FRASES PARA SACERDOTES

"TODO LO QUE EL SACERDOTE VISTE, TIENE UNA BATALLA ESPIRITUAL". De: Marino Restrepo.

Una misa de campaña en medio de las bombas


Al césar lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Así como este Santo sacerdote quiero decir que primero sirvamos a Dios y después, a los hombres.

"A MIS SACERDOTES" DE CONCEPCIÓN CABRERA DE ARMIDA. CAP. CX: DIOS ES JUSTO EN LA CONDENACIÓN DE LAS ALMAS.

Mensajes de Nuestro Señor Jesucristo a Sus hijos predilectos.


CX

DIOS ES JUSTO EN LA CONDENACIÓN DE LAS ALMAS



"Yo no escogí a las personas que intervinieron en mi Pasión; fueron sin duda instrumentos de que Dios se valió para la consumación de este misterio admirable, adorable y santo de la Redención; pero la malicia, los sentimientos aviesos, la maldad de esos corazones fueron cosa suya.  Y lo condenable en ellos no son tanto las personas ni, en cierto sentido, los hechos, como la negrura de sus almas, la malicia infernal que los movía, la culpa interna, la malicia que impulsa sus actos de odio y de ingratitud para mis beneficios; en una palabra, la obstinada ceguedad, consentida y aceptada, de que se hicieron reos.

Eso es lo condenable.  En Dios no puede haber injusticia.  Una por una, esas personas tuvieron muchas veces ocasiones de conocerme, y la despreciaron.  Les di repetidas muestras y motivos poderosos para mover sus corazones empedernidos en el mal y llenos de rastreras pasiones.  A unos los dominaba la soberbia, a otros los respetos humanos, a muchos el deseo de quedar bien con los grandes y no perjudicar sus intereses materiales, etc.

Yo hablé y enseñé e hice milagros sin cuento en público; y unos, los sencillos, los puros y los humildes me creyeron; y otros, cegados por la ira, la impureza y otros vicios, me aborrecieron.

A Judas,  ¡cuánto hice por salvarlo hasta o último, cómo traté de conmover su corazón con gracias y ternura no imaginables!

A Caifás y a los sacerdotes,  ¿cuántas señales patentes a sus ojos, en mi vida y en mi muerte, de que era un Dios al que habían crucificado?  A Pilato,  ¿no estaba dispuesto a explicarle lo que era Yo, la Verdad, el Camino, la Vida?

No, no hubo injusticia de parte de Dios en esos instrumentos necesarios para que el Hijo de Dios fuera inmolado y muerto por los pecadores; porque en esos pecadores estaban comprendidos ellos mismos y todos mis enemigos; porque la Redención fue universal, no se limitó a ciertas personas, clases o naciones.  Mi Sangre fue derramada, no solamente para unos, sino por todos, y mi Evangelio y mis gracias fueron para justos y pecadores.

Además,  ¿quién puede saber a ciencia cierta --sino Yo mismo-- quiénes de ellos se salvaron y quiénes se condenaron?  ¿No pedí perdón a mi Padre para los que ignoraban lo que hacían y no se daban cuenta de la magnitud de su crimen, en aquellos terribles y dolorosos momentos de la crucifixión?  ¿Qué hice siempre durante mi vida mortal, en mi Pasión, en mi Muerte, en mi Resurrección, sino beneficios?  ¿Cuántos toques internos de la gracia les di a las alas?  ¿Qué, no dejé romper mi Corazón sólo para manifestar mi amor y para que cupieran ahí los hombres y se salvaran con mi ternura?

Nadie puede tachar a Dios de injusto, y Dios sí puede echar en cara al hombre su poca misericordia y caridad, y su falta de perdón para con sus semejantes.  Yo sí que deploro y lamento la poca o ninguna gratitud que recibo de tantas almas, sobre todo de las consagradas a Mí, que no pesan ni saben apreciar la infinita ternura del amor de todo un Dios para con ellas.  ¡Oh!  ¡si a lo menos por mis sacerdotes y por los que se llaman míos fuera comprendido mi amor infinito!...

Otro punto que quiero tocar para desvanecer ese sentir erróneo de la predestinación es éste:Lo que una vez hago, lo que ha salido de Mí, no lo destruyo, y destruir es para Mí un alma que se condena, en el sentido de que se arranca como sarmiento, como rama, del Árbol de la vida que soy Yo, que es mi Iglesia.  A lo que le doy la vida, a lo que saco de la nada y más a lo que sale divinizado por el Espíritu Santo del seno del Padre, es para siempre.

A mis obras, y más al hombre que es la obra más perfecta del Creador, le doy la vida sólo para que me glorifique eternamente; su alma es inmortal y su cuerpo, pasada la destrucción de la carne por el pecado, será también inmortal, resucitará y volverá a unirse con el alma para el cielo o para el infierno.  Este es un dogma de fe.

Pero insisto en que, al crear al hombre, no es para perderlo, para condenarlo; sino para mi gloria, para salvarlo, para que tenga vida en abundancia, la verdadera vida de la gracia y de la gloria, y no la muerte eterna.

Por tanto, todas las almas han sido creadas por Dios para ser felices en el cielo; y si se condenan, es porque a sabiendas y con toda malicia quieren condenarse.  Si esto no fuera así sería darle el triunfo a Satanás, sería concederle la victoria a sectas falsas y no a la única religión verdadera, la única que abre el cielo: la católica, apostólica, romana.

¿Sería posible que a la postre quedara burlado Dios, el Verbo hecho hombre, y envilecida, derrotada y mermada la Redención?  No.  Y por eso a cada impulso arrollador del infierno viene otro impulso superior del Espíritu Santo en la Iglesia, que destruye y sofoca los bríos satánicos y los aplasta.

¿Creen que el Espíritu Santo, y con Él la Trinidad beatísima, saliera derrotado y vencido?  Eso ni de pensamiento.  Seguirá la lucha entre los dos espíritus, el bueno y el malo, mientras el mundo exista; pero triunfará sin duda el Verbo Encarnado, la Iglesia santa, la Cruz de Cristo; y juzgarán al mundo Conmigo todos los sacerdotes transformados en Mí, es decir, Jesucristo, Sacerdote Eterno, en quien todos los sacerdotes están fundidos, en la unidad de la trinidad.

Pero entre tanto, ellos en Mí, y Yo en ellos en a tierra, continuaremos la lucha contra el infierno, para arrebatarle almas y más almas por el amor y el sacrificio amoroso.  Una nueva cruzada por el Espíritu Santo en mis sacerdotes transformados en Mí será la gran palanca para elevar a las almas pecadoras de sus vicios al cielo.

Pero si sé salvar y repartir mis gracias extraordinarias para triunfar del demonio y salvar a las almas de los pecadores, en mi providencia ordinaria me valgo de los elementos de mi Iglesia, puestos por Mí con este fin, el de la salvación de las almas.  Y para estas conquistas necesito a mis sacerdotes santos, transformados en Mí, para que con mi atractivo divino salga de ellos virtud que convierta, que conmueva y salve a muchos corazones.

A medida de la transformación de los sacerdotes en Mí serán sus conquistas. Mientas sean más Jesús, tendrán más almas que ofrendar a mi Padre, más virtud de atracción, más luz para descubrir los lazos satánicos y más caridad por su unión con el que es todo Amor, Bondad, Misericordia y Perdón.

Por ser todopoderoso, no necesito de nadie; pero quiero necesitar,y mi eterna Sabiduría puso su plan salvador en mi Iglesia para sacar de ahí, es decir, de mi mismo Corazón-- que es esa Iglesia amada-- los elementos que me ayudaran en la tierra a conseguir que las almas se salven y sean dichosas eternamente.  ¿Qué ha de querer todo un Dios caridad, un Dios amor, un Dios feliz en Sí mismo, sino compartir con las almas esa caridad, ese amor, esa felicidad eterna?

Pues bien, a mis sacerdotes, que son mis almas consentidas, mis almas de elección, les toca secundar mis planes; y para secundarlos con perfección,  para que no sean tan sólo campanas que suenen y árboles sin fruto, necesitan a toda costa su transformación en Mí, que Yo sabré en mi infinita magnanimidad y largueza recompensarlos.


Y esa compensa soy Yo mismo; pero esa  visión deleitable, esa unión más que angélica, esa compenetración profunda e inagotable de dicha en las dichas, de gozo en los gozos, que se interna en los abismos de los secretos divinos de la Trinidad, no tiene comparación ni se puede comprender en la tierra.

En ese premio eterno se despliega la munificencia de todo un Dios Amor; y nada son esos trabajos, desvelos y aun martirios de mis sacerdotes, no para merecerlo, sino para hacerse menos indignos de tanto amor de la Trinidad.

¿Ven cómo me ama y me trata mi Padre en el cielo?  Pues bien, Conmigo y unos en Mí, los verá el Padre, y recibirán todo el torrente de delicias sempiternas, por su transformación en Mí".

MARIA SIMMA - LOS SACERDOTES Y LAS IGLESIAS




LOS SACERDOTES Y LAS IGLESIAS 


Algunas personas dicen que como Jesús repartió el pan en las manos de sus discípulos en la Última Cena ¿entonces es correcto que el sacerdote actúe igual? ¿Qué podría decir al respecto?

María Simma: No es verdad. A Ana Catalina Emmerick y a Teresa Newman, probablemente las dos místicas alemanas más grandes que hayan existido, se les permitió ver la Última Cena y en ambos casos Jesús repartió el Pan Consagrado en las bocas de sus apóstoles



Lo que le fue revelado a la beata Ana Catalina Emmerick ¿fue también una revelación privada? 

María Simma: Si lo es y a lo largo de la historia Dios ha usado este medio para arreglar las cosas y como cualquiera podría confirmarlo; si investigamos las cosas más conocidas veríamos que sus frutos fueron inmensos con un gran número de conversiones. Piense solamente en Lourdes y Fátima o en Teresa Newman por no hablar de la gran cantidad de conversiones que han tenido lugar en los últimos años en ese pequeño pueblo en medio de las zonas más inestables de toda Europa me refiero por supuesto otra vez a Medjugorje y, aquí tenemos otra perspectiva acerca de dar la comunión en la mano. 



¿Cuál es esa perspectiva? Y por favor, María Quiero conocer todos los posibles ángulos que tenga de este tema porque sé que mucha gente noble está buscando la respuesta correcta. 

María Simma: En los pueblos donde la Virgen decide aparecerse como en Medjugorje, Garabandal y otros generalmente esto ocurre en las afueras. Sin dudarlo y sin importarles el tiempo todos los que están allí forcejean y se amontonan en el barro, de las rocas, clavándose las espinas de los arbustos para poder arrodillarse cuando la Santa Madre está con ellos. Arrodillarse es algo natural para todos pero solamente dos o tres horas antes, abajo en la Iglesia mientras están recibiendo al mismo Jesús en la sagrada Eucaristía casi todo se quedan de pie orgullosos como soldados. Esto es lo que nuestra madre quiere de nosotros. ¿Que nos arrodillemos delante de Ella y no de su divino Hijo? No es así. 

Hay otro hecho que puede que no sea tan impresionante como el que le dije antes de la mujer que se le ennegrecieron las manos y no hay problema si resulta divertido pero para mí es igual de convincente que cualquier otra historia. 

Conozco personalmente a una mujer muy buena y piadosa que también tenía problemas con este tema y simplemente rezó y le pidió a Jesús que le enviara una señal rápido para poder aclararse y Jesús lo hizo. La siguiente vez que fue a recibir la comunión el sacerdote como lo había hecho hasta ese entonces puso la Eucaristía en la palma de su mano. Tan pronto como la puso allí la hostia se elevó de su mano, subió y desapareció en el aire. Este pequeño milagro fue presenciado por varios testigos. 



María lo que dice es muy convincente. 

María Simma: La madre Teresa también prefería que los fieles recibieran la Eucaristía de rodillas y en la lengua, y en sus comunidades esa es la única forma permitida. Desde la perspectiva de la Iglesia recibir la comunión en la mano es solamente algo que se tolera pero no es lo que realmente quiere. 



Cuándo los sacerdotes que están en el purgatorio la visitan ¿quién se ocupa entonces de las oraciones y de lo que sea necesario para que sean liberados? 

María Simma: Las oraciones que requieren para ser liberados las deben hacer otros sacerdotes pero si necesitan alguna otra cosa me encargo yo misma. 



Con que frecuencia deberían celebrar la Santa Misa los sacerdotes? 

María Simma: No menos de 1 vez al día. La ley de la Iglesia permite hasta dos veces al día si la segunda Misa es un Funeral o la celebración de un matrimonio pero Dios entiende que pueden existir situaciones extraordinarias que hacen que los sacerdotes deban celebrar más de dos Misas al día como cuando no se encuentra otros sacerdotes que puedan celebrarlas. 

