V/. Guarda Señor a tus Sacerdotes que todos los días te inmolan en el altar.
R/. Protégelos, porque sin ser del mundo, han de vivir en él.
V/. Cuando los placeres mundanos les seduzcan, sácialos con las delícias de tu Corazón.
R/. Defiéndelos y consuelalos en las horas de amargura cuando crean estéril toda su vida de sacrificio por las almas; atráelos, porque no tienen más que a Tí.
V/. Presérvalos inmaculados como la Hostia Santa que diariamente estrechan en sus manos.
R/. Bendice todos sus pensamientos...palabras y obras... Amén.
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