ROMA, 16 May
- Hay un demonio especializado en atacar a la familia, afirmó el exorcista César Truqui, sacerdote que participó en el reciente curso sobre exorcismo realizado en Roma (Italia), quien advirtió que todo lo que afecte a la familia –entre ellas el divorcio-, son agradables al diablo.
En declaraciones al semanario italiano Tempi, el sacerdote afirmó que hay “un demonio especializado en el ataque a la familia, citado también en la historia de Tobías, se llama ‘Asmodeo’” -que mató a siete maridos a Sara y que fue encadenado en el desierto por San Rafael-, y que “se hace presente” en muchos exorcismos.
A este demonio, indicó, “lo recuerdo en aquellos exorcismos del P. Gabriele Amorth y del P. Francesco Bamonte, a quien asistí”. Recuerdo “una pareja de jóvenes muy unida que quería casarse, no obstante ella debiese someterse a un exorcismo para ser liberada”.
Durante el exorcismo “el demonio estaba furioso y conminaba al P. Amorth de impedir el matrimonio, de lo contrario mataría a la joven. Obviamente –señaló- era una amenaza del mentiroso que de hecho no ocurrió”.
En ese sentido, el sacerdote añadió que el diablo también busca atacar a la familia a través de las ideologías y de los estilos de vida y pensamiento individualistas que han seducido a la sociedad, y entre los cuales se encuentra la difusión del divorcio.
“Se cree que ‘si no me gusta más mi marido, el divorcio me hará estar mejor’”, pero “olvidan las consecuencias sobre los hijos y la sociedad. Esta mentalidad contraria a la familia es agradable al diablo: él sabe que un hombre solo y sin puntos de referencia es manipulable e inestable”, afirmó
“Aún hoy, que tengo más de 50 años, solo pensando que mi madre y mi padre se aman para siempre, encuentro alivio y coraje. Al contrario, los hijos de los padres separados son más frágiles e indecisos”, advirtió.
Estas palabras son respaldadas por el discurso que el Papa Francisco dio a la Renovación Carismática en junio del año pasado, en el cual señaló que el demonio busca destruir a las familias porque es allí donde Jesús crece, en medio del amor de los cónyuges y en la vida de los hijos.
“Crece en el amor de los cónyuges, crece en la vida de los hijos. Y por esto el enemigo ataca tanto a la familia. El demonio no la quiere. Busca destruirla, busca que el amor no esté allí”, advirtió en el estadio olímpico de Roma ante 52.000 personas.
Ese día, Francisco recordó que “las familias son estas iglesias domésticas. Los esposos son pecadores, como todos, pero quieren ir adelante en la fe, en su fecundidad, en los hijos y en la fe de los hijos”.
Por ello, pidió al Señor que “bendiga a la familia, la haga fuerte, en esta crisis en la que el diablo quiere destruirla”.
FUENTE: aciprensa.com
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