FRASES PARA SACERDOTES

"TODO LO QUE EL SACERDOTE VISTE, TIENE UNA BATALLA ESPIRITUAL". De: Marino Restrepo.

Una misa de campaña en medio de las bombas


Al césar lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Así como este Santo sacerdote quiero decir que primero sirvamos a Dios y después, a los hombres.

HABLAN RELIGIOSOS DESDE EL INFIERNO -



Fragmentos - 

Nos cuenta la religiosa sor Josefa Menéndez, quien fue llevada varias veces al infierno arrastrada por los demonios:

Mi alma se precipitó  sola y se dejó caer en un abismo cuyo fondo no llega a verse ya que es inalcanzable. Enseguida oía otras almas que se alegraban de verme bajo estos tormentos. Ya es un martirio el hecho de oír esos gritos horribles pero, creo que ese dolor no se compara con la sed de maldición que se apodera del alma y cuando más se maldice más aumenta esa sed. Jamás se había padecido algo similar... 

Vi el infierno como siempre: los largos pasillos, las cavidades, el fuego, oía las mismas almas gritar y blasfemar puesto que, como lo escribí varias veces, aunque no se vean las formas corporales, los tormentos se sienten como si estuvieran presentes y las almas se reconocen igual que en el purgatorio. La diferencia es que aquí los tormentos son para siempre.

Ellos gritaban “aquí estas al igual que nosotros. Éramos libres de tomar o no esos votos”, dicen los religiosos, pero ahora maldecían sus votos. Entonces sentí que me empujaron en un nicho de llamas y que me sentía apretada entre dos planchas encendidas como si…

Estaba en el infierno pero tenía una marca especial que indicaba que yo era una religiosa, era una marca que indicaba que mi alma había conocido y amado a Dios y podía ver a otras almas de religiosos y religiosas que tenían la misma marca que yo. Había muchos sacerdotes en ese infierno. No puedo describir dicho sufrimiento, el cual me fue muy diferente, del cual había padecido otras veces puesto que si el sufrimiento de un alma mundana era terrible no se comparaba en nada con el del alma de un religioso.

Estas tres palabras estaban impresas en el alma como un punzante remordimiento: POBREZA, CASTIDAD, OBEDIENCIA.

Pobreza: eras libre y lo prometiste porvqué entonces te procuraste este bienestar? por qué te quedaste con ese objeto que no te pertenecía? Por qué le diste esa comodidad a tu cuerpo? Por qué te tomabas la libertad de disponer de las cosas que eran propiedad de la comunidad?  Acaso no sabías que no tenías ningún derecho a poseer nada que tú mismo habías renunciado a eso? Por qué murmurabas cuando te faltaba algo o cuando te parecía que no te trataban como a los demás?

Castidad: tú mismo hiciste ese voto libremente y conscientemente de lo que dicho voto exigía, tú mismo te obligaste, tú mismo así lo quisiste y después como lo has observado…

Obediencia: tú mismo te obligaste a obedecer las reglas a tus superiores libremente, entonces por qué juzgaste lo que te ordenabas, por qué desobedecías a la voz del reglamento, por qué dispensabas de esa obligación de vida comunitaria.

Recuerda la suavidad de la regla.

Y así todo no lo aceptaste y ahora braman las voces infernales: debes obedecernos a nosotros pero no por día, no por año, no por siglos sino para siempre por la eternidad. Tu así lo quisiste pero eras libre …

MENSAJES DE MEJUGORJE - Recientes mensajes -

Mensajes de Nuestra Señora Reina de la Paz en Medjugorje


Al inicio Nuestra Señora regularmente da sus mensajes sólo a los videntes, y a través de ellos a todos los fieles. A partir del 1 de marzo de 1984, Nuestra Señora comienza a entregar regularmente sus mensajes todos los jueves a la comunidad de parroquial de Medjugorje, y a través de ella, al resto del mundo. Puesto que algunas cosas que el Señor había deseado se cumplieron, como lo afirmó Nuestra Señora , a partir del 25 de enero de 1987, Nuestra Señora da sus mensajes a todo el mundo los 25 de cada mes Esto aún continúa.