Esto se debe a que celebrar la Santa Misa es la tarea principal de los sacerdotes es la bendición más grande que tienen y deberán transformarse en la mayor expresión hacia Dios. 



¿Podemos dar por hecho que también hay religiosas en el purgatorio? 

María Simma: Así es y la mayoría de las veces se encuentran allí por falta de humildad, falta de modestia y desobediencia. 



Y también hay sacerdotes que se han ido al infierno. 

María Simma: Hace no mucho vino a verme un sacerdote que había estado enfermo hasta hace poco, había ido entrando y saliendo de distintos hospitales durante varias décadas y tres veces estuvo a punto de morir. Durante su enfermedad se encontró muy cerca de la muerte. Mientras estaba en agonía tuvo una visión de sacerdotes que caían en el infierno como copos de nieve. Le impresionó muchísimo y no dejó de llorar durante semanas. Le llevo un largo tiempo recuperarse. 



¿Cuántos sacerdotes y Obispos pudo usted enviar al cielo desde la época del Vaticano II con sus oraciones, con sus misas y con su sufrimiento? 

María Simma: No puedo decirlo con exactitud pero estoy segura pero estoy segura que fueron entre 40 y 50. 



Y de esos 40 y 50 ¿cuántos de ellos se encontraban en el purgatorio a consecuencia de estas modernizaciones vinculadas con la Misa? 

María Simma: Casi todos. La mayoría se encontraba allí por haber promovido la comunión en la mano. 



Si hay pocos sacerdotes que creen en su testimonio, ¿se desprende de eso que son muy pocos los que den ayuda a las almas del purgatorio? 

María Simma: Si me temo que eso es lo que quiere decir. Muy pocos las tienen en cuenta. 



Estoy seguro que usted sabe mejor que nosotros que muchos seminarios se encuentran prácticamente vacíos ¿Por qué sucede esto y cómo podemos remediarlo? 

María Simma: La solución consiste en volver a enfatizar el espíritu de oración, de sacrificio y de penitencia. Entonces habría más vocaciones. Las almas que se sienten a servir a Dios de esta manera saben claramente que su camino es la oración y que cuando no se alimenta la oración ¿para que existen realmente los seminarios? Si hubiera más oración habría entonces un mayor número de vocaciones y así cambiando un poco el tema no sería necesario permitir que laicos sin consagrar distribuyeran la sagrada Eucaristía. Si se fomentase la oración en los seminarios todos fortalecerían su vida de fe y, satanás se encontraría a una distancia mucho mayor. 



Ha puesto mucho énfasis en el hecho de confiar en la Virgen María para que nos conduzca a Jesús ¿Nota alguna diferencia entre los sacerdotes marianos y aquellos que se han vuelto como usted dice modernos y han dejado de lado a la Virgen? 

María Simma: Ohh si, puedo distinguir a un sacerdote mariano con facilidad. Son mucho más gentiles, humildes, penitentes, cariñosos y protectores. En su humildad se hacen fuertes y con esta fortaleza sus frutos se vuelven mucho más claros que aquellos que se olvidan de María. 

Los sacerdotes marianos tienen también mucho menos problema con el celibato y apoyados en nuestra madre podría decirse que viven las enormes gracias que acompañan a este don. Nuestra Madre si le ayudamos aplasta la cabeza de satanás y no se trata de un mero simbolismo, es un hecho. Satanás huye de la Virgen y de los sacerdotes. Los sacerdotes marianos y el ejército mariano de laicos que lo rodean salvarán a la humanidad al final. Y esto ocurrirá al final con el triunfo del Inmaculado Corazón de María. 



Las Iglesias 

Cuándo las almas del purgatorio le advirtieron sobre la situación actual de la Iglesia ¿También le dijeron algo acerca de cómo se construyen las iglesias hoy en día? 

María Simma: Muchos de lo que asociamos con la iglesia moderna les molesta mucho. Las iglesias son solo para rezar y para encontrarse con Jesús y con María. Las almas del purgatorio dicen que en las iglesias no debería haber equipos sofisticados, ricas alfombras ni nada destinado a que sea todo más cómodo; ni recibidor lujoso 

Las iglesias están destinadas para que tú y Jesús os encontréis a solas. Los elementos meramente decorativos deberían desaparecer porque distraen las almas. Han mencionado que les horroriza gran parte del llamado arte moderno y la mayoría es realmente horrible sin mencionar que es históricamente incorrecto. Y también debería darse nuevamente a María un lugar importante. 

Pero más importante que nada es que los tabernáculos deben estar siempre en el centro, en el centro de la Iglesia y no apartado en un lateral o en otra capilla, únicamente en el centro. Los sacerdotes deberían volver a usar el púlpito, hacerles descender al nivel de la comunidad fue otro logro de satanás. Arriba en el púlpito ganan mucho más respeto, no deberían organizarse actos sociales en las iglesias, solamente los sagrados. Deberían estar presentes las imágenes de los santos al menos san José, el arcángel san Miguel y el santo por el cual se erigió la Iglesia. Ya he mencionado los reclinatorios para comulgar, todo esto que falta y todo esto que sea añadido en las últimas décadas en aras de la comodidad nos separa de Jesús y por lo tanto alegran mucho al diablo. 



Entonces las almas del purgatorio no están contentas con la llamada iglesia moderna 

María Simma: No es así, he visto varias iglesias modernas en donde todo estaba bien. 



Que me dice de las funciones sagradas que las iglesias modernas pueden haber olvidado 

María Simma: Si eso también, las almas del purgatorio me han dicho que echan de menos las procesiones que son como pequeñas peregrinaciones. Esas procesiones por nuestra Madre y por lo santos eran una parte integral de la vida espiritual de antes. En las procesiones el mundo entra en contacto con Jesús y sus santos así debería ser y no al revés cuando tantas y frecuentes veces llevamos el mundo a la casa de Jesús. Además en muchas partes del mundo los sacerdotes han dejado de bendecir a los hogares al menos una vez al año. Eso también debilita la fe y entibia el amor y el respeto que deben mantenerse siempre intacto entre sacerdotes y laicos. La pérdida de estas funciones sagradas hace que satanás sea plenamente feliz y le sea mucho más fácil a él y a sus demonios entrar a sus hogares. También se han olvidado en muchas partes del mundo de la devoción del primer sábado y debemos volver restituirlo. Necesitamos a los sacerdotes y ellos necesitan que les recordemos nuevamente sus deberes. 



Puede decirme como se celebra la Misa aquí en su iglesia y si las almas están contentas como se llevan las cosas aquí. 

María Simma: Si están satisfechas del modo como se celebra aquí. Nunca se quitaron los reclinatorios para comulgar y la sagrada comunión se ha dado solo en la boca. Nunca hay mujeres sobre el altar, eso incluye las lecturas y que solo haya monaguillos niños en el altar. Jesús presente en el tabernáculo se encuentra en el centro del presbiterio y las imágenes de nuestra Madre y de algunos santos ocupan un lugar principal. Los fieles pueden confesarse semanalmente y la gente lo aprovecha. También asisten con frecuencia a las adoraciones al Santísimo Sacramento y al rezo del Rosario.


ANEXO

BIOGRAFÍA DE MARÍA SIMMA.

María Ágata Simma, nació el 5 de febrero de 1915 en Sontag (Vorarlberg). Sontag esta situado al límite de Grosswalsertal, aproximadamente a 30 kms al este de Feidkirk en Austria. El padre de Maria Simma, José Antonio, era el hijo del propietario de la Posada del León, llamado tambien el José Antonio, y su abuela era Ana Pfisterer, de Sontag.

Durante años se ganó la vida como guardia, luego como campesino de su hermano Johann Simma, agricultor de Bregenz, donde conoció a Aloisa Rinderer, hija de un empleado del Ferrocarril, que Johann había tomado consigo como criada. José Antonio se caso con ella a pesar de la diferencia de edad de 18 años. Fueron a vivir en las cercanías de Sontag. Durante la primera guerra mundial fue cartero, peón caminero y jornalero. Con su esposa y sus ocho hijos se fueron a vivir a una vieja casa que le habían dado por medio de un buen anciano, Franz Bickel, artesano carpintero.

A causa de la gran pobreza de la familia, los hijos fueron jóvenes a trabajar para ganarse el pan: los muchachos como obreros y las muchachas como niñeras. Maria Simma fue, desde la juventud muy piadosa y frecuentó con asiduidad los cursos de instrucción religiosa, según datos de su sacerdote. Después de la escuela primaria partió para Svevia, mas tarde para Harv, Nenzing y Lauterach. Quería hacerse monja pero tres veces fue enviada a casa debido a su débil constitución física.

Su equipamiento para el convento lo había ya en parte mendigado y en parte ganado sin ayuda. Durante tres años estuvo al servicio de Feldkirch en la casa de San José. Después de haber salido de Gaissau volvió a casa de su padre y cuidó de la Iglesia. Desde la muerte de su padre, en 1947, vivió sola en la casa paterna. Para hacer frente a las necesidades trabajó en jardinería. Vivió así en la pobreza recibiendo la ayuda de personas caritativas.

Sus tres estancias en el convento la formaron e hicieron progresar espiritualmente, preparando así su apostolado en favor de las almas del purgatorio. Su vida espiritual está caracterizada por su filial amor a la Santa Virgen y el deseo de socorrer a las almas del purgatorio así como también de ayudar por todos los medios en las misiones.

Ella ha dado como voto a la Virgen, su virginidad y se ha consagrado a María, según San Luis Grignon de Montfort, a favor sobre todo de los difuntos. También se ofreció a Dios, haciendo votos como "Víctima", Víctima de Amor y de Expiación.

Maria Simma parece haber encontrado la vocación que Dios le ha asignado: ayudar a las almas del purgatorio con la oración, el sufrimiento expiatorio y el apostolado. Desde la época del nazismo ayudó a preparar a los niños para la confesión, el catecismo y la primera comunión, dándoles instrucción religiosa complementaria y demostrando con ésto haber adquirido un verdadero talento y un gran "saber hacer".
(digilander.libero.it)




¿POR QUÉ UN SACERDOTE DEBE SER FIEL?


Caso Linero

Imagen Referencial. Foto: Crédito: Unsplash / Josh Applegate (Domino Público)

La clara reflexión de Fray Nelson


En medio de la polémica por la renuncia al sacerdocio anunciada por Alberto Linero, el sacerdote dominico Nelson Medina escribió una meditación sobre la importancia de la fidelidad de los presbíteros en la Iglesia Católica.

Frente a quienes defienden a Linero por tomar una decisión que consideran personal, Fray Nelson precisó que “la ordenación sacerdotal no es un asunto ‘privado’ que se limite al interior de una persona”.

“La Iglesia entera se empeña, se entrega, ora y hace sacrificios por aquellos varones en quienes espera ver algo del rostro de su Amado. ¿No cuenta eso?”.

Por eso, añadió, “dar la espalda al ministerio no es un asunto individual que se resuelva o discierna simplemente en ‘cómo me estoy sintiendo YO...’ ¿No importan acaso los gemidos de los que se ven confundidos y abandonados? ¿No importa la Iglesia y su larga fila de menesterosos?”, cuestionó.

Alberto Linero, conocido por su presencia en televisión, radio y redes sociales en Colombia, anunció el 5 de septiembre a través de los medios de comunicación que abandonaría el sacerdocio.

“He sido realmente pleno, pero hoy he querido –y entiendo– que quiero vivir la vida de otra manera. Hacer otras cosas en mi vida personal”, aseguró Linero.

“Me mamé de cosas mías, de soledades, de cosas que no entiendo, me cansé y punto”, añadió.

El anuncio de Linero obtuvo reacciones mixtas, con críticas pero también elogios y llamados a “no juzgar” su caso.

En su meditación, Fray Nelson Medina precisó que es consciente que los misterios propios del sacerdocio “rebasan nuestra naturaleza, pero no como exigencia exterior y opresiva, sino como llamarada de amor agradecido, como torrente encajonado que solo descansa dándose por Cristo y en Cristo”.

“No se equivoca la gente cuando espera tanto de nosotros. Hermano sacerdote: cuidado con aquel o aquella que quiere disminuir el don. Ese o esa no te ama bien, aunque sea amable y dulce contigo. Bien te ama quien te ayuda a ser lo que fuiste el día de tu ordenación”, concluyó.

A continuación, el texto completo de la “Meditación sobre la fidelidad sacerdotal” de Fray Nelson Medina:

La ordenación sacerdotal no es un asunto "privado" que se limite al interior de una persona. La Iglesia entera se empeña, se entrega, ora y hace sacrificios por aquellos varones en quienes espera ver algo del rostro de su Amado. ¿No cuenta eso?

