EN LAS FUENTES DE
MI DIVINO CORAZÓN
TOMO II
HALLARÉIS MENSAJES
DE CONVERSIÓN.
Revelaciones dadas a un alma
a quien Jesús le llama Agustín del Divino Corazón.
Mensajero de los Sagrados Corazones Unidos
y Traspasados de Jesús y de María.
Textos del capítulo mensajes.
PRÓLOGO
No es un libro más
… Este libro, pequeños míos, no es un libro más de tantos que abundan y circulan por el mundo.
MENSAJES
Es un último grito desesperado que os llama a un cambio de vida.
Es un último grito desesperado que os llama a la santidad.
Es un último grito desesperado que os llama a ser fieles servidores de Cristo.
Es un último grito desesperado que os llama a ser verdaderos Católicos, Apostólicos y Romanos.
Es un último grito desesperado que os llama a vivir en la fidelidad de su Palabra.
Es un último grito desesperado que os llama a beber en la Fuentes de mi Divino Corazón de mi hijo Jesús, para que seáis regenerados, para que seáis transformados, para que seáis espiritualizados y reavivados en el amor y por el amor
Es un último grito desesperado que no contiene nada distinto a las fuentes de las Sagradas Escrituras, tan solo es un medio de amor que con el lenguaje del amor, os llama a .
amar, os llama a perdonar, os llama a vivir en la ascesis, os llama a orar, orar desde vuestro corazón, os llama a estar en el mundo sin ser del mundo
Pequeñitos, acercaos a estas fuentes que no desvirtúan vuestro pensamiento, son fuentes seguras, fuentes del cielo que os caen a vosotros como cascadas de aguas puras. .
Este libro caído del cielo, tiene como enemigo a Satanás porque, será instrumento de salvación para muchas almas. Porque será instrumento de salvación para muchos hombres que pueblan la tierra.
Porque será instrumento de paz para los corazones conturbados.
Porque serán fuentes de luz para ciegos espirituales.
Porque serán fuentes de reavivamiento para muertos vivos. Porque serán fuentes de alimento para hambrientos del pan Divino.
Porque serán fuentes de conversión para todas aquellas almas que interioricen y viva cada uno de los mensajes.
Dad gracias a Dios, hombre o mujer, pobladores de la tierra, si del cielo os cae como regalo este libro, libro que dará vuelco a vuestra vida.
Libro que dará un vuelco a vuestra manera de pensar.
Libro que dará un vuelco a la manera de vivir en vuestro mundo.
Libro que os arrancará de la esclavitud del pecado y os dará libertad de águilas.
Libro que renovará vuestro corazón, a imitación del Divino Corazón y de mi Inmaculado Corazón.
Hijitos orad para que muchos hombres vuelvan a Dios.
Hijitos orad para que este instrumento del cielo, llegue a los lugares más recónditos de la tierra.
Orad para que los ateos recobren fervor espiritual.
Orad para que los presos, por el pecado, recobren libertad.
Orad para que los hambrientos de los manjares del cielo sacien su hambre de este manjar sólido, que son las Fuentes del Divino Corazón
Hijitos míos, ayudad a cargar la Cruz pesada de mi hijo Jesús. .
Hijitos míos, prodigad alegría al Sagrado Corazón de Jesús, predicando a tiempo y a destiempo las enseñanzas contenidas en la Fuentes fidedignas de este libro, libro que romperá la sordera de los que no quieren escuchar; libro que romperá con la ceguera de los que no quieren ver; libro que romperá la lengua de los tartamudos que no quieren hablar.
Libro que rompa con la parálisis de los que no quieren caminar; orad, no os canséis de orar, porque el mundo yace en tinieblas, tinieblas que serán dispersas por estos mensajes de amor y de conversión
(Extracto del mensaje de la Santísima Virgen dado el día 30.12.07) . Tinieblas que se convertirán en luz, porque muchas almas serán tocadas, porque muchas almas serán cuestionadas, porque muchas almas serán raptadas para el cielo y vosotros hijitos míos sois instrumentos de esta magna obra de amor.
