SIN LAS ALMAS EXPIATORIAS, LOS SACERDOTES EN MASA AL INFIERNO.
Esto debe ser una advertencia para vosotros, los que todavía vivís en el mundo. Debería ser una terrible advertencia para los actuales Sacerdotes, porque no han emprendido o no emprendieron el buen camino. Muchos de ellos han sido, como yo, durante un período más o menos corto, buenos sacerdotes o pasablemente buenos. Pero ahora se encuentran en el amplio camino, en el camino que lleva a la perdición. SI NO RECIBEN UNA GRACIA ESPECIAL, porque un laico cualquiera o un alma expiatoria, a los que habría que predicarlo, reza por él, y espía...ENTONCES ESTÁN PERDIDOS. ¡Es una terrible y espantosa tragedia, que ocurra eso! ¡Yo no puedo modificarlo! ¡TENGO QUE DECIR LAS COSAS COMO SON, y COMO ME HA SUCEDIDO A MI! No hay nada que hacer. El de ahí arriba (señala hacia lo alto) no es un hombrecito que cambie de repente todas las leyes, COMO QUISIERAN LOS HOMBRES DE HOY EN DÍA.
El de ahí arriba (señala hacia lo alto) no da azúcar a las lenguas porque los hombres quisieran gustar el azúcar. EL ES SIEMPRE EL MISMO. Eso es una terrible tragedia. ESO NO PUEDE CAMBIARSE, A PESAR DE QUE LOS HOMBRES DE HOY EN DÍA, Y ESPECIALMENTE EL CLERO, QUISIERAN CAMBIARLO. ES UN HECHO DEFINITIVO QUE NO SE PUEDE CAMBIAR NADA EN LAS LEYES DE DIOS. LA TERRIBLE TRAGEDIA CONSISTE EN QUE EL HOMBRE MISMO ES EL QUE TIENE QUE MODIFICARSE...INMEDIATAMENTE, SIN PÉRDIDA DE TIEMPO...COMENZANDO PRIMERAMENTE POR SÍ MISMO. Porque Cristo ha dicho: "Si tu ojo te causa perdición, arráncatelo y échalo" (con una voz terrible).
E: ¡En nombre de Jesús, di la verdad y solamente la verdad!
V: ¡Y eso, El no lo ha dicho así porque sí! Eso es verdad en la medida más amplia y completa. Los ojos han sido la perdición de muchos sacerdotes. Ven demasiado y comprenden demasiadas cosas que no tendrían que ver y no tendrían que comprender. Eso comienza con la televisión y continúa con...
E. ¡Di la verdad, y solamente la verdad, Verdi Garandieu!
V: ...Y CONTINÚA CON LAS MUJERES QUE DESGRACIADAMENTE PUEDEN ESTAR TAMBIÉN HOY EN DÍA EN EL CORO DE LA IGLESIA. Esto corresponde y se refiere a todo lo que puede servir a la seducción. Esto tiene hoy una especial validez. Ya Judas ha tenido que decir: "Antes, las mujeres llevaban un velo, especialmente durante la misa. Hoy ya no lo llevan. Pero tienen que volver a llevarlo". Y si no lo llevan, entonces no debería estar colocado el altar de cara al pueblo, porque yo, Verdi Garandieu, he leído la misa todavía hacia el altar y no hacia el pueblo. Y SIN EMBARGO, HE CAÍDO EN LA TENTACIÓN. TANTO MÁS LOS SACERDOTES ACTUALES, CUYOS OJOS...
E: ¡Di la verdad, Garandieu, solamente la verdad, en nombre de Jesucristo!
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