FRASES PARA SACERDOTES

"TODO LO QUE EL SACERDOTE VISTE, TIENE UNA BATALLA ESPIRITUAL". De: Marino Restrepo.

Una misa de campaña en medio de las bombas


Al césar lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Así como este Santo sacerdote quiero decir que primero sirvamos a Dios y después, a los hombres.

TESTIMONIOS DE CONVERSIÓN - MARIO SAN FRANCISCO, MODELO COLOMBIANO Y ANTI-CATÓLICO.






EWTN presenta el programa "Amor y Familia". En este episodio Mercedes Arzu de Wilson entrivista a un Mario St. Francis (Mario San Francisco) un modelo que ha aparecido en revistas, desfiles de moda, telenovelas, y music videos.

VISITEN: http:www/MarioSanFrancisco.com


 
El ha modelado en Washington DC; Miami Beach, Florida; Bogotá, Colombia y Nueva York. También apareció en la revista Cosmopolitan como 1 de los 50 solteros más codiciados de los Estados Unidos en 1999, 1 de los 10 hombres mas guapos, y fue nombrado Sr. Santander en el concurso por el título de Mr. Colombia.

Gracias a una modelo con quien el trabajó, ella lo presentó a Cristo Jesús. Su fe católica fue puesto a la prueba. Ella la inspiro a ser un buen Cristiano, pero resulto como un anti-católico. La prueba sigio mas tiempo: ¿Acaso cree, o era sólo un católico porque sus padres son católicos. Bueno ... Sí, es porque sus padres son, pero, Mario descubrió el gran tesoro y regalo que el ser cristiano católico.

Todo, desde el esperado Mesías Jesús Cristo, los apóstoles quien Jesus nombro, su Pasión y cruz donde ha demostrado su amor y de hecho el sacrificio perfecto para el perdón del pecado original. La Eucaristía que instituyó antes de ser crucificado y que celebró con algunos apóstoles poco después de su resurrección. Nos dio a María, su Madre a Juan y todos los creyentes desde la Cruz. La eleción de Simón Pedro como el jefe de los apóstoles y el Papa actual, que es su sucesor. La Confesión, la Confirmación y todos los sacramentos de la Iglesia católica y sus tradiciones.

Mario descubierto la verdad del catolicismo y se transformó su vida de una manera inexplicable y extraordinario.


FUENTE:  (Video y texto)  youtube.com/user/MarioStFrancis

MAYO, EL MES DE MARÍA.




Mayo: Mes de María

La Iglesia otorga este mes a María para conocerla y amarla más


Mayo es el mes de las flores, de la primavera. Muchas familias esperan este mes para celebrar la fiesta por la recepción de algún sacramento de un familiar. También, Mayo es el mes en el que todos recuerdan a su mamá (el famoso 10 de Mayo) y las flores son el regalo más frecuente de los hijos para agasajar a quien les dio la vida.

Por otro lado, todos saben que este mes es el ideal para estar al aire libre, rodeado de la belleza natural de nuestros campos. Precisamente por esto, porque todo lo que nos rodea nos debe recordar a nuestro Creador, este mes se lo dedicamos a la más delicada de todas sus creaturas: la santísima Virgen María, alma delicada que ofreció su vida al cuidado y servicio de Jesucristo, nuestro redentor.

Celebremos, invitando a nuestras fiestas a María, nuestra dulce madre del Cielo.



¿Qué se acostumbra hacer este mes?


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Ofrecimiento de flores a la Virgen.

Este es el mejor regalo que podemos hacerle a la Virgen. Regalar flores es una manera que tenemos las personas para decirle a alguien que la queremos mucho. A la Virgen le gusta que le llevemos flores y, también, si se puede, le podemos cantar sus canciones preferidas como las que te sugerimos más adelante, en la página........
Para dar mayor solemnidad al Ofrecimiento, los niños pueden ir vestidos de blanco, símbolo de pureza.


Reflexionar en los principales misterios de la vida de María.

Reflexionar implica hacer un esfuerzo con la mente, la imaginación y, también, con el corazón, para profundizar en las virtudes que la Virgen vivió a lo largo de su vida. Podemos meditar en cómo María se comportó, por ejemplo, durante:

-la Anunciación
-la Visita a su prima Isabel
-el Nacimiento de Cristo
-la Presentación del Niño Jesús en el templo
-el Niño Jesús perdido y hallado en el templo
-las Bodas de Caná
-María al pie de la cruz.



Recordar las apariciones de la Virgen.

En Fátima, Portugal; en Lourdes, Francia y en el Tepeyac, México (La Guadalupe) la Virgen entrega diversos mensajes, todos relacionados con el amor que Ella nos tiene a nosotros, sus hijos.



Meditar en los cuatro dogmas acerca de la Virgen María que son:

1. Su inmaculada concepción: A la única mujer que Dios le permitió ser concebida y nacer sin pecado original fue a la Virgen María porque iba a ser madre de Cristo.

2. Su maternidad divina: La Virgen María es verdadera madre humana de Jesucristo, el hijo de Dios.

3. Su perpetua virginidad: María concibió por obra del Espíritu Santo, por lo que siempre permaneció virgen.

4. Su asunción a los cielos: La Virgen María, al final de su vida, fue subida en cuerpo y alma al Cielo.



Recordar y honrar a María como Madre de todos los hombres.

María nos cuida siempre y nos ayuda en todo lo que necesitemos. Ella nos ayuda a vencer la tentación y conservar el estado de gracia y la amistad con Dios para poder llegar al Cielo. María es la Madre de la Iglesia.



Reflexionar en las principales virtudes de la Virgen María.

María era una mujer de profunda vida de oración, vivía siempre cerca de Dios. Era una mujer humilde, es decir, sencilla; era generosa, se olvidaba de sí misma para darse a los demás; tenía gran caridad, amaba y ayudaba a todos por igual; era servicial, atendía a José y a Jesús con amor; vivía con alegría; era paciente con su familia; sabía aceptar la voluntad de Dios en su vida.



Vivir una devoción real y verdadera a María.

Se trata de que nos esforcemos por vivir como hijos suyos. Esto significa:

Mirar a María como a una madre: Platicarle todo lo que nos pasa: lo bueno y lo malo. Saber acudir a ella en todo momento.

Demostrarle nuestro cariño: Hacer lo que ella espera de nosotros y recordarla a lo largo del día.

Confiar plenamente en ella: Todas las gracias que Jesús nos da, pasan por las manos de María, y es ella quien intercede ante su Hijo por nuestras dificultades.

Imitar sus virtudes: Esta es la mejor manera de demostrarle nuestro amor.



Rezar en familia las oraciones especialmente dedicadas a María.

La Iglesia nos ofrece bellas oraciones como la del Ángelus (que se acostumbra a rezar a mediodía), el Regina Caeli, la Consagración a María y el Rosario.



Cantar las canciones dedicadas a María

Que nos ayudan a recordar el inmenso amor de nuestra madre a nosotros, sus hijos



Treinta días de oración a la Reina del Cielo.


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Advocaciones de María


1. Nuestra Señora de Altagracia, Primer Santuario que existió en América. Son numerosas las primacías de la República Dominicana.


2. Nuestra Señora de los Ángeles, Patrona de Costa Rica. El Santuario de Nuestra Señora de los Angeles en Cartago, es uno de los más importantes de América Central.


3. Santa María la Antigua, Santa María La Antigua fue la primera advocación llegada al Istmo de Panamá en 1510 y establecida primero en un poblado de Darién.


4. Nuestra Señora Aparecida, Patrona de Brasil. Bajo la protección y el cuidado de María se sigue desarrollando la historia de Brasil.


5. María Virgen y Madre en Betania, Finca Betania, estado de Miranda, Venezuela 25 Marzo, 1976. Vidente: Sra. María Esperanza de Bianchini. Aprobada oficialmente por el obispo Pío Bello Ricardo el 21 de noviembre de 1987.


