Imagen referencial / Crédito: Luis Ángel Espinosa, Legionario de Cristo de la Ciudad de México
El Arzobispo Emérito de La Plata, Mons. Héctor Aguer, comentó las recientes declaraciones del Papa Francisco en el libro “La Fuerza de la Vocación”, confirmando la importancia del celibato sacerdotal para la Iglesia latina, que la mantiene como “una perla preciosa”.
“En el celibato, que la Iglesia latina mantiene como una perla preciosa, se verifica la entrega de varones íntegros a la continencia, a la virginidad, por amor a Cristo y a la Iglesia y para darse totalmente a Jesucristo y a la Iglesia. Aquí se vive una problemática espiritual no puramente cultural o social”, sostuvo el Prelado en su reflexión en el programa “Claves para un Mundo Mejor”, emitido el 8 de diciembre por Canal 9 de Argentina.
En el libro, que salió a la venta el 3 de diciembre por Publicaciones Claretianas, “el Papa dice que en la cultura actual la homosexualidad parece haberse convertido en una moda y que esa mentalidad entra también en la Iglesia”, recordó Mons. Aguer.
“El Papa ha tocado un punto clave, del cual no solía hablarse (…). Puedo asegurar, que, en algunas diócesis, el porcentaje de sacerdotes homosexuales es elevado, y que ellos se suelen cubrir entre sí; no salen del closet como digo, constituyen una especie de logia o de lobby aún aquellos ‘no practicantes’, por decirlo de alguna manera que protegen, promueven, controlan todo eso”.
Mons. Aguer dijo que “el Papa habla también de los seminarios y de la necesidad de advertir allí si los candidatos al sacerdocio tienen la formación afectiva y espiritual que corresponde”.
“He oído algunas críticas diciendo que el Papa discrimina porque no permite que los homosexuales sean sacerdotes. Debo decir que discriminación ha venido a ser una palabra maldita, digamos, porque, en realidad, discriminar significa distinguir; y hay discriminaciones justas y hay discriminaciones injustas”.
“Una discriminación justa es impedir que se hagan cosas que no se deben hacer o que personas que no deben estar en tal lugar estén allí. Pues bien: elegir los candidatos al sacerdocio con plena integridad varonil es una obligación de la Iglesia; de lo contrario se está poniendo en riesgo el sentido del celibato”, explicó el Arzobispo emérito de La Plata.
En ese sentido, describió al celibato como el “compromiso virginal de un sacerdote que imita a Jesucristo, esposo de la Iglesia”, y “una realidad espiritual y mística preciosa, que requiere en el sujeto una plena madurez varonil”.
Finalmente, con motivo de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, Mons. Aguer pidió que se rece mucho “por los sacerdotes”, “por las vocaciones para que sean verdaderamente auténticas” y “para que los sacerdotes vivan su celibato sin temor, sin vergüenza, con entrega total a Cristo, por amor a Él”.
FUENTE: aciprensa.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario