Mensajes de “El buen Pastor Enoc” del día 23 de enero de 2011.
¡PASTORES DEL HOGAR: RETOMAD CUANTO ANTES
EL CONTROL DE VUESTROS HOGARES!
¡LLAMADO URGENTE DE JESÚS EL BUEN PASTOR A LOS PADRES DE
FAMILIA!
Hijos míos, que mi paz esté con vosotros.
Os hago un llamado urgente pastores del hogar: retomad cuanto antes el control de vues-tros hogares; vuestros hijos se están perdiendo por la falta de amor, diálogo, perdón y lo más importante por la falta de Dios en vuestros hogares. La juventud está siendo presa fácil de mi adversario, por la falta de oración y cumplimiento de mis preceptos; la rebeldía es el común hoy de muchos jóvenes, la música con sus mensajes subliminales, el mo-dernismo y la vida fácil, están llevando a la juventud a la pérdida de los valores morales y espirituales; blasfemar contra Dios es ya una costumbre en la juventud de estos últimos tiempos. Son muy pocos los jóvenes que oran y cumplen mis preceptos.
La inmensa mayoría de la juventud está perdida y vosotros padres de familia seguís en vuestro letargo espiritual, que os llevará también, si no despertáis, a la muerte eterna. ¿Qué esperáis pastores del hogar, para retomar el control de vuestros hogares? Vuestros hijos se están perdiendo por la falta de amor y la carencia de Dios en vuestros hogares; el libertinaje, en que viven tantos jóvenes de hoy, los está llevando al abismo; los abortos, la drogadicción y el modernismo, la carencia de valores, están sumiendo a la juventud en las tinieblas. Os digo, padres de familia, que vosotros sois responsables ante mí, por la educación moral y espiritual de vuestros hijos; dejad de seguir siendo perros mudos, para que no os lamentéis mañana cuando os pida cuenta de vuestros hogares.
Acordaos: Todo árbol que no de buen fruto, será talado, cortado y tirado al fuego. Un árbol bueno da frutos buenos, más un árbol malo da frutos malos. Recapacitad, padres de familia, y no sigáis viviendo tan relajadamente, porque el tiempo de mi justicia está tocando a vuestras puertas; prestad más atención a vuestros hijos, que haya más diálogo, amor y comprensión en vuestros hogares; acordaos que el amor es la base del perdón; sin amor no hay vida.
Amar es: Escuchar, dialogar, comprender, perdonar, educar, corregir, guiar y ante todo, amor es Dios. Sin Dios en vuestros hogares no hay vida. Retomad la oración en familia, especialmente el rezo del Santo Rosario de mi Madre; mi Coronilla de la Misericordia; reconciliaos con vuestro Padre Celestial, a través del Sacramento de la confesión; alimentaos de mi Cuerpo y de mi Sangre, al menos una vez por semana en mi fiesta dominical; cumplid con mis preceptos y os daré mi paz y mi salvación. Es tiempo de oración; no sigáis tan relajados, porque la hora de la justicia divina está tocando a vuestras puertas. Despertad pues padres de familia, porque se acerca la venida de vuestro Eterno Pastor; permaneced despiertos y con vuestro rebaño reunido, para que cuando venga a pediros cuentas, no tengáis de qué lamentaros. De nuevo os digo, que mi paz esté con vosotros.
Soy vuestro Padre: Jesús el Buen Pastor de su Rebaño.
Mensaje de “El buen Pastor Enoc” del día 28 de noviembre de 2010.
ESTOY EN EL SAGRARIO: VENID A VISITARME
Hijos míos, que mi paz esté con vosotros.
Hijos míos: mirad como la humanidad sigue en su letargo espiritual, se niegan a buscar-me, se niegan a hablar conmigo. Yo que soy la solución a sus problemas. Yo que soy la vida. ¿Cuánto más desprecio e ingratitud tengo que soportar?.
Quiero darles mi amor, paz y plenitud, pero no, están ciegos y sordos; aunque tienen ojos no ven, aunque tienen oídos no escuchan; van por el mundo como sombras errantes. Le dan la espalda al Dios de la vida, al único que puede salvarlos y darles el gozo eterno.
¡Oh humanidad, quitaos de una vez la venda que os cubre para que podáis ver la luz de la vida, y podáis escuchar la palabra de la verdad!
Yo soy el camino que andáis buscando.
Yo soy la verdad que os hará libres.
Yo soy la vida que quiero derramar en abundancia sobre vosotros.
Miradme, escuchadme: Aquí estoy; soy vuestro Dios que me he quedado con vosotros en el silencio de cada sagrario. Estoy preso y solitario, pero lleno de amor por vosotros. Mis brazos están abiertos esperándoos hijos pródigos. No paséis de largo: soy vuestro Padre que os ama y quiere daros lo mejor de él.
No temáis, soy un Padre amoroso, indulgente y misericor-dioso. Si venís a mí, con un corazón contrito y humillado me desbordaré en amor y bendiciones hacia vosotros.
Yo soy la solución a vuestros problemas. Yo soy el ali-mento en vuestra mesa. Yo soy la paz de vuestros hoga-res. Sólo os pido que me regaléis unos pocos minutos de vuestro tiempo y os acerquéis a mí, con fe y confianza; habladme, depositad en mí vuestras preocupaciones y ne-cesidades; que yo vuestro Padre escucharé y solucionaré a la menor brevedad posible si lo que me pedís es para bien y salvación de vuestras almas.
De nuevo os digo: no temáis hijos míos; venid a visitarme; mis brazos están abiertos para todos aquellos que quieran ser perdonados. Soy fuente inagotable de misericordia, amor y perdón.
Acordaos: Que mi compasión es mucho más grande con aquel que se siente en pecado y quiere volver a mí. Venid pues, os estoy esperando. Estoy aquí en el sagrario. No tardéis, os amo mis pequeños y no quiero que ninguno se me pierda.
Soy vuestro Padre: JESÚS SACRAMENTADO
Dad a conocer mis mensajes hijos míos, a todas las naciones.
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