FRASES PARA SACERDOTES

"TODO LO QUE EL SACERDOTE VISTE, TIENE UNA BATALLA ESPIRITUAL". De: Marino Restrepo.

Una misa de campaña en medio de las bombas


Al césar lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Así como este Santo sacerdote quiero decir que primero sirvamos a Dios y después, a los hombres.

PERUANOS CELEBRAN MISA EN OCASIÓN DE LA FIESTA DE INDEPENDENCIA.

BANDERA DE LA REPÚBLICA PRESIDENCIALISTA DEL PERÚ


La Iglesia Nuestra Señora del Carmen -ciudad capital de Panamá- recibió el viernes 29 de junio de 2011 a la comunidad peruana residente en Panamá para celebrar un acto eucarístico por los 190 aniversario de la Independencia del Perú. Monseñor José Domingo Ulloa, quien presidió la Eucaristía, felicitó a todos los peruanos en ocasión de sus fiestas y los exhortó a que continúen conviviendo armoniosamente. 

Altar de la Iglesia del Carmen - Ciudad de Panamá- 

El Padre Roger Arribasplata, único sacerdote peruano en nuestro país, concelebró la cita eucarística junto a Monseñor Ulloa. 

En el acto religioso estuvieron presentes un notable número de ciudadanos peruanos quienes mostraron su fervor patriótico usando vestidos folclóricos del país sureño. 

Para concluir la celebración de la fiesta de aniversario, la comunidad peruana ofreció un brindis en las instalaciones de la Embajada de Perú en el edificio Torre de Las Américas ubicado en Punta Pacífica. 


Monseñor José Domingo Ulloa explicando el Evangelio. 

Ciudadanos peruanos portando vestidos
folclóricos llevan ofrendas al Altar.
 

Recogiendo la limosna.

Traje tradicional cusqueño de la mujer peruana.

Oración después de  la Comunión.
Padre Roger Arribasplata y el Arzobispo Ulloa. 


El señor embajador de Perú en Panamá y su esposa.
-Las relaciones diplomáticas entre Panamá y Perú datan
del 18 de diciembre de 1903-
Señor Edgardo Sánchez, ex presidente
de la Hermandad del Señor de los Milagros.

Niña peruana con un vestido cusqueño

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Nota: Aniversario de la Independencia de Perú.

Ante las tropas formadas en la plaza mayor y en ceremonia pomposa, el General José Francisco de San Martín dispuso, el 28 de julio de 1821, se declarase solemnemente la independencia del Perú. En la oportunidad, el general exclamó: “Desde este momento el Perú es libre e independiente por voluntad general del pueblo y por la justicia de su causa, que Dios defiende”. Y batiendo la bandera blanca y encarnada por él creada en Pisco, exclamó: “¡Viva la patria!, ¡Viva la independencia!, ¡Viva la libertad!”, escuchándose luego el eco clamoroso de la multitud en medio de los repiques de campanas y las salvas de artillería.

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Fotografías: Narcisa Olayvar (Autora del Blog)

NECESIDAD INMENSA DE FOMENTAR VOCACIONES SACERDOTALES.


CUANDO SE PIENSA

Cuando se piensa que ni la Santísima Virgen puede hacer lo que un sacerdote.

Cuando se piensa que ni los ángeles ni los arcángeles, ni Miguel ni Gabriel ni Rafael, ni príncipe alguno de aquellos que vencieron a Lucifer pueden hacer lo que un sacerdote.

Cuando se piensa que Nuestro Señor Jesucristo en la última Cena realizó un milagro más grande que la creación del Universo con todos sus esplendores y fue el convertir el pan y el vino en su Cuerpo y su Sangre para alimentar al mundo, y que este portento, ante el cual se arrodillan los ángeles y los hombres, puede repetirlo cada día un sacerdote.

Cuando se piensa en el otro milagro que solamente un sacerdote puede realizar: perdonar los pecados y que lo que él ata en el fondo de su humilde confesionario, Dios obligado por su propia palabra, lo ata en el cielo, y lo que él desata, en el mismo instante lo desata Dios.

Cuando se piensa que la humanidad se ha redimido y que el mundo subsiste porque hay hombres y mujeres que se alimentan cada día de ese Cuerpo y de esa Sangre redentora que sólo un sacerdote puede realizar.

Cuando se piensa que el mundo moriría de la peor hambre si llegara a faltarle ese poquito de pan y ese poquito de vino.

Cuando se piensa que eso puede ocurrir, porque están faltando las vocaciones sacerdotales; y que cuando eso ocurra se conmoverán los cielos y estallará la Tierra, como si la mano de Dios hubiera dejado de sostenerla; y las gentes gritarán de hambre y de angustia, y pedirán ese pan, y no habrá quien se los dé; y pedirán la absolución de sus culpas, y no habrá quien las absuelva, y morirán con los ojos abiertos por el mayor de los espantos.

Cuando se piensa que un sacerdote hace más falta que un rey, más que un militar, más que un banquero, más que un médico, más que un maestro, porque él puede reemplazar a todos y ninguno puede reemplazarlo a él.

Cuando se piensa que un sacerdote cuando celebra en el altar tiene una dignidad infinitamente mayor que un rey; y que no es ni un símbolo, ni siquiera un embajador de Cristo, sino que es Cristo mismo que está allí repitiendo el mayor milagro de Dios.

Cuando se piensa todo esto, uno comprende la inmensa necesidad de fomentar las vocaciones sacerdotales.

Uno comprende el afán con que en tiempos antiguos, cada familia ansiaba que de su seno brotase, como una vara de nardo, una vocación sacerdotal.

Uno comprende el inmenso respeto que los pueblos tenían por los sacerdotes, lo que se refleja en las leyes.

Uno comprende que el peor crimen que puede cometer alguien es impedir o desalentar una vocación.

Uno comprende que provocar una apostasía es ser como Judas y vender a Cristo de nuevo.

Uno comprende que si un padre o una madre obstruyen la vocación sacerdotal de un hijo, es como si renunciaran a un título de nobleza incomparable.

Uno comprende que más que una Iglesia, y más que una escuela, y más que un hospital, es un seminario o un noviciado.

Uno comprende que dar para construir o mantener un seminario o un noviciado es multiplicar los nacimientos del Redentor.

Uno comprende que dar para costear los estudios de un joven seminarista o de un novicio, es allanar el camino por donde ha de llegar al altar un hombre que durante media hora, cada día, será mucho más que todas las dignidades de la tierra y que todos los santos del cielo, pues será Cristo mismo, sacrificando su Cuerpo y su Sangre, para alimentar al mundo.


CUATRO ORACIONES POR LAS VOCACIONES
I

Jesús que sientes compasión al ver la multitud que está como ovejas sin pastor, suscita, en nuestra Iglesia, una nueva primavera de vocaciones.

Te pedimos que envíes: Sacerdotes según tu corazón que nos alimenten con el Pan de Tu Palabra y en la mesa de Tu Cuerpo y de Tu Sangre; Consagrados que, por su santidad, sean testigos de Tu Reino; Laicos que, en medio del mundo, den testimonio de ti con su vida y su palabra.

Buen Pastor, fortalece a los que elegiste; y ayúdalos a crecer en el amor y santidad para que respondan plenamente a tu llamada.
María, Madre de las vocaciones, ruega por nosotros. Amén.

II

Señor Dios, Padre Celestial, Tu Hijo Jesucristo nos dijo: "La mies es abundante, pero los obreros pocos. Pedid al dueño de la mies que envíe obreros a su mies". Animados por estas enseñanzas, te pedimos que envíes a tu Iglesia, numerosas y santas vocaciones para el sacerdocio, a la vida religiosa y al apostolado laical. Consérvales fieles en su ministerio hasta el fin; y concédeles, por tu Espíritu Santo, un gran amor a Dios y a los hermanos, para que en su ministerio y en su vida busquen solamente tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

III

Dios, Padre y Pastor de todos los hombres, Tú quieres que no falten hoy día, hombres y mujeres de fe, que consagren sus vidas al servicio del evangelio y al cuidado de la Iglesia.

Haz que tu Espíritu Santo ilumine los corazones, y fortalezca las voluntades de tus fieles, para que, acogiendo tu llamado, lleguen a ser los Sacerdotes y Diáconos, Religiosos, Religiosas y Consagrados que tu Pueblo necesita.

La cosecha es abundante, y los operarios pocos. Envía, Señor, operarios a tu mies. Amén.

IV

Señor Dios, Padre Nuestro, te damos gracias por los sacerdotes, que son un regalo y un signo de tu amor.

Ellos nos manifiestan tu corazón bueno y rico en misericordia, nos ofrecen la salvación de Jesús y nos ayudan a vivir en el Espíritu Santo.

Concédenos pastores según tu corazón, bendice a los seminaristas, y haz que no falten en la Iglesia niños y jóvenes que sigan la vocación sacerdotal. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

ORACIÓN DE JUAN PABLO II


Padre Bueno, en Cristo tu Hijo nos revelas tu amor, nos abrazas como a tus hijos y nos ofreces la posibilidad de descubrir, en tu voluntad, los rasgos de nuestro verdadero rostro.

Padre santo, Tú nos llamas a ser santos como Tú eres santo. Te pedimos que nunca falten a tu Iglesia ministros y apóstoles santos que, con la palabra y con los sacramentos, preparen el camino para el encuentro contigo.

Padre misericordioso, da a la Humanidad extraviada, hombres y mujeres, que, con el testimonio de una vida transfigurada, a imagen de tu Hijo, caminen alegremente con todos los demás hermanos y hermanas hacia la patria celestial.

Padre nuestro, con la voz de tu Espíritu Santo, y confiando en la materna intercesión de María, te pedimos ardientemente: manda a tu Iglesia sacerdotes, que sean testimonios valientes de tu infinita bondad. ¡Amén!

EXORCISMOS DEL PADRE ARNOLD RENZ (Segunda Parte).

-Continuación-


3er EXORCISMO: 17,8,1975. –

J = Judas Iscariote, demonio humano.

E) "¿Cuando tienes que irte, Judas Iscariotes?. Habla en Nombre de..."

J) "Yo era apóstol. He sido traidor. Hoy existen traidores hasta en los obispos, pero con una diferencia: Yo traicioné abiertamente, ellos pueden camuflarse."

E) " ¿Es esa la verdad? ¿No mientes? ¿Has tenido que decirlo en Nombre de..."

J) "Sí, en el maldito Nombre de... (señala arriba) a mi pesar. Tengo que decir aún más cosas: Entre los obispos de hoy, hay algunos que no son menos traidores de lo que yo he sido. No todos, muchos. Es más fácil caer en sus redes que en las mías. Muchos de los actuales obispos no se encuentran ya por el buen camino, y a éstos no es necesario obedecerles. La obediencia tiene una gran importancia. Hasta en el cielo, la obediencia se escribe con mayúsculas. Pero ahora son los tiempos de los lobos que aúllan. Ninguna oveja se mete en la boca del lobo. No se puede obedecer a los lobos... Cualquier hombre huye cuando se acerca el lobo.


 ¡Este es el tiempo de los lobos! Muchos obispos se han convertido en lobos! Rapaces, que ya no saben lo que dicen, y a éstos no hay que obedecerles. En estos casos ni en el Cielo se exige obediencia. Sólo hay que obedecer al Papa. Este no puede presentar sus documentos porque son desmentidos y falsificados. Hay que rezar diariamente al Espíritu Santo, de lo contrario se cae en la fosa o en los fauces de los lobos.