Mirjana Dragicevic-Soldo, Ivanka Ivankovic-Elez y Jakov Colo tuvieron apariciones diarias hasta 1982, 1985, y 1998 respectivamente. Desde entonces, la Virgen se les aparece una vez al año y les da un mensaje. Debido a que el trabajo sobre los archivos está aún en curso, no estamos en condiciones de publicar los mensajes otorgados antes de 1995.


(http://www.medjugorje.ws)

Mensaje 25 de enero de 2021


         
“¡Queridos hijos! En este tiempo los invito a la oración, al ayuno y a la renuncia, para que sean más fuertes en la fe. Este es el tiempo del despertar y del renacer. Así como la naturaleza se da, también ustedes, hijitos, piensen en todo lo que han recibido; sean portadores alegres de la paz y del amor para que estén bien en la tierra. Anhelen el cielo, porque en el cielo no hay tristeza ni odio. Por eso, hijitos, decídanse de nuevo por la conversión y que la santidad reine en su vida. Gracias por haber respondido a mi llamado.


EL PSIQUIATRA QUE PRESENCIO MAS DE 100 EXORCISMOS DESVELA TODO SOBRE POSESIONES



Escrito por E. Zamorano para El Confidencial

23/06/2018

"Son ángeles caídos. Esto es lo que creo. Son mucho más listos que los humanos. Llevan milenios sobre la Tierra". Todos hemos temblado al ver la terrorífica y soberbia película de William Friedkin, 'El Exorcista'. Su mito se extiende a lo largo del tiempo a pesar de que pasen los años y se vea más el cartón en los efectos especiales, muy adelantados para su época pero que ahora con todos los avances cinematográficos quedan ya algo obsoletos. Quizás, la parte que más pavor suscita entre los espectadores es la posibilidad y seguridad de que existen casos reales y no es otra de esas ficciones inventadas por Hollywood hechas simplemente para aterrorizar. 

El psiquiatra Richard Gallagher podría ser perfectamente la versión real del padre Damien Karrax, interpretado a la perfección por el actor Jason Miller. Como él, Gallagher ha atendido más de 100 casos de posesiones demoníacas en los últimos 25 años. Estas bodas de plata luchando contra el demonio en el corazón del mundo occidental, Nueva York, se han visto reflejadas en un nuevo libro que acaba de sacar titulado 'Demonic Foes: Experiences of a Psychiatrist in the World of Exorcism'. 

Hay muchas historias de personas santas que tenían muchos problemas con demonios 

A lo largo de su dilatada carrera como psiquiatra y hombre de ciencias, ha tratado a casi 25.000 pacientes cuyos síntomas no tenían nada que ver con Satanás y sí con el cerebro o las enfermedades mentales. Sin embargo, muchos de los casos de sospechosa posesión demoníaca han sido transferidos a él por sacerdotes y hombres de fe. Como el padre Karrax, Gallagher es una persona que pulula en ambos terrenos: el de la psiquiatría y el de la fe. "Nunca me ofrecí voluntario para desempeñar este trabajo", reconoce en una entrevista a 'The Daily Mail'. "Tal vez, pensaron que era una persona de mente abierta o lo que sea. Probablemente, aquellos curas sabían que yo era un católico creyente y poco a poco comencé a pensar que era una especie de experto en casos así". 

Gallagher establece dos tipos de casos relacionados con el asunto. Están las "posesiones", en las que "un espíritu maligno controla a una persona", y las "opresiones", en la que "dicho espíritu maligno ataca y sabotea a su presa, pero nunca toma su personalidad". Pero lo que todo el mundo seguramente se esté preguntando: ¿Cómo se llega hasta ahí? ¿Cuál es la causa? "No es aleatorio, en absoluto: siempre hay una causa discernible. La más común es que hayas recurrido al mal o al ocultismo. Y, de forma paradójica, cuando intentas alejarte de ello, el mundo demoníaco ya tiene una influencia directa sobre ti. Incluso puedes haber hecho un pacto con Satanás y al intentar salir, eres castigado. Esta es la razón más común por la que las personas son atacadas por algo así", sentencia.


