FRASES PARA SACERDOTES

"TODO LO QUE EL SACERDOTE VISTE, TIENE UNA BATALLA ESPIRITUAL". De: Marino Restrepo.

Una misa de campaña en medio de las bombas


Al césar lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Así como este Santo sacerdote quiero decir que primero sirvamos a Dios y después, a los hombres.

SACERDOTE, ¿QUIÉN ERES TU? (padre Julio María Scozzaro).

Son incisivas las palabras de la Imitación de Cristo para ti, Sacerdote: "Deberías tener una pureza angelical y la santidad de Juan Bautista para que seas digno de recibir y administrar el Sacramento de la Eucaristía. ¡Maravilloso misterio y sublime dignidad de los Sacerdotes, a quienes es dado lo que a los Ángeles no es concedido! Tienes que creer más en Dios Todopoderoso en este sublime Sacramento de la Eucaristía, que a tus sentidos y a cualquier otro signo sensible. Reflexiona y mira qué compromiso te ha sido confiado con la imposición de las manos del Obispo. He aquí, tú has llegado a ser Sacerdote y consagrado para celebrar, trata de ofrecer a Dios el sacrificio fiel y devotamente, en el tiempo debido, y MUÉSTRATE IRREPRENSIBLE. Con el Sacerdocio no has aliviado tu carga, te has atado a un estrecho vínculo de disciplina, OBLIGÁNDOTE A UNA MAYOR PERFECCIÓN DE SANTIDAD".

Es cuanto nos recuerda el Concilio Vaticano II: "Los Sacerdotes están obligados especialmente a tender a la perfección puesto que ellos han recibido una nueva consagración a Dios a través de la Ordenación-, son elevados a la condición de instrumentos vivos de Cristo Eterno Sacerdote, para proseguir en el tiempo su obra adminable" (P.O. 12).

El modelo de tu vida y la persona que más conoces y amas, no puede ser otro sino Jesús. ¿Qué hacer para imitar a Este sublime modelo? Como han hecho los Santos. Cada Sacerdote copia a Jesús en sí mismo según su propia generosidad. El patrono de los Sacerdotes no es San Pedro, ni San Pablo y ni siquiera San Antonio de Padua, sino un Sacerdote muy pobre y muy sencillo: San Juan María Vianney (el Santo Cura de Ars). ¿Por que? La respuesta la dio él mismo a un Hermano que se lamentaba por la poca eficacia de su Ministerio:

"¿Tú has orado, suplicado, gemido y suspirado? ¿Has hecho ayuno? ¿Te has despertado, te has acostado en el suelo, te has dado la disciplina (azotes en tu cuerpo)? Mientras no hayas llegado a esto no creas haberlo hecho todo"

Todo pasa, querido Sacerdote, solo Dios permanece, y este Dios es tu Padre. Si has incentivado la unión con El, no temas, porque es Padre bueno y te abraza como si nada hubiera sucedido.

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