FRASES PARA SACERDOTES

"TODO LO QUE EL SACERDOTE VISTE, TIENE UNA BATALLA ESPIRITUAL". De: Marino Restrepo.

Una misa de campaña en medio de las bombas


Al césar lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Así como este Santo sacerdote quiero decir que primero sirvamos a Dios y después, a los hombres.

PREDILECTAS DE LA AUTORA

SI SOMOS OVEJAS VENCEREMOS; SI NOS CONVERTIMOS EN LOBOS SEREMOS VENCIDOS.

"Mientras somos ovejas, vencemos y superamos a los lobos, aunque nos rodeen en gran número; pero, si nos convertimos en lobos, entonces somos vencidos, porque nos vemos privados de la protección del Pastor (Jesucristo). Éste, en efecto, no pastorea lobos, sino ovejas, y, por esto, te abandona y se aparta entonces de ti, porque no le dejas mostrar su poder".

Por San Juan Crisóstomo

ADVERTENCIAS DEL MAS ALLA A LA IGLESIA CONTEMPORANEA

Parte 7

Por el Padre Arnold Renz

La situación del Papa Pablo VI

J:  El Papa, el Papa...es un mártir.  Por decirlo así, está por los suelos y quisiera morirse, no quisiera seguir viviendo en estas condiciones.  Está torturado por la idea de que lo que dice no se hace público a través d el mundo, y que precisamente lo que él no quisiera, lo hacen público los cardenales.  En todo caso, muchos cardenales, no todos, pero muchos; son así.  Tiene muchísimo que hacer.  Se encuentra en una prisión que es mucho peor que una verdadera cárcel.  Nosotros azuzamos, hacemos lo que podemos. Ya hemos hecho mucho.

E: ¡Continúa diciendo la verdad en nombre de...y di solamente la verdad!

J:  Está privado de su libertad...y por lo tanto no puede hacer casi nada.  Por eso nosotros hablamos de un lución (gusano) que lo único que puede hacer fácilmente es arrastrarse por la tierra, pero que no tiene nada que decir ni a la derecha ni a la izquierda, ni hacia adelante ni hacia detrás.  Eso lo hacen los otros, los falsos, los que quisieran que desapareciese.

E:  ¡Continúa diciendo la verdad, toda la verdad y solamente la verdad por orden de la Santa Virgen! ¡Continúa diciendo lo que tienes que decir de parte del Cielo!

Es un gran Papa, pero está atado de pies y manos

J:  Hay que rezar por el Papa.  Su situación es mucho peor que la de un mártir.  Preferiría ser apedreado.  Como San Esteban.  Es un gran papa a pesar de que tiene que callarse.  Lleva una cruz.  Pocos llegan a su altura a pesar de que pase por ser pequeño e importante.  Es un gran Papa.  Al principio ha cometido algunas faltas, pero ya hace mucho tiempo que se ha dado cuenta y ahora está atado de pies y manos y hasta su lengua.  Grita al cielo que quisiera introducir de nuevo la nueva liturgia -la misa tridentina-; lo quisiera pero está atado de pies y manos.  No puede hacer nada.

E:  ¡Di solamente la verdad, por orden de la Santa Virgen!  ¡Di la verdad y  solamente la verdad, sobre la Iglesia y sobre el Papa Pablo VI!

J:  ¡Desde luego que el Papa Pablo VI quisiera volver a introducir la misa tridentina!  Si véis en la televisión, o véis o leéis en alguna parte algunas novedades, no son de él de donde provienen.

E:  ¡Di la verdad en nombre de...!

PREDILECTAS DE LA AUTORA

DEL PADRE GABRIEL AMORTH

Invocar a Juan Pablo II es efectivo contra el diablo.

Durante los exorcismos, le he preguntado al demonio más de una vez: ¿por qué te da tanto miedo Juan Pablo II?  Y he tenido dos respuestas distintas.
"La primera", porque desarmo mis planes. "Y creo que con eso se refiere a la caída del comunismo en Rusia y en Europa del Este.  El colapso del comunismo".
"Otra respuesta que el demonio me dio fue "porque arrebató a muchos jóvenes de mis manos". Hay muchos jóvenes que, gracias a Juan Pablo II, se convirtieron.


SATANÁS Y LA TENTACIÓN - PARTE 1



Objetivos

• Entender que Satanás es real, en guerra con Dios y mentiroso desde siempre
• Entender que Jesús derrotó a Satanás
• Saber que usted tiene la victoria sobre Satanás a través de Jesús
• Identificar las mentiras de Satanás que le han afectado en su vida

Verso Clave

Él quien hace lo que es pecaminoso es del diablo, porque el diablo ha pecado desde el principio. La razón por la que el hijo del Dios apareció fué para destruir la obra del diablo. (1 Juan 3:8)



A. ¿Quién es Satanás?

Satanás es un poderoso ángel creado por Dios para adorar y para servir a Dios continuamente. Sin embargo, él eligió rebelarse contra ese propósito y se hizo enemigo de Dios. La existencia de Satanás es real tanto en tiempos bíblicos como ahora. Por lo menos siete de los libros del Antiguo Testamento y todos los del Nuevo Testamento incluyen referencias acerca de Satanás. Las buenas noticias son que los cristianos tienen todo el poder sobre Satanás a través de la muerte y la resurrección de Jesús.

Lea Ezequiel 28:11-19 y Isaías 14:12-20. Estos textos dan una clara idea de la caída y el destino último de Satanás. En Apocalipsis 20:1-10, vemos el juicio de Dios sobre Satanás y los otros ángeles (demonios) que lo siguieron. El texto de Ezequiel dice que Satanás era perfecto, sabio, hermoso y ungido como querubín guardián (ángel). También lo describe como libre de culpa hasta que la maldad fue encontrada en él.

El texto de Isaías explica sus motivos para rebelarse contra Dios. Note la palabra “yo” indicando total egocentrismo de Satanás. Esta escritura dice que él quiso ascender a los cielos, exaltar su trono por encima de Dios, sentase en el monte de la asamblea y ser como el Altísimo (Dios).

Su pecado primario fué orgullo. ¡Cómo has caído de los cielos, O estrella de la mañana

[Lucifer], hijo del amanecer! ¡Has sido expulsado a la tierra, tu quien una vez despreciaste a las naciones! Dijiste en tu corazón, “ascenderé a los cielos; Levantaré mi trono sobre las estrellas de Dios; Me sentaré coronado en el monte de la asamblea, en lo más alto la montaña sagrada. Ascenderé por encima de las nubes; Me haré como el Altísimo.” (Isaías 14:12-14)

Satanás es un mentiroso y un engañador. Es conocido por muchos títulos y nombres que describan sus varias cualidades. Él es nuestro enemigo y es muy activo en el mundo de hoy. Los títulos de Satanás, los nombres y las descripciones proporcionan un imagen de su carácter y obras de maldad.


Títulos de Satanás

• Satanás (adversario) (Mateo 4:10)

• El diablo (calumniador) (Mateo 4:1)

• Beelzebú (detestable dios) (Mateo 12:24)

• Belial (insignificante) (2 Corintios 6:15)


Nombres de Satanás

• Estrella de la mañana de O (Lucifer en algunas traducciones) (Isaías 14:12)

• El malvado (Mateo 13:19, 1 Juan 5:19)

• El tentador (Mateo 4:3, 1 Tesalonicenses 3:5)

• El príncipe de este mundo (Juan 12:31, 14:30, 16:11)

• El dios de esta edad (2 Corintios 4:4)

• El príncipe de la potestad del aire (Efesios 2:2)

• El acusador de nuestros hermanos (Apocalipsis 12:10)

• El príncipe de los demonios (Mateo 12:24)


Descripciones de Satanás

• Serpiente (Génesis 3:4, Apocalipsis 12:9)

• Dragón (Apocalipsis 12:3-4)

• Ángel de luz (2 Corintios 11:14)

• León rugiente (1 Pedro 5:8)


B. Características de Satanás

Satanás se enmascara por todo el mundo hoy en día con muy diversos disfraces. Hay muchas más escrituras sobre Satanás, búsquelas conforme usted estudia la Palabra de Dios. Sus rasgos más comunes del carácter han sido enumerados en la tabla siguiente.