En muchos casos, creer férreamente en Dios no te salva; al contrario. "Hay muchas historias de personas santas que tenían muchos problemas con demonios", avisa. El exorcista pone de ejemplo a una mujer de mediana edad que se dedicaba a las labores benéficas, tenía fe y ayudaba a los más necesitados. "Precisamente porque era muy santa y realizaba obras caritativas para los demás, estaba poseída", relata. "Creo que fue atacada porque al demonio no le hacía gracia su nivel tan alto de santidad. Todas sus pruebas médicas fueron negativas, sus análisis de sangre revelaron que estaba todo bien. No parecía tener ninguna otra enfermedad médica o psiquiátrica. Tenía hijos, una familia normal, pero todo se fue al traste cuando Satanás entró en su cuerpo". 

Richard Gallagher creció como un devoto católico en el seno de una familia de cinco hijos formada por un abogado irlandés y un ama de casa. Desde muy pequeño, asistió a la misa dominical y estudió en el reconocido instituto católico Regis en la ciudad de Nueva York antes de ser aceptado en Princeton. "No sabía lo que quería hacer. Pensaba en ser abogado, profesor o alguna cosa por el estilo. Me gustaba ayudar a la gente, así que cuando estaba en Princeton y conocí a unos cuantos compañeros que querían ser médicos, comencé a interesarme por el tema. Por esa época me encantaba leer y eso me llevó a interesarme en las ideas psicoanalíticas. De ese modo, junté mi afán por ayudar a las personas con mi interés por la psiquiatría, y conseguí hacerme médico psiquiatra", relata. 

Sienten un placer sádico a la hora de destruir a aquellos que todavía pueden salvarse 

Sin embargo, a medida que su carrera avanzaba, se intensificó su conocimiento por el mundo de los espíritus malignos. Asegura que ha viso alrededor de cuatro casos por año, pero ha oído hablar de cientos más, especialmente en las reuniones de la Asociación Internacional de Exorcistas con sede en Europa. Su prueba de fuego iniciática fue una mujer que había incurrido en rituales satánicos durante su juventud y que afirmaba sentirse atraída por el Maligno desde siempre. "Ella hizo algunas cosas espeluznantes, en las que no quiero entrar. Cuando el demonio entró en su cuerpo, fue realmente violento. Le bloqueó muchos de los sentidos, sobre todo el oído y teníamos que comunicarnos con ella con papel y bolígrafo", menciona. 

¿Qué razones hay detrás de que Satanás entre en tu cuerpo? "Los espíritus malignos se apoderan de las personas porque odian a Dios y a los humanos", señala Gallagher. "Tenemos la capacidad de amar y volvernos hacia Dios; ellos no. Tomaron sus decisiones y odian la imagen de Dios en los seres humanos. A decir verdad, odian a los humanos, es decir, no solo quieren destruirnos espiritualmente, alejarnos de Dios, sino que parecen sentir un placer sádico a la hora de destrozar a las criaturas que todavía pueden volverse hacia Dios, su mayor enemigo. Criaturas que pueden amar. Han rechazado la idea de la bondad y el amor de una forma perversa", puntualiza.

Los demonios, según Gallagher, exhiben poderes extraordinarios tales como el conocimiento de la vida personal y la clarividencia divina. En una ocasión, uno de los poseídos le reveló la enfermedad por la que su madre murió: cáncer de ovario. "Ese espíritu malvado sabía cómo murieron los padres de otras 15 personas, no solamente cómo lo hicieron los míos", arguye. 

Otro caso: una mujer de 30 años que era miembro de un asociación de ritos satánicos y que estaba pensando en retirarse. Fue en ese momento cuando el demonio actuó y entró en su cuerpo. "Estaba en la parte de atrás del coche cuando entró en trance y empezó a vomitar insultos y cosas muy crueles. Al cabo de unos minutos, cayó inconsciente y cuando despertó, no recordaba nada. Después de unos meses, estaba hablando por teléfono y de repente me saltó su voz diciendo: '¡Déjala en paz, cura putero!'. Fue horripilante", explica Gallagher. 