Por eso, dar la espalda al ministerio no es un asunto individual que se resuelva o discierna simplemente en "cómo me estoy sintiendo YO..." ¿No importan acaso los gemidos de los que se ven confundidos y abandonados? ¿No importa la Iglesia y su larga fila de menesterosos?


San Pablo resume así la vida y obra de Cristo: "Él amó a la Iglesia, y se entregó por Ella..." (Efesios 5,25). Los fieles esperan eso de nosotros, los sacerdotes: que nuestra pasión, nuestra compañía, nuestra tarea cotidiana y descanso bendito estén en Ella.

El amor de Cristo por su Amada se hace visible en cada eucaristía, cuando el rostro de un humano se transfigura y deja ver un destello del "más hermoso de los hombres, en cuyos labios se derrama la gracia" (Salmo 45,2) ¡Los fieles TIENEN DERECHO de ver eso!

Yo sé muy bien que estos misterios, los propios del sacramento del Orden, rebasan nuestra naturaleza, pero no como exigencia exterior y opresiva, sino como llamarada de amor agradecido, como torrente encajonado que solo descansa dándose por Cristo y en Cristo.

Y por eso, porque el misterio de nuestra ordenación nos supera, entonces es verdad que a nosotros sacerdotes, más que a nadie, nos competen la fe, la humildad, la oración continua, la prudencia sobrenatural, y el recurso frecuente al sacramento de la confesión.

No se equivoca la gente cuando espera tanto de nosotros. Hermano sacerdote: cuidado con aquel o aquella que quiere disminuir el don. Ese o esa no te ama bien, aunque sea amable y dulce contigo. Bien te ama quien te ayuda a ser lo que fuiste el día de tu ordenación.

Fr. Nelson Medina, O.P.

PROMESAS DE JESÚS A LOS QUE NO RECIBAN LA SAGRADA COMUNIÓN EN LA MANO




MENSAJE A CATALINA RIVAS

Jesús promete a quienes no recibamos la Sagrada Comunión en la mano lo siguiente a través de la vidente Catalina Rivas, quien está siendo estudiada y este escrito ya tiene imprimatur como se ve al final del mismo:

1.- A quienes no reciban en su mano Mi Propio Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, Yo Prometo colmarles de Mis Bendiciones en sus manos, corazón, alma y en todo su ser.

2.- Les prometo muchísimas más gracias en la vida terrena, y las consiguientes mayores garantías de salvación y aumento de Gloria esencial y accidental, por todo su vivir eterno Conmigo en el Cielo.

3.- Me sentirán en la Comunión tan en todo su ser y con tantísima plenitud, que se les quite el deseo natural de tocarme.

4.- Si así obran, recibirán grandes gracias Mías y grandes beneficios para toda su casa.

5.- Prometo a quienes debidamente hagan lo que más deseo, especial poder en sus manos contra los enemigos del alma; y a muchos daré dones de curación.

6.- Yo prometo que si así hacen con perseverancia, llegarán en todo con mayor intensidad, a buscar sólo Mi mayor Honra y Gloria, y Yo los ensalzare especialmente, toda la eternidad.

7.- Concederé, a los que por amor a cumplir todos mis designios, no Me reciben en la mano, por mayor adoración, humildad y santo respeto, el don de discernimiento de espíritus con mayor intensidad.

8.- Sus nombres estarán escritos especialmente en Mi Corazón, sí, por darme mayor gusto, comulgan en la boca y no en la mano.

9.- Prometo que les aumentaré todas las virtudes, como recompensa a esa mayor humildad que supone el nunca creer limpias sus propias manos para tocarme.

10.- Prometo que propagarán fielmente Mi Doctrina, y vencerán con más facilidad toda clase de tentaciones.

11.- No distanciarán de Mí, a las almas, los que Me reciban en la boca y no en la mano, si lo hacen con la debida reverencia, y viven así durante cada uno de los días de su vida.

12.- Prometo que no tendrán la puerta cerrada para Mi Amor los que, por afecto a Mi gusto, Me den consuelo recibiéndome siempre en la boca y nunca en la mano.

13.- Si así perseveran por agradarme más, comulgando en la boca, les prometo llegarán a obrar sólo por Mí Corazón, con Mi Corazón, en Mi Corazón, para Mi Divino Corazón.

14.- Prometo a los que así Me honren, ser muy intensa y complacidamente oídos por Mi Corazón.

15.- Si en esto tan importante para Mí, Me dan el mayor gusto, gustarán siempre, por Mi Amor, el seguir Mis Divinas mociones, y Yo los recrearé especialmente, como prueba de Mi complacencia en el hecho de que comulguen siempre en la boca y nunca en la mano.

16.- Estos, harán siempre mucho mayor bien a las almas; en cambio, los que insistan en tomarme, en la mano, estarán endurecidos en muchas cosas hacia Mi Voluntad, y oscurecidos sobre Mi Propio gusto, Mi Propia Predicación y Mi Propio Magisterio.

17.- Todo lo contrario a quienes tiemblen en sus manos y no toquen la Sagrada Forma Consagrada, se preparen especialmente en todo su ser, a la hora de recibirme en comunión, Me pidan que Sea Yo Sólo y nada ellos: Prometo la gracia de llegar en breve a altísima perfección cristiana, buscarán Mi Rostro con más amor, se olvidarán más fácilmente de si mismos, tendrán siempre Mi Corazón consolado por este gesto, recibirán mayores luces celestiales y tendrán mayor alegría de Mi Corazón por los siglos de los siglos.


Prometo a quienes difundan estas promesas

1.- El don del conocimiento de los corazones.

2.- Alcanzarán gloria excelsa en el Cielo.

3.- Tendrán larga vida espiritual, aunque no siempre material, pero en pocos años, como si hubieran vivido muchísimos años de santidad.

4.- Daré grandes bendiciones a su familia.

5.- Cuanto más los difundan, más me derramaré en ellos.

6.- Les haré sentirme de modo inefable, en una plenitud creciente.

7.- No les permitiré las empresas que acometan, si no son de mi agrado.

8.- Pondré en su senda Luz suficientísima para que con Mi sobre abundante asistencia, eviten el mal y hagan no solo lo bueno, sino lo que más Me agrada.

9.- Les daré aun mayores gracias, incontables si las difunden con fervor: consideren gran omisión no dar a conocer Mis Promesas.’

“No son ni 10 ni 20 los verdugos que destrozan Mi Cuerpo, son muchísimas las manos que lastiman Mi Cuerpo recibiendo la Comunión en la mano; el trabajo sacrílego de Satanás.

“Prometo a quien ore por Mis sacerdotes la remisión de toda pena temporal debida, no habrá purgatorio para quien se aflige a causa de los sacerdotes tibios sino paraíso inmediato después de su último aliento.”

“Mientras el hombre cuente con un instante de vida aun tiene tiempo de recurrir a la Misericordia e implorar perdón... Oigan bien, si les queda un segundo de vida, aprovéchenlo, porque en él pueden ganar la vida eterna.”

"HIJA MÍA COMO TE DUELE LA COMUNIÓN EN LA MANO....

LA COMUNIÓN EN LA MANO NO ES OBRA MÍA, DIOS NO QUIERE ESTO EN SU IGLESIA. EL PAPA DA EJEMPLO Y ( DE) LOS OBISPOS NADIE HACE CASO.

OS SANTIFICÁIS CUANDO ME RECIBÍS EN LA BOCA Y ME ADORÁIS. HACED ESTO; EL HOMBRE NO DEBE TOCAR A SU DIOS. SATANÁS SE RIE DE ESTO..DE PROFANAR LO SANTO....EL MISMO DIOS PASANDO DE MANO EN MANO HIJA MÍA...

PRONTO HARÉ JUSTICIA Y AY DE LOS QUE COMULGAN EN LA MANO. CUANTO SUFRIRÁN POR ELLO HIJA MÍA, PORQUE NO ADORARON, PORQUE PROFANARON A SU DIOS, QUE SE LES DABA COMO ALIMENTO PARA SUS ALMAS. VIDA MIA, BENDIGO Y TE BENDIGO A LOS QUE COMULGÁIS EN LA BOCA, A LOS QUE CONFESÁIS VUESTROS PECADOS, A LOS QUE OS SACRIFICÁIS POR MI Y POR VUESTROS HERMANOS.

LUCHAD POR DIFUNDIR LAS PROMESAS DE LA COMUNIÓN, LUCHAD POR MI HIJA MÍA, VUESTRA RECOMPENSA SERA GRANDE EN EL REINO DE LOS CIELOS. YO OS BENDIGO. TE AMO HIJA MÍA." 

PROMESAS DE JESÚS A QUIEN NO RECIBA LA COMUNIÓN EN LA MANO.

LA ADORACIÓN A DIOS ES RECIBIRLO DE RODILLAS


(Jesús en “ La Pasión ”, dictada a Catalina Rivas, vidente estigmatizada. Imprimátur: Mos. René Fernández, Arzobispo de Cochabamba. Bolivia)


Recuperemos el sentido de la Eucaristía, y recibamos a Cristo como se merece: de rodillas y en la boca.

FUENTE: guiadevidaycoaching.com

CONFIDENCIAS DE JESÚS A UN SACERDOTE. Monseñor Ottavio Michelini

ÁRIDO DESIERTO


Hijo mío  ¡qué vuelco de situación en mi Iglesia!  No se reza o se reza mal, es una oración material.

Por esto no hay más vocaciones.  Cómo podría Yo suscitar vocaciones para hacer de ellos no sacerdotes, sino servidores de Satanás, porque ésta es la realidad; muchos sacerdotes en vez de ser mis ministros se han puesto al servicio del Demonio.

Mis verdaderos sacerdotes saben bien que a la oración se le debe dedicar un tiempo considerable; es solamente con la oración y con el sufrimiento, hoy aborrecido, con lo que el sacerdote se vuelve fuerte por la misma fortaleza Mía.
El sacerdote que quiero Yo, vive de la fe.  Es imposible que un sacerdote no sea el hombre de la fe.

¿Pero crees tú que tuviesen fe los que me han abandonado para correr tras los fatuos placeres del mundo?  ¿Crees tú que tienen una gran fe todos los que han quedado?  No, por desgracia...  ¡Qué horrorosa aflicción, qué árido desierto ha creado el Enemigo en mi Iglesia!

El sacerdote que Yo quiero, el sacerdote de la Iglesia purificada para una nueva vida, debe tener en sí, también el fuego del amor.  ¿No he venido a la tierra para encender el fuego y qué quiero sino que el fuego arda y se inflame hasta crear un gran incendio?  Sin embargo los corazones de algunos pastores y de muchos sacerdotes están hinchados de soberbia y por lo tanto de egoísmo.

El verdadero sacerdote me anhela día y noche a Mí, como el ciervo sediento anhela aguas frescas y limpias.  No, hijo mío, desean el coche, sueñan con el matrimonio, aman los salones, los lugares públicos, algunos incluso los cafés, aman las películas hasta inmorales, se pegan a la televisión.

Algunos tienen corazón para todas las vanidades y comodidades, menos para su Dios.  En vez de  ¡Dios sobre todas las cosas!  ¡Todas las cosas sobre Dios!...



NO TIENEN EL VALOR


¿Y los Obispos?  Algunos de ellos duermen.  Si saben, no tienen el valor de echar mano a la segur, y entonces buscan nuevos medios, nuevos caminos. Nuevos caminos no existen, como tampoco existen otros medios fuera de los indicados por Mí, frutos de mi Redención.

Los Obispos, en nombre de la prudencia, continúan cometiendo imprudencias.  ¡Cuántas han cometido, con daño gravísimo para las almas y para la Iglesia a la que han sido llamados a presidir!

En nombre de la prudencia duermen porque, en muchos casos, son los miedosos que fingen un amor y un cuidado que no tienen, y una paternidad que, en no pocos casos, no es sincera.

Hay quien obra por cálculo; pero el amor no hace cálculos, el amor marcha en otra dirección, el amor todo lo supera, todo lo vence  no se pierde en tonterías.  El amor es fuego que arde, que quema, que no se detiene.

Lean bien a San Pablo sobre este punto y muchos de ellos deberán admitir que marchan por un camino opuesto, o casi, al indicado por el Apóstol.

Te he dicho, en mensajes anteriores, que Yo quiero a mis sacerdotes santos; ahora te he especificado mejor lo que el sacerdote debe y lo que no debe ser para llegar a ser santo. Te bendigo, hijo mío.  Reza y sufre por la conversión de los sacerdotes.






COMUNIÓN DE RODILLAS Y EN LA BOCA





EXPERIENCIA PERSONAL

Hace algunas semanas el Señor me concedió asistir a Misa de domingo en la Basílica del Pilar (España), agradezco a nuestro Señor esta inmensa gracia pues esta Santa Misa es celebrada con un órgano inmenso y precioso y un coro sublime, sin ministros extraordinarios y lo más grandioso, ¡ todos nos arrodillábamos en la escalinata del altar a recibir en la boca la Sagrada Hostia de las manos consagradas del sacerdote!