Características de Satanás

Es un intrigante

…para que Satanás no se aproveche de nosotros, pues no ignoramos sus artimañas. (2 Corintios 2:11)

Es un mentiroso y un asesino

Ustedes pertenecen a su padre, el diablo, y quieren lograr el deseo de su padre. Él ha sido un asesino desde el principio, no apegándose a la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando miente, habla su lengua nativa, porque es un mentiroso y el padre de toda mentira. (Juan 8:44)

Es un calumniador y un acusador

Entonces oí que una estruendosa voz en cielo que decía: “Ahora han venido la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de Su Cristo. Pues el acusador de nuestros hermanos, quien los acusa delante de nuestro Dios día y noche, ha sido expulsado.” (Apocalipsis 12:10)

Es un engañador

El gran dragón fue expulsado – esa serpiente antigua llamada el diablo, o Satanás, quien conduce al mundo entero extraviado. Lo lanzaron a la tierra, y a sus ángeles con él. (Apocalipsis 12:9)

Es un tentador

Luego Jesús fue guiado por el Espiritu hacia el desierto para ser tentado por el diablo. (Mateo 4:1)

Es un opresor

Cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espiritu Santo y poder, y cómo fué por todas partes haciendo el bien y curando a todo el que se encontraba bajo poder del diablo, porque el Dios estaba con Él. (Hechos 10:38)

Es un estorboso

Pues desebamos venir a ustedes – ciertamente yo, Pablo, en verdad, repetidas veces – pero Satanás nos lo impedía y estorbaba. (1 Tesalonicenses 2:18)


C. Misión de Satanás

Satanás está intentando constantemente destruir el propósito y el plan de Dios. Él desea lastimar a Dios atacando a la humanidad, especialmente a los creyentes. Algunos ejemplos se muestran abajo.


Tentativas de Satanás para destruir el Plan de Dios

En relación al plan de Jesús y de Dios para salvar al hombre

• Conflicto (Génesis 3:15)

• Tentación de Jesús (Mateo 4:1-11)

• Destruye la obra de Jesús (Mateo 16:23, Juan 8:43-44)

• Judas poseído para traicionar a Jesús (Juan 13:27)

En relación a las naciones

• Las engaña ahora (Apocalipsis 12:9)

• Las reunirá para la batalla de Armagedón (Apocalipsis 16:13-14)

En relación a los no creyentes

• Ciega sus mentes (2 Corintios 4:4)

• Arrebata la Palabra de sus corazones (Lucas 8:12)

En relación a los cristianos

• Los tienta para que mientan (Hechos 5:3)

• Los acusa y los calumnia (Apocalipsis 12:10)

• Obstaculiza su trabajo (1 Tesalonicenses 2:18)

• Utiliza fuerzas maléficas para tentarlos (Efesios 6:11-12)

• Tienta a los creyentes a ser inmorales (1 Corintios 7:5)

• Envía a falsos maestros dentro de la iglesia (2 Corintios 11:13-15, Mateo 13:38-39)

• Causa persecuciones contra ellos (Apocalipsis 2:10)


La ambición malvada de Satanás no ha cambiado desde la primera vez que se rebeló. Aún intenta usurpar (apoderarse ilegalmente de) el trono de Dios y trata de separar al hombre lejos de Dios, manteniéndolo dentro de su reino de maldad.


D. Ejemplos de las tentaciones de Satanás

Satanás utilizará todos sus trucos para alejar de Dios al hombre. En la lección “El origen del Hombre,” estudiamos la caída del hombre.

 Lea Génesis 3 de nuevo, prestando especial atención a la parte de Satanás en el pecado de Adán y Eva. En este texto vemos a Satanás como un intrigante, un mentiroso y un engañador mientras que estaba disfrazado como serpiente. Ésta es la primera referencia a la actividad de Satanás en el Antiguo Testamento. Los párrafos siguientes comparan la tentación de Satanás de la víspera con su tentación de Jesús.

1. La primera tentación – Adán y Eva

Cuando Dios creó a Adán y Eva, les dio completa autoridad sobre toda la tierra y les encargó cuidarla. Muchas cosas maravillosas crecían en el jardín del Edén de las que ellos podían comer. Podían comer libremente fruta de todos los árboles excepto de uno. Él les dijo que no comieran del fruto “del árbol del conocimiento del bien y del mal.” (vea Génesis 2:9, 17.) Desde entonces, el hombre ha tenido la elección – para escoger el obedecer y seguir a Dios o para pecar contra Dios.

El Señor Dios tomó al hombre y lo puso en el jardín del Edén para trabajarlo y cuidar de él. Y el Señor Dios ordenó al hombre, “Tu eres libre de comer de cualquier árbol en el jardín; pero no deberás comer del árbol del conocimiento del bien y del mal, pues cuando comas de él de seguro morirás.”

(Génesis 2:15-17)

Satanás engañó a Eva mintiéndole a ella. Él le dijo que no creyera a Dios y que no habría ninguna consecuencia si ella desobedecía a Dios.

“Tu de seguro no morirás,” la serpiente dijo a la mujer. “Pues Dios sabe que cuando tu comas de ese fruto tus ojos serán abiertos, y tu serás como Dios, sabiendo lo bueno y lo malo.”

(Génesis 3:4-5)

Eva creyó la mentira y comió el fruto del árbol. Aunque él sabía que era mentira, Adán también comió del fruto del árbol que Eva le dio a comer.

(vea 1 Timoteo 2:14.)

Cuando la mujer vio que el fruto era bueno para alimento y complaciente al ojo, y también deseable para obtener sabiduría, ella lo tomó y comió de él. También lo dio a su marido, quien estaba con ella, y él lo comió. (Génesis 3:6)

Éste fue el primer pecado. Desde la caída (pecado) de Adán y Eva, toda la humanidad ha sido gobernada por esa naturaleza pecaminosa (referida a veces como “la carne”).


2. Tentación de Cristo

La escritura nos dice que Jesús fue tentado por Satanás en tres áreas – por la lujuria de la carne, la lujuria de los ojos y el orgullo de la vida.

Pero Jesús no se rindió a las tentaciones de Satanás. Lea sobre la tentación de Jesús en Mateo 4:1-11, Marcos 1:12-13 y Lucas 4:1-13.

Debemos seguir el ejemplo de Jesús derrotando a Satanás por medio de hablar y orar la Palabra de Dios en respuesta a la tentación y viviendo nuestra vida en respuesta a guía del Espiritu Santo.

Pues no tenemos un alto sacerdote incapaz de comprender nuestras debilidades, sino que tenemos uno quién fue tentado de cada manera, tal como nosotros somos – pero se mantuvo sin pecado. (Hebreos 4:15)


3. Comparación de las respuestas de Eva y de Jesús

Las tentaciones de Eva y de Jesús se comparan usando las siguientes
escrituras.

Pues todo lo que está en el mundo – la lujuria de la carne, la lujuria de los ojos, y el orgullo de la vida – no es del Padre sino que es del mundo. (1 Juan 2:16 NVKJ)

 Comparación de 1 Juan 2:16 (NVKJ) con las tentaciones de Satanás

1 Juan 2:16*
… lujuria de la
carne

Tentación de Eva**
(Génesis 3:6)
… bueno para
alimento

Tentación de Jesús***
(Lucas 4:1-13)
… piedras se convierten
en pan

*… lujuria de los ojos
**… complaciente al ojo
***… le mostró… los reinos del mundo

*… orgullo de la vida
**… deseable para obtener sabiduría
***… lánzate al abismo … pues está escrito: “Él ordenará a Sus ángeles”


EL SUFRIMIENTO EMBELLECE




Sobre Juan Pablo II:

Se va a hablar mucho de él en los próximos meses. Su canonización nos acercará aún más a Dios gracias a su intercesión.

En los últimos días de su pontificado, Juan Pablo II nos dio una lección eterna del como embellecer un sufrimiento cuando el que lo padece lo ofrece a los demás.

Es posible sufrir amando y así lo hizo él durante su enfermedad, sobre todo a raíz de las crisis respiratorias que sufriera desde enero de 2005, tres meses antes de su retorno a la casa de Dios.

Su última aparición pública fue el 30 de marzo.

Era el domingo de Resurrección.

Miles de fieles se agolpaban en la plaza de San Pedro esperando verle a traves de aquella ventana que desde hacía más de 26 años enmarcaba sus palabras cada domingo.

Los que allí rezaban por Juan Pablo, desconocían si su estado agonizante le permitiría asomarse una vez más.

