El mundo le debe una disculpa a Benedicto XVI cuando criticó la falta de la razón en la fe del Islam
“No actuar según la razón es contrario a la naturaleza de Dios”.
Estamos hoy en el 8 º aniversario, 12 de septiembre, del discurso del Papa Benedicto XVI en la Universidad de Ratisbona en 2006, en el que citó al emperador cristiano Paleólogo que enfrentaba informes similares. Hoy lo que está haciendo el Estado Islámico es la muestra viva de su profecía.
Mientras escribo, los titulares y diversas fuentes de noticias están llenos de imágenes de algunas de las barbaridades más repugnantes que hemos visto desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Horribles imágenes de asesinatos en masa, crucifixiones, decapitaciones – incluso de niños pequeños – tortura y las violaciones en grupo sistemáticas; mujeres y niñas secuestradas en masa y vendidas como esclavas; miles expulsados de sus hogares por el terror, iglesias antiguas, monasterios y santuarios saqueados y quemados…
El mundo les debe al Papa Benedicto y al emperador Paleólogo una disculpa sobre su reacción a ese discurso.
Hoy en día, las noticias del ex-Irak están mostrando a cualquiera que tenga ojos para ver lo que el Corán leído textualmente produce en la acción realmente.
Pero la Europa moderna secularizada no lo hará porque no cree en los textos sagrados. Para un europeo pensar que alguien crea en la religión es un imposible. Ni siquiera reconocen una espada cuando les está presionando en el cuello.
El Papa Benedicto XVI habló de una discusión, un diálogo, llevado a cabo – tal vez en 1391 en los cuarteles de invierno cerca de Ankara – por el docto emperador bizantino Manuel II Paleólogo sobre el tema del Islam, la amenaza que, en la forma deL Imperio otomano, era la fuerza que tenía delante.
El Papa Benedicto, que lo describió como “un persa culto sobre el cristianismo y el Islam”, dijo que Paleólogo aseveró,
“Muéstrame lo que Mahoma ha traído de nuevo, y allí encontrará solamente cosas malvadas e inhumanas, tales como su directiva de difundir por la espada la fe que él predicaba”.
El Papa señaló que el comentario fue hecho en algún momento “durante el asedio de Constantinopla entre 1394 y 1402″.
El Papa también señaló que el emperador habló con“brusquedad sorprendente, brusquedad que para nosotros es inaceptable”. Pero es evidente que el emperador era también un hombre en posición de hablar desde su experiencia personal.
Desde su discurso, el Papa Benedicto XVI ha escuchado las constantes acusaciones, repetidas sin cesar por la prensa occidental, que sus observaciones eran “ofensivas”, que su “metedura de pata” sobre el Islam, causó la violencia que siguió.
Pero ¿qué dijo? Llamó en voz baja a un retorno a la supremacía de la razón en el discurso religioso, y él cortésmente pidió a los musulmanes abjurar de la violencia.
Los medios de comunicación seculares occidentales petulantes, ocupados con sus ataques a uno de sus blancos favoritos, no citaron el resto del párrafo. Pero se puede encontrar la tesis no sólo en la conferencia del Papa Benedicto XVI, sino que es la respuesta verdadera del cristianismo a la violencia incontrolada del islamismo y a nuestro propio libertinaje: la razón y la fe, “Fides et ratio” y su colaboración armoniosa para crear un orden civil moral y justo.
“El emperador, después de haberse expresado un modo tan duro, va a explicar en detalle las razones por las cuales la difusión de la fe mediante la violencia es algo irracional. La violencia es incompatible con la naturaleza de Dios y la naturaleza del alma”, dijo el Papa Benedicto XVI.
¿Cómo puede estar pasando esto en un mundo “globalizado”? ¿Qué le ha pasado a nuestra “aldea global”? ¿No ha tenido la modernidad, con todas sus comodidades y distracciones, el logro de civilizar y domesticar al mundo entero?
Él citó a Paleólogo:
“Dios… no goza con la sangre – y no actuar según la razón es contrario a la naturaleza de Dios. La fe es fruto del alma, no del cuerpo. Quien quiere llevar a alguien a la fe necesita la capacidad de hablar bien y de razonar correctamente, sin violencia ni amenazas… Para convencer a un alma razonable no hay que recurrir a un brazo fuerte, o a armas de ningún tipo, o cualquier otro medio de amenaza de muerte…”
Cuando las imágenes procedentes del nuevo Estado Islámico, el nuevo “Califato”, nos aturden y abruman, las palabras de Benedicto XVI y Paleólogo suenan bien sensatas y humildes.
Frente a este resurgimiento moderno de la antigua amenaza de tales barbaridades, cada vez es más difícil para los intelectuales liberales occidentales continuar haciéndose eco de sus antiguos mantras. La dura verdad debe ser enfrentada con el tiempo, incluso por los más decididos; no todos en el mundo piensan de la misma manera, tiene los mismos valores, tiene los mismos objetivos. No todas las culturas tienen igual valor. No todos los hombres están igualmente correctos en lo que creen.
Hablando desde su exilio en la seguridad dudosa y quizás temporal de la norteña ciudad iraquí de Erbil, el arzobispo Amel Nona, el católico caldeo de Mosul, nos dijo sin rodeos, y sin las sutilezas requeridas por el público académico civilizado al Papa Benedicto XVI, que el tiempo para complacer nuestras fantasías liberales confortables ha terminado. Y dijo:
“Nuestros sufrimientos de hoy son el preludio de lo que ustedes, los europeos y los cristianos occidentales, también van a sufrir en el futuro cercano”
Y él nos advierte:
“También, ustedes están en peligro. Ustedes deben tomar decisiones fuertes y valientes, aun a costa de contradecir sus principios”.
FUENTE: http://forosdelavirgen.org/ Life Site News, Signos de estos Tiempos
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