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(MENSAJES)
Creced en la penitencia y en la mortificación
0ctubre 31/07 8:45 p.m.
Jesús dice:
Mi pequeño Agustín: Cómo me complace descansar en vuestro pobre corazón, porque a pesar de encontrar tan sólo miserias, siento la calidez de vuestro amor.
Mirad, cómo mi Corazón está lacerado y tremendamente golpeado por el dolor, porque muchos hombres han cambiado al Dios verdadero por el príncipe de la oscuridad para darle la adoración, robándome la gloria que me pertenece. El mundo yace en densas tinieblas, porque el demonio los ha enceguecido, engañándolos con falsas seducciones para luego cobrarles su precio, llevarse consigo un sinnúmero de almas al lago eterno.
Os hago partícipe de mi enorme tristeza porque son muchos los que taladran mis manos y mis pies, reviviendo los dolores de mi pasión y aún mayores a los que sufrí, al ofrecer víctimas humanas, en holocausto, al tirano infernal y al profanar mi Divino Cuerpo en los cultos paganos (horas antes del mensaje experimenté una terrible agonía interior y unos fuertes deseos de llorar. Me dirigí al Santísimo Sacramento y en la oración vi a unos hombres que pisoteaban el Sagrado Cuerpo de Jesús y el asesinato y la violación de varios niños).
Qué duros de corazón y sanguinarios son los pensamientos de algunos de vosotros, hombres obnubilados por el pecado. Orad y reparad por estos inocentes que han caído en las garras de espíritus infernales. Ellos desconocen los terribles sufrimientos que les esperan en las penumbras de la otra vida.
Mi Divino Corazón es despellejado por estos execrables crímenes. Venid y consoladme tomando parte de mi sufrimiento y que vuestras lágrimas sean bálsamo sanador para mis heridas.
Creced en la penitencia y en la mortificación porque muchas almas piensan que estas nobles prácticas tan sólo formaban parte de la Iglesia primitiva. Ésta es la brecha que os conduce a la santidad. Reuníos, almas generosas, en
vigilia de oración los primeros viernes de cada mes, para que con vuestra reparación, aportéis perlas valiosísimas en mi obra salvadora. Como pago a vuestro sacrificio os acompañaré y seré más misericordioso en el día de vuestro juicio.
Sed almas eucarísticas
Noviembre 1/07 9:05 a.m. (Día de todos los santos)
El Padre Pío dice:
Atesorad riquezas para el cielo cumpliendo con los preceptos de los 10 mandamientos. Que Dios ocupe el primer puesto en vuestras vidas como lo ocupó en las vidas de Jesús y de María.
Vivid a plenitud la Palabra de Dios, leedla pausadamente y meditando en la profundidad de vuestro ser, ya que ella es la luz Divina que os saca de la oscuridad, llevándoos por caminos estrechos que dan la vida eterna.
Que vuestro corazón y vuestros ojos apunten siempre al cielo. Si supierais las delicias que hay allí, suplicaríais al Dios del Altísimo que no tardase en llamaros y lucharíais por vivir en la santidad agradando en todo al Sumo Bien.
Hijitos espirituales, sed austeros en el comer y en el dormir, porque ayunando os purificáis de vuestras inmundicias, fortaleciéndoos en la voluntad para que dominéis el espíritu de la sensualidad y de la gula.
Dad prioridad a la oración, porque es el alimento que os robustece en vuestro caminar espiritual, impidiendo que caigáis en las manos de Satanás.
Esforzaos por vencer la tentación, porque cediendo a ella abriréis puertas al espíritu tiranizador, para hacer de vuestro pobre corazón su trono y esclavizaros en el pecado, para luego robaros el premio más grande dado por Dios: vuestra salvación del alma.
Si por desgracia pecares, limpiad vuestro corazón con las aguas purificadoras del Sacramento de la confesión.
La Eucaristía, la confesión y el rezo del Santo Rosario son armas eficaces que debilitan al demonio, incapacitándolo para actuar contra vosotros.
Después de la Santa Misa y del rezo de la Liturgia de las horas, que vuestra oración predilecta sea la recitación del Santo Rosario.
