1. Oh Jesús, Rey y Señor de la Iglesia: renuevo en tu presencia mi adhesión incondicional a tu Vicario en la tierra, el Papa. En él Tú has querido mostrarnos el camino seguro y cierto que debemos seguir en medio de la desorientación, la inquietud y el desasosiego.
Creo firmemente que por medio de él Tú nos gobiernas, enseñas y santificas, y bajo su cayado formamos la verdadera Iglesia: una, santa, católica y apostólica.
Concédeme la gracia de amar, vivir y propagar como hijo fiel sus enseñanzas. Cuida su vida, ilumina su inteligencia, fortalece su espíritu, defiéndelo de las calumnias y de la maldad. Aplaca los vientos erosivos de la infidelidad y la desobediencia, y concédenos que, en torno a él, tu Iglesia se conserve unida, firme en el creer y en el obrar, y sea así el instrumento de tu redención.
Así sea.
-P. Marcial Maciel, L.C
2. Padre Nuestro que estás en los cielos, que todo lo gobiernas a través de Tu Hijo Jesucristo. Ten piedad y misericordia de Tu amadísimo hijo, El Papa Benedicto XVI y concédele por tu infinita misericordia, larga vida y salud en abundancia, para encaminar al mundo por senderos de paz y justicia, de amor y prosperidad y de verdadera santidad.
Dale a tu vicario en la tierra fuerza, protección y los dones del Espíritu para cumplir con la misión que le has encomendado.
Gracias Señor por darnos a Benedicto XVI.
Danos la gracia de estar siempre con el, unidos a tu rebaño, la Iglesia Católica.
Por Nuestro Señor Jesucristo
Amén.
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