Francisco readmite a los restantes obispos “oficiales”
El Santo Padre Francisco, con el fin de sostener el anuncio del Evangelio en China, ha decidido readmitir a la plena comunión eclesial a los restantes obispos “oficiales” ordenados sin mandato pontificio: Mons. Joseph Guo Jincai, Mons. Joseph Huang Bingzhang, Mons. Paul Lei Shiyin, Mons. Joseph Liu Xinhong, Mons. Joseph Ma Yinglin, Mons. Joseph Yue Fusheng, Mons. Vincent Zhan Silu y Mons. Anthony Tu Shihua, de la Orden de los Franciscanos Menores (fallecido el 4 de enero de 2017, habiendo expresado antes de morir su deseo de reconciliarse con la Sede Apostólica).
El Papa Francisco espera que, con las decisiones tomadas, se pueda “comenzar un nuevo camino” que permita “superar las heridas del pasado” realizando la “plena comunión” de todos los católicos chinos, se indica en el comunicado emitido por la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el 22 de septiembre de 2018.
La comunidad católica en China está llamada a “vivir en una colaboración más fraterna”, para llevar con un “compromiso renovado el anuncio del Evangelio”. En efecto, la Iglesia existe para testimoniar a Jesucristo y el Amor del Padre que perdona y salva, señala la Santa Sede.
Obispos chinos, en comunión con el Papa
“Por primera vez, hoy, todos los Obispos en China están en comunión con el Santo Padre, con el Papa, con el Sucesor de Pedro”, afirma el Cardenal Secretario de Estado Piero Parolin. El Papa Francisco, como sus inmediatos predecesores, “mira con particular atención” y con un especial cuidado al pueblo chino, ha explicado Parolin.
La firma de este Acuerdo Provisional es un “acontecimiento de especial importancia para la vida de la Iglesia católica en China”, para el “diálogo” entre la Santa Sede y las Autoridades civiles de aquel País, y también para la “consolidación de la paz”, del entendimiento entre los pueblos, en estos momentos de grandes, fuertes tensiones internacionales, asegura el Secretario de Estado.
El objetivo de la Santa Sede es un “objetivo pastoral”, es decir, es ayudar a las iglesias locales para que gocen de condiciones de mayor libertad, de mayor autonomía, de una posibilidad de una mejor organización, y así se dediquen al anuncio del Evangelio y a contribuir al desarrollo integral de la sociedad y de la persona.
“Se necesita unidad, se necesita confianza, se necesita un nuevo empuje, como también se necesita tener buenos Obispos que sean reconocidos por el Papa, por el Sucesor de Pedro, y por las legítimas Autoridades civiles de su País”. El Acuerdo se pone en esta línea: es un instrumento para que se pueda ayuda en eso, con la colaboración de todos, ha afirmado el Card. Parolin.
FUENTE: es.zenit.org
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