Sólo los católicos tienen el rito del exorcismo.
El nuevo empuje de la Iglesia Católica, a través de algunas de sus diócesis, para formar sacerdotes exorcistas, es visto con beneplácito por pastores protestantes, que ven la necesidad del uso de un método más profundo que la simple liberación en algunos casos de poseídos, y que ellos no pueden realizar por no están capacitados para efectuar el rito de exorcismo.
Específicamente traemos el testimonio de un ex satanista, ahora pastor evangélico, que aplaude la decisión.
LA IGLESIA CATÓLICA PONE EN MARCHA DE NUEVO LOS EXORCISMOS
Luego del Concilio Vaticano II, los aspectos sobrenaturales de la fe fueron sub valorados y muchos sintieron vergüenza de creer en cosas que calificaban como infantilismos o anacronismos medievales. Y así los exorcismos, la posesión y aún el demonio perdieron credibilidad dentro del clero y los fieles. Sin embargo, poco a poco los aspectos sobrenaturales de la fe comenzaron a re emerger, partiendo del pontificado de Juan Pablo II.
Y últimamente la iglesia se está abriendo hacia los exorcismos y las liberaciones, al observar el aumento de las posesiones e influencias demoníacas. Pero se está encontrando que no tiene el suficiente personal formado idóneamente para dar el servicio de exorcismo, así que algunas diócesis están enviando a sacerdotes para formarse en exorcismos en Roma.
Hace un par de días publicamos un artículo al respecto titulado Vuelven los exorcistas a la Iglesia Católica.
EVANGÉLICOS VEN LA NECESIDAD DE EXORCISMOS
Un ministro ordenado que una vez fue un satanista, pero ahora busca evangelizar a los involucrados en el ocultismo, ha aplaudido la formación de nuevos exorcistas de la Iglesia Católica Romana.
Jeff Harshbarger, autor y director de Refuge Ministries, dijo que estaba de acuerdo con el mayor énfasis en hacer frente a los “poseídos demoniacamente”
“Yo creo que hay una tremenda necesidad de exorcistas capacitados; ya sea por la iglesia católica o de la iglesia protestante”, dijo Harshbarger.
“La Iglesia Católica ha tomado conciencia de hacer frente a los poseídos por el demonio. Habían declinado hasta hace poco, pero ahora se han hecho conscientes y están respondiendo”
Harshbarger comenzó a practicar el ocultismo a través del uso de la ouija. A fines de 1970, era un satanista que vivía en una comunidad de personas de ideas afines en Indiana.
Dijo que, aunque poseído por los demonios, Dios todavía se acercó a él. Después de mucha lucha interna y una experiencia de manifiestación divina en el patio trasero de la casa que compartía con otros satanistas, Harshbarger finalmente abandonó la práctica.
Él escribió sobre sus experiencias en un libro titulado De la Oscuridad a la Luz, que fue lanzado el año pasado.
Las declaraciones de Harshbarger vienen cuando la Iglesia está capacitando a más exorcistas, especialmente en Europa, según lo informado por Nick Squires de la edición Reino Unido, el Telegraph.
“Las diócesis de toda Italia, así como en países como España, están aumentando el número de sacerdotes formados en la administración del rito de exorcismo, las historias para librar la gente de la posesión por el diablo”, escribió Squires.
“La diócesis de Milán recientemente nominó siete nuevos exorcistas, el obispo de Nápoles nombró a tres nuevos hace un par de años y la Iglesia Católica en Cerdeña envió tres sacerdotes para la formación en exorcismo en Roma, en medio de preocupaciones de que la isla mediterránea, en especial su interior montañoso, ligada a la tradición, sea un semillero del ocultismo”.
Harshbarger también dijo que la formación en el exorcismo representaba
“una verdadera necesidad de la Iglesia”, especialmente desde que los“está creciendo más la oscuridad con el paganismo y el ocultismo, tomando la vanguardia en nuestra sociedad.”
Y añadió:
“La iglesia protestante ha sido consciente de la necesidad y se ha movido hacia el ministerio de liberación. Espero que haya un resurgimiento del verdadero exorcismo. Me enteré de primera mano de un endemoniado ex satanista que la iglesia no estaba preparada”
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El exorcismo en el Catecismo de la Iglesia Católica
El exorcismo es una antigua y particular forma de oración que hace un ministro ordenado de la Iglesia, en nombre de Jesucristo y por el poder que Jesucristo ha otorgado a su Iglesia para liberar del poder de Satanás, demonio. Por lo tanto no es oración personal sino de la Iglesia.