4o EXORCISMO: 31,10,1975. –

J = Judas Iscariotes, demonio humano.

E) "Judas Iscariotes, nosotros los sacerdotes te ordenamos en nombre de la Santísima Trinidad, del padre, del hijo y del Espíritu Santo. Di la verdad..."

J) "De cierto modo formo parte de los demonios angélicos. Es ahí donde estoy colocado. Yo estaba alto, yo era obispo. Estoy por encima de los otros demonios humanos. Tengo en el infierno un rincón terriblemente oscuro. Les tengo envidia a esos demonios humanos. Se encuentren bien con respecto a mí. Yo tengo un rincón sucio. Ella me advirtió, pero no la escuché. ¡Si la hubiera escuchado... La desprecié. Yo no la he amado... en realidad, desde el principio no había venido por Jesús. Había esperado el poder y la realeza, y al no realizarse esto, me decepcioné..."

E) "Continúa diciendo la verdad. ¿Qué tienes que decir sobre la Iglesia?..."

J) "La Iglesia Católica está en una situación grave. Si los de ahí arriba no intervienen, no hay salvación posible. Pero... es necesario que se cumplan las palabras: "Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo". Habrá una depuración total, una terrible depuración, que no queremos. ¿Oís? Ahora estamos alrededor, como no hemos estado jamás.."

E) "Continúa diciendo la verdad sobre la Iglesia en Nombre de la Santa..."

J) "El Papa es un mártir. Quisiera morirse. No quisiera seguir viviendo en estas condiciones. Está torturado por la idea de lo que dice no se hace público a través del mundo, y precisamente lo que él no quiere, lo hacen público os cardenales. Hay que rezar por el Papa. Su situación es mucho peor que la de un mártir. Preferiría ser apedreado como San Esteban. Es un gran Papa a pesar de que tiene que callarse. Lleva una cruz. Al principio ha cometido algunas faltas, pero ya hace mucho tiempo que se ha dado cuenta, y ahora está atado de pies y manos y hasta su lengua. Grita al Cielo que quisiera introducir de nuevo la antigua liturgia - la misa tridentina - lo quisiera, pero está atado de pies y manos. No puede hacer nada. Si veis en la televisión, o veis o leéis en alguna parte novedades, no son de él de donde provienen. Hacen con él lo que quieren. Son lobos que aúllan... Lo que ellos quieren y como lo quiere el pueblo moderno. Entonces se hacen populares. Hasta los buenos sacerdotes "tradicionalistas", son inducidos a error. Ahora es necesario que el propio Dios intervenga, e intervendrá en breve..."

E) "Qué quiere decir en breve? ¿Dentro de algunos años? Di toda la verdad..."

J) "No, no es eso. Está más próximo de lo que creéis... Lo más terrible para el Papa es ver como hasta los sacerdotes tradicionalistas dudan de sus ideas y su voluntad. No pueden hacer nada; le escamotean todo. Si quiere hacer pasar algo al exterior, no llega a salir. Se lo escamotean antes de que llegue al correo."

E) "Por qué no habla en las audiencias públicas? Podría hablar libremente?"

J) "Muchas veces ni siquiera quiere. Es un pobre Papa. La Virgen y Cristo lo compadecen. Pero es necesario que soporte su martirio. Hace tiempo que preferiría que lo linchasen sus propios cardenales, que seguir viviendo así. Sabe que están en contra suya. Es demasiado sensible. No es un Papa agresivo. Ahora no es necesario un Papa agresivo. Lo hubieran expulsado ya. Los planes de Dios eran hacer ocupar el puesto por un Papa humilde, sumiso, sin intereses propios, en estos momentos en que la situación es tal como es. Es necesario que se cumpla la Escritura, por eso era necesario que viniera ahora el Papa Pablo VI. Estaba designado. Su martirio se acabará pronto. Para él los dias son como meses. Para él es horrible ver que la Iglesia se hunde. Él querría que todo siguiera como antes. Hubiera preferido que este Concilio no se hubiera convocado. Se apercibe que tiene consecuencias terribles, devastadoras, catastróficas, que ya no pueden encauzarse, ni con la oración".

E) "Continúa. Di lo que tienes que decir sobre la Iglesia de parte de la Virgen".

J) " Habría que decir a los obispos, que el Papa se encuentra bajo influencias. Pero no lo creen porque ellos mismos están cegados. ¿De qué les sirve su doctorado e inteligencia si están cegados y no quieren creer?. Se tienen miedo los unos a los otros. Tienen miedo al pueblo, que lo expulsen. Quieren bailar según el violín del pueblo, a pesar que el violín emite sonidos falsos. ¡Y esto quiere llamarse Iglesia!. Se está llegando al punto en que las sectas serán mejores que vuestro catolicismo. Porque no tienen esa ciencia y no las guía el Espíritu Santo, como ha sido guiada siempre la Iglesia. Si se reza mucho llegarán a comprender, pero para muchos es ya demasiado tarde. Eso lo lamenta el Cielo y el Papa. El Vaticano está dirigido por los cardenales, el Papa sufre todo el tiempo, pero puede de esta manera salvar más almas y hacer más de lo que quisiera. Llegarán las cosas a un extremo, que Dios estará en la necesidad de echar abajo todo el modernismo. Se volverá a comenzar en lo antiguo, lo tradicional, en lo que quieren los de Allí..."

E) "Continúa diciendo la verdad por orden de la Santa Virgen, sólo la verdad".

J) "Si el Papa no estuviese bajo secuestro y expiado constantemente, podría gobernar lo suficiente para que sus palabras llegasen al exterior. No llega nada al exterior. Lo que quisiera que salga, es desmentido inmediatamente, sustituido, modificado y hasta falsificado. Se está llegando a los últimos tiempos. Si nosotros no dirigiésemos el timón de esta forma, y no tuviéramos de esta forma a los cardenales bajo nuestro poder, entonces se controlarían mejor. Pero como nos agitamos tanto, y tantos adeptos de la Magia Negra continúan todavía sus maniobras, de momento tenemos a los cardenales totalmente bajo nuestro dominio. Lo mejor es que recéis mucho al Espíritu Santo..."

E) "Di la verdad sobre la Iglesia! No debes mentir en Nombre de ..."

J) "Es divertido: jamás se concedió tanta importancia a la obediencia como en estos momentos. De repente se presenta la obediencia (rie sarcásticamente). Ahora vuelve a aparecer la obediencia de repente, como una granada de cañón. Antes no tenía la menor importancia, y ahora de repente, sí. A nosotros esto nos gusta. Cada uno se refiere al obispo, mientras que los obispos no pueden referirse al Papa, porque todo eso no proviene del Papa..."

E) "Continúa diciendo la verdad por orden da la Santa Virgen, sólo la verdad."

J) "¡Las fiestas católicas! Todo se ha cambiado, las fechas: y la gente ya no sabe qué hacer. Antes el pueblo podía prever: "Ahora viene la fiesta... Las almas del Purgatorio están muy perjudicadas. Antes se iba al cementerio. Cada oración que se rezaba obtenía una indulgencia, un alma podía llegar al Cielo inmediatamente. Hoy ya no se va; siguen yendo, pero la gente está desorientada. El clero lo ha suprimido. Dicen que estas indulgencias ya no valen, sólo queda una válida, la del día de Todos los Santos. ¿Qué queréis que hagan las almas del Purgatorio con una sola indulgencia?. Antes se libraban miles, debería decir millones. Gritan solicitando una ayuda y no la reciben. Era bien sencillo: ir al cementerio, echar agua bendita diciendo: "Señor, dales el reposo eterno", rezar un "Padre Nuestro", o cualquier oración. Si se decía con seria intención, a cada plegaria se libraba un alma.

Se consiguien más almas en la misa tridentina, que las que obtienen los sacerdotes que ya no dicen la misa como es necesario, porque esto no obtiene tantas bendiciones. No hay la plenitud de bendiciones, porque nosotros estamos dentro, danzando alrededor, y pronto más que la gente; pronto seremos más numerosos, que la gente que contienen las iglesias" (ríe sarcásticamente).

E) "Dí ahora solamente lo que la Santa Virgen quiere decir..."

J) "Antes las mujeres llevaban un velo, ya no están veladas, su sitio no está en el coro de la Iglesia. El Papa y los de ahí arriba no lo quieren. Lo peor es cuando se encarga a las mujeres distribuir la comunión. Entonces ya no hay bendiciones, ni muchas gracias, porque no se trata de manos consagradas. Cristo ha designado sólo a los hombres para el sacerdocio... El Tabernáculo debería estar en el centro... Se ha llegado al punto en que sacerdotes, hacen venir a sus iglesias gentes de ciertas sectas, como por ejemplo la Misión de Pentecostés, etc., para que den conferencias sobre sus cosas. Si no rige el Espíritu Santo, somos nosotros los que regimos, es la Magia Negra la que rige.... La Santa Virgen, se coloca su estatua en un rincón, de forma que no se vea. Hay estatuas modernas que no se sabe si se trata de la mujer de un gangster, o si la de ahí arriba. Donde hay bellas estatuas de la Santa Virgen, la gente está mejor inspirada para la oración... La mayor parte de los sacerdotes están cegados. Nosotros los cegamos. Pero con buena voluntad y rogando mucho al Espíritu Santo, terminarán por darse cuenta. El Rosario sería un remedio universal. Pero ya no está de moda. Los Misterios Dolorosos pudiera ser el que tiene el mayor valor; pero hay que decir que los tres tienen gran valor. El libro "La imitación de Cristo", sería trigo, alimentación, pan para la humanidad. Pero lo han rechazado, como "Agreda" y "Emmerich".

E) Continúa diciendo la verdad. ¡Lucifer, vete, sal de esta mujer! Judas Iscariotes, continúa. Lucifer no tiene derecho a hacerte mal, en Nombre de..."

J) "Me atormenta. Únicamente gracias a la de ahí arriba, que me ha amado mucho, no me tortura más terriblemente en el infierno, ese viejo, ese loco, ese monstruo repelente. Me estorba y me hace daño, pero me da igual. Estaría contento si no tuviera que decir esto. Esto me recuerda mis fechorías...

Por los cantos a la Santa Virgen, muchos se han salvado o han vuelto a tener buenos pensamientos. Para nosotros es bueno que no se cante. Nosotros sabemos muy bien lo primero que debemos destruir en la Iglesia, estamos obligados a hacerlo, el viejo (Lucifer) lo quiere, lo reclama. Ahora hemos llegado a lo que queríamos. Se ha llegado a un punto culminante. Ya solamente falta la Advertencia... A mucha gente le falta la humildad, a la mayoría de los sacerdotes les falta la humildad, ya no se predica sobre ella. ¿Cómo quieren que la gente aprenda la humildad o las virtudes?. Un Santo dijo: "Cuando el demonio quiere apoderarse de alguien, no le deja ir a los sermones". Pero a los sermones de hoy en día, el demonio puede dejar tranquilamente que vaya la gente (rie a carcajadas). Porque son más conferenciantes que predicadores.

Un sacerdote tiene más eficacia si habla desde el púlpito, que ante un micrófono. Antes tenían mayor eficacia al hablar desde el púlpito con su voz.

