"LA ESCALERA DEL DIVINO ASCENSO"
DE SAN JUAN CLÍMACO
"Escala al Paraíso"
(Scala Paradisi, o Escala Espiritual)
Juan Clímaco.
Basada en la edición del Obispo Alejandro (Mileant)
Corrección e introducción: Rolando Castillo
Decimoctavo Escalón: del Sueño, de la Oración en Comunidad.
1. El sueño es el reparar las fuerzas de la naturaleza, es imagen de la muerte y descanso de los sentidos. El sueño es uno, pero tiene diversas razones. A veces procede de la naturaleza, otras del hartazgo, de la concuspicencia, y a veces también de los excesivos ayunos, pues la carne fatigada busca olvido en el sueño.
2. Así como los que beben mucho han de vencer poco a poco esta costumbre, lo mismo deben hacer los que acostumbran a dormir mucho. Por eso al entrar en la religión, los principiantes deben luchar contra esta pasión, pues es difícil curar tal hábito.
3. Prestemos atención, y notaremos que al oír la señal de la trompeta celestial llamando a las oraciones matinales, los monjes se reúnen visiblemente; pero los demonios se reúnen invisiblemente; algunos de ellos se colocan al lado de nuestra cama y nos incitan a reposar un poco más. "Espera — nos dicen — a que acaben y podrás ir a la iglesia." Otros se ocupan de llenarnos de sueño cuando entramos en oración; otros nos traen dolores de estómago para distraernos; otros nos mueven a hablar en la iglesia; otros nos llenan de pensamientos vergonzosos; otros hacen que nos reclinemos contra la pared y a bostezar a menudo; otros nos mueven a risa en la oración; otros nos incitan a orar apresuradamente y otros a decirlas muy lentamente — no por devoción sino por el deleite que dan — , y pegándose a nuestra boca, de tal modo la cierran, que apenas la podemos abrir.
El que piensa que está en presencia de Dios y ora con verdadero sentimiento, se mantendrá inmóvil como una columna, y ninguno de los demonios de los que hemos hablado podrá escarnecerlo.
4. El verdadero obediente es ennoblecido por Dios cuando llega a la oración, y allí es maravillosamente consolado; antes de orar se prepara como un luchador para resistir pensamientos extraños, y en mérito a ello encendido y abrazado en Su amor.
5. A todos les es posible orar en comunidad; muchos prefieren hacerlo con un solo compañero animado del mismo espíritu, pero la oración solitaria es para muy pocos.
6. Cuando cantes en el coro te será imposible ofrecer una oración libre de otros pensamientos. Pero ocupa tu pensamiento en las palabras que se cantan y di una oración en espera del verso que sigue.
7. No mezcles el tiempo de la oración con otra ocupación. Da a cada cosa su tiempo. Esto es lo que el ángel enseñó al gran Antonio.
8. Como la fragua depura el oro, así la práctica de la oración descubre el celo y el amor de los monjes para con Dios.
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