6. Nuestra Señora del Buen Suceso, Aparición en Quito, Ecuador durante la colonia. Lo que la Madre de Dios anunció, fue el triunfo de su Inmaculado Corazón.


7. Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, Reina y Patrona de Cuba. La presencia de María en Cuba se remonta a la primera comunidad cristiana de origen indio.


8. Nuestra Señora del Carmen en Miapú, El Santuario de Maipú será santuario donde conozcamos y honremos mejor a María y la descubramos como una verdadera Estrella para Chile.


9. Nuestra Señora de Chapi, La veneración a la imagen de la Santísima Virgen de Chapi es una de las devociones más fuertes en el sur del Perú.


10. Nuestra Señora de Chiquinquirá. Patrona de Colombia. Fiesta: 9 de Julio. "La Chinita" como la llama su pueblo, fue coronada canónicamente


11. Santísima Virgen del Cisne, Se venera con fervor en Ecuador, cerca del pueblo de Loja, hecha a semejanza de la Virgen de Guadalupe de Cáceres, España.


12. Nuestra Señora de Copacabana, Este santuario en Bolivia, forma parte del grupo de los santuarios que fueron testimonio de la primera evangelización de América Latina.


13. Nuestra Señora de Coromoto, Patrona de Venezuela, su coronación canónica se celebró al cumplirse los tres siglos de la aparición. Celebrada tres veces al año, el 2 de febrero y el 8 y 11 de septiembre.


14. La Virgen de Cuapa, La Virgen María se aparece en Cuapa, Nicaragua. La Virgen trae la luz del Señor que transforma los corazones.


15. Nuestra Señora de la Divina Providencia, El Papa Pablo VI declaró como patrona principal de la isla de Puerto Rico.


16. Nuestra Señora de las Gracias de Torcoroma, El 16 de agosto, día de su fiesta, hay multitudinarias peregrinaciones en Ocaña, el privilegiado pueblo colombiano.


17. Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de México. Pío X la proclamó "Patrona de toda la América Latina"; Pío XI, de "todas las Américas"; Pío XII la llamó "Emperatriz de las Américas"; y Juan XXIII, "La misionera celeste del Nuevo Mundo" y "la Madre de las Américas".


18. Virgen María Guardiana de la Fe, Aparición en Ecuador. Las apariciones con mensajes para ser difundidos a todos fueron de Agosto de 1988 al 3 de Marzo del 1990.


19. Nuestra Señora del Guayco, La provincia ecuatoriana de Bolívar tiene un santuario célebre dedicado a la Santísima Virgen.


20. Inmaculada Concepción La devoción mariana tuvo gran influencia en los católicos de Estados Unidos.


21. Nuestra Señora de Itatí, El Santuario se levanta en el pueblo de Itatí, a orillas del Alto Paraná y de la ciudad de Corrientes, en la República Argentina.


22. Nuestra Señora de las Lajas, Colombia y Ecuador, puesto que Nuestra Señora es prenda de paz y unión entre ambos pueblos.


23. Nuestra Señora de Lujan, Basílica de Nuestra Señora de Luján, en Argentina, lugar acuden millones de peregrinos que desean encontrar a la Madre de Dios y de profundizar en la propia fe.


24. Madre Santísima de la Luz, La Basílica-catedral de León, México, guarda un tesoro magnífico. En torno él fue construido el templo.


25. Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé, Se le venera en la ciudad de Caacupé, Paraguay, se celebra el 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción.


26. Nuestra Señora de la Merced, La devoción a la Virgen de las Mercedes en el Perú se remonta a los tiempos de la fundación de Lima. Se celebra el 24 de Septiembre


27. Nuestra Señora de la Paz, El Salvador. Fiesta: 21 de Noviembre, día en que la Iglesia celebra la Presentación de la Virgen María.


28. Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, Patrona de los Padres Redentoristas y de Haití. Esta imagen nos recuerda el centralismo salvífico de la pasión de Cristo y de María y la socorredora bondad de la Madre de Dios y nuestra.


29. Nuestra Señora de la Presentación del Quinche, Patrona de Ecuador. Esta advocación es muy popular, especialmente entre los indios que llaman con afecto "la Pequeñita"


30. Nuestra Señora del Prompt Succor, La devoción, el amor y la imitación obtendrá incontables bendiciones para Louisiana, EU, de su Santa Patrona.


31. La Purísima, El pueblo de Nicaragua se caracteriza por su gran devoción a su patrona, "La Inmaculada Concepción"


31. Reina del Santísimo Rosario de Agua Santa, Se convirtió en una de las más veneradas en el Ecuador y en otros países latinoamericanos.


32. Nuestra Señora del Rosario Chiquinquirá, Ella es la patrona de Colombia, pero también es venerada con mucho cariño en otros países de América Latina, principalmente en Ecuador, Perú y Venezuela.


33. María del Rosario de San Nicolás, Ella es la Primera Patrona del Curato de los Arroyos, Buenos Aires Argentina. Nos llama a la oración, la conversión y la consagración.


34. Nuestra Señora del Rosario, La Virgen del Rosario fue solemnemente declarada "Reina de Guatemala". Se celebra el mes de octubre.


35. Nuestra Señora del Socorro, Primera aparición mariana aprobada en Estados Unidos


36. Nuestra Señora de Suyapa, Su fiesta se celebra el 3 de febrero y fue nombrada Patrona Nacional de Honduras por el Papa Pío XII.


37. Nuestra Señora de los Treinta y Tres, El Papa Juan XXIII la declara patrona principal de Uruguay. Ese nombre nos recuerda la profunda devoción de los treinta y tres héroes uruguayos.


38. La Virgen de Urcupiña  La verdadera devoción a la Virgen en la imagen de Urcupiña. El sentido de la festividad que se celebra en Quillacollo.


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Oración Inicial para el Mes de María

¡Oh María!, durante el bello mes a Ti consagrado, todo resuena
con tu nombre y alabanza. Tu santuario resplandece con nuevo
brillo, y nuestras manos te han elevado un trono de gracia y de
amor, desde donde presides nuestras fiestas y escuchas nuestras
oraciones y votos.

Para honrarte, hemos esparcido frescas flores a tus pies, y adornado
tu frente con guirnaldas y coronas. Mas, ¡Oh María!, no te das
por satisfecha con estos homenajes. Hay flores cuya frescura y
lozanía jamás pasan, y coronas que no se marchitan. Éstas son
las que Tú esperas de tus hijos, porque el más hermoso adorno
de una madre es la piedad de sus hijos, y la más bella corona que
pueden depositar a sus pies, es la de sus virtudes.

Sí, los lirios que Tú nos pides son la inocencia de nuestros
corazones. Nos esforzaremos, pues, durante el curso de este mes,
consagrado a Tu gloria, ¡Oh Virgen Santa!, en conservar nuestras
almas puras y sin manchas, y en separar de nuestros pensamientos,
deseos y miradas aun la sombra misma del mal.

La rosa, cuyo brillo agrada a Tus ojos, es la caridad, el amor a
Dios y a nuestros hermanos. Nos amaremos, pues, los unos a los
otros, como hijos de una misma familia, cuya Madre eres, viviendo
todos en la dulzura de una concordia fraternal.

En este mes bendito, procuraremos cultivar en nuestros corazones
la humildad, modesta flor que te es tan querida, y con tu auxilio
llegaremos a ser puros, humildes, caritativos, pacientes y resignados.
¡Oh María!, haz producir en el fondo de nuestros corazones todas
estas amables virtudes; que ellas broten, florezcan y den al fin
frutos de gracia, para poder ser algún día dignos hijos de la más
Santa y la mejor de las Madres.

Amén.