Mucha gente ora por mí. No veo al demonio por todas partes, pero el diablo existe 

"En general, no es una creencia marginal dentro de la sociedad estadounidense", analiza el psiquiatra. "Es más bien popular. Las encuestas muestran que probablemente cerca del 60% de la población cree en el demonio. Entiendo que creer en Satanás no es una creencia muy reconfortante que se diga. Existen teorías alternativas. Cuando he visto alguno de estos casos, te das cuenta de que esto claramente no es algo que pueda ser explicado por la psicopatología ni nada de eso", sostiene. 

Y a pesar de haber sido testigo del mal durante tantos años, no afirma estar especialmente preocupado de que un día el diablo venga a por él. Se escuda en su fé y en la fe de los demás. "Tengo mucha gente que ora por mí", concluye. "Así como estoy harto de negar que el diablo no existe, no veo al demonio en todas partes".

FUENTE: elconfidencial.com/ 

TRATADO DEL PURGATORIO - PARTE 1

DE CATALINA DE GÉNOVA



Al parecer, Santa Catalina no escribió de su mano ninguna de las obras que se le atribuyen, sino que éstas son recopilaciones hechas por amigos y discípulos suyos.

De los años 1520-25 parece datar el códice Dx, en el que Ettore Vernazza, según se cree, escribe o recopila al menos los primeros escritos del Opus cateriniano.

En 1551, partiendo del Dx y amplificando datos y recuerdos, se publica en Génova el Libro de la Vita mirabile et Dottrina de la Beata Caterinetta da Genova, nel quale si contiene una utile et catholica dimostratione et dichiaratione del Purgatorio. Parece que en esta obra se unen tres escritos diferentes: Vita e Dottrina, que habría sido redactado por Cattaneo Marabotto, recogiendo datos autobiográficos de Catalina, así como sus enseñanzas y actos; Dialogo tra anima, corpo, amor proprio, spirito, umanità e Dio; y el Trattato del Purgatorio. En la presentación de esta edición princeps de la Obra cateriniana se dice que ha sido «recopilada por devotos religiosos», concretamente por «su confesor y un hijo suyo espiritual».

En 1743 un devoto de la santa publicó en Padua una nueva edición, en la que se revisa y actualiza el texto.

Sobre “El Tratado del Purgatorio” 

El redactor de la Vita termina su crónica diciendo que en Catalina se veía el cielo, una criatura celestial, «cambiada en todo, perdida en Dios»; y al mismo tiempo el purgatorio, un corazón, consumido en el fuego del amor de Dios, en un cuerpo «martirizado» (cap. 42). En efecto, la enseñanza de Santa Catalina sobre el purgatorio parte de una experiencia mística verdaderamente personal. Dios le hizo padecer y entender las penas de las almas que están el purgatorio con una extraordinaria clarividencia.

La antigua traducción aludida del «presbítero de Reus», aunque tiene buena calidad espiritual, es demasiado libre.

Carpaneto (II, 94-121) ofrece en su edición dos versiones, en paralelo, del Tratado del Purgatorio. La primera es el texto del códice Dx, datado hacia 1520-25, que es el texto más antiguo, el más próximo, pues, a Santa Catalina. Su italiano tosco y descarnado es conmovedor, pues parece reflejar todavía los esfuerzos de la mística genovesa para expresar sus altas visiones; pero resulta a veces de difícil interpretación, y de más difícil traducción. La segunda versión es la del texto de la edición paduana de 1743, mucho más correcta con sus ampliaciones y perífrasis, pero escasamente fiable.

La presente traducción del Trattato del Purgatorio, parece atenerse normalmente al códice Dx. Y solamente acude a la versión de 1743 cuando no se ha hallado modo de traducir con seguridad el códice primero.

Cómo Santa Catalina, por comparación con el fuego divino que sentía en su corazón y que purificaba su alma, veía interiormente y comprendía cómo están las almas en el purgatorio, para purificarse antes de poder ser presentadas ante Dios en la vida celestial [Capítulo 41 del Ms. Dx.].

1. Esta alma santa, viviendo todavía en la carne, se encontraba puesta en el purgatorio del fuego del divino Amor, que la quemaba entera y la purificaba de cuanto en ella había para purificar, a fin de que, pasando de esta vida, pudiese ser presentada ante la presencia de su dulce Dios Amor. Y comprendía en su alma, por medio de este fuego amoroso, cómo estaban las almas de los fieles en el lugar del purgatorio para purgar toda herrumbre y mancha de pecado, que en esta vida no hubiesen purgado.