Solo lloraba de agradecimiento y alegría pues desde mi juventud ya no se han usado mas los reclinatorios para recibir la Hostia.

Por obediencia y amor a Dios los sacerdotes deberían colocar uno o dos reclinatorios para todos los que como yo deseamos recibirlo de rodillas. 

Miren nada más los consejos de los santos, de los videntes, de las apariciones de la Virgen María en donde lo pide; tomen como un ejemplo claro el milagro Eucarístico de San Antonio de Padua y la mula que se arrodilló. En los exorcismos del padre Arnold Renz, publicados en "Advertencias del más allá a la Iglesia Contemporánea" los demonios dicen que es obra de ellos el que se hayan quitado los confesionarios y reclinatorios de las iglesias. ¿Entonces somos de Dios o de Satanás?

Estimados sacerdotes recordemos que al que más se le da se le exigirá mas, a nuestro Creador debemos darle amor, gloria, agradecimiento y adoración.


LEGADO DE CONCHITA CABRERA DE ARMIDA: DAR SU VIDA POR LA IGLESIA Y LA SALVACIÓN DEL MUNDO



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“El punto central de la mística de María Concepción Cabrera Arias de Armída, fue su amor apasionado por Jesús y su deseo de darlo a conocer a todos los pueblos”, así se refería de ella el Card. Giovanni Angelo Becciu, Prefecto de la Congregación para las causas de los Santos, sobre las virtudes cristianas de la nueva beata mexicana



El sábado tuvo lugar la ceremonia de Beatificación en la Ciudad de México en la Basílica de Guadalupe, presidida por el Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, y el cardenal Carlos Aguiar Retes, Primado de México. Y a la misma hora en la periferia romana en la parroquia de Santa Bárbara se celebró también una misa para vivir en contemporánea esta celebración de Beatificación.


SU HISTORIA

La voluntad del Padre de salvar a todos los hombres encuentra expresión en la Encarnación, en Misterio Pascual, en el don del Espíritu Santo y en el sacerdocio común de los fieles.

Aceptar la cruz en la vida, asumiéndola como una oportunidad de participar con la propia vida en la obra salvador de Jesús, uniéndose a Él como una ofrenda total desde las penalidades de la vida ordinaria, siguiendo a Cristo sacerdote, quien nos comunica su sacerdocio desde el sacramento del bautismo, es el fundamento de la espiritualidad de la cruz.

Hacer vida esta espiritualidad fue un proceso que se fue develando en Concepción Cabrera de Armida, la nueva beata mexicana, quien fue profundizando en su vida, el misterio redentor de Jesús, víctima, pero también sacerdote, un misterio que se nos transmite por el don del Espíritu Santo.

Concepción Cabrera de Armida, Conchita, como se le conocía, nació en San Luis Potosí, el 8 de diciembre de 1862. Sus padres fueron Octaviano Cabrera Lacavex y Clara Arias de Cabrera. Fue parte de una familia que constaba de 12 miembros.

Su vida se desarrolló dentro del común denominador de su época y aunque vivió la vida normal de una joven de su tiempo, empezó a sentirse impulsada a una mística espiritualidad, que muchas veces las banales pretenciones de su ambiente creaban un conflicto interno en ella.

Desde muy temprana edad, conoció a quien sería el amor de su vida, Francisco Armida García, originario de Monterrey, con quien contrajo matrimonio a la edad de 22 años. Después de una vida dedicada a su familia, le llegó el sufrimiento al perder a su esposo, cuando solo tenían 15 años de casados.

Sin desfallecer ante la realidad de las penalidades afrontadas, pues después perdería a tres de sus hijos, aún siendo joven, se dedicó a la tarea de sacar adelante a su familia.

Cuando todavía vivía su esposo, Conchita había asistido a un retiro espiritual y ahí sintió el impulso de dedicarse a la salvación de las almas, asumiéndolo como una tarea para su vida y decidida se lanzó a realizar esta misión.

El ser esposa y madre no la alejó de la vida espiritual. Un día estando en ejercicios espirituales escuchó, claramente y sin dudarlo, una voz que le decía: Tu misión es salvar almas. Todo su anhelo era pertenecer al Señor. Grabó en su pecho el Santísimo nombre de Jesús, un sentimiento nuevo y grande le hizo exclamar: “Jesús, salvador de los hombres, sálvalos”.


Entregada a Dios y a su familia

De sus nueve hijos, una, Concha, fue religiosa de la Cruz del Sagrado Corazón, congregación que ella fundó, y un hijo, Manuel fue jesuita. El cuidado de ellos ocupó la mayor parte de su vida y desde entonces comenzó para ella otra vida espiritual, llena de gracias y favores. Sus días eran del Señor, de su familia y de sus obligaciones. Tras la muerte de su esposo, lejos de quedarse hundida en la depresión sacó adelante los hijos, haciendo todo lo que estaba en sus manos, para poder superar los efectos de la crisis económica en la que se encontraban. Aprendió a confiar en Dios, dejándose hacer y deshacer por el Espíritu Santo, siguiendo el ejemplo de la Santísima Virgen María. Nunca se dejó vencer por el miedo o el desaliento.


Inspiradora de las Obras de la Cruz

Conchita fue la inspiradora de las cinco obras de la Cruz: Apostolado de la Cruz (1894), Religiosas de la Cruz del Sagrado Corazón de Jesús (1897), Alianza de Amor (1909), Fraternidad de Cristo Sacerdote (1912) y Misioneros del Espíritu Santo (1914). Al cabo de un tiempo Conchita perdió también a sus hijos, comenzó para ella la soledad y con ella la última etapa de su vida. Tenía a Dios que no la dejaría sola jamás. Sus directores espirituales le ordenaron que escribiera todas las comunicaciones que recibiera de parte de Dios. Así fue como escribió varios libros. La fecundidad de Conchita se prolongó, no sólo en su familia de sangre y en sus escritos, sino también en su familia espiritual. De su espíritu viven las cinco Obras de la Cruz, nueve Congregaciones Religiosas y Movimientos de Pastoral.

Concepción Cabrera de Armida, murió en la ciudad de México el 3 de marzo de 1937, con fama de santidad. En 1959 se inició el proceso de Beatificación en Roma, Fue declarada Venerable por el Papa San Juan Pablo II el 20 de diciembre de 1999. Para el estudio del Milagro, las pruebas fueron estudiadas en la diócesis de Monterrey del 11 de marzo de 2011 al 14 de mayo de 2015.


El Milagro por el cual es Beata

El Congreso de los médicos en Roma fue el 23 de noviembre de 2017 donde se aprobó una curación inexplicable.

En la tarde del 22 de mayo de 2008, el Sr. Jorge Treviño por la oración hecha al Señor por intercesión de Conchita, fue curado de manera inexplicable de una parálisis general que tenía, que no lo dejaba moverse, caminar, etc… de estar paralizado, prácticamente al día siguiente salió caminando del hospital de San José, en Monterrey, N.L.

El 1º de marzo de 2018, el Congreso de los teólogos de la Congregación de las causas, aprobaron que el milagro fue por intercesión de al Venerable Sierva de Dios y en el Congreso Ordinario de los Cardenales y obispos del día 5 de junio de 2018, aprobaron lo dicho anteriormente y lo presentaron al Papa para la promulgación del decreto que habla de tal milagro. Tal decreto ha sido emitido el día 8 de junio de 2018, Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús. Todavía no se ha concretado la fecha exacta de la Beatificación, que será celebrada en la Ciudad de México el año próximo.


FUENTE: noroeste.com.mx / vaticannews.va 


LA EXTRAÑA CONDUCTA DE LOS ANIMALES DURANTE LAS APARICIONES DEMEDJUGORJE


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¿Los animales hacen silencio cuando la Virgen se aparece?: Si

Es uno de los fenómenos más fascinantes que se experimenta en Medjugorje.
Y que ha sido reportado muchas veces.


Este hecho ha sido reportado por personas tan diversas como miembros del equipo de baloncesto de Notre Dame, incluyendo jugadores que no eran católicos.
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También un neurofisiólogo italiano ateo que examinó científicamente las apariciones de los videntes y simples peregrinos.

Esto además nos trae a la mente un artículo que hemos publicado y que recomendamos leer: Investigación concluye que los Videntes de Medjugorje se Comunican con Algo Externo [cuando reciben mensajes]

El diácono Brian Miller explicó, en una Conferencia Mariana de 2016 de la Universidad de Notre Dame, en mayo, que en los años 80 el equipo de baloncesto de Notre Dame fue a Yugoslavia para una gira de verano a jugar al baloncesto.

E hicieron un viaje a Medjugorje con el entrenador Digger Phelps, que pasó 20 años como entrenador (1971-1991) del equipo de baloncesto de Notre Dame y después fue muchos años locutor de ESPN y analista.

David Rivers, que era estrella en el equipo, compartió un testimonio sobre el viaje a Medjugorje en la biblioteca de Notre Dame.

Rivers es digno de mención porque ni siquiera era católico.

“Dijo que fue impresionante” según el diácono Miller. “Estaban todas estas aves afuera [en Medjugorje, cuando las apariciones estaba para comenzar]”.

En ese momento, los videntes tenían sus apariciones en la rectoría de la Iglesia de Santiago Apóstol, y durante el día el equipo de baloncesto estaba allí,
“Había miles de aves afuera, haciendo ruido y entonces tan pronto como llegó la Virgen, ‘boom’, se quedaron calladas hasta que se fue”, dijo el diácono Miller recordando el testimonio de Rivers.

Otro caso similar es el del Dr. Marco Margnelli, neurofisiólogo italiano, quien tuvo una experiencia similar.

El Dr. Margnelli, un ardiente ateo, solía viajar a varios lugares tratando de refutar las reclamaciones de los fenómenos místicos.

Viaja por ejemplo a San Giovanni Rotondo en 1987,tratando de refutar los estigmas del Padre Pío y fue a Medjugorje en 1988, esperando probar que las experiencias de los videntes eran falsas, según él mismo admitió.

El autor y periodista Randall Sullivan registró el eventoen su libro El detective del milagro: Una investigación de Visiones Santas.

El Dr. Margnelli experimentó diversas apariciones en Medjugorje que sacudieron sus creencias. Se encontró con una mujer que fue milagrosamente curada de leucemia.

Y estudió las apariciones de los videntes llegando a la conclusión de que entran en un genuino estado de éxtasis, y admitió que “estamos ciertamente en presencia de un fenómeno extraordinario”

¿Qué le movió a este cambio de posición? El comportamiento de las aves.

Antes que las apariciones de los videntes comenzaran en la rectoría, había miles de pájaros piando y arrullando afuera, siendo increíblemente ensordecedor el ruido.
Pero eso era hasta que las apariciones comenzaran.
.
En el segundo que los videntes caían de rodillas y entraban en éxtasis cada pájaro se ponía completamente en silencio.

Ese silencio absoluto de los pájaros persiguió su cabeza, admitió el Dr. Margnelli.

Unas pocas semanas después de regresar a Italia desde Medjugorje, el Dr. Margnelli se convirtió en un católico practicante.

Phyllis María de León, una peregrina a Medjugorje en el 2011 da un testimonio similar en Rosas para la Gospa.

“La santidad que se respira al momento de llegar a Medgujorje es indescriptible, estuve hace 2 años en una peregrinación, de la cual salimos de Montevideo, Uruguay.
Presencié una conferencia de la vidente Mirjana muy temprano donde se encuentra la cruz azul.
.
Habían más de 100.000 personas, el cielo estaba limpio a eso de las 8 am. comenzaron a aparecer en el cielo unas pocas nubes y quedó una sola nube.
.
Fue tan impresionante que los pájaros dejaron de trinar, mi amada mamita le estaba impartiendo un mensaje a la Sra. Mirjana.

Mientras duraba el mensaje, el silencio que reinaba, nunca en mi vida lo vi, todo quedó suspendido, todo estaba con una quietud y por sobre todas las cosas para decir, era la paz, que allí reinaba, fue maravilloso.

Sucedió lo mismo con otras conferencias de la otra vidente Ivanka…”



“Este fin de semana, le decía a unos amigos de mi experiencia con los animales en Medjugorje“, escribió un corresponsal del famoso lugar de las apariciones, que es objeto de estudio del Vaticano.

“Estaba rezando las estaciones mientras subía la montaña de la Cruz.

Había sólo una otra persona ascendiendo por delante de mí.

El valle estaba tranquilo después de varios días de lluvia.

Podía escuchar las oraciones que se dicen en la iglesia en la preparación para la aparición (octubre de 1998).

En el momento de la aparición, di un paso más hacia un lado para mirar hacia abajo en el valle.
Y en ese mismo instante que terminó, toda criatura en el valle volvió a la vida.
.
Las aves tomaron vuelo, el perros empezaron a ladrar, las ovejas y todos los animales levantaron sus voces en una ruidosa cacofonía.