El Angelus

V. El Angel del Señor anunció a María
R. Y concibió del Espíritu Santo
V. Dios te salve María ...
R. Santa María ...
V. He aquí la esclava del Señor
R. Hágase en mí según tu palabra
V. Dios te salve, María ...
R. Santa María ...
V. Y el verbo se hizo hombre
R. Y habitó entre nosotros
V. Dios te salve, María ...
R. Santa María ...
V. Ruega por nosotros, santa Madre de Dios
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.
V. Oremos:
Derrama, Padre, tu gracia en nuestros corazones 
que has iluminado ya con el conocimiento de la 
Encarnación de Jesucristo, tu Hijo, 
anunciada por el ángel a la Virgen; 
condúcenos
por medio de su pasión y de su muerte
a la gloria de la Resurrección.
Por Jesucristo nuestro Señor.
R. Amén.



La salve


Dios te salve, Reina y Madre de Misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve.
A ti clamamos lo desterrados hijos de Eva.
A ti suspiramos gimiendo y llorando 
en este valle de lágrimas.
¡Ea!,l pues, Señor, abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos
y después de este destierro, muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María.
Ruega por nosotros Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar las promesas 
de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.



FUENTE: es.catholic.net

"QUINCE MINUTOS CON JESÚS SACRAMENTADO"



Escucha a Jesús y platica con Él

-Se recomienda leer esto, preferentemente, ante el sagrario o cuando tenemos necesidad de platicar con Cristo nuestras preocupaciones y penas-


No es menester, hijo mío, saber mucho para agradarme; basta que me ames con fervor. Háblame sencillamente, como hablarías al más íntimo de tus amigos, o a tu madre, o a tu hermano.

¿Necesitas hacerme en favor de alguien una súplica cualquiera? Dime su nombre, bien sea el de tus padres, bien el de tus hermanos y amigos: dime al punto qué quisieras hiciese actualmente por ellos. Pide mucho, mucho; no vaciles en pedir; me gustan los corazones generosos, que llegan a olvidarse en cierto modo de sí mismos para atender a las necesidades ajenas. Háblame con sencillez, con llaneza, de los pobres a quienes quisieras consolar, de los enfermos a quienes ves padecer, de los extraviados que anhelas volver al buen camino, de los amigos ausentes que quisieras ver otra vez a tu lado. Dime por todos una palabra de amigo, entrañable y fervorosa. Recuérdame que prometí escuchar toda súplica salida del corazón, ¿y no ha de salir del corazón el ruego que me dirijas por aquellos que tu corazón ama especialmente?

Y para ti ¿no necesitas alguna gracia? Hazme, si quieres, una lista de tus necesidades y léela en mi presencia.

Dime francamente que sientes soberbia, amor a la sensualidad y al regalo; que eres tal vez, egoísta, inconsciente, negligente..., y pídeme luego que venga en ayuda de los esfuerzos, pocos o muchos, que haces para sacudir de encima de ti tales miserias.

No te avergüences, ¡pobre alma! ¡Hay en el cielo tantos justos, tantos santos de primer orden, que tuvieron esos mismos defectos! Pero rogaron con humildad..., y poco a poco se vieron libres de ellos.

Ni menos vaciles en pedirme bienes espirituales y corporales: salud, memoria, éxito feliz en tus trabajos, negocios o estudios; todo eso puedo darlo, y lo doy, y deseo que me lo pidas en cuanto no se oponga, antes favorezca y ayude a tu santificación. Por hoy, ¿qué necesitas? ¿Qué puedo hacer en tu bien? ¡Si supieras los deseos que tengo de favorecerte! ¿Traes ahora mismo entre manos algún proyecto? Cuéntamelo todo minuciosamente. ¿Qué te preocupa? ¿Qué piensas? ¿Qué deseas? ¿Qué quieres haga por tu hermano, hermana, por tu amigo, por tu superior? ¿Qué desearías hacer por ellos?

¿Y por mí? ¿No sientes deseos de mi gloria? ¿No quisieras poder hacer algún bien a tus prójimos, a tus amigos, a quienes amas mucho y que viven quizá olvidados de mí? Dime qué cosa solicita hoy particularmente tu atención, qué anhelas más vivamente y con qué medios cuentas para conseguirlo. Dime si te sale mal tu empresa, y Yo te diré las causas del mal éxito. ¿No quisieras que me interesase algo en tu favor? Hijo mío, soy dueño de los corazones, y dulcemente los llevo, sin perjuicio de su libertad, adonde me place.

¿Sientes acaso tristeza o mal humor? Cuéntame, cuéntame, alma desconsolada, tus tristezas con todos sus pormenores. ¿Quién te hirió? ¿Quién lastimó tu amor propio? ¿Quién te ha despreciado? Acércate a mi Corazón, que tiene bálsamo eficaz para curar todas esas heridas del tuyo. Cuéntamelo todo, y acabarás en breve por decirme que, a semejanza de Mí, todo lo perdonas, todo lo olvidas, y en pago recibirás mi consoladora bendición.

¿Temes por ventura? ¿Sientes en tu alma aquellas vagas melancolías que, no por ser infundadas, dejan de ser desgarradoras? Échate en brazos de mi Providencia. Contigo estoy; aquí, a tu lado me tienes; todo lo veo, todo lo oigo, ni un momento te desamparo.

¿Sientes desvío de parte de personas que antes te quisieron bien, y ahora, olvidadas, se alejan de ti sin que les hayas dado el menor motivo? Ruega por ellas, y yo las volveré a tu lado, si no han de ser obstáculo a tu santificación.

¿Y no tienes tal vez alguna alegría que comunicarme? ¿Por qué no me haces partícipe de ella a fuer de buen amigo?

Cuéntame lo que desde ayer, desde la última visita que me hiciste, ha consolado y hecho como sonreír tu corazón. Quizá has tenido agradables sorpresas, quizá viste disipados negros recelos, quizá recibiste faustas noticias, alguna carta o muestra de cariño; has vencido alguna dificultad o salido de algún lance apurado. Obra mía es todo esto, y Yo te lo he proporcionado: ¿por qué no has de manifestarme por ello tu gratitud y decirme sencillamente, como hijo a su padre: ¡Gracias, Padre mío, gracias! El agradecimiento trae consigo nuevos beneficios, porque al bienhechor le agrada verse correspondido.

¿Tampoco tienes alguna promesa que hacerme? Leo, ya lo sabes, en el fondo de tu corazón. A los hombres se les engaña fácilmente, a Dios no; háblame, pues, con toda sinceridad. ¿Tienes firme resolución de no exponerte ya más a la ocasión aquella de pecado? ¿De privarte de aquel objeto que te dañó? ¿De no leer más aquel libro que avivo tu imaginación? ¿De no tratar más a la persona que turbó la paz de tu alma? ¿Volverás a ser dulce, amable y condescendiente con aquella otra a quien, por haberte faltado, has mirado como enemiga?

Ahora bien, hijo mío: vuelve a tus ocupaciones habituales; al taller, a la familia, al estudio...; pero no olvides los quince minutos de grata conversación que hemos tenido aquí los dos, en la soledad del santuario. Guarda en cuanto puedas silencio, modestia, recogimiento, resignación, caridad con el prójimo. Ama a mi Madre, que lo es también tuya, y vuelve otra vez mañana con el corazón más amoroso, más entregado a mi servicio. En mi Corazón hallarás cada día nuevo amor, nuevos beneficios, consuelos nuevos.


FUENTE: catolicidad.com

ÍDOLOS Y AFECTOS DESORDENADOS.


La adoración, es una expresión del corazón, que reconoce a Dios como fuente de toda creación, y de todo lo bueno. El Primer Mandamiento del Decálogo preceptúa ante todo la adoración y el culto al Verdadero Dios, y prohíbe la idolatría que es un pecado gravísimo por la enorme injuria que con ella se hace a Dios.