Hemos conseguido que las mujeres puedan ir a misa con trajes descuidados, sin que ningún sacerdote las echase. Hay sacerdotes que dicen que hay que practicar el amor al prójimo. Que no se debe juzgar por los vestidos aunque no sean buenos (risa mal intencionada). Antes una persona semejante era expulsada de la iglesia por el sacerdote. Antes existía el orden. Pero hoy puede entrar cualquier "puerco" (rie descaradamente)".

E) "En Nombre de la Santa Virgen, dí la verdad, lo que quiere decir Ella..."

J) Sería mejor que los sacerdotes volvieran a ponerse sus trajes negros. Si un sacerdote va en traje corriente, nadie puede saber si se trata de un reportero o (rie irónicamente) un diplomático, o un conferenciante, o si se trata de cualquier otro asno que anda a la pesca de bombas eróticas..." Cuantos laicos volverían a tener buenos pensamientos a la sola vista de un hábito: "Es sacerdote, representa la bendición divina, el Santo Sacramento. Dios debe estar tras él, tendremos que morir un día". Es horrible cuando una mujer en minifalda se sienta frente a un sacerdote en civil y no sabe que se trata de un sacerdote, e intenta aproximársele. La iglesia ha llegado al punto cero. Sólo la intervención del propio Dios puede salvar la Iglesia.

Para nosotros es un gran triunfo que muy pocos sacerdotes hablen todavía del infierno. Habría que pintarlo sobre las paredes. Y aunque se pintase, no daría jamás una idea de su horror. ¡Dónde se ve un sacerdote que predique sobre el infierno, muerte, purgatorio, etc.! ¡Quedan muy pocos! Y no son suficientes para el ejército de gentes que van por el camino de la perdición. Si volvieran a tener lugar las misiones populares, volvería a ir mucha gente a la confesión. Las ceremonias penitenciales no reemplaza una confesión. Tememos como a la peste a las misiones populares, porque han salvado demasiadas almas. Ellos predican sobre el infierno, purgatorio, conversión, etc.

Cuando un sacerdote sigue la vieja tradición, tiene gran potencia de bendición e influencia mayor sobre la gente. Muchos predican superficialmente. Es necesario que se presenten sacerdotes valientes. Que los obispos se levanten contra los abusos en la iglesia. La misa y la comunión es lo más grande que hay. En la misa que todavía se celebra bien, tenemos que huir. Por el contrario, en la misa moderna podemos regodearnos hasta delante del Tabernáculo. El Cielo deplora que la hostia consagrada no se encuentre ya en todos los tabernáculos. Cuando en la misa, el sacerdote no cree en las palabras de la consagración y no tiene intención de consagrar, entonces la hostia no está consagrada. Entonces se trata sólo de pan, como las sectas..."

E) "Tienes que hablar por orden de la Santa Virgen. Lucifer no debe impedirte".

J) "Ya he hablado lo suficiente... Econe triunfará a pesar de las persecuciones. ¡Ese maldito Econe triunfará!. Los modernistas, pronto habrán terminado de tocar su música, Econe está por encima de ellos. Por eso lo combaten. Nosotros estamos en ellos, los que combatimos contra Econe. Son buenos y útiles instrumentos. Sus teorías son muy valiosas en el infierno.

Si un sacerdote vive en celibato, las mujeres y hombres tienen más confianza en él que si estuviese casado, especialmente en la confesión. Podría suceder que una de esas brujas (rie irónicamente) interrogase a su marido. Pero si el sacerdote vive en celibato, imita la virginidad de Cristo, entonces cualquier "asno" tendrá que reconocer y pensar: "Aquí puedo venir. Puedo vaciar todo el saco. Quedará entre nosotros. Si aceptan el celibato, entonces también son capaces de callar".

No piensan así los casados, al contrario: "Este se ha casado, señal que no ha podido observar el celibato. Cómo va a callar, si ni siquiera es capaz de dominar su cuerpo." Cristo quiere el celibato.

Nosotros sembramos la cizaña por todas partes. Desde que Belcebú está aquí, nosotros tenemos de todas formas un gran poder. Va de una parte a otra, y siembra la cizaña donde puede".


-Continuará-

( Vea aquì las dos primeras entradas de los Exorsismos del Padre Arnold Renz)




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A continuación les dejo la segunda y tercera parte de una entrega de 10 videos que componen el exorcismo realizado a la joven Anneliese Michel por el padre Arnold Renz. (Al finalizar la reproducción encontrarán los enlaces del video 
alojado en Youtube).






"EL CURA DE ARS". Francis Trochu.







II. POR LA CONVERSION DE ARS


I. Oraciones y penitencias.

Mucho antes de rayar el alba, cuando en Ars todo reposaba, se hubiera podido vislumbrar, a través del cementerio, un vago resplandor. El Rdo. Vianney,con una linterna en la mano, pasaba de la casa parroquial a la iglesia. El buen soldado de Cristo se dirigía al lugar de la oración. Se encaminaba en seguida al presbiterio y allí se ponía de rodillas. 

En el silencio de la noche, pedía al Señor, en voz alta, que tuviese piedad de su rebaño y de su pastor. "¡Dios mío, decía, concededme la conversión de mi parroquia; consiento en sufrir cuanto queráis durante toda mi vida...sí, durante cien años los dolores más vivos, con tal que se conviertan!". Y regaba las gradas con sus lágrimas.

Su alma mística estaba hambrienta de soledad y de paz. Un día, el padre Mandy, cuando atravesaba el bosque de la Papisa, encontró al señor Vianney arrodillado. El joven cura no advirtió su presencia. Lloraba a lágrima viva y repetía sin cesar: "¡Dios mío, convertid mi parroquia!" El buen hombre no osó turbar la conmovedora oración y se retiró silenciosamente.

También "cuando, yendo de camino, rezaba el breviario, antes de comenzar y al terminar siempre se arrodillaba, fuese cual fuese la hora y el lugar donde se hallase".

A la oración juntó el Cura de Ars la penitencia, y fue, sin duda, para practicarla sin testigos, por lo que quiso vivir solo en la casa parroquial durante toda su vida. Si alguien pagaba por ellos, Dios perdonaría más fácilmente a los pobres pecadores: "Era, pues, menester a toda costa salvar las almas". Azotaba sin compasión SU CADÁVER, el VIEJO ADÁN, como llamaba a su cuerpo. "Movía a compasión, contaba Catalina Lassagne, ver la parte izquierda de sus camisas completamente deshechas y manchadas de sangre".

Marzo de 1818. Nos hallamos en plena Cuaresma. Excelente ocasión para que nuestro asceta comience aquel riguroso ayuno, que no cesará sino con su vida. Tenía un cuidado menos, pues pasaba sin cocinera; había reducido sus necesidades materiales al "minimum" posible. "Nunca observó una gran regularidad en sus comidas", pero el primer año de su vida de párroco traspasó en la mortificación toda medida. Más tarde había de llamar a tales excesos "locuras de su juventud".

Este período de los comienzos del ministerio parroquial fue el más austero de su vida. "Vivía entonces casi solo, dueño absoluto de si mismo" y se aprovechó de ello. En sus ansias de penitencia llegó a dejar pasar dos o tres días sin probar bocado. Durante una Semana Santa -tal vez la de 1818- comió solamente dos veces. Pronto comenzó a prescindir de toda provisión y "jamás se preocupó del día siguiente".

"¡Que feliz era, decía, lamentándose cuando vivía solo! Cuando tenía necesidad de alimentarme, yo mismo hacía tres tentempiés.

Era un místico dotado de la verdadera intuición de las cosas: el espíritu del mal ejerce un poder tiránico sobre las almas impuras; se trata nada menos que de librarlas de esa tiranía, y el Evangelio dice que "este linaje de demonios no se lanzan sino con el AYUNO y la ORACIÓN". El Cura de Ars había recogido estas enseñanzas de labios del divino Maestro. Veinte años después, el dia 14 de octubre de 1839, en un confidencial coloquio, dio al reverendo _Tailhades-joven sacerdote de Montpellier, llegado a Ars para formarse junto a él en el apostolado durante algunas semanas-EL SECRETO de sus primeras conquistas.

Amigo mío, el demonio no hace mucho caso de la disciplina y de otros instrumentos de penitencia. Lo que le pone en bancarrota son las privaciones en el COMER, BEBER y DORMIR. Nada teme tanto como esto, y por lo mismo nada es tan agradable a Dios. ¡Oh! ¡Cómo he tenido ocasión de experimentarlo! Cuando estaba solo, y lo estuve por espacio de ocho o nueve años, como podía entregarme sin medida a mis aficiones, llegaba a pasar días enteros sin comer... Entonces conseguía de Dios cuanto quería para mí y para los otros.

Al decir esto, las lágrimas le saltaron de los ojos. Y al instante prosiguió:

Ahora ya no es lo mismo. No puedo pasar tanto tiempo sin comer; llego al extremo de no poder hablar. ¡Mas qué feliz era, cuando estaba solo!

Vemos, pues, que para el joven párroco, el tiempo de las mayores penitencias fue la época de las mayores consolaciones.

-Continuará-

A MIS SACERDOTES. (Concepción Cabrera de Armida).

Mucha parte de los castigos que Dios invía a los pueblos vienen de esos crímenes ocultos del altar, de esas misas sacrílegas en que viene el Cordero a ser desgarrado no tan solo en el Sacrificio incruento del altar, sino en el sacrificio de mi Corazón herido.  ¡Y esto es tan frecuente!

Los sacerdotes no son otros Yo sólo en el momento de la Consagración; sino que, por la Ordenación Sacerdotal, adquieren un sello divino, y la Trinidad reside en sus almas, y presta su concurso para todo acto de su ministerio santo.

Para Mí mis sacerdotes son como la médula, la Sustancia de Mi Corazón, lo mas íntimo de mi alma, los elementos exteriores con que cuento para la gloria de mi Padre y el bien de las almas.

Mientras más padezca el cuerpo por Cristo, más glorificado será con Cristo.

Mundo son las divisiones, las desavenencias, los respetos humanos, las envidias, el buscarse a sí mismos y el alejamiento de corazón a corazón.

LA CLAVE DE LA PERFECCIÓN` y de la más alta perfección que aleja de la tierra y acerca al cielo, más aún, que atrae al mismo cielo a los corazones.   Y ¿Cuál es este secreto?   EL AMOR A MI PADRE comprendido y desarrollado en el corazón del Sacerdote.

PREDICACIONES SOBRE EL INFIERNO.



El deber de predicar sobre el infierno: un acto de caridad que da buenos frutos. 



El Padre Marcel Nault nació el 3 de marzo de 1927 en Montreal, Québec, Canadá. Su vocación fue relativamente tardía. Se ordenó como sacerdote diocesano el 4 de marzo de 1962, un día después de su cumpleaños 35. Ofrecemos su discurso pronunciado en la Conferencia Mundial de Paz de Obispos Católicos, en Fátima, Portugal, en el año 1992 sobre el Infierno y la visión que de él tuvieron los pastorcitos de Fátima. Este discurso causó tal impacto que después de la conferencia, algunos obispos pidieron al Padre Nault que escuchara sus confesiones. El 30 de marzo de 1997, domingo de Pascua, a las 12:00 del mediodía, el Padre Marcel Nault fue llamado de esta vida terrenal a la presencia de Dios a quien él amó y sirvió con profunda devoción.