Los exorcismos pueden ser simples o solemnes.
El exorcismo simple se reza en el rito del bautismo.
El exorcismo solemne es un sacramental que sólo puede ser válidamente celebrado por un sacerdote con el permiso del Ordinario (obispo) del lugar. El obispo da permiso al sacerdote para cada caso o puede, con el permiso de la Santa Sede, formalmente otorgar a un sacerdote el oficio de exorcista. En ese caso el sacerdote está facultado para exorcizar y no necesita un permiso particular para cada caso.
Solo el exorcista con la debida licencia puede verificar la verdadera posesión diabólica. Es un proceso difícil en el que se deben descartar causas naturales.
Según el Padre Amorth, exorcista de Roma, el poder de expulsar demonios que Jesús confirió a todos los creyentes conserva toda validez. Es un poder general basado en la fe y en la oración, y puede ser ejercido por individuos o comunidades sin ninguna autorización. Sin embargo, en este caso, se trata de plegarias de liberación, y no se deben llamar exorcismos. Sólo al sacerdote autorizado, además de al obispo exorcizante, corresponde el nombre de exorcista.
En algunas diócesis hay laicos que han sido preparados para el ministerio de liberación (no exorcismo) bajo la dirección de un sacerdote. La liberación es oración para liberar de la opresión del demonio pero sin utilizar el rito de exorcismo. Nadie debe ejercer este ministerio sin autorización de la Iglesia.
Jesús vino a liberarnos del poder de Satanás y darnos la gracia de ser hijos de Dios.
Jesús impartió su poder liberador a sus discípulos para que ellos y sus sucesores continuaran la misión de liberación y exorcismo en su nombre. Por lo tanto el protagonista en el exorcismo es Dios a través de su ministro y no el demonio.
El exorcista ante todo busca llevar la persona atribulada a un encuentro con Jesús. Para ello es necesario apertura a los canales de gracia en la Iglesia: la confesión, la eucaristía, la meditación de la Palabra, la comunidad, la catequesis... Es un camino de fe en al que se invita también a la familia Cf. Mc 9, 14-29.
Necesidad de diagnóstico y la prudencia
Actualmente muchos viven una fe supersticiosa o de superstición y muchos tienden a no hacerse responsables, no saben afrontar el sufrimiento y atribuyen todo trastorno físico o espiritual a la acción del demonio. Pero frecuentemente el remedio es una verdadera y sincera confesión. Cuando en cambio se percibe aversión a lo sagrado, enfermedades desconocidas o incluso síntomas difíciles de identificar, es posible que sea necesario el exorcismo. La presencia demoníaca de cualquier forma hay que diagnosticarla en cada caso. En cambio debería haber más dedicación a la ascesis, a la oración, a la penitencia. La mentalidad popular ha exagerado los poderes de Satanás, que son los de un ángel común.
En la vida diaria para defenderse del mal basta con ser coherentes con el Evangelio, no tener miedo de testimoniar la propia fe y cuidar la propia relación con Dios. A veces es Dios mismo quien permite que algunos sean vejados u obsesionados; piénsese en algunos santos. Pero en estos casos nos hallamos ante planes divinos para nosotros impenetrables. (Corazones.org)
El rito de exorcismo de 1999
El Padre Amorth, exorcista oficial de Roma, se lamenta de que por tres siglos, los exorcismos fueron casi abandonados por la Iglesia. Juan Pablo II, volvió a recordar la importancia de estos. Durante la audiencia pública del 3 de Junio de 1998, El Papa Juan Pablo II habló de los deberes del exorcista y en 1999 se publicó el rito de exorcismo que remplaza al del 1614.
La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, presentó el nuevo rito de exorcismos en enero del 1999. El prefecto de dicha congregación, el Cardenal Medina, enseñó en dicha ocasión los siguientes puntos:
¿QUÉ ES EL EXORCISMO?
"El exorcismo es una antigua y particular forma de oración que la Iglesia emplea contra el poder del diablo".