Adoración significa poner a Dios en el primer lugar de nuestras vidas darle a Él el lugar que le corresponde, y, esto tiene una consecuencia en nuestra vida: despojarnos de tantos ídolos, pequeños o grandes, que tenemos, y en los cuales nos refugiamos, en los cuales buscamos y tantas veces ponemos nuestra seguridad. Son ídolos que a menudo mantenemos bien escondidos; pueden ser la ambición, la carrera, el gusto del éxito, el poner en el centro a uno mismo, la tendencia a estar por encima de los otros, la pretensión de ser los únicos amos de nuestra vida, algún pecado al que estamos apegados, y muchos otros. Esta tarde quisiera que resonase una pregunta en el corazón de cada uno, y que respondiéramos a ella con sinceridad: ¿He pensado en qué ídolo oculto tengo en mi vida que me impide adorar al Señor? Adorar es despojarse de nuestros ídolos, también de esos más recónditos, y escoger al Señor como centro, como vía maestra de nuestra vida (Papa Francisco, 14-4-2013).

Adorar a Dios significa que Él debe estar primero en la mente de cada persona, que debe ser reconocido como la fuente de todo bien por parte de los individuos y gobiernos de todas las naciones. Pero eso no es lo que está pasando, se ha buscado y se busca eliminar a Dios de las escuelas y los hospitales, de los ejércitos, de los negocios, a través de leyes inicuas y constituciones impuestas por los impíos que han jurado crear un mundo indiferente a su Creador y actúan febrilmente para sacar a Dios de la faz de la tierra mediante estructuras que fomentan las pasiones desordenadas.

En este tiempo, que no es ciertamente, el tiempo de los ateos, sino el de la idolatría, el Papa nos llama a vaciarnos de los ídolos que se enseñorean en nuestras vidas, nos atan y achican y nos impiden ser verdaderamente libres, porque cuando el hombre vive como si Dios no existiera, al no poder vivir sin religión, acude a dioses suplementarios a los que no deja de ofrecer el incienso de su secreta adoración.

Y si la adoración que Dios merece por justicia, no se le tributa a Él, ¿a quién, o a qué se está adorando?, a innumerables cosas: la adoración por las noticias, por el dinero, por la diversión, por el cuerpo, por el poder, por uno mismo. Todo esto y otras cosas, caen en la categoría de falsas adoraciones. Están los ídolos deportivos, los de Hollywood, del rock, del poder, los gurús, los ricos y famosos, los terroristas, los políticos, las drogas, el fisiculturismo, por mencionar sólo algunos. Cuando el hombre no adora a Dios, lo reemplaza por ídolos.

La Biblia reconoce dos formas de idolatría; la de la perversión y la de la sustitución. La primera tiene lugar cuando el nombre mismo y/o la imagen del Señor son manipulados o pervertidos: la segunda, cuando el Señor mismo es reemplazado por otros dioses, o falsos dioses. De ahí que desembarazarse de toda idolatría, es la liberación más importante. Liberar al hombre del círculo diabólico del egoísmo para abrirlo a la adoración a Dios (G. Fenili – S. de Fiores).

Como jesuita, el Papa ha mencionado también el tema de los apegos al pecado. San Ignacio de Loyola en sus Ejercicios Espirituales nos invita a preparar y disponer el alma, para quitar de sí todas las afecciones desordenadas, y después de quitadas, para buscar y hallar la voluntad divina en la [recta] disposición de su vida para la salvación del alma (EE, 1).

Dice Kempis: “Cuantas veces desea el hombre alguna cosa desordenadamente, pierde la tranquilidad” (Imitación de Cristo, VI).

Los EE, ignacianos tienen como fin precisamente extirpar de sí las afecciones (apegos) desordenados que llevan al pecado, mistifican la visión que el hombre hace de sí mismo y le impiden ver cuál es la voluntad de Dios a su respecto.

Si eres consciente de tener un apego, algo o alguien que te hace mal, una circunstancia pecaminosa o algo que te impide crecer espiritualmente, es necesario desprenderte interiormente de ello, pidiendo a Dios nuestro Señor lo contrario (EE,16).

El que es esclavo de apegos o afectos desordenados, dice el P. Ignacio Bojorge, S.J.: no siente lo que debe sentir, no piensa lo que debería ni cómo debería pensar, no juzga rectamente, no hace lo que debe hacer, no va a donde debe ir ni está donde debe estar. Es evidente que en esta situación no puede ni debe tomar decisiones ni entrar en elecciones, porque en ese ofuscamiento del juicio y la razón proliferan incontroladamente los actos injustos.



CÓMO EL CURA DE ARS - MEDITACIÓN-



Hablamos de San Juan Bautista María Vianney, más conocido como el Cura de Ars. Dios hizo de él algo muy especial, de hecho para mucha gente es el modelo de párroco, el párroco universal al que todos aspiramos como ejemplo de pastor que nos guía aquí, en el campo de batalla cotidiano que es el mundo.

El Curita de Ars sufrió todas las adversidades imaginables antes de ser ordenado sacerdote. Dios no lo había dotado mucho, en términos de inteligencia o capacidad de aprender, y así le costaba demasiado el idioma latín que en esa época del siglo XIX era la lengua de la Iglesia. No lograba aprobar sus exámenes en el seminario, de hecho no había mucha motivación en sus superiores para dejarlo avanzar y llegar a su ordenación sacerdotal.

Sin embargo, era evidente que su principal virtud era una voluntad inquebrantable de llegar a ordenarse sacerdote, pese a todos los obstáculos y limitaciones que se le presentaban en el camino. A duras penas y con escasa voluntad, lo ordenaron sacerdote pero lo enviaron al peor pueblo que se podía imaginar en esa época: Ars. En la Francia de aquellos tiempos Ars no solo era un pequeño lugar, sino también uno totalmente alejado de Dios, donde iban muchos de los alrededores a hacer sus cosas poco honestas, porque allí se concentraba la diversión de la comarca.

Con tan negativas perspectivas, fue a parar como párroco de Ars nuestro nobel Juan Bautista. De inmediato empezó a trabajar y nunca cesó de hacerlo, recibiendo de Dios signos de toda clase. Con Dios hizo el Cura de Ars un equipo inquebrantable que obró de día y de noche. El Cura de Ars ponía su esfuerzo y su ignorancia, Dios ponía Su inspiración, Su Gracia y Sus milagros. El resultado fue poderoso: no sólo la conversión de Ars, sino de toda la comarca vecina.

Con el tiempo, las multitudes acudieron a Ars a confesarse y escuchar Misa, fenómeno similar al ocurrido en el siglo XX con nuestro amado Padre Pio de Pietrelcina. El Cura de Ars y el Padre Pio comparten mucho, deben pasar abundante tiempo juntos en el Cielo en la actualidad, unidos en la Comunión de los Santos. ¿Cómo es que este sacerdote pasó de ser un casi fracasado seminarista a transformarse en el modelo de Párroco universal?

Dios no quiso que él sea un gran teólogo, ni que sea particularmente inteligente, sino que sea puro de corazón. Como nuestro Papa Francisco, que no quiere grandes pompas ni vestuarios, sino hablar a nuestra gente con la sencillez del Santo de Asís, que fue tan sencillo que ni siquiera sacerdote aceptó ser. La línea entre San Francisco y el Cura de Ars es muy clara, es la sencillez del corazón que permite a Dios obrar y mostrar claramente que es El el que está detrás de todo.

Jesús quiere que lo veamos en los sencillos, que de ese modo se transforman en simples instrumentos al servicio de Su obra. No son las grandes formalidades las que facilitan el actuar del Espíritu Santo, ni las grandes interpretaciones teológicas las que llegan al común de la gente y le hacen comprender y sentir el Amor de Dios. Son los simples actos de caridad cristiana y sencillez del corazón los que nos hacen comprender al Pobre de Nazaret, El que no tenía un lugar para reposar Su Cabeza.