Nuestro Señor Jesucristo vino a la tierra por un motivo, para salvar a las almas del Infierno. Enseñar la realidad del Infierno es la tarea más importante e ineludible de la Santa Iglesia Católica. Uno de los grandes padres de la Iglesia, San Juan Crisóstomo, continuamente enseñaba que Nuestro Señor Jesucristo predicaba con más frecuencia sobre el Infierno que sobre el Cielo. Algunos piensan que es mejor predicar sobre el Cielo. No estoy de acuerdo. Predicar sobre el Infierno produce muchas más y mejores conversiones que las obtenidas con la sola predicación sobre el Cielo.

San Benito, el fundador de los Benedictinos, al estar viviendo en Roma el Espíritu Santo le dijo: “Tú vas a perder tu alma en Roma e irás al Infierno.” Él dejó Roma y se retiró a vivir en el silencio y la solicitud fuera de Roma para meditar sobre la vida de Jesús y el Santo Evangelio. San Benito huyó de todas esas ocasiones de pecado de la Roma pagana. Él oró, se sacrificó por sí mismo y por los pecadores. 

El Espíritu Santo difundió la noticia de su santidad. Como resultado, la gente lo visitaba para ver, escuchar y seguir su ejemplo y consejo. San Benito se apartó por sí mismo de toda ocasión de pecado y alcanzó la santidad. La Santidad atrae a las almas. ¿Por qué piensan que San Agustín cambió su vida? ¡Por temor al Infierno! Yo predico con frecuencia sobre la trágica realidad del Infierno. Es un dogma católico que sacerdotes y obispos ya no predican más en su mayoria. El Papa Pío IX, que pronunció los dogmas de la Infalibilidad del Papa y el de la Inmaculada Concepción de María, y que también emitió su famoso “Síllabus” condenatorio contra los errores y herejías del mundo moderno, solía pedir a los predicadores que enseñaran a los fieles con mayor frecuencia sobre las cuatro postrimerías: del hombre: la muerte, el juicio, el Infierno y el Cielo; y en especial sobre el Infierno, así como él mismo daba el ejemplo predicando. El Papa pidió esto porque la meditación sobre el Infierno genera santos.

LOS SANTOS TEMEN AL INFIERNO 

Aquí nos encontramos con algo curioso, los santos temen ir al Infierno pero los pecadores no sienten tal temor. San Francisco de Sales, San Alfonso María de Ligorio, el Santo Cura de Ars, Santa Teresa de Ávila, Santa Teresita del Niño Jesús, tuvieron miedo de ir al Infierno. San Simón Stock, el Superior General del Carmelo, sabía que sus monjes tenían miedo de ir al Infierno. Sus monjes ayunaban y hacían oración. Vivían recluidos, separados del peligroso mundo dominado por Satanás. Aún así tenían miedo de ir al Infierno. En 1251, Nuestra Señora del Monte Carmelo se apareció en Aylesford, Inglaterra, a San Simón Stock. Ella le dijo: “No teman más, te entrego una vestidura especial; todo el que muera llevando esta vestidura no irá al Infierno.” Yo llevo puesto mi Escapulario Café bajo mis vestiduras y llevo otro en mi bolsillo porque nunca sé cuándo la gente me pedirá que les hable sobre el Infierno o el Escapulario. María dijo a un sacerdote dominico, el beato Alan de la Roche: “Yo vendré y salvaré al mundo a través de Mi Rosario y Mi Escapulario. ” Uno no puede especializarse en todo y enseñar sobre todo; uno debe elegir. Yo creo que ésta es la voluntad de Dios: que yo predique sobre el Infierno. Un Monseñor, mi superior hace tiempo, me dijo en una ocasión: “Predicas con demasiada frecuencia sobre el Infierno y eso asusta a la gente. ” Él agregó: “Marcel, yo nunca he predicado sobre el Infierno, porque a la gente no le gusta. Tú los asustas. ” En un tono muy amistoso, Monseñor me dijo en su oficina: “Marcel, yo nunca he predicado sobre el Infierno y nunca lo haré, y mira qué agradable y prestigiada posición he alcanzado.” Yo guardé un largo silencio, luego lo mire a los ojos. “Monseñor”, le dije, “usted está en la vía del Infierno para toda la eternidad. Monseñor, usted predica para complacer al hombre, en lugar de predicar para complacer a Cristo y salvar a las almas del Infierno. Monseñor, es un pecado mortal de omisión el rehusarse a enseñar el Dogma Católico sobre el Infierno.” Cuando Dios envió Profetas en el Antiguo Testamento, fue para recordarle al hombre que regresara a la verdad, que regresara a la santidad. Jesús vino, predicó y envió a sus Apóstoles al mundo para predicar el Santo Evangelio. La Serpiente vino y difundió su veneno a través de herejías, pero Jesús envió a su Amadísima Madre, la Reina de los Profetas: “Ve a la tierra y destruye las herejías.” Los Padres de la Iglesia han escrito que la Madre de Dios es el martillo de las herejías. Si se toman el tiempo de estudiar con gran atención el mensaje de Nuestra Señora de Fátima, notarán que es un mensaje de lo más trágico y profundo, que refleja las enseñanzas del Santo Evangelio.

LAS LECCIONES DADAS EN FÁTIMA 

El resumen del Mensaje de Fátima es: “que el Infierno existe”. Que el Infierno es eterno y que iremos ahí si morimos en estado de pecado mortal. “¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma?” Nuestra Señora vino y nos dijo que podemos salvarnos a través de sus dos divinos sacramentos de predestinación: el Santo Rosario y el Escapulario. También manifiesta un énfasis especial sobre la devoción a su Inmaculado Corazón y la devoción de los primeros cinco sábados. En la primera aparición del Ángel de Portugal en el Cabeco, en mayo de 1916, el Ángel vino a los tres niños y les mostró cómo adorar a Dios con la oración: “Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, ni adoran, ni esperan y no te aman.” El Ángel oró esta oración mientras se postraba con la frente en el suelo. El Ángel de Fátima les había mostrado a los tres niños en el orden de las oraciones: Primero, uno debe adorar a Dios, después orar a los santos. Primero Dios, las criaturas después. El Ángel de Fátima mostró al hombre que debe adorar a Dios y orar ante Él de rodillas. Entre más conoce el hombre a Dios, más se humilla ante Dios su Creador. El gran Obispo francés Bossuet dijo: “El hombre en verdad se engrandece cuando está de rodillas.” Sí, el hombre realmente se engrandece cuando se arrodilla ante su Creador y Redentor, Jesús, en el Santísimo Sacramento. El Ángel de Fátima vino a enseñarles a los tres niños que nuestro primer deber, de acuerdo con el Primer Mandamiento, es adorar a Dios. En su tercera aparición en el Cabeco, el Ángel de Portugal vino con un Cáliz en su mano izquierda y una Hostia en la mano derecha. Los niños se preguntaban qué estaba pasando. El Ángel milagrosamente suspendió el Cáliz y la Hostia en el aire y se postró en tierra y recitó una oración Trinitaria de profunda adoración: “Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Te adoro profundamente y Te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación de todas las ofensas, sacrilegios, abandonos e indiferencias con Él mismo y por los méritos infinitos de su Sacratísimo Corazón y por la intercesión del Inmaculado Corazón de María, Te pido la conversión de los pobres pecadores. ” Dios desea que Le adoremos de rodillas. ¿Nos arrodillamos en adoración y oración ante Jesús en el Santísimo Sacramento? Debemos hacerlo. Cuando los tres Reyes Magos de Oriente fueron a Belén y entraron en donde estaba el Niño Jesús, se postraron frente a Él para adorarlo de rodillas. Tenemos este ejemplo en las Escrituras y del Ángel de Fátima, que Dios quiere que Le adoremos de rodillas.

EL REFORZAMIENTO DE LOS DOGMAS CATÓLICOS 

Un año más tarde, el 13 de mayo de 1917, los niños vieron a una jovencita aparecerse ante ellos. Era la primera aparición de Nuestra Señora. Lucía le preguntó: “¿De dónde vienes?” Ella le contestó: “Vengo del Cielo.” El Dogma Católico de la existencia del Cielo. Los niños preguntaron: “¿Iremos al Cielo?” Ella contestó: “Sí, irán al Cielo.” Entonces preguntaron: “¿Nuestras dos amiguitas están en el Cielo?” María les contestó: “Una de ellas, sí”. Los niños preguntaron: “¿Dónde está la otra chica? ¿Está en el Cielo?” María les contestó: “Ella está en el Purgatorio y lo estará hasta el fin del mundo.” Esta chica tenía unos 18 años de edad. Un segundo Dogma Católico, el Purgatorio existe y prevalecerá hasta el fin de este mundo. La Madre de Dios no puede mentir. El Ángel de Fátima enseñó a los tres niños cómo adorar a Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Este es un reforzamiento del dogma de la Santísima Trinidad, el mayor de todos, sin el cual la cristiandad no podría permanecer. Debemos adorar a las tres personas de la Santísima Trinidad.

UNA VISIÓN DEL INFIERNO 

El viernes 13 de julio de 1917, Nuestra Señora se apareció en Fátima y les habló a los tres pequeños videntes. Nuestra Señora nunca sonrió. ¿Cómo podía sonreír, si en ese día les iba a dar a los niños la visión del Infierno? Ella dijo: “Oren, oren mucho porque muchas almas se van al Infierno.” Nuestra Señora extendió sus manos y de repente los niños vieron un agujero en el suelo. Ese agujero, decía Lucía, era como un mar de fuego en el que se veían almas con forma humana, hombres y mujeres, consumiéndose en el fuego, gritando y llorando desconsoladamente. Lucía decía que los demonios tenían un aspecto horrible como de animales desconocidos. Los niños estaban tan horrorizados que Lucía gritó. Ella estaba tan atemorizada que pensó que moriría. María dijo a los niños: “Ustedes han visto el Infierno a donde los pecadores van cuando no se arrepienten.”

UN DOGMA CATÓLICO MÁS: LA EXISTENCIA DEL INFIERNO.