Los médicos pretendieron no permitírselo, pero no consiguieron frenarle.

Llevaba meses con dificultades para hablar y respirar, pero sorprendentemente y en contra de lo indicado por sus facultativos, le pusieron un micro.

El silencio era absoluto. Sorprendente para una magnitud humana de ese calibre.

No pudo hablar.

Sólo se escuchó un jadeo, un esforzado y violento resoplo, un aliento que la megafonía recogió.

El eco se amplificó por toda la plaza y se introdujo en todos los corazones de los que allí y a través de la televisión pudieron contemplarle.

No fue capaz de pronunciar otro sonido. Solo un gesto de extraordinario dolor.



******* 


“Sin que hablen, sin que pronuncien, sin que resuene su voz, a toda la tierra alcanza su pregón y hasta los límites del orbe su lenguaje” (Salmo 18 A).

Cristo no acabó con el sufrimiento, pero lo conquistó, lo transformó, lo redimió… nos enseñó a sufrir.

De nuevo, esa paradójica belleza del vaciamiento absoluto, del amor hecho carne y rostro, hizo brillar en la faz de este otro Cristo del siglo XX la gloria de Dios, la singular hermosura de una donación cuyo corazón y esencia es el amor.

El sábado siguiente aquel cuerpo crucificado y vaciado expiraba.

El sufrimiento duele…¡pero embellece!


FUENTE: lazarohades.com/



LA EUCARISTÍA: ALIMENTARSE DE CRISTO




Respuestas rápidas sobre la Comunión eucarística

  • “Quien comulga tiene dentro de sí a Jesús, tanto como María lo tuvo durante los nueve meses del embarazo”. 
  • Así de grande es el sacramento de la Eucaristía, que nos permite nutrirnos de Cristo y degustar el Cielo en la Tierra. 
  • Si nuestro cuerpo va a ser morada del mismo Jesús,  ¿hay algo que podamos hacer para recibirlo mejor?


¿No es una locura pensar que en un trozo de pan está el mismo Cristo?

Es cierto, es una locura. Solo Dios pudo haber pensado y hecho algo tan grande. Pero desde el punto de vista del amor, es muy razonable. Cuando una madre tiene a su bebe en brazos, llena de amor, lo abraza y, como le parece poco besarlo, le dice: “te comería”. Es lo que Dios hace: hace posible que lo comamos. Y, para ello, eligió un alimento humilde, sencillo y al alcance de todos.


¿De qué modo está presente Cristo en el pan y en el vino?

La Eucaristía esconde a Jesús. Todo Jesús está presente detrás de la apariencia de pan. Quien comulga tiene dentro de sí a Jesús, tan real y físicamente como María lo tuvo durante los nueve meses del embarazo. Obviamente, de un modo distinto: escondido tras las figuras del pan y el vino.


¿Para qué comer la hostia consagrada en lugar de simplemente venerarla?

Porque Cristo se quedó precisamente para que lo comamos; si no, hubiera elegido otro modo de quedarse. Cuando lo instituye, dice “tomad y comed”, no “tomad y venerad”… ¡Se quedó para alimentarnos! No solo para adorarle… El sentido radical de la Eucaristía es comida. Lo comprobamos al repasar el capítulo 6 del Evangelio de Juan: comienza con la multiplicación de los panes (con las que se sacia el hambre material), pasa a hablar del mana (el pan del Cielo, con el que Dios alimentaba todos los días al pueblo en el desierto) y es en ese contexto en el que Jesús promete la Eucaristía (el pan de la vida eterna: su mismo ser).


¿Qué nos aporta comulgar?

Todo. Diviniza nuestra vida. Nos aporta lo esencial, aquello que engrandece nuestra vida y la hace eterna: la vida de Cristo, la vida eterna, vivir en Dios. Y para que nuestra unión a Él sea plena, se nos da como alimento. Para santificarnos, purificarnos, divinizarnos, fortalecernos, hacernos crecer, llenar nuestra vida de El mismo… Lo más grande que podemos hacer en nuestra vida es alimentarnos con Cristo, hacernos una “cosa” con El.


¿Qué efectos puede tener en nuestra vida comulgar con asiduidad?

Todos los beneficios que alimentarse produce en el cuerpo, los produce la Eucaristía a todos los niveles, en cuerpo y alma. No es un alimento solamente espiritual: ¡nos comemos su cuerpo y nos bebemos su sangre! En nuestra existencia corpórea no basta con comer una vez, necesitamos alimentarnos con frecuencia y, gracias a la comida, tenemos energía… El fin de la vida cristiana es cristificarnos, identificarnos con El. Y, para ello, necesitamos una fuerza divina que nos transforme: esa fuerza nos la brinda la Eucaristía.


Al recibirlo con frecuencia, ¿no podríamos trivializar la grandeza del acto?

Hemos de estar atentos para que la facilidad con que se nos entrega no nos haga perder conciencia de la grandeza del don. Sería triste acostumbrarnos a comulgar y hacerlo como si no fuera algo especial. La solución para desearlo más no es espaciar en el tiempo las comuniones, sino evitar el peligro de la rutina. Y el gran remedio para la rutina es la oración: cuando meditamos en la grandeza de la Eucaristía nos enamoramos del amor que Dios nos tiene. El tesoro es tan grande –es Dios– que nunca acabaremos de abarcarlo.


¿Debemos comulgar aunque nos sintamos indignos de recibir a Cristo?

Hay personas que dejan de comulgar porque se sienten indignas… Pero, por más indignos que nos sintamos, conviene que comulguemos si cumplimos con las dos condiciones básicas para recibir la comunión: estar en gracia y guardar una hora de ayuno.


¿Por qué hay que guardar ayuno?

Es una forma de garantizar la delicadeza con nuestro Dios. Si vamos a recibirlo, privarnos de alimentos y bebidas (menos de agua y de medicamentos, los cuales no rompen este ayuno) una hora antes de comulgar es una manera de prepararnos para algo tan grande. Esta condición no se les exige a las personas mayores ni a los enfermos.


¿Qué es el estado de gracia?

La gracia es una participación de la vida divina. Nos introduce en la vida de la Trinidad, ya que nos hace participar de la filiación del Hijo: hijos de Dios Padre, en el Hijo, por la acción del Espíritu Santo. La recibimos en el Bautismo y la perdemos cuando cometemos un pecado mortal. Si la perdemos, la recuperamos en el Sacramento de la Penitencia.


¿Y si se comulga en pecado mortal?

Se comete un sacrilegio, que es pecado grave por el mal uso de lo sagrado. Dejar de comulgar no es pecado; hacerlo indignamente, sí. Por esto, si uno duda si está en pecado mortal, siempre es mejor no comulgar; salvo en el caso de los escrupulosos, que son aquellos que creen estar en pecado mortal, sin estarlo.


Por tanto, ¿no es obligatorio comulgar cada vez que asistimos a misa?

Durante la misa, solo es obligatoria la comunión del sacerdote. Los fieles no tienen esta obligación, pero es muy conveniente comulgar cuando participamos en esta gran celebración. Eso sí, si uno no está en gracia o no cumple con el tiempo de ayuno, no debe comulgar. Los católicos que tienen uso de razón tienen la obligación de comulgar al menos una vez al año, en Pascua.


¿Y para qué nos sirve ir a misa si no podemos comulgar?

La misa es el centro de nuestra vida. En ella nos unimos a la ofrenda de Cristo, al Padre, y así esta recibe un valor de eternidad. Esto no es por la comunión, sino por la participación en la misa. Y, en muchísimos casos, la solución es sencilla: buscar un sacerdote para confesarse.


Si no estamos seguros de sí podemos comulgar, ¿qué debemos hacer?

Si esa duda tiene fundamento (“dudo si un pecado que cometí es grave”) hay que dejar de comulgar. Es mejor no comulgar que cometer un sacrilegio. Si la duda no tiene fundamento (“dudo de que, a lo mejor, podría tener un pecado grave”), hay que despreciar la duda y comulgar.
¿Comulgar sin confesarse?


¿Se puede recuperar el estado de gracia antes de confesarse? 

Si, haciendo un acto de perfecta contrición, con el propósito de confesar tan pronto como sea posible.


¿Puedo comulgar si hago un acto de contrición perfecta? 