Riquezas del mundo, pobrezas del alma humana, gritos de nuestro espíritu que busca sobreponerse a tanto daño infligido por el pecado original, que nos arrastra una y otra vez a las miserias de nuestro ser. Jesús nos recuerda en el Cura de Ars que no somos nada, que cuanto mas pequeños y sencillos nos hagamos, más se verá brillar Su Obra a través de nuestras manos y nuestra boca.

No nos esforcemos por ser “más”, sino todo lo contrario. ¡Menos es más! Cuando más nos humillemos a nosotros mismos, nos hagamos como un tinterillo del que Dios extrae la tinta para escribir Su Historia, más seremos dignos de ser reconocidos como trabajadores de Su Viña. Dios es artífice de nuestro destino, si es que en la negación de nosotros mismos lo dejamos brillar a El. En nuestros actos se verá entonces al Señor, porque seremos "Otros cristos”.

El Cura de Ars, como modelo de materia prima que para nada parecía servir, fue transformado en luz que alumbra los siglos e ilumina el camino de tantos. Nosotros debemos mirarlo y comprender las formas en que Dios actúa, a través de su testimonio de vida. Una y otra vez Jesús nos dice lo mismo:

“Niégate a ti mismo, toma tu cruz, y sígueme”


ARTÍCULO ORIGINAL. FUENTE: reinadelcielo.org

CRISTIANISMO: MAYOR PROTECCIÓN DE LA MUJER CONTRA LA VIOLENCIA DOMÉSTICA.

Un poderoso aliado para promover la igualdad y dignidad de las mujeres.

Las feministas de la vieja guardia toman al cristianismo como su enemigo natural, lo cual no es más que una reacción ideológica, porque ninguna otra espiritualidad es tan respetuosa de la dignidad de la mujer ni busca que la relación entre hombre y mujer tan sea simétrica y protectora de su posición. 

Del 57o período de sesiones de la Comisión de las Naciones Unidas sobre la Condición de la Mujer – convocada del 4 al 15 marzo – para discutir, debatir y adoptar conclusiones sobre el flagelo mundial de la violencia contra las mujeres y las niñas, ha circulado básicamente la ponencia de un relator de la ONU que dice que el no acceso al aborto debe ser considerado una tortura.

Pero hay una ponencia muy importante que muestra como el cristianismo es la fuerza que puede aportar y aporta más para evitar la violencia contra la mujer. El Observador Permanente de la Santa Sede hizo una ponencia instando a los Estados miembros a reconocer el gran potencial de la religión en la transformación de la cultura y para ayudar a los hombres a aceptar a las mujeres como sus respetados iguales. Un resumen de esa ponencia la traemos aquí.



LOS PRE-CONCEPTOS DE LAS FEMINISTAS DE LA VIEJA GUARDIA

Muchos en la Comisión no parecían darse cuenta de que el cristianismo es una fuerza poderosa para la mujer, llevando a los hombres a la vez de reconocer la dignidad y la igualdad de las mujeres en sus vidas, y a dedicarse más generosamente al bien de sus esposas e hijos.

Muchos parecían asumir que la religión, en particular el cristianismo, legitima el sometimiento y la violencia contra las mujeres debido a su estructura eclesial o particulares versículos bíblicos.

Las agencias de noticias estaban más que dispuestos a colaborar, informando falsedades sobre la participación de la Santa Sede, lo que ayuda a minar el papel importante y positivo que la religión juega en las vidas de millones de personas en todo el mundo.

Este despliegue de la visión de la vieja guardia feminista de la religión es agotador, sobre todo porque los datos que hoy cuentan una historia muy diferente.



LOS CRISTIANOS SON MEJORES PADRES Y MARIDOS

Recientes estudios sociológicos en los Estados Unidos muestran que los hombres que asisten regularmente a los servicios religiosos son maridos y padres mucho más probablemente activos y comprometidos emocionalmente, y que menos probablemente perpetren violencia doméstica que aquellos que nunca o casi nunca asisten a servicios religiosos.

Incluso cuando se controla por los efectos indirectos de la participación religiosa (por ejemplo, un mayor apoyo social y la disminución de la probabilidad de abuso de sustancias y problemas psicológicos), la religión ha demostrado tener lo que los autores del estudio llaman un “Efecto protector” contra la violencia doméstica. En efecto, la evidencia muestra que los esposos cristianos más activos tienen las menores tasas de violencia doméstica.



VIDA FAMILIAR Y MATRIMONIO

Por supuesto, el cristianismo promueve el matrimonio y la vida familiar como singularmente importante y estudios sociológicos muestran que el matrimonio en sí puede servir como baluarte contra la violencia doméstica.

Tal vez esta correlación explica parte del éxito de la religión. Después de todo,las mujeres solteras y divorciadas tienen cuatro a cinco veces más probabilidades de ser víctimas de la violencia que las mujeres casadas.

La cohabitación está especialmente asociada con un mayor riesgo de abuso doméstico. Y los niños que viven con madres solteras, novios madre, o padrastros son los blancos más probables de abuso que los que viven con sus propios padres casados.

El matrimonio reduce la criminalidad masculina en general, y los niños criados por su propia madre y padre casados son menos propensos a involucrarse en la violencia y el crimen.

El cristianismo, cuando se vive de acuerdo con sus enseñanzas, especialmente las más exploradas en documentos católicos emitidos en los últimos cincuenta años, promueve la igualdad entre los sexos de una manera profunda y transformadora.



EL CRISTIANISMO Y LA IGUALDAD SEXUAL

La concepción cristiana de la igualdad, profundamente enraizada en la dignidad de cada persona humana como divinamente amada y única insustituible, promueve un profundo respeto por el valor intrínseco de la mujer y sus capacidades y talentos múltiples, afectando notablemente cada faceta de la vida social.

Sobre la dominación masculina de las mujeres, el Papa Juan Pablo II ha tenido siempre costumbre de señalar, que distorsiona profundamente la intención original del Creador de los sexos para vivir juntos en armonía, cada uno ofreciendo a sí mismo y al otro en el amor generoso, de hecho, no es por casualidad que los católicos hablan de la dominación masculina sobre las mujeres como resultado de la primera brecha de desconfianza entre el Creador y la criatura, el pecado original.

Pero en lugar de enseñar a las mujeres a contestar la dominación y el poder con lo mismo, el cristianismo llama a los hombres a ser imitadores del amor noble, intercambiando el predominio para la auto-donación, y llama a los hombres a un profundo respeto por el valor intrínseco y la dignidad de cada persona en sus vidas.

Para los cristianos, después de todo, la dignidad humana es constitutiva de la persona humana, no está determinada o dictada por la voluntad del Estado. Así pues, aunque nunca debemos dejar de crear y hacer cumplir las leyes que reconocen la dignidad intrínseca de la persona humana – como el profundo y hermoso Artículo I de la Declaración Universal de los Derechos Humanos – también hay que apoyarse en los valores religiosos y culturales que transforman positivamente las actitudes y los comportamientos en favor del reconocimiento de la dignidad intrínseca de la mujer y su valor.



PRO-VIDA, PRO-MUJER

A pesar de la creciente evidencia sociológica del papel de la religión en la lucha contra la violencia, y a pesar de la creciente atención papal a la causa de la igual dignidad de la mujer, los que tratan de promover la igualdad de la mujer en las Naciones Unidas a menudo son bastante reacios a asociarse o buscar alianzas con una robusta religión pro vida.

En primer lugar, hay que reconocer, en cualquier esfuerzo para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas, que el aborto acaba con la vida inocente de un niño no nacido dependiente.