Sed almas Eucarísticas, asistiendo y participando del Santo Sacrificio cuantas veces, según, vuestro estado os lo permita, porque allí el cielo se junta con la tierra, siendo la Eucaristía el milagro más grande que existe sobre la faz de la tierra. Recibir con gran reverencia el Cuerpo Santísimo de Nuestro Señor Jesucristo y una vez haya bajado a vuestro corazón, adorad y besad sus cinco llagas, orando la siguiente plegaria:
“Has venido a visitarme como Padre y como amigo.
No me dejes nunca solo, quédate, Señor, conmigo.
Por el mundo, envuelto en sombras, soy errante peregrino.
Dame tu luz y tu gracia, quédate, Señor, conmigo.
En este precioso instante, abrazado estoy contigo.
Que esta unión nunca me falte, quédate, Señor, conmigo.
Acompáñame en la vida, tu presencia necesito.
Sin Ti desfallezco y caigo, quédate, Señor, conmigo.
Declinando está la tarde, voy corriendo como un río al hondo mar de la muerte, quédate, Señor, conmigo.
En la pena y en el gozo, sé mi aliento mientras viva hasta que muera en tus brazos, quédate, Señor, conmigo.
Amén.
Rezad, rezad muchos rosarios
Noviembre 2/07 9:16 p. m.
La Santísima virgen dice:
Cómo me complace, pequeños míos, veros reunidos en vigilia de oración. Cada Ave María pronunciada desde vuestro corazón, es un palpitar de amor de mi Inmaculado Corazón; ofrendaos a mi hijo Jesús como hostias vivas santas y agradables a su presencia. Orad incesantemente pidiendo la protección de san Miguel Arcángel para que el enemigo no tenga dominio sobre vosotros; repetid, repetid muchas jaculatorias, rezad, rezad muchos rosarios, porque a través de ellos el demonio será debilitado, no le tengáis miedo, porque el bien siempre triunfará sobre el mal. Amad, amad muchísimo al vicario de Cristo, acá en la tierra, orando incesantemente por él, porque el diablo anda como león rugiente para devorarlo. La Iglesia se derrumba, restituidla pues, con vuestro ayuno, sacrificio, penitencia y oración reparadora; asistid frecuentemente a la Sagrada Eucaristía, allí hago presencia real, allí os escucho, allí os cubro de besos y abrazos. La copa de mi Hijo rebosa, hay tanta maldad y tanto pecado sobre la faz de la tierra, el mundo está cubierto por densas tinieblas. Vosotros, hijos amados de mi Inmaculado Corazón, alivianad los dolores de mi hijo Jesús, haciendo que vuestras Misas y vuestras comuniones sean reparadoras. En el cielo hay muchas moradas preparadas para vosotros; para llegar a ellas debéis haceros santos, sin mancilla alguna, viviendo en olor de santidad, aspirando siempre a los bienes del cielo y no a los de la tierra.
Yo intercedo por vosotros, pequeños míos, y os asisto en vuestras necesidades, pero confiad más, porque muchos razonan con su mente, mas no con su corazón. Debéis haceros como niños, para entrar en el Reino de los cielos. Cómo me complace vuestra generosidad y vuestra locura de amor por la cruz, al ofreceros como almas víctimas y almas hostias. Yo os acompañaré y os fortaleceré en vuestros momentos de prueba; la astucia del demonio pretende alejaros del camino que Dios ha trazado para vosotros, resistid firmes en la fe, no andéis tambaleantes, antes bien, debéis apoyaros en el
báculo de mi amantísimo hijo Jesús para que no decaigáis y sucumbáis a la tentación.
Os miro con derroche de ternura, porque formáis parte del reducido número de almas elegidas por mi hijo Jesús, para la noble misión de utilizaros como pararrayos en este mundo confuso y materialista tan alejado de los bienes espirituales. Que en vuestro corazón siempre esté impreso el Divino Rostro de mi Jesús, para que Él os acaricie internamente y para que vuestros corazones fundan sus latidos de amor con el Divino Corazón de mi adorado Jesús.