Para comulgar se debe estar en estado de gracia: esto no tiene excepción. Como un acto de contrición perfecta devuelve la gracia, en tal caso se cumpliría con dicha condición.


¿Cómo sé que mi acto de contrición ha sido perfecto? 

Para custodiar la Eucaristía y evitar sacrilegios, la Iglesia prescribe que quien tenga conciencia de haber cometido un pecado grave no comulgue sin haberse confesado antes.


¿Hay alguna excepción que permita comulgar sin haberse confesado? 

Los preceptos de la Iglesia no obligan cuando existe una dificultad grave en su cumplimiento. Cuando una persona no puede confesarse y debe comulgar (algo poco frecuente), podría lícitamente comulgar haciendo antes un acto de contrición perfecto. Es el caso, por ejemplo, de un sacerdote que ha cometido un pecado grave y, no teniendo con quien confesarse, debe celebrar misa (ya que no puede celebrarla sin comulgar). En el caso de los laicos no parece que esto se dé, salvo en casos muy extraordinarios.


FUENTE: algunasrespuestas.wordpress.com/

¿SÁBADO O DOMINGO? ¿CUÁL ES EL DÍA DEL SEÑOR?




Por Padre Jordi Rivero

El domingo es el día de la resurrección de Cristo. Los Católicos los celebramos con la Santa Misa y cumplimos con el Tercer Mandamiento del Decálogo.

Desde el tiempo del Nuevo Testamento (tiempos Apostólicos), el domingo remplazó al sábado judío como día dedicado al Señor para darle culto y descansar de las labores. La Iglesia católica no "cambia la Biblia", como dicen algunas sectas que se aferran al sábado. Es un hecho histórico que desde el principio (desde el siglo I) los cristianos celebran el día del Señor el domingo. La Iglesia es fiel a la doctrina de los Apóstoles. No fue hasta la época moderna que algunas sectas, desconociendo la realidad histórica, se revirtieron a la práctica judía de celebrar el sábado en vez del domingo.


Evidencia Bíblica:

-"El primer día de la semana, estando nosotros reunidos para la fracción del pan" -Hechos 20,7. 
El "primer día de la semana" es el domingo.


Evidencia de los Padres Apostólicos:

Estos vivieron en los dos primeros siglos y son testigos de la fe y la práctica de la Iglesia recibida de los Apóstoles.


San Ignacio de Antioquía (+107AD), discípulo de los Apóstoles, Padre de la Iglesia del siglo I, enseña:

Los que vivían según el orden de cosas antiguo han pasado a la nueva esperanza, no observando ya el sábado, sino el día del Señor, en el que nuestra vida es bendecida por El y por su muerte
-S. Ignacio de Antioquía, Magn. 9,1


San Justino (+165AD)

Y nos reunimos todos el día del sol, primero porque en este día, que es el primero de la creación, cuando Dios empezó a obrar sobre las tinieblas y la materia; y también porque es el día en que Jesucristo, nuestro Salvador, resucitó de entre los muertos.


Razón por celebrar el domingo como día del Señor:

La transferencia del día del Señor del sábado, séptimo día, al domingo (día primero de la semana) ocurrió en tiempo de los apóstoles (ver arriba) con motivo de la resurrección de Jesucristo. El domingo Cristo resucita, vence la muerte y completa la obra redentora. Si bien el séptimo día (sábado) Dios "descansó" al fin de la creación, el domingo es el día en que todo es re-creado en Jesucristo. Ahora es posible el culto a Dios en espíritu y en verdad. 

Además, el domingo es el día de Pentecostés, en que estaban reunidos los Apóstoles con María Santísima en oración y se derramó el Espíritu Santo. 

Al celebrar el domingo somos fieles a Jesucristo. El no vino a abolir el Antiguo Testamento sino a darle cumplimiento con su muerte y resurrección. Todo se cumple en El. Vemos en muchos textos como Jesucristo, para dar cumplimiento, presenta la ley antigua en una nueva forma que sorprende a sus oyentes por su novedad y exigencia. La ley queda perfeccionada en Cristo. Por ejemplo, Jesús dice en Mateo 5,27 "Habéis oído que se dijo: "No cometerás adulterio." Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón.". Jesús no está "cambiando la Biblia" sino revelando un sentido mas profundo que solo podía conocerse por su enseñanza y por la gracia del Espíritu que El nos da. 


El antiguo y el nuevo Templo; antiguos corderos y El Cordero. 

Los judíos iban a la sinagoga o al Templo el sábado. Es imposible continuar celebrando el culto del sábado según el Antiguo Testamento. Aquel se centraba en el Templo de Jerusalén, el cual fue destruido por los romanos en 70 A.D. Tampoco hay ya sacrificio de animales como requería la antigua alianza. Todo eso encuentra su cumplimiento en Cristo. El mismo es el Nuevo Templo, y el Cordero del Sacrificio y el Sacerdote Eterno. 

Jesús dijo «Destruid este Santuario y en tres días lo levantaré.» -Juan 2,19. Muchos lo entendieron en forma literal y se escandalizaron de Jesús. Pero Jesús hablaba del Nuevo Templo que es Su propio Cuerpo, que resucitaría al tercer día: El domingo. El Templo de Jerusalén fue destruido pero Cristo resucitado es el Nuevo Templo que jamás será destruido. Por el bautismo los cristianos nos unimos a Cristo para ser miembros de su Cuerpo Místico, Nuevo Templo que es la Iglesia. Los cristianos somos, en Cristo, templo espiritual y como tal nos reunimos para celebrar la Santa Misa el domingo, el nuevo día del Señor.

Es evidente que Jesús preparó a sus discípulos para un nuevo entendimiento del "Día del Señor":

Nadie cose un remiendo de paño sin tundir en un vestido viejo, pues de otro modo, lo añadido tira de él, el paño nuevo del viejo, y se produce un desgarrón peor.

Nadie echa tampoco vino nuevo en pellejos viejos; de otro modo, el vino reventaría los pellejos y se echaría a perder tanto el vino como los pellejos: sino que el vino nuevo, en pellejos nuevos.

Y sucedió que un sábado, cruzaba Jesús por los sembrados, y sus discípulos empezaron a abrir camino arrancando espigas.

Decíanle los fariseos: «Mira ¿por qué hacen en sábado lo que no es lícito?»

El les dice: «¿Nunca habéis leído lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y él y los que le acompañaban sintieron hambre, cómo entró en la Casa de Dios, en tiempos del Sumo Sacerdote Abiatar, y comió los panes de la presencia, que sólo a los sacerdotes es lícito comer, y dio también a los que estaban con él?»

Y les dijo: «El sábado ha sido instituido para el hombre y no el hombre para el sábado.

De suerte que el Hijo del Hombre también es Señor del sábado.» (Mc 2,21-28)

Jesús se presentó a los Apóstoles el domingo de Resurrección y ellos le adoraron. Los cristianos le damos a Dios Padre el culto mas perfecto: el mismo Jesucristo que se ofrece y nosotros nos ofrecemos al Padre POR Cristo, Con El y En El. 

Algunas sectas fundadas en EE.UU. hace poco mas de un siglo se han revertido al Sábado. No entienden lo arriba mencionado, en gran parte porque carecen de conocimiento histórico del cristianismo y la interpretación bíblica de los Padres. Para entender la Biblia hay que situarse con la Iglesia en la mente de Cristo que interpreta el Antiguo Testamento de una forma nueva y sin embargo mas fiel. Pero antes de discutir sobre cual es el día del Señor hay que recordar lo mas importante de ese día: La Santa Misa, la cual es el culto mas perfecto que le ofrecemos a Dios. ¿De qué vale pelear por el día del culto si ni siquiera se acepta el culto mismo? 

Juan Pablo II trata el tema del Día del Señor en profundidad en su encíclica "DIES DOMINI". Para estudiar el sentido del día del Señor a profundidad le recomiendo que la lea. Aquí solo presento el #59:

Este aspecto festivo del domingo cristiano pone de relieve de modo especial la dimensión de la observancia del sábado veterotestamentario. En el día del Señor, que el Antiguo Testamento vincula a la creación (cf. Gn 2, 1-3; Ex 20, 8-11) y del Éxodo (cf. Dt 5, 12-15), el cristiano está llamado a anunciar la nueva creación y la nueva alianza realizadas en el misterio pascual de Cristo. La celebración de la creación, lejos de ser anulada, es profundizada en una visión cristocéntrica, o sea, a la luz del designio divino de «hacer que todo tenga a Cristo por Cabeza, lo que está en los cielos y lo que está en la tierra» (Ef 1,10). A su vez, se da pleno sentido también al memorial de la liberación llevada a cabo en el Éxodo, que se convierte en memorial de la redención universal realizada por Cristo muerto y resucitado. El domingo, pues, más que una «sustitución» del sábado, es su realización perfecta, y en cierto modo su expansión y su expresión más plena, en el camino de la historia de la salvación, que tiene su culmen en Cristo.