Sin descontar las motivaciones detrás del acto, que a menudo incluyen el miedo, la desesperación, incluso sentimientos de auto-preservación, el aborto es objetivamente un acto de violencia, y a menudo también experimentada por la madre de tal forma.

Para aquellos de nosotros especialmente preocupados por la difícil situación de las niñas, el aumento del aborto selectivo por sexo todo el mundo es especialmente devastador. Ojalá que todos los que trabajan incansablemente por la igualdad de las mujeres pudieran unirse para reconocer y repudiar este acto explícito de la violencia por razón del sexo.

Pero el aborto no sólo destripa los lazos de solidaridad entre la madre y el niño, sino que también daña profundamente la auténtica igualdad entre mujeres y hombres. El aborto parece ofrecer a las mujeres una respuesta práctica a la responsabilidad aparentemente desproporcionada que la relación sexual puede poner a nuestros pies. Sin embargo, el aborto no hace nada para cambiar la situación social de la mujer, el aborto no espera nada más o algo diferente de los hombres y, de hecho, el aborto deja a todas las injusticias sociales, económicas y familiares tal y como están.

Por lo tanto el aborto como “solución” es un intento de curar la asimetría biológica entre hombres y mujeres – el hecho de que las mujeres quedan embarazadas y los hombres no – al poner la carga en ángulo recto en las mujeres y los cuerpos de las mujeres.

De este modo, el aborto promueve una devaluación e incluso rechazo de la capacidad crucial que las mujeres disfrutan pero los hombres no, tratando de lograr la igualdad para las mujeres haciéndose más como los hombres.



LO QUE LA JUSTICIA EXIGE

La igualdad y la justicia auténtica requieren que los hombres y la sociedad en sentido amplio, protejan y apoyen a las mujeres a soportar la carga del hijo, junto con los muchos y otros talentos y habilidades.

La igualdad y la justicia auténtica requieren que los hombres asuman las responsabilidades paternales de engendrar hijos, algo que los datos de la ciencia social han demostrado desde hace tiempo que produce la maduración rápida en los hombres.

Una cultura del aborto ofrece a los hombres en cambio, una escotilla de escape rápido de las relaciones y responsabilidades – y por eso no debemos sorprendernos de la coacción y la intimidación masculina, que según relatos de las mujeres, a menudo es un catalizador para sus abortos.



DEBILITAMIENTO DE LA SANA RELACIÓN ENTRE HOMBRE Y MUJER

Además, en la última década y media, un número de economistas americanos y algunos estudios europeos han demostrado que las leyes del aborto liberales y la anticoncepción generalizada, especialmente cuando actúan en conjunto, han debilitado la capacidad de las mujeres para encontrar hombres dispuestos a comprometerse, más que con encuentros sexuales limitados.

Estos estudios han demostrado que entre las poblaciones más desfavorecidas en particular, el sexo anticonceptivo, con el aborto como un mecanismo de seguridad, ha dado lugar a una fuerte disminución del matrimonio, una subida brusca de la maternidad en solitario, y un aumento de la frecuencia de la convivencia; y todo esto asociado con la feminización de la pobreza, así como una mayor probabilidad de violencia doméstica.

La justicia reproductiva auténtica debería recorrer un largo camino hacia la auténtica promoción de la igualdad entre hombres y mujeres, y a su vez, lograr relaciones más armoniosas entre ellos.

Los elementos de esta justicia podría incluir, por ejemplo, que los hombres asuman una mayor responsabilidad de los roles sociales y la crianza tradicionalmente ejercidos por mujeres; lograr políticas y leyes que valoren adecuadamente el trabajo de cuidado que realizan las mujeres de manera desproporcionada; y, por último, que se encuentren formas más eficaces y equitativas para que las mujeres con hijos participen en la esfera pública.

Es de suma importancia que la lucha para promover la dignidad de la mujer, tanto en el ámbito público como privado, involucre a los hombres en la solución – en un cuidado escrupuloso para evitar la objetivación, la opresión y la violencia contra la mujer, reconociendo su contribución positiva en la labor de la familia.



LLAMADO PAPAL 

A lo largo de su pontificado, el Papa Juan Pablo II condenó con fuerza lasubyugación, la violencia y la discriminación contra la mujer, y pidió la consecución de la igualdad real de las mujeres en todas las esferas de la vida:

“igual remuneración por igual trabajo, protección para las madres trabajadoras, justas promociones en la carrera, igualdad de los cónyuges en materia de derechos de familia”, y mayor valor para el trabajo de cuidado de las esposas y madres.

Pero Juan Pablo II también centró su atención en estos asuntos directamente sobre los hombres. En su encíclica de 1988 sobre la dignidad y vocación de la mujer, escribe,

“cada hombre debe mirar dentro de sí mismo para ver si la que se le encomendó a él como a una hermana en humanidad… no ha llegado a ser para él un ‘objeto… de placer, de explotación…’”

Y en una encíclica sobre la familia, él escribe:

“se deben hacer esfuerzos para restablecer socialmente la convicción de que el lugar y la función del padre en y para la familia es de importancia única e insustituible”.

Profundamente problemático, continúa, no sólo es el padre ausente, sino también:

“la presencia opresiva del padre, especialmente donde todavía prevalece el fenómeno de ‘machismo’, o la superioridad abusiva de las prerrogativas masculinas que humillan a la mujer e inhiben el desarrollo de la salud y las relaciones familiares”.

El Papa Benedicto XVI también llamó a los hombres a entregarse sin reservas a la familia como un correctivo a las prácticas opresivas, como en esta admonición a los hombres en su carta apostólica del 2011 para África:

“No tengan miedo de demostrar tangiblemente que no hay amor más grande que dar la vida por quienes se ama (cf. Jn 15:13), es decir, en primer lugar, por la propia esposa e hijos…”

Y continúa:

“Su testimonio de la dignidad inviolable de toda persona humana servirá como un antídoto eficaz contra las prácticas tradicionales que sean contrarias al Evangelio y opresivas para las mujeres en particular.”



COMO CONCLUSIÓN

La evidencia sociológica revela que los hombres fieles cristianos están prestando atención a la medida del Evangelio a entregarse generosamente a sus esposas e hijos, proporcionando un efectivo “antídoto” o “efecto protector” contra la violencia, que a menudo es engendrada por las ideologías de dominación masculina.

La concepción cristiana de la persona humana como dotada por Dios con una dignidad inherente, independientemente de su sexo, raza o circunstancia social, promueve el respeto y la armonía entre los sexos.

Este efecto del cristianismo sobre los hombres es un activo de gran alcance en la lucha mundial contra la violencia doméstica. En lugar de ver a la creencia y a la práctica religiosa como un obstáculo a la igualdad sexual auténtica, nos corresponde verla por lo que puede ser: un medio poderoso y transformador para llevar la paz a los pueblos, las familias y sobre todo a los hombres.


FUENTE: forosdelavirgen.org // thepublicdiscourse.com


DOCUMENTACIÓN ACERCA DEL INFIERNO - El espantoso castigo del malvado -PARTE 2-


EL FUTURO CASTIGO DEL MALVADO: INEVITABLE E INTOLERABLE

Ezequiel 22:14 ¿Estará firme tu corazón? ¿Serán fuertes tus manos en los días en que Yo proceda contra ti? Yo Yaveh he hablado, y lo haré.

... ...


APLICACIÓN



Este tema se puede aplicar en el uso de despertar a los pecadores impenitentes. Lo que se ha dicho en esta doctrina es para ti, oh pecador impenitente, oh, pobre desgraciado, que te encontrarás en el mismo estado en el que has venido al mundo, excepto en que estarás cargado de una culpabilidad sumamente mayor a causa de tus pecados continuos. Estas cosas terribles que has oído son para ti, que permaneces completamente inconvertido, y aún permaneces como un extraño y un extranjero en el mundo, privado de Cristo y de Dios. Son para ti, que también en este día permaneces como un enemigo de Dios, y un hijo del diablo, en esta sesión memorable, cuando aquí y en otras partes, lejos y cerca, muchos se están encontrando con Cristo; para ti que oyes más el ruido y la fama de estas cosas, pero que eres un perfecto ignorante sobre el poder de Dios sobre tu propio corazón.

