Las relaciones entre Dios y el Hombre son la clave de la felicidad humana, por eso los padres debemos enseñar a nuestros hijos a amar a Dios.
Las relaciones entre Dios y el Hombre son la clave de la felicidad humana. Por esto, como padres de familia cristiana, tenemos el deber y la alegría de enseñarles a nuestros hijos a amar a Dios. Para formar niños piadosos, es importante ante todo dar ejemplo. Padres piadosos, hijos piadosos.
A continuación sugerimos algunas pautas para ayudar a los padres en la tarea de la formación de hijos piadosos:
- Mostrar a Dios como padre amoroso.
- Cuidar que las devociones y actos de piedad, desde pequeños, tengan un contenido teológico que van entendiendo poco a poco.
- Enseñar a rezar, pero explicar también a quién se reza y por qué se reza.
- No abandonar nunca el "seguimiento" de los niños en las oraciones diarias, tales como las plegarias al acostarse y al despertarse.
- Que el rezo en familia se haga con respeto. Cuidar las posturas. No es lo mismo rezar que jugar o ver la tele. La actitud debe ser otra.
- Explicarles desde pequeños el significado de las distintas fiestas litúrgicas.
- Ayudarles cuando llegan a los 11-13 años a superar la vergüenza a que les vean rezar.
- Hacerles notar que la piedad se debe mostrar en la conducta de todo el día. Rezar y mal comportamiento no deben ir juntos.
- Animar a ofrecer a Dios las clases y las tareas. Es otra forma de hacer oración.
- Bendecir los alimentos, antes de comer por ejemplo, acudir al Ángel Custodio al salir en carro.
La Misa Dominical, una ocasión especial
Acudir en familia a la Santa Misa debe convertirse en una de las ocasiones más importantes de la semana. Haga de este momento algo especial: es la oportunidad para darle gracias a Dios por la semana que ha pasado y pedirle por la que vendrá. Es una ocasión tan importante, que merece vestirse bien para alabar a nuestro Padre por todas sus bondades.
- Si sus hijos son pequeños, vaya explicándoles, poco a poco, los fines de la Misa para que se acostumbren y aprendan a valorarla. Algunas pautas a seguir:
- Cuide especialmente la compostura en la Iglesia.
- Hágale notar a sus hijos que el Señor está real y verdaderamente presente.
- Preocúpese de que los niños guarden el ayuno eucarístico.
- Enséñeles a prepararse para ir a comulgar, con actos de contrición y de amor de Dios, y a dar gracias después de la comunión. Permanecer dando gracias un rato, ya que el Señor está todavía dentro de nosotros realmente.
- Dar ejemplo.
FUENTE: pildorasdefe.net
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