¡Fue increíble! entonces supe que lo que estaba sucediendo en Medjugorje era de Dios, porque toda su creación estaba gritando en reverencia a la presencia misma de la Reina del Cielo.

Nunca he olvidado ese momento especial”.



“Observé que los pájaros cantaban durante todo el día” dijo Joe Kleczka a un boletín de noticias.

“Recuerdo una noche caminando de regreso a nuestra casa, después de la Adoración de la Cruz en la Iglesia de Santiago, a las 10:00 de la tarde, los pájaros cantaban.

Una noche me desperté a las 1:30 AM y salí al balcón para tomar el aire y oí el canto de los pájaros.

Pero las aves dejan de piar al unísono cuando la Virgen aparecería a los videntes y empezaban a piar de nuevo al unísono cuando se fue.

Me acuerdo diciendo a mí mismo que tipo de aves son éstos. Pensé que puede ser una raza especial de aves de Yugoslavia”.

“Otra cosa que observé en el paseo hasta Monte de las Apariciones eran las cabras que nos recibieron en la parte inferior de la colina y nos llevaron a la cruz en la parte superior de la colina. 

Yo pensaba para mí que estas cabras están probablemente acostumbradas a que la gente les da de comer y es por eso que están haciendo esto.
Pero cuando llegamos a la cima y todos se arrodillaron para rezar el Rosario ¡también lo hicieron las cabras! 

Después del rosario las cabras se levantaron y bajaron de la colina”.

“Lo contrario parece ser cierto de los lugares malignos. He estado en Auschwitz dos veces y tengo que decir, que estaba muy tranquilo. Fue muy misterioso”, dijo un blogger.

Aquí hay un video de estas historias en la Conferencia Mariana de 2016 de la Universidad de Notre Dame:

Coincidentemente este poder sobre los animales se ha registrado en otras apariciones.



PODER SOBRE LOS ANIMALES EN LA APARICIÓN DE MARÍA EN LA MONTAÑA SANTA DE PUERTO RICO

En el libro del Padre Jaime Reyes sobre la curiosa supuesta aparición de la Virgen María, bajo la apariencia de Elenita de Jesús, se menciona que ella tenía un gran poder sobre los animales.

Nuestro artículo sobre esta aparición puede leerse aquí.

El Padre Reyes informa sobre la relación especial de Elenita con los animales.

“Uno de los acontecimientos que más estremeció a los discípulos de Elenita en cuanto al poder que ella manifestaba fue la fiesta que celebró a perros y a gatos en el 1907…

Ella había pedido a sus discípulos que trajesen los perros y los gatos que tuviesen en sus casas.

Ese jueves según José Rodríguez Rodríguez, se llenó la Montaña de gente y de esos animales, tal vez uno de los momentos más concurridos durante la estadía de Elenita antes del 29 de septiembre de 1909.

Rosa Nieves, madre de María del Valle, contaba que para esta fiesta se usaron petacas para servir la comida y cucharitas recortadas de yagua.
Se sirvió la comida primero a los animales, que fue carne y arroz, y a la gente en segundo lugar, arroz con yautía.

Cuando Elenita dio la orden, todos soltaron a los perros y gatos, teniendo el fuerte presentimiento que se iba a formar la pelea del siglo.

Pero para asombro de todos, los perros comieron junto a los gatos sin pelearse (Dominga Martínez, testigo).

Ese día la prédica giró sobre la caridad fraterna, sobre la vida de paz y de unión que debe imperar entre los hombres, y sobre el trato que se debe dar a los animales domésticos…
Después de haber comido, Elenita dio la orden a los animales para que regresaran solos a sus casas y así lo hicieron por sí mismos.

Cuenta Francisca Figueroa Cáceres que Victoriano Moyet tenía un perro que mataba los gatos, pero que desde que se llevó a la Montaña dejó de matarlos, y Victoriano creyó en Dios y en Elenita.”

Pero además agrega algo coincidente con el silencio de los animales cuando comienzan las apariciones en Medjugorje.
“Elenita acostumbraba predicar como a las seis de la tarde y para tener el mayor silencio posible mandaba callar a los coquíes [ranas], los cuales obedecían inmediatamente (Rafaela González Lebrón, hija de testigos).

Otra hija de testigos, Pilar Rodríguez, relata cómo los pajaritos callaban al mandato de Elenita para empezar a predicar…

Y además finaliza el apartado mencionando otra experiencia sobrenatural con los animales.

“En una ocasión en que Hermenegildo Rivera estaba presente, éste observó que, mientras Elenita predicaba, una palomita blanca se posó sobre el hombro derecho de ella, y ella comenzó a acariciarla con su mano.
Pero, como por arte de magia, Hermenegildo vio cuando la paloma desapareció sin haber volado.

Este hecho fue atestiguado también por Joaquín Crespo, Juan Camacho y otros testigos más”.

También hemos escrito otro artículo que investiga la relación de obediencia que lograron varios santos sobre los animales.

En él se trata los casos de San Juan Bosco, San Francisco de Asís, San José de Cupertino y el Padre Pablo de Moll.



¿LA VIRGEN SE COMUNICA TAMBIÉN CON LOS ANIMALES EN LOS MENSAJES?

¿Cómo saben los animales que la Virgen María se ha hecho presente a los ojos de los videntes de Medjugorje cuando el resto de los seres humanos no la ven ni la sienten?
Se ve que hay un sentido de los animales que pueden captar esa presencia, de la misma forma que pueden captar los indicios de terremotos o de tormentas.

Y esto podría funcionar de la misma manera en que los animales captan la presencia de Jesucristo en la hostia consagrada.

Hay varios casos en los que se ha visto a los animales arrodillados frente al Santísimo Sacramento.

Y también está el famoso caso en que San Francisco de Asís predicaba a los animales sobre Dios y estos atendían sin hacer un sólo ruido ni moverse.

Quizás también el mensaje que está dando la Santísima Virgen sea para ellos. Esto es mera hipótesis.
Quizás la virgen se comunica en otro lenguaje paralelo a los animales.

Esto no es extraño, porque vemos que ha sucedido cuando el Espíritu Santo se derramó sobre los apóstoles en Jerusalén y todos comprendían la lengua del otro y podían hablar entre ellos.

Todo esto es posible solamente con la intervención divina.


FUENTE: forosdelavirgen.org

BEATA CONCEPCIÓN CABRERA DE ARMIDA




Su beatificación fue un proceso muy largo, pues contempló el estudio de sus obras. Conchita Cabrera escribió cuarenta y dos libros publicados uno de los cuales se llama "Ante el Altar" y tiene más de 1 millón de ejemplares, incluso el Papa Pio XII tenía uno en su escritorio, y muy cerca de este, rezaba. Tiene 5 mil cartas dirigidas a personas para encaminarlas a ser solidarias y a ser santas. La "Encarnación Mística" tomó más de diez años y su diario espiritual abarca sesenta y seis pequeños volúmenes que abarcan 44 años de diario. 

Aquí en nuestro blog "Sacerdote Eterno" hemos venido publicando cada capítulo de su libro "A mis sacerdotes" que son mensajes dictados directamente por nuestro Señor para los sacerdotes.


Anexo

La historia de Concepción Cabrera



DOCUMENTACIÓN ACERCA DEL INFIERNO - El sufrimiento con amor


MARÍA SIMMA Y LAS BENDITAS ALMAS DEL PURGATORIO 

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María Simma era una anciana mujer que vivió hasta el diá de San José del año 2004 en las montañas de Sonntag (Austria). De origen campesino, desde su niñez reza mucho por las almas del Purgatorio. Cuando tenía 25 años fue favorecida por un carisma muy particular en la Iglesia, muy raro también, el carisma de ser visitada por las almas del Purgatorio. La primera vez que fue visitada por un alma del Purgatorio fue en 1940. Una noche, alrededor de las 3 de la madrugada, oyó que alguien entraba en su habitación. Vio a un hombre pero no pudo agarrarlo, atrapó aire. Ella lo contó a su director espiritual, el cual le dijo que le preguntara lo que quería. A la noche siguiente, el hombre regresó, reconoció que era definitivamente el mismo.

Ella le preguntó:

-"¿Qué quiere usted de mí?".

El respondió:

-"Mande celebrar tres Misas por mí y seré liberado".

Entendió que se trataba de un alma del Purgatorio. Su padre espiritual se lo confirmó y le aconsejó que nunca las rechazara, sino que aceptara con generosidad cualquier cosa que pidieran de ella. Las visitas continuaron. María relata que la mayoría pide que se celebren Misas por ellas y que esté presente en ellas; también piden que se rece el Rosario y el Via Crucis.

María Simma tuvo desde niña un especial interés por las almas del Purgatorio, y fue esa la misión que Dios le dio para esta vida cuando tuvo la edad de 25 años. Adecuadamente asistida por su confesor y director espiritual, y bajo el cercano seguimiento del Obispo del lugar, María vive una vida donde la Presencia sobrenatural se vuelve cotidiana. Las almas se presentan a ella buscando ayuda, y también dando testimonio de sus sufrimientos, su vida en la tierra y su deseo profundo de llegar cuanto antes a estar en la Presencia de Dios en forma definitiva. 

Los conocimientos que las almas del Purgatorio le refieren son una hermosa y fuerte confirmación de toda la Doctrina sobre la que se funda la Iglesia Católica, y una invitación a todos nosotros a vivir una activa y sincera práctica de los sacramentos. Pero, por sobre todo, María Simma nos invita a una práctica cotidiana del amor como la puerta más importante para la salvación de nuestra alma. El amor cura y cubre muchos de nuestros pecados, a la hora de nuestro juicio particular. 

Descubra en este testimonio muchas de las confirmaciones que su corazón estaba buscando, ya que Jesús y María se expresan a través de las palabras de María Simma, invitándonos a una conversión sincera y profunda, basada en el amor por Dios y por todos nuestros semejantes. Nuestra Santa Iglesia florece en las palabras de esta humilde mujer, cuyo amor por Dios la ha llevado a grandes y constantes sacrificios. Un alma humilde puede obrar muchos milagros, ya que agrada a los ojos del Creador, que la toca con la gracia y la convierte en un instrumento de evangelización. Eso es, en breves palabras, María Simma.


La oración por las almas de nuestros difuntos es: 


Un acto de amor hacia ellas, que lo necesitan para acortar su purificación

Una prueba de nuestra fe en la promesa del Reino

Una caricia al Corazón de Jesús

Un gesto de unión con las almas que nos preceden en el camino a la eternidad

Extraído de: "Hacednos salir de aquí" de María Simma

Y así es como estas experiencias empezaron en 1940, entendí entonces que era esto lo que Dios quería que hiciera. La primera alma vino a mi cuando tenía 25 años. Hasta aquel momento el Señor me había hecho esperar.


Usted me está diciendo que el alma de un difunto vino a ella. ¿Significa tal vez que el alma vino a hacerle visitas a su habitación?


Sí, y así siguió sucediendo desde aquella fecha en adelante. Es decir desde 1940, cuando comenzaron estos fenómenos, hasta 1953 sólo venían dos o tres almas al año y generalmente en el mes de noviembre. En aquel año trabajaba en casa o con niños, a veces también como criada en una granja de Alemania, y después en un pueblo cercano. Luego, durante el año Mariano de 1954, cada noche se me presentaba un alma distinta.


EL PURGATORIO

El purgatorio es un lugar y una condición que cada alma vive cuando tiene todavía necesidad de purificar y reparar los pecados que ha cometido durante su vida, antes de que pueda alcanzar a Jesús en el Paraíso.

En el purgatorio hay tres niveles principales, pero yo encuentro que las almas necesitan relativamente poco para ser liberadas para ir al paraíso. Esto es así por dos razones.

En el más bajo, Satanás puede todavía golpear a las almas, cosa que no puede hacer más en los niveles más altos. Es verdad que nosotros somos probados aquí en la tierra y que nuestra prueba termina con la muerte. Sin embargo, las almas de la tercera parte del purgatorio, aquella parte más profunda, tienen que sufrir por los pecados que han cometido antes de obtener el beneficio de nuestras oraciones, de nuestras Misas y de nuestras buenas acciones. Y el continuo ataque de Satanás forma parte de esos sufrimientos.

Los niveles del purgatorio son tantos como enfermedades hay sobre la tierra, pueden ir desde una simple inflamación de una uña hasta algunas que pueden consumir el cuerpo entero como el fuego. Este fuego sólo existe en los niveles más bajos del purgatorio y no en los más altos.

Los sufrimientos de ellas son más graves, a veces mucho más graves que los nuestros, sobre todo en el tercer nivel que es el más bajo.