FUENTE: www.corazones.org/

LA LUJURIA: PLAGA DEL CARÁCTER


Por Mons. Fulton J. Sheen


La lujuria es un excesivo amor por los placeres de la carne. Es la prostitución del amor, la extensión del amor a sí mismo hasta un punto donde el ego se proyecta en otra persona y la ama bajo la ilusión que es el tú amado. El verdadero amor está dirigido hacia una persona, la cual es vista como irreemplazable y única, pero la lujuria excluye toda consideración personal en favor de una experiencia de los sentidos. El yo coloca de forma equivocada rótulos modernos sobre la lujuria pretendiendo que éste es un pecado necesario para la “salud” o para una “vida plena” o para “expresar la personalidad”. El fervoroso intento de otorgarle una garantía científica a esta conducta es, en sí mismo, una indicación de cuán grande es la renuencia que normalmente siente la gente a considerar esta ruptura de la ley moral como el pecado que en realidad es. Hoy en día, los hombres y mujeres están aburridos y descontentos; se vuelven entonces hacia la lujuria para compensar su aflicción interior, sólo para, al final encontrarse hundidos en una mayor desesperanza. Como dice San Agustín: “Dios no obliga al hombre a ser puro; deja solos exclusivamente a quienes merecen ser olvidados”. 

La lujuria es una desviación del centro de la personalidad del espíritu a la carne, del yo al ego. En algunas instancias, sus excesos nacen de una conciencia intranquila y del deseo de escapar de su persona hacia otras. Algunas veces existe el deseo contrario de hacer del yo algo supremo a través de la subordinación de otras personas a él. En sus etapas posteriores, el libertino encuentra que ni la liberación de su ser ni la idolatría son posibles por un tiempo demasiado prolongado; el alma es llevada de vuelta a su ser y, por lo tanto, a un infierno interior. El efecto de la lujuria en la voluntad se manifiesta como un odio a Dios y la negación de la inmortalidad. Asimismo, los excesos vacían la fuente de la energía espiritual hasta el grado tal que finalmente uno se vuelve incapaz de emitir un juicio sereno en ningún otro campo. 

Lujuria no es igual a sexo, porque el sexo es puramente biológico y una capacidad otorgada por Dios. Tampoco es amor, que encuentra en el sexo una de sus expresiones legítimas. La lujuria es el aislamiento del sexo, del verdadero amor. No hay pasión que lleve más rápidamente a la esclavitud como la lujuria, así como no hay una cuyas perversiones destruyan más rápidamente el poder del intelecto y de la voluntad. Los excesos afectan a la razón de cuatro modos: pervirtiendo el entendimiento, de manera que uno se vuelve intelectualmente ciego e incapaz de ver la verdad; debilitando la prudencia y el sentido de los valores, por lo que se desemboca en la temeridad; vigorizando el amor propio y hasta generar la irreflexión; debilitando la voluntad hasta que el poder de decisión se pierde y uno se vuelve víctima de la inconstancia de carácter. 

Los efectos sobre la voluntad y la razón son desastrosos. En aquellos que se entregan repetidas veces a los excesos, es posible que haya un odio a Dios y a la religión y una negación de la inmortalidad. El odio a lo divino viene porque Dios es visto como un obstáculo para la autogratificación. Los libertinos niegan a Dios porque su omnipresencia significa que su conducta ha sido observada por Aquel que la reprobará. Hasta tanto esos individuos abandonen su animalidad egocéntrica, deben insistir en ser ateos, ya que sólo un ateo es capaz de imaginar que nadie lo observa. 

La negación de la inmortalidad es un efecto secundario de la lujuria. Puesto que el ególatra vive cada vez en la carne, la idea de un juicio se le vuelve más y más desagradable. Para aquietar sus temores, adopta la creencia de que nunca habrá un Juicio. Aceptar la inmortalidad significaría una responsabilidad que el lujurioso ego del libertino teme enfrentar, ya que, si lo hiciera, lo forzaría a transformar su vida entera. La mera mención de una vida futura puede llevar a esta persona a un furioso cinismo; que le recuerden la posibilidad del juicio aumenta su angustiosa ansiedad. Todo intento de salvar a una persona así es visto por ella como un ataque a su felicidad. 

La creencia en Dios y en la inmortalidad haría que el ego libertino deseara ser un yo, pero cuando no está listo para abandonar su vicio, debe negarse a mantener ese tipo de pensamiento. Sería bueno que los defensores de la religión, al tratar con ególatras que están momentáneamente perdidos en los lodazales de la lujuria, aprendieran que debe existir una voluntad de cambio previo a un cambio en la creencia religiosa. Una vez que el libertino abandona el mal, buscará la Verdad, porque ya no necesita temerle. 

La lujuria no tiene relación con la lícita expresión del sexo dentro de un matrimonio legítimo. El amor matrimonial es la formación del “nosotros”, que es la extinción del ego-centrismo. En el amor matrimonial, el yo busca el crecimiento completo del Tú, de la personalidad opuesta al yo. No existe momento más sagrado que aquel en que el ego se rinde a otra personalidad, de manera tal que la necesidad de poseer desaparece en la alegría de amar a la otra persona. Estos amantes nunca están solos, porque se necesitan tres y no dos para hacer el amor, y ese tercero es Dios. Un ego ama a otro ego por lo que éste da, pero el yo ama a otro yo por lo que es. El amor es la unión de dos pobrezas que dan surgimiento a una gran riqueza. 

El divorcio, la infidelidad, la ausencia planeada de hijos, los matrimonios no válidos, son otras tantas parodias y herejías contra el amor, y aquello que es enemigo del amor, es enemigo de la vida y la felicidad.


FUENTE: servicocatholicohispano.wordpress.com/


MILAGRO DE MONSEÑOR FULTON SHEEN - UN PASO MÁS CERCA DE SU BEATIFICACIÓN


Aprobado por junta médica vaticana el milagro para beatificación del arzobispo Fulton Sheen



Benedicto XVI había promulgado sus ‘virtudes heroicas’ en el 2012.

Un equipo de siete miembros expertos médicos convocados por el Vaticano informó que no hay una explicación natural para la supervivencia de un niño que nació muerto y su corazón no comenzó a latir hasta 61 minutos después de su nacimiento.

La supervivencia del niño, James Fulton Engstrom, ahora de 3 años y que se desarrolla normalmente, fue acreditada por sus padres a un milagro atribuido por la intercesión del arzobispo Fulton Sheen, sacerdote diocesano de Peoria que ganó fama por su 1950 por su programa de televisión “Life Is Worth Living” y sus 16 años al frente de la Sociedad para la Propagación de la Fe.

El informe de los expertos médicos se anunció el 6 de marzo en Peoria por la Fundación Arzobispo Fulton Sheen, que está encabezada por el obispo Daniel R. Jenky de Peoria.

“Hoy es un paso importante en la causa de beatificación y canonización de nuestra querida Fulton Sheen”, dijo el Obispo Jenky en un comunicado. ”Hay muchos más pasos adelante y se necesitan más oraciones. Pero hoy es una buena razón para alegrarse”.

Ahora el caso se revisará por una junta de teólogos. Con su aprobación, el caso podría pasar a los cardenales y obispos que asesoran al Papa en estos asuntos. Por último, el milagro se presentaría al Papa Francisco, que luego afirmaría oficialmente que Dios hizo un milagro por intercesión de Sheen. No existe un plazo sobre cuantos podría durar ester proceso.

Si el caso Engstrom se autenticado como un milagro, Sheen podría ser beatificado, elevandose “venerable” a “beato”. La ceremonia de beatificación podría ser concebiblemente en Peoria, de acuerdo con la fundación, que promueve su causa de santidad. 