Quienquiera que seas, joven o viejo, pequeño o grande, si te mantienes alejado de Cristo, en estado de inconversión, esto significa la cólera, significa la muerte a la cual tú mismo te mantienes condenado. Ésta es la cólera que anida en ti; ésta es la muerte a la que estás condenado; éste es el infierno sobre el que pendes; y sobre el cual tú estás preparado para caer cada nuevo día y cada noche.

Si sigues ciego, y duro de corazón, y absolutamente muerto en el pecado un poco más, esta horrible destrucción vendrá sobre ti: Dios ha hablado y Él lo hará. Es inútil que te adules con esperanzas vanas que deberías evitar, o que te digas en tu corazón que quizás no será así; que quizás Él no será tan Justo; que quizás las cosas han sido representadas peor de lo que realmente son. Si te resistes a ser convencido por la palabra predicada a ti por los hombres en el nombre de Dios, Dios mismo se encargará de convencerte, Ezequiel 14:4, 7, 8.

¿No te parece verdad que sufrirás una destrucción tan espantosa, porque te parece que no la mereces? ¿O porque no encuentras algo tan terrible en ti mismo como para merecer un castigo tan horrible? ¿Que no has hecho nada tan malo como para merecer como respuesta tan horrendo destino? La razón es que amas la maldad y esa maldad te parece buena; te parece encantadora; rechazas ver cualquier rastro de maldad en ella, y por lo tanto eres incapaz de percibir que toda esa maldad, que para ti no lo es, merece sin duda toda esta miseria.

Pero debes saber, pobre estúpido, ciego de cerviz endurecida, que Dios no ve, como tú, con tus ojos contaminados: los pecados a Su vista son infinitamente abominables. ¿Tú ignoras que ensuciaste mil y mil veces más la majestad de Dios, y porqué debe esa Majestad, que tú desdeñaste así, manifestarse infinitamente en la grandeza de tu castigo? Tú oíste hablar a menudo qué Dios grande y terrible es Jehová; pero tú Le despreciaste, no te asustabas de Él, no te asustabas de los pecados contra Él, ni continuar día tras día, provocándolo con tus pecados, provocando Su cólera, arrastrando Sus mandamientos en el barro, y pisoteándolos. ¿Ahora porqué no puede Dios, en la grandeza de tu destrucción, justamente vindicar y manifiestar la grandeza de esa majestad, que tú desdeñaste?

Tú desdeñaste la omnipotencia de Dios; tú no Lo respetabas. ¿Ahora por qué Dios no debería mostrar la grandeza de Su potencia en tu grandiosa ruina? ¡Qué rey existe que no muestre su autoridad en el castigo de esos sujetos que lo desdeñan! ¿Y quién no justifica su majestad real en ejecutar venganza contra aquellos que se levanten en rebelión? ¿Y tú eres tan tonto como para pensar que el gran Rey del cielo y de la tierra, ante Quién el resto de los reyes son como ridículos saltamontes, no justificará Su majestad real con los rebeldes despectivos tales como tú? Estás muy equivocado si piensas así. Si a ti no te importa la majestad de Dios, cuando ésta es conocida por ti, a Dios no dejará de importarle Su propia majestad; Él mismo se ocupará de cuidar Su honor, y lo reivindicará.

Piensa que no es extraño que Dios deba tratar tan seriamente contigo, o que la cólera que sufrirás deba ser tan grande. Porque tan grande como es, no es mayor que el amor de Dios de tu has desdeñado. El amor de Dios, y su tolerancia, condescendencia, y compasión a los pecadores en enviar a Su hijo al mundo a morir por ellos, es tan grande y maravilloso como esta cólera indescriptible. Esta Misericordia ha sido revelada ante ti, y descrita en Su maravillosa grandeza centenares de veces, y Él se te ha ofrecido a ti muy a menudo; pero no quisiste aceptar a Cristo; no quisiste tener este gran amor de Dios; despreciaste Su muerte por amor; pisoteaste Sus infinitos beneficios. ¿Ahora por qué no habría de ser Su cólera tan grande como ese amor y misericordia que tú rechazaste una y otra vez?

¿Te parece increíble que Dios endurezca Su corazón contra un pobre pecador, como para destruirlo así, y para hundirlo sin piedad con el poder infinito de Su cólera? ¿Y esto es una cosa mayor para ti que endurecer tu corazón, como has hecho, contra la misericordia infinita, y contra el amor del Dios capaz de morir por amor?

¿Te parece tan increíble, que a ese Dios no le importe en absoluto el bienestar de los pecadores, como para hundirlos en un abismo infinito de miseria? ¿Es esto un golpe para ti? ¿Y no es un golpe para ti, que tú seas tan completamente indiferente como has sido del honor y de la gloria del Dios infinito?

Si te parece de locura, de estupidez y de absurdo sinsentido para ti, es porque tienes un corazón de piedra, y estás tan insensibilizado sobre tu propia maldad que piensas que tú no mereces tal castigo, y te resulta tan increíble que piensas que no será infligido sobre ti. Pero si cuando todo está dicho y hecho, tú no estás aún convencido, espera aún un poco rato más, y te convencerás sin duda alguna: Dios mismo se ocupará de hacer el trabajo que los ministros de la Iglesia no pudieron hacer. Aunque el juicio contra tus maldades todavía no se ejecute, y Dios ahora te dejó solo, con todo, Él pronto vendrá sobre ti con Su gran poder, y entonces sabrás quién es Dios, y lo que tú haces.

No te consueles a ti mismo pensando que si estas cosas finalmente prueban ser verdad, y viene lo peor que puedas imaginar, podrás sobrellevarlo sin problemas. ¿Qué significará para ti resistir y fortalecerte reuniendo tus fuerzas para utilizarlas cuando caigas en las manos del omnipotente Rey, Jehová? Él, que te hizo a ti, puede hacer que Su espada se acerque a ti. Su espada no es la espada del hombre, ni es Su cólera la cólera del hombre. Si lo fuese, podrías posiblemente mantenerlo bajo un cierto control. Pero es la fiereza de la cólera del gran Dios, que puede deslumbrarte y disipar toda tu fuerza en un momento. Él puede llenar tu pobre alma de un océano de cólera, de un diluvio de fuego y de azufre; o Él puede llenarla diez veces más de tormento que un horno candente y lleno de fuego; y al mismo tiempo, puede llenarla con la desesperación de no ver jamás final a tu tormento, o cualquier disminución de tu miseria: ¿y entonces donde estarán tus fuerzas? ¿Qué pasará con tu valor? ¿Qué significarán tus tentativas de sobrellevarlo?

¿Qué puedes hacer tú en las manos del gran Dios, Quien hizo el cielo y la tierra con una simple palabra? ¿Qué puedes hacer tú, cuando seas atenazado por Esa fuerza, que maneja todo este universo infinito, que sostiene el globo de la tierra, dirige todos los movimientos de los cuerpos divinos durante los eones sin término, y, cuando el tiempo fijado venga, lo sacudirá todo en pedazos? Hay otros seres impíos mil veces más fuertes que tú: están los grandes espíritus de los leviatanes, fuertes y orgullosos, de una fortaleza y de una resistencia gigantescas. ¡Pero qué ínfimos resultan ellos en las manos del gran Dios! Son menos que niños débiles; no son nada, y menos que nada en las manos de un Dios enojado, como aparecerá en el día del Juicio. Sus corazones estarán rotos; se hundirán; no tendrán ninguna fuerza ni valor que oponer; serán tan débiles como el agua; sus almas se hundirán en un pozo infinito, un abismo de muerte y desesperación. ¿Entonces qué pasará contigo, un miserable gusano, cuando caigas en las manos de este Dios, cuando venga a mostrar Su cólera, y te muestre Su poder en ti mismo?