Catecismo #1673:
"Cuando la Iglesia pide públicamente y con autoridad, en nombre de Jesucristo, que una persona o un objeto sea protegido contra las asechanzas del maligno y sustraída a su dominio, se habla de exorcismo. Jesús lo practicó (cf. Mc 1:25s), de El tiene la Iglesia el poder y el oficio de exorcizar. (cf. Mc 3:15; 6:7.13; 16:17). En forma simple, el exorcismo tiene lugar en la celebración del Bautismo. El exorcismo solemne sólo puede ser practicado por un sacerdote y con el permiso del obispo. En estos casos es preciso proceder con prudencia, observando estrictamente las reglas establecidas por la Iglesia. El exorcismo intenta expulsar a los demonios o liberar del dominio demoníaco gracias a la autoridad espiritual que Jesús ha confiado a su Iglesia."
"Muy distinto es el caso de las enfermedades, sobre todo psíquicas, cuyo cuidado pertenece a la ciencia médica. Por tanto, es importante asegurarse, antes de celebrar el exorcismo, de que se trata de una presencia del Maligno y no de una enfermedad." (cf. CIC can. 1172).
En que se fundamenta: El exorcismo tiene como punto de partida la fe de la Iglesia, según la cual existen Satanás y los otros espíritus malignos. La doctrina católica nos enseña que los demonios son ángeles caídos a causa de sus pecados, que son seres espirituales de gran inteligencia y poder".
¿Por qué hace falta?: La capacidad del hombre de acoger a Dios "es ofuscada por el pecado, y a veces el mal ocupa el puesto en el que Dios quiere vivir. Por eso, Jesucristo ha venido a liberar al hombre del dominio del mal y del pecado. (...) Jesucristo expulsaba los demonios y liberaba a los hombres de las posesiones de los espíritus malignos para hacerse espacio en el hombre".
¿Cuánto poder tiene Satanás? "El poder de Satanás no es infinito", sin embargo el que Dios permita que seamos tentados "es un gran misterio".
¿Cómo nos influencia el demonio? "El influjo nefasto del demonio y de sus secuaces es habitualmente ejercitado por medio del engaño, la mentira y la confusión. Así como Jesús es la Verdad, el diablo es el mentiroso por excelencia. Desde siempre, desde el inicio, la mentira ha sido su estrategia preferida".
¿Ha cambiado la doctrina de la Iglesia sobre el exorcismo? No ha cambiado. Solo han habido algunos cambios en el lenguaje del rito. "Entre el rito anterior y el nuevo hay una gran continuidad; no existe un cambio radical. El lenguaje es más sobrio; hay menos adjetivos, pero la expresión de la fe en el poder de Dios para expulsar al demonio es la misma en ambos casos".
Criterios para discernir posesión diabólica según el nuevo ritual del exorcismo.
La principal es:
-Aversión vehemente hacia Dios, la Virgen, los Santos, la cruz y las imágenes sagradas.
Junto con esta pueden darse otros fenómenos que por si solos podrían ser don de Dios pero en el caso de posesión se manifiestan para el mal:
-El hablar con muchas palabras de lenguas desconocidas o entenderlas.
-Hacer presentes cosas distantes o escondidas.
-Demostrar más fuerzas de lo normal.
¿Puede el demonio tener influencia sobre lugares, objetos y personas? Si. Esta realidad se reconoce en el ritual de exorcismos.
¿Hay diferentes formas de influencia demoníaca además de la posesión? Si. En el presente ritual se encuentran el rito el exorcismo propiamente dicho y las oraciones que hay que recitar públicamente cuando se juzga prudentemente que existe una influencia de Satanás sobre lugares, objetos o personas, sin llegar a la fase de una posesión verdadera y propia. Además, existe una serie de oraciones que los fieles deben rezar privadamente cuando tienen fundadas sospechas de que son sometidos a influencias diabólicas.
¿Quién puede practicar el exorcismo? En la pregunta anterior vimos que el nuevo ritual contiene oraciones que los fieles pueden rezar cuando están sometidos a influencias diabólicas. Sin embargo, "Para practicar el exorcismo es necesaria la autorización del obispo diocesano, que puede ser concedida para un caso específico o de un modo general y permanente al sacerdote que ejercita el ministerio de exorcista en la diócesis".
¿Por qué un nuevo ritual? En el último capítulo del ritual romano se ilustraban las indicaciones y el texto litúrgico de los exorcismos, pero se quedó sin ser revisado después del Concilio Vaticano II. Tras un trabajo de 10 años, en enero de 1999 se hizo oficial el texto actual aprobado por el Pontífice.
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