Las Quince Promesas
de la Virgen MARÍA a los cristianos
que rezan el Rosario.
1
Quien me sirva fielmente rezando el Rosario recibirá la señal de gracia.
2
Prometo mi especial protección y la mayor de las gracias a todos aquellos que recen el Rosario.
3
El Rosario será un escudo poderoso contra el infierno, destruirá los vicios, disminuirá el pecado y abatirá la herejía.
4
El Rosario hará florecer la virtud y las buenas acciones y hará que las almas obtengan la generosa misericordia divina; alejará del corazón de los hombres el amor del mundo y sus vanidades y los elevará a desear las cosas eternas.
¡Cuántas almas por este medio se santificaron!
5
El alma que se me encomiende por el rezo del Rosario no perecerá.
6
El que con devoción rece el Rosario, considerando sus sagrados misterios, nunca se verá oprimido por la desgracia. Dios no lo castigará en Su divina justicia y no perecerá desamparado; permanecerá en la gracia de Dios si es justo y se hará merecedor de la vida eterna.
7
El que tenga una verdadera devoción por el Rosario no morirá sin los Sacramentos de la Iglesia.
8
Todos los que recen fielmente el Rosario tendrán en vida y en muerte la luz divina y la plenitud de Sus gracias y al morir participarán de los méritos de los santos en el paraíso.
9
Liberaré del Purgatorio a aquellos que hayan sido devotos del Rosario.
10
Los hijos fieles del Rosario gozarán en el Cielo de una gloria singular.
11
Obtendrán todo lo que me piden a Mi, rezando el Rosario.
12
Socorreré en todas sus necesidades a los que propaguen el Santo Rosario.
13
He obtenido de mi Hijo Divino que todos los devotos del Rosario tengan en vida y en muerte como intercesores a todos los bienaventurados de la Corte Celestial.
14
Los que rezan el Rosario son todos hijos mios muy amados y hermanos de mi Unigénito Hijo Jesucristo.
15
La devoción a mi Rosario es una gran señal de predestinación.
(Concedido a Santo Domingo y al Beato Alano)
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