EL MILAGRO SUCEDIÓ EN EL 2010

Bonnie Engstrom es una joven madre norteamericana que tiene cinco hijos: “Uno en el cielo, otro en camino, y tres en danza”, cuenta ella misma. El más pequeño de ellos se llama James Fulton, y nació el 16 de septiembre de 2010. Pero nació muerto.

Durante el parto, que tuvo lugar en su propia casa, el cordón umbilical se cerró en torno a su cuello. Vinieron los servicios de urgencias, le aplicaron continuamente resucitación cardiopulmonar, le llevaron al hospital… pero el niño no tenía pulso.

Fueron 61 minutos de angustia para Bonnie y su marido. Pero, desde el primer momento en que se detectó el problema, ambos empezaron a rezar con insistencia pidiendo la salvación del pequeño por intercesión del obispo Fulton J. Sheen. Y al minuto 61, el niño despertó.

Los médicos les aconsejaron que se prepararan para lo peor. La falta de oxígeno durante tanto tiempo implicaba un fallo orgánico masivo y una muerte inminente. En caso de sobrevivir, sería con vida “vegetal”, y en todo caso con severas discapacidades.

Hoy, casi dos años después, James Fulton está robando de la cocina las pastas que hace su madre -cuenta Bonnie-, sin discapacidad alguna, mientras ella alimenta el blog consagrado a la beatificación del obispo y celebra por todo lo alto que Benedicto XVI haya declarado las “virtudes heroicas” de uno de los personajes más característicos del pujante catolicismo norteamericano de los años 50 y 60.

Remitió su caso a la Fundación Fulton J. Sheen, y la salvación de su hijo (más incluso la ausencia de secuelas de la misma resucitación) puede convertirse en el primer milagroque posibilite su beatificación.



TESTIMONIO DE SU MADRE CUANDO CUMPLIÓ UN AÑO

Por un momento lo pusieron en mis brazos, tranquilo y azul, y la partera y su asistente se lo llevaron y comenzaron la resucitación. No pudieron encontrar el pulso. No respiraba. Porque estábamos en la casa (era mi tercer parto en casa) fue llamado entonces el 911.

Mientras que la RCP continuó y esperamos la ambulancia. Mi marido tomó agua y lo bautizó con el nombre que habíamos acordado, James Fulton. Recuerdo estar sentada en el suelo diciendo: “Fulton Sheen, Fulton Sheen, Fulton Sheen” una y otra vez en mi cabeza. Supongo que fue lo más cerca que pude llegar en una oración, supongo que era mi forma de pedir al Arzobispo Sheen intercesión por mi hijo.

Los paramédicos llegaron y se llevaron a James. En la ruta, trataron de reiniciar su corazón, le dieron dos dosis de epinefrina por las líneas en el hueso de la espinilla. Tampoco funcionó y se filtró, convirtiendo toda la pierna derecha – desde la punta de los pies a las nalgas – en negro, azul y morado. En la sala de urgencias los médicos y enfermeras trabajaron en él durante otros 18 minutos más o menos. Le dije a una enfermerapracticante que quería tener a James con vida por un rato, cinco minutos, una hora, que sólo quería que mi hijo estuviera vivo el tiempo suficiente para decirle adiós.

Ellos hicieron un sonograma de su corazón. Una enfermera tomó su pie, y más tarde me dijo que estaba frío, como la expresión “frío significando muerto”. Fue entubado para pasarle oxígeno, pero no había manera de que las compresiones torácicas le dieran difusión adecuada del oxígeno al cerebro y otros órganos. Siguiendo las órdenes del neonatólogo de guardia dejaron de trabajar en él porque había llegado el tiempo de la muerte.

Mi hijo pequeño, James Fulton, 9 libras 12 oz , había estado sin pulso durante 61 minutos.

Todo el mundo dejó de trabajar. Y entonces su corazón empezó.

James fue ingresado en la UCIN del Hospital de Niños de Illinois y lo “enfriaron” inmediatamente – un nuevo tipo de terapia en el que bajan la temperatura del cuerpo en unos pocos grados en un esfuerzo por proteger al cerebro y otros órganos posiblemente dañados en curso.

Durante tres días estuvo sedado y temblando, cubierto de tubos y cables. Ellospensaron que no iba a vivir una semana. Se pensó que podría perder su pierna derecha a causa de la quemadura química. Ellos pensaron que si vivierasería un “vegetal”. Ellos trataron de darnos esperanza, pero pensaron que probablemente pasaría el resto de su vida amarrado a una silla de ruedas, ciego, con discapacidad mental grave, conectado a un respirador, alimentado a través de un tubo de alimentación, con pañales, incapaz de comunicar el amor.

El EEG mostró actividad cerebral muy anormal. Una resonancia magnética mostró que el cerebro había sido herido por la falta severa de oxígeno.

A veces me preguntaba si debería haber quedado en casa y nunca haber llamado al 911. Me preocupaba que si me había convertido en el Dr. Frankenstein y había, a través de otras personas, manipulado la vida de James. Me preocupaba que fuera tratado como un monstruo .

En la situación que estábamos debíamos pedir un milagro. Habíamos decidido en oración tener un parto en casa y así supe que estabamos siguiendo el plan de Dios para nuestras vidas. Yo no sabía donde acabaría, pero yo sabía que no podía vivir en la oscuridad – que tenía que esperar y confiar – que tenía que vivir en la Luz.

Así que oramos y le pedimos a la gente a orara con nosotros. Dos días después de su nacimiento 100 personas, muchos que apenas conocíamos, llegaron a la catedral de la Diócesis de Peoria. En la iglesia donde Fulton Sheen dio la misa y se ordenó más tarde, tuvimos una Hora Santa y Misa. Como un grupo oramos por la intercesión de Sheen:

Padre Eterno, sólo Tú nos concedes toda clase de bendiciones en el Cielo y en la tierra, a través de la misión redentora de Tu Divino Hijo, Jesucristo, y por la acción del Espíritu Santo. Si es de acuerdo a tu voluntad, glorifica a tu siervo, Fulton J. Sheen, concediéndole el favor que ahora te solicito a través de su intercesión en oración – que el cuerpo de James Fulton se cure y funcione normalmente y que él esté a salvo de cualquier daño cerebral. Hago esta oración, con confianza por medio de Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.

Amigos contaron la historia de James en Facebook, en correos electrónicos, en blogs, así como a sus grupos de oración, cadenas de oración, grupos de estudios bíblicos, familiares y amigos. Personas en Alaska, Nueva York, México, Perú, Alemania, Irlanda y Canadá oraron por mi hijo, pidiendo la intercesión de Sheen. Ateos pidieron a sus amigos creyentes orar por él. Las aulas de niños en las escuelas católicas a través de Illinois recitaron la oración de Sheen todos los días. Niños pequeños lo adoptaron como su intención de la oración principal. Mi papá comenzó a asistir a misa una vez más regularmente.

Y Dios respondió las oraciones. Jesús sanó a mi hijo. El Espíritu Santo llena los corazones de sus fieles. Y Sheen continuó evangelizando a través de su tocayo y mi hijo.

En unos días de vida sus riñones, el hígado y el colon todos trabajan bien. Su pierna estaba sanando. En una semana estaba respirando sin ayuda alguna. Su presión arterial era buena. Comenzó a comer con biberón. Fue sacado de los medicamentos para el dolor y comenzó a interactuar con sus visitantes, las enfermeras y los médicos y conmigo.

A las siete semanas llegó a casa desde el hospital. Un MRI de seguimiento no mostró más daño en el cerebro. El g-tubo de precaución fue removido cuando tenía seis meses de edad. Ahora se da la vuelta, se arrastra, y caminará pronto. Él come Cheerios, los recoge con su pulgar y dedo índice. Él chilla de risa, juega con los bloques, con juguetes de sus hermanos mayores, y tiene el rango apropiado normal para su edad, dicho por su terapeuta del desarrollo.

Mi familia y yo creemos que Dios trajo a James de entre los muertos y sanó su cuerpo. Creemos que Él hizo esto por la intercesión de Mons. Sheen. Creemos que Dios hizo esto por la misma razón que permitió que Lázaro muriera: “Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, de manera que el Hijo de Dios sea glorificado por ella”.

Hoy mi hijo tiene un año de edad. Gracias, Jesús, y ¡Feliz Cumpleaños James Fulton!