Y así como ella, puesta en el purgatorio amoroso del fuego divino, estaba unida a ese divino Amor, y contenta de todo aquello que Él en ella operaba, así entendía acerca de las almas que están en el purgatorio.

2. Y decía: Las almas que están en el purgatorio, según me parece entender, no pueden tener otra elección que estar en aquel lugar; y esto es por la ordenación de Dios, que ha hecho esto justamente. 

Ellas, reflexionando sobre sí mismas, no pueden decir: «Yo, cometiendo tales y tales pecados, he merecido estar aquí». Ni pueden decir: «No quisiera yo haberlos cometido, pues ahora estaría en el Paraíso». Y tampoco pueden decirse: «Aquéllas salen del purgatorio antes que yo», o bien «yo saldré antes de aquél». 

Y es que no pueden tener memoria alguna, en bien o en mal, ni de sí ni de otros, sino que, por el contrario, tienen un contento tan grande de estar cumpliendo la ordenación de Dios, y de que Él obre en ellas todo lo que quiera y como quiera, que no pueden pensar nada de sus cosas. Lo único que ven es la operación de la bondad divina, que tiene tanta misericordia del hombre para conducirlo hacia Sí; y nada reparan en sí mismas, ni de penas ni de bienes. Si en ello pudieran fijarse, no estarían viviendo en la pura caridad.

Por lo demás, tampoco pueden ver a sus compañeras que allí penan por sus propios pecados. Están lejos de ocuparse en esos pensamientos. Eso sería una imperfección activa, que no puede darse en aquel lugar, donde los pecados actuales no son ya posibles.

La causa del purgatorio que sufren la conocieron de una sola vez, al partir de esta vida; y después ya no piensan más en ella, pues otra cosa sería un apego de propiedad desordenada.

3. Estas almas, viviendo en la caridad, y no pudiendo desviarse de ella con defectos actuales, por eso ya no pueden querer ni desear otra cosa que el puro querer de la caridad. Estando en aquel fuego purgatorio, están en la ordenación divina, que es la pura caridad, y ya no pueden desviarse de ella en nada, pues ya no pueden actualmente ni pecar ni merecer.

4. No creo que sea posible encontrar un contento comparable al de un alma del purgatorio, como no sea en el que tienen los santos en el Paraíso. Y este contentamiento crece cada día por el influjo de Dios en esas almas; es decir, aumentado más y más a medida que se van consumiendo los impedimentos que se oponen a ese influjo.

La herrumbre del pecado es impedimento, y el fuego lo va consumiendo. Así es como el alma se va abriendo cada vez más al divino influjo. Si una cosa que está cubierta no puede corresponder a la reverberación del sol -no por defecto del sol, que continuamente ilumina, sino por la cobertura que se le opone-, eliminada la cobertura, queda la cosa descubierta al sol. Y tanto más corresponderá a la irradiación luminosa, cuanto más se haya eliminado la cobertura.

Pues así sucede con la herrumbre del pecado, que es como la cobertura de las almas. En el purgatorio se va consumiendo por el fuego, y cuanto más se consuma, tanto más puede recibir la iluminación del sol verdadero, que es Dios. Y tanto crece el contento, cuanto más falta la herrumbre, y se descubre el alma al divino rayo. Lo uno crece y lo otro disminuye, hasta que se termine el tiempo. Y no es que vaya disminuyendo la pena; lo que disminuye es el tiempo de estar sufriéndola.

Y por lo que se refiere a la voluntad de esta alma, jamás ella podrá decir que aquellas penas son penas; hasta tal punto está conforme con la ordenación de Dios, con la cual esa voluntad se une en pura caridad. Son penas indecibles

5. A pesar de lo dicho, sufren estas almas unas penas tan extremas, que no hay lengua capaz de expresarlas, ni entendimiento alguno las puede comprender mínimamente, a no ser que Dios lo mostrase por una gracia especial. Yo creo que a mí la gracia de Dios me lo ha mostrado, aunque después no sea yo capaz de expresarlo. Y esta visión que me mostró el Señor nunca más se ha apartado de mi mente. Trataré de explicarlo como pueda, y me entenderán aquéllos a quienes el Señor se lo dé a entender.