No es cierto lo que muchos teólogos enseñan hoy, al afirmar que el Paraíso, Purgatorio e Infierno son sólo condiciones. Todos y los tres también son lugares.

Algunas almas están sólo media hora, y otras por lo que queda del tiempo, hasta el último día. Las almas dicen que allí una duración de media hora alcanza cuarenta años.

En el verano del 1954 me hablaron del alud que hizo mucho daño en esta zona, una vez me advirtieron que no era la hora de esas personas y que sobrevivirían bajo la nieve después de la avalancha. Así los socorristas continuaron la búsqueda más de lo previsto. Dos días después de mis oraciones ellos fueron encontrados y salvados.

Después de esta vida el tiempo no existe más. Pero se nos ha dicho que un alma tiene que sufrir por un cierto periodo de tiempo en el Purgatorio. Es sólo porque nosotros no estamos en condiciones de comprender la entidad de una pena si ésta no es expresada en términos de tiempo.

Dicen que no se dan cuenta de que no tienen cuerpo. Tienen un cuerpo transfigurado que se puede presentar sanado y vestido. 

Ningún alma querría volver del Purgatorio a la tierra: Aún cuando allá el sufrimiento es terrible, sin embargo, existe la certeza de vivir para siempre con Dios. No quieren volver a la tierra, donde nunca estamos seguros de nada.

Los pecados que llevan al Purgatorio son los pecados contra la caridad, la dureza de corazón, la hostilidad, la maledicencia, la calumnia, rehusarse a la reconciliación... La persona que desaprovecha sus sufrimientos, al morir ve lo mucho que pudo haber ganado -para el bien de ella y de otros, por la comunión de los santos-, llevándolos bien.

Muchas veces María Simma ha sido invitada a sufrir por las ánimas benditas del Purgatorio. Ella lo relata así: La primera vez un alma me preguntó si no me importaría sufrir por ella tres horas en mi cuerpo para que ella pudiera salir del Purgatorio. Le dije que sí y tuve la impresión de que eso había durado tres días porque fue muy doloroso. Esa alma me dijo que por haber aceptado con amor ese sufrimiento de tres horas, ¡le había ahorrado 20 años de Purgatorio! porque el sufrimiento en la tierra tiene un valor distinto.

Todo esto es alentador porque confiere un significado extraordinario a nuestros sufrimientos, aún los sacrificios más pequeños pueden tener un poder inusitado para ayudar a las almas.

Lo mejor que podemos hacer, dice María Simma, es unir nuestros sufrimientos a los de Jesús, poniéndolos en manos de María Santísima. Contemplar los sufrimientos del Señor en el Via Crucis ayuda a odiar el pecado y desear la salvación de todas las personas, y esto da alivio a las almas del Purgatorio. Por medio del Rosario, muchas almas salen del Purgatorio. Las indulgencias tienen también un valor inestimable para ellas.

Las almas del Purgatorio no pueden ya hacer nada en favor de sí mismas porque al momento de la muerte, el tiempo de ganar méritos se termina. Si los vivos no rezan por ellas, quedan abandonadas. Cada uno de nosotros tiene el inmenso poder de aliviarlas. Mientras estamos vivos podemos reparar el mal que hayamos hecho. Pero a menudo el sufrimiento nos lleva a rebelarnos.

Los sufrimientos son la prueba más grande del amor de Dios. Debemos acogerlos como un don y entregarlo a Nuestra Señora. Ella es quien sabe mejor quien necesita tal o cual ofrenda para salvarse. Los sufrimientos soportados con paciencia salvan más almas que la oración, dice María; pero la oración nos ayuda a soportar nuestros sufrimientos.

En el Purgatorio hay diferentes grados de dolor. Cada alma tiene un sufrimiento único. Los Ángeles custodios les proporcionan consuelo.

-Si una persona sufre demasiado y desea morir, ¿qué puede hacer?, le preguntaron a María Simma.

Contestó:

-Sí, esto es muy frecuente. Yo diría: "Dios mío, puedo ofrecer este sufrimiento para salvar almas". Esto nos da una fe renovada y valor. Al hacerlo así, el alma gana gran bienaventuranza, una gran felicidad para el Cielo. En el Cielo hay miles de tipos y grados de felicidad; para cada alma es una felicidad plena. Cada uno sabe que no merecía más. La soberbia conduce al infierno. El infierno es obstinarse en decirle "no" a Dios. Nuestra oración puede suscitar un acto de humildad en los moribundos, un solo instante de humildad puede evitarles el infierno. El sufrimiento soportado con paciencia, tiene para el alma un valor infinito. Se tiene el deber de aliviar los grandes sufrimientos, pero no el derecho de acortar la vida con medios químicos.


Le preguntaron a María:

-¿Qué piensa de las prácticas de espiritismo, invocar a los espíritus de los difuntos, las tablas de ouija, etc.?

-Eso es siempre malo. Es el demonio quien hace que la tabla se mueva. No está permitido invocar a los difuntos. En el espiritismo, si hay respuesta, es siempre y sin excepción, Satanás y sus ángeles caídos. Las personas que practican el espiritismo (adivinadores, brujas, etc.) están haciendo algo muy peligroso contra ellas mismas y contra quienes van a consultarlos. Están sumidas hasta el cuello en mentiras. Está estrictamente prohibido por Dios invocar a los muertos. Satanás puede imitar todo lo que viene de Dios. Él puede imitar la voz y la apariencia de los muertos; una manifestación de este tipo siempre proviene del Maligno. Satanás incluso puede sanar, pero esas curaciones nunca duran.

Hemos de acoger con amor y gratitud este regalo de las pruebas. San Juan de la Cruz dice que la Providencia provee a cada hombre de la purificación necesaria a fin de permitirnos entrar directamente al Cielo a la hora de la muerte. Mientras estamos en la tierra podemos hacer crecer cada minuto nuestro amor. Valoremos cualquier oportunidad de ser tan bellos como Dios nos desea ya en su presencia. ¡Si viéramos a toda luz el esplendor de un alma pura, gritaríamos de emoción y de alegría! El alma humana es espléndida delante de Dios.

Los santos no son almas sin faltas, sino aquellas que se levantan una y otra vez después de cada caída y piden perdón. Cada hora, cada segundo de nuestra vida tiene un peso de eternidad.

Resumen que hizo Martha Morales del folleto: El sorprendente secreto de las almas del Purgatorio. María Simma. Comunidad de las Bienaventuranzas. A.R. Convento San Francisco. Atlixco, Puebla. México.


MARÍA SIMMA Y LAS ALMAS DEL PURGATORIO

Autor: P. Angel Peña O.A.R.

María Simma es una mujer extraordinaria, nacida en Sonntag (Vorarlberg), Austria, el 5 de febrero de 1915. Es un alma mística, favorecida de grandes carismas, especialmente el de recibir mensajes de las almas del purgatorio, que se le aparecen y a quienes ha consagrado su vida desde joven. Su obispo está de acuerdo con su apostolado en favor de estas almas y lo mismo lo estaba su director espiritual, el P. Alfonso Matt, quien la dirigió en los primeros años de sus experiencias místicas. En 1968 escribió un libro titulado "Meine Erlebnisse mit Armen Seelen" (Mi relación con las pobres almas) traducido a varias lenguas y que tiene ya más de 20 ediciones. Otros más se han escrito, basados en entrevistas con ella. 

También, de vez en cuando, da conferencias en diferentes lugares de Europa, especialmente de Austria y Alemania, pues sólo habla alemán. 

Todo lo que ella ha sabido por medio de las almas del purgatorio, sobre sus necesidades, ha sido exacto y ha estado siempre conforme con las enseñanzas de la Iglesia. Su director, el P. Alfonso Matt, enviaba los mensajes que ella recibía a los familiares de los difuntos y ellos quedaban asombrados de cosas que nadie podía saber. Por eso, desde el principio, fue apoyada por su párroco.

Por otra parte, el hecho de que los muertos puedan aparecerse a los vivos no debe parecer imposible, porque el mismo Evangelio nos habla de que el Viernes santo "muchos sepulcros se abrieron y muchos cuerpos de santos que dormían, resucitaron y saliendo de sus sepulcros, después de la resurrección de Él, vinieron a la ciudad y se aparecieron a muchos" (Mt 27,52-53). 

Informe del P. Alfonso Matt

El P. Alfonso Matt, según el vicario general de su diócesis era "un sacerdote íntegro y ejemplar que no tenía nada de exaltado. Era un venerado sacerdote" El día de su entierro (26- 12-1978), su obispo, Bruno Wechner, en presencia de 1.000 fieles y 40 sacerdotes dijo: "Lo más hermoso que se puede decir de un sacerdote es que es un sacerdote según el corazón de Dios. Así era el R Alfonso Matt". Pues bien, él escribió un informe sobre la vida de María Simma. Veamos un resumen de este informe: 

"María Simma nació en Sonntag. Quiso hacerse religiosa, pero las tres veces que lo intentó, tuvo que salir por falta de salud. Su vida espiritual se caracteriza por un gran amor a la Virgen María y un gran deseo de socorrer a las almas del purgatorio, devoción que le inculcó su madre desde niña. Ella ha consagrado su virginidad a la Virgen y ha hecho voto de ánimas, como alma víctima en favor de las almas del purgatorio. En la parroquia se dedica a dar catecismo a los niños y prepararlos para la primera comunión. 

A partir de 1940, se le aparecieron algunas almas para pedirle ayuda. El día de "Todos los santos" de 1953, comenzó también a ofrecer sufrimientos expiatorios por ellas. Tuvo, por ejemplo, que sufrir mucho por un oficial muerto en Kürnten en 1660. Un sacerdote de Colonia, muerto el año 555, le pidió también sufrimientos expiatorios, pues de otro modo, debía sufrir hasta el fin del mundo por sus misas sacrílegas, adulterios, falta de fe y haber participado en martirizar a las compañeras de Santa Úrsula. 

También tuvo que sufrir mucho por las prácticas anticoncepcionistas y la impureza de las almas que se le aparecían. Algunas almas le pedían que libremente aceptara sus sufrimientos para su liberación y purificación. Por ejemplo, una tal Berta, francesa, muerta en 1740; dos señoritas de Innsbruck, muertas en un bombardeo; un sacerdote italiano, etc. María siempre ha aceptado generosamente estos sufrimientos que le pedían y nunca los ha rechazado. 

En 1954 comenzó un modo nuevo de ayudar a las almas. Un cierto Paul Gisinger de Koblach le pidió que les dijera a sus 7 hijos que dieran en su nombre 100 chelines para las misiones e hicieran celebrar dos misas, porque sólo así podía ser liberado. Después siguieron otras demandas análogas en favor de las misiones y de celebrar misas.

En octubre y noviembre hasta el 8 de diciembre (fiesta de la Inmaculada) de ese año 1954, venían cada noche a pedir oraciones o sufrimientos. Ella, poco a poco, pidió la ayuda de otras personas para poder atender sus peticiones. Cuando se trataba de sacerdotes, las oraciones debían ser hechas por sacerdotes.

Las almas del purgatorio se le aparecen de diversas formas y en diversas maneras. Algunas tocan la puerta, otras aparecen de improviso. Unas se muestran con apariencia humana, como eran cuando vivían su vida mortal, normalmente vestidas como en días de trabajo, no de fiesta. Otras se aparecen bajo formas de animales que dan miedo o en formas difusas. A veces, están envueltas entre llamas, dando un aspecto terrible. Cuanto más purificadas están, más luminosas y afables se presentan. Con frecuencia, cuentan cómo han pecado y cómo se han librado del infierno gracias a la misericordia de Dios. Durante la Cuaresma, se presentan día y noche para pedirle que sufra y ore por ellas. Las que son extranjeras hablan en alemán con acento extranjero. Las almas le dicen que ella es de los nuestros. Cuando ella preguntó qué significaba ser de los "nuestros ", le dijeron que con su voto de ánimas se había entregado a la Madre de la misericordia en favor de ellas. Ella te ha dado a nosotras, le dijeron. 

Las noticias, que las almas le dan sobre sus familiares vivos, son siempre exactas. En la avalancha que, en 1954, sepultó mucha gente aquí cerca, las almas le dijeron que había algunos vivos bajo la nieve. Por eso, intensificaron la búsqueda y pudieron encontrar algunos vivos más.

El demonio también se le ha presentado en ocasiones, para desanimarla de su misión. Una vez se le presentó como un ángel de luz; otra, como el sacerdote de la parroquia. Algunas personas se han escandalizado, porque pide a algunos de los familiares limosnas para las misiones o que se hagan celebrar misas por las almas. Pero ella nunca ha aceptado dinero, el dinero debe ser entregado directamente en la parroquia o en la curia episcopal. 

