EL SANTO ROSARIO
El Santo Rosario es la oración predilecta de nuestra Santísima Madre
María y también de muchísimos Papas.
Cada Ave María es una rosa para la Reina del Cielo. Ella dice que si no
rezamos el Rosario todos los días le impedimos ayudarnos. (Como dice San
Agustín:" Dios que te creó sin ti, no te puede salvar sin ti").
La Virgen María, poderosa y humilde Señora quema a los demonios con su
cadena de rosas de amor. Cuando hacemos el Rosario tiramos
como una bomba atómica en el mismo fondo del infierno. Si somos fieles a Dios,
con el Santo Rosario exorcizamos a los demonios, los ahuyentamos y vuelan
lejos ya que ellos no quieren estar presentes en los misterios de Jesucristo,
de su derrota.
Gloria Polo dice que
cada vez que lo rezamos estamos dentro del Corazón de María Santísima.
Marino Restrepo dice que el Rosario es como una cerca. Cada misterio es como
una gran puerta, cada Ave María es un poste de la cerca y uno debe asegurarse
que cada poste y cada puerta queden bien construidos y en el centro colocar
uno sus intenciones y una vez que se construye toda la cerca las
intenciones quedan dentro y no puede tocarlas el maligno; tiene una
fuerza extraordinaria porque están encerradas dentro de todos los misterios
donde se encerraron y ésta tiene mucha fuerza espiritual. Si no
edificamos bien algún poste de la cerca es mejor devolverse y repetir esa Ave
María para asegurarse de que ese poste quede bien construido.
Debemos tener en cuenta que estamos edificando un fortín. La Virgen María
recomienda que recemos el Santo Rosario todos los días y la razón por
la cual se debe rezar todos los días es porque todos los días hay una
batalla espiritual entre el bien y el mal por nuestra alma.
Sacerdote Eterno
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