios, el amor a la Palabra, de mayor obediencia.
- ¿Tal vez del error de la Iglesia es que cada cristiano haga su interpretación interior de esa Palabra acompañada por la Iglesia? ¿O su miedo a que, a pesar de ello se hayan creado más religiones y sectas?
Sí, por su magisterio. Sin embargo, fíjate algo importante, por eso es que cuando empezamos la evangelización pregunté cuántos tenían la “espada” porque es la simbología de la Palabra. Porque si algo tenemos que promover en la Iglesia y el Papa también insiste mucho en esto, es la meditación de la Palabra y la obediencia de ella. Si no leemos las Escrituras, no podemos saber qué es lo que Dios quiere. Su importancia.
- Pero con una guía para no caer en la libre interpretación a conveniencia…
Sí, el magisterio. Si algo bueno tiene nuestra Madre Iglesia es que aparte de la Palabra o para compartir esa palabra está el catecismo, donde está la doctrina nuestra, que es sólida, firme, y que si es verdad que también ha habido su entredicho y su contestatario, también no es menos cierto que estamos en un momento de renovación. Yo, con humildad digo, soy optimista, creo que vendrá la gran unificación en su momento, pero no va a ser una obra casual, va a ser una obra del Espíritu Santo. Creo que también la humanidad pasará un momento de purificación. Yo creo que a la Iglesia le va a pasar lo mismo que a nuestro Señor, va a experimentar persecución, va a aparentar una aparente muerte, porque realmente no se va a acabar la Iglesia, pero también creo, en un momento de renovación integral de todos los hombres en la unidad.
- Actualmente se nota que ha crecido la violencia, sobre todo en Argentina ¿Por qué cree que se produce?
La razón de todo esto es una causa, hemos perdido el temor de Dios, o sea, del corazón del hombre hemos arrancado a Dios y creemos que podemos ser autónomos, independientes pero sin Dios, que no hay más nada después de esta vida, justamente porque no tenemos temor de Dios y no nos planteamos cosas fundamentales: qué ocurre después de esto, y la Iglesia tiene una palabra, una respuesta a esto dada por Jesús, la muerte no es el final, si así fuera, no tendría sentido nuestra predicación ni nada lo que hacemos. O sea, hay una trascendencia y hay que hablar de trascendencia con plena convicción, porque Jesucristo ya lo demostró El y nosotros estamos seguros de El.
- ¿Y cómo se hace la reversión en la situación en que está el país?
Para mí, humildemente te digo, creo que tenemos que ser más agresivos en lo que respecta a la Evangelización. La Iglesia no puede contentarse con dejar que la gente vaya a los templos, hay que salir, incursionar en todos los ambientes con fuerza en una gran campaña evangelizadora. De hecho en Aparecida, los obispos dispusieron que tendríamos que mantener un continente en permanente estado de evangelización. Palabras bonitas, pero que no nos queremos solo en palabras, sino que hay que aplicar ese documento.
- Finalmente, un mensaje…
Bueno, primero el optimismo. Yo creo que en medio de todo, veo aquí en Jujuy, un pueblo ávido de Dios, temeroso de Dios a pesar de todo, todavía hay algo que es muy valorativo para mí, y es el sentido de familia. Mientras se valore la familia, la unidad, mientras se invoque el nombre de Dios, hay futuro.
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FUENTE: JUJUY EL TRIBUNO INFO.
Sienpre lo veo padre muy bueno su programa desde Argentina le pido su bendición
ResponderEliminarBendiciones padre....reze por mi gracias....abrazo
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