Dice que las almas de los católicos sufren más que las de los protestantes, porque tuvieron más gracias, pero la fe católica es la mejor para ganar el cielo. Además, los católicos tienen la posibilidad de recibir más ayuda de otros y ser liberados más rápidamente, ya que los protestantes no creen en el purgatorio y no rezan por sus difuntos. 

A ella se le ha revelado la maravillosa armonía que existe entre el amor y la justicia divina. Cada alma es purificada de acuerdo a la naturaleza de sus culpas. La duración es muy variada. El tiempo medio es de 40 años, pero hay quienes deben sufrir hasta el juicio final. Otros sólo sufren media hora, como si atravesaran el purgatorio en un vuelo. Lo que sí es cierto es que las almas sufren con una paciencia admirable y alaban la misericordia divina y suplican a María, madre de misericordia, agradeciéndole por haberse salvado. 

La Virgen María va al purgatorio, con frecuencia, a consolar a las almas. También va San Miguel arcángel. Y allí están también los ángeles custodios de las almas, acompañándolas hasta su liberación final. La ayuda que necesitan es, sobre todo, misas, rosarios y sufrimientos por ellas. También es bueno el viacrucis y dar limosnas para las misiones. Las indulgencias tienen un valor inmenso. Es una crueldad no aprovechar este tesoro, que la Iglesia nos propone para las almas. Supongamos que estuviésemos delante de una montaña llena de monedas de oro y tuviésemos la posibilidad de cogerlas ¿no sería cruel rechazarlas y no poder ayudar a tantos necesitados?

En resumen, María Simma tiene una vocación especial. Se trata de un apostolado y de una ayuda en favor de las almas del purgatorio".

Firmado P. Alfonso Matt, parroquia de Sonntag, 20 de febrero de 1955. 


Mi relación con las almas del purgatorio 

En este escrito personal, María Simma, entre otras cosas, dice: "Desde mi infancia tuve gran amor por las almas del purgatorio. Mi madre me lo enseñó y me repetía muchas veces: Cuando tengas alguna cosa importante que hacer, dirígete a las almas del purgatorio, porque son de gran ayuda. 

En 1940 se me presentó, por primera vez, una alma del purgatorio. Sintiendo que alguien estaba en la habitación me desperté y vi un extranjero que iba y venía por mi habitación. Le dije: ¿Cómo has entrado? ¿Qué has perdido? Él continuaba, yendo y viniendo, como si no me oyera. Entonces, salté de la cama para agarrarlo, pero no agarraba nada. No había nada. Lo intenté de nuevo y ocurrió lo mismo. Podía verlo y no podía tocarlo. Al poco tiempo, desapareció. Al día siguiente, después de la misa, fui a mi director espiritual y le conté lo ocurrido. Él me dijo: Si sucede otra vez, no le preguntes ¿quién eres? Dile: ¿Qué quieres de mí?

A la noche siguiente, retornó la misma persona. Le dije: ¿Qué quieres de mí? Él respondió: Haz celebrar tres misas por mí y seré liberado. Entonces, pensé que debía ser un alma del purgatorio. Mi confesor me lo confirmó. Desde 1940 hasta 1953, cada año vinieron sólo dos o tres almas, normalmente en noviembre (mes de los difuntos). Mi director el P. Alfonso Matt, me aconsejó que nunca rechazara ninguna petición de ayuda de esas almas. 

Cuando un alma viene, me despierta tocando la puerta o llamándome o sacudiéndome o de otras maneras. Le digo de inmediato: ¿Qué quieres? ¿qué debo hacer por ti? Y normalmente me lo dicen. Un alma me dijo un día: Una de las cosas que más eficacia tiene para nosotras es el sufrimiento soportado con paciencia, sobre todo, cuando se ofrece por manos de la Madre de Dios, para que ella lo utilice para quien quiera. Y me pidió que sufriera por ella. Me pareció bastante extraño, porque hasta ese día ninguna me había pedido sufrir por ella. Le dije. ¿Qué debo hacer? Me respondió: Durante tres horas tendrás grandes dolores en todo el cuerpo. Después de las tres horas, podrás levantarte y continuar tus trabajos, como si no hubiera sucedido nada. Así me quitarás veinte años de purgatorio. Acepté y me vinieron tales dolores, que apenas me daba cuenta de dónde estaba, y parecía que pasaban días y semanas. Cuando todo terminó, me di cuenta de que habían pasado exactamente tres horas. A veces, me pedían sufrir sólo cinco minutos, pero ¡qué largos me parecen esos minutos!

En 1954 (año mariano) cada noche empezaron a venir. En ocasiones me decían quiénes eran y me encargaban algunas misiones para sus parientes. De esta manera, mi caso fue conocido públicamente. Esto era para mí muy desagradable; porque, por mi cuenta, sólo le habría hablado a mi padre espiritual. Algunas veces, se trataba de que devolvieran bienes mal adquiridos; en algunos casos, ni siquiera los parientes conocían ciertos detalles que yo les daba, por medio de mi párroco y director espiritual, que era quien transmitía los mensajes a gente de otros pueblos, cercanos o lejanos. También en ese año 1954 venían a visitarme las almas durante el día. Al terminar este año mariano, venían dos o tres veces por semana. Normalmente, aparecen el primer viernes de mes o en un día de fiesta de la Virgen o durante la Cuaresma. Durante Semana Santa vienen muchas y también en Adviento y en el mes de noviembre. 

Aquellas almas, que yo he conocido bien en vida, las reconozco de inmediato. Otras son desconocidas, a no ser que me digan quienes son. Normalmente se presentan en vestido de trabajo. Si eran personas inválidas o con graves deficiencias físicas o mentales, aparecen sanos. Los que estaban en silla de ruedas, caminan perfectamente, los mudos hablan, los sordos oyen, los ciegos ven. En el más allá quedan atrás todas las deficiencias humanas. Ellas saben de nosotros más de lo que suponemos. Ellas saben, por ejemplo, quiénes han asistido a su velorio y sepultura, quiénes han ido solamente por hacer acto de presencia y quiénes han ido a rezar por amor. Ellas saben también lo que se dice sobre ellas en el velorio, porque están mucho más vecinas a nosotros de lo que suponemos y se dan cuenta de quiénes asisten a las misas ofrecidas por ellas. Ellas están presentes a sus funerales y a las misas ofrecidas por ellas. No les gustan los pomposos funerales, prefieren que sean sencillos, pero fervorosos. No quieren que su cuerpo sea cremado; porque, al no tener lugar de referencia, se pueden olvidar más fácilmente de ellas. La cremación está permitida por la Iglesia, con tal que no se niegue la resurrección, pero ellas quieren todo lo que lleve a su familia a rezar y, el no tener una tumba que visitar, les hace olvidarse de ellas.

También quieren que se respete su cuerpo y que se evite cualquier profanación. Les gusta que en la tumba echen agua bendita y tengan un cirio bendito. Las visitas de amor al cementerio les agradan y ayudan más de lo que imaginamos. Incluso, les ayuda el simple hecho de limpiar su tumba, por el amor que ponemos en ello. 

Personalmente, cuando voy al cementerio, que está junto a mi casa, enciendo una vela por las almas y les echo agua bendita, y ellas me lo agradecen. Un día vino a verme una niña de unos seis años y me dijo que había apagado una vela en el cementerio para coger la cera y jugar. Por eso, se encontraba en el purgatorio, aunque por poco tiempo. Me pidió que encendiera por ella dos velas benditas.

Otro día vino un niño de 11 años, de Kaiser para pedirme que rezara por él. Me dijo que estaba en el purgatorio, porque el día de los difuntos había apagado, por divertirse, varias velas, que estaban encendidas en el cementerio en favor de los difuntos. 

Como vemos, también hay niños en el purgatorio; porque, antes de lo que pensamos, se dan cuenta del bien y del mal. Un día vino una niña de unos cuatro o cinco años y me dijo que estaba en el purgatorio, porque había recibido de su madre, junto con su hermana gemela, una muñeca. Ella la había roto y, temiendo ser descubierta, la cambió por la de su hermana, sabiendo que estaba haciendo algo malo y que iba a hacer sufrir a su hermana.

También hay sacerdotes. En una oportunidad, se me presentó un sacerdote para pedirme ayuda y vi que su mano derecha estaba negra y sucia. Me dijo: "Diles a todos los sacerdotes que bendigan sin cesar a las personas, casas y objetos sagrados. Yo me descuidé de hacerlo, porque no le daba importancia y, por eso, sufro en esta mano". Los sacerdotes pueden dar numerosas bendiciones y conjurar las fuerzas del mal. Sobretodo, los sacerdotes pueden celebrar misas por las almas, que es lo que más les ayuda. ¡Si se supiese cuál es el precio de una sola misa para la eternidad, las iglesias estarían llenas, incluso entre semana! En la hora de la muerte, las misas a las que hemos asistido con devoción serán nuestro mayor tesoro. Tienen más valor que las misas encargadas para nosotros después de muertos. También son importantes las indulgencias. Un alma me habló de su importancia y que para ganar una indulgencia plenaria era necesario una limpieza total del alma, despegada de todo lo terreno. 

Cuando un alma se me aparece y, después de haber hecho sus peticiones, permanece más tiempo, sé que puedo hablar con ella y hacerle preguntas. Normalmente es otra alma la que viene, después de un tiempo, a darme la respuesta con el permiso de Dios. En mi cuaderno tengo anotadas las respuestas sobre si otras almas se han salvado o están todavía en el purgatorio. Puede suceder que pasen dos o tres semanas o años antes de recibir la respuesta. Nunca me han hablado de alguien que esté en el infierno. 

Uno de los pecados más severamente castigados es el pecado contra la caridad: maledicencia, calumnia, rencor peleas por envidia, codicia... ¡Cuántas veces se peca contra la caridad, diciendo palabras o haciendo juicios desprovistos de caridad! Y una palabra puede "matar" un alma o sanarla. Por eso, es muy importante perdonar y no guardar rencor, ni siquiera a los difuntos. Recuerdo el caso ocurrido en Innsbruck. Una mujer no podía perdonar a su padre. Cuando estaba vivo, no le había dado cariño de padre y ni siquiera le dio la oportunidad de estudiar para ser profesional. Por eso, no podía perdonarlo. 

Después de muerto, el padre se apareció a su hija; no una, sino tres veces, suplicándole que lo perdonara, pero ella no quería. Después de un tiempo, esta mujer se enfermó y, entonces, entendió que debía perdonarlo, porque no podría vivir en paz. Tomada esta resolución, lo perdonó de todo corazón y la enfermedad comenzó a desaparecer. El odio envenena el alma y hasta produce enfermedades físicas y mentales. En cambio, el amor siempre da salud, paz y alegría. 

Un campesino vino a visitarme y me dijo: 

- Estoy construyendo un establo y, cada vez que el muro llega a cierta altura, se cae. Hay algo de extraño y sobrenatural en esto. ¿Qué puedo hacer?

- ¿Hay algún difunto que tiene algo contra ti, a quien guardas rencor?

- Oh sí, pensaba que no podía ser sino él. Me hizo mucho daño y no lo puedo perdonar.

- Él quiere que lo perdones, nada más.

- ¿Perdonarle yo? ¿A él que tanto daño me ha hecho de vivo? ¿Para que vaya al cielo? NO, NO.

- Pues no te dará reposo hasta que no lo hayas perdonado de corazón. ¿Cómo puedes decir en el Padrenuestro:

Perdónanos como nosotros perdonamos a los que nos ofenden? Es como si dijeras a Dios: No me perdones, como yo tampoco perdono. 

El hombre se quedó pensativo y dijo: Tienes razón. En nombre de Dios lo perdono para que Dios me perdone también a mí. Desde ese día, no tuvo más problemas con el establo y pudo tener paz y amor en su corazón.

Un día vino a visitarme un hombre, cuya mujer había muerto hacía un año y, desde entonces, todas las noches sentía tocar a la puerta de su dormitorio. Fui a su casa y, por la noche se me apareció un animal grande que parecía un hipopótamo. Después vino el demonio bajo la forma de una serpiente gigantesca que quería estrangular al hipopótamo... Y desaparecieron. Al poco tiempo, vino un alma con apariencia humana y me dijo: No temas, ella no está condenada, pero está en el purgatorio más terrible que exista. Me dijo que había vivido diez años en enemistad con otra mujer y ella era la causa de todo. La otra mujer había querido reconciliarse, pero ella siempre se había negado. Incluso, durante su última enfermedad, se había negado a hacer las paces.

Un día vino a visitarla un hombre que quería informarse sobre la suerte eterna de dos difuntos del mismo pueblo. Era el año mariano de 1954 y la respuesta llegó pronto. Un mes más tarde yo le comuniqué: La Sra. X está en el cielo y el Sr. X está en lo más profundo del purgatorio. Él me dijo: Es imposible. La Sra. X murió en el hospital por una práctica abortiva, mientras que el Sr. X estaba siempre el primero en la Iglesia y era el último en salir.

