FRASES PARA SACERDOTES

"TODO LO QUE EL SACERDOTE VISTE, TIENE UNA BATALLA ESPIRITUAL". De: Marino Restrepo.

Una misa de campaña en medio de las bombas


Al césar lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Así como este Santo sacerdote quiero decir que primero sirvamos a Dios y después, a los hombres.

DIARIO DE SANTA FAUSTINA KOWALSKA.

La humillación es (mi) alimento cotidiano. Comprendo que la esposa acepta todo lo que atañe a su Esposo, por eso la vestimenta del desprecio que lo ha cubierto a El debe cubrirme a mí también. En los momentos en que sufro mucho, trato de callarme, porque desconfío de la lengua que en esos momentos es propensa a hablar de sí misma, en lugar de servirme para alabar a Dios por todos los beneficios y dones que me han sido proporcionados. Cuando recibo a Jesús en la Santa Comunión, le ruego con fervor que se digne sanar mi lengua para que no ofenda con ella ni a Dios ni al prójimo. Deseo que mi lengua alabe a Dios sin cesar. GRANDES CULPAS SE COMETEN CON LA LENGUA. Un alma no llegará a la santidad si no tiene cuidado con su lengua.
 
La lengua es un órgano pequeño, pero hace cosas grandes. Una religiosa que no es callada, nunca llegará a la santidad, es decir no será santa. No se haga ilusiones; a no ser que el Espíritu de Dios hable por ella, en tal caso no debe callar. Pero para poder oir la voz de Dios, hay que tener la serenidad en el alma y observar el silencio, no un silencio triste, sino un silencio en el alma, es decir el recogimiento en Dios. Se pueden decir muchas cosas sin interrumpir el silencio y, al contrario, se puede hablar poco y romper continuamente el silencio.

Oh, que daños irrreparables causa no guardar el silencio. Se hace mucho daño al prójimo, pero sobre todo a su propia alma.

Según mi opinión y mi experiencia, la regla del silencio debería estar en el primer lugar. Vi a muchas almas en los abismos infernales por no haber observado el silencio. Ellas mismas me lo dijeron cuando las pregunté cuál había sido la causa de su ruina. Eran almas consagradas. Oh Dios mio, qué dolor al pensar que podrían estar no solamente en el paraiso, sino hasta ser santas. OH JESÚS, MISERICORDIA, TIEMBLO AL PENSAR QUE DEBO RENDIR CUENTA DE LA LENGUA, EN LA LENGUA ESTÁ LA VIDA, PERO TAMBIÉN LA MUERTE, A VECES CON LA LENGUA MATAMOS, COMETEMOS UN VERDADERO ASESINATO ¿Y podemos considerar esto como una cosa pequeña? De verdad no entiendo estas conciencias.

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