El Infierno es eterno. Nuestra Señora dijo: “Cada vez que recen el Rosario, digan después de cada década: “Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del Infierno, lleva al Cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu misericordia.” María vino a Fátima como profeta del Altísimo para salvar a las almas del Infierno. El patrono de todos los pastores, San Juan María Vianney, solía predicar que el mayor acto de caridad hacia el prójimo era salvar su alma del Infierno. Y el segundo acto de caridad es el aliviar y librar a las almas de los sufrimientos del Purgatorio. Un día en su pequeña iglesia (donde hasta este día se conserva su cuerpo incorrupto), un hombre poseído por el demonio se le acercó a San Juan María Vianney y le dijo: “Te odio, te odio porque arrebataste de mis manos a 85 mil almas.” Eminencias, Excelencias, Sacerdotes, cuando seamos juzgados por Jesús, Jesús nos hará una sola pregunta: “Yo te constituí Sacerdote, Obispo, Cardenal, Papa, ¿cuántas almas salvaste del Infierno? San Francisco de Sales, de acuerdo con estadísticas, ha convertido, y probablemente salvado, a más de 75 mil herejes. ¿Cuántas almas has salvado tú? Cuando leemos a los Padres de la Iglesia, a los Doctores de la Iglesia y a los santos, uno se estremece ante una realidad: todos ellos enseñaron el Evangelio de Jesús y sobre las Cuatro Postrimerías: Muerte, Juicio, Infierno y Paraíso. Todos han predicado el dogma católico del Infierno porque cuando meditamos en el destino de los condenados, no deseamos ir ahí. No es mi intención criticar a los Obispos, pero debo confesar esta verdad. En mis 30 años de sacerdocio, es triste reconocer que nunca he visto, ni escuchado, que un Obispo, aún mi Obispo o cualquier otro Obispo, predique el dogma de la Iglesia Católica Romana sobre el Infierno. Supongo que en sus países o en otros lugares sí lo hacen, pero en Norteamérica no es predicado este dogma de fe. Cierto día en una catedral le dije a un Obispo: “Su Excelencia, usted realiza bellas meditaciones sobre el Santo Rosario cada noche por la radio. Esto es hermoso. Pero debo preguntarle, por qué no abrevia un poco su meditación e inserta después de cada década del Rosario la oración: “Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del Infierno, lleva al Cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu misericordia. ” ¿Por qué se rehúsa decir esta pequeña oración después de cada década, tal como lo pidió Nuestra Señora de Fátima el 13 de julio de 1917, después de que les había mostrado el Infierno a los tres videntes? El Obispo me dijo: “Mire, a la gente no le gusta que prediquemos sobre el Infierno, la palabra Infierno les asusta.” No estamos para predicar lo que complazca a las multitudes sino para salvar sus almas del Infierno, para evitar que vayan al Infierno eternamente. Es probable que esta afirmación no sea aceptada por todos los Obispos pero con frecuencia los oigo rezar el Rosario omitiendo esta oración piadosa para salvar almas del Infierno. Yo creo que esta pequeña oración de Nuestra Señora de Fátima dada a los niños el 13 de julio de 1917, es más poderosa y más placentera a Dios que cualquier meditación por bella que sea, aunque haya sido expresada por un Obispo. Cada uno de nosotros hemos recibido nuestra misión de Dios, y creo que Jesús y Nuestra Señora desean que mi misión sea que yo predique sobre el Infierno. Por esto es que predico sobre el Infierno. Hay muchas revelaciones que podemos leer en la biografía de las almas privilegiadas. Algunas almas que están en el Infierno han sido obligadas por Dios a hablarnos para ayudarnos a crecer en nuestra fe. Constituye un pecado mortal de omisión el rehusarse a predicar el dogma católico sobre el Infierno. Tales almas condenadas han dicho: “Podríamos soportar estar en el Infierno por mil años. Podríamos soportar estar en el Infierno un millón de años, si supiéramos que un día dejaríamos el Infierno.” Amigos míos, debemos meditar, no sólo en el fuego del Infierno, no sólo en la privación de contemplación de Dios, sino que debemos también meditar en la eternidad del Infierno. Meditar seriamente frente al Sagrario sobre el dogma católico sobre el Infierno. Queridos Obispos, ustedes deben predicar por completo el Evangelio de Jesús, incluyendo la trágica realidad del Infierno eterno.

CONCEPTO HERÉTICO DE LA MISERICORDIA DE DIOS 

Un sacerdote en una conferencia carismática dijo a una multitud de unas 3 mil personas y unos 100 sacerdotes que: “Dios es amor, Dios es misericordia y verán su infinita Misericordia en el fin del mundo, cuando Jesús liberará a todas las almas del Infierno, aún a los demonios.” Este sacerdote sigue predicando y su Obispo no suspende sus facultades por enseñar tal herejía. “Vayan al fuego eterno”, dijo Jesús. Fuego eterno, no fuego temporal. La verdad es que el Infierno existe. El Infierno es eterno, y todos iremos al Infierno si morimos en estado de pecado mortal. Yo puedo ir al Infierno. Ustedes pueden ir al Infierno. Si algunos de nosotros morimos en pecado mortal, estaremos en el Infierno por toda la eternidad, ardiendo, llorando y gritando sin consuelo. No por un millón de años, sino por billones y billones y billones de años y más allá, por toda la eternidad. En nuestra vida mortal, ¿quién no ha cometido un pecado mortal? Un solo pecado mortal no confesado con arrepentimiento, antes de morir, es suficiente para que Jesús nos arroje al Infierno. Uno de los grandes Padres de la Iglesia, Patrón de todos los predicadores católicos, San Juan Crisóstomo dijo: “Pocos Obispos se salvan y muchos sacerdotes se condenan.” Cuando venía de Lisboa a Fátima por autobús, tuve la ocasión de predicar a los laicos, sacerdotes y obispos presentes en el autobús. Les imploré: “Por favor, cuando lleguen a Fátima, por qué no se animan a hacer una buena confesión general de vida. Quizás hace diez años, quizás hace cincuenta, no han tenido el valor de confesar ese pecado grave por vergüenza. Por favor, hagan una confesión santa y completa en Fátima antes de su regreso. Hay muchos sacerdotes en Fátima que nunca más volverán a ver hasta que lleguen al Cielo. Yo predico a los Obispos como lo hago con toda persona, porque los Obispos también tienen un alma que salvar. Y si los Obispos son realmente humildes, aceptarán la verdad aún si proviene de un simple y ordinario sacerdote. No nos vayamos de Fátima sin hacer una Santa Confesión General.

UN GRAN ACTO DE CARIDAD 

Sus Excelencias, Jesús nos hizo sacerdotes. Jesús, Nuestro Señor, nos escogió entre millones de hombres para hacernos sacerdotes. Nos hicimos sacerdotes por un motivo: para ofrecer el Santo Sacrificio de la Misa a Dios Padre Todopoderoso, para rezar el Breviario cada día y para predicar el Evangelio de Jesús para salvar las almas del Infierno. Nadie tiene la seguridad de ir al Cielo a menos que haya recibido una revelación privada de Dios como le ocurrió al Buen Ladrón en la cruz o a los tres videntes de Fátima. ¿Por qué no abrazar los medios seguros que el Cielo nos ha dado, el Santo Rosario (“la devoción a Mi Rosario es un signo seguro de predestinación”), el Escapulario y el maravilloso Sacramento de la Confesión? Prediquen, mis queridos obispos, como los hacían los Padres de la Iglesia. La tarea principal de un obispo es predicar, no sólo administrar una diócesis. La Iglesia necesita ver y escuchar a los obispos predicando como lo hacían los padres de la Iglesia. Si uno solo de ustedes, obispos presentes aquí en Fátima, regresara a su diócesis y en ciertas ocasiones predicara sobre las Cuatro Postrimerías junto con todo el mensaje de Fátima, qué gran acto de caridad sería para todos sus amados fieles. Con la asistencia del Espíritu Santo digan a sus fieles: “Escuchen, mis hermanos en Cristo, yo soy su Obispo, estoy aquí para salvar su alma del Infierno. Por favor escuchen, acepten y mediten mi enseñanza en este día. Ustedes también, mis amados sacerdotes de mi diócesis, imiten a su Obispo, y prediquen sobre el Infierno con la autoridad que Jesús les ha dado. Prediquen cuando menos una vez al año un sermón completo sobre el Infierno.” Si hacen esto, estarían realizando el mayor acto de caridad de su sacerdocio, de su episcopado. Como mencioné anteriormente, en mis treinta años de sacerdocio, nunca he escuchado a un obispo predicar sobre el Infierno. Cuando deseo encontrar un sermón sobre el Infierno, me veo obligado a leer a San Juan Crisóstomo, a los Padres de la Iglesia, a los Doctores de la Iglesia y a los santos predicadores. Queridos Obispos, por favor, prediquen sobre el Infierno como lo hizo Jesús, Nuestra Señora de Fátima, los Padres y los Doctores de la Iglesia y salvarán a muchas almas. Quien salva a un alma, salva a su propia alma. Predicar sobre el Infierno es un gran acto de caridad porque quienes los escuchan creerán por la autoridad que les confiere la Iglesia. Estas personas rectificarán su modo de vivir y harán una santa confesión de sus pecados.

R.P. Marcel Nault

"A MIS SACERDOTES" De Concepción Cabrera de Armida. CAPITULO VI: Los sacerdotes y los fieles.


Mensajes de Nuestro Señor

Jesucristo a sus Hijos Los Predilectos. 

(“A mis Sacerdotes” de Concepción Cabrera de Armida) 


VI


LOS SACERDOTES Y LOS FIELES

Al consagrar los sacerdotes indignos si no estuviera toda mi ternura y mi potencia salvadora, en las Misas, en las que cubro Yo los Crímenes de los sacerdotes indignos, solo servirían esas Misas para atraer al mundo fuego del cielo, rayos de justicia, la ira de mi Padre, al verse burlado así en su Iglesia amada.

Pero todo esto, todo este horrible peso, todo ese muladar de basura, cae sobre mi Corazón; y ¿qué hago?... ¡seguir, seguir en los millares de Misas sacrificándome; ocultando lo que me hiere, lo que tengo a la vista, lo que he de cubrir con mi Blancura, lo que me ofende, lo que se arroja con audacia increíble y hasta con malicia infernal sobre mi Rostro, sobre la misma Divinidad!

¡Y prosigo bajando a manos impuras e indignas; y sigo mi constante crucifixión que derrama gracias; y continúo de víctima expiatoria, y no me escondo airado, y no me niego, y salgo al encuentro de dolor tan horrendo…! Y este es mi papel, de día y de noche, ante mis ministros culpables, y ante un Dios ofendido, en cierto sentido, por Mí mismo, por otro Dios, Yo en el sacerdote.

¿No se comprende ahora mi sed de descanso?... ¿No se palpa cómo no descanso con las ingratitudes del mundo, pero sobre todo con las espinas más dolorosas y crueles que son las de los míos?

Para remediar estos males hay que ofrecer al Verbo, que sacrificar a Jesús, que este es mi papel desde la Encarnación hasta mi muerte, y en la Eucaristía, hasta el fin de los siglos. No sólo fui Víctima en el mundo, sino que sigo siendo, porque ab aeterno, desde la Creación del mundo, me ofrecí a mi Padre para ser Víctima, y en María confirmé mi ofrecimiento que ha seguido en las Misas, y que quiero que siga en los corazones para bien de mi Iglesia y de las almas.

Esto es lo único que exijo de mis sacerdotes, que me sacrifiquen puros; porque lo manchado repugna con mi Blancura, porque mi martirio mayor es unirme con lo que no está limpio”. 



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“A los Sacerdotes, hijos predilectos de la Virgen Santísima.”


Vivid como fieles discípulos de Jesús, en el desprecio del mundo y de vosotros mismos, en la pobreza, en la humildad, en el silencio, en la oración, en la mortificación, en la caridad y en la unión con Dios mientras sois desconocidos y despreciados por el mundo.


PRECES POR LOS SACERDOTES.


A nuestro Santísimo Padre el Papa, Dale Señor tu corazón de Buen Pastor.

A los sucesores de los Apóstoles, Dales Señor, solicitud paternal por sus sacerdotes.

A los Obispos puestos por el Espíritu Santo,Compromételos con sus ovejas, Señor.

A los párrocos, Enséñales a servir y a no desear ser servidos, Señor.

A los confesores y directores espirituales, Hazlos Señor, instrumentos dóciles de tu Espíritu.

A los que anuncian tu palabra, Que comuniquen espíritu y vida, Señor.

A los asistentes de apostolado seglar,Que lo impulsen con su testimonio,Señor.