SIN MIEDO A LOS TEMAS DIFÍCILES

La devoción a Sheen está muy extendida en los Estados Unidos, sobre todo entre aquellos que le conocieron en la edad dorada de su influencia mediática y social.

Fulton J. Sheen nació en 1895 en El Paso (Illinois), y se ordenó sacerdote en 1919. Tras completar sus estudios en la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica), en la Sorbona de París y en el Angelicum de Roma, volvió a Estados Unidos para iniciar sus trabajos pastorales.

En 1930 hizo su debut radiofónico en NBC Radio con The Catholic Hour (mantendría el programa hasta 1952), y a partir de entonces se convertiría en una estrella mediática al servicio del Evangelio, con audiencias progresivamente millonarias durante más de tres décadas. No sólo en radio, también en televisión, ya desde los años cuarenta. Edward Stasheff, uno de sus primeros directores en la pequeña pantalla, recordaba luego que “la fundamental de su técnica era el efecto magnético de su forma de mirar a la cámara“.

Sheen abordaba sin complejos ni miedos los grandes problemas de su tiempo. Apoyó al bando nacional durante la Guerra Civil española (y eso fue decisivo en la postura de buena parte del catolicismo norteamericano), censuró el impacto de las ideas freudianas en la educación lustros antes de Mayo del 68, y alertó del peligro que suponía el comunismo para la civilización occidental.



JUNTO AL CARDENAL SPELLMAN

Y todo ello, en una perspectiva de evangelización. Le escuchaban católicos y no católicos (superaba los treinta millones de personas de audiencia), y por eso logró miles de conversiones, entre ellas las de algunos nombres relevantes de la vida pública estadounidense de aquellos tiempos, como Fritz Kreisler, Heywood Broun, Clare Boothe Luce, Henry Ford II o Louis Budenz.

En 1951 fue consagrado obispo auxiliar de Nueva York y comenzó el programa televisivo que le lanzaría definitivamente a una fama absoluta: Life is worth living [Vale la pena vivir]. Tanto, que en 1952 ganó un premio Emmy al personaje más relevante de la televisión, derrotando incluso a la popularísima Lucille Ball.

La “virtud heroica” de monseñor Sheen era que su estrellato no era vanal ni frívolo. Para dotarlo de raíces sólidas, hacía una Hora Santa todos los días ante el Santísimo, por muy cansado que estuviese.

Era muchas veces incómodo por su claridad al exponer la doctrina católica. Pero enganchó con la opinión pública norteamericana en las dos décadas de la Guerra Fría, que coinciden con el auge de la Iglesia en aquel país y su prestigio hasta niveles jamás conocidos. Aunque eran muy distintos, Sheen formó con su obispo titular en la Gran Manzana, el no menos célebre cardenal Joseph Spellman (1889-1967), un tándem de influencia mediática y política que les convirtió en referencia necesaria para unestablishment que conocía su peso específico en la sociedad.



INCOMPRENSIONES, Y EL RECONOCIMIENTO DE JUAN PABLO II

En 1966 monseñor Sheen fue nombrado obispo de Rochester, y se retiró en 1969, aunque continuó predicando y escribiendo. Así se lo reconoció Juan Pablo II cuando se encontraron en 1979: “Usted ha hablado y escrito bien de Nuestro Señor. Usted es un hijo fiel de la Iglesia“, le dijo el Papa, quien reconoció el apoyo que había prestado a los católicos tras el Telón de Acero cuando tantos miraban hacia otro lado. Y fue reconfortante para Sheen, hasta la emoción -según testigos del encuentro-, porque los años del postconcilio fueron difíciles para él, pues los sectores eclesiásticos progresistas empezaron a verle como un incómodo anacronismo.

Ganó mucho dinero con sus interevenciones radiofónicas y televisivas, y todo lo que conseguía, lo ingresaba en la Sociedad para la Propagación de la Fe. Se calcula que en torno a 17 millones de dólares entraron así en las arcas de ese poderoso instrumento evangelizador de la Iglesia.

Durante sus últimos años se dedicó a hacer apostolado de la Hora Santa y a predicar retiros espirituales a sacerdotes. En 1975 publicó un libro, Esos misteriosos sacerdotes, donde defendía la oblación personal y la espiritualidad como esenciales para la eficacia del sacerdocio en la vida moderna. Su vida fue un ejemplo de ello.


FUENTE: forosdelavirgen.org/


CONFIDENCIAS DE JESÚS A UN SACERDOTE. Monseñor Ottavio Michellini





INVITACIÓN A LA ORACIÓN

Escribe hijo mío:
Muchas veces he lamentado la crisis de fe que contagia a mi Iglesia, del vértice a la base.
Mi Iglesia languidece, mi Iglesia sufre porque mis ministros están gravemente contagiados. Cuando el cuerpo no se alimenta, las fuerzas disminuyen; el cuerpo debilitado no reacciona contra los enemigos que lo atacan y que, más o menos lentamente, lo matan.  La lámpara no alimentada se apaga.
También la lámpara, no alimentada, de la fe se apaga y en el alma entonces se hace la oscuridad, se hace la noche.  Hasta el más pequeño hilo de hierba, incluso la flor si no son alimentadas, mueren pronto.
Qué cosa es una hoja de hierba agostada?  En qué se convierte una flor fresca y perfumada dejada sin alimento?  Pocas hojitas marchitas y secas, un tallo sutil y frágil que se parte al contacto con otro cuerpo.


Ángel Prisionero

¿Qué es el alma del cristiano sin fe?
¿Qué es el alma del sacerdote que no reza?  Es lo más frágil y vulnerable que existe.  Inmersa en la oscuridad se pierde y es arrollada inexorablemente por la concupiscencia del espíritu, o por la de los sentidos, frecuentemente por una y por la otra.  Es el ángel encarcelado por Satanás en la podredumbre delos sentidos o en la impureza del espíritu, en el error y la herejía.
¿Qué cosa es el alma del sacerdote que está en crisis de fe por falta de vida interior?  Es el hazmerreir y el juguete de Satanás, quien desfoga sobre ella su odio, sus celos, ensuciándola. con todas las porquerías, y de ella hace una esclava.
Es la revancha desesperada de Satanás que vomita toda su baba venenosa sobre esa pobre y desventurada alma, que no ha querido usar los medios eficacísimos de defensa que Yo he puesto a su disposición.


Oxígeno del alma

El primer medio de defensa es la oración.
- la oración que eleva el alma hasta Dios
- la oración que es la respiración d el alma.
- la oración que es el oxígeno del alma.
- la oración que une el alma a Dios de un modo íntimo y profundo.
Cuando un alma se aferra fuertemente a Mí ¿quién la podrá arrancar de Mí, de mi Corazón?
El alma que no reza es como un fruto agusanado  nadie advierte la creciente podredumbre en su interior.  Pero al final el fruto caerá a tierra, y se sabe como terminan estos frutos: en el estercolero.
Yo Jesús Hijo de Dios, he rezado día y noche aun no teniendo necesidad.  He querido que a la enseñanza precediera el ejemplo; pero para muchísimos cristianos y sacerdotes mi ejemplo no ha servido para nada.
Si alguien se niega a comer no me puede imputar a Mí la disminución en él de la fuerza física; si alguien se niega a orar no se me puede imputar a Mí el que se apague en él toda energía espiritual.  Quien no reza es como un náufrago entre las olas tempestuosas de un mundo que no es de Dios.  Si no nada ¿cómo puede salvarse?
Un número impresionante de sacerdotes que han dejado caer en el vacío mis invitaciones a la oración ¿cómo podrán salvarse?  ¿No advierten que su febril actividad es estéril, que no está bendecida por Dios?  Muchas veces hasta es contraproducente.  Ya no creen en los Sacramentales, de los que ya casi no hacen uso, salvo siempre las excepciones; viven fuera de la viva realidad espiritual; están como hipnotizados por el Maligno.







LOS SIETE DOMINGOS DE ¡OH GLORIOSO SAN JOSÉ!


DEVOCIÓN DE LOS SIETE DOMINGOS

Consagrados a honrar los 7 Dolores y Gozos de SAN JOSÉ

 
Con indulgencia plenaria para cada domingo


DOLORES Y GOZOS DE SAN JOSÉ
PARA HACER CADA DOMINGO

Todos juntos
 
PRIMER DOLOR Y GOZO
(Para cada domingo)

 
¡Oh castísimo Esposo de María! me compadezco de las terribles angustias que padeciste cuando creíste deber separarte de tu esposa inmaculada, y te doy el parabién (la felicitación) por la alegría inefable que te causó saber de boca de un ángel el misterio de la encarnación. Por este dolor y alegría te pido consueles nuestras almas en vida y muerte, obteniéndonos la gracia de vivir como cristianos y morir santamente en los brazos de Jesús y de María.
Padre Nuestro y Avemaría y Gloria.


