LA EUCARISTÍA.
Hijo, estoy además presente en la Iglesia en el misterio del Amor y de la Fe, quiero decir en el Misterio de la Eucaristía.
Estoy verdaderamente presente en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad.
Esta presencia mía, si fuera creída, sentida y vivida en toda la sublime maravillosa realidad divina, por todos mis sacerdotes, se transformaría en tal fermento de purificación y vida sobrenatural, que se podría transformar aún por solo mis sacerdotes, el rostro de la Iglesia y arrancar de mi Corazón misericordioso gracias y hasta milagros insospechados., pero por desgracia no son muchos los que creen firmemente.
La mayoría cree débilmente; no faltan los que en realidad no creen en mi presencia eucarística. Con razón mi Vicario en la tierra ha hablado repetidamente de crisis de fe, causa y origen de innumerables males.
DONDE HAY SUFRIMIENTO
Hay una cuarta forma de presencia mía en la tierra: estoy realmente presente en mis santos. Santos son aquellos que viven de mi Vida divina. Estoy realmente presente en mis Santos que más tenazmente persiguen las más audaces conquistas de todos las virtudes cristianas.
Estoy realmente presente en los que sufren; donde hay sufrimiento ahí estoy Yo. En fin estoy presente en las almas víctimas, en ellas encuentro mis complacencias, mis alegrías, ellas me recompensan abundantemente por las ofensas, insultos, blasfemias y sacrilegios de los que no me aman.
Ellas forman las delicias de mi Padre; las almas víctimas son las que han mitigado, detenido la ira de mi Padre por tantas iniquidades de esta generación perversa, que en lugar de apagar su sed en la fuente del Agua viva y pura, se afana en apagarla en las pútridas y enfangadas aguas de los pantanos llenos de miasmas.
Hijo mío, ámame mucho, sólo a Mí, con tu amor, con tú fe, con tu ofrecimiento. Te bendigo y contigo bendigo a las personas por quienes rezas diariamente.
BASTARÍA UNA MIRADA
Hijo, ¿Para qué sirven gloria, estima, riqueza y salud, prosperidad, ingenio y cultura si luego al final se pierde el alma?
Estas palabras fueron motivo para muchas almas de buena voluntad, de una radical regeneración espiritual o conversión.
Una seria y ponderada reflexión a esta invitación mía, puede llevar a las almas a la conquista de virtudes heroicas, a lograr la perfección y santidad.
Una seria meditación sobre esta advertencia mía ha llevado y puede llevar a muchas almas a descubrir aquella perla preciosa de la que Yo hablo en la parábola, por la que bien vale la pena cortar netamente con el pecado, a través de un resuelto desapego de los falaces bienes y afectos de este mundo. Y seguirme en el camino del Calvario, a cambio de una inmarcesible corona de gloria eterna en la Casa de mi Padre.
Hijo, el alma en pecado es como la piedra que, de lo alto, en virtud de la ley natural de la gravedad, se precipita hacia el fondo, aumentando en su caída de peso y de velocidad.
El alma en pecado se precipita hacia el fondo, aumentando en su caída el peso de sus culpas,de sus pasiones. ¿Qué ley natural puede detener e invertir una piedra cayendo de lo alto hacia abajo? ¿Qué ley natural puede invertir la bajada hacia abajo en ascenso hacia lo alto? Ninguna ley natural puede hacer este milagro. Solamente una ley de orden superior lo podría hacer.
Sólo Yo soy la ley sobrenatural, esto es la Fuerza divina que puede detener al pecador en su ruinosa bajada hacia el precipicio e invertir su rumbo de descenso en subida, hacia lo alto, hacia la Vida.
Esto es lo que mas ardientemente deseo hacer con todos los pecadores, pero en particular con mis sacerdotes arrollados por el maligno, por la concupiscencia del espíritu y de los sentidos. Bastaría una mirada suya hacia Mi crucificado, una invocación suya a mi Corazón misericordioso, y que según el ejemplo de Pedro, me dijeran: "¡Sálvame, Señor, porque me ahogo entre las olas!"