A los que trabajan por la juventud, Que la comprometan contigo, Señor.

A los que trabajan entre los pobres, Haz que te vean y te sirvan en ellos, Señor.

A los que atienden a los enfermos,Que les enseñen el valor del sufrimiento, Señor.

A los sacerdotes pobres, Socórrelos, Señor.

A los sacerdotes enfermos, Sánalos, Señor.

A los sacerdotes ancianos, Dales alegre esperanza, Señor.

A los tristes y afligidos,Consuélalos, Señor.

A los sacerdotes turbados, Dales tu paz, Señor.

A los que están en crisis, Muéstrales tu camino, Señor.

A los calumniados y perseguidos, Defiende su causa, Señor.

A los sacerdotes tibios, Inflámalos, Señor.

A los desalentados, Reanímalos, Señor.

A los que aspiran al sacerdocio, Dales la perseverancia, Señor.

A todos los sacerdotes, Dales fidelidad a Ti y a tu Iglesia,Señor.

A todos los sacerdotes, Dales obediencia y amor al Papa,Señor.

A todos los sacerdotes, Que vivan en comunión con su Obispo, Señor.

Que todos los sacerdotes, Sean uno como Tú y el Padre, Señor.

Que todos los sacerdotes, Promuevan la justicia con que Tú eres justo.

Que todos los sacerdotes, Colaboren en la unidad del presbiterio, Señor.

Que todos los sacerdotes, llenos de Ti,Vivan con alegría en el celibato, Señor.

A todos los sacerdotes, Dales la plenitud de tu Espíritu y transfórmalos en Ti, Señor.

De manera especial te ruego por aquellos sacerdotes por quienes he recibido tus gracias; el sacerdote que me bautizó, los que han absuelto mis pecados reconciliándome contigo y con tu Iglesia, aquellos en cuyas Misas he participado y que me han dado tu cuerpo en alimento, los que me han transmitido tu palabra y conducido hacia Ti. 

FORMULA BREVE - A todos los sacerdotes, transfórmalos en Ti, Señor. Que el Espíritu Santo los posea, y que por ellos renueve la faz de la tierra.


ORACIÓN  - Divino Corazón de Jesús, Corazón lleno de celo por la gloria de tu Padre, te rogamos por todos los sacerdotes, Señor. Por tu Espíritu Santo llénalos de fe, de celo y amor. Así sea.


ORACIÓN PARA OFRECER LA COMUNION POR LOS SACERDOTES - Padre Celestial, para mayor gloria de tu Santo Nombre, te ofrecemos al Verbo Encarnado que acabamos de recibir en el Sacramento de su Amor, y en quien tienes todas tus complacencias. Nos ofrecemos en su unión por manos de María Inmaculada, por la santificación y multiplicación de tus sacerdotes.

Derrama en ellos tu Divino Espíritu, enciéndelos en amor a la Cruz y haz muy fecundo su apostolado. Amén.

OFRECIMIENTO AL VERBO ENCARNADO -  Padre Santo, por las manos de María te ofrecemos como víctima al Verbo Encarnado, en quien tienes todas tus complacencias. Impulsados por la caridad que el Espíritu Santo ha derramado en nuestros corazones, nos ofrecemos constantemente en su unión como hostias vivas y nos sacrificaremos por tu amor en las ocasiones que se nos presenten, implorando gracias para el mundo y la Iglesia, especialmente para los sacerdotes.

Jesús, Salvador de los hombres, ¡sálvalos!

MENSAJES DE SALVACIÓN DE JESÚS EL BUEN PASTOR. Primera parte.


YO SOY EL BUEN PASTOR

YO SOY LA LUZ EN El CAMINO 
Julio 29 /2004 3:00 P.M.

Hijos míos: ¿por qué os inquietáis? ¿Por qué dudáis? No sabéis mis pequeños que soy vuestro Padre vuestro Pastor, vuestro Redentor, que dio la vida por vosotros y si tuviera que volverla a dar por vosotros, gustoso volvería a morir. No temáis, Yo estoy con vosotros. Yo soy et capitán que dirige vuestras barcas.

Así la noche sea tenebrosa y los vientos se agiten, no temáis. Así las olas se alcen y sintáis que vuestra barca se desploma, no temáis; así la vida se os estreche y los embates os aprisionen, no temáis porque Yo soy la luz del nuevo día. Yo soy la paz que calma la tempestad de vuestras vidas. Yo soy vuestro refugio y vuestro camino; el sueño de vuestros ojos, la alegría de vuestra tristeza. Yo soy el alimento de vuestra mesa. 


Yo soy vuestro Padre y amigo. Mi lealtad está por encima de la lealtad de los hombres; mi fidelidad abraza a todos los que amo. Mi misericordia es el sustento de mi rebaño. Yo soy el pasto siempre verde, siempre fresco, de mis ovejas. Yo soy el agua cristalina donde sacian su sed. Yo soy el faro que alumbra sus vidas. Yo soy el consuelo de mis ovejas tristes. Yo soy el pan de las hambrientas, el camino de las perdidas, el médico de las enfermas.

Por eso mis pequeñas ovejas nunca teman, porque Yo soy vuestro Pastor que nunca duerme. Cuando la duda os asalta, Yo soy vuestra verdad; cuando estáis tristes, a vuestro lado estoy. Cuando en la noche os perdéis, Yo soy vuestro camino y cuando estáis hambrientas, Yo soy vuestro pan. Entonces ¿Por qué habéis de temer mis pequeñas ovejas?, si Yo soy vuestro Pastor que por vosotras vigila. Yo dejaré mis huellas en vuestro camino; yo limpiaré el sendero por donde paséis y haré seguro vuestro caminar. Así pues mis pequeñas ovejas no tengáis miedo y no temáis que Yo soy la luz que os seguirá guiando.

¡Animo!. No desfallezcáis, que la final de la jornada os estaré esperando.
Vuestro Pastor: JESUS DE NAZARET.

LAS ALMAS BAJAN AL ABISMO 
Agosto 1/2004 3:30 PM

Hijo mío: Aquí en el silencio de tu cuarto, mientras la vida pasa, el mundo se está convirtiendo en una gran fosa; las almas bajan al abismo; al pozo sin salida. La muerte es el sello de muchos de mis hijos; el mundo se ha vuelto frio en caridad, en amor, en obras; las gentes andan cada una por su lado, no tienen tiempo para mirar la obra de Dios; el egoísmo, la avaricia y el ansia de poder unidos a la falta de perdón, están haciendo de mi creación, un valle de llanto, muerte y desolación. A través de toda la historia de la humanidad, los hombres se han distinguido, no por su paz, si no por sus guerras; la violencia ha formado cadenas y barreras de separación; la muerte, la violencia, el orgullo, la soberbia y ante todo la muerte espiritual que es un alejamiento total de los preceptos de Dios, han desencadenado los más atroces derramamientos de sangre; manchando con sus actos y su violencia el espíritu de la tierra. De padres alejados de Dios nace un fruto triste, la cadena de frialdad y rechazo, está en el hombre desde el momento de la concepción; como son los padres así son los hijos, a no ser que se conviertan. La limpieza del espíritu comienza en el hogar. El amor, el diálogo y las buenas costumbres deben ser el alimento para el alma. La oración y el respeto a Dios y el cumplimiento de sus preceptos deben ser el alimento para el espíritu.

Los hombres, la pobre humanidad, no han entendido que la riqueza no está en acumular bienes materiales, sino mas bien en guardar un perfecto equilibro entre el cuerpo, el alma y el espíritu; de ahí emana la verdadera riqueza humana. La tierra no soporta ya más tanta violencia, tanta degradación. Mi Creación se está viendo en peligro, por la falta de amor y de Dios. Si el hombre amara, la tierra seria un paraíso, pues todo lo que Dios creo, guarda la sinfonía del amor. El amo y el respeto, unidos a la obediencia de los preceptos divinos, son la clave para una perfecta comunión entre el hombre, la tierra y Dios; pero el hombre al romper uno de estos elementos, produce un desequilibrio que es lo que está llevando a la humanidad de hoy a su propia muerte y destrucción. Pues la humanidad no quiere volver al amor que es DIOS y que lo da DIOS; cuando existe esa comunicación de obediencia, respeto y cumplimiento de los mandatos divinos, se cumple lo que dicen las escrituras: “Dios está entre vosotros”.

No permitiré más injusticias, ni que se mancille mi nombre y mi creación; el tiempo de Dios se ha cumplido ya para los habitantes de la tierra; haced cadenas de oración y de sacrificios, para que el castigo no sea mayor, pues la suerte de las 2/3 partes de la humanidad está echada. Si oráis, ayunáis y os vestís de sayal como la ciudad de Nínive, tendré compasión y no los castigaré como está escrito; de lo contrario haré llover fuego del cielo, que borrará de la faz de tierra a la inmensa mayoría.

Porque en Sodoma y Gomorra no se vio la putrefacción espiritual, social y moral que se ve hoy en la tierra. Si estas dos ciudades las desaparecí de la faz de la tierra, cuanto más no haré hoy con tanta miseria espiritual y tantísimo pecado que atemoriza hasta los mismos infiernos. ¿Queréis la vida?, Ama, sirve, y perdona y lo más importante, obedece y escucha la voz del Señor tu Dios; de lo contrario acabaré con toda semilla de maldad, así los justos caigan en la poda.

Me arde el celo por mi creación. Me olvidaré de mi misericordia y fidelidad para que sea mi justicia la que restablezca el orden y el derecho.

Pensad bien entonces hijos míos y decidíos por el camino de la justicia, el orden y el derecho, así como el respeto a vuestros hermanos y a vuestro creador; de lo contrario seréis paja que arderá en el fuego de mi justicia.

PADRE CELESTIAL YAHVE.

LA NUEVA JERUSALEN 
Agosto 2/2004 9:35 AM

Hijo mío: Muy pronto restableceré el orden y el derecho, haré de mi creación una fuente de paz y de concordia, lo mismo que de fraternidad. Mis deportados volverán con alegría a ocupar los lugares que tengo reservados para todos aquellos que fueron fieles en la prueba. La corona de la vida será ceñida en sus cabezas y nuevas vestiduras cubrirán sus cuerpos. El amor y la espiritualidad serán el sello de vuestras almas; la comunicación directa con el Creador, con el Redentor y con el espíritu, será el alimento espiritual de mis ovejas. Ya no pasares hambre, ni sed de Dios, pues el mismo será vuestro alimento. Mi nueva Jerusalén, será la tierra de provisiones, será la tierra prometida para todos aquellos que me fueron fieles en la purificación que estoy próximo a realizar. No temáis ante los acontecimientos que sucederán si permanecéis fieles a vuestro Padre. El os protegerá como una madre protege al recién nacido en su regazo; todo pasará como un sueño tan rápido que vosotros mismos veréis la destrucción de toda la fuerza del mal. Se cumplirá lo que está escrito en mis evangelios, en mi salmo 91 y en el libro de las revelaciones de mi apóstol Juan.