Si la fuerza de todos los hombres impíos en la tierra, y de todos los diablos del infierno, fuese unida en ti, y poseyeses todo su valor, la grandeza, y la fortaleza de todos sus corazones como si fuesen unidos en tu solo corazón, aún así tú no serías nada en las manos de Jehová. Si todo ello fuese aunado, y te acomodases a ti mismo para resistir tan bien como pudieses, todo se hundiría bajo Su gran ira en un instante, y serías aniquilado completamente: tus manos flaquearían inmediatamente y tu corazón se derretiría como un pedazo de cera. -Las grandes montañas oscilan, las rocas más firmes no pueden permanecer asentadas ante el poder de Dios; tan rápidamente como están paradas, se sacuden, corren y saltan como corderos, cuando Dios aparece en Su cólera. Él puede rasgar la tierra en pedazos y en un instante; sí, incluso puede romper el universo entero, y estallarlo en pedazos de un soplo. Entonces, ¿cómo de fuertes serán tus manos, o tu corazón aguantará?

Tú no puedes resistir ante un león; una bestia salvaje enojada, podría fácilmente trocearte en pedazos. Sí, no solamente eso, podría incluso machacarte como tu machacas a una polilla. Una cosa muy pequeña, un pequeño gusano o araña, o algún otro insecto, podría matarte. ¿Entonces, qué podrías hacer tú en las manos Dios? Es inútil utilizar los tallos y las espinas como armas en la batalla contra las llamas feroces; las puntas de las espinas, aunque las sostengas firmemente, no pueden hacer nada para soportar el fuego.

Algunos de vosotros habéis visto edificios en llamas; imaginaos por lo tanto a vosotros mismos, qué podríais hacer con unas pobres manos como las vuestras para luchar contra las llamas, si os encontraseis en el medio de tan grande y feroz fuego. Tú has visto a menudo una araña, o algún otro insecto, cuando es lanzado en el medio de un fuego feroz, y has observado cómo se rinde inmediatamente a la fuerza de las llamas. No hay lucha larga, ningún luchar contra el fuego, ninguna fuerza ejercida para oponerse al calor, o para volar lejos de él; sino que se cae inmediatamente y se rinde; y el fuego toma posesión de él, e inmediatamente se convierte por completo en fuego.

Ésta es una pequeña imagen de lo que serás tú en los infiernos, a menos que te arrepientas y aceptes a Cristo. Sin embargo puedes pensar que te fortalecerás, y resistirás tan bien como puedas; pero desde el primer momento en que seas echado en el infierno, todas tus fuerzas se desvanecerán y tus ansias de resistir se disiparán completamente. Animarse pensando que puedes sobrellevar los tormentos del infierno tan bien como puedas, es exactamente como si un gusano, que está a punto de ser lanzado en un horno en llamas, pueda animarse y fortalecerse para luchar contra el fuego abrasador.

¿Qué puedes hacer contra los relámpagos? ¿Qué significa luchar contra ellos? Qué figura absurda resultaría un pobre hombre, que, en medio de una tempestad de truenos, debiese rechazar el impacto de un relámpago en su cabeza o su pecho, y para ello tuviese a su disposición una espada para defenderse. ¡Cuando una corriente de azufre le arrebataría en un instante todo su espíritu y su vida, y también derretiría su espada!

Consideren estas cosas, todos ustedes los enemigos Dios, y los que rechazan a Cristo, si ustedes son hombres o mujeres ancianos, padres de familias alejadas de Cristo, o jóvenes y niños impíos. Estén seguros de que si no reflexionan sobre sus vidas y se arrepienten de sus pecados, Dios se propone mostrarles Su cólera, y hacer Su poder conocido por ustedes. Él se propone magnificarse como Le corresponde cuando los hunda a ustedes en el infierno. Él se propone mostrar Su gran majestad en el día del Juicio, ante una grandiosa asamblea, por medio de vuestra miseria; ante la mayor asamblea que nunca ha habido en la Tierra; ante una enorme asamblea de santos, y de una inmensa asamblea de hombres impíos, de una extensa asamblea de ángeles santos, y ante toda la banda de diablos. Y Dios alcanzará la restitución de Su honor en su destrucción.

Tú serás atormentado en presencia de todos ellos. Entonces todos verán que Dios es realmente un gran Dios; entonces todos verán cuan terrible es el pecado contra tal Dios, y el rechazo de Su Salvador, de Su amor y misericordia, como tú has rechazado y desdeñado. Todos se llenarán de temor en el Gran Juicio, y todos los santos y ángeles te mirarán, y adorarán esa Majestad, y ese Poder Omnipotente, y esa Santidad y Justicia de Dios, que aparecerá en tu inefable destrucción y miseria.

Es probable que allá estén algunos, que me oyen este día, y que en este mismo momento no están despiertos, y tengan en gran medida descuidadas sus almas. Me temo que haya algunos entre nosotros a los que estas palabras de terror los hagan endurecerse: sus corazones son más duros que las mismas rocas. Es más fácil hacer impresiones sobre un pedernal que sobre sus corazones. Supongo que algunos de ustedes han escuchado todo lo que he dicho con facilidad y tranquilidad: aparecen ante ustedes como grandes palabras que suenan altisonantes, pero no alcanzan sus corazones. Ustedes han oído tales cosas muchas veces: ustedes son viejos soldados, y han oído demasiado el rugir del cañón en el cielo, como para ser aterrorizados por él. Por lo tanto será probablemente inútil que les diga cualquier otra cosa más. Les pondré solamente en la mente que será el mismo Dios quien tratará con ustedes. Yo no puedo tratar con ustedes, ustedes desdeñan lo que digo. No tengo ningún poder para hacerles sensibles de su peligro y miseria, y del espanto de la cólera de Dios. Las tentativas de los hombres en esta vía se han probado a menudo inútiles.

Sin embargo, Dios ha decidido tratar con los hombres tales como ustedes son. Es Su manera más común de actuar dejar a los hombres intentar utilizar su fuerza más extrema: particularmente deja que los ministros de Su Iglesia lo intenten, así Él puede mostrar a Sus ministros su propia debilidad e impotencia; y cuando han hecho todo lo que han podido y, finalmente, fallan, después Dios toma el asunto en Sus propias manos. Así sucede por su obstinación, y Dios se propone tratar con ustedes. Él emprenderá la tarea de someterles; Él verá si no puede curarles de su insensibilidad y descuido ante Sus amenazas. Y Les convencerá; eficazmente Les someterá: sus corazones serán partidos con su propio testimonio; su fuerza quedará completamente rota, su valor y esperanza se hundirán. Dios sin duda partirá a los que no se doblen. Dios, ciñéndose con Su potencia y cólera, ha decidido ahora ocuparse de muchos corazones obstinados, insensibles, empecinados y duros; y Él nunca falló, Él hizo siempre Su trabajo a conciencia.

No pasará mucho tiempo antes de que cambies maravillosamente. Tú que ahora oyes hablar del infierno y de la ira del gran Dios, y te sientas aquí en estos asientos tan confortables y cómodos, y sales después tan descuidado; a ti te sacudirá en breve tiempo, y temblarás, y gritarás, y chillarás, y rechinarás los dientes, y serás convencido a conciencia del peso y de la importancia inmensos de estas grandes cosas, que ahora desdeñas.


FUENTE: siemprejamas.tripod.com


EL HOMBRE DEBERÍA TEMBLAR

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San Francisco de Asís