ESENCIAL Y URGENTE REVISIÓN.
Hijo todo comandante de estado mayor reúne periódicamente en torno a su mesa de trabajo a sus ayudantes. Con ellos revisa los diferentes planes de defensa y también de ataque; se da quehacer para que sus planes estén siempre bien estudiados, preparados según el sucederse las relaciones de los varios pueblos circunvecinos, para que estén listos para toda coyuntura. Así hacen los hombres que tienen responsabilidades sociales.
También en mi Iglesia y en mis Iglesias se debería haber hecho otro tanto con el mismo diligente y solícito esmero. En mi Iglesia hay un inmenso ejército de confirmados que debe ser adiestrado para la lucha contra los enemigos del alma: LOS DEMONIOS, LAS PASIONES Y EL MUNDO.
Toca a la Jerarquía, a los varios estados mayores de las Iglesias locales, organizar y conducir esta gigantesca batalla que se combate desde la creación del hombre y continuará sin interrupciones hasta el fin de los tiempos.
Ya he dicho que los hombres, ya sea tomados particular o socialmente, son objeto y víctima de esta lucha contra las oscuras y tenebrosas potencias infernales, para las que TODA INSIDIA Y SEDUCCIÓN SON BUENAS CON TAL QUE SE PIERDAN LAS ALMAS.
Ya no se presta fe a esto por parte de muchos. Al no creer, no se valoran las fuerzas ni las posibilidades del Enemigo por lo que resulta imposible conducir una guerra bien organizada, si de ella no están convencidos ni sobre el plano individual ni sobre el plano social.
Es laudable la diligencia con el que algunos estados mayores preparan sus planes, convencidos de estar cumpliendo un deber. Es deplorable por el contrario la inercia de parte de estados mayores de otras Iglesias locales, que no saben ni preparar, ni ejecutar sus planes de defensa ni de ataque contra todas las fueras del Mal.
HASTA DEMASIADAS COSAS.
Se hacen si muchas cosas: a veces hasta demasiadas cosas, que sirven bien poco para el fin, que es el de desbaratar las fuerzas del Maligno.
Los enemigos de la Iglesia del bien y de la verdad se han hecho atrevidos y prepotentes; avanzan cada vez más y se hacen cada vez más insolentes, llegando a subvertir las leyes divinas y naturales ¿Por qué, hijo Mío?
Muchas responsabilidades pesan sobre mi Iglesia por los muchos males que la afligen, a la base de los cuales está LA CRISIS DE FE, LA CRISIS DE VIDA INTERIOR.
No raramente se ha llegado a ser cómplices de los enemigos de Dios y de la Iglesia. DEBILIDAD, MORBOSO AMOR AL PRESTIGIO, FALTA DE UNIDAD, VERDADERA Y PROPIA ANARQUÍA. Ha sido desfigurada la fisonomía de los hijos de Dios y de los ministros de Dios.
¡Es tiempo de despertar! Es tiempo de poner la segur a la raíz. Quiero decir que es tiempo de responder a mi insistente invitación a una VERDADERA CONVERSIÓN, ANTES QUE SEA DEMASIADO TARDE.
Es tiempo de que los diferentes estados mayores de mis Iglesias cesen de perder tiempo en cosas o iniciativas inútiles. TIENEN EL YERRO DE NO IR A LAS RAÍCES DE LOS MALES.
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