La Iglesia vive momentos difíciles hoy, no es la primera vez pero estamos viviendo una crisis muy grande. Especialmente en la Iglesia hoy es una crisis clerical porque los escándalos de la Iglesia todos vienen del clero, siempre los sacerdotes.
Encontramos Obispos contradiciendo a otros Obispos, Cardenales contradiciendo a otros Cardenales. Cardenales y Obispos pidiendo la renuncia al Papa, cosas que no son comunes. Aparentemente uno ve todas estas noticias y parece que es un murmullo pero es una realidad, la Iglesia está en ese estado en este momento y por eso nosotros necesitamos ser muy fuertes.
Porque lo único que puede ayudar a la Iglesia es nuestra santidad nada más, nuestra oración, nuestro sacrificio, el cambio de nuestro corazón. Esto no tiene solución humana, la única solución es unirnos a la Virgen María; y orando por la Iglesia podemos contribuir a que haya paz en la Iglesia y que esta borrasca pase (semejante tormenta en la que estamos).
Esto es broma del diablo, obviamente, pero con manos humanas porque el diablo utiliza a los hombres, y en este caso pervirtió a la Iglesia por dentro en el curso de mucho tiempo y ahora está sacando sus trofeos que son los mismos trofeos del demonio.
El tiene la astucia de pervertir a una persona en la oscuridad y cuando está bien pervertida la desenmascara en la luz para que todo mundo se burle, persiga a la Iglesia y se avergüence de la Iglesia. Obviamente faltan muchas cosas que faltan por salir y que nos van a avergonzar mucho y que van a ser muy dolorosas y mucha gente tibia se va a ir.
Por eso es importante que nosotros estemos en oración todo el tiempo, pero en oración espiritual para que tenga fuerza porque si es una religiosidad eso no tiene fuerza. Las oraciones que son simplemente religiosas no llegan a Dios, son un murmullo porque son unas oraciones prácticamente con unas intenciones muy temporales, muy terrenales, muy carnales buscando beneficios temporales con intereses temporales que no tienen nada que ver con las necesidades e intenciones que hay por la Iglesia en la batalla en que estamos.
Entonces las oraciones nuestras de hoy tienen que ser espirituales para que lleguen a Dios: para que sean de verdad oraciones que uno pueda arrodillarse en su casa solo y rogarle al Señor por toda la Iglesia, que proteja al Papa, que por favor ya destape todo esto de una vez y empiece la limpieza total de la Iglesia.
Así quedemos más pequeños pero que quedemos con los que somos - que saquen toda esa porquería de adentro - porque la Iglesia de un momento a otro se llenó de homosexuales, de lesbianas, de herejes, de una cantidad de curas que no creen ni en el infierno ni en el pecado, no creen ni siquiera en los milagros de Jesús y están enseñando eso.
Toda esa gente se debe ir o se debe convertir. Pero deben haber una limpieza muy grande en la Iglesia y para eso necesitamos nuestras oraciones. Si nosotros somos fieles a Dios y nosotros somos testigos ante el Padre Celestial y nos arrodillamos a implorarle, el Señor Jesús y la Virgen María nos van a usar ante el Padre Celestial como testigos de la Iglesia y eso es lo que importa hoy, pues que seamos testigos de la Iglesia, que intercedamos de todo corazón en el silencio de nuestra pequeña vida y le imploremos al Señor.
Las oraciones que hace uno solo en silencio son poderosas. Obviamente que Él promete que cuando dos o mas se reúnen en su nombre Él está en medio de nosotros. Esto es lo que se necesita hacer hoy urgentemente, que cada uno de nosotros como católicos que somos imploremos por el bien de nuestra Iglesia, por la protección del Papa que es un anciano y tiene el peso de la Iglesia - que es tan horrible - y la persecución tan tremenda que tiene de la misma Iglesia, porque ni siquiera es el mundo.
Hoy quien persigue a la Iglesia no son los medios de comunicación comunista ni es la gente del mundo que no nos quiere ni son los ateos ni siquiera los protestantes. Los que nos persiguen hoy a nosotros son el mismo clero, la misma Iglesia persigue a la misma Iglesia porque está dividida en dos. Está dividida en los que creemos en las tradiciones sagradas, en la sana doctrina en los que estamos en obediencia al Papa y los que son liberales que no obedecen la jerarquía. Persiguen al Papa, no siguen las tradiciones sagradas.
Entonces son dos Iglesias al mismo tiempo y están aquí. Usted va a una parroquia en Bogotá y a veces encuentra a un cura homosexual rodeado de homosexuales en su parroquia y todo el mundo pone quejas pero nadie hace nada, (quién sabe cuántos crímenes y barbaridades ocurren en esas parroquias). Desde hace años yo conozco parroquias manejadas por homosexuales aquí en Bogotá, sacerdotes con mujeres e hijos hace años y todo mundo se queja y nadie hace nada.
Barbaridades predicadas desde el púlpito, cosas terribles y nadie hace nada y eso sigue por años. Por eso el cambio lo va a dar por un lado el escándalo que hay tan terrible que va a forzar a la jerarquía a revisar la Iglesia, y a los que están dañados de la jerarquía se van a caer porque la gran escoba del Señor bajó del cielo a limpiar la Iglesia y es obvio que así es.
No hay comentarios:
Publicar un comentario