CONTINUACIÓN.
..."El Sacerdote, siguiendo la misión de Cristo, el cual "pasaba la noche orando a Dios" (Lc 6, 12) y siempre vive intercediendo por nosotros, tiene el encargo y el mandato de ofrecer a Dios en nombre de la Iglesia, no solo el Sacrificio propiamente dicho, sino también "el sacrificio de alabanza" (Sal 50, 14) con la oración pública y oficial, con Salmos y cánticos sacados en gran parte de los Libros Inspirados, paga a Dios cada día, en varios momentos, esta obligada retribucion de adoración, y es necesario pedir con todas las oraciones por toda la humanidad...". Afirman la Encíclica del Papa Pío XI, "Ad catholici Sacerdotii".
Lo ideal sería que los fieles ayudaran al Sacerdote descarriado para que encuentre el camino, que es el camino de Verdad y Vida, porque muchas veces son los fieles los que tienen al Sacerdote lejos de este camino. Estos fieles que alejan al Sacerdote de su inmensa misión, deberán dar cuenta amargamente en el Juicio de Dios. Muchas veces en lugar de orar por el Párroco y por todos los Sacerdotes, los cristianos les ridiculizan, acusan- aunque sea por pequeñas cosas- ignoran e injurian. ¿Cómo pueden éstos llamarse cristianos?
Por esto, cada mañana el Sacerdote tiene que orar al ESPÍRITU SANTO para recibir sus dones inefables. No solamente cada mañana sino todas las ocasiones que durante el día le sea posible.
Tener al Espíritu Santo significa ser guiado por el Espíritu de Jesús. Los Santos han comprendido muy bien qué indispensable es la devocion al Divino Paráclito. La santidad es Gracia del Espíritu Santo, y los Santos son movidos por el Espíritu Santo.
Quien no tiene el Espíritu de Cristo no le pertenece a El. Y si tiene que ser movido por el Espíritu Santo un cristiano, ¿cuánto más un Sacerdote? El Sacerdote es consagrado en proporción del Espíritu Santo que hace vivir en sí mismo. Tiene que sustanciarse, encarnar a Jesús y no preocuparse ya en otra cosa, porque será movido por el Espíritu Santo.
La Inmaculada es la criatura plasmada por el Espíritu Santo, y Ella infunde el Espíritu Divino en las almas donde toma posesión, donde vive. Tener siempre más devoción a la esposa del Espíritu Santo, conlleva una mayor presencia del Espíritu de Dios, y por lo tanto, mayor transformación en Jesús. El Sacerdote tiene que dejarse plasmar, esto acontece después de que ha acudido continuamente al Espíritu Santo. ¿Cómo se reconoce si uno sigue a la carne o al Espíritu? Quien obra con el Espíritu sobrenatural, acepta con paciencia sufrimientos, persecusiones y ultrajes; escoge siempre lo que es más crucificante, lo que lo hace semejarse a Jesucristo, pobre, humilde y obediente.
El Espíritu Santo tiene que cubrir toda la persona del Sacerdote. El debe pensar siempre con el Espíritu sobrenatural, y segundo obrar con la razón, pero la razón tiene que seguir al Espíritu Santo y estar sometida al Espíritu de Dios. Solamente de esta manera el Sacerdote obra en la persona de Cristo, aunque haga ya prodigios: transforma el pan y el vino en Cuerpo y Sangre de Jesucristo; regenera a un alma muerta diciendo: "Yo te absuelvo". Grande es el Sacerdote, PERO AÚN MÁS CUANDO ACTÚA EN UNIÓN CON JESÚS,cuando su acción está orientada hacia la más grande Gloria de Dios, cuando pone en primer lugar en su vida los intereses de Dios, olvidándose de sí mismo y de las llamadas del mundo pagano y corrupto.
Si no actúa así el Sacerdote es un rey pobre, un noble caído, que puede hacer grandes cosas y no las hace, ¿y cómo es llamado uno así? Una persona que no se ha realizado. Un fracasado. Sí, porque el Sacerdote se realiza viviendo su vocación, no la vocacíon de los demás, no haciendo lo que le corresponde hacer a los demás. No se interesa de actividades inútiles, se aparta de las cosas que alejan de Jesús, de la verdad y de la santidad.
Hace falta ser y estar con Jesús, ser de Jesús y como Jesús. El mismo llama a sus Apóstoles, a sus Sacerdotes: "NO ME HABEIS VOSOTROS ELEGIDO, FUI YO MISMO QUIEN OS ELIGIÓ A VOSOTROS" (Jn 15, 16); "LLAMÓ A AQUELLOS QUE EL QUISO PARA QUE ESTUVIESEN CON EL" (Mc 3, 13-14); "JESÚS FIJANDO EN ÉL SU MIRADA, LE AMO...VEN Y SÍGUEME" (Mc 10,21): "NOSOTROS LO HEMOS DEJADO TODO Y TE HEMOS SEGUIDO" (Mc 10,28); "A VOSOTROS ES DADO A CONOCER LOS MISTERIOS DEL REINO DE LOS CIELOS" (t 13,11): "DICHOSOS VUESTROS OJOS, PORQUE VEN" (Mt 13, 16): "LLAMÓ A OTROS DOS HERMANOS, SANTIAGO DE ZEBEDEO Y A JUAN SU HERMANO....(Mt 4, 21): "LLAMANDO ASÍ A LOS DOCE DISCÍPULOS" (Mt 10, 1): "LOS LLAMÓ...(Mc 1, 20): "ENTONCES LLAMÓ A LOS DOCE" (Mc 6,/).
El Sacerdote de Jesús ES EL HOMBRE DE LAS OCHO BIENAVENTURANZAS. ¿Quién más que el Sacerdote puede lograr realizar lo que Jesús indica a cada criatura de la tierra, para ser su verdadero seguidor? El Espíritu del Sacerdote tiene que estar lleno de la enseñanza fortificante y persuasiva de Jesús. Dichoso aquel Sacerdote que vive "EL DISCURSO DE LA MONTAÑA", pronunciado para quien quiere seguir a Jesús, en la Vida indicada por El.
La vocacíon del Sacerdote es santificarse y santificar a todos. Por esto el santo Sacerdote pasa más tiempo con Jesús Eucaristía que con los demás. Ama a Jesús sobre todo, nada y ninguna cosa lo atrae como Jesús. Quiere ser una hostia cándida para entregarse e inmolarse por la salvación de todos los hermanos.
En la Santa Misa se da con Jesús al Padre, así el Padre lo da a las almas. Vive el sacrificio de la Santa Misa, porque es realmente la renovación de la muerte de Jesús en la Cruz.
Este Sacerdote es de María, porque como Ella es Madre del Eterno Sacerdote, así lo es de cada Sacerdote. ¿Y qué maravillas de Gracias realiza María en el Sacerdote y a través del Sacerdote? Incalculables.