6. El fundamento de todas las penas es el pecado, sea el original o los actuales. Dios ha creado el alma pura, simple, limpia de toda mancha de pecado, con un cierto instinto que le lleva a buscar en Él la felicidad. Pero el pecado original le aleja de esa inclinación, y más aún cuando se le añaden los pecados actuales. Y cuanto más se desvía así de Dios, se va haciendo más maligna, y menos se le comunica Dios.

Toda la bondad que pueda haber en el hombre es por participación de Dios. Él se comunica a las criaturas irracionales, según su voluntad y ordenación, y nunca les falta. En cambio, al alma racional se le comunica más o menos, según la halla purificada del impedimento del pecado. 5 Por eso, cuando un alma se aproxima al estado de su primera creación, pura y limpia, aquel instinto beatífico hacia Dios se le va descubriendo, y se le acrecienta con tanto ímpetu y con tan vehemente fuego de caridad -el cual la impulsa hacia su último fin- que le parece algo imposible ser impedida. Y cuanto más contempla ese fin, tanto más extrema le resulta la pena.

Continua 

SAN JOSÉ CUSTODIO DE LOS DOS CORAZONES





Por Hna. María José Socías, sctjm


Cuando hablamos de San José, hay un silencio que envuelve a su persona; silencio que vivió toda su vida. Su misión fue, después de la Santísima Virgen María, la mas importante que Dios le haya encomendado a criatura alguna, y al mismo tiempo la mas escondida: salvaguardar "los tesoros de Dios" --Jesús y María--y proteger con su silencio, presencia y santidad el misterio de la Encarnación y el misterio de la Santísima Virgen María.

En la primera venida del Hijo de Dios al mundo, las vidas de María y José fueron radicalmente escondidas; ahora --en estos momentos tan difíciles de la historia-- han salido a relucir para dar a los hombres testimonio del amor de Dios por la humanidad, y de lo que hace en los corazones de aquellos que son fieles a Su voluntad. Y así vemos como se ha despertado en estos tiempos, un nuevo interés en la persona de San José, en su santidad, en su misión y en su intercesión.

Los papas y San José: el Papa León XIII escribe "Quamquam Pluries" reafirmando su patrocinio sobre toda la Iglesia. El Papa Pío XII instaura la fiesta de San José, Obrero, el día 1 de mayo. Papa Juan Pablo II escribe"Redemptoris Custos"; habla de la misión de San José especialmente en estos tiempos donde la Iglesia enfrenta grandes peligros. De manera particular, Dios quiere hacer relucir la persona y misión de San José en su relación con los Sagrados Corazones de Jesús y María. La primera indicación de ello fue dada en las apariciones de la Virgen de Fátima, en Portugal. En la última aparición de la Virgen, el 13 de octubre, San José aparece junto con el Niño Jesús y bendice al mundo. Sor Lucía, la principal vidente, relata lo sucedido:

"Mi intención [en gritar a la gente que miraran hacía arriba,]no era llamarles la atención hacia el sol, porque yo no estaba consciente de su presencia. Fui movida a hacerlo bajo la dirección de un impulso interior. Después que Nuestra Señora había desaparecido en la inmensidad del firmamento, contemplamos a San José con el Niño Jesús y a nuestra Señora envuelta en un manto azul, al lado del sol. San José y el Niño Jesús aparecieron para bendecir al mundo, porque ellos trazaron la Señal de la Cruz con sus manos. Cuando un poco mas tarde, esta aparición desapareció, vi a nuestro Señor y a la Virgen; me parecía que era Nuestra Señora de los Dolores. Nuestro Señor apareció para bendecir al mundo en la misma manera que lo hizo San José. Esta aparición también desapareció y vi a Nuestra Señora una vez mas, esta vez como Nuestra Señora del Carmen."