¡Oh, hijo mío, cómo sería solícito en alargarles mi mano, para traerlos a salvo!
YO AMO A LAS ALMAS
¿Te das cuenta de la trágica situación de muchos sacerdotes míos que están caminando a grandes pasos hacia la condenación eterna de su alma? ¿Puede haber sobre la tierra tragedia mas grande, más horrible que ésta?
¿Puede haber engaño más diabólico que el que se ha difundido en nuestros tiempos, por pseudo-maestros afirmando que el infierno no existe y que la Misericordia divina no podría permitir jamás la condenación eterna de un alma? Estos propaladores de heregías y errores quisieran anulada la Justicia divina, mientras deberían saber que en Mi, MISERICORDIA Y JUSTICIA SON INDIVISIBLES, porque en Mí son la misma única cosa.
Hijo mío, Yo soy la luz que ha venido a este mundo. La luz resplandece en las tinieblas, pero las tinieblas no la han acogido.
Yo amo a las almas. Quiero la salvación de las almas; para esto he venido, pero tengo necesidad de vosotros, de vuestra colaboración.
Vosotros sois mis miembros, y todos los miembros tiende al mismo único fin.
Yo tengo necesidad de vosotros, para que se cumpla en su plenitud el Misterio de la salvación. Según mi ejemplo, según el ejemplo de mi Madre Santísima, de los mártires, de los santos, debéis abrazar generosamente vuestra cruz y seguirme. Si la cruz os parece pesada, vosotros sabéis que Yo estoy en vosotros para aliviar el peso.
Hijo, te he dicho y te lo repito: éste es un deber de justicia y de caridad; nadie se puede sustraer de él, mucho menos mis ministros.
No temas, estoy Yo para conducirte. Ve hacia adelante, no retrocedas y no te preocupes. Han rechazado mi Evangelio, han distorsionado mi verdad, no han creído a las almas víctimas, a las que he hablado. En sus palabras he puesto el sello de mi gracia; han resistido a todo.
HE DICTADO A MARÍA VALTORTA, alma víctima, una obra maravillosa. YO SOY EL AUTOR DE ESTA OBRA. Tú mismo te has dado cuenta de las RABIOSAS REACCIONES DE SATANÁS..
Tú has comprobado la resistencia que muchos sacerdotes oponen a esta obra que si fuera, no digo leída, sino ESTUDIADA Y MEDITADA llevaría un bien grandísimo a muchas almas. Ella es fuente de seria y sólida cultura.
Pero frente a esta obra, a la que está reservado un gran éxito en la Iglesia renovada, se prefiere la basura de tantas revistas y de libros de presuntuosos teólogos.
Te bendigo como siempre. Ámame mucho.
Es muy triste saber que muchos Sacerdotes llevan una vida casi que como cualquier seglar(fiestas, cenas, reuniones en donde él es el centro, cine, no ropas clericales, confesar a puerta cerrada en la sacristía, nunca se les ve orando fuera del Santo Sacrificio (como sí lo hacía el santo cura de Ars),y que casi nunca mencionan los novísimos, que es la vida eterna. Con todo esto ofenden inmensamente a Nuestro Señor, trituran Su Amantísimo Corazón y lo hacen sonrojar ante Su Padre.
ResponderEliminarEl Sacerdote es un alter Christus, debe estar libre de respetos humanos, de vida mundana y predicarnos acerca de todas estas verdades que necesitamos y queremos saber.
Esos Sacerdotes, como dijo Jesús a Monseñor Ottavio Michelini: "están caminando a grandes pasos hacia la condenación eterna". El CIELO, EL PURGATORIO Y EL INFIERNO EXISTEN y también sepamos que Su Misericordia y Justicia son indivisibles; son la misma única cosa