SEGUNDO DOLOR Y GOZO
(Para cada domingo)

¡Oh felicísimo Patriarca, que fuiste elevado a la dignidad de padre putativo del Verbo encarnado! Te compadezco por el dolor que sentiste viendo nacer al Niño Jesús en tanta pobreza y desamparo; y te felicito por el gozo que tuvisteis al oír la suave melodía con que los ángeles celebraron el nacimiento, cantando “Gloria a Dios en las alturas”. Por este dolor y gozo te pido nos concedas oír, al salir de este mundo, los cánticos celestiales de los ángeles en la gloria.
Padre Nuestro y Avemaría y Gloria.
 


TERCER DOLOR Y GOZO
(Para cada domingo)

 
¡Oh, modelo perfecto de conformidad con la voluntad divina! Te compadezco por el dolor que sentiste al ver que el Niño Dios derramaba su sangren en la circuncisión; y me gozo del consuelo que experimentaste al oírle llamar Jesús. Por este dolor y gozo te pido nos alcances que podamos vencer nuestras pasiones en esta vida y morir invocando el dulcísimo nombre de Jesús.
Padre Nuestro y Avemaría y Gloria


CUARTO DOLOR Y GOZO
(Para cada domingo)

 
¡Oh fidelísimo Santo, a quien fueron confiados los misterios de nuestra redención! Te compadezco por el dolor que te causó la profecía con que Simeón anunció lo que habían de padecer Jesús y María; y me gozo del consuelo que te dio el mismo Simeón profetizando la multitud de almas que se habían de salvar por la Pasión del Salvador. Te suplico por este dolor y gozo nos alcances ser del número de los que se han de salvar por los méritos de Cristo y por la intercesión de su Madre.
Padre Nuestro y Avemaría y Gloria
 


QUINTO DOLOR Y GOZO
(Para cada domingo)

 
¡Oh custodio vigilante del Hijo de Dios humanado! Me compadezco de lo mucho que padeciste en la huída a Egipto, de las grandes fatigas de aquella larga peregrinación y de lo que te costó el poder atender a la subsistencia de la Sagrada Familia en el destierro; pero me gozo de tu alegría al ver caer los ídolos por el suelo cuando el Salvador entraba en Egipto. Por este dolor y gozo te pido nos alcances que huyendo de las ocasiones de pecar, veamos caer los dolos de los afectos terrenos y no vivamos sino para Jesús y María, hasta ofrecerle nuestro último suspiro.
Padre Nuestro y Avemaría y Gloria


 
SEXTO DOLOR Y GOZO
(Para cada domingo)

 
¡Oh glorioso San José, ángel de la tierra que viste con admiración al Rey del Cielo sujeto a tus disposiciones! Si tu consuelo, al volverte de Egipto, fue alterado con el temor al Rey Arqué lao, tranquilizado después por el Ángel viviste alegre con Jesús y María en Nazaret. Por este dolor, y gozo alcánzanos a tus devotos que, libre nuestro corazón de temores nocivos, gocemos de tranquilidad de conciencia, vivamos seguros con Jesús y María y muramos teniéndolos a nuestro lado.
Padre Nuestro y Avemaría y Gloria


SEPTIMO DOLOR Y GOZO
(Para cada domingo) 

¡Oh modelo de santidad, glorioso San José! Te compadezco por el dolor que sentiste al perder al Niño Dios sin poderle hallar en tres días, y te doy el parabién por la alegría con que lo encontraste en el templo. Por este dolor y gozo te pido nos alcances la gracia de no perder jamás a Jesús por el pecado; y si por desgracia lo llegamos a perder, sírvanos tu intercesión por las lágrimas de la penitencia, y vivir unidos con El hasta el último aliento de nuestra vida.
Padre Nuestro y Avemaría y Gloria


ANTIFONA. Tenía Jesús al empezar su vida pública cerca de treinta años y aún se le creía hijo de José.
V. ¡Oh San José! Ruega por nosotros.
R. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
 

ORACIÓN
Oh Dios, que con providencia inefable te dignaste elegir al bienaventurado San José por esposo de tu Madre te rogamos nos concedas que merezcamos tener en los cielos por intercesor a quien en la tierra veneramos por protector, Señor, que vives y reinas por los siglos de los siglos, Amén.
 


NOTA
A los que practiquen la precedente devoción de los siete domingos y en cada uno confesándose y comulgando y visiten algún templo, u oratorio público, rogando por las intenciones del santo Padre el Papa. Su Santidad
 
PIO IX concedió indulgencia plenaria para cada domingo.
 

Los que no saben leer, y viven donde esta devoción no se hace en público, pueden hacer en vez de dichas oraciones: siete Padrenuestros, Avemarías y Gloriapatris. En honor de los siete dolores y gozos de San José.
 


PRIMERA ORACIÓN A SAN JOSÉ
 
Patrono de la Iglesia Universal
 
(Para cada domingo)

 
Castísimo José, esposo de María: me gozo de veros elevado a tan sublime dignidad y adornado de tan heroicas virtudes. Por los dulcísimos ósculos y estrechísimos abrazos que diste al Divino Jesús, os suplico me admitáis en el número de vuestros siervos. Proteged a las vírgenes y alcanzadnos a todos la gracia de conservar la pureza de cuerpo y de alma. Amparad a los pobres y a los afligidos por la pobreza y amargas angustias que padecisteis en compañía de Jesús y María en Belén, Egipto y Nazaret; y haced que sufriendo con paciencia nuestros trabajos, merezcamos el eterno descanso.

Sed protector de los pobres y esposos para que vivan en paz y eduquen en el Santo temor de Dios a sus hijos. Dad a los sacerdotes las virtudes que corresponden a su estado para tratar dignamente el Cuerpo de Jesús Sacramentado. A los que viven en comunidad inspiradles amor a la observancia religiosa. A los moribundos asistidlos en aquel trance supremo, pues tuviste la dicha de morir en los brazos de Jesús y de María.

Tended vuestra mano protectora a toda la Iglesia, pues habéis sido declarado por el Vicario de Cristo Patrono de la Iglesia Universal. Y pues libraste al Hijo de Dios del furor de Herodes libra a la Iglesia, Esposa tuya, del furor de los impíos y alcanzad que se abrevien los días malos y vengan la serenidad y la paz. Así sea.


SEGUNDA ORACIÓN A SAN JOSE
 
Compuesta y escrita por Su Santidad León XIII
 
(Para cada domingo)
 

A Ti recurrimos en nuestra tribulación, Bienaventurado José, y después de implorar el socorro de tu Santísima Esposa, pedimos también confiadamente tu patrocinio por el afecto que te unió con la Inmaculada Virgen Madre de Dios y por el amor paternal con que trataste al Niño Jesús, te rogamos nos auxilies para llegar a la posesión de la herencia que Jesucristo nos conquistó con su sangre, nos asistas con tu poder y nos socorras en nuestras necesidades. Proteged, oh prudentísimo Guardián de la Sagrada Familia, a la raza elegida de Jesucristo; presérvanos, oh Padre amantísimo, de toda mancha de error y corrupción; muéstratenos propicio y asístenos de lo alto del Cielo, oh poderosísimo Libertador nuestro, en la batalla que estamos librando contra el poder de las tinieblas; y así como libraste al Niño Jesús del peligro de la muerte, defiende ahora a la Santa Iglesia de Dios contra la acechanza del enemigo y contra toda adversidad. Concédenos tu perpetua protección a fin de que animados por tu ejemplo y tu asistencia podamos vivir santamente, piadosamente morir y alcanzar la eterna beatitud del Cielo. Amén.

 
Su Santidad León XIII ha concedido una indulgencia de siete años y siete cuarentenas por cada vez que se rece devotamente esta devoción.
 
(Decretos de 15 Agosto de 1889).

EL HOMBRE DEBERÍA TEMBLAR

EL HOMBRE DEBERÍA TEMBLAR
San Francisco de Asís