La tierra quedará envuelta por el fuego de mi justicia; sólo aquellos que resistan la prueba de fuego de Dios, serán llamados hijos del Altísimo y herederos del reino; el escudo espiritual de ni salmo 91 os protegerá. El enviará sus ángeles para que os guarden en todos los caminos, para que os lleven en sus brazos, para que vuestro pie no tropiece en piedra ninguna. la protección que os doy a través de esta herramienta espiritual es inimaginable para vosotros; ninguna fuerza del mal podrá tocar a mi rebaño; pues yo he dado orden a mis ángeles en guardar y proteger a todos aquellos que tengan el sello de la vida, que no es otro que la fiel observancia de mis preceptos; el rezo de mi salmo 91, el rosario de ni Madre, como escudo protector, el amor y la fidelidad a Dios en todas las pruebas de fe, por las que pasaréis, porque seréis probados en la misericordia, en la fidelidad y ante todo en el amor.

La fuerza del amor a Dios y a vuestros hermanos será el pasaporte que os conduzca a los verdes prados y a las frescas aguas, donde vuestro pastor estará esperándoos, pues hijo, dad a conocer mis mensajes de vida, que son alimento, que son esperanza para todos aquellos que los mediten y pongan en práctica.
“El reino de Dios está cerca”. No temáis.

El BUEN PASTOR.

QUE LA CARIDAD COMIENCE POR CASA 
Agosto 12/2004 10:30 PM

Hijos míos: que la caridad comience por vuestro hogar; sed pastores del rebaño que he puesto en vuestros hogares. Vosotros sois padres de familia, los pastores del hogar; dad buenos ejemplos a vuestros hijos. “Esposos amad a vuestras esposas. “Esposas amad a vuestros esposos”. Dad buen ejemplo a vuestros retoños; que vuestros hogares sean remansos de paz y fortines de oración. 


Enseñadle a vuestros hijos el respeto, la obediencia y las buenas costumbres morales y sociales para que den fruto para el cielo y no abrojos para el infierno.
Preocupaos padres de familia por la crianza de vuestros hijos; acordaos que es en el hogar donde se deben cimentar tas bases del amor, del diálogo, del respeto y sobre todo de la obediencia.

Construid hogares donde el respeto a Dios y a tos hombres sea la comunicación espiritual de vuestros hijos. Enseñadles a vuestros hijos a amar a Dios y a cumplir sus preceptos para que vuestros hijos, que son vuestro fruto, sean cosecha agradable a los ojos de vuestro Padre Celestial. No olvidéis que un árbol bueno, da frutos buenos, más un árbol malo da frutos malos. “De lo que rebosa el corazón habla la boca”.

Vosotros, padres de familia, sois responsables ante Mí por la educación moral y espiritual de vuestros hijos. No sigáis siendo “perros mudos”.

Tomad las riendas de vuestra familia, porque la caridad debe comenzar por casa. ¡No seáis hipócritas! No os comportéis como fariseos, que se preocupaban por la letra menuda y olvidaban lo más importante: “la práctica y el ejemplo”.

No impongáis demasiadas cargas a vuestros hijos. No seáis “luz de la calle y oscuridad de vuestros hogares”. Que vuestra conducta, sea intachable y vuestro consejo sea camino que guié vuestro hogar hacia la plenitud y el conocimiento de Dios.

Preocupaos por vuestras familias que se están perdiendo por la falta de amor, compresión, diálogo y ante todo por la falta de cumplimiento de los preceptos Divinos. Hogares donde Yo no habito son hogares destruidos; son niños abandonados, son semillas, que mas tarde darán malos frutos. Porque el hogar es “la primera sociedad creada por Dios”, y si el hogar está manchado por el pecado de los padres, por su desobediencia, por su egoísmo, por su falta de amor y caridad ¿entonces que se puede esperar mañana de los hogares de vuestros hijos? la mancha de pecado, es el común hoy de tantos hogares.

Mis pequeñas ovejas se están perdiendo, porque los pastores del hogar se olvidaron de amar, perdonar, escuchar y corregir. Muchos Hogares van a la deriva por la falta de compromiso y de entrega y ante todo por la falta de Dios. Sí el Espíritu de Dios se aparta de vosotros y de vuestros hogares, es el espíritu de mi adversario el que tomará las riendas de vuestra familia; y ese sólo viene a destruir y a crear el caos, y lo más triste, a apartarlos de mí y de mí amor y misericordia. Pues ese no es Pastor, sino lobo y al lobo no le interesan las ovejas sino para dispersadas y destruirlas.

Volved pues vuestros ojos a vuestros hogares, padres de familia, para que no lloréis y os lamentéis cuando os llame a pediros cuantas de vuestras familias.
Quiero más diálogo. Quiero más comprensión. Quiero más respeto y ante todo más comunicación con vuestro Padre Celestial y con vuestra Madre María, la cual llora por tanto niño que se le está perdiendo.

Mis pequeños están bajando al abismo por culpa de vuestra alcahuetería. ¡Despertad pues, padres de familia de vuestro letargo! ¡Despertad de vuestro letargo espiritual y moral, para que no lo lamentéis mañana! porque en verdad os digo: “no tendré compasión con vosotros cuando llegue vuestra hora”. 


Que vuestros hogares sean imitación del hogar de “Nazaret”, donde el amor, el cariño y la obediencia de mis padres terrenos fue la luz donde brillo la esperanza. Su ejemplo debe ser la guía de todos los hogares.

“Padres amad a vuestros hijos”, “Hijos amad a vuestros padres y respetadlos”. Para que renazcan sociedades más justas y dignas a los ojos de vuestro Padre Celestial, que la caridad pues hijos míos comience por casa. Os ama vuestro Maestro y Pastor.

JESUS DE NAZARETH.

YO SOY EL PAN DE CADA DIA 
Agosto 17/2004 10:45 PM

Hijos míos: Yo soy el pan de cada día. Yo soy el pan de cada día que se os da espiritualmente en cada sacrificio incruento de la Santa Misa. Yo soy el pan de cada día que se os da físicamente en cada Cena Pascual. Yo soy el pan de cada día que se hace vida en vosotros, que alimenta vuestro espíritu y da luz a vuestros sentidos.

Yo soy el pan bajado del cielo, que se quedó con vosotros. Si supierais cuán grande es el misterio de la “Transubstanciación”, de la carne y el espíritu, encerrados en mí hostia ¡Entonces comeríais mí cuerpo y beberíais mí sangre, con verdadera entrega y amor y en fe sentiríais mí presencia espiritual en vosotros!

El pan que os doy es “Mi cuerpo y Mí sangre, que por amor a vosotros, se quedó en la forma de una Hostia consagrada”. “Cada vez que coméis de mí cuerpo y bebéis de mí sangre, estáis recordando mi cena pascual”. “En cada Hostia consagrada me ofrezco como Cordero inmolado a la humanidad”.

En cada Hostia consagrada; “estoy vivo y real”. Me doy a vosotros por amor, me entrego por amor; para que vosotros renazcáis a la vida del espíritu. Si supierais cuán grande es mí amor y cuán manso y humilde soy ¡entonces, apreciaríais el regalo de cada Eucaristía! Yo soy vuestro Maestro y Cordero, que me hago alimento espiritual y material para seguir redimiéndoos.

¡Si la humanidad comprendiera el significado tan grande que encierra cada Hostia consagrada! ¡Entonces cenarían conmigo con más frecuencia! Hijos míos: soy Yo el que me doy a vosotros, en la sencillez y la humildad de cada Hostia consagrada. Ahí estoy física y espiritualmente. En cada Hostia me transfiguro y por amor a vosotros me hago manso; por amor a vosotros ilumino vuestra oscuridad y limpio vuestro pecado por amor a vosotros; y cuando me abrís sinceramente vuestro corazón, “Yo entro y moro en vosotros”.

Yo soy el pan bajado del cielo que coméis a veces indignamente; ¡Cómo me duele vuestro desprecio y vuestra falta de conciencia!

No alcanzáis a comprender el misterio del amor que se encierra en cada comunión. Cada que cenáis, libres de pecado, Yo me hago vida con vosotros, pero cuando me recibís indignamente ó en la mano, no sabéis el desprecio y la ofensa tan grande que me hacéis. Si yo soy amor y por amor me entregué y me sigo entregando, entonces ¿Por qué me seguís tratando cual si fuera, no vuestro Dios, sino el peor de los hombres? Muchos comen mí Cuerpo y beben mí Sangre, sin haber limpiado antes su casa de mercaderes y de pecado. ¡Oh, que ofensa y agravio me hacéis!

En verdad os digo que todo aquel que come de mi cuerpo y bebe de mi sangre, en pecado mortal o indignamente, “ES REO DE CULPA Y SE ESTA COMIENDO El CUERPO Y BEBIENDO LA SANGRE DE SU PROPIA CONDENACION”.

¡Cuántas comuniones sacrílegas hacéis! ¿No habéis tomado conciencia de que es mí Espíritu y mí Cuerpo el que entra en vosotros? ¿El que se da por amor? ¿Entonces por qué tanto desamor si Yo vengo a romper vuestras cadenas y a liberaos del yugo de pecado? ¿Entonces, por qué no me recibís como a vuestro libertador y Señor? ¿Por qué no me abrís las puertas de vuestro corazón y vuestra alma? ¡Limpiaos y aseaos de toda mancha y de todo pecado para que podáis cenar conmigo! ¿Qué responderéis mañana cuando os juzgue por vuestra falta de caridad, sinceridad y compromiso, por todas vuestras comuniones sacrílegas e indignas que hacen llorar mí Espíritu? Os dejé el sacramento de la confesión para que os bañarais de vuestros pecados y fuerais purificados y aseados de toda mancha, con el sacramento de la comunión, pero cuántos de vosotros, ¡Millones! no entienden el significado que encierra cada Hostia consagrada. “En ella estoy Yo vivo y real dándome como cordero inmolado”.

¡Pobres hijos míos! ¡Hasta cuándo os tendré que soportar!

¡DESTESTO CADA COMUNIÓN EN LA MANO! VUESTRO MAESTRO Y SALVADOR QUE DECÍS QUE SOY ¿SI MERECE TAN VIL DESPRECIO? ¡HIJOS INSENSATOS! ¿NO SABEIS QUE CON ESA ACTITUD SE ENTRISTECE MI ESPIRITU Y LLORAN MIS ANGELES EN El CIELO ANTE SEMEJANTE DESFACHATEZ? ¡QUE IGNORANTES SOIS Y QUE POCO VALGO PARA VOSOTROS! Mañana cuando os llame a la puerta y os recuerde vuestros desprecios ¿Qué me contestareis? ¡Pensadlo bien hijos míos! ¡Cambiad tal actitud para conmigo! para que después cuando lleguen al tribunal supremo, no tengáis de que lamentaros, porque también entonces seréis tratados de la misma manera y la puerta se os cerrará y tampoco tendré caridad y compresión, así como no la tenéis conmigo. Os lo repito:
“Si no cambiáis, yo tampoco tendré compasión con vosotros, cuando llegue vuestra hora”. “YO SOY El PAN VIVO BAJADO DEL CIELO QUE SE OS DA EN CADA HOSTIA CONSAGRADA”. Pensadlo y meditadlo Y cambiad de actitud para que cuando os presentéis ante Mí; no tengáis de que lamentaros. “Porque en verdad os digo que seréis tratados también como reos de culpa”. ¡Pensadlo bien hijos míos! Y no hagáis entristecer más mí Espíritu. “OS ESPERO PARA QUE CENEMOS JUNTOS. YO SOY El CORDERO INMOLADO, JESUS SACRAMENTADO.