Pero, pocos días después, vino a verme una señora que los conocía bien a los dos y me dijo: La Sra. X era como mi hermana. Ella era débil desde el punto de vista moral, pero ha sufrido mucho, porque este defecto era debido en gran parte a taras hereditarias. Murió como consecuencia de una práctica abortiva, pero murió con sentimientos de arrepentimiento hasta el punto que el sacerdote que la asistió en los últimos momentos pudo decir: Quisiera que todos murieran con los sentimientos de arrepentimiento de esta mujer. Ella murió con los últimos sacramentos y fue enterrada religiosamente. 

El Sr X era el primero y el último en salir de la Iglesia, pero siempre estaba criticando a todo el mundo. Lo que más me indignó fue que, durante el sepelio de la Sra. X, él la estaba criticando y diciendo a algunas personas que la Sra. X no debía ser enterrada en un cementerio católico. Entonces, le dije: Ahora está claro para mí que el Señor no quiere que juzguemos a los demás. El Sr X criticaba a la Sra. X, aún en el cementerio, pero el Señor tuvo compasión de ella. No podemos juzgar a los demás, dejemos el juicio a Dios. Ahora el Sr. X está en lo profundo del purgatorio. 

En una ocasión, vino un alma y me dijo: Cometí un crimen contra Dios. Un día, por soberbia, tomé una cruz y la destrocé, pensando que, si Dios existía no me lo permitiría hacer. Casi al instante, me vino una parálisis que fue mi salvación. Después me pidió decirle a su mujer que hiciera algunas cosas para ayudarlo y liberarlo del purgatorio. Ella se había salido de la Iglesia católica y se había hecho protestante. Cuando le conté el mensaje de su esposo, me dijo:

Creo en lo que me dice, porque el hecho de que destrozó la cruz, solamente lo sabíamos él y yo. Y entró de nuevo en la Iglesia católica. 

Un médico vino un día, lamentándose de que debía sufrir mucho por haber acortado la vida de sus pacientes con inyecciones, para que no sufrieran más (eutanasia). Y nadie tiene derecho a quitar la vida, porque mientras están vivos, aunque estén en coma, pueden recibir las bendiciones de Dios a través de nuestras oraciones y buenas obras. 

Una mujer me dijo: He debido estar 30 años de purgatorio por no haber dejado ir al convento a mi hija. Por eso, debemos pensar en la grave responsabilidad de los padres que no consienten la vocación sacerdotal o religiosa de sus hijos. Nadie tiene derecho a rectificar los planes que Dios ha trazado para cada uno desde toda la eternidad.

Otro día se me presentó un alma y me dijo: ¿Me conoces? Yo le dije que no. Él respondió: Pero tú me has visto. En 1932 hiciste un viaje en tren y yo era tu compañero de viaje. 

Entonces, me acordé muy bien de ese hombre, orgulloso, que había criticado en voz alta a la Iglesia y a la religión. Yo tenía 17 años y le respondí como pude. Él me dijo: Tú eres demasiado joven para darme lecciones. Cuando bajé del tren, le dije al Señor: Señor, no permitas que este hombre se pierda. Y esta oración lo había salvado. ¡Cuánto puede hacer la oración, aunque sea pequeña, pero hecha con fe! ¡Cuánto valen las obras de caridad para los demás! 

Un día, un alma se me apareció con un balde vacío. Le pregunté por qué lo llevaba y me dijo. Es mi llave del paraíso. No he rezado mucho durante la vida, iba raramente a la Iglesia, pero una vez por Navidad limpié gratuitamente la casa de una pobre anciana y eso fue mi salvación. 

El año 1954 ocurrió una avalancha, que sepultó varias personas en un pequeño pueblo de la montaña. Un joven de 20 años oyó que pedían auxilio y salió en su ayuda, pero su madre se lo quiso impedir, porque había mucho peligro para él. El joven, sin embargo, salió a rescatar a los que pedían auxilio, pero una avalancha lo sepultó también a él. La segunda noche después de su muerte, vino a pedirme que hiciera celebrar tres misas por él. Sus familiares se maravillaron de que tan pronto pudiera ser liberado, cuando no había sido muy fervoroso, sino todo lo contrario. Pero el joven me confió que Dios había sido muy misericordioso con él por haber querido ayudar a su prójimo y hacer una acción tan bella. Si hubiera vivido más tiempo, no habría podido conseguir una muerte tan bella a los ojos de Dios. ¡Una muerte en acto de caridad con el prójimo! 

Ese mismo año, 1954, en otro pueblo hubo otra avalancha, que ocasionó muchos destrozos. Se contaba que hacía 100 años otra avalancha había destruido el pueblo y ésta había sido mucho peor pero sin mayores consecuencias. ¿Por qué? Las almas me dijeron que una mujer de nombre Stark, había ofrecido sus oraciones y sufrimientos por su pueblo. De otro modo, medio pueblo habría sido destruido. ¡Cuánto valen los sufrimientos soportados con paciencia! ¡Salvan más almas que la oración! Por eso, no hay que ver el sufrimiento como un castigo, pues puede ser un tesoro, si lo ofrecemos con amor por la salvación de los demás. Solamente en el cielo, podremos saber todo lo que hemos obtenido con nuestros sufrimientos, soportados con paciencia en unión con los sufrimientos de Cristo. El sufrimiento es un gran don que nos acerca a Dios y a los demás. 

Un día de 1954, hacia las 2,30 de la tarde, paseando por el bosque, me encontré con una mujer muy anciana que parecía centenaria. Yo la saludé amablemente y ella me dijo: ¿Por qué me saludas? Nadie me saluda. Nadie me da de comer y debo dormir por la calle. Yo la invité a comer y a dormir en mi casa. Ella me dijo: Pero yo no puedo pagar. No importa, le insistí. No tengo una bella casa, pero será mejor que dormir en la calle. Ella entonces me lo agradeció y me dijo: Dios te lo pague. Ahora soy liberada. Y desapareció. Hasta aquel momento no había entendido que se trataba de un alma del purgatorio. Seguramente, durante su vida, no quiso ayudar a alguien que tenía necesidad de comida y alojamiento, y debía esperar que alguien le ofreciese lo que ella había rechazado a otros.

Otro día se me apareció el alma de un joven y me dijo:

Por no haber observado las leyes de tráfico, tuve un accidente de motocicleta y morí en Viena. Yo le pregunté: ¿Estabas listo para entrar en la eternidad? No estaba listo, respondió, pero Dios da dos o tres minutos para poder arrepentirse y sólo el que lo rechaza se condena. Cuando uno muere en un accidente, las personas dicen que era su hora. Eso es cierto, cuando uno no tiene la culpa. Pero yo tuve la culpa; porque, según los designios de Dios, yo debería haber vivido todavía treinta años. Por eso, el hombre no tiene derecho a exponer su vida a un peligro de muerte sin necesidad. 

También es muy importante, a la hora de la muerte, abandonarse y aceptar la voluntad de Dios. Una madre de cuatro hijos iba a morir y le dijo a Dios: Señor, si es tu voluntad, acepto mi muerte, pero te confio a mi esposo y a mis cuatro hijos. Por este acto de confianza y abandono total, fue directamente al cielo. Vale la pena abandonarse sin condiciones en las manos de nuestro Padre Dios y confiar en Él hasta el fin. 


Hacednos salir de aquí 

Éste es el título del libro escrito por Nicky Eltz de sus entrevistas con María Simma. Veamos un resumen de lo que dice María Simma: 

"Hay mucha diferencia entre evocar a los muertos, como hacen los espiritistas, e invocar a los muertos para pedirles ayuda y orar por ellos. El espiritismo es pecado y en él es Satanás quien contesta a las preguntas. Nosotros pedimos ayuda a los difuntos y oramos por ellos. En mi caso, yo nunca los llamo para que vengan. Ellos vienen, porque Dios se lo permite. 

El purgatorio es un tiempo de espera en que las almas tienen el gran sufrimiento de la nostalgia de Dios y el enorme deseo de amarlo con todo su corazón. En el purgatorio existen muchos niveles, que son tan diferentes como las enfermedades de la tierra. Cada alma es "castigada" o sufre en aquello o por aquello que la ha hecho pecar o alejarse de Dios. Sucede esto también, en cierta medida, en la tierra. Si uno come en exceso, sufre las consecuencias de mal de estómago. Si uno fuma demasiado, se intoxica y tiene problemas en los pulmones, etc. Podemos decir que hay tantos niveles cuantas almas distintas, porque no existen dos personas ni dos almas iguales. Cada alma lleva el purgatorio consigo. Cuando un alma viene a visitarme, no viene "fuera" del purgatorio, sino "con" el purgatorio. Las almas que vienen a visitarme son las que están más cerca de ser liberadas. En los niveles más bajos, Satanás puede hacer sufrir a las almas, pero no puede vencerlas. Estas almas de los niveles más bajos, a veces, se presentan bajo la forma de animales horribles. Pero el alma puede pasar del nivel más bajo e ir directamente al cielo sin pasar por niveles intermedios, si le ayudan con una indulgencia plenaria o con muchos sufrimientos, misas y oraciones. Lo que sí es cierto es que ninguna de ellas quiere volver a las tinieblas de la tierra, ahora que han conocido el amor de Dios. 

Debemos tener bien claro que no es Dios quien las coloca en tal o cual nivel, son ellas mismas, pues quieren purificarse totalmente antes de presentarse ante Dios. Ellas quieren purificarse como el oro en el crisol. ¿Imaginamos una chica que quiere ir a su primer baile en público toda sucia y despeinada? Pues bien, las almas tienen una idea de Dios tan grande, son tan conscientes de su pureza maravillosa y resplandeciente que ni todas las fuerzas del universo serían suficientes para hacerles presentarse delante de Él, mientras subsistan esas manchas que afean su alma. Sólo un alma pura y luminosa puede atreverse a acercarse a la belleza y santidad divina para poder contemplar a Dios sin temor y amarlo en plenitud por toda la eternidad.

El purgatorio es un estado de cada alma; pero, en cierto sentido, también es un lugar ya que algunas almas se reúnen para estar juntas en determinado lugar, por ejemplo, junto a los altares de las iglesias o en el lugar donde han muerto. Pero no es un solo lugar sino muchos lugares diferentes y muchas condiciones diferentes de cada alma. El fuego sólo existe propiamente en los niveles más bajos, aunque sólo afecte al alma, pues no es un fuego físico como el que nosotros conocemos. Por eso, algunas almas vienen rodeadas de fuego. 

Yo nunca las he visto reír tienen más bien un aspecto sufrido y paciente. Normalmente, se me aparece una alma sola; pero, en algunas ocasiones, se me han aparecido varias, porque tenían necesidad de la misma cosa para ser liberadas. He sido visitada por almas de todos los continentes, que me hablaban en un alemán con acento extranjero. 


En algunas oportunidades he sido visitada por suicidas, que no necesariamente se condenan. La mayor parte de ellos son llevados al suicidio por circunstancias que limitan mucho su libertad o por enfermedades síquicas. Pero todos lamentan mucho el haber acortado su vida y todo lo que pudieron haber hecho y no hicieron. Todos ven que no fue una solución y que cometieron un gravísimo error .

Por supuesto, me han visitado personas de todas las religiones, pues también ellas van al cielo, aunque la fe católica sea la mejor para ganar el cielo. También, me han visitado homosexuales. No necesariamente están condenados, pero tienen que sufrir mucho para ser purificados; porque, aunque la inclinación homosexual no es pecado, toda actividad homosexual sí es pecado, como dice la Iglesia. Ellos deben orar mucho y pedir fortaleza para vivir su castidad y rezar a San Miguel arcángel, que es un gran defensor contra el maligno.

Algo muy importante es aceptar antes de morir todos los sufrimientos que Dios nos envíe. Conocí a una mujer y a un sacerdote, que estaban en el mismo hospital con tuberculosis. La mujer le dijo al sacerdote: Yo le he pedido al Señor que me dé la oportunidad de pasar aquí mi purgatorio. El sacerdote le dijo: Yo no me atrevo a tanto. Una religiosa escuchó esta conversación. Cuando murieron los dos, el sacerdote se le apareció a la religiosa y le dijo que la mujer había ido directamente al cielo y él debía pasar todavía mucho tiempo en el purgatorio por no haber aceptado sus sufrimientos. De ahí lo importante que son nuestros sufrimientos, ofrecidos con amor Los sufrimientos de la tierra valen muchísimo más como reparación de nuestros pecados que los del purgatorio. Por eso, una larga enfermedad, antes de morir puede ser una gran bendición y gracia de Dios". 


"El sufrimiento con amor es la perla más preciosa que puedes ofrecer a Dios".

EL HOMBRE DEBERÍA TEMBLAR

EL HOMBRE DEBERÍA TEMBLAR
San Francisco de Asís