Ese día en Fátima se hicieron presente los Dos Corazones y San José. Dios nos revela los Corazones de Jesús y María pues ellos son la esperanza de la humanidad. Es el amor y la misericordia de estos Dos Corazones la que salvara al mundo del pecado y de la muerte. Pero el misterio de la presencia de San José revela que, unido al amor de los Dos Corazones, Dios espera y busca el amor y la respuesta del hombre para con su hermano. El hombre, con su amor, intercesión y reparación, sumergidos en el amor de Jesús y María, también debe alcanzar gracias de conversión para la humanidad. Dios salvará la humanidad por medio del amor: el amor de Jesús y María y de todos aquellos que, como San José, se unan y vivan dentro de este amor.

I. LA UNIÓN DEL CORAZÓN DE SAN JOSÉ CON LOS DOS CORAZONES

Así, como por designio de Dios, el Corazón Inmaculado de la Santísima Virgen está unido "indisolublemente al Corazón de Cristo", de manera que estos Dos Corazones permanecieran unidos para siempre y por ellos nos llegara la salvación, así mismo, por designio de Dios, el corazón que mas de cerca vive en alianza con éstos Dos Corazones es el corazón de San José.

Cuando contemplamos el corazón de San José, contemplamos un corazón puro, que dirige todos sus afectos y acciones hacia aquellos que le fueron encomendados, cuya grandeza él supo leer y entender. Todos los movimientos del corazón de San José tenían un solo objetivo: el amor de los Dos Corazones. Por ellos trabajó; por ellos obedeció; por ellos sufrió; a ellos los defendió y protegió sin interrupción. Su vida era para amar, consolar, proteger y cuidar a los Dos Corazones. Hay que recordar que San José no era Dios hecho hombre, ni tampoco fue concebido inmaculado; el nació con el pecado original igual que todos nosotros. Pero su corazón se hizo uno con el Corazón de María y a través de ella, con el Sagrado Corazón de Jesús. Veamos como se da en San José esta misteriosa unidad.

EL CORAZÓN DE SAN JOSÉ UNIDO AL CORAZÓN DE MARÍA, SU ESPOSA

El corazón de San José vivió en plena comunión con el Inmaculado Corazón de María. Ella fue para el, igual que lo es para todos nosotros, el camino que lo condujo al misterio del Dios hecho Hombre. En el sueño del ángel, oyó éstas palabras: "No temas tomar contigo a María tu mujer porque lo nacido de ella es del Espíritu Santo." (Mt 1: 20) Con esto, es introducido no solamente en el misterio de la Encarnación, sino también en el misterio del corazón excepcional de la Virgen Santísima, escogida para ser Madre de Dios. San José se dio cuenta que el Mesías y Salvador, tan esperado por su pueblo, había de llegar al mundo a través del seno maternal de María, la mujer a quien Dios le había dado por esposa.

¿Cuál fue la respuesta de San José? "Despertado José del sueño, hizo como el Ángel del Señor le había mandado, y tomo consigo a su mujer" (Mt 1:24). En otras palabras, San José se consagrá a María, a su persona, a su corazón, y a su misión. Accedió a la voluntad de Dios quien designó que el, y todo el genero humano, había de recibir al Redentor por manos de María. Mucho mas que todas las generaciones que llamarán bendita a la Virgen por las maravillas que Dios ha hecho en ella (cf. Lc 1:48-49), San José las supo ver, ponderar, y amar, levantandose así en su corazón, un profundo deseo de protegerla.

San José vivó en perfección la consagración al Inmaculado Corazón de María. Es él, el perfecto devoto de la Virgen, y nosotros debemos aprender de él. El es el primer ejemplo del mensaje que San Juan Eudes escuchó del Corazón Eucarístico de Jesús: "Te he dado este admirable Corazón de Mi Madre, que es Uno con el Mío, para ser Tu verdadero Corazón también...para que puedas adorar, servir y amar a Dios con un corazón digno de su Infinita Grandeza".

Debemos pedirle que nos enseñe como amar con todo nuestro corazón a la Santísima Virgen, a quien amó con todas las fuerzas de su corazón y de quien recibió, con profundo agradecimiento, el Sagrado Corazón de Jesús, el Salvador.

EL CORAZÓN DE SAN JOSÉ UNIDO AL CORAZÓN DE JESÚS

Después del de la Virgen, el corazón de San José es el que mas cerca estuvo del Corazón del Redentor. San José amaba con verdadero amor paternal a Cristo. Su corazón estaba unido de tal forma al de Jesús, que mucho antes que San Juan se recostara sobre el pecho del Señor, ya San José conocía plenamente los latidos del Corazón de Cristo y aún mas, Cristo conocía perfectamente los latidos del corazón de su padre virginal, puesto que toda su niñez la pasó recostado del pecho de su padre, San José.

En esta comunión de "corazón a Corazón", ¿qué secretos insondables habrá descubierto San José en el Corazón de su Hijo? El Ángel le había revelado en sueño que el Hijo de María era quien "salvará a su pueblo de sus pecados" (Mt 1:21). Entendió que el Corazón del Emmanuel era un corazón humilde, misericordioso y redentor. Era el Corazón de Dios, formado por el Espíritu Santo, que vino a salvar a su pueblo. No para una salvación meramente temporal, sino mucho mas profunda; era la salvación del mal que había entrado en el corazón humano: el egoísmo, el desamor, la división, la injusticia.... el pecado.

Estos secretos insondables fueron conocidos plenamente por San José, por la intimidad de contemplación de los corazones de Jesús y María. Lo encontramos al lado de la Santísima Virgen en los misterios gozosos del Santo Rosario. Al convivir y contemplar lo que se desarrollaba en la vida de Jesús y en la vida de su esposa, su corazón crecía en admiración y amor a Dios y en ardientes deseos de participar plenamente en su obra.

II. SAN JOSÉ Y EL TRIUNFO DE LOS DOS CORAZONES

La presencia de San José en dos de las apariciones de la Santísima Virgen aprobadas por la Iglesia --Knock y Fátima-- muestran el deseo de Dios de que se reconozca a San José. En la aparición de Fátima vemos como Dios no dejó duda alguna de la importancia de San José en su plan para la conversión del mundo a través del Inmaculado Corazón de María. Fue la misma Virgen María la que anunció, en su aparición del día 13 de septiembre, de que en octubre no solo haría un milagro para que todo el mundo creyera, sino que San José vendría con el Niño Jesús a bendecir al mundo. La Virgen le dijo:

"Continúen rezando el rosario para obtener el fin de la guerra. En octubre, Nuestro Señor vendrá, así como nuestra Señora de los Dolores y Nuestra Señora del Carmen. San José aparecerá con el Niño Jesús y bendecirá al mundo."

¿Por qué Dios hizo de la presencia de San José en Fátima, un elemento visible en el misterio del triunfo que se avecina? Porque San José es el modelo para toda la humanidad de unión con los Sagrados Corazones de Jesús y de María. Y ademas, lo que fue su misión en la tierra, continúa siendolo en el cielo: él fue y es el protector de los Dos Corazones. Él protegió el Corazón Inmaculado de María y el Sagrado Corazón de Jesús, que latía en el seno de la Virgen. Los protegió celosamente y por eso ellos triunfaron en su corazón. ¿Cómo no va a ser ahora quien los proteja, asegurando su triunfo en los corazones de todos los hombres?

San José, dado como protector de los Dos Corazones en el principio, es ahora encomendado por Dios como protector de toda la familia humana. De forma particular, San José es protector de todos aquellos que aman a los Dos Corazones, que se han unido a ellos y que promueven su pronto Reinado en la humanidad.

Es San José el que enseña de forma mas plena a los apóstoles de los Dos Corazones, a tener plena unidad interior con el corazón de Jesús y el de María, porque fue precisamente él, el tercer corazón, que se unió a ellos en amor, en servicio y en fidelidad.

Son los apóstoles de los Dos Corazones los que de una manera nueva deben acogerse a la protección de San José y pedirle a él que les enseñe a amar, a servir, a sacrificarse y a permanecer unidos a éstos Dos Corazones como él lo hizo toda su vida.

¡San José, Custodio de los Dos Corazones.... Ruega por nosotros!


FUENTE: corazones.org

EL HOMBRE DEBERÍA TEMBLAR

EL HOMBRE DEBERÍA TEMBLAR
San Francisco de Asís