ARMADURA ESPIRITUAL PARA ESTOS ÚLTIMOS TIEMPOS
ROSARIO DE JESÚS El BUEN PASTOR

Se empieza con un Credo y un Padrenuestro. Luego se dice: “Yo soy el Buen Pastor, y el Buen Pastor da la vida por sus ovejas”.

En cada decena se dice: “Oh Buen Pastor”. Y se contesta: Sed nuestro amparo y nuestro refugio. (10 veces). Al terminar cada decena se reza un Padrenuestro y se vuelve a empezar como al principio. Al terminar el Rosario se reza el Salmo 23.

ORACIÓN A LA DIVINA VOLUNTAD

Oh Divina Voluntad: Amor y misericordia infinita del Dios uno y trino, sed favorable a mí, pequeña criatura indigna de vuestra gracia, pero llena de esperanza en Vos, sublime esencia, sublime magnificencia, sublime voluntad.

Dadme una pequeña gota de tu riqueza inefable y sed propicia a mi petición. Derrama Divina Voluntad sobre mí mi familia, la bendición que tanto espero. Hacer petición. Te lo pido, en el nombre de Dios Padre (bendición), en el nombre de Dios Hijo (bendición), en el nombre de Dios Espíritu Santo (bendición). Que todo sea para (a gloria de la Santísima Trinidad y bien de nuestras almas. Amén.

ROSARIO A LA DIVINA VOLUNTAD

Se comienza con un Credo y un Padrenuestro. Luego se dice: “Oh Divina Voluntad, que todo lo puedes, que todo lo creas, que todo lo das”. Oh Divina Voluntad, enséñanos a cumplir y a aceptar los designios de Dios.

En cada decena se dice: Gloria al Padre, Gloria al Hijo, Gloria al Espíritu Santo. Y se contesta: Como era en el principio, es ahora y siempre, por los siglos de los siglos amén. Y así sucesivamente hasta terminar las cinco decenas. Este rosario a la Divina Voluntad, se hace después de la Coronilla de la Misericordia, para que tenga mayor poder de intercesión ante la Santísima Trinidad. Dad a conocer mis rosarios y oraciones y propagadlos, hijos míos. Jesús el Buen Pastor.
María del Rosario

EN VUESTRA MENTE ESTA LA ESCLAVITUD O LA LIBERTAD 
Septiembre 26 2006 2:30 pm

Hijos míos: no teman, ni se impacienten, la vida es corta y pasajera todo tiene un comienzo y un final aquí en la tierra.

El hombre es brizna, hierba, nace, crece y comienza a morirse, ¿para qué entonces amargar vuestra existencia? la felicidad está en el cambio de actitud; en desechar la cizaña que hay en vuestras mentes, representada en falsos pensamientos y falsas imaginaciones, que hacen de los hombres seres tristes y amargados.

En vuestro cerebro nacen los pensamientos y en vuestros pensamientos está la felicidad ó la tristeza, de vosotros depende ser libres o esclavos. Todo buen pensamiento conlleva a una buena acción; todo pensamiento positivo libera el cuerpo, la mente y el espíritu, y proyecta al hombre hacia el logro de sus objetivos. Si decís ser hijos de Dios, ¿Por qué os dejáis llevar por las mentiras y las dudas? No sabéis que mi adversario lo que busca es manteneros en la esclavitud y el pecado? Pensad positivamente, rechazad toda la mentira en vuestras mentes, cubrirla con mi Sangre; cuando seáis atacados con falsos pensamientos o falsas imaginaciones, decid: “llevo todo pensamiento cautivo a la obediencia de Cristo Jesús” (2 Corintios 10,5).

Aprended pues hijos míos a pensar positivamente para que seáis libres y felices y podáis permanecer en mi paz.

Os regalo estas oraciones de limpieza mental, para que lo hagáis mañana y noche, tened en cuenta que primero debéis perdonar y perdonaros, sin perdón no hay sanación. Permanecer en mi amor, amaos y perdonaos los unos a los otros, como yo os amo y perdono.

ORACIONES DE LIMPIEZA MENTAL CON LA SANGRE DEL CORDERO DE DIOS

Oh Sangre del cordero de Dios:
Aparta de mi mente todo mal pensamiento, purifica mis acciones y movimientos.
Que tu Sangre Señor Jesús, limpie la oscuridad que hay en mi mente y me libere de toda mal acción y pensamiento. Amén.

Oh Sangre del cordero de Dios: Derramada en la Pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo, fíltrate por mi mente y destruye todo mal pensamiento y toda falsa imaginación, que el enemigo de mi alma quiere ponerme para robarme la paz. Que el escudo de tu Sangre redentora Señor Jesús, proteja mi mente y mis pensamientos de todo dardo incendiado del maligno. Te lo pido Sangre Divina, se mi amparo y protección en todos mis caminos. Amén.

Soy vuestro Pastor y Maestro, JESUS El BUEN PASTOR.

Dad a conocer mis mensajes hijos míos.

El EXORCISMO DE LEON XIII 
(Armadura poderosa contra las fuerzas del mal)
Septiembre 12 de 2007 2:10 P.m.

Hijos míos: haced el Exorcismo de mi amado Arcángel Miguel, dictado a mi siervo el Papa león XIII, todas las veces que podáis y propagad su devoción. Si supierais hijos míos las gracias y la protección que os brindo a través de esta poderosa armadura, ¡si lo supierais!, ¡entonces la utilizaríais más frecuentemente y propagaríais su devoción! Yo, vuestro Padre, a través de mi amado Arcángel Miguel., expulso y protejo de toda fuerza del mal a todos aquellos que hagan y propaguen su devoción. De los lugares donde se practique esta devoción el demonio huirá y ninguna fuerza del mal os podrá tocar.

Todo aquel que ore con fe y en gracia de Dios el exorcismo de mi Amado Arcángel, se convierte en soldado de mi ejército aquí en la tierra; es poderosa armadura contra el ejército de satanás y sus demonios; hacedlo después del rezo del Santo Rosario, para que veáis cuán grande poder os doy. Pregonad su devoción y os concederé indulgencias especiales. Os lo prometo.

Todo aquel que practique esta devoción tendrá la protección de mi Arcángel Miguel, y él, mi amado Príncipe, lo acompañará en todos sus caminos. Ni los demonios, ni las pestes, ni las tragedias, ni las catástrofes, ni las tempestades, ni el hambre, tocarán a las puestas de aquellos que oren con el exorcismo. Mi Arcángel será intercesor en esta vida y en la eternidad de todos aquellos que sean sus devotos. Hacedlo extensivo a vuestros familiares, parientes, vecinos, amigos y en general al mundo entero, para que las fuerzas del mal sean desterradas de la faz de la tierra. Uníos en oración al Corazón Inmaculado de María y a mis ejércitos Celestiales; rezad el Santo Rosario y luego haced el Exorcismo, para que permanezcáis en victoria. Acordaos que el tiempo está cerca, sed verdaderos guerreros combatiendo junto a vuestra Madre María y a mis Ejércitos Celestiales. Sed devotos de mi Arcángel y El, os asistirá en todas vuestras batallas espirituales. Estad pues hijos míos en gracia de Dios al orar con esta armadura y os brindare grandes victorias sobre toda fuerza del mal. 


Que mi paz os acompañe. Soy vuestro Padre, Jesús libertador de su Pueblo.

HERMANOS: PROPAGAD MI DEVOCIÓN 
Septiembre 21 de 2007 2:50 p.m.

Hermanos: Que la paz del Dios Altísimo esté con vosotros.

Hermanos en la fe de mi Padre: Todo aquel que ore, propague y divulgue la devoción de mi exorcismo, dictado por la Gracia de Dios al Papa león XIII. Yo Miguel y los Arcángeles y Ángeles del Reino de mi Padre se lo agradeceremos.
Yo, Miguel, Príncipe de los ejércitos de mi Padre, os prometo que seré amigo e intercesor en esta vida y en la llegada a la eternidad de todos aquellos que oren y propaguen la devoción de mi exorcismo. No dejaré que ninguno de mis devotos se pierda y lo mismo haré con sus familias. Cuando llegue su hora, los llevaré a la Gloria de Dios y los presentaré ante mi Padre, sin que tengan que pasar por el Juicio de Dios.

Hermanos: Cada que oréis con mi exorcismo, llamadme primero tres veces, con mi grito de combate: ¡Quién es como Dios! Nadie es como Dios” y Yo vendré con la velocidad del pensamiento a asistiros en vuestra lucha espiritual. No temáis hermanos, haced mi exorcismo; soy Yo vuestro hermano Miguel y los Arcángeles y Ángeles del Reino de mi Padre los que combatimos por vosotros; por lo tanto, no temáis, estamos para serviros, protegeros y amparos de todo mal y peligro. Hermanos: Mi Padre me ha concedido el honor de preservar de todo mal a su rebaño fiel; es por eso por lo que no debéis temer, sino confiar, orar y pedirle a mi Padre que tenga misericordia de esta humanidad tan ingrata, tan pecadora y tan olvidada de las maravillas y bondades de Dios.

¿No sabéis hermanos, cuánto nos duele ver tantísimas almas que en el tiempo de vuestro tiempo se están perdiendo?, son cantidades las que bajan al seol, pero nosotros los Arcángeles y Ángeles no podemos ayudarlas. ¿Sabéis por qué?, ¡porque le han dado la espalda al Dios de la vida, mientras tenían vida aquí en la tierra!

¡Qué tristeza embarga al cielo! ¡Qué dolor siente mi Padre, viendo perderse tantas almas! Hermanos, os pido que al hacer mi exorcismo incluyáis las almas de los pecadores que en más peligro estén de condenarse, y las almas de los moribundos que estén en pecado mortal. Si oráis por ellas, yo intercederé ante mi Padre para que no se pierdan. Esas almas rescatadas del fuego del infierno os lo agradecerán y serán intercesoras vuestras cuando alcancen la Gloria de Dios. Orad también con mi exorcismo por la conversión de los pecadores, por la Iglesia y los Sacerdotes, para que nosotros, a través de vuestras oraciones y súplicas y por la Gracia de mi Padre, expulsemos a Jezabel y asmodeo, que están apartando a los Pastores de la Iglesia del camino del evangelio. Orad también por la paz del mundo, tan amenazada en vuestro tiempo y muy especialmente, orad por el triunfo del Inmaculado Corazón de Nuestra Señora y Reina María. Si nos llamáis, vendremos en vuestro auxilio; entended hermanos que mi Padre respeta vuestro libre albedrío, es por eso, por lo que debéis de orar y orar y más especialmente en estos tiempos de tanta oscuridad.

No olvidéis hermanos, orar con mi armadura en Gracia de Dios, uniéndoos al Corazón Inmaculado de Nuestra Señora y Reina María, a Mí, y a los ejércitos celestiales, para que juntos desterremos de la faz de la tierra toda fuerza del mal.

“Gloria a Dios en el cielo” Aleluya, Aleluya, Aleluya.

Que la paz del Dios Altísimo os acompañe hermanos.

Somos vuestros amigos y consejeros: Miguel Arcángel y los Arcángeles y Ángeles del Reino de mi Padre.

Dad a conocer hermanos este mensaje.

(Continuará...)

Ver primera entrega del tema aquí 

EL HOMBRE DEBERÍA TEMBLAR

EL HOMBRE DEBERÍA TEMBLAR
San Francisco de Asís