Orad por todos los consagrados del mundo entero, muchos de ellos están presentes físicamente en los conventos, monasterios y seminarios, pero sus corazones están ausentes de Dios. La Iglesia se salvará por la oración y la entrega total a Dios por parte de los laicos. Misiones que han sido asignadas a altos jerarcas de la Iglesia, han sido delegadas a almas que ejercen su sacerdocio bautismal porque ellos son de dura cerviz.
Que vuestras vidas se consuman amando, que vuestras vidas se consuman perdonando, que vuestras vidas se consuman adorando la Divinidad, que vuestras vidas se consuman de amor por el Amor. Vosotros sois elegidos para el cumplimiento de una gran misión dentro de la Iglesia, muchos querrán formar parte de esta obra, orad para que el Espíritu Santo os dé el discernimiento de descubrir cual es la Voluntad de Dios sobre las almas que deseen adherirse a vosotros. Os amo, os protejo y os llevo en mi Corazón de Madre.
Sed devotos de las adorables llagas del Buen Jesús
Noviembre 2/07 11:34 p.m.
El Padre Pío:
Amados hermanos de mi amado Jesús, os saludo con corazón de padre, padre espiritual que os acompañaré y os guiaré en la obra redentora y salvadora de Jesús crucificado. Amad intensamente las Llagas adorables del Buen Jesús, sed devotos de ellas para que consigáis grandes gracias. Meditad frecuentemente en la Pasión de Nuestro Señor y unid vuestras plegarias y vuestras oraciones con la Iglesia triunfante, purgante y militante. Sed visitadores asiduos de Jesús Sacramentado y adoradle en espíritu y en verdad. Amadlo hasta el extremo, uniendo vuestro amor al amor de Nuestra Madre Reina y Señora; que el Santo Rosario os acompañe siempre, rezadlo en todo momento y en todo lugar. Si supierais cuan agradable es esta oración a los ojos de la Reina y Señora del universo entero, la oraríais sin cesar. El Santo Rosario era mi compañero de viaje, amigo inseparable mientras dedicaba largas horas en el confesionario, impartiendo la bendición de mi Padre y el perdón de sus culpas de parte de Jesús. Al confesionario llegan las almas culpables y salen absueltas de sus culpas, purificad vuestras almas con el sacramento de la confesión. Sed almas orantes donándoos por completo a los designios de Dios; que no os importe nada, hacer la voluntad Divina; aún os cueste, en el cumplimiento de su Voluntad se adquiere la verdadera santidad. Alejaos del bullicio y del ruido, y amad el silencio, alejaos de la soberbia y de la vanagloria, y amad la humildad y la sencillez, alejaos de la mezquindad y amad la rectitud de vida. No rehuyáis a la Cruz, antes bien, abrazadla porque en ella encontraréis la corona de la salvación. Amad el sufrimiento, para que seáis acrisolados como el oro y la plata. No busquéis los primeros puestos, no aspiréis a la gloria en la tierra. Estad en vela porque, en el momentos menos esperado, vendrá el ladrón a robar en vuestra casa; que vuestras obras os identifiquen como verdaderos hijos de la luz y no como hijos de la oscuridad. Imitad las virtudes de mi Padre Francisco, él con su humildad, mortificación y renuncia constante supo brillar como luz en medio de la oscuridad. Estáis viviendo el tiempo del Apocalipsis, discernid bajo la luz del Espíritu Santo cada acontecimiento y clamad a Dios que su Reino llegue pronto sobre vosotros. Sed perseverantes en la oración y en el ayuno para que estéis fortalecidos en el momento de prueba que se os vendrá. Los tres días de oscuridad están próximos, no son una mitología, son una realidad; estad provistos de agua, velas y cruces benditas para que los espíritus del mal no os hagan daño. Las almas del purgatorio requieren de vuestras oraciones, sed generosos en prodigarles descanso. Tened en cuenta las almas que yacen en los niveles más bajos, porque sus sufrimientos son atroces pero esperanzadores de que un día podrán disfrutar de la visión de Dios. Os amo con amor de padre espiritual que soy para vosotros. Os bendigo e intercedo por vosotros ante el cielo.
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